Hay
millones de personas en el mundo, religiosas o no, que a diferencia
de los espiritas, abrigan serias dudas sobre la realidad de ese
fenómeno. Y eso por varias razones: o porque sus respectivas
religiones niegan prematuramente esa posibilidad, o porque a priori
asumen una posición filosófica materialista, o simplemente (y aquí
está el mayor número de ellas) porque jamás se interesaron en ese
asunto. No es tema de sus pensamientos habituales.
A
pesar de ese grupo de personas, podemos afirmar, en este inicio de
milenio, que esta cuestión sufre mucho menos oposición que aquella
experimentada en el siglo XIX, época en la que surgió el
Espiritismo. Hoy se puede observar, en cualquier encuesta realizada
en todos los países del mundo, que la gran mayoría de las personas
no tiene dudas sobre la existencia de los espíritus y de la
posibilidad de su manifestación. No es, pues, un tema primordial del
Espiritismo comprobar la existencia de los espíritus. Esa temática,
de cierta forma, disminuyó su importancia a medida que pasó a ser
generalmente aceptada. Es el proceso evolutivo del hombre aceptando
una tesis que, hace 150 años, cuando Allan Kardec se interesó por
los fenómenos de las mesas giratorias y parlantes, era entonces muy
polémica y envuelta en misterio. El misterio creado en torno de
ellas por la religión.
Al
mismo tiempo que se convirtió en un asunto de aceptación
generalizada, como está ocurriendo también con la reencarnación,
que es, actualmente, aceptada por más del 50% de los occidentales,
independientemente de sus religiones, la cuestión de la comunicación
con los espíritus sigue siendo la referencia a partir de la cual se
construye todo el raciocinio espirita, base, pues, de su filosofía.
Así,
podemos decir que el tema disminuyó su importancia práctica, dejó
de ser polémico para la mayoría de las personas, pero se afirma
cada vez más su importancia como base de una reflexión filosófica,
ya que, el principio de la inmortalidad del espíritu, una vez
comprobado, conlleva innumerables consecuencias de cuño ético y
moral. Y así estamos introduciéndonos, entonces, en el objetivo
central buscado por el Espiritismo: la adopción por el hombre de una
filosofía ética y moral compatible con su naturaleza espiritual.
En
verdad, nadie se convierte en espirita sin, antes, afirmarse en la
convicción del siguiente postulado básico, presupuesto para
cualquier reflexión filosófica espirita, a saber: existen los
espíritus y ellos pueden comunicarse con nosotros. Ella es la base
fáctica del Espiritismo.
El
propio Allan Kardec, partió de esa cuestión elemental para
construir toda la edificación doctrinaria espirita. Espíritu
positivista, cartesiano, práctico y objetivo, fue, de cierta forma,
hasta determinado momento, un escéptico con relación a la
existencia de los espíritus y de su comunicabilidad. Alrededor del
año 1854/55, cuando, por invitación de un amigo, participó por
primera vez de una sesión donde ocurrían los fenómenos con las
mesas que "transmitían" mensajes, intentó,
inicialmente,
dar a esos fenómenos la interpretación del magnetismo del cual era
estudioso. Serían, simplemente, las vibraciones magnéticas de los
participantes de las reuniones, las que provocaban los fenómenos en
las mesas. Pero continuó, con todos los recaudos y sin ningún
preconcepto, sus observaciones. Luego, constató que los mensajes
inteligentes que allí eran transmitidos tenían contenidos que
escapaban enteramente al conocimiento previo de los participantes de
esas reuniones. Encerraban ideas y contenidos que no formaban parte
del caudal de conocimiento de los asistentes. Las mesas no podían,
por sí mismas, transmitir mensajes. Formuló, de inmediato, un
principio filosófico que se tornó base de todos sus estudios: no
hay efecto sin causa. Y, en ese caso, se estaba, claramente, frente a
fenómenos inteligentes. Ahora, a un fenómeno inteligente debe
corresponderle, naturalmente, también una causa inteligente. Había,
pues, según sus observaciones prácticas, y su raciocinio en torno a
los hechos, inteligencias produciendo aquellos fenómenos. Las mesas
eran meros instrumentos. Y los médiums apenas proporcionaban su
cooperación energética para la transmisión de los mensajes.
Las
grandes comprobaciones históricas.
Podemos
decir que el fruto del razonamiento propiciado por los resultados
observados por Kardec y sus colaboradores, en ese trabajo inicial que
tuvo como laboratorio la Sociedad Parisiense de Estudios Espiritas,
ya sería suficiente para rubricar la convicción acerca de la
existencia de los espíritus y de su real comunicabilidad. Pero, el
momento histórico vivido por Kardec y sus sucesores tendrían un
significado especial, determinante y de mucha mayor amplitud. La
segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX
fueron escenario de un extraordinario esfuerzo conjunto de
inteligencias encarnadas y desencarnadas para evidenciar el fenómeno
mediúmnico, de forma de no dejar dudas a quien tuviese algún
interés en ver comprobada la cuestión de la supervivencia del
espíritu y su posibilidad de intervenir en el mundo material.
Cítense,
apenas como ejemplo, las famosas experiencias de materialización de
espíritus producidas por el eminente científico británico Sir
William Crookes, de la Royal Society, de Londres, hacia el año 1870,
y que se repitieron, sobre los más rigurosos criterios de control,
en presencia de otros miembros de esa misma institución, en la casa
de ese científico, durante varios años, donde el espíritu de Katie
King se hacía visible, se dejaba tocar, cortar partes del cabello y
de los trajes, tomar fotografías, conversar con los participantes,
etc. Las materializaciones, que eran frecuentes en esa época, con
varios médiums, en Europa y en América, son pruebas cabales de la
supervivencia del espíritu.
Alguien,
como Cesare Lombroso, que, en Milán, presenció varias sesiones de
materialización de espíritus producidas por la médium Eusapia
Paladino, que permitió la aparición, inclusive, de la genitoria del
famoso criminalista italiano hablándole al oído, con palabras
tiernas y familiares, deja de alimentar dudas y pasa a tener la
prueba material e irrecusable de la supervivencia del espíritu. Esa
cuestión, como lo señaló Allan Kardec, deja de pertenecer al
terreno de la fe, para encuadrarse como hecho positivo. Por eso,
decía él que el Espiritismo no vino para quien tiene su fe, sino
más exactamente para quien duda. Kardec mismo realizó todo su
trabajo a partir de la duda, del escepticismo, de la misma forma que
William Crookes, Alfred Russel Wallace, Charles Richet, Gabriel
Delanne, Alexander Aksakoff, y tantos otros científicos, muchos de
ellos, incluso, habiendo confesado, después, que su objetivo inicial
era el de desenmascarar los fenómenos espiritas. Terminaron,
entretanto, produciendo una inmensa contribución a su comprobación.
Siempre a partir de la duda, así como de una preconcepción
contraria a la tesis espirita.
Transformación
moral del hombre.
Actualmente,
son muy raros los fenómenos de materialización, o de comprobación
física del fenómeno mediúmnico. Creemos que la avalancha de
pruebas ofrecidas por los espíritus acerca de su existencia y de su
comunicabilidad con el plano material fue por ellos mismos
considerada suficiente. Hasta porque fue ampliamente documentada y
está permanentemente disponible para quien tuviera algún interés
en reconstruir esa trayectoria, en la práctica o en la teoría.
Vuelto,
hoy, hacia la mediumnidad intelectual, el Espiritismo sigue su
trabajo de permanente contacto con otros planos de la vida para
traer, de allá, el apoyo para el progreso moral y ético de la
humanidad. Los grandes médiums de hoy, en los medios espiritas, en
su mayoría, se dedican a un productivo trabajo de concientización
del hombre acerca de su naturaleza espiritual, de la importancia de
su trayectoria evolutiva, en la construcción de un mundo más justo
y fraterno. Su campo preferencial de acción es en el sentido de
transformación moral del hombre, como ya lo señalara Kardec, al
escribir que se reconocerá al verdadero espirita por su
transformación moral y por el esfuerzo que hace para vencer sus
imperfecciones.
Esto
no desmerece y no desaconseja la continuidad del estudio del
fenómeno
mediúmnico. Es justamente a partir de él, que el hombre ha
despertado a la realidad espiritual, la más fascinante realidad de
la vida, y que, en los tiempos de hoy, ya no suscita grandes
controversias, a pesar de que aun millones de personas vivan
despreocupadas de los aspectos espirituales de su existencia. Viven
encerradas en su mundo material, cuando todo indica que la vida es
infinita y el Universo es una invitación al intercambio con otras
inteligencias que lo pueblan.
Liberar
al hombre de esa prisión, tal cual el mito de las cavernas de
Platón, es el objetivo del Espiritismo.
Autor: Milton
Medran Moreira, graduado en Ciencias Jurídicas y Sociales en la
Facultad de Derecho de la Universidad Federal de Río Grande do Sul
(Brasil). Fue fiscal letrado en el estado de Río Grande do Sul de
1975 a 1991. Profesor de Derecho Procesal Civil en la Facultad de
Derecho de Bagé, de 1978 a 1983. Periodista y abogado en Porto
Alegre. Articulista de Zero Hora y Correio do Povo. Actualmente
mantiene una columna en el Diário Gaúcho.
Autor
del libro de crónicas “Si todos fuesen iguales” (Ed. CIMA,
Venezuela, 2000)
Adaptación:
Oswaldo E. Porras Dorta
******************
“ ¡ Si pudieseis, amigos míos, tener por única ocupación hacer felices a los demás !"
"Es en la caridad donde debéis encontrar la paz del corazón, la alegría del alma, el remedio para las aflicciones de la vida. ¡Oh !
cuando estéis a punto de acusar a Dios, lanzar una mirada hacia abajo de vosotros; ¡ver cuantas miserias que aliviar, qué de pobres niños sin familia, qué de viejos sin ninguna mano amiga que los ampare y les cierre los ojos cuando la muerte los reclame !
¡ Cuanto bien por hacer !".
( El Evangelio Segun el Espiritismo, Cap.13, item 11 – Adolfo, Obispo de Argel – Burdéos, 1861)
***************************
NOTA IMPORTANTE: Los lunes,miércoles y jueves a las 22,30 horas, pueden participar en el chat de la Federación Espírita Española.
Los viernes a las 23,00 horas se os invita a asistir a una conferencia en la misma sala.
Los domingos a las 21,30 horas tenemos la clase de Estudio del Espiritismo por el "Grupo espírita Sin Fronteras".dirigido por Carlos Campetti-
Y además recomiendo los Blogs:
El espirita albaceteño.- elespiritadealbacete.blogspot.com.es
Albacete espírita: espiritismoalbacete.blogspot.com.es
kardeciano.blogspot.com
elblogdeazucena.blogspot.com
marinamiesdeamor.blogspot.com
boletin-nuevaesperanza.blogspot.com
ade-sergipe.com.br
ceesinfronteras.es/eventos.htm
espiritistas. es
Revista virtual AMOR, PAZ Y CARIDAD : www.amorpazycaridad.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario