sábado, 12 de julio de 2014

XENOGLOSIA Y FENÓMENOS DE APORTES


 
¿Qué es la Xenoglosia?.-

Ejemplo de Xenoglosia en la Bíblia: “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”
- Hechos , 2:4 -

También se la conoce como “Xenolalia”. Este curioso fenómeno consiste en la particularidad de ciertas personas que, desconociendo por completo ciertos idiomas, en un momento dado se ponen a hablar correctamente en ellos .
Este extraordinario fenómeno puede ser debido a mediumnidad, por lo que esta lengua desconocida para ellos, no parte de ellos sino del Ser que por boca de ellos se manifiesta mientras permanecen en un estado de trance sonambúlico. En ocasiones se han dado casos de Xenoglosia tan sugerentes o llamativos como cuando el idioma que aparece se trata de un idioma raro y desconocido por ser una “lengua muerta”, y en completo desuso, tal como el hebreo antiguo, el arameo, el ruso arcaico ,etc.
Otras veces esto se puede deber a casos que sugieren afloramiento de recuerdos del pasado explicado por la reencarnación , que se ponen de manifiesto durante una regresión hipnótica o a causa de un fuerte trauma emocional, y en donde esta lengua extraña aparece con la afloración de la memoria subconsciente del sujeto. Esto puede presuponer que el propio sujeto habló esa lengua en otra existencia anterior y con su nueva personalidad humana, este recuerdo aflora a su mente consciente.

¿Qué son los fenómenos de Aportes?.-

Suponen un extraño y raro fenómeno paranormal todavía no explicado por la Ciencia ni por el razonamiento humano, y que a veces ha sucedido por la intervención del llamado “mundo invisible”, sirviéndose de una persona que posee esta variedad de mediumnidad tan particular .
Aunque no se sabe el mecanismo por el que este fenómeno se produce, lo cierto es que se trata de una desmaterialización de objetos situados, tal vez, en un lugar remoto y su traslación invisible a otro lugar en donde vuelven a materializarse por un tiempo bastante limitado hasta que finalmente vuelven a desaparecer casi instantáneamente , a veces ante la vista de testigos..
Han habido muchos casos de esta clase de fenómeno, que han sido estudiados por la Parapsicología y se les ha relacionado unas veces con el Espiritismo y otras con los “milagros” debidos a santos, o Angeles, Vírgenes, etc, pero también se les relacionó casi siempre con el fraude y el ilusionismo.
Concretamente, dentro de las investigaciones hechas en el campo del Espiritismo, los casos más célebres y comprobados fueron los protagonizados por la médium D‘Esperance, que intervino en este fenómeno varias veces, tal como por ejemplo la desaparición de unos gemelos de encima de una mesa ,ante varios testigos, y su aparición en el interior de una maceta; asimismo protagonizó en otra ocasión el aporte de un lirio dorado con maceta incluida , de la altura de una persona ,que permaneció varios días , así como también de un fresal con flores y frutos, que fueron repartidos entre los experimentadores y testigos que se hallaban presentes durante la sesión mediúmnica. Otro caso verídico del que tengo noticia y que,
como quizás tantos otros que han quedado en el anonimato, fue el que se dio hace unos años en Venezuela, durante una reunión espírita en la que se leyó y comentó sobre la obra de Amalia Domingo Soler, “Ramos de Violetas” y al término de la lectura se materializó ante los asombrados ojos de los presentes, un hermoso ramo de violetas, pero para más asombro, es de señalar que esa clase de flor no existía en esa zona de Sudamérica.

- Jose Luis Martín-

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TODOS GRAVITAMOS HACÍA EL BIÉN COMÚN…


“TODOS los que creemos en el Espiritismo estamos llamados a unirnos, no importa como piense cada cual, El Espiritismo se Encargara de ajustar lo que haya que ajustar para que TODOS gravitemos hacia el Bien Común.
          Frank Montañez

El Libro de Los Espíritus concluye con este Capítulo IX al final del Libro de Los Espíritus, exhorto a que le echemos mano a este mensaje de sabiduría.
 IX
Los adversarios del Espiritismo no han dejado de valerse contra él de algunas divergencias de opiniones que existen sobre ciertos puntos doctrinarios. No es de extrañar que en los inicios de una ciencia, cuando las observaciones realizadas son todavía incompletas y cada cual las enfoca desde su propio punto de vista, se hayan podido generar hipótesis contradictorias. Pero ya hoy las tres cuartas partes de esas hipótesis se han desmoronado, de resultas de un estudio más en profundidad, empezando por aquella que atribuía al Espíritu del mal todas las comunicaciones recibidas, como si le fuera imposible a Dios enviar a los hombres a Espíritus buenos. Doctrina absurda, puesto que los hechos mismos la desmienten, e impía, por cuanto constituye la negación del poder y la bondad del Creador. Los Espíritus nos han dicho constantemente que no nos inquietemos ante tales divergencias, pues la unidad habrá de lograrse. Ahora bien, esa unidad ya se ha obtenido en lo que atañe a la mayoría de los puntos en cuestión, y las divergencias que resta zanjar tienden a ir borrándose día a día. A esta pregunta: “Hasta tanto la unidad total no se haya logrado, ¿en qué puede basar su juicio el hombre imparcial y desinteresado?”, los Espíritus respondieron:
“La más pura luz no es oscurecida por ninguna nube. El diamante sin tacha es el que posee más valor. Juzgad, pues, a los Espíritus por la pureza de sus enseñanzas. No olvidéis el hecho de que entre los Espíritus los hay que aún no se han despojado de las ideas de la vida terrena. Aprended a distinguirlos por el lenguaje que emplean. Evaluadlos por el conjunto de lo que os expresan. Ved si hay en eslabonamiento lógico en sus ideas. Si nada en ellas denota ignorancia, orgullo o malevolencia. En suma, si sus palabras tienen siempre ese sello de sabiduría que revela la auténtica superioridad. Si vuestro mundo fuera inaccesible al error sería perfecto, y está lejos de serlo. Debéis aún aprender a distinguir el error de la verdad. Os hacen falta las lecciones de la experiencia para que ejercitéis vuestro juicio y adelantéis. La unidad se hará en el lado en que el bien no haya estado jamás mezclado con el mal. En ese lado los hombres se reunirán por la fuerza misma de las circunstancias, porque considerarán que allí reside la verdad.

¿Qué importan, además, algunas disidencias que consisten más en la forma que en el fondo? Observad que los principios fundamentales son en todas partes los mismos y deben uniros en un pensamiento común: El amor a Dios y la práctica del bien. Sean cuales fueren, pues, la forma de progresar que se suponga o las condiciones normales de la vida futura, el objetivo postrero es el mismo: Realizar el bien. Y como sabéis, no hay dos maneras de hacerlo”.

Si entre los adeptos del Espiritismo los hay que difieren en su opinión sobre ciertos puntos teóricos, todos están de acuerdo, en cambio, acerca de los puntos esenciales. Existe unidad, pues, salvo por parte de aquellos (muy pocos) que no admiten todavía la intervención de los Espíritus en las manifestaciones y que atribuyen éstas, o a causas puramente físicas, lo cual es contrario al axioma de que “todo efecto inteligente debe tener una causa inteligente”, o al reflejo, en el médium, de nuestros propios pensamientos, cosa que los hechos desmienten. 

 Se refiere Kardec a los espíritas que clasifica como de primer grado en el apartado VII de la presente “Conclusión”, o sea, a aquellos que aceptan las comunicaciones y las estudian como objeto de una ciencia experimental. Son los metapsiquistas, actualmente denominadas parapsicólogos, y en suma, todos aquellos que, a la manera de MORSELLI, pretenden crear un Espiritismo sin Espíritus. [N. de J. H. Pires.]

Los demás puntos son sólo secundarios y no afectan en manera alguna las bases fundamentales. Por tanto, pueden existir escuelas que traten de instruirse acerca de las partes más controvertidas de la ciencia, pero no debe haber sectas que sean rivales las unas de las otras. Sólo pudiera existir un antagonismo entre los que quieren el bien y aquellos otros que hagan o quieran el mal. Ahora bien, no hay un solo espírita sincero y compenetrado de las grandes máximas morales que los Espíritus enseñan, que pueda querer el mal, ni desearlo para su prójimo, sin distinción de opiniones. Si una de aquellas escuelas estuviera en el error, tarde o temprano se hará la luz para ella, con tal que la busque de buena fe y sin prevenciones. En el ínterin, todas tienen un vínculo común, que debe unirlas en un mismo pensamiento. Todas se proponen idéntica finalidad. Poco importa entonces el camino, siempre que conduzca a la meta. Ninguna de ellas debe imponerse a las demás mediante la compulsión material o moral, y sólo se encontraría en un error aquella que anatematiza a otra, por cuanto obraría, evidentemente, bajo el influjo de los malos Espíritus. El supremo argumento debe ser la razón, y la moderación asegurará mejor el triunfo de la verdad que las diatribas emponzoñadas por la envidia y los celos. Los Espíritus buenos sólo predican la unión y el amor al prójimo, y nunca un pensamiento malévolo o contrario a la caridad ha podido provenir de una fuente pura. Escuchemos a este respecto, y para concluir, los consejos del Espíritu de San Agustín:
“Por bastante tiempo los hombres se han destrozado unos a otros y se han anatematizado en nombre de un Dios de paz y de misericordia, ofendiéndolo con semejantes sacrilegios. El Espiritismo es el lazo que les unirá un día, porque ha de señalarles dónde está la verdad y dónde el error. Pero, durante mucho tiempo aún existirán escribas y fariseos que lo negarán, como a Cristo negaron. ¿Queréis saber, pues, bajo el influjo de qué Espíritus están las diversas sectas142 que se reparten el mundo? Juzgadlas por sus obras y por sus principios. Jamás los Espíritus buenos han sido instigadores del mal. Nunca han aconsejado ni legitimado el crimen y la violencia. Jamás han fomentado los odios de partidos ni la sed de riquezas y honores, como así tampoco la avidez de los bienes del mundo. Sólo los hombres buenos, humanitarios y benévolos para con todos son sus preferidos, y son asimismo los predilectos de Jesús, por cuanto siguen el camino que les enseñó para llegar hasta Él”.

 El vocablo “secta”, aquí hace referencia a congregación de personas bajo una misma idea, y no en sentido peyorativo de cosa mala y perniciosa. [N. del copista.]
SAN AGUSTÍN

Frank Montañez,
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¿USTED SIENTE NOSTALGIA?


Un famoso pensador, al ser entrevistado, afirmó que una de las preguntas de mayor tenor filosófico que más le hizo pensar en los últimos tiempos, había venido de su hija, una hija de pocos años de edad.
Afirmaba el entrevistado que, cierto día, al dar el beso de buenas noches a su pequeña, ella lo sorprendió con la siguiente pregunta: Padre cuando usted muera, sentirá nostalgia por mi?
La pregunta de la niña, lejos de la ingenuidad infantil, traza profundos cuestionamientos filosóficos. ¿Usted mismo ya se sorprendió pensando en aquellos que le antecedieron en el viaje de retorno en el mundo espiritual?
¿Ya se preguntó donde estarán ellos? ¿Sentirán nostalgia por mí?
O ya pensó en algún momento: ¿Cómo puede el manto de la muerte ser capaz de destruir sueños, romper lazos fraternos, separar a aquellos que se aman?
¿Y se cuestionó si a aquellos a quien queremos bien, que nos tocan el corazón, que convivimos años juntos, compartiendo ansias, dudas, desafíos, miedos, con la muerte quedan irremediablemente apartados de nosotros?
Es común decir: Perdí mi padre, o perdí mi hijo, cuando esos se van con el fenómeno de la muerte. ¿Será verdad que los perdemos?
La razón nos dice que no. ¿Como puede la muerte vencer los lazos construidos a lo largo de los días, de los años, efectos en la mirada, en la dedicación, en la complicidad, en el compartir de dolores y felicidad?
¿Cómo puede el fenómeno biológico vencer los sentimientos verdaderos, que nacen en los reflejos del alma y son guardados en el corazón?
Pensar de esa forma es imaginar que Dios daría poco importancia para el amor. ¿Al final, de que valdría amar a alguien, si todo eso nos llevaría a la nada?
Ya que la muerte del cuerpo es inevitable, e inevitable seria entonces perder nuestros amores.
La lógica nos conduce al entendimiento de las Leyes de Dios, para explicarnos que los lazos del amor vencen las distancias provocadas por el tiempo y el espacio.
Aquellos que se aman, donde estuvieran, continuaran amándose, aun mismo que estén momentáneamente apartados.
Y es eso que la muerte de nuestro cuerpo físico nos provoca.
Temporalmente, quedamos apartados de aquellos a quien amamos
No en tanto, mas luego, en un tiempo que la vida nos dirá, nos encontraremos, con la nostalgia de aquellos que, después de largo viaje, se reencontraran para revivir el cariño, afecto y sentimientos que siempre existirán.
Quien parte de retorno al mundo espiritual, por el fenómeno de la muerte del cuerpo físico, es alguien que nos antecede en el viaje de regreso.
Como nos ama, allí nos está aguardando, para un reencuentro inevitable. Naturalmente sienta nostalgia como nosotros, sienta nuestra falta, como sentimos nosotros las de él.
Cuando la nostalgia de los amores aprietan nuestro pecho, que nuestros pensamientos sean de cariño, con la certeza de que nos encontraremos.
Aguardemos sin rebeldía pues el final, un día de estos nosotros también estaremos en el más allá, para  volver a verlos, en el retorno que también haremos al mundo espiritual.

Redacción de Momento Espirita.

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