jueves, 12 de septiembre de 2024

Mensaje fraterno de Amalia

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.-El gran enigma: Dios y el Universo

2.- El pensamiento dominante determina el ambiente

3.- Para creer todavía necesitamos ver y oír

4.- Mensaje fraterno de Amalia

                                               *******************************



EL GRAN ENIGMA, DIOS  Y EL UNIVERSO 

      Dios, foco de inteligencia y de amor, es tan indispensable para la vida interior como el Sol para la vida física. 

    Dios es el sol de las almas. De Él emana esa fuerza que es a la vez energía,  pensamiento, luz; que anima y vivifica a todos los seres. Cuando se pretende que la idea de Dios es inútil, innecesaria e intrascendente, es como si se dijese que el Sol es inútil, innecesario e intrascendente para la Naturaleza y la vida. 

     Por la comunión de pensamiento, por la elevación del alma a Dios se produce como una penetración continua, una fecundación moral del Ser, un desarrollo gradual de las potencias escondidas en él, pues estas potencias: sentimiento y pensamiento, no pueden despertarse y crecer sino por medio de aspiraciones, por los anhelos de nuestro corazón. Fuera de esto, todas estas fuerzas latentes dormitan en nosotros; quedan inertes, adormecidas. 

    ¡Hemos hablado de la oración! Expliquémonos aún más sobre esta palabra. 
     La oración es la forma, la expresión más potente de la comunión universal. No es, a nuestra vista, lo que tantas personas suponen: un recitado trivial, un ejercicio monótono y a menudo repetido. ¡No!; por medio de la verdadera oración, la oración improvisada, la que no comporta fórmulas, el alma se lanza hacia las regiones superiores; toma fuerzas, luces; encuentra allí un sostén que no pueden conocer ni comprender los que desconocen a Dios y la comunión con Él. ¡Orar es dirigirse al Ser eterno; es exponerle nuestros pensamientos y acciones para someterlos a su ley y hacer de su voluntad la regla de nuestra vida; es procurarse por ello la paz del corazón, la satisfacción de la conciencia; en una palabra, es procurarse este bien interior que es el mayor, el más imperecedero de todos los bienes! 

     Diremos, pues, que desconocer y descuidar la creencia en Dios y la comunión de pensamiento que con ella se relaciona; la comunión con el Alma del Universo, con este foco de donde irradia para siempre la inteligencia y el amor, sería, al mismo tiempo, desconocer lo que hay de más grande y desdeñar las potencias interiores que hacen nuestra verdadera riqueza. Sería menospreciar nuestra propia dicha, todo lo que puede lograr nuestra elevación, nuestra gloria y felicidad. 

     El hombre que desconoce a Dios y no quiere saber qué fuerzas, medios y auxilios vienen de Él, de la comunicación con Él, este hombre puede compararse a un indigente que habitando al lado de un palacio lleno de tesoros, va a morirse de hambre delante de una de sus puertas abiertas que lo invitaba a entrar al mismo. 

-LEÓN DENIS - 

                                                              *************************




EL PENSAMIENTO DOMINANTE DETERMINA EL AMBIENTE

Allan Kardec usó el mismo título,   en su Revista Espirita de mayo de 1867, para abordar la cuestión de la influencia de los malos fluidos – producidos por los sentimientos contrarios a la caridad -, que tornan  los ambientes desagradables y muchas veces intolerables.
No es otra la causa de los deterioros que se establecen en las relaciones, especialmente  en grupos donde el ambiente “parece pesar”  y surgen sensaciones  de malestar. Y hay que considerar  que las permanencias  de esos “ambientes pesados”, caracterizados    por ondas mentales  conflictivas, puede  acarrear graves prejuicios morales y aun mismo desuniones y daños a la salud, ya que son desencadenantes de obsesiones.
 El abordaje del Codificador es extremadamente lucido y coherente. Seleccionamos algunos trechos al lector, indicando, todavía, la fuente    original para la lectura y estudio en la integridad, conforme es citado en el primer parágrafo.
“(…) sabemos que, en una reunión, más allá  de los asistentes corporales, hay siempre auditores invisibles, que siendo la impermeabilidad una propiedad del organismo de los Espíritus, estos pueden hallarse en un número ilimitado en un dado espacio. (…) Se sabe que los fluidos que emanan  de los espíritus son más o menos saludables, conforme sea su grado de depuración. Se conoce su poder curativo en ciertos casos y, también, sus efectos mórbidos de individuo a individuo. Ora, desde que el aire puede ser saturado por esos fluidos, no es evidente que, conforme la naturaleza de los Espíritus que abundan en determinado lugar, el aire ambiente se halla cargado   de elementos  saludables o malsanos, que deben ejercer influencias sobre la salud física, asi como también, sobre la salud moral? ¿Cuando se piensa  en la acción  de la energía que un Espíritu  puede ejercer sobre un hombre, es de admirar la que debe resultar de una aglomeración de centenas o millares de Espíritus?    Esta acción  será buena o mala conforme los Espíritus la derramen en un dado medio con un fluido benéfico o maléfico, actuando a la manera  de las emociones fortificantes o de los miasmas deletéreos, que se esparcen en el aire. Así se puede explicar  ciertos efectos colectivos, producidos sobre masas de individuos, el sentimiento de bienestar o de malestar, que se experimenta en ciertos medios  y que no tiene ninguna causa aparente conocida, el entusiasmo o el desaliento, algunas veces  la especie de vértigo que se apodera de una asamblea, de toda una ciudad, aun mismo de un pueblo. En razón de su grado de sensibilidad, cada individuo sufre la influencia de esta atmósfera viciada o vivificante. Por este hecho, que parece fuera de duda y que, al mismo tiempo que la teoría  y la experiencia, nos hallamos en las relaciones del mundo espiritual con el mundo material, un nuevo principio de higiene, que, sin duda, un día la ciencia hará entrar en línea de cuenta. (…)
Ahora, el trecho transcrito es por demás claro. El remite a otras tantas consideraciones, imposibles de ser traídas al simple espacio de una articulo. Pero podríamos ponderar sobre como substraerse a estas influencias (y Kardec aborda  eso en la continuidad del texto).
El hecho concreto es que somos siempre responsables por el tipo de influencia que atraemos o alteraciones que producimos en los fluidos que nos rodean por la fuerza de los sentimientos y pensamientos que cultivamos.
En una asamblea, pequeña o numerosa, el padrón dominante de los pensamientos es factor decisivo para determinar el tipo de sensación que vigorizará “en el aire” de aquel ambiente. Alterarlo también es tarea de los mismos pensamientos y sentimientos. Fruto de la perseverancia en el bien y en el reconocimiento de los valores que conducen al establecimiento de la harmonía en la convivencia.
Una vez más surge la necesidad de la mejoría moral como único recurso de poder vivir mejore.

Blog de los espiritas
Por Orson Peter Carrara ( Trabajo enviado por Mercedes Cruz)

                                                                                     ***********************


PARA CREER TODAVÍA NECESITAMOS VER Y OÍR
( Comunicado mediúmnico)


                                                                                     

  Buenas noches en el nombre de Dios. Que Su Luz penetre en nuestro conocimiento; que su amor embalsame nuestra alma; que Su bendición nos haga a todos recibir el beso acariciante de los cielos; que Su entendimiento esclarezca el nuestro y nos abra de par en par la inteligencia, hasta hoy obtusa; que nos forme como espíritus dignos de la grandeza de Quién nos creó; que demos testimonio de nuestra sólida fe; que obremos en consecuencia con los principios para los que hemos sido designados; que planifiquemos y desarrollemos los dones benditos del amor y de la virtud; que observemos constantemente, como grandes telescopios, los haces de radio-colores, que partiendo de los cielos, inundan nuestras almas de luz, de sabiduría, de virtud y de amor; que abramos los brazos en toda su extensión y apretemos fuertemente con nuestro espíritu y con nuestro cuerpo al que sufre, al que llora, al que necesita luz y  palabra que le dé calor a su alma; al humilde, que está subyugado y contrito porque el grande lo explota, le avasalla o le ridiculiza; que estemos siempre dispuestos a realizar algo que sea noble y sublime, que nos haga representar lo que somos, eliminando cualquier acción que `pudiera rebajar nuestro principio divino de Dios; que fortalezcamos con nuestra palabra a la multitud que nos observa, nos estudia y analiza cuanto hacemos y decimos;  que hagamos saber de manera firme y clara, la trascendencia que tiene el estudio de las leyes que rigen el mundo espiritual, porque sin este conocimiento no hallará el hombre el verdadero camino de esclarecer tantas y tantas incógnitas como constantemente se interponen en sus estudios.

  Hay que tener siempre abierta el alma y el sentimiento para los embates de la vida. Recibir con alegría el dardo que nos critica, que nos hace inferiores, según piensan nuestros detractores. Que nos manifestemos siempre con humildad, nunca soberbios, porque la humildad va penetrando suavemente en los   corazones oscuros, modificándolos poco a poco hasta hacerles comprender dónde está la razón, ahuyentando de ellos la injusticia y lo irrazonable.

  Emitir con pureza vuestros pensamientos, porque el pensamiento es el conductor divino, eterno y sin límites que Dios ha dado al hombre para que se comunique con Su Eternidad, que es la manifestación bendita de todo lo que constituye la obra colosal de la creación. Ser siempre recatados al hablar, pero cuando habléis hacerlo con la autoridad de la razón y la verdad, porque cuando habléis así, acompañaréis vuestros pensamientos de fluidos penetrantes que iluminarán las inteligencias de quien os escuche, facilitando de este modo la asimilación de las verdades que habréis inyectado directamente a sus almas; verdades que durante el sueño o la meditación irán fijándose en su conciencia, influyendo en su acercamiento a la verdad y a las normas justas y rectas de la vida.

  No tengáis nunca pereza de dar gracias a Dios, ya que todos vuestros actos y decisiones, todo lo que hacéis bien y sale perfectamente, es obra de la Providencia. Siempre están sus brazos abiertos y dispuestos a elevarnos en nuestro progreso. Siempre estamos nosotros en desacuerdo porque no sabemos orientar o decidir nuestro destino y perfección individual. No hay detalle que se le escape a la Gran Providencia. No hay proceso que no parta de ella. No hay bien que no proceda de ella y no hay mal que no tenga su origen en nosotros. No creáis que son hechos fortuitos los que en vuestra vida ocurren, que son cosas ocasionales que no tienen origen o se han producido al azar, no; la Providencia es la protección sacrosanta de Dios. Todos sus hijos, todos los mundos, todas las creaciones, están inundadas de ella, de su vigor, de su amparo, su misericordia y su amor. Por nuestra ceguera nos apartamos a ella y tomamos derroteros que conducen a nuestra perdición y fracaso. ¡ Hombres!. ¿ Por qué vestís de gala vuestros cuerpos y dejáis desnudas vuestras almas? ¿Por qué pensáis y os conducís de forma tendenciosa e injusta para con vuestros hermanos, cuando precisamente para vuestro bien solo deberíais ayudarles, amarles y pensar siempre bien de ellos.

  Todo es perfecto en la maravillosa obra de Dios. Si nos miramos al interior observamos la perfección que constituye nuestro cuerpo, y si analizamos un poco más adentro, veremos el prodigio, la maravilla tan excelsa que es nuestra alma. El alma no puede negarse, porque el hombre si no tuviese alma no podría ser hombre. Lo demuestra con sus pensamientos, sus obras, sus iniciativas, sus sabias aptitudes y su verdad. El alma no puede negarse porque es el motor y el faro que mueve y que ilumina al hombre en la trayectoria gloriosa que le conduce a los más altos peldaños del progreso.  El hombre no puede negarla porque si la negara negaría a Dios y se negaría él. Vosotros superar con tranquilidad y fe.

  El que espera recibe y el que sabe esperar bien  recibirá bienes. No esperar con impaciencia o desasosiego. Esperar con esperanza, que es una virtud sin igual que ha dado Dios a sus hijos para que, esperando, recapaciten y se reconvengan, observando con detalle los desvíos, defectos y errores cometidos.

  Hablándoos de cosas más terrenas, pero que son muy trascendentes, observamos en vuestros comentarios cierto desmayo y algo de duda en que las verdades de Dios puedan ser o no conocidas como corresponde, por todos los hombres, a fin de que modifiquen su conducta y se produzca un progreso más rápido y feliz. Recordad lo que os acabamos de decir sobre la espera. Vosotros, hermanos de mi alma, os halláis en una nación donde todavía no es posible la libertad que desearíais, porque la mayoría de los que os dirigen y mandan se encuentran coartados, de una u otra forma, para nombrar y creer en Dios como lo sienten en la intimidad de su alma. No importa; la modificación de sus conductas será pronto una realidad. El conocimiento de las leyes espirituales, no lo dudéis, progresa arrolladoramente en todo el planeta y vuestra nación no quedará a un lado en estudiarlas y aceptarlas. Los hombres no quieren hacer caso a su conciencia y a su corazón y la ocultan; la ocultan, sí, pero la sienten íntimamente y ese sentimiento florecerá algún día. El horno en donde va fraguando la idea es cada vez más potente, más devorador, y poco a poco se va extendiendo, tanto entre los sencillos y humildes que han sido los primeros en sentirla y comprenderla, como entre los mandatarios y científicos, pronto dará la batalla final para que resplandezca la verdad Divina, tal y como fue proyectada sobre la Tierra hace más de dos mil años. Nadie consigue atajar el torrente de amor y sabiduría que consigo trae la idea, ni las formas en que se hará oír entre los hombres, puestos la oirán sin oír; verán lo que no pensaban ver y aceptarán la verdad, porque si los hombres necesitan todavía para creer, ver y oír, la revelación se hará en condiciones para que vean y oigan. 

Tomar mi bendición y que Dios nos bendiga a todos.

( comunicado mediúmnico tomado del libro "Desde la otra vida" de la F.E.E.)

                                               **************************************************

           

             


                                                                                                                                                                                                                     

                                                                            

                   MENSAJE  FRATERNO


La Paz sea con todos vosotros hijos míos.


En estos tiempos en que estáis viviendo en la Vida Terrenal, en donde casi todo lo que os rodea es vicio y materialismo, donde la codicia abundan y faltan los valores morales, donde el que tiene muchos bienes, no se acuerda del hermano desvalido; ¡Qué queréis que os diga! ¿ Que vuestra Vida terrena, es un paraíso? ¡Ay, del que piensa que ha venido aquí para disfrutarla, sin pensar en el prójimo! ¡Cuántos infelices y duros de corazón, piensan en disfrutar al máximo sin acordarse de los pobres desamparados! Vosotros amados míos que aspiráis a la felicidad efímera de la esfera en que vivís y al disfrute de las fiestas, a las risas desbordadas, sin pensar en el mañana, no debéis echar de menos todas esas pasajeras alegrías que tanto daño os hacen; así que hora es ya de que renunciéis a todas las vanidades y vicios desenfrenados.


A ti madre que sufres y lloras desconsoladamente por el niño que cayó en las garras del degradante vicio de las drogas, veneno mortal en vuestra corta  estadía en esa esfera, ten Fe en  Nuestro  Bondadoso  Padre Celestial y pídele mucha fuerza para soportar la gran prueba.

                                                

A todos los pobres desamparados de esa dimensión en que vivís y a todos los que se sienten solos e  infelices,  os  dedico estas palabras; “Que Dios nuestro Padre  os bendiga y os proteja con su bondad infinita”.

Benditos los que lloran, porque ellos serán consolados, benditos los que sufren, porque ellos serán liberados de todo dolor por causa de la justicia.

Y vosotros, los que vivís en la opulencia y no queréis acordaros del hermano  más pobre y abandonado, os aconsejo que dejéis esa Vida de vicios, de tontas vanidades y derroches desbordados. ¡Ay, cuando lleguéis a la verdadera Vida y os deis cuenta de que nada se acaba y que la felicidad no estaba en la Vida que llevabais!, ¡cuántos lamentos y pesares sentiréis, al daros cuenta de que creíais que con la muerte se acababa todo y ahora os sentís más vivos que antes y sufriendo por no poder disfrutar de todas las riquezas que habéis dejado atrás! A lo que llamabais muerte es “Vida con  mayúsculas”, es la liberación del Espíritu, así que podéis comparar a la tumba con el renacimiento y la cuna.

Ahora que estáis a tiempo, debéis rectificar hijos míos, rescatad todo el mal causado a vuestro prójimo en la Vida Terrenal, cambiándolo por Amor.

No permitáis que vuestros Ángeles protectores os dejen a vuestro libre albedrío dejándoos desvalidos y solos en el camino.

Acordaos de Nuestro Valeroso Maestro Jesús de Nazareth, que dio Su preciosa Vida física por Amor a todos nosotros, aprended de Él y coged Su ejemplo, de modo que vuestra corta estadía en la Tierra, sea un derroche de Amor y Sacrificio, sin pensar en vosotros mismos, sino en vuestros semejantes.

Quiera el Padre que mis palabras sean de enseñanza y ejemplo para la vida que ahora estáis viviendo, ¡ Benditos seáis en el nombre de Dios !


Amalia Domingo Soler (Espíritu)


                                *********************************


No hay comentarios: