lunes, 11 de mayo de 2015

Riesgo al acceder por hipnosis a vidas anteriores




                                            INSPIRADO EN LEÓN DENIS

 La mayor parte de los hombres no tienen conciencia de sus defectos. Se ignoran a sí mismos y acumulan faltas sobre faltas, sin darse siquiera cuenta. Bajo este punto de vista, las indicaciones de los guías son muy útiles para conducirse el hombre, para dominarse y frenar los fogosos arranques de su naturaleza.

Por la práctica del espiritismo y las  instrucciones de los Espíritus elevados el hombre puede adquirir la ciencia preciosa de la vida, el dominio de las emociones y de las sensaciones, la facultad de gobernarse y de imponerse a los sordos impulsos del propio ser.

El nuevo Espiritualismo ha logrado ya la unión de adeptos de todos los rangos y de todos los países; algún día unirá a todas las religiones y a todas las sociedades humanas.

Poco a poco, el círculo de la vida colectiva se ha ensanchado. Se han constituido agrupamientos y han surgido conflictos. Las guerras se han sucedido. A través de luchas perpetuas, luchas de razas, de religiones, de ideas, es como  se prosigue la marcha dolorosa y se despierta la conciencia de la humanidad.

A despecho de las pasiones y de los odios, las barreras se rebajan entre los pueblos; las relaciones se multiplican haciéndose más fáciles; se cambian ideas, las civilizaciones se compenetran  y se fecundan. La noción de la humanidad se edifica, se habla, se sueña en la paz, en la lengua, en las religiones universales.

El nuevo espiritualismo, apoyado en la ciencia, nos trae esta concepción, esta revelación en la cual se fusionan y reviven, bajo formas más sencillas y más elevadas, las grandes concepciones del pasado, las enseñanzas de los Mesías enviados por el cielo a la tierra. Y el será un nuevo elemento de vida  y de regeneración para todas las religiones del globo.

El Espiritismo facilitará la unidad religiosa y moral. La solidaridad que une a los vivos  de la tierra con los del cielo, se extenderá poco a poco por toda la tierra y todos comulgaran en una misma creencia, en un mismo ideal realizado.

El hombre aprenderá a desprenderse de las cosas materiales y a remontar más alto sus aspiraciones.

Todos subirán, a través de la pruebas y de las lagrimas, desde las regiones oscuras hasta la luz divina. La senda de la misericordia y del perdón está siempre abierta para los culpables.

La revelación de los espíritus disipa las tinieblas del odio, las incertidumbres y los errores que rodean al hombre ¡Ella hace brillar sobre el mundo el gran sol de la bondad, de la concordia, de la verdad!

El Espiritismo, practicado con prudencia  y conocimiento además de ser un manantial de enseñanza, es también un medio de impulsión moral. Las advertencias, los consejos de los espíritus, sus descripciones de la vida del más allá, influyen en los pensamientos y en los actos del hombre. Van modificando su carácter y su modo de vivir.

El Espiritismo es una doctrina que ha venido a restablecer el equilibrio y la armonía entre estas dos fuerzas, a unirlas y a imprimirles un impulso común hacia el bien. El Espiritismo es la religión científica del porvenir. El hombre, libre de los dogmas que violentan y de las inhabilidades que oprimen, recobra su independencia y el uso de sus facultades. Examina juzga libremente y solo acepta lo que le parece bueno.

Sigamos adelante, el camino  que nos ofrece la Doctrina Espirita es alentador, no nos detengamos, la vida continua, y es necesario aplicar todos los conocimientos en nuestras vidas, si queremos recoger buenos frutos.

Extraido por Merchita del libro de León Denis “En lo Invisible”

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¿ Existen riesgos al acceder bajo hipnosis a vidas anteriores?

Es de señalar que esta técnica no es nada nueva, pues se sabe que las regresiones a vidas pasadas ya eran practicadas por los egipcios hace unos tres mil años.
La hipnosis supone un estado especial de la mente, generalmente inducido por otra persona y con el consentimiento previo del sujeto hipnotizado. Por este procedimiento pueden aflorar a la mente consciente del sujeto que se somete a hipnosis, recuerdos del pasado que estaban ocultos en el subconsciente, o también se le pueden dar órdenes o sugerencias en este estado, que cumple siempre y cuando no son radicalmente opuestas a sus principios éticos y morales.
Es de señalar que , en el proceso siempre interviene en mayor o menor medida el consentimiento, la voluntad o la sugestión positiva del sujeto a hipnotizar, por lo que sin este requisito imprescindible no se puede llevar a cabo la consecución del trance hipnótico; por esto se explica el que hay personas mucho mas sugestionables o sensibles para la inducción hipnótica que otras.
Cuando se accede bajo hipnosis a los recuerdos vividos de existencias anteriores bajo trance hipnótico, se suele recordar y reconocer muchas veces a personas con las que también nos relacionamos afectivamente en la vida actual, que nos acompañaron en aquella pasada existencia, protagonizando distintos papeles de relación interpersonal, a los actuales.
En muchos casos este recuerdo “forzado” no es conveniente llevarlo a cabo solo por curiosidad, pues es algo que podría traumatizar psíquicamente a la persona, y por tanto podría ser un obstáculo serio para su evolución espiritual en esta vida. Pongamos como ejemplo , la persona que por curiosidad simplemente, accede al recuerdo de alguna vida o vidas anteriores, y en ellas reconoce algún amigo o familiar actual, que en aquella ocasión fue un encarnizado enemigo con el que hubo una relación de odio o de temor intensa; este recuerdo haría probablemente renacer esos sentimientos de temor o de odio, y entonces los lazos de una positiva relación actual se verían seriamente amenazados al despertar aquella vieja enemistad. Sin embargo si ambos vuelven juntos a esta vida en otra nueva interrelación, y han olvidado a nivel de consciencia un oscuro pasado juntos, es precisamente para no volver a reincidir en aquella relación negativa, y poder equilibrar la balanza de la Justicia mediante el establecimiento de unos nuevos lazos positivos de amistad, fraternidad o Amor. Esto de paso explica el por qué del olvido del pasado a nivel consciente.
Por otra parte, si el hipnotizador no es un científico experimentado (psiquiatra o psicólogo), que la lleve a cabo solamente como recurso extremo para curar determinadas fobias de un paciente, el resultado del experimento puede ser peligroso debido a que el sujeto hipnotizado no sea capaz de salir por si solo de la sugestión hipnótica o porque el hipnotizador sea incapaz de dirigir y controlar el proceso por los cauces debidos debido a una inexperiencia muchas veces no reconocida
Sin métodos hipnóticos para una regresión, lo que si que podemos intuir aproximadamente ,es la clase de persona que fuimos, en función de cómo somos ahora, con nuestras tendencias, inquietudes, gustos, habilidades, manías, defectos y virtudes.
Otro indicativo del pasado que nos señala la amistad o enemistad que se tuvo con otras personas, son las buenas relaciones y simpatías innatas y espontáneas que se dan en el presente, o bien la falta de armonía o las antipatías sin razones justificadas. Esto es debido a que, si los problemas que pudieron haber entre dos personas quedaron resueltos en el pasado, en un encuentro presente no existe motivo alguno para que puedan seguir existiendo antipatías innatas, pero cuando alguna cosa negativa quedó pendiente en el pasado, en un encuentro presente se despiertan inconscientemente esas antipatías u odios irracionales que no tienen un aparente motivo.

- Jose Luis Martín-

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¿Qué significan los conceptos de raza o religión?. Si se enseñara la creencia en la reencarnación, ¡qué tolerantes nos volveríamos¡ ; desaparecería el racismo porque ¿Cómo podríamos despreciar a negros, magrebies, orientales u otros, si lo hemos podido ser nosotros en el pasado o lo podemos ser en el futuro?.
  • Maguy Lebrun –

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             COMUNICADO DEL MÁS ALLÁ

    Escrito 24/04/2015


    Fijaos bien lo increíble que es que personas que no se conocían y no tenían nada que ver se han encontrado para trabajar por el mundo y por las almas.
    Fijaos qué conexión tan bonita, os habéis encontrado en un punto de la vida en el que estabais preparados para volveros a ver, siempre fue así y así seguirá.
    Es gratificante ver un trabajo bien hecho y cómo día a día vais acercándoos a los brazos de Dios Padre, de una forma natural.
    La fe nos acerca al Padre, pero también nos acerca a nosotros mismos para poder desarrollar todo nuestro potencial como personas y de una forma espiritual.
    Lleváis agua a los sedientos, lleváis pan a los hambrientos, porque tienen el alimento pero no saben que está ahí y que de ellos depende su subsistencia.
    La alegría es importante, es una aptitud y es poderosa.
    Animar al mundo a ser mejor aunque en el camino os encontréis con piedras, que solo son obstáculos y puentes que hay que cruzar.
    Con la fe lo tienes todo y nada te ha de faltar.
    La vida es actitud, es afirmación en vuestros pensamientos y actos.
    No hay barco que zarpe y no tenga rumbo.
    Vosotros y cada uno de todos los espíritas que existen en el mundo sois el gran faro en la oscuridad del orgullo del ser humano.
    La luz está prendida porque la verdad existe y la gente quiere saber y escuchar.
    La siembra está hecha y los frutos se recogerán.
    Gracias a todos.
    Gracias por vuestros pensamientos y acciones.
    Gracias.

    Mensaje recibido por s")

    Trabajo procedente del Boletín "Nueva Esperanza, edit. por el Grupo de Gandía

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    EL PROBLEMA DE LA  EXISTENCIA DEL 

    MAL Y GABRIEL DELANNE 

    Si el espiritismo ha conquistado millones de adeptos en el mundo entero, no es solamente porque da a la humanidad la demostración científica de la existencia del alma y de su inmortalidad, sino también porque aporta soluciones lógicas a todos los enigmas que las religiones y las filosofías no han podido resolver hasta ahora. (…)   
    Sin embargo, no podemos dejar de aceptar –en honor a la verdad- que esa demostración científica del alma y de su inmortalidad, por parte del Espiritismo,  no ha cuajado en absoluto en el contexto cultural humano. Posiblemente no se ha tenido en cuenta esa demostración por estar propuesta por “los espiritistas” como sinónimo de gente poco seria y fantasiosa. A pesar de ello, un día u otro –ojalá más pronto que tarde- la ciencia más vanguardista deberá reconocer esa realidad, porque en sus atrevidas investigaciones se encontrarán inevitablemente con el periespíritu, como parte más “material” del espíritu; y, de ahí hasta el alma, ya sólo hay algunos pasos más.   
    ¿Y qué pregunta más angustiosa que la de la existencia del Mal? ¿Cómo puede dejarlo subsistir un ser todopoderoso, si sólo de su voluntad depende que desaparezca? ¿Por qué los bienes naturales, salud, fuerza, inteligencia, parecen distribuidos al azar, lo mismo que la fortuna y los honores, cuando lo más frecuente es que sean patrimonio de los menos dignos? ¿Por qué esas calamidades que devastan de pronto un país, hundiendo en el dolor a millones de seres inocentes? Si interrogáis a las religiones, sólo os responderán invocando el principio de la libre decisión de la divinidad, que puede, a su antojo, hacer barro de elección o de impureza. Salta a la vista la arbitrariedad de esta doctrina. So pena de una monstruosa parcialidad, un padre justo y bueno no puede predestinar a unos a la abyección, mientras otros no tendrán que hacer más que vivir para llegar a la felicidad suprema.   
    Ciertamente es muy desorientador, además de imposible, el intentar conciliar la idea de una divinidad justa, sabía y todopoderosa, con el reparto de la “suerte” entre la población terráquea.    
    Si se interroga al Espiritismo, éste sí que tiene respuestas convincentes a nivel general, basadas en:   La doctrina de las vidas múltiples nos deja entrever parte de la solución del problema. Si se vuelve muchas veces a la tierra, esta serie de reencarnaciones nos colocará sucesivamente en todas las posiciones posibles, y la real desigualdad que para una sola vida existe, se compensa cuando se piensa en la multiplicidad de condiciones físicas, morales, intelectuales y sociales, que, alternativamente, se han ocupado aquí abajo. Lo que tendría de arbitrario, desaparece, si todos los seres inteligentes sufren pruebas semejantes, quedando así satisfecho el sentimiento de justicia que cada uno lleva en sí grabado. 
    Lo que no puede, lo que no debe hacer nunca el Espiritismo es proporcionar una opinión detallada a las situaciones concretas que se dan en nuestro planeta. Una cosa es enunciar unas leyes de aplicación general y otra, muy distinta, el intentar dar respuesta a situaciones particulares. No se puede “jugar a adivino”; la mayor parte de las veces no se dispone de la información suficiente como para poder explicar el porqué de determinadas problemáticas. Contentémonos -que ya es mucho- en comprender los planteamientos generales; y el más general es que de cualquier situación que vivamos siempre nos será posible extraer un provecho, por dura que pueda ser esa situación.  

     4.- El progreso.   
    El mal ya no es entonces más una fatalidad ineludible y desgraciada de la que no podríamos librarnos; parece como un acicate, como una necesidad destinada a impulsar al hombre en la vía del progreso. El progreso no es una utopía. La existencia del hombre en la época cuaternaria, errando a través de las selvas o yaciendo en las cavernas, no es comparable a la del más miserable de nuestros campesinos. A medida que conocemos mejor el mecanismo de la naturaleza, podemos utilizar las ciencias para mejorar nuestra situación física; (…)   
    El mal toma así otro aspecto a nuestros ojos; el mal, o sea el dolor (físico o moral), la dificultad, la contrariedad,… viene a convertirse en el verdadero motor de nuestro progreso, hasta que éste pueda ser conducido exclusivamente por la voluntad.   La civilización proporciona al hombre una seguridad que sus precursores no conocían; (…). Desde el punto de vista moral, los progresos han sido más lentos; todavía es cruel la lucha por la existencia, sobre todo en las ciudades, pero, ¿quién osaría comparar el proletariado actual con la esclavitud antigua? Si las guerras no parecen llevar trazas de extinguirse, han perdido parte de su horror primitivo. (…)   
    Ojalá fuera del todo así. Las guerras siguen siendo una lacra de la sociedad, siguen siendo una expresión de la raíz de todos los vicios y de muchos de los conflictos humanos: el egoísmo.   
    Después del horror de la carnicería, los heridos son recogidos y atendidos, y el furor homicida se extingue cuando la bestia humana reposa. En vez de rematarlos, se cura a los heridos. El sentimiento de solidaridad se afirma con la multiplicación de los hospitales, con 
    las pensiones a la vejez, con el auxilio concedido a los inválidos, igual que con las asociaciones que garantizan a sus miembros contra los riesgos de enfermedad y paro.   
    Se presiente el principio de un nuevo estado de cosas; si es todavía rudimentario y en muchos aspectos, defectuoso, nada impide creer que cada día adquirirá mayor impulso. La evolución hacia lo mejor aparece como consecuencia de la elevación intelectual de la masa social, que la instrucción, liberalmente distribuida, comienza a despertar del letargo en el que durante tantos siglos yaciera para exclusivo provecho de sus explotadores. Ya no se espera la dicha de una intervención sobrenatural. Se comprende que ella será resultado del esfuerzo colectivo de todos. Hay que dejar a los aficionados a las paradojas fáciles la negación del progreso; éste es la ley espiritual que rige el universo.   
    Seguramente habrá un nuevo estado de cosas; ¿cuándo? Una respuesta fácil sería: cuando Dios quiera. A pesar de que en el fondo es así, no podemos dejar de pensar que las leyes divinas se aplican de forma automática y que los Espíritus superiores son los ejecutores de esas leyes. Por lo tanto, sin duda alguna, cuando ese estamento espiritual superior lo crea oportuno se dará un impulso al progreso espiritual en detrimento, si es necesario, del siempre pujante progreso material.    
    Somos creadores de un determinismo ulterior, consecuencia de nuestras pasadas acciones, aun poseyendo la posibilidad de modificar nuestras existencias futuras en el sentido más favorable, según el grado de libertad moral e intelectual en relación con el punto de la evolución que hayamos alcanzado.   
    “Determinismo ulterior”: esa es la clave del problema. Determinismo que es la suma de esas consecuencias de acciones pasadas y, ciertamente, de nuestras necesidades de aprendizaje. Es importante este concepto básico en Espiritismo -bien señalado aquí por Delanne- sobre esa posibilidad permanente de modificar nuestro futuro a través de dignificar lo más posible nuestro presente.   

    5.- Consecuencias morales.   
    Las vidas sucesivas tienen por objeto el desarrollo de la inteligencia, del carácter, de las facultades, de los buenos instintos y la supresión de los malos.   
    Siendo la evolución continua y perpetua la creación, en el curso de sus existencias cada uno de nosotros es en todo momento lo que él ha hecho de sí mismo. En efecto, cada uno de nosotros, lleva consigo una sanción inevitable que no puede ejercerse inmediatamente, pero que, tarde o temprano, tendrá una repercusión segura en las vidas futuras.   
    “Evolución continua”, ¡qué gran y formidable verdad!; por lo tanto, siempre habrá conocimientos por conquistar, aprendizajes por realizar.   
    Las desigualdades morales e intelectuales no son, por lo tanto, el resultado de arbitrarias decisiones de la divinidad, ni la justicia se ve ofendida.   
    Partiendo todos del mismo punto para acabar en la misma meta, que es el perfeccionamiento de nuestro ser, pasando por todas las situaciones terrestres, existe, en realidad, una perfecta igualdad entre todos los individuos, compensándose las diferencias en el curso de múltiples vidas.    
    Esta comunidad de origen nos demuestra claramente que la fraternidad no es una vana palabra. En todos los grados de evolución, nos sentimos unidos los unos a los otros, de modo que no existe ninguna diferencia radical entre todos los pueblos, a despecho del color de su piel y de su estado de adelanto. La evolución no es solamente individual; es colectiva. Reencarnándose por grupo cada nación, existe una responsabilidad colectiva como existe una individual; de esto se deduce que cualquiera que sea nuestra posición en la sociedad, tenemos interés en mejorarla, ya que, en realidad, con ello preparamos nuestra suerte futura.   
    La fraternidad, conduciéndonos cada vez más a comprender que esencialmente todos somos iguales, acabará por erradicar, inapelablemente, la lacra del racismo.    
    Por consiguiente, el egoísmo es a la vez un vicio y un mal cálculo, puesto que el mejoramiento general no puede resultar más que del progreso individual de cada uno de los miembros que constituyen la sociedad: (…)   
    La palingenesia es, pues, una doctrina esencialmente renovadora y un factor de energía, puesto que estimula en nosotros la voluntad, sin la cual no podría realizarse ningún progreso individual.   
    La solidaridad se impone a nosotros como una condición esencial del progreso social; (…)   

    -5-   El mal, por consiguiente, no es una necesidad fatal impuesta a la humanidad; puede y debe salvarse, ya que es, pura y simplemente, el resultado de nuestra ignorancia de las leyes físicas y morales que rigen el mundo.   
    Y, a medida que aprendemos, ese mal, esa ignorancia de las leyes que remarca Delanne, se irá diluyendo ante el empuje continuo de la comprensión y de la inteligencia; inteligencia que nos enseña que es bueno para nosotros el comportarnos cada vez más honorablemente.   En resumen, la teoría de las vidas sucesivas satisface todas las aspiraciones de nuestras almas, que exigen una explicación lógica del problema del destino. Se concilia perfectamente con la idea de una providencia, a la vez justa y buena, que jamás castiga nuestras faltas con eternos suplicios, sino que nos deja a cada instante el poder de reparar nuestros errores al elevarnos lentamente, por nuestro propio esfuerzo, franqueando los peldaños de esta escala de Jacob, cuyos primeros escalones se hunden en la animalidad, mientras los más altos se levantan hasta la espiritualidad perfecta.    
    Excelente conclusión de este capítulo final de su obra; realmente la teoría reencarnacionista -prácticamente comprobada por la ciencia psicológica- es la única que concilia a la Providencia divina con las situaciones difíciles de los mundos inferiores. Dios no nos desampara jamás; Dios no comete arbitrariedades; Dios nos da las oportunidades necesarias, las reencarnaciones que nos hagan falta, para aprender y progresar por nosotros mismos.   

    Digamos con Maeterlinck:   
    Reconozcamos, de paso, que es muy lamentable que los argumentos de los teósofos y de los neo-espiritistas no sean perentorios; puesto que no ha habido creencia más bella, más justa, más pura, más moral, más fecunda, más consoladora y, hasta cierto punto, más verosímil, que la suya. Es la única, con su doctrina de las expiaciones y de las purificaciones sucesivas, que da cuenta de todas las desigualdades sociales, de todas las abominables injusticias del destino. Pero la calidad de una creencia no demuestra su verdad. Aunque sea la religión de quinientos millones de hombres, la que más se acerca a los misteriosos orígenes, la única que no es odiosa y la menos absurda de todas, será preciso que haga lo que las otras no hicieron, aportarnos irrecusables testimonios, pues los que hasta hoy nos ha dado, sólo son la sombra de un principio de prueba. -(no sabemos a qué obra de Maeterlinck pertenece este párrafo mencionado por Delanne)-.   
    Creo haber aportado las pruebas que Maeterlinck pide. Poseemos actualmente una demostración positiva que nos permite comprender, no sólo la supervivencia del principio pensante, sino también su inmortalidad, ya que durante millones de años hemos evolucionado en esta tierra que abandonaremos el día en que nada tengamos que aprender en ella.   

    Así termina esta acertada exposición del ingeniero y excelente investigador espiritista Gabriel Delanne. Ojalá que las obras de este autor pudieran ser consultadas con facilidad por los estudiosos del Espiritismo. Aunque siempre haya sido un autor minoritario, merece remarcarse su monumental obra “Investigaciones sobre la mediumnidad”, donde traza una gran revista a todo tipo de fenómenos anímicos y mediúmnicos.   
    También hay que destacar que en este 2015 se cumplen 158 años de su nacimiento; prácticamente nació al mismo tiempo que Kardec publicara “El Libro de los Espíritus”. Es importante resaltar la amistad entre Kardec y el padre de Delanne.   
    Sirva este recorrido por parte de una de sus obras como homenaje a este tenaz continuador de la faceta científica de Allan Kardec.

    DAVID SANTAMARÍA 

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