Si supiésemos ...
«Padre, perdónalos porque no sabe lo que hacen…» Jesús. (Lucas, 23:24)
Si el homicida conociese, con anticipación, el tributo del dolor que la vida le cobrará en el reajuste de su destino, preferiría no tener brazos para inferir cualquier golpe.
Si el calumniador pudiese retirar la costra de sombra que le enloquece la visión, observando el sufrimiento que lo espera cuando haga las cuentas con la verdad, paralizaría las cuerdas vocales o inmovilizaría la pluma, con el fin de no confiarse de la acusación errada.
Si el desertor del bien consiguiese observar las peligrosas emboscadas con las cuales las tinieblas le hurtarán la alegría de vivir, se detendría contento, bajo las esposas santificantes de los más pesados deberes.
Si el ingrato percibiese el dolor de la amargura que le invadirá, más adelante el corazón, no perpetraría el delito de la indiferencia.
Si el egoísta contemplase la soledad infernal que lo aguarda, nunca se separaría de la práctica infatigable de la fraternidad y de la cooperación.
Si el glotón observase los desequilibrios hacia los cuales conduce al propio cuerpo, acelerando la marcha hacia la muerte, rendiría culto invariable a la frugalidad y a la armonía.
Si supiésemos cuan terrible es el resultado de nuestra falta de respeto a las Leyes Divinas, jamás nos alejaríamos del camino correcto.
Perdona a quien te hiere y calumnia.
En verdad, aquellos que se rinden a las sugerencias perturbadoras del mal, no saben lo que hacen.
Psicografía recibida por el médium Francisco C. Xavier,
dictado por el Espíritu Emmanuel
Extraído del libro «Fuente Viva»
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