miércoles, 16 de febrero de 2022

La vida de Ultratumba

  INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- El Carnaval

2.- Cuatro tipos de mal

3.- Reunidos en nombre de Jesús

     Una enseñanza de Chico Xavier ( Emmanuel)

4.- La vida de Ultratumba




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CARNAVAL


Y llegó el Carnaval con todos sus ruidos y pasiones primarias, anunciando alegría y felicidad, esa ilusoria felicidad de la embriaguez de los sentidos.
Frente a la miseria que expande su capacidad de destruir a las masas junto a la violencia voluptuosa y destructiva, recordamos la época imperial de Roma, que abrió el circo a la generosidad del tirano que gobernaba anestesiando a los desdichados con el famoso “panis et circensis ”.
La situación actual es peor que eso, porque sólo se ofrece el gran circo, no siempre gratis, sino que se venden sus concesiones.
Embriagadas, las multitudes asumen el descontrol de los sentidos y se lanzan al pavoneo de unos días de locura y placer, para luego volver a la normalidad imposible de mantener.
Y el carnaval, en cierto modo, sigue dominando a quienes prefieren la ilusión que se desvanece rápidamente a la realidad del enfrentamiento para conquistar los valores que realmente dan felicidad.
Algunas ciudades de nuestro país, ante los desafíos y sufrimientos que les acontecen, están transformando los gastos de carnaval de un placer casi general, como se trata de huir a la nada, en pago a empleados que sufren atrasos, a hospitales donde mueren pacientes en los pasillos o en las puertas de entrada, a las escuelas abandonadas, ante el reproche y el descontento de muchos juerguistas que prefieren el sufrimiento de sus hijos y de ellos mismos a la mala educación que les brinda el poder público.
Después de todo, no tenemos nada en contra del Carnaval, esta catarsis periódica, casi con un fin terapéutico.
Pero el desenfreno en que se transformó, de las alegrías y fiestas en bacanales sexuales del más servil nivel, la amplia y casi oficial ingestión y uso de drogas adictivas, al contagio de perversas enfermedades y nuevos tormentos emocionales, derivados de los falsos amores de los días fugaces en el apretón vigoroso de las jornadas de trabajo y del enfrentamiento existencial.
El ser humano debe descubrir el propósito de su existencia, encontrarle un sentido psicológico, razonar sobre la brevedad en que se desarrolla, trabajando para superar los sufrimientos y contratiempos inevitables de cada día.
Depende de usted profundizar en la velocidad con la que pasa el placer y elegir aquellos que producen plenitud y tienen una duración real.
Hay que desarrollar el discernimiento para no dejarse engañar por los llamados quince minutos de protagonismo a los que aspira la mayoría humana, perdiéndose poco después en las frustraciones de los sueños de pesadilla.
El espíritu humano está destinado a la fatalidad del Bien, a la conquista de la armonía, la belleza, la salud y la fraternidad en su sentido más pleno.
DIVALDO P. FRANCO, orador y médium
(Artículo de Divaldo Franco publicado en el diario A Tarde, columna Opinião, el 02/08/2018)

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      CUATRO TIPOS DE MAL



Dado que Dios es el principio de todas las cosas, sabiduría bondad y justicia, nada que de ÉL procede puede ser irracional, malo o injusto. Por consiguiente, el mal que vemos no se ha originado en ÉL”.  Allán Kardec – Génesis, cap. III.

Es una realidad innegable que el mal existe; pero es muy conveniente dilucidar su origen y sus consecuencias a través del análisis que se nos ofrece por medio de la filosofía, la ciencia y la moral. 

Desde el punto de vista de la ciencia sociológica, la distinción entre bien y mal tiene que ver con la ética y los códigos vigentes en las distintas sociedades que conforman la humanidad. La moral social es distinta en los distintos puntos del planeta y ha venido modificándose desde el principio de la Historia en base a la evolución y progreso de las civilizaciones y los distintos pueblos. 

Hoy mismo podemos comprobar que en una misma conducta puede ser ética y moralmente aceptada en un país y reprobable o perseguida en otro. Esto está basado en las costumbres, la tradición social y religiosa y los avances en derechos y libertades sociales que no son iguales en todos los lugares del globo. Pero esto atañe únicamente a la ética social basada en las leyes humanas del derecho, más o menos adelantadas fruto del avance de la inteligencia y el desarrollo moral de las sociedades. Estas leyes determinan el mal o el bien (la conducta ética) basándose en sus particulares códigos de conducta, sin duda imperfectos y susceptibles de mejora al tratarse de leyes humanas. 

Sin embargo, todo cambia cuando en vez de hablar del mal sancionado por las leyes humanas hablamos de las leyes morales que afectan al alma y que tienen su origen en la Ley Natural creada por Dios, esculpida en nuestra propia conciencia y de la que nadie puede escapar. Las leyes morales son eternas e inmutables, la ley humana es imperfecta, falible y relativa.

Estas leyes que rigen las relaciones del hombre con Dios y entre sus semejantes, establecen el código moral superior que afecta a todos los seres humanos. La percepción y sensibilidad a este código es directamente proporcional al desarrollo del sentido moral del individuo, que comienza con el desarrollo de la inteligencia, la madurez psicológica para aceptar las consecuencias de sus propios actos y la aparición de la conciencia ética en el interior de cada cual, que es capaz de guiar y ayudarnos a discernir con claridad el mal del bien. 

Existen cuatro tipos de mal que podemos vislumbrar. El mal físico, el mal moral, el mal independiente de la voluntad del ser humano y el mal derivado de los defectos morales, los excesos, las pasiones y vicios descontrolados. Analicemos cada uno de ellos para comprender mejor su origen, manifestación y consecuencias. 

EL MAL FÍSICO 

Este mal tiene que ver con la merma de la salud, las enfermedades o los accidentes que acontecen al hombre durante su vida física; unas veces por excesos y abusos realizados con nuestro cuerpo, otras por imprudencia, las más por ignorancia del funcionamiento de las leyes físicas y morales que mantienen la salud y el equilibrio de la mente y el cuerpo. 

«Nada en exceso”  Oráculo de Delfos – 600 a.C. 

En muchos casos, la vida licenciosa y sin control de los apetitos más groseros lleva a la enfermedad. En otros, el mal físico proviene de las deudas kármicas y las pruebas que hemos de superar por débitos del pasado. La mayoría de las causas de este mal se encuentran en el interior de nosotros mismos, por lo que es inútil y absurdo culpar a la mala suerte, la vida, Dios o a los otros de aquello que nosotros mismos hemos sembrado. 

EL MAL MORAL 

Es aquel que se sufre en la mente y en el alma, y a menudo es más grave y de mayor importancia que el mal físico, porque este último puede aliviarse con las terapias farmacológicas a nuestro alcance, mientras que el mal moral es más difícil de solventar de forma plena mediante las terapias psicológicas. 

Hay muchos tipos de mal moral: Aquellos que tienen que ver con el remordimiento y la culpa, aquellos otros que se asocian a diversas psicopatologías como las neurosis, las psicosis o las esquizofrenias, y también se produce el mal moral por los reflejos condicionados del inconsciente procedentes de errores cometidos en vidas anteriores que afloran sin causa aparente y perturban la mente, distorsionan la emoción y nos llevan a comportamientos exacerbados, alienantes, violentos o depresivos que acaban con la cordura y la lucidez de las personas que lo sufren. (*) 

En este tipo de mal como en el anterior, la mayoría de las causas que lo producen se encuentran en nuestro propio interior o en las acciones que realizamos contra las leyes divinas en esta vida o en las anteriores y que, por justicia retributiva, llegan hasta nosotros en la misma proporción al daño realizado. 

EL MAL INVOLUNTARIO

Este es el único mal que no depende de nosotros y que tiene cierta justificación ante la Ley de Dios. No obstante, la ignorancia no nos exime totalmente de la culpa cuando atentamos contra nuestro prójimo o nosotros mismos, aunque sea sin intención. Existe una responsabilidad menor pero, si hacemos daño, sin duda deberemos reparar ese agravio proporcionalmente al mal causado y la intención. 

Aquellos que nos inducen al mal, abusando de nuestra ignorancia, son igual o más responsables que nosotros ante la ley y deberán pagar con sufrimiento y dolor por esta responsabilidad, aunque no hayan sido los ejecutores del mal realizado. 

EL MAL DERIVADO DE VICIOS E IMPERFECCIONES 

Este es el más claro de todos los males; nuestras pasiones y vicios desenfrenados originan en nuestro cuerpo físico las secuelas que dan origen al abuso de las energías que mantienen la salud, deteriorándolas y dando lugar a la aparición de múltiples enfermedades orgánicas, infecciones, patologías mentales, de comportamiento, etc. 

Por otro lado, los defectos morales son la lacra interna que arrastramos vida tras vida y que condiciona nuestra mente, nuestra emoción y nuestro comportamiento sin que apenas nos demos cuenta, ya que son hábitos adquiridos por nuestra alma durante siglos que solamente podemos erradicar si somos conscientes de su gravedad y de los males que persistir en ellos nos produce. 

«El mal es el resultado de las imperfecciones del hombre. Si Dios hubiese creado perfecto al hombre, el mal no existiría”. Allán Kardec

 Como podemos comprobar, el mal es cosa del hombre en el uso de su libre albedrío concedido por Dios. Sin embargo, enfocando con pragmatismo la cuestión comprobaremos que solo Dios puede sacar un bien de un mal acontecido previamente, mientras que el hombre precisa de la experiencia y del sufrimiento derivado del mal cometido para levantarse, fortalecerse y no volver a hacer el mal. La gran ley de causa efecto (Karma) es la gran educadora de la vida y la que nos coloca en la posición adecuada para ampliar nuestro discernimiento sobre las leyes de Dios; unas veces a través del dolor (como consecuencia de nuestros errores) y otras a través de la dicha cuando actuamos en el bien, esforzándonos por mejorar moralmente y ayudar a nuestro prójimo. 

De aquí las sabias palabras que afirman que «el progreso del espíritu se logra siempre por el dolor o por el amor”. 

 (*) Capítulo aparte merece el tema de la obsesión, un mal moral y psico-físico que se debe a la imposición de un espíritu malvado con deseos de venganza o daño sobre otra persona.

Cuatro tipos de mal por: Redacción  de  Amor, Paz y Caridad

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     REUNIDOS EN NOMBRE DE JESÚS

"Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" ( San Mateo, 18:20).

Para estar reunidos en nombre de Jesús no basta hallarse juntos físicamente, sino que es preciso estarlo también en lo espiritual, por la comunión de intenciones y pensamientos dirigidos hacia el bien. Entonces sí se encuentra Jesús en medio de la reunión: Él, o los espíritus puros que lo representan. El Espiritismo nos permite comprender de qué manera pueden los espíritus hallarse entre nosotros. Están ahí con su cuerpo fluídico o espiritual, y con la apariencia que nos permitiría reconocerlos si se hicieran visibles. Cuanto más elevados se hallan en la jerarquía espírita, tanto mayor es su poder de irradiación. Así poseen el don de la ubicuidad y pueden encontrarse en varios lugares simultáneamente. Basta, para ello, un rayo de su pensamiento.

El Evangelio según el Espiritismo.
ALLAN KARDEC

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UNA ENSEÑANZA DE CHICO XAVIER

             ( por el Espíritu Emmanuel )

Nuestro querido Chico Xavier nos regala una bella enseñanza. Chico de corazón noble y humilde, nos recomienda no devolver el mal que algunos hermanos nos puedan hacer, sino por el contrario hacerle todo el bien posible. Dicha enseñanza está en perfecta sintonía con las prédicas del amado maestro Jesús, quién nos enseñaba a perdonar las ofensas recibidas y amar a nuestros enemigos, devolviéndole bien por mal.
"Cuando alguien le hiera o le ofenda, no se revuelva. No responda de la misma forma. Si acaso sienta compasión por aquel que precisa humillar, ofender o herir, para sentirse fuerte."- Chico Xavier (Emmanuel)
( Aportado por el Grupo de Estudios Espíritas Juan el Bautista)

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LA VIDA DE ULTRATUMBA

 

Los trabajadores espirituales siempre están asistiendo en los peores momentos de la criatura, pero no siempre las orientaciones  que nos dan tienen resultados exitosos, pero aun así, tampoco son un fracaso, porque el contagio del bien, aunque rápido, siempre deja una agradable huella.

El reposo es una necesidad, en lo referente a las vacaciones en las Casas Espíritas, debemos recordar las palabras del Maestro, cuando afirmaba: “Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo también trabajo”.

La Sociedad Espirita que se mantiene en la realización de los postulados que pública, tiene estructuras que la defienden,  tanto de uno como de otro lado de la vida. Luego cabe a los dirigentes  tomar precauciones, mediante una mayor vigilancia  en tales ocasiones, que impidan la intromisión de perturbadores o enfermos  sin condición para permanecer allí. Prevenirse exageradamente del mal, es dudar de la acción del bien; el temor a actuar correctamente, constituye  ceder el campo a la insania. En estos días , cuando son mayores y más frecuentes los infortunios, los fracasos, los sufrimientos, se debe estar presente en el hogar de la caridad, a fin de poder prestar socorro no hay la menor duda que en los días de carnaval, de fiestas las vibraciones  son más perniciosas, por eso la providencias a ser tomadas  deberán tomarse con más fuerza, valor y energías saludables, para enfrentar las situaciones.

Se cuenta, que un abnegado servidor de la mediumnidad se quejó al dedicado Mentor sobre las luchas  que venia sufriendo, encontrándose casi sin fuerzas para proseguir. Las dificultades lo asediaban en la forma de familiares exigentes, amigos ingratos, conocidos insensibles para con el, fragilidad en la salud, interferencias espirituales negativas. Después de informar los fuertes impedimentos, rogó al Bienhechor que lo orientase en el procedimiento a seguir.

El amigo , a su vez, le narro: “Un ángel ofreció a un pupilo querido, que aprendía a dar el buen ejemplo, y que se encontraba en preparación para venir a la tierra, un paraguas, tiempo después le donó calzado de goma; mas tarde, le ofreció un sombrero y un impermeable sin darle ninguna explicación. De repente, comenzó a llover, torrencialmente  y el candidato a elevación grito: 1Angel bueno, esta lloviendo! ¿Qué hago? El sabio orientador le respondió sin demora: Use el material que le di… ha recibido la luz y el discernimiento del Evangelio, la revelación del espiritismo, el apoyo del Mundo Espiritual, no como premio,  sino como recurso de alto valor  parra los momentos difíciles que siempre llegan, ahora se desata la tempestad. Use los tesoros ocultos que ha guardado y no tema. Enfrente las borrascas que maltratan, pero que pasan.

El medico no ha de temer al contagio del enfermo, porque sabe defenderse; el sabio no recela del ignorante, porque puede orientarlo… Así el espirita, realmente consciente, que no se apoya en mecanismos de disculpa, enfrenta las vibraciones de bajo tenor, armado por el escudo de la caridad y protegido por la inspiración, partiendo hacia el servicio en el lugar  en que sea necesario, donde precisen de el… Así el Espírita consciente, que no se apoya en los mecanismos de disculpa, enfrenta las vibraciones de bajo tenor, armado por el escudo de la caridad y protegido por la inspiración superior que recibe de la oración, partiendo hacia el servicio en el lugar en que sea necesario, donde precisen de el.”

La muerte  del cuerpo no libera al Espíritu de permanecer atado al mismo, es perturbación breve o dilatada, las impresiones que se prolongan, como en el caso de las muertes violentas,  aturden al ser espiritual que oscila entre las dos situaciones vibratorias, la anterior y la actual, sin fijarse en una u otra. Llamado por lo afecto familiares; condensa fluidos que deberían diluirse, sufriendo; por estar en otra faja vibratoria, intentando alejarse de esas cargas aflictivas.

Los familiares siempre desean que los seres amados, se encuentren bien al otro lado, disfruten de felicidad y paz, de lo que no siempre se hacen merecedoras.

La tierra está rodeada por fajas vibratorias concéntricas, desde las más condensadas hasta las más sutiles, distanciadas del movimiento humano en la Corteza.

Compuestas de elementos, son vitalizadas por las sucesivas  ondas mentales de los  habitantes del planeta, que sufren, de alguna forma la condensación perniciosa.  No obstante, son permeables a la fuerza psíquica de  más elevada estructura, que las atraviesa a fin de sintonizar con la constitución menos densa y que son portadoras de más intensa energía.

Por  el resultado del comportamiento  mantenido en el mundo y por algún proceso de sintonía, los desencarnados se imantan  a las que les son afines, gracias al tenor  de valores morales que caracteriza a cada uno.

Las fajas de condensación más fuerte, forman regiones densamente pobladas, donde es fácil encontrar los Núcleos de dolor  y aflicciones más primitivas, en donde los descuidados e irresponsables se detienen.

Esos reductos de penas a cumplir se multiplican en las áreas urbanas, donde los hábitos humanos son más promiscuos y las expresiones morales descienden a los estados primitivos bajo los impulsos  de las pasiones degradantes.

Esas multitudes, que viven  el estado errático inferior, deambulan, desenfrenadas y aturdidas, e integran centenares de millones de seres en transito. Los culpables y los caídos en las trampas de la liviandad, son trasladados por sus padres y verdugos desencarnados hacia lugares desérticos, cavernas y pantanales del planeta, donde los engañan y los maltratan en colonias  especialmente construidas por su maldad, haciéndoles imaginar que se tratan de purgatorios e infiernos, gobernados por verdaderos genios del mal, aunque transitorios, no dándose cuenta que fueron creados para la gloria del bien y del amor…

La vida mental, en esas esferas de intranquilidad y en sus colonias de terror, alcanza inimaginables expresiones  de vileza y primitivismo, donde la crueldad asume proporciones de insania imprevisible.

En muchos de estos sitios se organizan atentados sórdidos contra los hombres y se elaboran actividades cuyo  objetivo es la extinción del bien.

Luchan tenazmente contra los Emisarios de la Luz, a quienes no consiguen vencer jamás y que con inmensa frecuencia, penetran en sus regiones  en tareas libertadoras, demostrándoles con eso la fragilidad de su poder.

Los puestos de socorro cristianos, núcleos de apoyo y centros de ayuda se multiplican en ese campo de guerra,  sostenidos por abnegados agentes del bien  que están siempre dispuestos a la acción de la misericordia, cuando no pueden recurrir a los valores meritorios de los que ahí se detienen.

Debido a las cargas viciadas de los pensamientos vulgares que alimentan tales climas, los obreros de la fraternidad, que ayudan, sufren las condiciones del área de trabajo, pestilente, que asfixian y de las cargas magnéticas violentas que agitan las vibraciones condensadas.

Estos, son verdaderos cirineos que se sacrifican teniendo como objetivo el bien del prójimo, en dilatadas tentativas de merecimiento, bajo la contribución de renuncia personal y de sacrificio. Muchos de ellos poseen sentimientos de nobleza que los mueven al trabajo en otros campos más elevados y pacíficos, aun así prefieren detenerse donde el dolor es más agudo, aunque para ayudar deban sufrirlo…

“Existe, un gran progreso moral que florece en la Humanidad, que debemos tomar en cuenta.  Jamás hubo tanto interés de los hombres, por sus hermanos, con propósitos de ayudarlos a levantarse y marchar con dignidad. Las actividades que tienen por objetivo el ennoblecimiento del ser humano se multiplican. Las minorías raciales reciben respeto; los prejuicios son barridos del planeta; los derechos del ciudadano, aunque todavía vulnerados, son defendidos; la ecología consigue adeptos fervorosos; las clases menos favorecidas que padecen miseria socio-económica, ya no son despreciadas aunque aun no gocen de las consideraciones que todos merecen; los proletarios se hacen oír; se piensa en multiplicar  los órganos de asistencia social a los necesitados de todo orden; las leyes son más benignas y los estudiosos del comportamiento están  reconociendo más enfermedades que maldad en la criatura humana, lo mismo en aquellas que caen en los abismos de los crímenes más  hediondos; la libertad ya sustenta ideales de dignidad entre los pueblos… Son innumerables las conquistas morales de la Humanidad en poco más de ciento cincuenta años, que pronostican adquisiciones aun más relevantes con relación al futuro.

“Lo que ahora observamos, son reminiscencias del pasado de todos nosotros, que permanece reteniéndonos  en la retaguardia de las liviandades, aunque la voz y el magnetismo de Cristo nos estén conduciendo de las sombras hacia la luz, que ya comenzamos a entender y aceptar.

Ayer, estábamos sumergidos en los ríos oscuros de la ilusión, hoy nos encontramos en el margen bendito donde crece el equilibrio y la paz.

“Estas son horas muy importantes de la transición moral de la Tierra y de sus habitantes. Las legiones que se detenían en esas fajas, aun marcada por la barbarie, portadoras de los instintos agresivos que afloran, son conducidas a la reencarnación en masa, obteniendo la oportunidad de seleccionar la libertad o el exilio.

“Tengamos en mente, también que innumerables colonias de amor, en las proximidades de la Tierra, son de construcción reciente, frutos de abnegados apóstoles del bien que en la Corteza, son puntos de ayuda y además, son muchos los hogares que alentados por el mensaje espirita, las tinieblas se alejan bajo las claridades del estudio sistemático del Evangelio en familia, en una perfecta comunión superior de los hombres con los Espíritus Superiores.

 

Trabajo extraído por Merchita  del libro “En las Fronteras de la Locura”, de Divaldo Pereira Franco

 

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