PROGRESO Y CIVILIZACIÓN
El progreso es una condición de la humana naturaleza, nadie tiene poder para oponérsele. Es una fuerza viva que las malas leyes pueden retrasar, pero no ahogar.
El hombre no puede permanecer para siempre en la ignorancia, porque debe llegar a la meta que la Providencia le señala. El ser se va ilustrando por la fuerza misma de las circunstancias. Las resoluciones morales como las sociales, se filtran de forma paulatina en las ideas, germinan durante siglos y después estallan de súbito y hacen que se desplomen el carcomido edificio del pasado, que ya no armoniza con las nuevas necesidades y las nuevas aspiraciones.
El hombre en esto solo ve la confusión y el desorden momentáneos que lesionan intereses materiales. Pero el que eleva el pensamiento por encima de su propia persona admira los designios de la Providencia que del mal hace surgir el bien.
Todo es armonía en la Creación, todo revela una previsión que no se desmiente ni en las cosas pequeñas ni en las grandes.
Nuestro planeta, así como todo lo que existe, está sujeto a la ley del progreso. Progresa físicamente por la transformación de los elementos que lo componen y moralmente, por la depuración de los Espíritus encarnados y desencarnados que la pueblan.
Este doble progreso se verifica de dos formas el uno, lento gradual e insensible; el otro, caracterizado por cambios más bruscos, marca con caracteres ostensibles los periodos progresivos de la Humanidad.
Las leyes de Dios son eternas e inmutables y su voluntad es eterna y constante y su pensamiento anima a todas las cosas sin intermisión. El pensamiento Divino, lo penetra todo, es la fuerza inteligente y permanente que mantiene el universo en Armenia. Si este pensamiento dejase de actuar un solo instante, el Cosmos podría compararse a un reloj sin péndulo regulador.
La humanidad en los últimos días a progresado, gracias a su inteligencia, han obtenido resultados jamás alcanzados en lo que respecta a la ciencia, el arte y el bienestar general; pero le queda aun por realizar un inmenso progreso; hacer reinar entre si la caridad, la fraternidad y la solidaridad para asegurar el bienestar moral.
El periodo en el que va a entrar la Humanidad señalará una de las más importantes fases de la humanidad, serán los tiempos señalados por Dios.
No se tratará en esta ocasión de un cambio parcial, de una renovación circunscripta a una nación a un pueblo, a una raza; se trata de un movimiento que se opera en beneficio del progreso moral. Se establecerán un nuevo orden de cosas, y los mismos que a ello se oponen con más empeño, coadyuvan a el sin saberlo.
La generación futura, libre de escorias del viejo mundo y formada por elementos más puros, está animada por ideas y sentimientos muy diferentes de los que nutren a la generación actual, que se va a pasos agigantados.
Cuanto más avanzamos más sentimos lo que nos falta, sin poder, no obstante, definirlo claramente; es el efecto del trabajo intimo que se opera para la regeneración; se tiene deseos y aspiraciones que son como el presentimiento de un estado mejor.
“Pero un cambio tan radical, como el que se está elaborando no se puede llevar a cabo sin perturbaciones; hay una lucha inevitable en las ideas. Ese conflicto origina forzosamente perturbaciones temporales, hasta que el terreno haya sido desbrazado y el equilibrio restablecido.
Los graves acontecimientos anunciados surgirán de esa lucha de ideas y de ningún modo de cataclismos o catástrofes puramente materiales. Los cataclismos generales eran consecuencia del estado de formación de la Tierra.
La civilización será completada cuando haya desterrado de su sociedad los vicios que la deshonran, y cuando vivan juntos como hermanos, practicando la caridad cristiana. En la actualidad aun seguimos siendo pueblos instruidos que solo recorrieron la primera fase de la civilización. (Libro de los Espíritus 793)
Un pueblo civilizado se caracteriza por sus vahitos intelectuales y morales más que materiales. Donde la inteligencia puede desarrollarse con mayor libertad. Done haya más bondad y buena fe, más benevolencia y generosidad reciprocas. Donde los prejuicios de casta y de nacimiento estén menos arraigados pues son ellos incompatibles con el verdadero amor al prójimo. Donde las leyes no consagren privilegio alguno y sean las mismas para el último como para el primero de los hombres. Donde la justicia sea ejercida sin ninguna parcialidad. Donde el débil encuentre siempre el apoyo del fuerte, y la vida del hombre, sus creencias y opiniones sean respetadas mejor. Donde, por último, haya, menos desdichados y todo hombre de buena voluntad esté siempre seguro de no carecer de lo necesario.(Libro de los Espíritus 793)
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Durante una regresión
hipnótica, a veces aparecen dolores o molestias físicas,¿ A qué
se debe esto?
Este
curioso fenómeno, se debe generalmente a que el Periespíritu,
funciona a modo de Cliché o negativo fotográfico de nuestros
cuerpos físicos, almacenando en sí mismo las vivencias, emociones y
traumas físicos y psíquicos que sufrimos en cada existencia. A su
vez, el cuerpo físico con respecto al Periespíritu, funciona como
un drenaje por el que el Cuerpo Espiritual, elimina, refleja y
expulsa fuera de sí, aquello que le molesta o le hace sufrir,
cumpliendo así una necesidad para continuar el proceso de su
evolución.Esto le supone al cuerpo físico una función trascendente
y muy importante que es imprescindible al Periespíritu en sus
primeras fases evolutivas.
A veces las vivencias experimentadas tan fuertes, que
el sujeto con el que se experimenta esta terapia, las revive con una
notable intensidad emotiva, experimentando los pensamientos y hechos
de una pasada personalidad, e incluso hasta, a veces, llegan a
percibir olores, sensaciones, sonidos y visiones desde una
identidad extraña que se manifiesta durante el estado hipnótico
pero con la que se siente identificado durante su estado de
trance.
- Jose Luis Martín-
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“Estos fenómenos
comprenden un cambio de conciencia y en la memoria, una
susceptibilidad incrementada a la sugestión y la aparición de
respuestas e ideas que no son familiares al sujeto de la experiencia
en su estado psíquico habitual.”
- British
Medical Associatión (1.955)-
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Intervención de la memoria
Los espíritus que en la vida física atienden sus deberes con exactitud, retornan pacíficamente a los dominios de la memoria, tan pronto como abandonan el cuerpo físico, re entran en comunión con los lazos nobles y dignos que les esperan en la Vida Superior, para lograr la continuidad del servicio de perfeccionamiento y de sublimación que les corresponde
La mente es como un lago, si las aguas están tranquilas y límpidas, la luz del firmamento se puede retratar en el con toda seguridad. Pero, si las aguas están revueltas, las imágenes se pierden al quebrarse en las ondas móviles, especialmente cuando el lodo acumulado en el fondo sube a la superficie.
La muerte para las conciencias intranquilas, no constituye liberación, porque pierden el vehiculo fisiológico, pero continúan sujetos al poste invisible de sus culpas. Y la culpa es siempre una nube de sombra que eclipsa nuestra vista.
Cada corazón edifica el infierno en que se aprisiona, de acuerdo con sus propias obras. .
Estamos lejos de conocer el poder creador y aglutinante encerrado en el pensamiento puro y simple, en razón de eso debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para liberarnos de todas las expresiones perturbadoras de la vida intima. Todo lo que nos esclavice a la ignorancia y a la miseria, a la holgazanería y al egoísmo, a la crueldad y al crimen, que fortalecen las tinieblas contra la luz, el infierno contra el Cielo.
En un segundo las palabras y las imágenes pueden ser irradiadas y captadas, simultáneamente, después de haber atravesado inmensas distancias en el espacio, en fracción infinitesimal de tiempo. Imaginemos ahora el pensamiento, fuerza viva y actuante, cuya velocidad supera a la de la luz. Emitido por nosotros, regresa inevitablemente a nosotros mismos, compeliéndonos a vivir, de manera espontánea, en su onda de formas creadoras, que naturalmente se nos fijan en el espíritu, cuando son nutridas por el combustible de nuestro deseo o de nuestra atención. De ahí la necesidad imperiosa de que nos situemos en los ideales más nobles y en los propósitos más puros de la vida, porque las energías atraen energías de la misma naturaleza, y cuando nos estacionamos en el vicio o en las sombra, las fuerzas mentales que exteriorizamos , retoman nuestro espíritu, reanimadas e intensificadas por los elementos que con ellas se armonizan, engrosando, de esa forma, las gradas de la prisión en que nos detenemos irreflexiblemente, convirtiéndonos el alma en un mundo cerrado por las sugestiones de aquellos que se ajustan con nosotros en nuestro modo de ser , nos imponen reiteradas alucinaciones, vinculándonos, de modo temporal los sentidos sutiles.
En la muerte, la criatura desencarnada, moviéndose en un círculo más plástico e influenciable, puede permanecer largo tiempo bajo el cautiverio de sus creaciones menos constructivas, deteniéndose en largos periodos de sufrimiento y de ilusión, unido a aquellos que viven sus engaños y pesadillas.
Trabajo realizado por Merchita, extraído del libro Acción o Reacción de Francisco Cándido Xavier
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Mis impresiones sobre la oración
“La forma no es dada, el pensamiento lo es todo. Ore cada cual conforme a sus convicciones y del modo que más le conmueva, pues un buen pensamiento tiene más valor que muchas palabras de las que el corazón está ausente”
Este párrafo nos lo indican los espíritus en “El Evangelio según el Espiritismo”, escrito por Allan Kardec. Con este breve texto deseo exponeros mis reflexiones acerca de la oración.
Hace poco más de un año que sigo las clases del Evangelio en el centro espírita “Entre el Cielo y la Tierra”. Ahí es donde empiezo a escuchar: “¿quién quiere hacer la oración?” Al principio mis señales de alerta se despertaron: ¿será como en la Iglesia?, ¿por qué agachan todos la cabeza?, pero más tarde lo hicieron otras preguntas, ¿qué digo si no me sale nada? (¡hay ese ego!) y ¿si digo alguna tontería? (¡ese orgullo!) y entonces pienso: ¡yo sólo sé el Padre Nuestro! Mientras, hablas con algunos compañeros: el sentimiento es todo, no hace falta agachar la cabeza, lo primero que te salga…
Escucho las oraciones y descubro un mundo completamente desconocido para mí. Observo el interés de la gente por los seres no encarnados, por ayudarlos a evolucionar y a descubro que cada una de las personas que conforman el grupo se sienten más identificadas hacia algo en concreto, y que al hacerlo grupal y compartido, descubres más situaciones de las que has vivido-vives y que habías pasado por alto: “ Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (San Mateo, 18:20). Lees en el Evangelio los Capítulos XXVII y XXVIII pero claro con una sola lectura no basta, sigues haciéndote preguntas y sigues sin lanzarte.
Mientras tanto comienzo a descubrir el mundo espírita a través de la lectura y uno de los libros que llegan a mis manos es “Los Mensajeros” de Cándido Xavier por el espíritu André Luiz. En el capítulo 24 “La oración de Ismalia” y en el 25 “Efectos de la Oración”; además de algunas oraciones más sencillas y la del final, hicieron terminar de sentir en mi razón y en mi corazón el alcance de la oración y por tanto sus beneficios. Al principio leí esas oraciones que aparecen en el libro, las volví a releer pero esta vez sintiendo las palabras y la emoción que notas es muy bella y entonces recuerdas algo que leíste en el Evangelio “Cada palabra debe tener su sentido, suscitar una idea, tocar una fibra íntima. En suma: Debe hacernos reflexionar. Sólo si cumple esa condición puede la plegaria alcanzar su objetivo; de lo contrario, no es otra cosa que ruido… Ved con qué aspecto distraído y cuanta volubilidad se dicen casi siempre. Vemos, sí, moverse los labios, pero en la expresión de la fisonomía, en el sonido mismo de la voz, advertimos que se trata de un acto maquinal, puramente exterior, al que el alma permanece indiferente”. Es decir una oración no sentida es una oración con palabras vacías sin alma.
Hay veces que aunque sepas lo importante que son las cosas, aunque lo leas y lo estudies, si no pasas a la acción, se queda en nada y tienen que suceder cosas para que tú y tu pensamiento se unifiquen y pasen a la acción. En mi caso fueron dos, os contaré una de ellas:
Tengo una amiga que operaron hace 2 meses, fui a visitarla al hospital al cabo de un par de días ya que aún no había salido y seguía mal. Se había hecho una radiografía y ¡oh sorpresa! descubren que en su interior se dejaron olvidadas unas pinzas. Cuando se lo dijeron estábamos su madre, ella y yo a solas, la cara de miedo que puso lo dijo todo. Al poco tiempo la habitación estaba llena de sus familiares más cercanos y claro todo era enfado y miedo; ella acostada en la cama sin decir nada pero el ambiente cada vez más cargado de pensamientos que no la venían nada bien. Me senté a su lado y me puse a rezar con fuerza, con sentimiento y determinación; hubo un momento que parecía que estábamos a solas las dos, después de ese momento ella me apretó la mano y comenzó a dar ánimos a los allí presentes. (Por favor cuando vayamos a ver a algún enfermo de la situación que sea que tu pensamiento sea una sonrisa.)
Haciendo los deberes que nos manda el profe de hacer resúmenes del libro “El Cielo y el Infierno” por Allan Kardec, también descubres la importancia de la oración, los espíritus no paran de decirte que ores. Seres olvidados, confundidos, vuelven por el poder de la oración a ver y sentir que hay algo mejor, comienza a producirse el cambio en ellos y a querer enmendarse y limpiar su alma herida.
Para mí ya se ha hecho cotidiano, me levanto y realizo una breve oración, en momentos de tensión parar, respirar y orar aunque sea un minuto te da el impulso de ponerte de nuevo de pie si te has caído. La oración serena tu mente, aligera tus emociones y clarifica tus pensamientos. Ora:
"Oh Señor escucha nuestros pensamientos envuélvelos de amor y gracia.
Inspíranos cada día en el camino de la caridad, de la tolerancia y la humildad.
Perdónanos nuestros pecados, en especial los de pensamiento.
Te damos gracias por ser la fuente de nuestro amor y perseverancia, por rodearnos de los seres que hacen posible nuestros progresos y nuestras alegrías.
Rogamos por los que aún están por despertar les sigas insuflando tu amor y misericordia.
Te pido Señor bendigas a todos los que hacen posible la edición de este periódico, la obra social de Entre el Cielo y la Tierra y a todos los grupos espíritas.
Que la paz y la serenidad reine en cada uno de los corazones de tus hijos.
Gracias que nos has oído, que así sea."
Ana Gómez
Centro Espírita "Entre el Cielo y la Tierra"
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