miércoles, 25 de septiembre de 2024

¿ La Fe cura ?

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Cosme Mariño: Una nueva orientación de mi espíritu

2.-El lugar de la reencarnación

3.- El Espiritismo, según el Génesis

4.-¿ La Fe cura ?

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     UNA NUEVA ORIENTACIÓN DE MI ESPÍRITU

Cosme Mariño

                                                        

Voy a ocuparme en este capítulo de mi conversión al espiritismo, mis experiencias personales y muchos detalles que, aparentemente sin importancia, ha ido sin embargo fortaleciendo mis convicciones, victoriosas ya después de 40 años, de las vacilaciones e incertidumbres que naturalmente embargaron mi espíritu, al sufrir el choque rudo e inesperado de la luz deslumbradora, cuando vivía sumido en las tinieblas de la ignorancia y del error en que hoy viven la mayoría de los hombres que no aciertan a comprender esta hermosa verdad que los envuelve y los compenetra son tener conciencia de ella, nada más porque la incredulidad e ignorancia sobre la naturaleza del alma inmortal, no halla eco en sus corazones, que sólo tienen fe en la vida presente y limitan sus aspiraciones a todo cuanto es banal y transitorio.

Desearía que mis estudios y experiencias sobre esta gran verdad del espiritismo y la evolución progresiva que he impreso a mis ideas y sentimientos, pudiera servir de punto de partida a todos cuantos lean estas memorias, para que, como yo también, iniciaran una era personal, que llevara la paz a sus conciencias torturadas por la duda y les sirviera de palanca en la que se apoyaran para dar un poderoso vuelo hacia la espiritualidad que es la base de la ciencia, la filosofía y la religión del provenir.

Los estudios que hemos hecho los espiritualistas al abandonar el antiguo y gastado método de la fe ciega, para sustituirlo por la fe razonada y el método experimental, han tenido la virtud de desvanecer muchísimos errores en los que habíamos sinceramente creído y que en otro tiempo nos sirvieron de norte y guía de nuestra marcha incierta y formaron las costumbres y creencias que sustentábamos.

La adquisición más fundamental que hemos hecho, ha sido la convicción de que el objeto de la vida, tal como hasta ahora se lo ha considerado, es a todas luces falso; que las orientaciones, creencias y métodos empleados para cumplirlas debidamente, lo único que ha logrado es mantener nuestra ignorancia y hacernos desgraciados, a tal punto que, ha habido un momento, momento que desgraciadamente se ha hecho carne en algunos hombres pensadores, en que se ha llegado a creer que este mundo está mal hecho; que sus instituciones, sus anhelos, sus creencias, constituyen un absurdo; supuesto que todo es mentira, injusticia y egoísmo.

Los pesimistas, siguiendo a Schopenhauer, abundan en todas partes; es notorio que este pesimismo desolador, mata todos los entusiasmos, todos los anhelos generosos y coloca a muchos un arma en sus manos para librarse de una existencia tan inexplicable como absurda e injusta, y a otros más tímidos, los desorienta e inutiliza para el cumplimiento de los más fáciles deberes.

Y todo esto proviene del desconocimiento casi absoluto de las muchedumbres, del verdadero objeto y fin que el Hacedor se propone al concedernos estas existencias terrenales.

Estudiando el espiritismo, creo haber encontrado la clave, resolviendo

estos tres graves problemas: Qué es lo que somos? De dónde venimos?

Hacia dónde vamos?....

Resueltos estos tres grandes problemas, con el criterio filosófico y científico del espiritismo, se pisa ya el terreno que tiene fatalmente que conducirnos a un rápido perfeccionamiento de nuestro sentido moral e intelectual, y desarrollados estos sentidos, quedan despejadas las incógnitas más aterradoras y mortificantes que limitan las percepciones espirituales del hombre; las dudas se sustituyen por una realidad que, si bien es relativa, basta para iniciar una segura orientación; el pasado, el presente y el porvenir forman los eslabones que unen nuestra actuación anterior con la presente y la que naturalmente vendrá dado el supuesto de que somos inmortales y las existencias terrestres representan etapas.

Misiones con sus correspondientes intermitencias y descanso y estudio para volver a seguir la marcha interrumpida, con mayores seguridades y mejores probabilidades de éxito, porque la experiencia que vamos adquiriendo en cada existencia interrumpida por la muerte, no se pierde jamás, y por lo tanto, el hombre cuando ha llegado al ocaso de su vida, avasallado por los errores cometidos, por las debilidades del carácter que tanto le han hecho sufrir, no  pueden exclamar como lo hace ahora: de qué me sirve la experiencia adquirida ya que no puedo empezar de nuevo la existencia?

Este raciocinio es uno de los tantos errores corrientes, originados en el falso concepto que se tiene de nuestra actuación en el mundo, del verdadero objeto y fin de nuestras existencias terrenales.

No, la experiencia adquirida en una existencia, no se pierde jamás, porque esta existencia será repetida tantas veces cuantas sean necesarias para el progreso del ser, para adquirir la sabiduría, y por lo mismo, desterrar del espíritu la ignorancia y la mentira; los errores y debilidades morales cometidos en una existencia, no tienen una sanción irrevocable, porque las existencias terrestres sirven de alambique o depurativo de las almas, y si hoy cometieron faltas y crímenes provenientes de las propias imperfecciones, el arrepentimiento y el dolor que experimentan al traspasar el umbral que separa este plano del más allá del sepulcro, los aleccionan para el porvenir, de manera que cuando vuelvan de nuevo a la vida material con sedimentos de progreso, ya sabrán esquivar los malos pasos, ya no incurrirán en las anteriores faltas, porque el arrepentimiento y el dolor sufrido al reconocerse culpables en el mundo, los preservarán de caer de nuevo, en el mundo material.

No recordarán ciertamente las causas y los detalles de esas faltas pero sí, una poderosa intuición, un profundo sentimiento de ser virtuosas contestará a las tentaciones y a las solicitaciones del mal para no caer como cayeron antes.

Y así, pues, véase cuan grande, razonada y hermosa es esta doctrina del espiritismo, cuando viene a revelar al mundo material la razón justa de nuestra existencia terrestre, el origen y el fin de su destino inmortal, y a explicar todas las anomalías y aparentes injusticias que han conducido al hombre a negar que la creación es la obra ordenada, justa, sabia, de una inteligencia suprema y a exclamar con Schopenhauer y su escuela: el mundo y todo cuanto en él existe es absurdo y la vida no vale la pena de ser vivida.

Las consideraciones que acabo de exponer no nacieron de golpe en mi espíritu, al abrazar el espiritismo. A medida que me he ido compenetrando de su realidad y el estudio y la observación me han permitido ir descubriendo los velos de la esfinge que ocultan la sabiduría bajo su mutismo desalentador, estas consideraciones me han asaltado como la consecuencia natural de la luz espiritual, con cuya ayuda he llegado a comprender la grandeza de la creación, sus leyes justas y admirables y el destino de los seres nacidos del amor divino para la realización de ese mismo amor, única ruta que conduce a la felicidad y la perfección.

Pero pondré punto final a estas consideraciones generales para ocuparme de mi conversión al espiritismo. 

 

 “Memorias de un hombre mediocre”

Libro II – Capítulo VII (Fragmento)

 

Tomado de la revista “CONSTANCIA”

Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta



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 EL LUGAR DE LA REENCARNACIÓN

33. ¿Dónde se reencarna el espíritu? − Por todas partes en el universo. Todo mundo está destinado a recibir la vida bajo sus formas variadas y en todos sus grados. 

34. ¿Por qué nos reencarnamos sobre la Tierra? − Porque la Tierra, siendo un mundo regido por la ley del trabajo y del sufrimiento, es un lugar propicio al adelanto y al progreso del espíritu en el estado inferior. 

35. ¿Qué es la Tierra? − Es uno de los innumerables mundos que pueblan el espacio;  uno de los más pequeños por su volumen, ya que tiene sólo 10.000 leguas1 de circunferencia, pero grande a pesar de todo por los destinos que se cumplen allí. 

36. ¿La Tierra está inmóvil en el espacio? − Eso se creyó durante mucho tiempo, pero el sabio e infortunado Galileo probó que giraba alrededor del sol. El Sol es 1.400.000 veces mayor que la Tierra y esta separado de ella por 37 millones de leguas. 

37. ¿Cómo cumple la Tierra su vuelta alrededor del Sol? − En un período de 365 días y 6 horas, lo que constituye el año; con una velocidad de 7 leguas por segundo, cerca de 660.000 leguas al día. Al mismo tiempo que se mueve alrededor del Sol, la Tierra gira sobre si misma en 24 horas, lo que hace un día, y con una velocidad de 6 leguas por minuto. 

38. ¿Cómo se mantiene la Tierra y otros globos así en el espacio, es decir en el vacío, sin salir de la órbita que recorren? − Por una fuerza irresistible que se llama la fuerza de atracción. El Sol atrae la Tierra y otros planetas: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, etc., como el imán atrae el hierro. Todos los globos se atraen también unos otros y se mantienen en el espacio debido a su volumen y debido a la distancia que los separa. Los más grandes atraen a los más pequeños. Cada estrella es un sol; el Sol, a su vez, es atraído por otros más poderosos, y arrastrado así con sus planetas y sus satélites, en la inmensidad sin límites. Es el movimiento perpetuo en eterna armonía que constituye el equilibrio universal. 

39. Estos millones de globos que gravitan en la inmensidad, ¿están habitados? − Unos lo están, otros lo estuvieron alguna vez: es lo que se llama la vida universal. 

40. ¿Están estos mundos habitados por seres superiores, iguales o inferiores a los hombres? − La ciencia actual todavía no puede responder a esta cuestión; pero, según las revelaciones de los espíritus, sabemos que los planetas próximos de la Tierra están habitados: Marte, por ejemplo, por seres un poco superiores a nosotros; Venus, al contrario, por seres inferiores. El Sol es la estancia de espíritus sublimes, que llegaron a las cumbres más altas de la evolución y, desde lo alto de este astro, como desde lo alto de un trono de luz, hacen irradiar su pensamiento y su acción sobre los mundos por medio de las transmisiones fluídicas y magnéticas. 

41. Sin embargo, ciertos sabios pretenden que la Tierra es el único globo que reúne las condiciones físicas necesarias para la vida, y, por consiguiente, el único habitado. − Todos los globos que ruedan en el espacio tienen su estructura particular y condiciones físicas diferentes. La vida sobre cada uno de estos mundos se adapta a estas condiciones. 
Calculando las distancias de los planetas entre ellos, su masa y su fuerza de atracción, se ha demostrado que sus condiciones físicas varían según su posición en el sistema solar, y según su inclinación sobre sus ejes respectivos. Se pudo calcular así que Saturno, por ejemplo, tiene la misma densidad que la madera de arce; que Júpiter tiene casi la del agua; que en Marte la gravedad de los cuerpos es menos de la mitad que sobre la Tierra, etc. 
Conclusión: las leyes físicas varían sobre cada uno de estos globos, y las leyes de la vida están allí en contacto con las de su naturaleza íntima. 

42. ¿Podríamos clasificar los diferentes planetas, y distinguir cada mundo según el grado de vida que allí se manifiesta, y según el valor de los seres que los habitan? 

− Sí, los espíritus nos revelaron que había cinco clases entre los mundos habitados o habitables que flotan en el espacio: son 1 ° los mundos rudimentarios o primitivos; 2 ° los mundos expiatorios; 3 ° los mundos regeneradores; 4 ° los mundos felices; 5 ° los mundos celestes o divinos. 

43. ¿Qué entendemos por mundos rudimentarios o primitivos? 
− 

Las estancias de las almas nuevas. La vida allí es simplemente inicial. Son mundos inferiores que las antiguas religiones llamaban Infierno. 


Léon Denis.


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      EL ESPIRITISMO, SEGÚN EL


                  GÉNESIS


El espiritismo, al darnos a conocer el mundo invisible que nos rodea y en medio del cual vivimos sin que lo sospecháramos, así como las leyes que lo rigen, sus relaciones con el mundo visible, la naturaleza y el estado de los seres que habitan en él y, por consiguiente, el destino del hombre después de la muerte, constituye una verdadera revelación en el sentido científico de la palabra.

. Por su naturaleza, la revelación espírita tiene un doble carácter:participa al mismo tiempo de la revelación divina y de la revelación científica.* Participa de la primera, porque su aparición es providencial, y no el resultado de la iniciativa o de un deseo premeditado del hombre; y porque los puntos fundamentales de la doctrina provienen de la enseñanza que han impartido los Espíritus encargados por Dios de ilustrar a los hombres sobre cosas que ellos ignoraban, que no podían aprender por sí mismos, y que les importa conocer, ya que hoy son aptos para comprenderlas. Participa de la segunda, porque esa enseñanza no es privilegio de ningún individuo, sino que es impartida a todos del mismo modo; porque los que la transmiten y los que la reciben no son seres pasivos, dispensados del trabajo de la observación y la investigación; porque no han renunciado al razonamiento y al libre albedrío; porque no se les ha prohibido el examen, sino que, por el contrario, se les ha recomendado; en fin, porque la doctrina no fue dictada completa, ni impuesta a una creencia ciega; porque es deducida, mediante el trabajo del hombre, de la observación de los hechos que los Espíritus colocan delante de sus ojos, así como de las instrucciones que le dan, instrucciones que él estudia, comenta, compara, a fin de que él mismo extraiga las consecuencias y aplicaciones. En suma: lo que caracteriza a la revelación espírita es el hecho de que su origen es divino, la iniciativa es de los Espíritus, y su elaboración es fruto del trabajo del hombre.

EL GENESIS
ALLAN KARDEC


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                  ¿ LA FÉ CURA ?


En el capítulo 14 Los fluidos - ítem 31 - Curas - del libro La Génesis, de Allan Kardec explica que: “La cura se opera por la substitución de una molécula no sana por una sana.”

 

     Podemos clasificar las curas en: curas materiales y curas espirituales. Las curas materiales son proporcionadas por la Medicina, por los remedios: Las espirituales son las que se realizan con la participación de los médiums. En este punto, el tratamiento espiritual no dispensa el tratamiento médico y viceversa.

 

¿Y cuánto a las curas de Jesús? En el capítulo 15 del libro La Génesis, el Codificador del Espiritismo observa: ¿En las curas que operaba Jesús, obraba cómo médium? No.  Pues el médium es un intermediario, un instrumento del cual se  sirven los espíritus desencarnados. Pero el Cristo no tenía necesidad de asistencia, Él era el que asistía y auxiliaba a los demás; obraba, pues, por sí mismo, en vista de su poder personal, tal como lo pueden hacer los encarnados en ciertos casos, y en la medida de sus fuerzas. Por cierto, ¿ cuál sería el Espíritu que osaría insuflarse sus propios pensamientos y encargarse de transmitirlos? Si Él recibiese un influjo extraño, no podría ser sino de Dios; pues Él era el médium de Dios.

 

     El tiempo para la obtención de la cura puede variar dependiendo de cada caso. Hemos de considerar que cada uno de nosotros está sometido a la Ley de Causa y Efecto, por eso, no obtenemos la cura de todos nuestros males, en esta vida. Jesús no los curó a todos.

      

     En el Evangelio Según el Espiritismo hay un mensaje de un Espíritu Protector que nos orienta: “La fe es humana y divina, conforme el hombre aplica sus facultades a la satisfacción de las necesidades terrenas, o de sus aspiraciones celestiales y futuras. El hombre de genio, que se lanza a la realización de algún emprendimiento, triunfa si tiene fe, porque siente en sí que puede y ha de llegar al fin visado, certeza que le faculta inmensa fuerza. el hombre de bien, creyente en su futuro celeste, desea llenar de bellas y nobles acciones su existencia, elevando su fe, en la certeza de la felicidad que lo espera, la fuerza necesaria, y ahí se operan milagros de caridad, de devoción y de abnegación. En fin, con la fe no hay malas pruebas que no se lleguen a vencer.”

 

    El Magnetismo es una de las mayores pruebas del poder de la fe puesta en acción. Es por la fe que se cura y se produce esos fenómenos singulares, calificados otrora de milagros.

 

El Espiritismo que restaura, actualmente, el Cristianismo primitivo, viene orientando y ayudando en las curas espirituales por la desobsesión espiritual. El pase magnético. El agua fluidificada. La reforma íntima sin olvidarnos de la Caridad en las curas por la Terapía del Perdón. Hagamos, pues... Fuentes: La Génesis. ESE.


Mensaje traducido por Isabel Porras - España 

João Cabral - Presidente da ADE-SERGIPE – El: 23.11.2010

 

(Publicado en JORNAL CINFORM de Aracaju en 29.11.2010 con una tirada de 25.000 ejemplares).


                                                           

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