Sobre los fenómenos paranormales ;¿ ficción o realidad ?

¿Qué son los fenómenos paranormales?; ¿Ficción o realidad ? 

Son aquellos sucesos extraños que a veces ocurren en determinadas circunstancias, y que suelen ser poco frecuentes y de carácter extraordinario, porque en sí mismos extralimitan lo que se considera como fenómenos "normales" u ordinarios , y que son provocados por causas mas o menos desconocidas.

Están constituidos por diversos tipos de sucesos en los que intervienen energías de carácter psíquico generalmente, pero que no tienen nada de mágico ni de milagroso, de modo que aunque poco frecuentes y extraordinarios, no están al margen de lo que es natural, por lo que tampoco entran en el ámbito de lo que se entiende por "sobrenatural".

La Parapsicología que estudia e investiga estos fenómenos que van más allá de lo que explica la Psicología los clasifica en dos grandes grupos: Los “Anímicos”, cuyas causas son psíquicas o mentales de un sujeto que en sí mismo es la causa que los origina, y los “Espiríticos” o Mediúmnicos, cuyo origen y causa son energías inteligentes, que proceden de la manifestación de personas que fallecieron pero que sin embargo se manifiestan por mediación de personas que actúan como canales o intermediarios, llamados médiums, acreditando así que los llamados Espíritus desencarnados continúan existiendo tras la muerte de su cuerpo físico .

Según Allan Kardec, “Tales fenómenos, basados en una ley de la naturaleza, no poseen nada de maravilloso ni de sobrenatural, en el sentido que vulgarmente se atribuye a estas palabras”

Cada cual es muy libre de aceptar o de rechazar lo que quiera, pero generalmente el rechazo a estos temas, siempre tiene como causa temores ocultos y prejuicios, que inclinan hacia la postura más sencilla o cómoda del "no querer saber nada" o la del escepticismo, negándolo todo sistemáticamente.

A mediados del siglo XIX, se produjo una especie de revolución psíquica y también moral, en donde toda la fenomenología paranormal de tipo físico y mediúmnico, despertó abundantemente y su popularidad encontró amplio eco en los medios de comunicación.

Posteriormente también se han dado a conocer los resultados de numerosas investigaciones en este área, efectuadas en prestigiosas Universidades por diversos lugares del mundo. Los resultados y conclusiones de estas pruebas y estudios constatan que en todos los seres vivos actúan unas funciones psíquicas especiales, llamadas ultrasensoriales o paranormales, porque van mas allá de los sentidos físicos considerados normales y de las funciones biológicas normales.

Con frecuencia, en estos temas se roza el carácter de lo subjetivo, pero sin embargo se puede creer en la realidad y objetividad de estos fenómenos aun sin haberlos presenciado, del mismo modo que por ejemplo, podemos creer en la realidad de la existencia del Polo Norte aunque nunca hayamos ido allí para confirmarlo.

La curiosidad que generalmente suscitan estos temas, es la puerta de entrada al despertar de otras inquietudes de índole intelectual, espiritual y moral. Sin el acicate de esta natural curiosidad por saber y conocer , el ser humano avanzaría mucho mas lentamente en todos los aspectos.

Para admitir la realidad de la existencia de los fenómenos paranormales, no es imprescindible haber sido testigo directo de alguno de ellos; sin embargo creo que resulta bastante creíble quien sin ningún interés ni motivo de ninguna clase, afirma haber sido alguna vez  testigo o incluso ha protagonizado alguno de estos fenómenos, deduciendo en consecuencia que además de nuestra realidad física y material, existe otra realidad o dimensión intangible e inmaterial.

Quien nunca haya experimentado, ni visto, ni oído, ni vivido nada, puede estar seguro de que no es cuestión del azar, o la suerte , sino que tal vez sea porque esta experiencia, que no deja de ser una llamada de atención, no le ha sido precisa para su despertar espiritual, o tal vez no le ha llegado el momento de tener que "meter la mano en la llaga", como Santo Tomás. No obstante, ello no significa que cualquier inesperado día no podamos ser testigos de lo insólito....

- José Luis Martín-

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“ La credulidad es el atributo de los ignorantes; la decidida incredulidad, el de los sabios a medias; pero la duda metódica es de los hombres instruidos”

- Albert Camus 

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ANÁLISIS DE MATRIMONIO Y DIVORCIO ·  Francisco Cándido Xavier

“En nuestra reunión pública, el punto ofrecido a la asamblea de amigos fue el ítem 4 del capítulo XXII del Evangelio Según el Espiritismo. Las opiniones expuestas por los comentaristas fueron las más diversas, todas ellas, sin embargo, detonando el propósito de acertar en el bien, en la esfera de nuestras actitudes domésticas, especialmente sobre el matrimonio y divorcio.

Como siempre sucede, en la fase terminal de nuestras tareas, nuestro querido Emmanuel escribió la pagina que se titula Casarse. Algunas señoras presentes, alegando desear  la continuidad de los mismos estudios sobre el tema en las ciudades  en que residen, solicitaron sea el mensaje de nuestro amigo espiritual enviada a sus manos  para sus avanzados comentarios.

Cumplo, así, con mucho placer, lo que prometí a nuestras hermanas.”

CASARSE · Emmanuel

No basta casarse. Es imperioso saber para qué.

Dirás probablemente  que la respuesta es obvia, que las criaturas abrazan el matrimonio por el amor.

El amor, sin embargo, reclama cultivo. Y la  felicidad en la comunión afectiva no es plato hecho y si construcción del día a día.

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Las leyes humanas casan a las personas para  que las personas se unan según las leyes divinas.

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Si desposaste a alguien que te constituía los más bellos de los sueños, y si encuentras  en ese alguien el fracaso del ideal que abrigaste,  es llegado el tiempo  de  que trabajes más intensivamente en la edificación de los planos que ideaste  al inicio.

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Erguiste el hogar por amor y tan solo por el amor conseguirás conservarlos.

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No será exigiendo tiránicamente eso o aquello de quien comparte el techo y la existencia,  que te desharás  de los compromisos a que te empeñaste.

Únicamente donándote a ti mismo en apoyo de la esposa  o del esposo es que asegurarás la estabilidad de la unión en que investiste los mejores sentimientos.

Si sabes que la tolerancia y la bondad resuelven los problemas en pauta, a ti cabe el primer pasó a fin de patentarlas en la vivencia común, garantizando la armonía doméstica.

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Innegablemente, no se te niega el derecho de aplazar realizaciones o dilatar el plazo destinado al rescate de ciertos débitos, una vez que nadie puede aceptar  la criminalidad en nombre del amor. Entretanto, en los días difíciles del hogar recuerda que el divorcio es justo, más en la condición de medida articulada en última estancia. Y ni te olvides de que casarse es tarea para todos los días, por cuanto, solamente de la comunión espiritual gradual y profunda es que surgirá la integración de los cónyuges en la vida permutada, de corazón a corazón, en la cual el casamiento se lanza siempre para  lo más alto, en plenitud de amor eterno.

EL CULTIVO DEL AMOR· J. Herculano Pires (Hermano Saulo)

La ley civil del casamiento, según leímos en el ítem 4 del capítulo XXII del Evangelio Según el Espiritismo, “tiene por fin regular las relaciones sociales  y los intereses familiares, según las exigencias de la civilización”. Y a continuación viene esta observación: “Más nada, absolutamente, impide que ella sea un corolario de la ley de Dios. “Y la ley de Dios, en el caso, es la ley de amor. Quiere decir que el casamiento civil debe efectuarse por amor y no por conveniencia de cualquier especie. La falta de conjugación de esas dos leyes, la humana y la divina, es la causa principal de los fracasos en el casamiento.

Entre los intereses que pueden influir en la determinación del casamiento figuran también la vanidad y la atracción sexual, ambos elementos extraños al amor y por eso mismo de naturaleza efímera. En casos de esa naturaleza, como en varios otros, la separación se torna inevitable y el divorcio parece entonces  como la ley civil que sirve de remedio a la separación de la pareja, permitiendo a la pareja frustrada la reconstrucción del hogar en bases legitimas con otros cónyuges. “Un día  se preguntará – dice aun el trecho citado – una cadena indisoluble no aumentará el número de las uniones irregulares”.

Más cuando el hogar se formó  con base en el amor, las decepciones que pueden surgir  tienen el remedio en el propio amor. Quien ama sabe tolerar y perdonar. Las dificultades serán superadas día a día por el cultivo del amor. Basta que cada cónyuge se recuerde de que las frustraciones son reciprocas. Lo mismo acontece  con el artista en la realización de su obra. El ideal está siempre por encima de lo real. Más el verdadero artista sabe de eso y procura superar sus frustraciones por el esfuerzo constante de su perfeccionamiento.

El cultivo del amor es como el cultivo del arte. Y quien rompe un casamiento de amor, por simple intolerancia, no encontrará más el remedio para su soledad.

Artículo publicado originalmente en la columna dominical “Chico Xavier pide licencia” del periódico Diario de San Paulo, en l década de 1970

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    Sobre Espíritus Guía, Protectores y 

Angeles de la Guarda

El Espiritismo tiene su propia terminología para diferenciar las idéas. Por eso, los espiritistas debemos acostumbrarnos a usar la terminologìa espiritista.

 Así por ejemplo, no es lo mismo en el Espiritismo un espìritu guìa que un espìritu protector. Nada de àngel de la guarda porque la angelitud tal como la interpreta el Espiritismo denota perfecciòn espiritual, y no todos los guìas tienen que ser necesariamente perfectos. No es lo mismo un maestro de párvulos que un profesor universitario. Los dos enseñan, los dos nos guìan en nuestro aprendizaje mundano pero tienen preparaciones diferentes.

El ascendiente espiritual del Espìritu guìa sobre el guiado es relativo al estado espiritual del guiado, pero eso sì, siempre superior a èl.

Por eso, no debemos mezclar o aplicar  tèrminos religiosos al Espiritismo que, insisto: Tiene su propia terminologìa.

Un espìritu protector, no es un espìritu guìa. El guìa es permanente desde el nacimiento hasta la desencarnaciòn. Un espìritu protector es un espìritu afìn con nosotros, que pudo haber sido pariente o amigo en esta existencia o en una anterior. Son espìritus bondadosos pero no son espìritus superiores, El mero hecho de estar acompañando a un desencarnado dice que todavìa està materializado. Muchas veces ellos creen que ayudan pero esa supuesta ayuda no es captada por el que ellos creen protegido. En cambio el espìritu guìa, si que es captado, aunque en tantas ocasiones  no le hagamos caso, o nos hagamos creer que no lo captamos.

- Marco Antonio Gonzalez Sanchez-

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