ASPECTOS CIENTÍFICOS DEL ESPIRITISMO ( E )
¿Es el Espiritismo Ciencia?
¿Bajo qué criterios?
¿Qué es lo qué caracteriza a la ciencia Espírita?
¿Ha desmentido la ciencia los postulados espíritas?
¿Que contribuciones pueden dar la doctrina al presente y al futuro de las ciencias?
La presente ponencia intentará contestar estas preguntas o más bien indicar caminos para la profundización de su comprensión, y que dada su profundidad, lo haremos en cuatro momentos distintos:
1. Evolución de los criterios científicos
2. Las dimensiones científicas de la codificación y de los principios doctrinarios
3. El acercamiento de las recientes descubiertas científicas a los principio espíritas
4. La contribución del espiritismo al presente y al futuro de las ciencias
1. LA EVOLUCIÓN DE LOS CRITERISO CIENTIFICOS
En la antigüedad, las ciencias eran consideradas de naturaleza deductiva, porque partían de principios generales, de enseñanzas tradicionales, para aplicaciones deductivas en casos particulares. Las matemáticas, la filosofía aristotélica, la escolástica medieval son ejemplos de este tipo de ciencia, así como los antiguos conocimientos del misticismo oriental y de las religiones.
En el mundo moderno vamos a asistir a una verdadera revolución en cuanto a la manera de acercarnos al conocimiento de las leyes que rigen el mundo, con el advenimiento de la revolución científica, con la construcción de un nuevo método para conocer o sea el método inductivo de Francis Bacon y la revolución racionalista de Descartes.
Nace de ahí el conocido método científico o método experimental, el cuál echaba por tierra la antigua idea de acercamiento a la verdad, a través de la revelación, e impuso un nuevo criterio para su verificación: - la comprobación de los hechos a través de pruebas concretas, que pudiesen ser repetidas mediante la experimentación y la observación rigurosa de los hechos; obteniéndose de ahí las conclusiones generales y a través de la inducción se llegaría al descubrimiento de las leyes del fenómeno.
Los criterios de validez científica que resultaron de todo este proceso evolutivo, se puede resumir, afirmando que para poseer un status de ciencia, una determinada área debe de tener:
Un Conjunto de objetos ( materiales o conceptuales) un campo de acción característico;
Unas Teorías o conjunto de propiedades fundadas en determinados principios generales
Un método científico (procedimientos de que se vale para ampliar los conocimientos y criterios que rigen sobre la validez de las demostraciones).
Un aspecto descriptivo: enumeración objetiva de cuerpos y de sus propiedades
Un aspecto especulativo: hipótesis formuladas con el fin de explicar algunos fenómenos en condiciones conocidas
Un aspecto experimental: provocar determinados fenómenos en condiciones conocidas o controladas para verificar las relaciones de causa y efecto
Un aspecto deductivo: de elaboración teórica por métodos lógicos para inferir consecuencias de unos hechos o de unas hipótesis, que permitan emitir conclusiones y elaborar sistemas teóricos coherentes entre sí y con una realidad objetiva.
Sin embargo, los criterios científicos continuaron avanzando después del advenimiento del método experimental. Nicolas Abbagnano, uno de los más respetados filósofos contemporáneos, nos muestra, que las concepciones de ciencia han avanzando mucho hasta los días de hoy, tornándose cada vez más amplio el abanico de lo que debe o no considerarse como científico. Pasamos de una concepción muy cerrada de una ciencia experimentalista, organicista y mecanicista - que no incluía la psicología, porque ésta manejaba algo muy imponderable para el experimentalismo reinante - y por supuesto excluía también el naciente espiritismo, hasta otra más profunda y amplia, que desde las investigaciones más sofisticadas en el campo de la física, de la biología, de la neurología, de la parapsicología, etc., ha dado condiciones para la aparición de nuevas áreas como por ejemplo la psicobiofísica, la psicotrónica, la parapsicología, la parapsiquiatría, la psicobiofísica, etc. Esta concepción concibe la ciencia como un sistema autocorrectivo, o sea, que entiende que la ciencia no pueda dar la última palabra, pues siempre se puede conocer más sobre todo. Por eso critica las limitaciones que la “pretensión absoluta de validez”, de las concepciones científicas anteriores, instalando una nueva y más abierta concepción de ciencia provisional. o sea, que se puede saber cada vez más sobre todo.
Allan Kardec, ya se había adelantado desde 1857, en ese sentido, cuando afirmó que:
“Caminando a la par del progreso, el espiritismo jamás será superado, porque, si nuevos descubrimientos le demostrasen que está en un error acerca de un punto cualquiera, él se modificará en ese punto. Si una nueva verdad se revelara, él la aceptará”. (Génesis, cap. 1: 55)
Desde luego se nota que aunque este criterio científico más avanzado haya surgido en la segunda mitad del siglo XX, ya estaba contenido en la arquitectura misma de la doctrina Espírita desde su origen.
El avance de los criterios científicos, ha permitido un nuevo espacio para el conocimiento humano y para la expansión de las ciencias del espíritu hacia los centros de investigación de la ciencia. Desde luego se nota que aunque este criterio científico más avanzado haya surgido en la segunda mitad del siglo XX, ya estaba contenido en la arquitectura misma de la doctrina Espírita desde su origen.
Examinemos si, los procesos utilizados para la codificación del Espiritismo y los principios doctrinarios generados de las investigaciones, se encajan o no en los criterios de científicos
(Continúa)
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