miércoles, 9 de febrero de 2022

La crisis cultural

   INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- La pereza

2.- El por qué de la esquizofrenia

3.- A vueltas con el aborto

4.- La crisis cultural



                                                           *************************




                                                        LA PEREZA

 La pereza es el orín que mancilla nuestra alma; la ociosidad es la madre de todos los vicios y la pereza es la madre de la pobreza.

  Lo más doloroso es que en la raza humana se ve siempre el instinto de la indolencia, desde la acción más grande a la más pequeña, y aunque hay honrosísimas excepciones, pues hay hombres que trabajan más de lo que permiten sus fuerzas, dicen que esparcir iddeas sobre el mundo es deber de los hombres, como es deber de las nubes esparcir lluvias sobre las simientes, estas almas generosas componen únicamente una pequeña fracción de la humanidad, y nosotros hablamos de la totalidad de los hombres que viven rutinariamente entregados al torpe placer de no hacer nada.

  Nosotros no llamamos trabajo precisamente a las tareas ordinarias de la vida, porque éstas son por necesidad por lo que se emprenden. El pobre tiene que trabajar porque si no trabaja no come; de manera que no es ningún sacrificio que cumpla con su obligación.

  El industrial si no inventa, si no perfecciona los mecanismos y procedimientos conocidos, si no hace trabajar su imaginación, su capital será riqueza muerta, y por interés propio, por ese egoísmo personal y natural, pone a juego toda la inventiva que se alberga en su cerebro y trabaja con ahínco contemplando la prosperidad; y en todas las clases sociales cada cual se afana por sí mismo, cada hombre, a semejanza de la araña, teje la tela de su vida terrestre, pero tiene una gran pereza para comenzar la urdidumbre de su vida espiritual, y sobre este vicio fatalísimo haremos algunas consideraciones.

  Que los pobres no se ocupen de los grandes problemas de la vida del espíritu, no es extraño, porque la generalidad viven como bestias de carga : Trabajan, comen y duermen; y como los jornales son tan pequeños y las necesidades tan grandes, tienen que aumentar las horas de trabajo y tienen que convertirse en máquinas, quedándoles apenas el tiempo indispensable para de noche conciliar el sueño; por consiguiente, el obrero vive sin vivir, porque no llamemos vida a su azarosa existencia; pero las clases acomodadas, las que tienen horas sobradas para matar el tiempo, como dicen los españoles, esas si que son verdaderamente perezosas: siguen la rutina de la vida sin tomarse el trabajo de analizar los hechos en los que toman parte, y cuanta compasión nos inspiran esas almas que duermen en el enervamiento, que dicen con profundo fastidio cuando se les pregunta en qué pasan el tiempo: ¿ En qué hemos de pasarlo ?, ¡ en nada !.

  ¡ En nada, gran Dios !.... ¡ en nada !.... ¡ cuando hay tanto en que pensar y tantas cosas que hacer!...

  El hombre mismo es un problema, y un ser de mediana inteligencia tiene en sí mismo un volumen cuyas páginas nunca concluirá de leer. Somos un geroglífico dificilísimo de adivinar y los más grandes filósofos no han encontrado aún la solución al por qué de nuestros vicios y de nuestras virtudes; porque cuanto han dicho las religiones no puede llevar al convencimiento a ningún profundo pensador, y nuestro cerebro tiene que trabajar buscando la causa de tantas anomalías.

  ¡ Y aún hay hombres que se aburren porque no tienen nada en qué pensar !....  

  La pereza, sin duda, es la primera caída del hombre, es el pecado bíblico del que nos hablan las escrituras en distinto sentido, pero racionalmente considerado, es en realidad la culpa primera, porque la humanidad ha tenido siempre pereza de pensar, y por eso su adelanto ha sido tan lento.

  ¡ Cuanto odiamos la pereza y cuanto sufrimos cuando observamos las tendencias de la generalidad de los seres que se reducen a vivir al vuelo, a salir del día de hoy sin ocuparse del mañana , porque si se ocupan es del mañana material, si tendrán una gran fortuna, si podrán hacerse ricos de esta o de otra manera. ¡ Todo para aquí y nada para allá ! y para la vida del espíritu es para lo que nosotros quisiéramos que se despertara el interés y la tención general, que no hubiese pereza para ocuparse de la cuestión más trascendental de la vida.

  ¿Qué es una existencia?. ¿Qué son los afanes de una encarnación?, ¡ si en menos de un segundo todos los tesoros acumulados los dejamos junto a la corruptible envoltura !. Y él, el ser que piensa, el alma que medita, el espíritu que vive siempre, el que se salva del naufragio, del incendio, de los terremotos, de las pestes, que es más fuerte que todos los elementos porque domina las destrucciones; ese rey de los mundos, ese hijo de Dios, se encuentra en un espacio más pobre que el último mendigo del universo; y esta pobreza es la que nosotros quisiéramos evitar, porque la mendicidad del alma es de fatalísimas consecuencias. ¡ Ay de los espíritus que hacen bancarrota cuando juegan en la bolsa de la eternidad !.... Por nosotros mismos conocemos los resultados. ¡ Cuán horrible es la ruina del espíritu perezoso !, vuelve a la Tierra, ¿ y a qué viene?...

¡ A vivir muriendo !,     

 ¡ A ver la felicidad en los brazos de los otros !,   

¡ A desear verse  querido y de todos se verá despreciado !,   

 ¡ A querer formar el nido de la familia y a no encontrar un árbol que le preste sus ramas para hacerlo !,    

 ¡ A buscar el calor de otra alma y sentir un frío glacial aunque habite en zona tórrida!...    

  ¡ A vivir como las hojas secas, porque para los espíritus perezosos siempre es otoño!...

¿ Hay vida más triste?, ¡ No !, y pensar que nosotros hemos ido levantando la fábrica de nuestro infortunio con nuestra indiferencia, con nuestro abandono, ocupándonos del presente sin acordarnos del mañana, pensando únicamente en nuestro cuerpo sin importarnos un bledo el adelanto o el estacionamiento del espíritu. ¡ Ah!. ¡ qué fatal resultado hemos obtenido !.

¡ Y cuesta tan poco trabajar en nuestro perfeccionamiento !.....

¡ El ser bueno es tan sencillo !.... No se necesita tener talento ni grandes estudios para hacerse sabio, ni enormes sacrificios de ninguna especie para elevar nuestros espíritus a la contemplación de la Naturaleza, a la admiración por todo lo creado; y como consecuencia inmediata, despertar en nosotros el amor a Dios, y amando a Dios se ama a los pequeñitos.

Se socorre a los necesitados.  

Se compadece a los delincuentes.      

 Se aconseja a los atribulados.                                                                                                 

Se aconseja a los afligidos.                                                                                                       

Se vive, en fin, tomando parte activa de las penas y alegrías de los demás, y el espíritu adquiere dulzura, sentimiento y un amor purísimo que es su único patrimonio; y trabajando para todos, trabaja para sí mismo. Es más útil cultivar nuestra viña que arar en terreno baldío, como le sucede al perezoso, que no trabajando más que lo estrictamente necesario para su comodidad del momento, no atesora ni un real para mañana, y se encuentra al dejar la Tierra sumergido en la indigencia más horrible.

¡ Huyamos!, ¡ huyamos de la pereza que es el padrón de infamia de la humanidad!.

¡ Ganemos los siglos perdidos, que ya es tiempo que comencemos a progresar !

- Amalia Domingo Soler-

                                            *************************





 EL POR QUÉ DE LA 

  ESQUIZOFRENIA

Desde el punto vista espiritual, se han llegado a plantear diversas hipótesis, algunas incluso expuestas por espíritus en comunicaciones mediúmnicas, que no garantizan la certeza de sus afirmaciones. No obstante, podrían ser aceptadas si hubieran sido expuestas por Allan Kardec entre la cantidad de cuestiones que él plantéo y las respuestas que recibió. Pero esto no ocurrió. En su época este transtorno psíquico no tuvo mayor trascendencia.

Sin embargo, vamos a ver que opinó en el año 2003 la Dra. en Psicología y Médium argentina Helen Kenshi López, colaboradora con seudónimo, en revistas y periódicos espíritas, y a la cual tuve el placer de conocer en Buenos Aires
.

ESQUIZOFRENIA:
"Varios estudios realizados por especialistas en el campo de la psiquiatría, han demostrado que, pese a que no existe (o más bien no se ha hallado aún), un componente físico, es decir: una lesión cerebral en los pacientes que presentan esquizofrenia, si que muestran varios síntomas como denominador común que la engloban en la categoría de "enfermedad mental", tales como: alucinaciones (observar cómo se desprenden insectos de las tomas de corriente), depresión, sensación persistente de que alguien o algo los persigue con finalidades malignas, o el esuchar voces interiores que inducen a actos determinados, o a ideas obsesivas. Dichos indicios pueden remitir a partir de la correcta prescripción de fármacos adecuados a la patología subyacente. Es importante nombrar, que en ocasiones tiene una base genética, pudiéndose dar el caso de varios individuos de una misma familia.
Ahora bien: DESDE UNA PERSPECTIVA ESPIRITUAL, podríamos deducir que los sujetos afectados por este trastorno de la personalidad, son mucho más sensibles a la influencias del Bajo Astral.
Por naturaleza, el ser humano preserva su mente de estas vibraciones negativas con un mecanismo de defensa del que estos indivudos carecen; por lo cual, pueden verse mucho más expuestos a esas voces que les hablan y que los incitan a comportarse de modos extraños y compulsivos.
Sea como fuere, aquello que se remarca como un hecho, es que la esquizofrenia en sí misma y en cualquiera de su tipología y grado, es el resultado claro y directo de una disfunción que requiere de tratamiento médico". HELEN K. LÓPEZ. 
---------------------------.
Sin embargo, en mi opinión, y en la de otros espíritas mejor capacitados, la esquizofrenia, en algunos casos, podría confundirse con mediumnidades incipientes mal desarrolladas. a.b.b.

- Trabajo aportado por Mercy Ingaro-

                                                    ********************************


             
A VUELTAS CON EL ABORTO

                                  

                 

                 Aborto:¿ Vamos adelante o hacia atrás ?       

Seguimos a vueltas con el tema del aborto. Parece ser que conseguir cada vez unas más amplias cuotas de plazos que permitan aumentar el número de abortos practicados, es un logro social y necesario, aunque el verdadero logro humano, social y necesario, será cuando le consiga abolir por completo esta macabra práctica.

Quisiera ser capaz de analizar esto con mente objetiva y racional, partiendo de un conocimiento espiritual que me dio el Espiritismo, y que adopté en mi vida por ser una ciencia y una filosofía lógica que me aclara racionalmente temas importantes o transcendentes respecto al por qué y al para qué de la vida, qué sentido tiene, quienes somos, de donde venimos o a donde vamos.

Al aborto, la sociedad materialista y atea, lo ha permitido o presentado como algo permisible de llevar a cabo, cuando los métodos anticonceptivos no se aplicaron a tiempo, o cuando estos fallaron; le han querido dar un aire de normalidad como a cualquier método anticonceptivo. La idea es la de que lo que se aborta, no es un ser humano, sino una especie de tumor que aparece inoportunamente en el seno de la mujer, y que si se le destruye, y se libera a la mujer de él, solo es un trozo de carne que  ni siente ni padece. Y a esto, se le da un plazo legal para llevarlo a cabo, lo que demuestra que  los legisladores del aborto saben que no es una cosa cualquiera lo que se extirpa; a ningún tumor o grano extirpable se le da un plazo legal para su extirpación.  

 Por otra parte el exacto cumplimiento de estos plazos es  muy fácil de burlar, de modo que se establece que hasta los tres meses y medio de embarazo, la mujer puede abortar libremente, y a partir de ahí, ya no se puede. Aquí llegamos a estar o no en manos de un médico o de una clínica abortista, pues ellos, amparándose en su ciencia, pueden determinar a su antojo el número de semanas que lleva existiendo ese feto o ese embrión.

Yo me pregunto: Aunque esto de los plazos se pudiese cumplir con exactitud, ¿ Supone el hecho de reconocer que lo que el primer día de plazo, pasados esos tres meses y medio, si lo abortamos, matamos a un ser humano, y por tanto es un crimen, pero que sin embargo, el  día anterior a poder contabilizar los tres meses y medio, aún se podía matar porque esto que a partir de hoy ya es reconocido como humano, ayer no lo era todavía?; ¿ Donde está la diferencia que otorga al no nacido el derecho  de ser o no ser reconocido como humano de un día para otro ?; ¿ ayer era una cosa de carne que se podía extraer y matar sin prejuicios, y  hoy ya no porque es un crimen?; ¿ en donde está la diferencia?;¿ cómo se puede admitir que un niño que "viene de camino "  y que va a nacer,  alguien ajeno al mismo, como lo es su propia madre, lo condene a muerte, queriendo creer que lo que se quita de encima es apenas un grano o un tumor?. Si así fuese ,  que esto fuese solo una excrecencia de su cuerpo,  sería  lógico en efecto,  que la mujer  tenga absoluta libertad para decidir  si se lo quita o no, pero un embrión o un feto, esencialmente es un ser humano con vida propia, aunque esta dependa de la vida de su madre, y desde luego  nada tiene que ver con  un grano ni con un tumor.

Creo que el problema reside precisamente en el concepto materialista de la vida al considerar que el ser humano es solamente la materia de su cuerpo, esa materia carnal que podemos considerar como la de cualquier otro animal, destinada a la putrefacción o a las cenizas de un crematorio tras  su muerte. Si fuésemos solo esto, ¡ qué poca cosa seríamos!. Sin embargo, demostrado está por la psiquiatría, la psicología, la parapsicología, el espiritismo y por la ciencia en general,- aunque en este caso, ciencia ignorada o silenciada por los poderes fácticos hedonistas- , que estos atributos que poseemos los humanos, como son los sentimientos, la voluntad, la capacidad de amar, de sentir la belleza, el arte, o de desarrollar la ciencia, no son secreciones de nuestra materia animal ni del cerebro,  sino que son atributos del alma que anima a esa materia y que es independiente de ella, tal y como ya está largamente demostrado, aunque- como digo- ignorado a propósito.

Por tanto  consideremos por un momento que hasta ahora, nos hemos considerado seres humanos, pensando solamente en el cuerpo humano que tenemos, en el cuerpo mortal. Por otra parte en el seno de las religiones se ha plasmado a las gentes religiosas, la idea de que somos seres humanos porque somos un cuerpo que tenemos un alma o espíritu.

Pero si  cambiamos ese concepto por el de que realmente somos almas o espíritus, que no procedemos o acompañamos a un cuerpo, sino que lo tenemos temporalmente, para evolucionar en la Tierra. revistiendo con  él una personalidad humana, la perspectiva de lo que es o no es un ser humano, o cuando empieza o no empieza a serlo, cambia por completo.

   La lógica nos dice que en cuanto al cuerpo físico  se pueden establecer  diferencias que por  su  grado de desarrollo puedan delimitar  la línea de separación entre lo que todavía no es, y lo que a partir de cierto momento ya es, aunque  la idea siga repugnando a la razón lógica, pero ahora, bajo esta nueva perspectiva  de que somos un espíritu o alma con un cuerpo, y no al revés, como digo más arriba  la cosa cambia por completo, porque, ¿ a partir de que momento el embrión o el feto, está ligado a un espíritu o alma  con el que va a emprender su aventura humana?.

   Esta es la clave de la cuestión, pues aun  admitiendo la existencia  del alma, cabría preguntar, que a partir de que momento esta unión de ambas realidades que conforman al ser humano, es un hecho.

  Al considerar la preexistencia del alma o espíritu, debemos comprender que todo nacimiento es un ser que viene al mundo con una misión a cumplir, o necesitado de algo para proseguir su normal evolución; pues bien, si cuando el proceso está en marcha se le corta la posibilidad de nacer mediante un aborto, se le está interrumpiendo o impidiendo la posibilidad de llevar a cabo su misión o la motivación que le trae al mundo.

  Aunque al Espiritismo, se le haya  echado tanta basura encima, sobre todo por parte de las propias religiones que no lo han visto como un aliado, sino como un enemigo competidor, este  se apoya en tres pilares: el de la ciencia de observación del fenómeno mediúmnico y parapsicológico, del que nació  la filosofía codificada por Kardec a partir de las informaciones obtenidas  desde el plano espiritual por Seres Espirituales que se comunican a través del citado fenómeno mediúmnico, y que ellos mismos se identifican como Espíritus, y  de ahí, el fruto y consecuencia  final de esta ciencia y de esta filosofía: la moral. Una moral plenamente coincidente con la de los Evangelios cristianos,  a los que confirma,  aclara y amplía en profundidad, en sus  aspectos y enseñanzas éticas, que cuando se adoptan  en el transcurrir de la vida humana, ayudan a mejorar al ser humano, desarrollando y haciendo evolucionar su  esencia o parte espiritual, lo cual  constituye el verdadero sentido de la vida.

   Y  estos comunicados mediúmnicos codificados por Kardec , nos señalan, entre otros muchísimos temas, que el embrión y el feto, ya tienen un Ser espiritual asignado y unido a ellos, y son los que facultan  su desarrollo hasta el momento de nacer, en cuyo momento se integran totalmente a la materia que les va a acompañar como cuerpo durante toda su vida humana. Por tanto, si se suprime este feto o este embrión, independientemente de la semana de desarrollo físico en que se encuentre, estamos suprimiendo una vida humana, estamos impidiendo que se lleve a cabo un proyecto de vida  que ya esta en marcha, estamos cortando el proceso evolutivo de un Ser espiritual como nosotros, que no ha sido creado por nosotros, y que tiene exactamente el mismo derecho que nosotros a estar aquí, en este mundo.

Creo que es muy importante divulgar este  conocimiento espiritual a nivel popular, porque la realidad actual es la de que se está cometiendo en todo el mundo el mayor genocidio de la historia, y cada actor interviniente en este tema, tiene su grado de responsabilidad y tendrá que afrontar  en el futuro el fruto de lo que ahora tan inconscientemente se está sembrando.

Los hombres y mujeres que hoy en día abogan por suprimir tan  irresponsable y alegremente estas vidas humanas no nacidas,  también bajo el pretexto de malformaciones congénitas detectadas en el feto, con lo cual  justifican su eliminación,  (  parece que vamos a un mundo de cuerpos físicos perfectos y el que no lo sea no tendrá derecho a nacer ni a vivir.

Los que no ven al feto como un ser humano en sí mismo, independiente de la madre, ignoran que  después de que a ellos les llegue su propia muerte, ( que siempre se ve tan remota y lejana, como si eso solo sucediera a los demás pero a ellos no), seguirán viviendo como espíritus desencarnados, y tendrán que volver a renacer de nuevo bajo la tutela de la Ley de Causa y Efecto, por la cual se cosecha obligadamente lo que antes se sembró voluntariamente. Por tanto no será de extrañar que esa cosecha sea  la de ser ellos mismos abortados, o tal vez  la de volver a  nacer  como niños sanos y perfectos, para  morir  después de cualquier forma dolorosa al poco de nacer, de modo  que experimenten en si mismos lo que es una vida humana cortada desde su comienzo, como las que ellos mismos cortaron en su pasado.  

Por favor, no cometamos más errores. Divulguemos estos conceptos e impidamos en la medida que nos sea posible, que esta matanza de inocentes continúe.

Que cada uno en la parcela de  su  responsabilidad individual, digamos siempre de corazón:  ¡ Sí a la Vida ¡.

Jose Luis Martín

                                          *************************************





                           La crisis cultural 

Para construir la sociedad futura, para fijar la ley definitiva es preciso, antes que nada, conocer la ley del progreso y de justicia y tomarla por guía, puesto que si no conformamos nuestras obras a la ley eterna que rige a las cosas, no haremos más que una obra efímera construida sobre la arena que se caerá irremediablemente.

Así como decía Giuseppe Mazzini, el gran demócrata de su patria, Italia, se puede manifestar de todos los partidos políticos: "Veo en torno de mí un estado de disolución e individualismo en que se desemboca, forzosamente, por la ausencia de un pensamiento religioso, de una concepción elevada; y veo en esa ausencia la causa y explicación de todos los fenómenos que nos entristecen" (Cartas íntimas).

Para poner un freno a las pasiones violentas, a las ambiciones desmedidas, a todos los bajos instintos que traban el progreso social, no es preciso apelar a la inteligencia y a la razón, sino, fundamentalmente, hablar al corazón del hombre, enseñarle a reconocer la finalidad real de la vida, sus resultados, sus consecuencias, sus responsabilidades, sus sanciones. Mientras el hombre ignore el alcance de sus actos y su repercusión sobre su destino, no habrá mejoría duradera en el estado de la humanidad. El problema social es, por sobre todo, un problema moral, hemos dicho. El hombre será desgraciado mientras fuere malo. El pueblo es, con todo, y a pesar de su ignorancia y sus falencias espirituales, accesible a las verdades consoladoras.

El sufre, se extravía y a veces se exaspera, pero vibra cuando recibe un llamado a su sentimiento generoso. Su educación está por ser hecha, por entero, desde el punto de vista psíquico. El materialismo boya en él en su superficie. ¡Hay un trabajo inmenso a ser emprendido en estas áreas completamente incultas!

Edgar Quinet pensaba correctamente cuando escribía: "¿Cómo no se advierte que el problema religioso abarca el problema político y económico y toda la solución de este último no tiene más que el valor de una hipótesis hasta tanto no se resuelva el primero?        " [ ... ] Pero en nuestro tiempo y en nuestra Francia (y en todo el mundo) la fe religiosa no tiene la suficiente intensidad para servir de base a una transformación social o a una reorganización económica. Las enseñanzas nebulosas de las Iglesias sobre las condiciones de la vida futura de ultratumba, su dogmatismo estrecho, sus amenazas pueriles relativas a los castigos imaginarios, todo eso terminó por sembrar -hasta incluso entre sus fieles- el escepticismo y la indiferencia.

Mas ahora la Revelación de los Espíritus viene a encender una potente luz sobre las condiciones de vida en el Mas Allá y el destino de los seres. Por ella, la ley de las reparaciones se impone a todos, no bajo la forma de un infierno ridículo, sino a través de existencias terrenas que podemos observar y constatar en torno de nosotros; existencias de trabajos, de sufrimientos, de pruebas en medio de las cuales los seres rescatan su pasado culposo y conquistan un futuro mejor. Así la sanción se muestra precisa. Cada uno de nuestros actos recae sobre nosotros y su conjunto constituye la trama de nuestro destino. La justicia y la solidaridad en ella encuentran su plena y entera aplicación. Nos sentimos ligados a nuestros semejantes en la medida de los sacrificios que, por ellos, estamos destinados a reencontrarnos y a reunirnos para seguir a través de etapas numerosas en las condiciones sociales más variadas hacia el curso de nuestra ascensión, hacia una finalidad grandiosa y común.


Leon Denis 

                                             **********************************








No hay comentarios: