lunes, 14 de febrero de 2022

El Enamoramiento

    INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1.- El Enamoramiento

2.- Luto e Internet

3.- Ante la rigidez de pensamiento

4.- Saber sufrir




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                                   EL ENAMORAMIENTO

( Tomado del libro de Emmanuel, Sexo y Vida )

                         


    << Pregunta - aparte de la simpatía general de semejanza, ¿tiene entre si los espíritus afectos particulares?>> << Respuesta – lo mismo que los hombres; pero el lazo que une a los espíritus es más estrecho, cuando falta el cuerpo por que no esta expuesto a las vicisitudes de las pasiones.>>

 Pregunta No. 291, << Libro de los Espíritus>>

La unión de dos criaturas para el intercambio sexual comienza normalmente por el periodo del enamoramiento que se manifiesta por un suave encantamiento de los individuos.

 Dos personas  descubren la una en la otra , de manera espontánea, motivos de atracción para su entrega reciproca y así comienza el proceso de enamoramiento. Lo anterior se definiría como un dulce misterio si no aceptáramos en él la realidad de la reencarnación, y la ley de causalidad. 

Inteligencias que trazaron entre si la formación de empresas afectivas, criaturas que crearon en tiempos pasados afinidades sexuales, corazones  que fueron cómplices en la delincuencia pasional en otras épocas, o, almas, que inesperadamente se armonizaron, diariamente comparten las emociones, de semejantes encuentros, en todos los lugares de la tierra.

 Una vez creada la simpatía mutua llega el momento del raciocinio. Sin embargo, es muy reducido aún el número de personas que en el planeta tierra, se preocupa por hacer un auto análisis en el tema de la sexualidad. Expertos en el tema, buscando una respuesta solamente dirán que la libido entró en actividad; obviamente nadie discordará, pero en síntesis debemos estar atentos, a la importancia de esos impulsos creativos del sexo, para así garantizar la perpetuidad de la vida en el planeta. Es importante anotar, la influencia ejercida por los espíritus superiores en el camino evolutivo del espíritu. Nos referimos aquí a los compañeros afectivos de las existencias pasadas, o sea a los espíritus que se corporificaron en el hogar, cuya actuación en muchos casos va en acuerdo de los enamorados, llevándolos al casamiento y a los compromisos de la paternidad o la maternidad. 

 La participación en el placer sexual, no los exime de los vínculos Kármicos con que se comprometieron al traer seres a este mundo, en cuya creación recogerán trabajos y sacrificios y obtendrán también una valiosa cosecha en experiencias y enseñanzas para un futuro; así comprenderán que la vida paga en amor a todos aquellos quienes reciben con amor las exigencias para la elaboración de sus objetivos.

Emmanuel, a través de la mediumnidad de Chico Xavier


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LUTO   E  INTERNET

Casi todo lo que hace algunos años era almacenado en el medio físico es ahora archivado en computadoras, sean los emails (subtítulos de las tradicionales cartas), fotos, videos u otros tipos que tal vez  ni existen sin la web. Actualmente es natural poseer una “identidad” en Internet – un perfil en el Twuitter; en el Facebook, en el buz o en el bloc. Un fenómeno intrigante  ha surgido en ese ambiente habitual: el homenaje póstumo, ósea, una manera de reconocimiento y felicitación realizada posteriormente a la muerte de un internauta.

Algunos murales en el mundo de Internet se han convertido en monumentos a los  finados.  Se escriben mensajes de condolencia para la familia. Los comentarios csi siempre son sencillos. Se destaca que para algunos parientes de los fallecidos de la red son muy positivas las manifestaciones de cariño, por tratarse de un lugar  que para “siempre” van a ser extinguidos. Hay quien compara esos avisos  como visitas al cementerio. Creen ser así, muy bueno en el túmulo, un lugar virtual donde el desencarnado ya estuvo y dejó un poco de su esencia.

Surgió un punto curioso: cuando desencarnamos, quien utilizará nuestros datos? ¿Qué nuevos elementos serian esos? ¿Será que nuestra “identidad virtual” permanecerá congelada en un omnipresente sin futuro? Hay quien afirma que existen hoy más de 5 millones de fallecidos en la red social. ¿Qué adviene con el espolio digital después que un internauta desencarna? ¿Será que los datos (perfiles) de ellos, mantenidos en las redes sociales de internet, puede alterar el luto de los parientes?

Para algunos estudiosos, la permanencia en internet de una parte de la identidad virtual de la persona muerta altera un poco la forma  como lidiamos con la muerte. Las funcionalidades de las redes sociales ganan otros significados: un espacio para   mensajes y links se convierte en un espacio de homenajes póstumos y hasta de conversaciones transcendentales.

El luto, sea virtual  o real, puede variar mucho dependiendo de las personas, del tipo de muerte y de la cultura, más que el camino  más común es entender que la persona partió y redefinir  la vida con la ausencia del ente querido. Una de las teorías más consagradas para elucidar la reacción humana durante el luto es la de los “cinco etapas”, desarrollada por la psiquiatra  suiza y  reencarnacionista  Elizabeth Kübler-Ross, en 1969, según Kübler-Ross, hasta superar una perdida, las personas en lutadas àsan por fases sucesivas de negación, rabia, negación, depresión y aceptación. Esa teoría está hasta en la cultura popular. Fue un tema  de un episodio reciente del serial americano Anatomía de Grey y se desempeñó como contenido ilustrativo para demostrar el funcionamiento del nuevo dispositivo de Apple, el IPAD.

Tal vez, en razón de la imponderable vida virtual, los estudios recientes señalizan que hay otras maneras de lidiar con la “partida” de quien amamos. Cerca del 50% de enlutados desenvuelven graves dificultades que afectan a la convivencia social, posiblemente porque el “aceptar perdidas” , especialmente aquellas referentes a los sentimientos es enormemente complejo y trabajoso para tales personas.

¿Si el luto no es esencialmente tan insoportable como se concebía y si la mayor parte de los enlutados consiguen suplantar bien una “perdida” por qué razón algunas personas  no consiguen superar el trauma? Pues el 15% atraviesan años  sobreviviendo como en los primeros y más complicados periodos del luto. Esas personas  no consiguen  retomar la vida. rinden culto al dolor, en una especie de luto crónico, llamado por los psiquiatras de “luto patológico” o “luto complicado”. En las muertes traumáticas, como accidentes, suicidios, asesinato, puede haber una fase de negación más prolongada; la culpa  y la rebeldía pueden aparecer con más intensidad.

Transportando el sentimiento para la familia, el luto puede provocar crisis domésticas, pues exige la tarea de renuncia, de excluir e incluir nuevos papeles en la escena familiar. Se percibe entonces que ahí existe una confusión, pues esa crisis  puede estancar el desenvolvimiento de los parientes, factor que puede definir el proceso de un luto crónico colectivo.

Sigmund Freud, en  “luto y Melancolía”, nos remite a ponderaciones razonables sobre el desencadenar patológico de la “perdida” afectiva por la desencarnación. Entre otras tesis, el padre  de la psicoanalista asegura que el luto es la respuesta emocional benéfica, adecuada para el hecho de la “perdida”, ya que  hay necesidad  de reconocer el enlutado la muerte como evento, como realidad que se presenta y que y que, naturalmente, suscita constreñimiento. El luto  nos coloca ante del hecho, nos ofrece condiciones de obtener dentro de nosotros mismos ese impulso frente al que nos origina ansiedad; el es, consecuentemente, una manera desorganización psíquica.

Freud afianza que en la melancolía el enlutado se identifica con el muerto y, al deparar con esa “perdida”, la persona entiende que parte de ella  también está yendo; hay una identificación  patológica con el “fallecido”. Vemos entonces que en el luto  melancólico hay lo que Freud llama de estado psicótico, en el que el ego no soporta esa ruptura  y adolece gravemente.

Para nosotros espiritas, la muerte tiene otro significado, sobre todo para los que aquí permanecen. Tenemos conciencia de la inmortalidad, de la vida más allá del túmulo. Allan Kardec nos remite a Jesús y como con el Maestro Rabí certificamos que el fenómeno de la muerte es totalmente diferente. “En el túmulo de Jesús  no hay señal de cenizas humanas.  Ni pedrerías, ni mármoles lujosos con frases que indiquen allí la presencia de alguien.

Cuando los apóstoles visitaron el sepulcro, en la gloriosa mañana de la Resurrección, no había ahí ni luto ni tristeza. Allá encontraron un mensajero del reino espiritual que les afirmo: no está aquí.  Los siglos se desvanecen y el “túmulo [de Jesús] continua abierto y vacio, hace más de dos mis años” 

Siguiendo, pues, con Cristo, a través de la lucha de cada día, jamás encontraremos la angustia del luto por causa de la muerte de la persona amada, y si la vida incesante.

 

Jorge Hessen

                                                  

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   ANTE LA RIGIDEZ DEL PENSAMIENTO

                             


     
Decir que todos los espíritas hemos de no beber, no fumar, no hacer posturas “deshonrosas” en la cama, etc., es crear un código moral de lo externo, volviendo a lo de “limpiáis el plato por fuera pero no por dentro”.

 "La libertad interior consciente, es lo que todas las filosofías del último siglo proponen, si el espiritualismo no es sensible a esa evolución en el pensamiento, se quedará amarrada a prehistóricas ideas morales que huelen a incienso y letanía." 

Puede parecer exagerado lo que he dicho arriba, pero un pensamiento moral rígido lleva a normalizar otros pensamientos morales rígidos. 

Mucha gente se acerca al espiritismo con mucha angustia existencial, y muchos están necesitados de psicólogo, no de religión solamente; y cuando han saciado su sed mística, lo amparan todo a ella, obviando la necesidad y realidad del mundo circundante, y desdeñando la ciencia médica o psicológica, como gente materialista equivocada en sus postulados. Y así se ahogan en un fanatismo incipiente, que es escudo y acicate a un mismo tiempo del impulso vital que les guía. 

Una comprensión sana del espiritismo, incluye (por ejemplo), el conocimiento de trabajos tan interesantes y necesarios como los del doctor Brian Weiss, que da un sentido cabal evolucionista al proceso de reencarnación, que un espírita con las nociones vertidas en sus obras base, puede comprender maravillosamente bien, extrayendo todo el jugo que ellas poseen, y desechando a un lado las ideas espurias, pues estamos en un mundo de construcción, donde llegar a la verdad final sería morir, no tener nada más que construir, y la naturaleza está en continua mudanza. 

La apertura mental, facilita la apertura de corazón, no hay más verdad que nuestras acciones, pero éstas vienen comandadas por nuestras ideas previas. Cuanto más flexibles seamos, más tolerantes nos volveremos, y por tanto más respetuosos con quienes no piensen como nosotros, y a la vez seremos más respetuosos con lo que nosotros creemos.

 (Reflexión de un psicólogo espírita – J.G.L.) Publicado originalmente en la web de la Asociación Espírita José Grosso (Córdoba – España)

( Art. tomado de Zona Espírita )

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                                                     SABER SUFRIR   


   Dios y la conciencia son las únicas verdades que existen; lo demás es fantasía e ilusión, que desaparece y cambia al débil impulso de un suspiro. Todo al vuelo, dice Campoamor en una de sus bellísimas obras, y tiene razón: se debe amar y sentir, pero superficialmente; estamos de paso; el término del viaje es Dios, y nos falta una inmensidad para llegar. Si consiguiéramos pasar al vuelo, habríamos adelantado mucho en nuestro progreso, pero siempre procuramos lo contrario, y como forzosamente, tenemos que ir despojándonos de todos los defectos terrestres, de aquí el dolor que por todas partes nos rodea.

   Amando a Dios sobre todas las cosas, se ama a sus criaturas y se cumple como el primer mandamiento del decálogo; y para amar a Dios es necesario que todo el corto tiempo que estamos aquí, presenciemos toda clase de infortunios para poder desear con más vehemencia el término del viaje. Hoy, no solo estoy conforme con los renglones que sirven de epígrafe a estas líneas, sino que voy más allá; creo que la existencia es una gran tempestad constante que termina cuando se efectúa la transformación por el fenómeno de la muerte. Si alguna luz brota entre tanta oscuridad, es la que irradia de una conciencia pura, en la que además somos extranjeros; nuestra vida es más allá de la tumba: aquí es nuestro martirio, nuestro purgatorio y nuestro infierno.

   ¡ Saber sufrir !....¡ Este es el secreto !, ¡ y qué difícil es aprender la ciencia del dolor !.

  Hay muchos que ríen por dentro, y por fuera vierten lágrimas que engañan al más experto en el arte del disimulo; pero hay muy pocos que lloran con el alma y sonríen en el rostro; mientras que la tempestad se mantiene relativamente en calma, aún nos sentimos capaces de dominar situaciones más o menos difíciles; pero cuando la ingratitud y la envidia arrancan, con la crueldad que le ess propia, hasta la última de nuestras más caras afecciones, cuando nos deja frente a frente con el desengaño, entonces es muy difícil sentir, llorar o no llegar a la desesperación. Todo lo hemos merecido, y por este camino llegaremos a la completa tranquilidad; pero antes  es menester que la conciencia nos diga que Dios es justo y justos sus juícios, pues si esto no está grabado en nuestro Ser, es imposible la resignación.

  El estudio de la ciencias en la Naturaleza, facilita de un modo admirable la transformación; por el estudio vemos que todo es armónico en la parte moral, y de ahí podemos deducir que en el mundo moral sucederá lo mismo. Vemos también que no hay efecto sin causa, y por lo tanto nuestros infortunios de hoy deben tener por causa faltas cometidas anteriormente; solo de esta manera podremos sufrir sin llegar al límite de la desesperación, pues sabemos que pagamos deudas  contraídas que forzosamente debemos solventar.

 Cuando el dolor nos ahogue, debemos consolarnos pensando que es el único paso para la alegría. Llorando hacemos nuestra entrada en el mundo; y el último acto de vitalidad es una lágrima que escapa furtiva de nuestras mejillas.

  ¡ Feliz mil veces aquel que al regresar a su verdadera patria se encuentra puro porque supo sufrir !.

      - Ana María -  

( Art. tomado de la Rev. Fraternidad Cristiana Espírita núm. 48 )


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