Aspectos Científicos Sobre la Mediumnidad
Paulo
Milhomens
Aspectos científicos de la
mediumnidad y la necesaria instrucción política para los trabajos
mediúmnicos entre los espíritas.
1) Relación histórica de la mediumnidad como efecto físico comprobado
La relación
metafísica en la vida humana remonta millares de años en el pasado.
Cuando los primeros primates predecesores del homo sapiens sapiens
surgieron sobre la Tierra, su unión como el “yo” dimensional,
extra-físico, ya era una característica pertinente en una mente
bastante rudimentaria. La imaginación sólo puede ser ejercida con
el empleo de la fantasía experimentada, esto es, cultos y
características míticas doradas de intenciones capaces de evocar lo
recóndito de lo invisible. La evolución del espíritu humano está
relacionada a sus diferentes etapas evolutivas empleadas por Charles
Darwin en la teoría evolucionista.
Diferentes
especies, como los Romaphitecos, Australophitecos, Neanderthal y
Cro-Magnon, por citar algunos ejemplos, existieron y dieron su
contribución biológica hasta la aparición del humano como único
miembro de esa ancestralidad. Con el advenimiento de la agricultura y
el sedentarismo, la estructuración tribal y cultural (religión,
jerarquía y clases), el ser humano pasó a concentrar mejor su unión
con lo invisible desconocido. Las hierbas naturales utilizadas como
remedios, la mejoría del cuerpo del guerrero para la guerra, la
copulación de la procreación y las previsiones del Chaman fueron
las técnicas iniciales para traer al mundo de los vivos.
Muchos
al partir, continuaron cuidando de los animales y plantas, otros de
los minerales y de las aguas, como guardianes del orden y
desequilibrio en la naturaleza. Frecuentemente eran traídas por los
pajes – los rituales y el chamanismo politeísta de las etnias
africanas y americanas -, encuentran su paralelo en la búsqueda de
la respuesta: era necesario encontrar en el principio inmaterial la
unión cierta en la conducta individual y colectiva.
La
divinidad estaba materializada a través del sol y de la luna,
exponentes máximos de belleza y misterio. Es a partir de esta fase,
que la vida humana pasa a tener contornos diferenciados en su
relación existencial, modificando la forma de pensar con
experiencias curiosas, resultando en el lenguaje desconocido en los
grabados extraños e incontestables de los curas tribales. Por tanto,
como podemos ver, el desarrollo de la mediumnidad – una capacidad
psico-física – trascienden periodos inmemorables y es puramente
orgánica. No es fruto del intelecto mental, pero puede ser mejorada
por este.
Y
sólo a través de él, adquiere una dimensión reguladora y auxiliar
de los problemas universales. Pero no basta apenas el control y la
investigación necesaria si no hubiera el desenvolvimiento moral
necesario.
El
espíritu sólo alcanza el estadio ideal cuando ejerce dos funciones:
moral e intelectual. En diferentes sociedades, siempre fue difícil
establecer esas dos virtudes, aunque aun sean inmaduras en el
planeta. Una prueba de eso es el desenvolvimiento tecnológico
utilizado para la guerra.
El
hombre siempre peleó para sobrevivir, siempre desempeñó una
conducta opresiva sobre su semejante. Su vida es resultado de la
lucha. La lucha por la sobrevivencia ganando contornos que envuelven
el dominio. Los Estados geográficos definidos surgen a través de la
posesión – y posteriormente de las armas. Dominar a otro ser
humano requiere el Arte de la Guerra, como previno Maquiavel, pero no
es la característica adecuada a los hombres de bien, pues sus
medidas deflagran resultados inesperados: la destrucción.
En
medio a este millar de acontecimientos, vimos el progreso científico
en la Europa de los siglos XV y XVI dividir el antes o el después –
la centralización humana – desvelar los enigmas existentes sobre
las transformaciones sociales frecuentes que penetran
las
diferentes culturas. Existir requiere interrogación, si la creencia
en los espíritus es remota, ¿cuál es el motivo de la negación de
estos? Efectos aislados sobre apariciones, sueños y “encantamientos”
conviven antagónicamente con las limitaciones religiosas o
alegóricas acerca de su autenticidad. En el interior consciente, los
espíritus siempre existirán.
La
capacidad de entendimiento varia de acuerdo a las necesidades
conjuntas, esto es, creemos en aquello que somos y su consecuencia
directa son los códigos y lenguaje que establecemos entre nosotros.
Para unos la brujería, otros la veneración. Muchas especulaciones
dominan
el
psicologismo personal, intuición ejercitada, nada concreto. El
hombre continuaba absorto en pensamientos, como aun está. Su
disposición cerebral aun no es plenamente capaz de desvelar el
alcance mental pleno. Numerosas facultades cerebrales son comprobadas
concienciadamente con la evolución humana en sus complejos
mecanismos de ejecución. Pensar requiere más allá de la
imaginación, armonía y predisposición física.
En
ruta contraria verificamos en siglos anteriores, el instrumental
mediúmnico de los egipcios. Esa civilización es tan antigua como
los pueblos del Oriente Meridional (chinos y japoneses),
desarrollando en su época investigaciones. Intrínsecamente ligadas
a la práctica de los médiums. Notables avances en la medicina,
astrología y culto a los “muertos” en medio de diversos rituales
de orden espiritual entonces expuestos en los jeroglíficos de las
pirámides milenarias. Como
vimos, estar ligado físicamente a seres humanos “inm,ateriales”
no es cosa nada incomún.
2) La mediumnidad del punto de vista materialista – coerción y significados, su aceptación en el mundo.
Hasta
el surgimiento de la sistematización de la doctrina espírita en el
siglo XIX, el referencial empírico – por medio de algunas
experiencias aisladas – servía de base a las más diversas
explicaciones posibles acerca de los espíritus. El efecto, como
dijimos, y no el fenómeno, como se atribuye el milagro, está
orgánicamente predispuesto en el organismo humano.
Evidentemente
que Allan Kardec no fue el único científico que hizo notables y
descubrimientos sorprendentes con las obras iniciales de estudios en
Europa. Francia atravesó un periodo de descubrimientos literarios,
sociológicos y culturales que ningún otro país tendría en aquel
momento. La propia organización en la espiritualidad trató de
discutir y determinar la región en el continente como única capaz
de abrigar envueltos en el trabajo espírita – la “ciencia de los
espíritus”, estaba lista para germinar.
El
periodo que va del siglo XVII e inicio del XVIII, demuestra un
comportamiento teocéntrico con la mentalidad metafísica. Las
estructuras medievales de la Iglesia están en crisis con las los
descubrimientos de la navegación marítima y de la física
matemática de Isaac Newton.
El
discurso del hombre como centro del universo y la descentralización
de la Tierra como masa compuesta universal.
No
es a lo tonto que escritores brillantes escribieran obras tan
escépticas en sus contextos de fe: “Si pienso, luego existo”. El
existencialismo
cartesiano
y el materialismo dialéctico – aunque esté en condiciones
filosóficas ligadas a la explicación natural de los medios de
producción con Kart Marx – se propagan como corrientes opuestas en
una Europa dividida étnicamente e históricamente.
El
pensamiento humano se diversificó, y no es extraño que muchos aun
no piensen que el surgimiento del sistema de la doctrina de los
espíritus está unido a los movimientos burgueses de verificación
puramente sociológica. Duda que a mi ver, fue sanada en el siglo XX.
Con la encarnación de médiums altamente progresados como Divaldo P.
Franco y Francisco Xavier, las posibilidades de registro y manoseo
experimental de encarnados/desencarnados llegó el diagnostico
importantísimos.
El
espiritismo pasó a ser estudiado en todo el mundo al contrario de
ser tratado como alegoría o folklore popular. Como a América
Latina, en particular Brasil, está envuelto en una miscigeneración
étnica de proporciones gigantescas, la variedad de cultura y sus
reciprocidades religiosas, se volvió una evidencia constante.
Porque
los efectos en sus formas de expresión, tales como la Umbanda, el
Candoblé, la Quinbanda, las sectas ofrecedoras de culto, de carácter
menos complejo y la propia religión católica pasaron a convivir
“armónicamente” en el mismo territorio. Hecho que en ningún
otro país fue establecido. Actualmente tenemos en el mundo 16 tipos
de guerras diferentes, fuera de los conflictos menores de
características étnicas, que son sustancialmente provocados por la
diferencia de simbología religiosa. Algunas más históricas, otras
más recientes, como las ocupaciones militares promovidas por
naciones bélicamente más equipadas.
El
cuadro es variado, ¿pero dónde tendremos la mediumnidad en ese
torbellino de diferencias humanas? La respuesta no es tan simple como
parece. Volveremos al aspecto didáctico de ese estudio para
facilitar nuestro entendimiento.
Estudios
ampliados, como los de Aksakov pudieron dar grandes contribuciones a
los fenómenos de efectos físicos, principalmente en lo que
concierne a los médiums brasileños en actividad. Recientemente,
participé de un seminario sobre conciencia mediúmnica en la ciudad
de Porto Nacional, Tocantins, donde tuve el privilegio de asistir a
los trabajos psico-pictográfico, a través del médium Florencio
Antón, de Salvador, Bahía.
Confieso
que estaba ansioso por los efectos que serían demostradas en aquella
tarde, por ocasión de la vista de Florencio y su auxiliar, Sydney,
como ejemplos prácticos: la mesa girante. Mi desinterés por la mesa
disminuyó cuando Antón pasó largos minutos explicando la historia
humana y la evolución biológica, temas que cité rápidamente al
inicio de este estudio.
Sus
consideraciones teóricas fueron de gran valor para mi, oyendo
atentamente las palabras de aquel joven demostrando una claridad y
sensibilidad como nunca vi la valiosa lección que tuve en el “Centro
Caminantes de Jesús”, en Porto Nacional, me dio motivaciones para
escribir este tratado – sin ninguna intención de autopromoción o
vanidad particular – como forma de auxilio a los médiums
recitentes obstinados en el estudio detallado, como bien expuso
Florencio a los asistentes.
Me
llamó la atención el abordaje político de Antón, o sea, la
verificación del medio como agente de interferencias entre
encarnados o desencarnados, algo que afecta la concentración de
ambos en los ejercicios de la evolución. Mi esclarecimiento sobre
mediumnidad es ínfimo, siendo que el muelle propulsor de lo que
aprendí, estaba substancialmente en las lecciones valiosas de
Florencio. En el plano moral, su conducta era por referencia, estaba
apenas “repasando conocimiento”, como él mismo hizo cuestión de
acentuar. Percibí una cierta decepción al preguntar datos que los
médiums de la casa no conocían. Eso sirvió para situarlo y a
nosotros, de las responsabilidades del altísimo, cuando la actividad
requería devoción de santidad.
Debemos
tomar mucho cuidado (consideraciones mías) con el falso moralismo
revestido de buenas intenciones. El Movimiento Espírita Brasileño
necesita utilizar más su circunstancial histórico y sociológico
para sus estudios subsiguientes en la sociedad. La indagación de los
sectores contrarios de la doctrina sería su natural “conformidad”
frente a los hechos del mundo. Nosotros sabemos que no se trata de
eso. El espiritismo en el mundo no es fruto de modismos intelectuales
de “gente rica”, sino una forma expresiva de innovación, una
modalidad cristiana abordando los aspectos de la vida humana en las
más variadas formas sociales.
Los
espíritus aun están ligados a la Tierra, la mayoría en situaciones
de perturbación mutua. Tal vez por eso, la “divinidad” y la
“profanación” tengan trazos fundamentalistas, creando
dogmáticos.
No
se trata de eso, pero es importante observar lo humano, que no es
santo. Por tanto, la formación ideológica (intelectual) es tan
importante en cuanto el estado de santidad (moral) que debe ser
practicada la mediumnidad. Tener una facultad psico-orgánica notable
requiere abdicación – requisito número uno – necesaria para
hacer del médium un conocedor de su época, sus costumbres y como
sus preconceptos (nosotros) pueden influenciar su desempeño y
consecuentemente, la concienciación de otros espíritus.
La
única diferencia de las sociedades en la Tierra es la siguiente: una
es material. Las
otras, numerosamente invisibles. Las uniones son diarias, constantes.
La
vibración de las dos dimensiones es lo que crean los universos. Así
como desconocemos profundamente la naturaleza humana, percibimos como
ella nos puede influenciar después de la “muerte”. La dedicación
íntima debe ceder lugar al estudio, creando posibilidades nuevas,
donde podamos dejar de lado los psicologismos terrenos responsables
por tantas intolerancias y violencias de toda clase. Somos
imperfectos.
Unos
más, otros menos, pero todos iguales delante de la ley universal.
Sólo existe una raza: la humana. Las etnias son numerosas,
diferentes, de acuerdo con las concepciones racionalistas de otro.
Necesitan vencer el aislamiento regional (hoy más mental que físico)
y comenzar a entender un mundo tan rico culturalmente.
3) La importancia del estudio anatómico y la filosofía como ejercicio individualizado.
Los
estudios envolviendo la anatomía son vitales para el médium. Es
imprescindible conocer las religiones del cuerpo, estructura celular,
biotipo y principalmente, organización cerebral. Este último órgano
trabaja como una antena y al mismo tiempo, un panel de control.
Entender las etapas del metabolismo y su contribución a la práctica
ectoplasmatica es el ejercicio inicial.
El
manoseo de este fluido requiere mucha investigación. Aunque sea
literalmente orgánico, las condiciones morales – que también son
agentes en el fluido de los humanos – condicionados al ectoplasma
reflejan la energía mental.
Fenómeno,
o mejor, efectos dispuestos de ectoplasma en su mayoría. Su
contención alcanza tres estadios – sólido, líquido y gaseoso. La
utilidad anatómica de las estructurales y la fortificación
molecular es variante en cada individuo, generalmente trayendo
informaciones mentales sobre el usuario y el usurpador energético.
Solamente los espíritus altamente instruidos son capaces de
manosearlo con eficiencia digna para los espíritas y espíritus.
La
liberación del ectoplasma puede desprender del organismo humano en
las más inusitadas situaciones, pero es valido cuando es utilizado
para trabajos serios.
Describir
aquí, una experiencia que abarcó otro punto interesante de la
psicología durante el seminario sobre mediumnidad: la filosofía.
Ciencia
que remonta la Antigüedad en Grecia y personaliza en las más
interesantes formas de cuestionar el mundo y la existencia del hombre
como búsqueda de respuestas (¡o dudas!), la filosofía es un
ejercicio rutinario que todos nos hacemos, directa o indirectamente.
La
filosofía generó un gran estatus en las sociedades por intercalar y
especular la metafísica (lo entrepuesto del hombre en el cielo),
dándole una características trivial al trabajo de los médiums: la
convicción. No es nada fácil convencerse individualmente de algo,
peor aun, los otros.
La
capacidad de crédito en las manifestaciones psico-físicas
(tiptología, telequinesia, psico-pictográfica, mesas en movimiento
etc.) son tenidas como genuinas por varios científicos de todo el
mundo, pero no “oficializada” por la ciencia oficial. Las grandes
universidades de Europa y Estados Unidos mantienen núcleos más
específicos de estudios sobre el espiritismo y la mediumnidad. Por
tanto, la razón es un método que necesita constantemente filosofar.
Cuestionamientos
empíricos y teórico/experimental son reflejos de una psicología
bastante filosófica, esto es, capaz de encontrar “verdades”
necesarias a la evolución intelectual de los espíritus. De esa
forma, todo el trabajo mediúmnico se vuelve altamente productivo
para el mundo. El médium no conseguirá traicionar sus objetivos,
sus ponderaciones como observador de otros espíritus.
Está
intrínsecamente envuelto y es un sagaz conocedor de su trabajo,
filosóficamente hablando, sus bases estarán firmes para las
artimañas de la razón, de entre ellas, la duda. Todos nosotros
dudamos, pero es necesario saber la `esencia´ de la duda. Para eso –
cuando es formulado -, el principio dialéctico debe se expuesto,
esclareciendo el carácter del médium.
El
laboratorio experimental es una causa obligatoria. Sin el la teoría
no funciona, por tanto, los ejercicios individualizados o colectivos
no son fáciles, y en la mayoría de las veces, cansados y poco
atrayentes. Es necesario que el individuo se entregue literalmente al
trabajo. La donación es una necesidad, pero nunca obligatoria. Es
preciso apasionarse por lo que se hace.
Con
Anton, realizamos un laboratorio bien interesante, que describiré
seguidamente:
Había
aproximadamente 40 personas en la sala en que estábamos. Formamos
parejas, que quedaran paralelamente en posición frontal, esto es,
con los ojos fijos uno en el otro. Antón pidió que visualizáramos
un color cada uno.
Enseguida
pidió que intentásemos descubrir el color que el otro imaginaría,
por intermedio de la concentración. ¡No fue nada fácil! Dos o tres
personas como mucho tuvieron éxito.
“Es
necesario sentir y no razonar” – dijo Florencio -, el esfuerzo
inicial siempre parecería difícil. Hasta incluso los médiums de la
casa sintieron enormes dificultades. El auxilio de la imaginación es
convincente con la generosidad – o sea, dar sin voluntad de
recibir.
El
hecho de estar entrando en la idea del otro por pura fama o
exhibicionismo personal aun es visible. De cierta manera, percibí un
poco eso durante el seminario en Porto Nacional. Después, hicimos un
círculo donde todos se dirigían a una silla en medio, la intención
era “acertar” el color que el médium propuso.
Los
resultados tampoco no fueron satisfactorios. Las posibilidades fueron
pocas, pero el día fue provechoso y edificante. No soy aun un arduo
estudioso de la doctrina de los espíritus, pero algunas cosas en mi
vida me sugieren cuestionar eso más a fondo.
Algunas
curiosidades para el estudio inicial:
Las concepciones humanas:
Inanitas-
maduracionistas (concepción basada en la conjunción biológica de los
sistemas en su todo).
Comportamentales
(Reacción antropológica del medio natural).
Socio-histórica
(Basada en los estudios sociales, en que el ser humano admite las dos
corrientes arribas citadas).
Espírita
(Admite todas las 3 citadas).
Dimensiones humanas:
- Biológica
- Psicológica
- Social
- Histórica
- Espiritual
Chakras humanos (puntos energéticos) :
- Coronario
- Frontal
- Laríngeo
- Mesentérico
- Genésico (Hay una línea referencial en el ombligo.
Plexos energéticos:
- Pineal o epífisis
- Tiroides paratiroides
- Hipotálamo
- Pituitaria o Biofise
“La
mediumnidad es una manifestación sobre todo orgánica”
Florencio
Anton
Referencias bibliográficas (*):
- JE., Palliano, Mirabelli – Un médium extraordinario.
- Eusapia, la fetichista. (Estudiada por César Lombroso)
- Kardec, Allan – `El Libro de los Espíritus.
- Catalogación y edición no mencionada por el autor del artículo por razones de investigación incompleta. Sería interesante, en caso del que el lector quiera, buscar las debidas informaciones sobre el asunto y obras específicas en sites especializados, o los números y obras disponibles por la FEB – Federación Espírita Brasileña. Un buen libro de Biología también sería necesario.
Mensaje traducido
por Isabel Porras-España- El 02.02.2012
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ANOMALÍAS CONGÉNITAS
Somos herederos de nuestras acciones pretéritas, tanto buenas como malas. El "Karma" (5) o "destino creado por nosotros mismos que está impreso en el cuerpo psicosomático"(6) . Esos registros fluyen para el cuerpo físico y culminan por determinar el equilibrio o desequilibrio de los campos vitales y físicos. "Solo el conocimiento- que un día llegará- de la primacía del Espíritu sobre la materia, asociada esta primacía al principio reencarnacionista, esto es, a la integración de la herencia espiritual y la hereditariedad genética, comandada por el Espíritu, vís Periespíritu, regida por la Ley de Causa y Efecto, permitirá que se identifiquen, en el Espíritu inmortal, las causas verdaderas de los desequilibrios que eclosionan en el cuerpo físico, que actúa como papel secante y cable de tierra, bajo el nombre de dolencias, incluyendo los disturbios de la psique humana"(7).
Cuando sean descubiertas tecnologías mucho más sofisticadas, que nos posibiliten un exámen profundo de la estructura funcional del periespíritu, la medicina se habrá transformado radicalmente. Los hospitales, teniendo instrumentos de altísima resolución, más allá de aquellos que existen hoy, los diagnósticos serán, inequivocamente, precisos, lo que posibilitará la cura real de las dolencias. Los profesionales de la salud trabajarán mucho más, de forma preventiva, evitando así, por ejemplo, las intervenciones quirúrgicas alargadas, invasivas, realizadas abusivamente en los días de hoy. Los médicos tendrán oportunidad de conocer, con detalle, la estructura tridimensional del cuerpo periespiritual, comprendiendo mejor el modo como se combinan las complejas estructuras del Psicosoma, en las llamadas simergias, para mejor auxiliar en la terapia y manutención de la salud mente- físico- espiritual de sus pacientes.
( 5) Karma ( del sánscrito Karman). Término de uso religioso dentro de la doctrina budista, hinduísta y jainista. Fue utilizado también, posteriormente, en la Teosofía, el Espiritismo y por un grupo significativo del movimiento Nueva Era.
(6) Sugerimos la lectura del libro Acción y Reacción, dictado por el Espíritu André Luiz, dedicado al estudio del compromiso kármico de las vidas sucesivas.
(7) El Artículo e Raphael Rios, tutulado Ley de Causa y Efecto, determina los efctos de hereditariedad, usando los registros del periespíritu, publicado en la Revista Internacional de Espiritismo, de dic. del 2.000.
- Jorge Hessen -
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En la sesión de la Sociedad Parisiense de Estudios Espíritas del 28 de septiembre de 1858, el Espíritu Madame de Staël se comunicó espontáneamente y sin ser llamado, por la mano de la señorita E..., médium psicógrafa; dictó el siguiente pasaje:
Vivir es sufrir; sí, pero la esperanza ¿no sigue al sufrimiento? ¿No ha puesto Dios en el corazón de los más desgraciados una mayor dosis de esperanza? Criatura, el disgusto y la decepción siguen al nacimiento; pero delante marcha la Esperanza que le dice: Avanza, el objetivo es la felicidad: Dios es clemente. Dicen los descreídos: ¿por qué venir a enseñarnos una nueva religión, cuando el Cristo ha establecido las bases de una caridad tan grandiosa, de una felicidad tan cierta? Nosotros no tenemos la intención de cambiar lo que el Gran Reformador ha enseñado. No: venimos apenas a fortalecer la conciencia, a aumentar las esperanzas. Cuanto más el mundo se civiliza, más debería tener confianza, y también nosotros tenemos más necesidad de sostenerlo. No queremos cambiar la faz del Universo: venimos a ayudar a volverlo mejor; y si en este siglo no se viene ayudar al hombre, será más desgraciado por la falta de confianza y de esperanza. Sí, hombre erudito que descubres lo que está en los otros, que buscas conocer lo que te importa poco y que arrojas lejos de ti lo que te concierne: abre los ojos y no desesperes; no digas que la nada puede ser posible, cuando en tu corazón deberías sentir lo contrario. Ven a sentarse a esta mesa y espera: en ella te instruirás sobre tu futuro y serás feliz. Aquí hay pan para todo el mundo: Espíritu, os desarrollaréis; cuerpo, os alimentaréis; sufrimientos, os calmaréis; esperanzas, floreceréis y embelleceréis la verdad para hacerla soportable.
STAËL
Nota – El Espíritu hacía alusión a la mesa donde estaban los médiums.
Preguntadme, que responderé a vuestras cuestiones.
1. No estábamos aguardando vuestra visita; por eso es que no tenemos un tema preparado.
– Resp. Sé muy bien qué preguntas particulares no pueden ser respondidas por mí; pero sí puedes preguntar cosas generales, ¡incluso a una mujer que ha tenido un poco de espíritu y que ahora tiene mucho corazón! En ese momento, una señora que asistía a la sesión pareció desfallecer; pero era sólo una especie de éxtasis que, lejos de ser penoso, le era más bien agradable. Alguien se ofreció para magnetizarla: entonces el Espíritu Madame de Staël dijo espontáneamente: – «No, dejadla tranquila; es preciso dejar a la influencia actuar.» Después, dirigiéndose a la señora, le dijo: «Tened confianza, un corazón vela cerca vuestro; quiere hablaros; un día vendrá... No precipitemos las emociones». El Espíritu que se comunicaba con esta señora, y que era el de su hermana, escribió entonces espontáneamente: «Volveré». Dirigiéndose nuevamente a esa señora, Madame de Staël escribió: «Una palabra de consuelo para un corazón que sufre; ¿por qué esas lágrimas de mujer para una hermana? ¿Por qué ese regreso al pasado, cuando todos vuestros pensamientos solamente deberían ir hacia el futuro? Vuestro corazón sufre, vuestra alma tiene necesidad de dilatarse. ¡Pues bien! ¡Que esas lágrimas sean un alivio y no un producto de lamentos! ¡Aquella que os ama y que lloráis está contenta con vuestra felicidad! Esperad, que un día os reuniréis a ella. Vos no la veis, pero para ella no hay separación, porque constantemente puede estar cerca vuestro».
2. ¿Quisierais decirnos lo que pensáis actualmente de vuestros escritos?
– Resp. Una sola palabra os esclarecerá. Si yo volviese y pudiese recomenzar, cambiaría dos tercios de los mismos y solamente conservaría uno.
3. ¿Podríais señalar las cosas que desaprobáis?
– Resp. No con mucha exigencia, porque lo que no fuere justo, otros escritores cambiarán: fui demasiado hombre para una mujer.
4. ¿Cuál era la causa primera del carácter viril que mostrabais cuando encarnada?
– Resp. Eso depende de la fase de existencia en que se está.
En la siguiente sesión del 12 de octubre se le dirigió las siguientes preguntas por intermedio del Sr. D..., médium psicógrafo.
5. El otro día habéis venido espontáneamente entre nosotros por intermedio de la señorita E... ¿Tendríais la bondad de decirnos cuál ha sido el motivo que os llevó a favorecernos con vuestra presencia sin que os hayamos llamado?
– Resp. La simpatía que tengo por todos vosotros; es, al mismo tiempo, el cumplimiento de un deber que me he impuesto en mi existencia actual, o más bien en mi existencia pasajera, puesto que soy llamada a revivir: éste es, además, el destino de todos los Espíritus.
6. ¿Es más agradable para vos venir espontáneamente o ser evocada?
– Resp. Prefiero ser evocada, porque es una prueba de que han pensado en mí; pero sabéis también que es agradable para el Espíritu liberado poder conversar con el Espíritu del hombre: es por eso que no debéis sorprenderos por haberme visto venir de pronto entre vosotros.
7. ¿Hay ventaja en evocar a los Espíritus en vez de esperar que vengan por sí mismos?
– Resp. Al evocarlos se tiene un objetivo; dejándolos que vengan, se corre el gran riesgo de tener comunicaciones imperfectas bajo muchos aspectos, porque tanto vienen los malos como los buenos.
8. ¿Ya os habéis comunicado en otros Círculos?
– Resp. Sí; pero me han hecho aparecer más frecuentemente de lo que yo hubiera querido; es decir que, a menudo, han tomado mi nombre.
9. ¿Tendríais la bondad de venir algunas veces entre nosotros a dictarnos algunos de vuestros bellos pensamientos, que estaremos felices en reproducir para la instrucción general?
– Resp. De buen grado; con placer vengo entre aquellos que trabajan seriamente para instruirse: mi llegada del otro día es una prueba de esto.
Allan Kardec
Revista Espirita 1858
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REUNIONES DE ESTUDIO
Por otra parte, las reuniones de estudio son de gran utilidad para los médiums de manifestaciones inteligentes, sobre todo para aquellos que desean seriamente perfeccionarse, y que no concurren a ellas dominados por una tonta presunción de la infalibilidad. Como ya hemos tenido ocasión de manifestar, algunos de los grandes escollos de la mediumnidad son la obsesión y la fascinación. Por consiguiente, esos médiums pueden engañarse de muy buena fe acerca del mérito de lo que obtienen, y fácilmente se concibe que los espíritus embusteros tienen plena libertad de acción cuando están tratando con ciegos. Por eso apartan a su
médium de todo control y, si fuera preciso, lo llevan incluso a que tome aversión a quien pudiera esclarecerlo. Mediante el aislamiento y la fascinación consiguen sin dificultad que el médium termine por aceptar todo lo que ellos quieran.
- EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS-
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LAS MISIONES, LA
VIDA SUPERIOR
Todo Espíritu que desea progresar, trabajando en la obra de solidaridad universal, recibe de los Espíritus más elevados una misión particular apropiada a sus aptitudes y a su grado de adelantamiento.
Unos tienen por tarea recibir a los hombres en su regreso a la vida espiritual, guiarlos, ayudarlos a desembarazarse de los fluidos espesos que los envuelven; otros son encargados de consolar, instruir a las almas sufrientes y atrasadas. Espíritus químicos, físicos, naturalistas, astrónomos, prosiguen sus investigaciones, estudian los Mundos, sus superficies, sus profundidades ocultas, actúan en todos los lugares sobre la materia sutil, que hacen pasar por preparaciones, por modificaciones destinadas a obras que la imaginación humana tendría dificultad en concebir; otros se aplican a las artes, al estudio de lo Bello en todas sus formas; Espíritus menos adelantados asisten a los primeros en sus tareas variadas y les sirven de auxiliares.
Gran número de Espíritus se consagra a los habitantes de la Tierra y de los otros planetas, estimulándolos en sus trabajos, fortaleciendo los ánimos abatidos, guiando a los indecisos por el camino del deber. Aquellos que ejercieran la Medicina y poseen el secreto de los fluidos curativos, reparadores, se ocupan más especialmente de los enfermos.
Bella entre todas es la misión de los Espíritus de luz. Bajan de los espacios celestes para traer a las humanidades los tesoros de su ciencia, de su sabiduría, de su amor. Su tarea es un sacrificio constante, porque el contacto con los mundos materiales es penoso para ellos; y afrontan todos los sufrimientos por dedicación a sus protegidos, para asistirlos en sus pruebas e infiltrar, en sus corazones, grandes y generosas intuiciones.
Es justo atribuirles los destellos de inspiración que iluminan el pensamiento, las expansiones del alma, la fuerza moral que nos sustenta en las dificultades de la vida. Si supiésemos cuantos constreñimientos se imponen estos nobles Espíritus para llegar hasta nosotros, corresponderíamos mejor a sus solicitudes, emplearíamos enérgicos esfuerzos para desapegarnos de todo lo que es vil e impuro, uniéndonos a ellos en la comunión divina.
En las horas de tribulaciones, es para estos Espíritus, para mis Guías bien-amados que vuelan mis pensamientos y mis invocaciones; es de ellos que siempre me han venido el amparo moral y el consuelo supremos.
Subí con dificultad los atajos de la vida; dura fue mi infancia. Temprano conocí el trabajo manual y los pesados encargos de familia. Más tarde, en mi carrera de propagandista, muchas veces me herí en las piedras del camino; fui mordido por las serpientes del odio y de la envidia. Y ahora, llegó para mí la hora crepuscular; van subiendo y rodeándome las sombras, siento que mis fuerzas declinan y los órganos se debilitan. Nunca, sin embargo, me faltó el auxilio de mis amigos invisibles; nunca mi voz los evocó en vano. Desde mis primeros pasos en este mundo, su influencia me envolvió. Es a sus inspiraciones que debo mis mejores páginas y mis expresiones más vibrantes. Compartieran mis alegrías y tristezas y cuando rugía la tempestad, yo sabía que ellos estaban firmes a mi lado, en mi camino. Sin ellos, sin su socorro, hace mucho tiempo que yo habría sido obligado a interrumpir mi marcha, a suspender mi labor; sus manos extendidas me han amparado y dirigido en la áspera vía. A veces, en el recogimiento del atardecer o en el silencio de la noche, sus voces me hablan, acunan, confortan; resuenan en mi soledad como suave melodía. Son como brisas que pasan, semejantes a caricias, sabios consejos susurrados, indicaciones precisas sobre las imperfecciones de mi carácter y los medios de remediarlos.
Entonces olvido las miserias humanas para complacerme en la esperanza de volver a ver un día a mis amigos invisibles, de reunirme con ellos en la luz, si Dios me juzga digno de eso, con todos aquellos que he amado y que, del seno de los Espacios, me ayudan a recorrer la vía terrestre.
Ascienda a todos vosotros, Espíritus tutelares, entidades protectoras, mi pensamiento agradecido, la mejor parte de mí mismo, el tributo de mi admiración y de mi amor.
El alma viene de Dios y vuelve a Dios, recorriendo el ciclo inmenso de su destino; y por más bajo que haya descendido, tarde o temprano, por la atracción, sube de nuevo hacia el Infinito. ¿Que busca ella allí?
El conocimiento cada vez más perfecto del Universo, la asimilación cada vez más completa de sus atributos - ¡Belleza, Verdad, Amor! Y al mismo tiempo, una liberación gradual de la esclavitud de la materia, una colaboración creciente en la obra de Dios.
Cada Espíritu tiene, en el Espacio, su vocación y la sigue con facilidades desconocidas en la Tierra; cada uno encuentra su lugar en este soberbio campo de acción, en este laboratorio universal. Por todas partes, en el espacio o en los mundos, objetos de estudio y de trabajo, medios de elevación, de participación en la obra eterna, se ofrecen al alma laboriosa.
Ya no es el cielo frío y vacío de los materialistas, ni el cielo contemplativo y beato de ciertos creyentes; es un universo vivo, animado, luminoso, lleno de seres inteligentes en vías de constante evolución. Cuanto más se elevan los seres espirituales, más aumenta su tarea, y más aumentan de importancia sus misiones. Un día, toman lugar entre las almas mensajeras que van a llevar a los confines del tiempo y del espacio la fuerza y la voluntad del Alma Infinita.
Para el Espíritu inferior como para el más eminente no tiene límites el dominio de la vida. Cualquiera que sea la altura a que hemos llegado, hay siempre un plano superior a alcanzar, una nueva perfección a realizar.
Para toda alma, aun la más baja, un futuro grandioso se prepara. Cada pensamiento generoso que comienza a despuntar, cada efusión de amor, cada esfuerzo que tiende hacia una vida mejor, es como la vibración, el presentimiento, la invocación de un mundo más elevado que la atrae y que, tarde o temprano, lo recibirá. Todo ímpetu de entusiasmo, toda palabra de justicia, todo acto de abnegación repercute en progresión creciente en la escala de sus destinos.
A medida que ella se va distanciando de las inferiores, donde reinan las influencias pesadas, donde se agitan las vidas groseras, banales o culpables, las existencias de lenta y penosa educación, el alma va percibiendo las elevadas manifestaciones de la inteligencia, de la justicia, de la bondad, y su vida se torna cada vez más bella y divina. Los murmullos confusos, los rumores discordes de los centros humanos poco a poco se van debilitando para ella hasta extinguirse del todo; al mismo tiempo comienza a percibir los ecos armoniosos de las sociedades celestes.
Es la antesala de las regiones felices, donde reina una eterna claridad, donde existe una atmósfera de benevolencia, serenidad y de paz, donde todas las cosas salen frescas y puras de las manos de Dios.
La profunda diferencia que existe entre la vida terrestre y la vida del Espacio está en el sentido de liberación, de alivio, de libertad absoluta que disfrutan los Espíritus buenos y purificados.
Desde que se rompen los lazos materiales, el alma pura levanta el vuelo hacia las altas regiones. Allá, vive una vida libre, pacífica, intensa, ante la cual el pasado terrestre le parece un sueño doloroso.
En la efusión de las ternuras recíprocas, en una vida libre de males, de necesidades físicas, el alma siente multiplicarse sus facultades, adquirir una penetración y una extensión de las que los fenómenos de éxtasis nos hacen entrever los velados esplendores.
El lenguaje del mundo espiritual es el de las imágenes símbolos, rápido como el pensamiento; es por eso que nuestros guías invisibles se sirven preferentemente de representaciones simbólicas para prevenirnos, en el sueño, de un peligro o de una desgracia. El éter, fluido blando y luminoso, toma con extrema facilidad las formas que la voluntad le imprime. Los Espíritus se comunican entre sí y se comprenden por procesos ante los cuales el arte de la oratoria más consumada, toda la magia de la elocuencia humana parecerían apenas un grosero balbuceo.
Las Inteligencias elevadas perciben y realizan sin esfuerzo las más maravillosas concepciones del arte y del genio. Estas concepciones no pueden ser transmitidas a los hombres, aún con las manifestaciones mediúmnicas más perfectas, el Espíritu superior tiene que someterse a las leyes físicas de nuestro mundo y sólo vagos reflejos o ecos débiles de las esferas celestes, algunas notas pérdidas de la gran sinfonía eterna, son las que él puede hacer llegar hasta nosotros.
Todo es graduado en la vida espiritual. A cada grado de evolución del ser hacia la sabiduría, hacia la luz, hacia la santidad, corresponde un estado más perfecto de sus sentidos receptivos, de sus medios de percepción. El cuerpo fluídico, cada vez más diáfano, más transparente, deja paso libre a las radiaciones del alma. De ahí una aptitud mayor para apreciar, para comprender los esplendores infinitos; de ahí un recuerdo más extenso del pasado, una familiarización cada vez mayor con los seres y las cosas de los planos superiores, hasta que el alma, en su marcha progresiva, haya alcanzado las máximas altitudes.
Llegado a esas alturas, el Espíritu ha vencido toda pasión, toda tendencia hacia el mal, se ha liberado para siempre del yugo material y de la ley de los renacimientos, es la entrada definitiva a los reinos divinos, de donde sólo voluntariamente bajará al círculo de los nacimientos para desempeñar misiones sublimes.
A estas alturas, la existencia es una fiesta perenne de la inteligencia del corazón; es la comunión íntima en el amor con todos aquellos que nos fueran caros y recorrieran con nosotros el ciclo de las transmigraciones y de las pruebas. Juntad a eso la visión constante de la Eterna Belleza, una penetración profunda de los misterios y de las leyes del Universo, y tendréis una flaca idea de las alegrías reservadas a todos aquellos que, por sus méritos y esfuerzos, alcanzaran los cielos superiores..
- LEON DENIS -
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