sábado, 26 de julio de 2014

La Parapsicología y el espíritu

 La Parapsicología y el Espíritu 

Después de aparecer el Espiritismo en 1.857 de la mano de Allan Kardec, se creó en Londres la “Sociedad de Investigaciones Psíquicas”, a la que han pertenecido prestigiosos y numerosos hombres de Ciencia. Su objeto era el estudio de la fenomenología paranormal sin partir de teorías previas.
Posteriormente, en 1.905 el Dr. Charles Richet propuso para esta Ciencia el nombre de
Metapsíquica. Mas tarde fundó en París el “Instituto Metapsíquico Internacional” junto al Dr.Gustavo Geley y posteriormente, en el año 1.930 el Dr. J.B.Rhine de la Universidad de Duke, adoptó y popularizó el vocablo de Parapsicología. Se abrió entonces una nueva etapa en el estudio e investigación del Ser espiritual y las energías psíquicas con las que se manifiesta, con lo cual se corroboraba lo que tantos grandes filósofos y pensadores sostuvieron en su época. Mas recientemente a la Parapsicología también se le han dado otros nombres, tal como Psicotrónica, Psicobiología o Psicobiofísica, con unas mayores implicaciones físicas que psicológicas, tal como actualmente propugna la corriente materialista.
La Parapsicología es una Ciencia que nos lleva al estudio profundo de casos y hechos que constituyen pruebas irrefutables para unos, y siempre dudosas para otros, pero siempre buscando las explicaciones anímicas a las causas fenoménicas, antes que las espiríticas, y sin embargo ambas posibilidades se refieren a la misma realidad: el alma, que unos disfrazan con la palabra mente, psiquismo, etc. La diferencia estriba en que en lo anímico es la propia mente del sujeto la que actúa como algo normal y natural, mientras lo espirítico se refiere a mentes o espíritus ajenos al sujeto, lo que se aparta o se mira de reojo como algo fantasioso o anticientífico.
La Parapsicología en su aspiración de formar parte de la Ciencia oficial , no podía ser menos “científica” que las otras ramas de la Ciencia, por lo que desde su nacimiento como rama desgajada de la “Metapsiquica” que estudiaba los fenómenos tratados por el Espiritismo, “cerró filas” en torno a la postura cientifista, rechazando cualquier idea o explicación espiritualista, y adoptando para toda clase de fenomenología, explicaciones mentalistas por mas enrevesadas que fueren, y esto a pesar de tener que barajar los conceptos de la energía humana inteligente, a la que consideran como un producto de la materia .
Para la Ciencia , el Ente espiritual humano continúa sin ser un principio real, independiente de la materia. Aunque demostrado por científicos investigadores, no ha sido reconocido, pero al menos sí que lo admiten actualmente como una hipótesis legítima sobre la que continúan investigando. Sin embargo sí que es aceptada la realidad “mental” e individual del sujeto, capaz de actuar fuera del mismo, como algo natural aunque extraordinario.
Hay muchas investigaciones y muchas respuestas, pero lo importante es que la Ciencia Oficial y moderna, en sus ramas de Psiquiatría, Psicología y Parapsicología, se acercan constantemente, paso a paso a la confirmación de la realidad existencial del ente inmaterial o espíritu humano, que desde antiguo ha sido sostenido solamente por la fe, pero que modernamente va adquiriendo, cada vez más, el respaldo de las demostraciones científicas.
En el campo de las investigaciones, hay grandes investigadores de carácter científico que llevan a cabo con escrupulosidad sus métodos de aplicación del Psicoanálisis, la investigación de “Recuerdos Espontáneos” , y la llamada “Terapia de Vidas Pasadas”. Estos métodos, técnicas y sistemas de investigación, son llevados a cabo con el apoyo de la Ciencia Estadística para poder valorar y comparar así los resultados obtenidos

- José Luis Martín-
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La Verdad es un prisma de muchas caras, y el error consiste en contemplar sólo algunas y figurarse que se contemplan todas
- Giuseppe Mazzini (1.805-1.872)-

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TRANSICION PLANETARIA


INTRODUCCIÓN 



  Para que los hombres sean felices en la Tierra es preciso que ella sea poblada por espíritus buenos, tanto encarnados como desencarnados, que sólo quieran el bien. Dado que esos tiempos han llegado, en la actualidad se lleva a cabo una gran emigración entre sus habitantes. Allan Kardec. La Génesis, “La Nueva Generación” Cap. XVIII 27 y 28. 

  A finales del año 1985 comenzamos la publicación de una sección titulada “SÍNTOMAS DEL CAMBIO DE CICLO”, en la que pretendíamos hacer un análisis profundo de aquellas circunstancias y acontecimientos que pudieran aproximarnos a la confirmación de que efectivamente nos encontrábamos a las puertas de esa Nueva Era tan preconizada desde la venida del Maestro. 

 En esos momentos apenas se hablaba, o mejor dicho apenas se le daba importancia en los medios de comunicación, y por ende en los medios espiritistas, a este hecho, era algo que se suponía muy lejano; algo que sabemos que tiene que venir, porque de ello advierte la Doctrina de los Espíritus, pero que siempre se dejaba en un segundo lugar.
  Esta redacción, sin embargo, siempre le ha dado una transcendencia e importancia muy significativa. El establecimiento de una nueva época, de un nuevo orden de cosas, vivir presencialmente una transición como la anunciada no es algo simple, no es una experiencia de segundo orden, es algo, pensamos, vital, y a lo que hay que darle la importancia adecuada y que se merece.
 A todo en esta vida hay que prestarle el estudio, el análisis y la importancia debida, dejando a un lado los fanatismos y la fantasía, pues si no lo hacemos así pueden pasar a nuestro lado acontecimientos y experiencias que quedarán desapercibidas y no tendremos la oportunidad de sacarle el jugo y las enseñanzas que nos pueden reportar. 

  El espiritismo como doctrina, no tiene temor de enfrentarse a ningún análisis, al contrario está para aclarar, para interpretar, para arrojar luz, comprensión y entendimiento, en cualquier aspecto de la vida en nuestra sociedad, ya sean aspectos científicos, filosóficos, religiosos etc., el espiritismo como anunció Allan Kardec ha de andar con los tiempos, ha de evolucionar y asimilar e incorporar a su doctrina todo aquello que la humanidad como fruto del progreso vaya descubriendo y desarrollando. 

  Nada escapa al análisis y razonamiento del espiritismo, como doctrina es la herramienta más completa que tenemos a nuestra disposición para que seamos capaces de dilucidar todo aquello que es positivo para el progreso de la humanidad y descartar aquello que significa lo contrario; estancamiento, degradación, etc. 

  No debemos quedarnos anquilosados, hemos de ser valientes y transmitir claridad de ideas, razonamiento y frescura en nuestra interpretación de los momentos que vivimos y que nos afectan a todos, tenemos que atrevernos a saber dar las respuestas y las explicaciones que la sociedad pueda demandarnos, y en este sentido no cabe duda que una de las claves que vamos a vivir de aquí en adelante es la comprensión de la transición que ya ha comenzado. 

  Esta transición planetaria no hemos de tomarla a la ligera, no es algo trivial, podemos estar jugándonos parte de nuestro futuro aquí y ahora, en estos momentos. 

  ¿Qué importancia creemos que le dan a este aspecto desde el plano espiritual? 
  ¿Acaso no estarán tomando las medidas oportunas y llevando a la práctica aquellas acciones que desde la supervisión del Maestro Jesús se tengan que llevar a cabo? 

  Hemos de analizar los acontecimientos que estamos experimentado, por un lado a nivel geológico, tales como las catástrofes naturales, el cambio climático; por otro los cambios sociales, tales como la globalización, las crisis en lo económico, político y social, y sus consecuencias que se manifiestan sobre todo en las guerras y actos de terrorismo que causan todos los años miles de vidas sesgadas, arrojando a la miseria a miles de familias. 

  Las profecías del Evangelio también son otro campo a investigar y dilucidar, es preciso desvelar si coinciden con nuestro tiempo. Si el espiritismo es el Consolador Prometido, no debemos andar muy lejos de su cumplimiento. 

  Por otro lado entender qué tiene que ver en todo esto el fenómeno ovni-extraterrestre: 

    ¿Tiene algún significado espiritual? 
  • ¿Aporta algo a la doctrina? 
  • ¿Aporta algo a la nueva humanidad que se tiene que establecer? 
  • ¿Qué tiene que decir el espiritismo a este respecto? 
  • ¿Existe alguna opinión oficial en torno a la visita de seres extraterrestres a nuestro planeta? 
  • ¿Vienen sólo con materia, o pueden venir también espiritualmente? 

En fin son muchas las preguntas, y a todas ellas hay que encontrarles respuestas, puesto que el espiritismo sin lugar a dudas las tiene, otra cosa es que nos hayamos parado más o menos a investigar y reflexionar en este campo, o que lo hayamos descartado por considerarlo algo de dudosa importancia. 

  El libro Transición Planetaria psicografiado por Divaldo Pereira Franco, publicado recientemente, arroja muchísimas aclaraciones a este respecto, recomendamos su lectura y análisis profundo pues ofrece muchísimas respuestas en relación al tema que estamos tratando. En la presentación de esta obra el espíritu Manuel Filomeno de Miranda dice así: 

  Contribuyendo en la gran obra de regeneración de la Humanidad, espíritus de otra dimensión se sumergen en las sombras terrestres, a fin de que junto a los dignos misioneros del amor y de la caridad, de la inteligencia y del sentimiento, que protegen a los seres terrestres, puedan modificar los paisajes aflictivos, facilitando el establecimiento del Reino de Dios en los corazones. 
 L.R.K
( Del Grupo Espírita de Villena)
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 Unos consejos de 

Chico Xavier
Si usted ya consiguió: encontrar en el servicio la fuente de paz, impedirá la intromisión del desánimo frente a las buenas obras, y continuará trabajando; 
Oír la incomprensión y proseguir comprendiendo; parar el impulso de la cólera; guardar paciencia en todas las pruebas; 
Ponerse en lugar del prójimo, en las horas difíciles ; percibir como sus dolores son iguales a los dolores del prójimo; auxiliar sin esperar ningún pedido de auxilio; discernir entre conciencia y conveniencia, y seguir la conciencia por más áspero que sea el camino que ella esté indicado; 
 Confiar, sin desfallecer, en la victoria del bien, aunque todo parezca bajo el dominio del mal... entonces guarde la certeza de que su práctica espírita estará alcanzando un valioso nivel de elevación.

- Francisco Cándido Xavier-



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