Enterramientos,
cremaciones y autopsias de cadáveres.-
Considerando al cuerpo físico como a un viejo compañero
de fatigas que tendremos que abandonar algún día cuando hayamos
terminado con nuestra presencia física en este mundo y ya no nos
sirva más, soy de la opinión de que, aun siendo materia
desechable que ya no necesitamos, por el servicio que nos ha hecho en
la vida, tal vez merece verse liberado del largo y asqueroso proceso
de la natural putrefacción cadavérica, evitando que una muchedumbre
de insectos lo devore y lo destruya.
La cremación es la solución más ecológica para los
“vivos”, que así reducen a cenizas en cuestión de pocas horas,
el cuerpo que de otro modo tarda largos años de disgregarse y
disolverse por completo para volver a reintegrarse en el medio
natural.
Sin embargo, con el fin de que la suelta natural de
lazos vitales del Ser con el cuerpo físico no se vea interrumpida
por el proceso crematorio, se debe de dejar un tiempo prudencial de,
al menos tres días desde el momento del óbito, hasta el acto de la
cremación,- ( en la actualidad existen en todos los mortuorios y
Tanatorios, cámaras frigoríficas que permiten el depósito del
cadáver para conservarlo por breve periodo sin que se descomponga
antes); sin embargo, la incineración se podría adelantar si el
cadáver muestra antes de las 72 horas, señales evidentes de
putrefacción. Se debe dejar este tiempo prudencial ,por dos
motivos: el primero por evitar el riesgo de quemar un cuerpo de una
persona que en realidad pueda no estar muerta, sino en estado
cataléptico ,(son conocidos muchos casos de enterramiento por error
de personas con signos aparentes de muerte física, y luego
evidencian que solo estaban muertas en apariencia), y el segundo
porque no se sabe a ciencia cierta cuando el Alma se ha desprendido
totalmente de todos los lazos vitales que le unían al organismo
físico, por lo que se le debe dejar al menos este margen de tiempo.
También es de señalar que esta medida ha sido recomendada por
algún Espíritu superior a través de comunicaciones mediúmnicas.
Si por cualquier motivo se ha de resolver forzosamente
al día siguiente dentro de las veinticuatro horas como es costumbre
, dentro del riesgo que conlleva toda precipitación,es preferible el
entierro, aunque en este caso se corre con el riesgo de que se
pudiera tratar de un caso de catalepsia y de que la muerte real
pueda suceder horriblemente dentro de la tumba..
En el
caso de las Autopsias
que se realizan enseguida a los cadáveres, nos encontramos con
similar planteamiento Por eso lo ideal sería practicarlas solamente
cuando hubiesen razonables dudas sobre la causa fisiológica del
fallecimiento, y poder llevarlas a cabo después de los ya
señalados tres días, aunque como apuntábamos antes, esto no
significa que el Ser espiritual vaya a sentir dolor físico alguno,
pero si sensaciones en su periespíritu que le pueden hacer sufrir.
En los casos de cadáveres de niños de corta edad , o
de cuerpos de adultos que se encuentren en mal estado o destruidos
total o parcialmente, el tiempo transcurrido para cualquier acto de
los referidos en este punto, carece de importancia porque los lazos
vitales en los casos de niños pequeños se soltaron en su totalidad
en el momento del óbito, o bien porque en los adultos su cuerpo mas
o menos destruido, no les va a permitir un hipotético regreso a la
vida, aunque sus lazos vitales pueden estar mas o menos ligados al
cadáver, con independencia de que se pueda encontrar incluso
destrozado.
La
ley en España autoriza ,desde el año 1.980 a los médicos a
practicar las autopsias sin permiso, siempre que no exista una
opinión en sentido contrario, por escrito y firmada por el
fallecido. Cuando no es así, o cuando lo decreta un juez, se lleva
a cabo sin que la familia pueda evitarlo, aunque siempre se pide
permiso.
Otra solución digna y muy provechosa para la
Humanidad, es la donación voluntaria en vida de los órganos válidos para quien los necesite o para la Ciencia
Médica con el propósito de colaborar en su avance.
- Jose Luis Martín-
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“Cuando el cuerpo queda duro y frío como la madera, debe ser echado al fuego como
la madera”
-Buda-
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La reencarnación revela sobre todo, la Justicia Divina para con todos sus hijos, porque no permite nuestra condenación eterna, en función de los errores que nuestra ignorancia nos hizo cometer. La Miseriordia de Dios nunca será compatible con el aniquilamieto de sus criaturas. El Amor de Dios nos ofrece el vaso sagrado para nuevas experiencias. Debemos agradecer con nuestro empeño y buena voluntad, para ascender a nuevos estados evolutivos.
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"Y
los que oyeron fueron bautizados en nombre del Señor Jesús." -
(Hechos, 19:5.)
En
los distintos departamentos de la actividad cristiana,en todos los
tiempos, surgen controversias relativas a los problemas del bautismo
en la fe.
El
sacerdocio creó para eso, ceremonial y sacramentos. Hay bautismos de
recién nacidos, en la Iglesia Romana; en otros centros evangélicos
hay bautismo de personas adultas. No obstante, el creyente podría
analizar debidamente el asunto, extrayendo mejores hilaciones con la
ascendencia de la lógica. La renovación espiritual no se verificará tan solo con el hecho de aplicarse más agua o menos agua o con la
circunstancia de procesarse la solemnidad exterior en esa o en
aquella edad física del candidato.
Determinadas
ceremonias materiales, en ese sentido, eran comprensibles en las
épocas remotas en que fueron empleadas.
Sabemos
que el curso primario, en la instrucción infantil, necesita de
colaboración de figuras para que la memoria del niño atraviese los
umbrales del conocimiento.
El
Evangelio, entretanto, en sus luces ocultas, hace inmensa claridad
sobre la cuestión del bautismo.
"Y
los que oyeron fueron bautizados en hombre de Jesús. "
Ahí
reside la sublime verdad. La bendita renovación del alma pertenece a
aquellos que oyeron las enseñanzas del Maestro Divino,
ejercitándoles la práctica. Muchos reciben noticias del Evangelio,
todos los días, mas solamente los que oyen estarán transformados.
( Camino, Verdad y Vida )
El
bautismo es un ceremonial que se inició en el seno de algunas
religiones y viene a significar simbólicamente un inicio, una
renovación, un peldaño más que se asciende en la infinita
escalera evolutiva espiritual. En la actualidad la idea del bautismo
como iniciación, se ha extendido a otros ámbitos sociales. Así se
habla de bautismo en el deporte, en los acontecimientos de
inauguración empresarial, en las experiencias bélicas cuando se
habla de “ bautismo de fuego”, etc.
Al
mismo tiempo, la idea supone muchas veces la significación de una
entrada en algo más grande, mejor o más perfecto. Significa
también estreno, prueba de algo por primera vez. En definitiva, lo
que se supone la palabra bautismo, referido en su aspecto
religioso, es que es un cambio de etapa en la vida de una persona.
El
bautismo en si mismo, no está libre de fuertes connotaciones
religiosas, pues las religiones lo crearon y lo adoptaron como
ceremonia de iniciación, aportando cada una sus particulares
rituales diferenciadores, que indicaban que el neófito entraba a
formar parte de la iglesia o comunidad en cuestión, o que sus
pecados le eran perdonados por este ritual que ,como todos, tiene
algo de mágico o de sobrenatural.
Puesto
que en el caso de las religiones el bautismo supone la admisión de
un nuevo ser que aumenta el número de los fieles de tal religión,
esta ceremonia que le acompaña supone una ceremonia festiva de
bienvenida, porque para todas las sociedades humanas y para todas
las iglesias, el tener más miembros, les hace sentirse mas fuertes y
mas seguros en medio de sus convicciones y de la sociedad en donde
existen.
Se
dirá: “ Pero si el propio Jesús quiso ser bautizado, por qué no
lo íbamos a ser nosotros también?”.
Las
iglesias cristianas a esta ceremonia le han dado el significado de
que no solo se pasa formar parte de ellas por este modo, al que
han dado el título de “Sacramento”, sino de que el llamado
pecado “original” que a todos se nos achaca por el hecho de
existir, como herencia maldita del pecado de nuestros primeros
padres, desaparece con la ceremonia, o que es “lavado” en ella
por el agua, y por lo tanto perdonado.( Es de hacerse notar que este
agua, normalmente no es un agua cualquiera, sino un agua “bendecida”,
esto es, que contiene unas propiedades sobrenaturales o místicas
especiales.
En
primer lugar he de decir que en los tiempos de Jesús esa ceremonia
ya existía entre los judíos junto a la de la circuncisión ( a la
que Jesús también ué fsometido, como todos los niños varones de
su entorno), y con ella iniciaban o admitían a los “conversos”.
Jesús siempre fue del criterio diferenciador de dar a Cesar lo que
es de él y a Dios lo que es de Dios, por tanto dando ejemplo de
sumisión a las leyes y normas religiosas establecidas por la
sociedad de su época, se sometió de buen grado al bautismo en el
río Jordán de manos de su primo Juan, sin embargo Jesús no
tenía por si mismo necesidad alguna de someterse a esa ceremonia,
porque El ya estaba desde el nacimiento formando parte de la
comunidad y religión judaica, en la que estaba censado, y había
sido sometido a la circuncisión . Por lo demás, si el bautismo
lavaba el pecado original, Jesús estaba libre de él por ser un Ser
Superior en misión entre
los humanos. Por otra parte ese pecado original que se pretende que
borre el bautismo, o mejor dicho, su ceremonia, nunca ha existido,
porque si tal cosa pudiese ser admitida, ello contradeciría la
infinita perfección del Creador. El auténtico pecado original que
portamos al nacer, es el de nuestro propio pasado deudor como
espíritus inmortales que somos, con la ley de Causa y Efecto, y
este pasado o karma, no se lava con agua ni con ceremonias
religiosas, sino rectificando conductas y comportamientos y haciendo
el bien en donde antes hicimos mal.
El
verdadero bautismo bien entendido, debe ser el de la persona que no
solo conoce el Evangelio de Jesús, sino que responde a su llamada,
haciendo y asumiendo siempre la Voluntad del Padre, lo que
indefectiblemente conlleva un proceso de cambio y perfeccionamiento
del espíritu, pues esa es la meta de todos y el sentido final de
esta vida. Y siendo este bautismo algo íntimo en el espíritu
encarnado ,cada vez que se humilla ante Dios a quien pide perdón y
ante el que desea rescatar su falta, cada vez que caemos en el camino
de la evolución que suponen las pruebas en las vidas terrenales, y
nos queremos levantar de nuevo poniendo los ojos y la fe en la
misericordia del Padre, estamos renovando ese bautismo auténtico del
espíritu que no necesita de ceremonias ni de rituales para ser lo
que en realidad es: Una nueva oportunidad que el Creador nos otorga
para rectificar los errores del alma con su ayuda , que es la que
nos brinda el mundo espiritual.
- José Luis Martín- -.
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