LA FÍSICA CUÁNTICA
La sola mención de la Física Cuántica puede parecer un poco abrumador para muchos, pero en realidad no es tan intimidante o difícil de entender. La física cuántica es simplemente una ciencia que estudia y explica "los acontecimientos, las condiciones y las circunstancias" de todo en el Universo. Debemos de tener en cuenta que la Física Cuántica, la Espiritualidad, nuestros pensamientos y nuestras emociones, están relacionados mucho más de lo que pensamos. La mecánica cuántica determina la clase de vida que tenemos y la del mundo que nos rodea.
La Física Cuántica es el estudio profundo de las cosas que experimentamos en la vida y el proceso de su regreso a su lugar de origen, el cual es la energía cósmica. Todos sabemos que todo lo físico está compuesto de moléculas. La física cuántica, se profundiza más allá de las moléculas y ha sido capaz de ir al nivel de ondas energéticas con frecuencias armonizadas. Todo lo que existe en la naturaleza, los sonidos, los colores, el oxígeno, el viento, los pensamientos, las emociones, la silla donde nos sentamos, el auto, nuestro cuerpo físico, las estrellas, nuestro perro, la capacidad de ver, oír, oler, etc., etc., es el resultado de esa frecuencia de vibración que uniéndose con energías de la misma frecuencia armónica forman lo que "percibimos", en el mundo físico. Todas las cosas existentes se componen de la misma energía pura, tanto las que vemos, así como las que no vemos, incluyéndonos a nosotros y todas están estrechamente interconectadas entre si.
No importa qué vía elijamos para el aprendizaje, así sea la espiritualidad, la física cuántica, la fisiología humana o la simple observación de la naturaleza, todos los caminos nos llevarán a la misma conclusión ...TODO en nuestro entorno consiste de energía pura y todo está interconectado entre si, tanto lo visible (físico) y lo invisible. (Metafísica)
Al principio la física cuántica puede parecer un poco compleja, pero la comprensión básica solidificara lo que en algún nivel de nuestra conciencia ya conocemos . No importa las creencias religiosas o falta de ellas o el nivel de conocimiento científico, que podamos tener, los conceptos básicos de la Física Cuántica nos permite construir la base sólida y necesaria para comenzar a experimentar consciente e intencionalmente la vida que deseamos. Tenemos que comprender que todo lo que experimentamos en la vida sucede como resultado de nuestra forma de pensar y creer de como serán, ya sea a nivel consciente o subconsciente. Nuestros pensamientos atrapan energías; si logramos cambiar nuestros pensamientos es probable que en determinado tiempo empecemos a crear una nueva experiencia en nuestras vidas físicas, emocional y espiritual. Todo en nuestra vida es el resultado de nuestra conciencia, dependiendo de lo que creemos y pensamos de nosotros mismos. Es decir - si queremos cambiar nuestro entorno debemos de empezar a tener una nueva forma de pensar.
Las conclusiones que han llegado hasta el momento a través del estudio de la Física Cuántica, así como los descubrimientos más recientes relacionados con la "memoria celular", es que "Como piensa un hombre, así es él." Si creamos pensamientos negativos, estos pueden manifestarse en enfermedades, pero si cambiáramos nuestros pensamientos también podríamos cambiar el curso de la enfermedad.
Se nos ha proporcionado el derecho del libre albedrío y la capacidad de elegir lo que queremos hacer con cada aspecto de nuestra vida. Solo nosotros somos responsables de los acontecimientos, las condiciones y circunstancias de nuestras vidas. Independientemente de las decisiones que elijamos hacer en el presente, o en nuestro futuro, debemos optar por el camino que pueda acercarnos a experiencias de alegría, paz interior y prosperidad en cada área de nuestra vida. Aunque hay mucho más que la Física Cuantica le por descubrir, lo que ha sido descubierto hasta ahora es lo que necesitamos para empezar a hacer cambios drásticos en nuestras vidas, aplicando correctamente lo aprendido podríamos alcanzar nuevos niveles de éxito y armonía en nuestras vidas.
- Mercy Ingaro -
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Por un momento, imagina la grandiosidad del Cosmos.
Los científicos estiman que hace casi catorce billones de años hubo una explosión de luz y nació nuestro Universo.
La ciencia denomina a este fenómeno como el Big Bang. Para los espiritualistas está allí la presencia de Dios creando a todas las cosas, pronunciando las dulces palabras: ¡Qué se haga la luz!
Y la luz se hizo: billones y billones de soles pasean, solemnes, en la sinfonía de los mundos.
Alrededor de esos soles, trillones de planetas, satélites y asteroides ejecutan la danza silenciosa de las armonías celestiales.
Giran los planetas sobre si mismos. Giran alrededor de soles. Giran los soles y su cortejo acompañando el caminar de las galaxias. Ritmo y gracia por doquier.
Aquí y allí un cometa - asteroide oscuro - se acerca a una estrella. De repente, envuelto por la luz se enciende enteramente como un fósforo cósmico. Entonces, se aleja arrastrando su cola de polvo y gas sembrando la vida en los mundos.
Pero, en uno de esos trillones de planetas, bajo la luz amarilla de un sol, los habitantes de un cierto planeta - la Tierra - tienen el orgullo de ser superiores a los demás.
Vista desde el espacio, la Tierra es un pequeño grano de arena, bello, que pasea azul por el espacio infinito.
Pero sus habitantes son como niños: peleándose siempre, creyéndose señores de la vida, dueños de los cielos.
¡Ah, si pudiéramos vernos en el conjunto del Universo, minúscula gota en el gran océano de la Creación!
Con certeza seríamos más humildes. No daríamos tanta importancia a los problemas pequeños del día a día.
Tal vez hasta fuese más fácil perdonar, olvidar, borrar los resentimientos.
Si mirásemos nuestro Mundo como una translúcida burbuja de jabón que flota en medio de un mar de estrellas, quien sabe aprenderíamos a reverenciar un poco más a la obra Divina.
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Levanta la vista hacia el espacio. En las luces azules que parpadean a millares de años-luz, ve la señal del Gran Creador de todas las cosas.
Dios, nombre Divino que llena de luz y de música nuestras apagadas existencias.
Dios, ¡cuánta grandiosidad en Ti, sublime Padre de todas las cosas!
Dios, nacemos como Espíritus en Tu soplo de vida. Cumpliendo Tus leyes nos sumergimos en el cuerpo tantas veces y construimos una trayectoria en que las experiencias se suman y nos enriquecen de sabiduría.
Señor, aquí estamos. Somos Tus niños, que volvemos los ojos confiados hacia Ti. Si aun somos disparatados, si aun somos débiles, enséñanos a ser fuertes y sabios.
Inspíranos una vez más la lección de la fraternidad universal. Para que el amor viva en nosotros.
Inspíranos para que la alegría nos contagie el alma. Para que la paz se acoja en nuestra casa mental.
Para que seamos dignos de ser llamados hijos Tuyos.
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Los mundos son estancias del Reino de Dios, aguardando por nosotros, viajeros en camino a la perfección.
Como los países, ciudades y pueblos de un mismo continente, los mundos de los espacios siderales son escuelas variadas del progreso tecnológico, intelectual y moral.
Moradas de la Casa del Padre en el inmenso Universo que aun nos toca descubrir, explorar, admirar.
Redacción del Momento Espírita
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Escrito el 03/07/2015
Mensaje recibido por Un hermano
Buenas noches.
Que la paz de Jesús y otros espíritus de luz esté aquí y siempre para que todas las reuniones salgan como esperáis.
Hermanos vengo a traeros un mensaje que es el de las leyes naturales, porque cuando un espíritu encarnado o desencarnado habla los oyentes sacan conclusiones y juzgan si es correcto o no. Pero las leyes naturales dicen que debemos escuchar, sacar conclusiones y actuar. No debemos temer si es correcto o no todo.
Las leyes naturales están también cuando una planta brota. Esto es bueno pero también ella puede decidir si el fruto será bueno o malo cuando crezca y así es toda la Creación de nuestro Padre. Nos hizo buenos a todos, pero nosotros decidimos ser buenos o malos y la consecuencia es pagar por nuestras decisiones.
Cuando pase algo en vuestras vidas no tenéis que justificar nada a nadie más que a vosotros mismos y al Creador. No es obligatorio ni necesario. No hay que decirlo, a no ser que te guste que así sea.
El trabajo que se hace de desencarnado es para llegar a nuestro sitio de la paz y aprendizaje y los encarnados que han recibido las energías están agradecidos por ser beneficiarios de la energía que les fue donada.
En lo que hacéis aquí no se debe pensar ¿Por qué estoy así? Si tienes energías diferentes supéralas. En un ambiente armonizado jamás penetrará una mala energía. Al revés, si tenéis una cadena enlazada no pasa nadie si los mentores (como vosotros les llamáis) no dejan que pase. Si tenéis el pensamiento positivo nos dais fuerza para sostener la cadena. Jamás se romperá si la fe y la voluntad de ser uno de estos hacen que la cadena sea fuerte.
Esto es una ley natural pues sino empezaría hoy y acabaría pronto. Si os paráis a reflexionar, es importante para sacar conclusiones de lo que es o no correcto.
Os pido a todos vosotros que jamás dejéis que la llama prendida, que es una antorcha muy grande, se apague jamás.
Una planta empieza por una semilla, ahora ya sois una rama y tenéis que ser un árbol que dé buenos frutos.
Cuando pase algo en este sitio sacad un aprendizaje y sabed cómo manejarlo todo sin problemas. Yo voy a muchos sitios a aconsejar a mis hermanos encarnados porque la esperanza del plano espiritual necesita de ello, pero con humildad. Los números altos no significan nada, es más importante que haya 4 ó 5 personas con mucha fuerza que 1000 que no tengan la misma.
Seguid sin mirar atrás, con el poco tiempo que tenéis.
La ley natural es muy importante. Hay gente aquí que tiene que saber esto. Estamos aquí para que se conciencien de que tienen un gran potencial, hay que ayudarles para que tengan su oportunidad.
Quedad en la paz de Jesús, que los otros hermanos y yo nos iremos en la paz.
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Dra. Marlene Nobre
São Paulo
Como vimos, el principio espiritual construyó el cuerpo humano y sus envoltorios a lo largo de billones de años de evolución:
“Desde la ameba, en la tibia agua del mar, hasta el hombre, venimos luchando, aprendiendo y seleccionando…”
Fue una larga caminata: “¿Cuántos siglos consumió (el principio espiritual) revistiendo formas monstruosas, perfeccionándose, aquí y allí, ayudado por la interferencia indirecta, de las Inteligencias Superiores?
Se acogió en el seno tibio de las aguas; a través de los organismos celulares, que se mantenían y se multiplicaban por fisiparidad.
En millares de años, hizo un largo viaje en la esponja, pasando a dominar células autónomas, imponiéndoles el espíritu de obediencia y de colectividad, en la organización primordial de los músculos.
Experimentó durante mucho tiempo, antes de ensayar las bases del aparato nervioso, en la medusa, en el gusano, en el batracio, arrastrándose para emerger del fondo oscuro y lodoso de las aguas, para empezar las primeras experiencias, al sol del meridiano”
En la descripción de los Amigos Espirituales, “viajó de un simple impulso hacia la irritabilidad, de la irritabilidad hacia la sensación, de la sensación hacia el instinto, del instinto hacia la razón”.
Y, en ese fantástico viaje, en tránsito de la animalidad primitiva a la espiritualidad humana, construyó el cerebro, órgano sagrado de manifestaciones de la mente.
Según esas revelaciones, publicadas en el año 1947, el cerebro, en el hombre, evolucionó para construir un castillo de tres anfiteatros, que tiene en los lóbulos frontales, en la corteza motor y en la médula espinal, elementos importantes de cada una de esas estructuras.
Se trata de un único cerebro que se divide, sin embargo, en tres regiones distintas.
En el primer anfiteatro, está el cerebro inicial, repositorio de los movimientos instintivos; donde moran hábitos y automatismos. Es la sede del Subconsciente. Almacén del pasado, donde se localiza, ahí, el espacio de la individualidad, donde son archivadas todas las experiencias y registrados los menos hechos de la vida.
En el segundo salón, está la sede de las conquistas actuales, representada por la corteza motor, zona intermediaria entre los lóbulos frontales y los nervios. En él se localiza el Consciente, la posibilidad de manifestación del ser, en el actual momento evolutivo, contando, para ello, con dos herramientas fundamentales: el esfuerzo y la voluntad.
En el tercer salón, se localiza la parte más noble del Cerebro, representada por los lóbulos frontales. En él, se configura el Superconsciente, a través del cual llegan los estímulos del futuro, con énfasis para el ideal y la meta superior.
Ese modelo es muy semejante al del neurocirujano Paul MacLean, que se expresaba de esta forma: “Estamos obligados a mirarnos a nosotros mismos y hacia el mundo a través de los ojos de tres mentalidades muy diferentes”, refiriéndose a los tres cerebros que había detectado en sus investigaciones.
El libro de MacLean, The Triune Brain in Evolution, trae una figura esquemática sobre la evolución del cerebro con la siguiente explicación del autor, en 1968: “En su evolución, el cerebro humano se expande siguiendo las líneas de tres formaciones básicas que anatómica y bioquímicamente, reflejan una relación ancestral, con respecto, a los reptiles, mamíferos primitivos y recientes.
Las tres formaciones están en el encéfalo, constituyen los hemisferios cerebrales, y los elementos comprendidos del telencéfalo al diencéfalo”.
Con relación a la esquizofrenia, las revelaciones espirituales afirman que ella tiene origen en perturbaciones sutiles del periespíritu, que se traducen, en el cuerpo físico, en un conjunto de molestias variables y, muchas veces, indeterminadas.
Los trastornos mentales, casi en su totalidad, empiezan en las consecuencias de faltas graves, que el ser humano practica, teniendo por base la impaciencia o la tristeza.
Una vez instaladas en el campo íntimo, esas fuerzas desequilibrantes desintegran la armonía mental.
¿Cómo está el asunto de la Conciencia, en este inicio del siglo XXI? Con los extraordinarios avances de la Física Cuántica, es difícil continuar sustentando que el cerebro nos da la conciencia, inteligencia, y demás atributos.
Se sabe hoy, que el observador es necesario, porque él convierte las ondas de posibilidades, los objetos cuánticos, en eventos y objetos reales.
Como nos recuerda el profesor Amit Goswami, de la Universidad de Oregón, UEA, la Física Cuántica trajo tres conceptos revolucionarios: “movimiento discontinuo, interconectividad no localizada y, finalmente, sumándose al concepto de causalidad ascendente de la ciencia newtoniana normal, el concepto de la causalidad descendiente – la conciencia escogiendo entre las posibilidades, el evento real”
Cuando coloca esos tres conceptos, el profesor Goswami argumenta: “si la conciencia es un fenómeno cerebral, obedece a la Física Cuántica, ¿cómo puede causar, la observación consciente de un evento, el colapso de la onda de posibilidad, llevando al evento real que estamos viendo?
La conciencia en si, es una posibilidad. Posibilidad no puede causar colapso en la posibilidad”
Fue razonando de esa forma que él abandonó el pensamiento materialista con el cual había convivido durante 45 años y abrazó el espiritualismo.
Como bien dijo Jean Guitton, con la física cuántica: “las interpretaciones objetivistas y deterministas del Universo, conformes al buen sentido, no se pueden mantener. ¿Qué deberemos admitir en su lugar? Que la realidad “en si” no existe; que ella depende del modo por el cual decidimos observarla; que las entidades elementares que la componen pueden ser una cosa (una onda) y al mismo tiempo otra (una partícula). Y que, de cualquier modo, esa realidad es, en un sentido profundo, indeterminada” (Dios y la Ciencia, p.9)
Así, la visión materialista del mundo se desvanece ante nuestros ojos.
Entramos, definitivamente, en la Era del Espíritu. Preparémonos para una espiral vertiginosa de nuevos descubrimientos, nunca antes imaginada por nuestros espíritus imperfectos.
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