El sentido de la vida

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1- Conciencia

2- La moral de los Espíritus Superiores

3- El sentido de la vida

4- Reflexiones sobre los médiums

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                                                    CONCIENCIA                                                          ( Reflexión )

                                                                

Muchos hombres viven según un sistema dudoso de valores.

Se constituyen en severos críticos de los semejantes, pero se permiten muchas bajezas.

Reclaman a los políticos deshonestos.

Hablan mal del compañero perezoso.

Critican a la familia del vecino.

Sin embargo, no guardan gran honestidad en su actuación.

Si la oportunidad se presenta, buscan el beneficio fácil.

Si la caja del mercado se equivoca en el cambio, silencia.

En ausencia del jefe, trabajan más lentamente.

Usan el teléfono de la empresa para tratar asuntos particulares.

Este género de comportamiento revela un carácter perezoso e hipócrita.

La criatura tiene un discernimiento suficiente para identificar el comportamiento ético ideal.

Tanto es así que sabe cuando sus conocidos se desvían de él.

Sin embargo, no se anima a vivir con corrección.

La persona que opta por ser liviana, siempre encuentra excusas para su proceder.

Algunas frases permiten identificar a alguien ocupado en justificar sus equívocos:

¡No soy de hierro!

¡Soy sólo un hombre!

¡La vida es corta!

¡No soy un santo!

¡Todo el mundo lo hace!

Quien conoce lo correcto, pero actúa equivocado, vive disociado de su conciencia.

Ocurre que la Ley Divina se encuentra inscrita en la conciencia de cada Espíritu.

Llegará un momento en que las cuentas tendrán que ser prestadas a ese severísimo juez.

Por más que la criatura trate de retardar el encuentro con su conciencia, ocurrirá.

Entonces, no habrá excusas.

A un extraño es posible engañar.

Pero a sí mismo nadie consigue engañar.

Según la máxima bíblica, "A quien más se le dio, más le será pedido."

Quien yerra por ignorancia se recompone fácilmente con las Leyes Divinas.

Pero quien se equivoca, cuando conoce el camino correcto, se complica grandemente.

Incluso el proceso de retrasar la liquidación de cuentas tiene un precio severo.

Este constante violar de la esencia misma genera enfermedades innumerables: Fobias, neurosis y disturbios de lo más variados surgen en la vida de quien intenta huir de su realidad íntima.

Actuar conscientemente equivocado implica violar el propio estado evolutivo y vivir en una mentira.

Así que deje de engañarse.

  Si desea ser feliz, preserve la integridad de su ser.

No viole su esencia, no se permita actuar erróneamente.

Poco importa si los demás son livianos.

Su compromiso es con su conciencia.

Si el vecino es deshonesto, él está sembrando dolores para el futuro.

Más pronto o más tarde, tendrá que devolver lo que no le pertenece.

El hombre que roba, prepara un mañana terrible para sí mismo.

Quien deshonra los hogares ajenos establece vínculos que sólo romperá a costa de muchas lágrimas.

Como usted no desea miseria y dolor en su destino, viva según un patrón ilícito de conducta.

Sea rigurosamente leal, trabajador y generoso.

Examine diariamente sus actos.

Lo que no es admirable en el prójimo tampoco es bueno para usted.

Revise constantemente su proceder.

Establezca un sistema elevado de valores para guiar su vida y guardar fidelidad a sí mismo.

Al término de la experiencia terrena, todos hacen un balance de lo que vivieron.

Cuide que éste sea un momento de gloria, en el que se reconozca como un ser humano digno y bueno.

Equipo de Redacción del Momento Espírita

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        LA MORAL DE LOS ESPÍRITUS SUPERIORES

La moral de los Espíritus superiores se resume, como la de Cristo, en esta máxima evangélica: “Hacer a los demás lo que quisiéramos que a nosotros se nos hiciese”; es decir, hacer el bien y no el mal. En este principio encuentra el hombre la regla universal de conducta, hasta para sus menores acciones.
     Nos enseñan que el egoísmo, el orgullo, y la sensualidad, son pasiones que nos aproximan a la naturaleza animal y nos prenden a la materia; que el hombre que, desde este mundo, se desprende de la materia despreciando las futilidades mundanas y practicando el amor al prójimo, se aproxima a la naturaleza   espiritual; que cada uno de nosotros debe ser útil con arreglo a las  facultades y a los medios que Dios, para probarle, ha puesto en sus manos; que el Fuerte y el Poderoso deben apoyo y protección al Débil, porque el que abusa de su fuerza y de su poder, para oprimir a su semejante, viola la ley de Dios. Enseñan, en fin, que en el mundo de los Espíritus, donde nada puede ocultarse, el hipócrita será desenmascarado y todas sus torpezas descubiertas; que la presencia inevitable y perenne de aquellos con quienes nos hemos portado mal, es uno de los castigos que nos están reservados y que al estado de inferioridad y de superioridad de los Espíritus son inherentes penas y goces desconocidos en la Tierra.
     Pero nos enseñan también que no hay faltas irremisibles, y que no puedan ser borradas por la expiación.   En las diferentes existencias, encuentra el hombre el medio que le permite avanzar,  según sus deseos y sus esfuerzos, en la senda del progreso y hacia la perfección que es su objetivo final”.
     Este es el resumen de la Doctrina Espírita, según resulta de la enseñanza dada por los Espíritus superiores.

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC

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                                   EL SENTIDO DE LA VIDA

                                                                           

La vida empieza a tener sentido cuando ayudas a otro a ponerse de pie y a andar.

Cuando respiras hinchando tus pulmones de aire, y notas que no estás solo a pesar de estar en el desierto. Cuando miras al cielo y ves las estrellas que dominan el firmamento, y comprendes que no estás solo, comprendes que la vida es mucho más que el simple palpitar de tu corazón.

La vida tiene sentido cuando andas, cuando evolucionas, y no dejas tras de ti amargura.

Cuando tras de ti has dejado amigos y hermanos, cuando has dejado un grato recuerdo en todo aquel que te ha conocido, es cuando la vida tiene sentido.

Si tras de ti has dejado odio, ésas serán las raíces que darán en el futuro frutos amargos; si la planta que crece tiene raíces de amor, los frutos serán dulces y serán tu alimento en el andar de cada día.

Apoya tu mano sobre el hombro de aquellos que andan contigo, porque si te sientes débil ellos te reconfortarán y si te sientes fuerte andarás más de prisa.

No te ates a las alabanzas. El que te quiere no te alaba, te apoya sin palabras. Sabrás quién es el que te quiere cuando te veas reflejado en él.

Busca tu gloria, en la gloria de los demás, y los demás buscarán su gloria en ti. Si hablas a los demás, que tu palabra sea limpia; pero no hables con orgullo, porque hacerlo es hablar con falsedad.

Usa todo lo que la naturaleza pone a tu alcance. No malgastes tu tiempo. Tienes poco tiempo; justo el que estás disfrutando ahora. Trata de conocerte. No te mal utilices. Busca dentro de ti la solución a tus problemas.

Si tienes que atarte, átate a ti mismo.

No culpes a los demás de tus propios errores. Sé tu propio juez; pero un juez justo. Si andas por un bosque ten cuidado, porque habrá ramas bajas, te puedes golpear contra esas ramas.

No es necesario que las cortes, simplemente agáchate un poco para volver a levantarte inmediatamente, la rama quedará frustrada en su intento de dañarte.

No pronuncies la palabra imposible!, porque todo es posible dentro de ti si vas dirigido positivamente, si vas dirigido negativamente, poco a poco te irás hundiendo; conseguirás tal vez logros parciales, inmediatos, pero te estarás hundiendo. Si vas positivamente, quizás los logros sean más a largo plazo, pero te estarás elevando.

Sólo pasa hambre el que no sabe que tiene dos manos. Si alimentas tu cuerpo para que te sirva, debes también alimentar tu alma, para que también te sirva. Un alma poco alimentada es un alma débil, sin fuerza. Un alma bien alimentada es un alma que genera energía, que contagia, que anima. Cuida bien todas aquellas cosas que afectan la evolución de tu alma. Nunca hables con miedo, porque las palabras se volverán contra ti. Si tienes miedo no hables, porque el miedo es también contagioso.

Habla mirando a los ojos, transmite tu fuerza en tu mirada. Si quieres saber cómo es Dios, mira volar un ave, mira crecer una flor, mira a los astros moverse, y verás que en ellos se expresa la perfección.

- Marilys Fernández Rodríguez- (para Entreespíritus)

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                             REFLEXIONES SOBRE LOS MÉDIUMS                        

    Dispuestos siempre a difundir la luz entre los más pobres de inteligencia, jamás nos cansamos del estudio práctico de las investigaciones, que son las que por medio de un escrupuloso examen, esparcen más claridad en las múltiples dudas que nos asaltan. Amamos el Espiritismo como al más puro manantial de moral, más lógico que hemos conocido hasta el presente y por lo mismo, lo observamos y estudiamos con afán, tanto en sus maravillosos fenómenos. como en los escollos que a cada paso se presentan.

    La mediumnidad ha sido nuestro estudio predilecto, porque la creemos uno de los fenómenos de más trascendencia, y su misma importancia, nos muestra la suma delicadeza con que debe ser tratada, pues de lo contrario, se tocan amargos resultados.

   Generalmente, sucede que cuando se presenta una mediumnidad, sea la que sea, posee una sorpresa extraordinaria en quien la posee; si este tiene buen criterio para hacer de ella un buen uso, nada malo hay que temer, sino que por el contrario la mediumnidad se desarrolla gradualmente, con grandes ventajas para el médium y de los que acuden a él en busca de un consejo, porque siempre hallarán prueba auténticas y revelaciones maravillosas. que serán un lenitivo especial a sus dudas y revelaciones, pero si en vez de esto, y sin necesidad, se hace un uso extremado, degenera en abuso, y entonces, del abuso se pasa a la obsesión y sabido es ya el resultado de esas dominaciones de las que muchos médiums son víctimas a causa de su propia indiscreción, ya por no querer escuchar las observaciones de personas competentes en esta clase de estudios, o ya por caer en manos inhábiles que por su insuficiencia, los dirigen de modo detestable, destruyendo con sus imprudentes consejos, las más de las veces, hermosas mediumnidades que bajo una óptima dirección darían óptimos y sazonados frutos.

  No basta ser médium; es preciso saberlo ser y comprender profundamente el valor moral que encierra.

   Hemos conocido algunos médiums que tenían hermosas facultades, y al cabo de algún tiempo, las han perdido por completo. En vista de esto, preguntamos a un Espíritu que tiene entero crédito por sus máximas saludables y por el sumo interés que muestra en guiarnos hacia la perfección, la causa de la desaparición, y nos dijo lo siguiente:

" Cuando un médium tiene grandes facultades para servir de intermediario a los Espíritus y llega un momento en que estas desaparecen, es porque existe una causa poderosa que las rechaza en absoluto; causa dimanada de la mala conducta del médium en su vida íntima, o de una exagerada credulidad en sus propias manifestaciones. En uno y en otro caso, el médium aleja de sí y casi sin comprenderlo, las buenas inteligencias, atrayendo las malas, con lo que hace que esas facultades, vigorosas en un principio, con el fin de que le sirvan de sano correctivo, vayan debilitándose hasta perder toda su fluidez, desapareciendo con la misma facilidad que se presentaron.

   "Generalmente esto sucede con los médiums orgullosos; su vanidad, semejante al falso oropel, desaparece cuando menos lo piensan, quedando reducidas a la nada las facultades que poseyeran. Otros médiums, llevados de su ignorancia y usando su mediumnidad para cosas fútiles o simplemente curiosas, son víctimas de Espíritus muy inferiores en el orden moral, con lo que acaban por no ser dueños de sí mismos; y siguen siendo médiums irrisorios que propagan entre los espiritistas, un sin número de absurdos, acrecientan las dudas entre los incrédulos, hacen perder la fe a los novicios y embrutecen más y más a los fanáticos, dispuestos siempre a creer lo emanado de los Espíritus, tanto si el lógico como si no lo es.

  "La mediumnidad bien dirigida, es entre vosotros un bellísimo don que todavía no sabéis valorar como es debido. Para conservarla en toda su pureza, tenéis que mirarla con respeto y no usar de ella sino para cosas útiles y necesarias, y deberéis entender por útil y necesario, todo aquello que pueda reportar un bien a la humanidad".

  " Los médiums deben ser muy humildes y altamente morales, para poder ser los intérpretes de Espíritus Superiores, con cuya asistencia, podrán difundir la luz de la verdad entre sus semejantes. Todas las mediumnidades son útiles y buenas, cuando no se abusa de ellas; pero si se las toma como un pasatiempo, se pierden o se es víctima de Espíritus ligeros y burlones que hacen distraer un tiempo precioso.

" Los buenos médiums no se deben prestar jamás a preguntas frívolas o de segunda intención, ni mucho menos para asuntos materiales, pues para estos, cada individuo debe regirse para sí según su criterio; el médium debe concretarse a transmitir fielmente; ya sea de palabra o por escrito, las comunicaciones que obtenga de los Espíritus, siempre que comprenda que esas comunicaciones pueden ser útiles para la humanidad, pues de lo contrario debe desecharlas y pedir auxilio a su guía o Espíritus protectores; deberá alegrarse por ser intermediario de buenos Espíritus y considerar su don como un favor especial que se le concede para su progreso, pero sin enorgullecerse de ello, porque es lo mismo que arrogarse un derecho que no le pertenece.

" La misión del médium es altamente noble y humanitaria, porque instruye y consuela; y por la misma razón se les debe dirigir con gran acierto para que no tropiecen con las obsesiones, que son el arma más temible de las mediumnidades, porque un médium obsesado es una completa nulidad para el bien, y un fatal abismo donde se estrellan los mejores y más nobles deseos de quienes aman la verdadera luz; en cambio los buenos médiums, son profetas que divinizan sus palabras con los celestes fluidos que perciben, y son apóstoles del progreso, porque van descubriendo la filosofía del porvenir, al tiempo que van destruyendo las negras sombras del error y las falsas tradiciones del pasado. Los malos médiums son espíritas atrasados que no distinguen la verdad de la mentira; pobres ciegos que caminan sin rumbo fijo por el triste erial de su existencia-

" Nosotros, que por estar despojados de la carne, vemos algo más que los que os envolvéis con ella, comprendemos lo que os vale un buen médium, y cuando le hallamos, sentimos un gozo indescriptible y velamos por él, como pudiera hacerlo una madre cariñosa; le amonestamos sin cesar a que destruya sus imperfecciones, y procuramos por todos los medios a nuestro alcance, acercarle a la perfección.

" ¡ Oh!, Si vosotros comprendierais lo que vale un buen médium, seríais más cautelosos con las preguntas; haríais un estudio especial de todas las mediumnidades, y no molestaríais a los médiums sino para cosas útiles y serias; y si los mismos médiums supieran apreciar la bella facultad, procurarían, por todos los conceptos, ser modelos de virtud para atraerse las buenas influencias, y de este modo, con su mismo progreso hacer progresar a los demás; entonces no veríais desaparecer mediumnidades con la misma rapidez con que se presentan.

  " Sed lógicos, investigad, analizad, no aseveréis una cosa hasta tener la plena convicción de que es cierta, ser humildes, obrar con justicia, dejaros conducir o aconsejar por quienes sepan más que vosotros, refrenad vuestras pasiones y no os dejéis llevar por el orgullo, usad la templanza como uno de los antídotos más especiales contra la intolerancia, y cuando estéis en posesión de esas virtudes, veréis mediumnidades asombrosas y constantes, que responderán a vuestras nobles aspiraciones, pues la moralidad y la cultura, son la base principal de los buenos médiums, y fuera de esto, no hallaréis mas que obsesiones que siempre os llevarán a un fin funesto"

  Ante tan lógicas razones, muy poco queda añadir. A cada paso vemos médiums convertidos en instrumentos de Espíritus inferiores, bien por la torcida conducta que observan, bien por el orgullo que les domina, o bien por el escaso criterio de quien los dirige; y por lo general, estos mediums, bajo una máscara hipócrita de humildad, no hacen otra cosa que sembrar la discordia en los Centros, sean estos familiares o no.

  Nosotros, siempre clamaremos contra los malos médiums, y sobre el abuso que muchos hacen de las mediumnidades, porque donde esto subsista, hay discordancia de ideas, falta de criterio en los mismos médiums o quien los dirige, y una gran dosis de credulidad y fanatismo.

  Amemos el Espiritismo, comprendamos algo lo que valen los médiums, y por lo mismo, quisiéramos que fueran tan lógicos y virtuosos como su alta misión exige.

- Cándida Sanz -

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