INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- Búsqueda de la felicidad
2.- Biografía resumida de Allan Kardec
3.- El olvido del pasado: Justificación de su necesidad
4.-Causas anteriores de las aflicciones
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BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD
¿Usted se preocupó alguna vez por la felicidad?
¿Ya realizó esfuerzos
para conquistarla?
¿Quién de
nosotros no desea ser feliz? Salvo los casos patológicos, las
personas están siempre en busca de la felicidad, aunque
no se den cuenta de eso.
¿Más, al final, que es la
felicidad?
La felicidad varía de persona
a persona, y en cada momento de nuestra vida, ella puede asumir aspectos
diferentes.
Cuando estamos enfermos,
la recuperación de la salud seria nuestra felicidad. Y por ella realizamos
todos los esfuerzos para conquistarla.
Si estamos sin trabajo,
un empleo constituiría nuestra felicidad por algún
tiempo.
Si somos solteros y
deseamos unirnos a alguien, nuestra felicidad seria encontrar a la persona
adecuada, para compartir nuestro afecto.
No obstante, los que
padecen hambre y frio, encontrarían la felicidad en un abrigo y en
la alimentación que reanima.
En cuanto al goleador, la
explosión de la felicidad es cuando el balón toca el fondo de la red del equipo
contrario.
En fin. La felicidad
tiene tantas caras como deseos tiene cada criatura, variando de acuerdo
con las circunstancias.
Cierta vez, leímos una
historia que nos llevó a reflexionar en lo que consiste la verdadera
felicidad.
Fue narrada por una
moza que se sentía momentáneamente infeliz y, andando por la calle vio a un
hombre empujando una carroza.
Al observar la escena,
pensó: ¡Pobre hombre! Haciendo el trabajo de un animal irracional
¡ Eso es lo
que debe ser la infelicidad!
Pensando en oír de sus
labios lamentos y quejas, se aproximó a él y preguntó:
Usted está muy triste,
¿verdad? Después de hacer un trabajo de esos…
Ella confiesa que el
hombre le hizo cambiar el paisaje intimo, al responder entusiasmado:
¡No señora! Soy una
persona muy feliz. Tengo la suerte de que no necesito de un
animal para empujar mi carroza.
Tengo fuerza, consigo mi
sustento paseando por la ciudad y aun gano saludos de personas bonitas como la
señora.
No soy más feliz, solo
porque no veo a todas las personas del mundo sonriendo…
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Como podemos percibir, la
felicidad consiste en cada uno contentarse con lo que
tiene y hacer de su felicidad la alegría de los otros.
Cuando Jesús afirmó que
la felicidad no es de este mundo, se refirió a la felicidad sin
mezcla, a la felicidad plena.
Todavía, podemos vivir
con alegría, valorando las cosas que tenemos y las conquistas morales que ya
logramos, sin sentirnos tristes por lo que no poseemos y no está a nuestro
alcance.
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Muchos de nosotros
buscamos la felicidad distante de donde ella se encuentra.
A cada momento Dios nos
ofrece mil motivos para nosotros alegrarnos.
La oportunidad de vivir,
de tener una familia, amigos, trabajo…
La naturaleza, el sol, la
lluvia, la noche para el reposo, las oportunidades de aprendizaje de cada
minuto que pasa por nosotros.
Hasta incluso los
obstáculos del camino son motivos de alegría, por enseñarnos a superarlos,
preparándonos para la conquista de la felicidad perenne, que a todos nos
aguarda.
Redacción
de Momento Espirita
BIOGRAFIA
RESUMIDA DE ALLAN KARDEC
“ Hippolite
León Denizard Rivail”
( Nacido el
3 de Octubre de 1804, en Lyón (Francia) y fallecido el 31 de Marzo en
París(Francia).
Fue un
educador e investigador francés que bajo el pseudónimo de Allan Kardec, fue el codificador
del Espiritismo.
Educado en
la Escuela de Pestalozzi en Yverdun (Suiza), se hizo uno de los más eminentes
discípulos de su método de enseñanza. Más tarde se hizo miembro de la Sociedad
Europea Erudita de la época. De 1835 a 1840, impartió en su casa, en la calle
Sevres, cursos gratuitos de Química, Física, Anatomía comparada y Astronomía, entre otros, en una época en la
que pocos tenían la oportunidad de recibir ese nivel de educación.
Fue en 1855, cuando Allan Kardec pasó a
vivenciar experiencias con los espíritus con los que por un periodo de tiempo
mantuvo regulares contactos, adoptando
su pseudónimo, un nombre que tuvo origen
en una encarnación anterior (como sacerdote druida). Apoyado en su formación docente, realizó la tarea misionera de
codificar las enseñanzas obtenidas de los Espíritus Superiores, esto es, de
presentar en libros, metódica, didáctica y lógicamente organizados, comentados
y explicados, los postulados de la Doctrina Espírita.
En los
fenómenos mediúmnicos observados con su método científico, entrevió el
principio y existencia de nuevas leyes naturales: las que rigen las relaciones
entre el mundo visible y el mundo invisible. Reconoció en la acción de este
último, una de las fuerzas de la Naturaleza, cuyo conocimiento habría de lanzar
luz sobre una inmensidad de problemas tenidos hasta entonces por insolubles,
comprendiendo el alcance moral de los principios conformados por esta doctrina,
desde un punto de vista social y religioso.
Fundó en
París, el 1º de abril de 1858, la primera Sociedad espírita regularmente
constituida, bajo la denominación de Sociedad Parisiense de Estudios Espíritas,
cuyo objetivo era el estudio y la contribución para el progreso y divulgación de
la nueva ciencia que él bautizó con el nombre de Espiritismo para diferenciarla
de las demás filosofías espiritualistas de las religiones, de modo que el
Espiritismo es una doctrina filosófica espiritualista, pero sin
embargo, las religiones espiritualistas no son Espiritismo.
Fuente: F.B.E con correcciones y añadidos de José
Luis Martín
Pero si bien hay males cuya primera causa es el hombre en esta vida, hay otros a los que es extraño enteramente, al menos en apariencia, y que parecen herirle como por una fatalidad.
está en la vida actual, debe ser anterior a esta vida, es decir, pertenecer a una existencia
precedente. Por otra parte, no pudiendo Dios castigar por el bien que se ha hecho ni por
el mal que no se ha hecho, si somos castigados, es que hemos hecho mal; si no lo hemos
hecho en esta vida, lo habremos hecho en otra. Esta es una alternativa de la que es imposible evadirse, y en la que la lógica dice de qué parte está la justicia de Dios.
EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO. ALLAN KARDEC.
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