La mediumnidad está sujeta a posibles fraudes y
engaños, tal como ha sido notorio en la historia de la
Parapsicología y del Espiritismo. No obstante en los fenómenos que
la Parapsicología define como Paranormales , y que están causados
por Seres inteligentes fuera del psiquismo del médium o de
cualquier persona de las presentes en donde la mediumnidad se
manifiesta, tras su observación y estudio se puede garantizar la
autenticidad, en principio solamente por el hecho de que suelen ser
protagonizada por personas sencillas, sin ningún interés por la
notoriedad o el lucro . Mas bien por el contrario, a la persona
protagonista de este fenómeno , su facultad no les resulta
siempre muy deseable, y a veces suele serles un problema y una
carga en sus vidas. El desinterés en todo sentido, ya es por si solo
una garantía de autenticidad.
Como al comienzo señalaba, han habido y hay a veces
fraudes tal como señaló el propio Allan
Kardec, Codificador de la filosofía
Espírita, y estos falsos médiums, no solamente lo son a veces por
dinero, sino que también a veces fingen el trance y la comunicación
mediúmnica por motivos de notoriedad, vanidad, etc. Esta actitud
deplorable e irresponsable, antes o después les pasará factura y
tendrán que comprender su error , cosa que normalmente les acontece
cuando ya están ellos a su vez desencarnados.
La misión de la mediumnidad es la de iluminar a la
Humanidad, desmitificando los llamados fenómenos sobrenaturales o
milagrosos, y trayendo informaciones preciosas, que han llevado a
los hombres a promover el progreso de los pueblos.
Los médiums que se dedican al trabajo de intermediarios
fieles de los Espíritus nobles, subliman la mediumnidad dándole un
carácter de seriedad ,credibilidad y aceptación, mientras que los
que por ignorancia son animados por intereses mezquinos, antes o
después transforman la tarifa mediúmnica en motivo de mofa y
fraude.
El que alguna vez hayan habido fraudes en este tema, no
significa en lo absoluto que se pueda generalizar como la única
explicación para todos los casos del hecho mediúmnico. Los casos
de fraudes que han habido y aun los hay en ocasiones, no invalidan en
ningún modo los numerosos casos reales de manifestación mediúmnica
que han pasado a la historia porque bien el investigador de los
mismos, o el médium que los protagonizó, adquirieron celebridad por
la calidad y seriedad de sus actuaciones y trabajos. Por citar un
ejemplo, entre los muchos investigadores serios de las
manifestaciones mediúmnicas que han pasado a la historia
podríamos mencionar a Sir Williams Crookes,
Allan Kardec etc, como investigadores y
estudiosos del tema, totalmente fiables y a Eusapia
Palladino, Leonore Pipper, Chico Xavier, etc,
entre los muchos casos de mediumnidades célebres con
manifestaciones abundantes, investigadas, comprobadas y legítimas.
Cuando se ha sido alguna vez testigo de estas
manifestaciones o fenómenos mediúmnicos, lo que mas impresiona es
el tremendo esfuerzo psíquico y hasta físico del médium que suele
terminar con sus fuerzas físicas agotadas, o cuando alguna vez se
ha presenciado el angustioso drama del Ser
comunicante que se manifiesta ; esta experiencia subjetiva pero
tremenda e impresionante , despeja al observador presente cualquier
duda de posible fingimiento , y no solo por la falta de interés
personal del medium por protagonizarlo, sino porque además hubiesen
acreditado al actuar de esa manera , que son unos excelentes
actores merecedores de ganar un Oscar por su interpretación,
actuando con un impresionante guión improvisado por ellos mismos
en un espectacular alarde de imaginación.
Quien ha presenciado este siempre fascinante
fenómeno del trance mediúmnico, al analizar lo visto y oído, no
puede por menos que descartar el fraude como la única explicación
posible , teniendo que aceptar la posibilidad de la intervención
real de una fuerza inteligente y sensible que de algún modo actúa
independientemente de las personas presentes en el lugar de los
hechos.
Otro indicio que aleja la posibilidad del fraude, es
cuando se observa que el médium tiene el temor de que lo que
protagoniza deje de ser un fenómeno íntimo y que no pase
desapercibido popularmente ,no pudiendo vivir tranquilamente en el
anonimato como cualquier otra persona
Es también de resaltar que la personalidad de la
Entidad que se manifiesta, a menudo nada tiene que ver con la del
médium ni con nadie de los presentes en el escenario de la
manifestación, por eso el uso de la razón y el estudio y análisis
constantes, son la forma segura de conducirse ante las informaciones
recibidas o los fenómenos presenciados.
Una forma de manifestación mediúmnica impresionante
que acredita la total autenticidad del fenómeno, es cuando durante
la práctica de una variante llamada Psicografía
o comunicación mediante la escritura, esta se produce en una
“correspondencia cruzada”; esto es mediante una combinación
fragmentada de un comunicado mediúmnico escrito, por dos o más
médiums o sujetos inconexos entre ellos, en lugares distintos y de
forma simultánea ; o cuando en este tipo de facultad, el médium
que se encuentra comunicando mediante escritura automática, lo hace
con ambas manos simultáneamente, escribiendo con cada una mensajes
diferentes.
Y para finalizar, ¿ qué decir cuando lo que se
manifiesta es la personalidad de un Ser conocido e identificado por
alguno de los asistentes y desconocido por el médium, y que además
esa persona que lo conocía, ignoraba hasta ese momento que este
hubiese fallecido, y que además concuerda la descripción hecha por
algún médium vidente presente, sobre su aspecto “físico”? ;
¿ Y si aún encima, el comunicado del “mas allá” aporta datos
íntimos de algún detalle desconocido para los presentes y que
después se puede comprobar?...
Alguna vez la mediumnidad ha sido una falsa
pantomima, simulada y fraudulenta, pero como ya se ha dicho, esto
siempre tiene alguna motivación humana: dinero ,notoriedad , fama,
etc; pero cuando es auténtica supone muchas veces una carga
pesada o una prueba dura o desagradable para el médium y su
familia, pero cuando se afronta rectamente, siempre constituye la
prueba evidente e irrefutable de la realidad existencial después de
la muerte.
- Jose Luis Martín-
*****************
“Porque surgirán falsos
cristos y falsos profetas y harán tan grandes milagros y prodigios
que, si fuera posible, engañarían hasta a los elegidos”
- Evangelio de Mateo cap. 24 ,vers. 24 –
*******************
LAS CINCO
ALTERNATIVAS DE LA HUMANIDAD
Zoom
100%
Muy pocos
hombres hay que vivan sin ocuparse del mañana. Si, pues, nos
desvelamos por lo que seremos después de un día de veinticuatro
horas, con mayor razón es natural que nos desvelemos por lo que será
de nosotros después del gran día de la vida, puesto que no se trata
de algunos instantes, sino de la eternidad. ¡Viviremos o no
viviremos! No hay termino medio; ¡es esta una cuestión de vida o
muerte, la suprema alternativa!...
Si se
interroga el sentimiento íntimo de la casi universalidad de los
hombres, todos responderán: "viviremos" y esta esperanza
es para ellos un consuelo. Una insignificante minoría se esfuerza,
sin embargo, y especialmente de algún tiempo a esta parte, en
probarles que no vivirán.
Preciso es
confesar que esta escuela ha hecho prosélitos, principalmente entre
los que, temiendo la responsabilidad del porvenir, encuentran más
cómodo usar del presente sin limitación alguna, sin sentirse
perturbados por la perspectiva de las consecuencias. Pero no pasa
esta de ser la opinión del menor número.
Si vivimos,
¿cómo viviremos? ¿Que condiciones nos rodearán? En este punto
varían los sistemas con las creencias religiosas o filosóficas. No
obstante, todas las opiniones sobre el porvenir del hombre pueden
reducirse a cinco alterativas principales, que pasamos a resumir
sumariamente, a fin de que la comparación entre ellas sea más fácil
y de que cada uno pueda escoger, con conocimiento de causa, la que
le parezca mas racional y mejor responda a sus aspiraciones
personales y a las necesidades de la sociedad. Estas cinco
alterativas son las que resultan de las doctrinas materialistas,
panteístas, deístas, dogmáticas y espiritistas.
1. Doctrina
Materialista
"La
inteligencia del hombre es una propiedad de la materia; nace y muere
con el organismo. El hombre es nada antes y nada después de la vida
corporal".
Consecuencias.
No siendo el hombre, más que materia, solo son reales y envidiables
los goces materiales; los afectos morales carecen de porvenir; a la
muerte quedan rotos para siempre los lazos morales; las miserias de
la vida no tienen compensación; el suicidio viene a ser el fin
racional y lógico de la existencia, cuando no hay esperanza de
alivio en los sufrimientos, inútil es contrariarse para vencer las
malas inclinaciones: mientras estamos en la tierra,debe vivirse para
sí lo mejor posible; es una estupidez molestarse y sacrificar su
reposo, su bienestar por otros, es decir, por seres que a su vez
serán anonadados y que jamás volverán a verse; los deberes
sociales quedan sin base; el bien y el mal son cosas convencionales y
el freno social se reduce a la fuerza material de la ley civil.
Observación.
Acaso no sea inútil recordar aquí a nuestros lectores, algunos
pasajes de un artículo que publicamos sobre el materialismo, en la
Revue Spirite, de Agosto de 1868.
"El
materialismo, decíamos, jactándose como en ninguna otra época,
erigiéndose en regulador supremo de los destinos morales de la
humanidad, ha producido el efecto de atemorizar a las masas con las
consecuencias inevitables de sus doctrinas en el orden social, y por
esta misma razón, ha provocado a favor de las ideas espiritualistas,
una enérgica reacción, que debe probarle que esta muy lejos de
disfrutar de tan generales simpatías como supone, y que se engaña
notablemente si espera imponer algún día sus leyes al mundo.
"Ciertamente
las ideas espiritualistas del pasado son insuficientes a nuestro
siglo; no están al nivel intelectual de nuestra generación: en
muchos puntos se contradicen con las conquistas ciertas de la
ciencia; dejan en el ánimo, ideas incompatibles con el anhelo
positivista que domina en la sociedad moderna; incurren, por otra
parte, en la grave renuncia de imponerse por la fe ciega y de
proscribir el libre examen, y por eso sin duda alguna, el desarrollo
de la incredulidad es mayor.
Es evidente
que si a los hombres se les alimentase desde la infancia, con las
ideas que más tarde fuesen confirmadas por la razón, no habría
incrédulos. ¡Que de personas, que han vuelto a la creencia por el
Espiritismo, nos han dicho: "Si siempre se nos hubiera
presentado a Dios, al alma y a la vida futura de un modo racional,
nunca hubiésemos dudado!"
"Porque
un principio sea mal o falsamente aplicado, ¿se sigue que debemos
rechazarlo? Sucede con las cosas espirituales como con la legislación
y todas las instituciones sociales, que, so pena de que perezcan, es
preciso adaptarla a los tiempos.
Pero, en vez
de presentar algo mejor que el caduco espiritualismo, el materialismo
ha preferido suprimirlo todo, lo que le dispensaba de la
investigación, y parecía más cómodo a aquellos a quienes
importuna la idea de Dios y del porvenir. ¿Qué se diría de un
médico, que notando que el régimen seguido por el convaleciente, no
es bastante substancial para su temperamento, le ordenase que no
comiese nada?
"Lo que
más se mira, en la mayor parte de los materialistas de la escuela
moderna, es el espíritu de intolerancia llevado a sus últimos
límites; ¡ellos, que reivindican sin cesar el derecho de la
libertad de conciencia!...
"Hay en
este momento y por parte de cierto grupo, una conjura contra las
ideas espiritualistas en general, entre las que se halla naturalmente
comprendido el Espiritismo.
Lo que busca
el materialismo no es un Dios más justo y mejor, sino el
Dios-materia, menos molesto, porque no han de entregársele cuentas.
Nadie niega a
semejante grupo, el derecho de tener su opinión y de discutir las
contrarias, pero lo que no puede concedérsele, es la pretensión
singular, por lo menos en hombres que se erigen en apóstoles de la
libertad, de impedir a los otros que crean a su manera y discutan las
doctrinas que no aceptan. Intolerancia por intolerancia, no es mejor
la una que la otra"…
2. Doctrina
Panteísta
"El
principio inteligente o alma, independiente de la materia, es tomado
al nacer en el todo universal; se individualiza en cada ser durante
la vida y a la muerte vuelve a la masa común como las gotas del
agua al Océano."
Consecuencias:
Sin individualidad y sin conciencia de si mismo, el ser es como si no
existiese; las consecuencias morales de esta doctrina son exactamente
las mismas que las de la materialista.
Observación:
Cierto
número de panteístas admiten que el alma, tomada al nacer en el
todo universal, conserva su individualidad durante un tiempo
indefinido y que no vuelve a la masa sino después de haber llegado a
los últimos grados de la perfección.
Las
consecuencias de esta variedad de creencia son absolutamente las
mismas que las de la doctrina panteísta propiamente dicha; porque si
es perfectamente inútil tomarse el trabajo de adquirir algunos
conocimientos, cuya conciencia ha de perderse, anonadándose después
de un tiempo relativamente corto, si el alma se resiste generalmente
a admitir semejante concepción, cuánto mayor no sería su pena,
pensando que el momento en que llegas al conocimiento y a la
perfección supremos, sería aquel en que fuese condenado a perder el
fruto de todos sus trabajos, perdiendo su individualidad.
3. Doctrina
Deísta
El deísmo
comprende dos categorías distintas de creyentes: los deístas
independientes y
los deístas
providenciales.
Los deístas
independientes creen en Dios y admiten todos sus atributos como
Creador. Dios, dicen, ha establecido las leyes generales que rigen el
universo, pero creadas estas leyes, funcionan por si solas, y su
autor no se ocupa más de ellas.
Las criaturas
hacen lo que quieren o lo que pueden, sin que Dios se preocupe de
ello. No hay providencia y no ocupándose Dios de nosotros, ni
debemos darle gracias, ni pedirle nada.
Los que niegan
toda intervención de la Providencia en la vida del hombre, son como
niños que se creen bastante juiciosos para emanciparse de la tutela
de sus consejeros y de la protección de sus padres o que se figuran
que sus padres no han de ocuparse de ellos una vez que les han
puesto en el mundo.
So pretexto de
glorificar a Dios, demasiado grande, dicen, para rebajarse hasta sus
criaturas, hacen de él un gran egoísta y le rebajan al nivel de los
animales, que abandonan sus pequeñuelos a los elementos.
Esta creencia
es resultado del orgullo y la idea de verse sometido a un poder
superior, del cual procuran emanciparse, es lo que lastima su amor
propio.
Mientras unos
recusan semejante poder, otros consienten en reconocer su existencia,
pero condenándole a la nulidad.
Existe una
diferencia esencial entre el deísta independiente de que acabamos de
hablar y el deísta providencial. En efecto, este último cree, no
solo en la existencia y virtud creadora de Dios desde el origen de
las cosas, sino también en su intervención incesante en la creación
y le dirige súplicas, pero no admite el culto externo ni el actual
dogmatismo.
4. Doctrina
Dogmática
"El alma,
independiente de la materia, es creada al nacimiento de cada ser;
sobrevive y conserva su individualidad después de la muerte; desde
este momento, su suerte queda irrevocablemente fijada; sus progresos
ulteriores son nulos, y por consecuencia, intelectual y moralmente es
para toda eternidad lo que era durante la vida.
Siendo los
malos condenados a castigos perpetuos e irremisibles en el infierno,
resulta que el arrepentimiento les es completamente inútil,
pareciendo que Dios se niega a concederles la posibilidad de reparar
el mal que han hecho.
Los buenos son
recompensados por la visión y contemplación perpetua de Dios en el
cielo. Los casos en que pueden merecerse eternamente el cielo o el
infierno, depende de la decisión y juicio de hombres falibles a
quienes es dado absolver o condenar".
(Nota: Si se
objeta a esta última proposición que Dios juzga en última
apelación, puede preguntarse: ¿que valor tiene la decisión
pronunciada por los hombres, ya que puede ser anulada?)
"Separación
definitiva de los condenados y de los elegidos. Inutilidad, respecto
de los condenados, de los socorros morales y consuelos.”
“Creación
de Ángeles o almas privilegiadas, exentas de todo trabajo para
llegar a la perfección, etc., etc."
Consecuencias:
Esta
doctrina deja sin solución los graves problemas siguientes:
1º ¿De dónde
proceden las disposiciones innatas, intelectuales y morales, que
hacen que los hombres nazcan buenos o malos, inteligente o idiotas?
2º ¿Cuál es
la suerte de los niños que mueren en edad temprana? ¿Por qué
entran en la bienaventuranza, sin aquel trabajo a que están sujetos
otros durante largos años? ¿Por que son recompensado sin haber
podido hacer el bien o privados de perfecta dicha, sin haber hecho el
mal?
3º ¿Cuál es
la suerte de los cretinos y de los idiotas que no tienen conciencia
de sus actos?
4º ¿Como se
justifican las miserias y enfermedades innatas, no siendo resultado
de la vida presente?
5º ¿Cuál es
la suerte de los salvajes y de todos los que forzosamente mueren en
el estado de inferioridad moral, en que se hallan colocados por la
misma naturaleza, si no les es dado progresar ulteriormente?
6º ¿Por que
crea Dios, almas más favorecidas que otras?
7º ¿Por que
llama a sí prematuramente a los que hubieran podido mejorarse si
hubiesen vivido más, supuesto que no les es permitido progresar
después de la muerte?
8º ¿Por que
ha creado Dios ángeles, llegados sin trabajo alguno a la perfección,
mientras que otras criaturas están sometidas a las más rudas
pruebas y en las cuales tienen mas probabilidades de sucumbir que de
salir victoriosas?, etc.
5. Doctrina
Espiritista
El principio
inteligente es independiente de la materia; el alma individual
preexiste y sobrevive al cuerpo. Uno mismo es el punto de partida de
las almas sin excepción; todas son creadas sencillas e ignorantes y
están sometidas al progreso indefinido.
No hay
criaturas privilegiadas ni más favorecidas unas que otras; los
ángeles son seres llegados a la perfección, después de haber
pasado, como las otras criaturas, por todos los grados inferiores.
Las almas o Espíritus progresan más rápidamente en virtud de su
libre albedrío, mediante el trabajo y la buena voluntad.
La vida
espiritual es la normal; la vida corporal es una fase temporal de la
vida del Espíritu, durante la cual reviste momentáneamente una
envoltura material, de la que se despoja al morir.
El Espíritu
progresa en estado corporal y en estado espiritual. El corporal es
necesario al Espíritu hasta que ha alcanzado cierto grado de
perfección; en él se desarrolla por el trabajo, al que le obligan
sus propias necesidades, y adquiere conocimientos prácticos
especiales.
Siéndole
insuficiente una sola existencia corporal para adquirir todas las
perfecciones, vuelve a tomar cuerpo tan a menudo como le es
necesario, y vuelve cada vez con el progreso alcanzado en las
existencias anteriores y en la vida espiritual.
Cuando ha
adquirido en un mundo todo lo que en él puede adquirirse, lo deja
para ir a otros más adelantados moral e intelectualmente, menos y
menos materiales, y así sucesivamente hasta la perfección de que es
susceptible la criatura.
El estado
feliz o desgraciado de los Espíritus es inherente a su estado moral;
el castigo es consecuencia de su contumacia en el mal, de suerte que
perseverando en él, se castigan por sí mismos, pero nunca les es
cerrada la puerta del arrepentimiento y pueden, queriéndolo, entrar
nuevamente en el camino del bien y llegar con el tiempo a todos los
progresos.
Los niños que
mueren en edad temprana pueden estar más o menos adelantados, porque
han vivido ya anteriores existencias en las que han podido hacer el
bien o cometer malas acciones. La muerte no les libra de las pruebas
que han de sufrir, y en tiempo oportuno dan comienzo a una nueva
existencia en la tierra o en mundos superiores, según su grado de
elevación.
El alma de los
cretinos e idiotas es de la misma naturaleza que la de los otros
encarnados; a menudo es superior su inteligencia, y la insuficiencia
de medios en que se hallan para entrar en relación con sus
compañeros de existencia les hace sufrir, como a los mudos, el no
poder hablar.
Los cretinos
abusaron de su inteligencia en anteriores existencias, y para expiar
el mal que cometieron, han aceptado voluntariamente el verse
reducidos a la impotencia, etc.
Mercedes Cruz Adaptación:
Oswaldo E. Porras Dorta
****************
¿Qué le sucede al Espíritu de un niño que murió en edad temprana?
Vuelve a empezar una nueva existencia.
Si el hombre tuviese una sola existencia y si después de esa existencia su suerte futura quedase decidida para la eternidad.¿Cual sería el mérito de gran parte de la especie humana que muere en edad tierna,para disfrutar sin esfuerzos de la felicidad eterna y con que derecho quedaría eximida de las condiciones tan duras a veces,impuestas a la otra mitad?Semejante orden de cosas no podría estar conforme con la justicia de Dios.Por la reencarnación,la igualdad es para todos;el futuro pertenece a todos sin excepción y sin favoritismo para nadie;los que lleguen de último no pueden culpar por ello sino a si mismos.El hombre debe tener el mérito de sus actos,como tiene la responsabilidad de ellos.
ALLAN KARDEC:EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS ,PREG: 199
Si el hombre tuviese una sola existencia y si después de esa existencia su suerte futura quedase decidida para la eternidad.¿Cual sería el mérito de gran parte de la especie humana que muere en edad tierna,para disfrutar sin esfuerzos de la felicidad eterna y con que derecho quedaría eximida de las condiciones tan duras a veces,impuestas a la otra mitad?Semejante orden de cosas no podría estar conforme con la justicia de Dios.Por la reencarnación,la igualdad es para todos;el futuro pertenece a todos sin excepción y sin favoritismo para nadie;los que lleguen de último no pueden culpar por ello sino a si mismos.El hombre debe tener el mérito de sus actos,como tiene la responsabilidad de ellos.
ALLAN KARDEC:EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS ,PREG: 199
*************************
El codificador del Espiritismo enseña que los médiums inspirados tienen más dificultad en discernir el pensamiento que les es sugerido del suyo propio, a lo opuesto de los médiums intuitivos, en los cuales esa distinción se presenta más sensible, siendo los primeros una variedad de los segundos. Considera aun el maestro espirita que, tambien sugestionados por nuestros ángeles de la guarda, espíritus protectores y familiares, bajo ese aspecto, todos somos médiums. Motivo, pues, no habría para que Kardec no lo fuese. Y lo era, por señal, del Espíritu de Verdad, su guía, públicamente declarado.
Reconoció, más allá de eso, ser asistido con ideas que le eran sugeridas por los espíritus, al mismo tiempo en que afirmo no tener “ninguna de las cualidades exteriores de la mediúmnidad efectiva”. ¿Qué quiso decir el maestro con esto? Es la cuestión. ¿Qué no veía, ni oía espíritus? ¿O, por otra parte, que no le causaban emociones actuando sobre su brazo para hacerlo escribir, ni le provocaban trances? Esta segunda alternativa es más razonable para “cualidades exteriores” de la mediúmnidad efectiva, visto que puede ser efectiva, o sea, real, sin ser ostensiva, esto es, notada, manifestada ante la percepción de terceros.
Cierto día, siendo observado en medio de su trabajo por un espíritu que mantuvo dialogo mediúmnico con un lector de su Revista, Kardec fue sorprendido a escribir, y estaba rodeado por cerca de veinte espíritus, que “murmuraban por encima de su cabeza, Kardec los “oía” tan bien que miraba para todos lados para ver de dónde venía el “ruido”, llegando a erguirse, y abrir la ventana y comprobar, si no sería, acaso, el viento o la lluvia. Comunicado sobre eso por correspondencia, posteriormente publicado en su Revista, el maestro expresó que el hecho era absolutamente exacto. Con todo, queda esclarecido que solo dos o tres de esos veinte espíritus soplaban directamente al codificador lo que debería escribir, y que el maestro juzgaba ser de el mismo las ideas. Médium pues, inspirado; casi audientes en este caso; lo que tambien se deduce del mensaje del 14 de septiembre de 1863, en que la acción espiritual es relatada tan constante alrededor del maestro, sobretodo la del Espíritu de Verdad, que aun mismo el no podía negar.
Hasta aquí, no puede haber dudas ni discordancias sobre la mediúmnidad de Kardec. Intuición, inspiración, semi audiencia. ¿Más, se puede ir más allá? ¿Y en cuanto a ver a los espíritus? Bien… Kardec enseña casi siempre que los médiums videntes ejercen esa facultad en estado sonambúlica, o se le acercan¸ que no es raro ella es efecto de crisis pasajeras y, en esa medida, presenta, por tanto, la calidad exterior del trance. Según el maestro, sin embargo, algunos médiums videntes ejercen su facultad en estado normal, perfectamente despiertos. A priori, no hay de este ultimo tipo de ejercicio cualquier cualidad exterior; es efectivo, más no ostensivo, a menos que se pueda evaluar la precisión de las visiones mediúmnicas, por ejemplo, en los casos de reconocimiento de fallecidos por terceros.
Ahora, en El libro de los Espíritus, 257, Kardec sorprende al decir que vio desencarnados atravesando el fuego sin que eso les causase dolor alguno. En original. Hemos visto pasar a través de las llamas ":" ya VIMOS atravesar Chamas ";" Los Vimos pasar a través das llamas "Para no conferir a sus textos connotación muy impositiva y personal, los escritores pueden tratar si mismos por nosotros en vez de yo. Se llama plural de modestia. Una constante, por otra parte, en Kardec; casi siempre se refiere a sí mismo en la primera persona del plural;. Pocas veces en la primera persona del singular. Incluso si se quiere imaginar ahí la expresión de experiencia compartida por otros, aun así, el propio Kardec estará incluido en la acción verbal; de otro modo, escribiría algo como “fueron vistos”, o “han sido vistos pasar a través de las llamas”, y, nunca: “nosotros los vimos, los hemos visto”. Se entienda: “ Yo los vi, los he visto pasar por las llamas”.
- En el Libro de los Mediums, 169, el maestro espirita reporta una experiencia, esta vez junto a muy buen médium vidente, que lo acompaño a una ópera. Allí mismo, después de bajar el telón, evoco y conversó con Weber, autor de Oberón. Este, después de establecer breve dialogo con Kardec y el médium, los dejo, prometiendo insuflar en los cantores más ímpetu. Dicho y hecho. En ese ínterin, Kardec sorprende nuevamente al escribir: "Entonces lo vimos en el escenario, cerniéndose sobre los actores; en ese momento, hubo un aumento visible en su energía, lo vimos entonces en el escenario, flotando por encima de los actores.
- Un efluvio parecía derramarse de el para los intérpretes, esparciéndose sobre ellos. En ese momento se verificó entre ellos una visible recrudescencia de la energía.
- Kardec mismo vio la espíritu y, pues, se trata de un nuevo plural de modestia; o, por otro lado, como en este caso es posible considerar, fue el maestro participe de la visión del médium, o que, allí, hasta funcionó como control, garantizando a uno y al otro que no eran víctimas de la imaginación; ambos vieron. Como quiera que sea, Kardec vio al espíritu de Weber sobre los actores en escena.
- Contra eso, aparentemente, vi una observación del codificador sobre la descripción de dos espíritus que vivieron en el pasado más distante y que fueron avistados por aquel que, probablemente, era el mismo médium que estuvo con el en la opera. Escribe el maestro que, en ese caso, nada podía probar que no se tratase apenas de la imaginación del sensitivo, porque no había “control”, y, es, una confirmación de la descripción de la apariencia de los espíritus, como hubo en otros ejemplos relativos a muertos recientes y cuyos detalles atinentes a su aspecto pudieron ser subscritos por amigos y parientes fallecidos. Nada, sin embargo, existe ahí que niegue a Kardec la eventual condición de médium vidente, discretamente exteriorizada en los pasos comentados de Él Libros de los Espíritus y El libro de los Mediums. Otra forma de comprobación seria Kardec, o un tercero, visualizarlos. Parece, con todo, que eso no ocurrió, lo que no es deshonroso a priori, como bien explica el maestro en la referida observación.
Kardec dijo: “en todo esto no hice sino recoger y coordinar metódicamente la enseñanza dada por los espíritus; sin tomar en cuenta opiniones aisladas, adopte las de mayor número, apartando todas las ideas sistemáticas, individuales, excéntricas o en contradicción con los datos positivos de la Ciencia”. (Revista Espirita Set/1863. Segunda Carta al Padre Marouzeu) Modesto, minimizó su participación; entretanto, el adverbio revela la importancia personal de él:”recoger y coordinar metódicamente” .No menos relevante es el hecho de Kardec haberse fijado bien a la materia prima de su trabajo: “la enseñanza dada por los espíritus”. Kardec no invento ningún principio. Todos resultaron de la enseñanza; todavía, sometido, si, a la coyuntura de esa colecta y coordinación metódica, merito de Kardec, sin la que no habría espiritismo. Una codificación implica el acto de codificar, que no es solo reunir, compilar, hay que hacerlo sistemáticamente (A.B.L., 2008). En el caso del espiritismo, o doctrina de los espíritus, o espirita, hubo reunión, compilación de materiales, y, de ahí, la inferencia paradigmática de principios, cuyo establecimiento se debió al métodos de Kardec. No tiene relevancia el hecho de estar ausente de las obras de él la designación codificador. Esa percepción demandaría distanciamiento histórico. Llamarlo así solo lo disminuiría si excluyese sus esfuerzos de colecta y coordinación metódica de la enseñanza espirita; más en el acto de codificar están implicados el merito y las elecciones personales del codificador, evidentemente determinantes. El caso es, pues, más lexicográfico que doctrinario.
**************
Por Sergio Fernández Aleixo
Fuente: Ensayos de la Hora Extrema
1 comentario:
No es correcto decir algo tan grave de una persona sin tener pruebas claras y evidentes de lo que se afirma; si no, es difamación y eso es lo que no está bien, por tanto supongo que esas pruebas o evidencias las podrás aportar, ¿cierto?. Pues entonces, esperamos que lo haga...
Publicar un comentario