EL sufrimiento es una ley
de nuestro mundo. En todas las
condiciones, en todas las edades, bajo todos los climas, el hombre ha sufrido
y también ha llorado. A pesar del progreso moral alcanzado,millares de seres se inclinan
aún bajo el peso del dolor.
y también ha llorado. A pesar del progreso moral alcanzado,millares de seres se inclinan
aún bajo el peso del dolor.
El rico, como el pobre,
sufre en su carne y en su corazón. Y desde todos los diversos puntos del
planeta, la lamentación humana sube hacia el espacio. Aun en el seno de
la abundancia, un sentimiento de abrogación, una vaga tristeza se apodera de las almas delicadas. Comprenden que la felicidad es irrealizable en la tierra y que solo luce
con fugitivos relámpagos.
la abundancia, un sentimiento de abrogación, una vaga tristeza se apodera de las almas delicadas. Comprenden que la felicidad es irrealizable en la tierra y que solo luce
con fugitivos relámpagos.
El hombre alimentado por la
filosofía de la Espíritus sabe a donde va y conoce el porqué
de sus males y la razón de ser del sufrimiento. Él entrevé el alborear de una nueva vida.
Para medir los bienes y los males de la existencia; para saber lo que son la felicidad y
la desdicha verdadera, hay que elevarse por encima del círculo estrecho de la vida terrena. El conocimiento de la vida futura y de la suerte que nos espera en ella nos permite medir las consecuencias de mis actos y su influencia sobre nuestro porvenir.
de sus males y la razón de ser del sufrimiento. Él entrevé el alborear de una nueva vida.
Para medir los bienes y los males de la existencia; para saber lo que son la felicidad y
la desdicha verdadera, hay que elevarse por encima del círculo estrecho de la vida terrena. El conocimiento de la vida futura y de la suerte que nos espera en ella nos permite medir las consecuencias de mis actos y su influencia sobre nuestro porvenir.
No se
puede juzgar una cosa sin ver todo lo que de ella se deduce y por eso
nadie comprenderá la vida si no se conoce su finalidad y sus leyes. Los padecimientos,
al purificar el alma, preparan su elevación y su felicidad, en tanto que los goces de
este mundo, las riquezas y las pasiones la debilitan y le proporcionan en la otra vida
amargas decepciones.
nadie comprenderá la vida si no se conoce su finalidad y sus leyes. Los padecimientos,
al purificar el alma, preparan su elevación y su felicidad, en tanto que los goces de
este mundo, las riquezas y las pasiones la debilitan y le proporcionan en la otra vida
amargas decepciones.
Los que
sufren en su alma y en su cuerpo, los que son abrumados en la adversidad
pueden levantar sus ojos al cielo, y esperar están pagando su deuda al destino y
están conquistando su libertad. Los que se complacen en la sensualidad están forjando
sus propias cadenas, acumulan nuevas responsabilidades que pesaran enormemente
sobre sus días
pueden levantar sus ojos al cielo, y esperar están pagando su deuda al destino y
están conquistando su libertad. Los que se complacen en la sensualidad están forjando
sus propias cadenas, acumulan nuevas responsabilidades que pesaran enormemente
sobre sus días
El dolor,
bajo sus formas múltiples, es el remedio supremo para las imperfecciones y
para los achaques del alma. Sin él, no hay curación posible. Las operaciones dolorosas devuelben la salud y agilidad a nuestro cuerpo, el sufrimiento las humillaciones, la tristeza,
la ruina nos sacuden el Espíritu debemos soportarlas con paciencia, de ello ha de
brotar nuestra salud moral.
para los achaques del alma. Sin él, no hay curación posible. Las operaciones dolorosas devuelben la salud y agilidad a nuestro cuerpo, el sufrimiento las humillaciones, la tristeza,
la ruina nos sacuden el Espíritu debemos soportarlas con paciencia, de ello ha de
brotar nuestra salud moral.
Solo la
ignorancia de las leyes universales nos hace aceptar nuestros males con
disgusto.
Si comprendiésemos todos lo necesarios que son esos males para nuestro adelanto,
si supiéramos saborear su amargura no nos parecerían una pesada carga. Todos odiamos
el dolor, solo comprendemos su utilidad después que hemos abandonado el mundo
donde el dolor ejerce su imperio.
Si comprendiésemos todos lo necesarios que son esos males para nuestro adelanto,
si supiéramos saborear su amargura no nos parecerían una pesada carga. Todos odiamos
el dolor, solo comprendemos su utilidad después que hemos abandonado el mundo
donde el dolor ejerce su imperio.
En
nuestra ceguera, maldecimos nuestras existencias oscuras, monótonas y
dolorosas,
solo cuando hemos discernido el verdadero sentido de la vida, comprendemos que
esas vidas son preciosas e indispensables para dominar a los espíritus soberbios,
para someterlos a esa disciplina moral, sin la cual no hay progreso alguno.
solo cuando hemos discernido el verdadero sentido de la vida, comprendemos que
esas vidas son preciosas e indispensables para dominar a los espíritus soberbios,
para someterlos a esa disciplina moral, sin la cual no hay progreso alguno.
Exentos
de males y preocupaciones, libres en nuestras acciones nos dejaríamos llevar
por los arrebatos de nuestras pasiones, y por los impulsos de nuestro carácter. Lejos
de trabajar en nuestro mejoramiento no haríamos más que añadir nuevas faltas a
nuestras faltas pasadas, en tanto que, comprimidos por el sufrimiento en
existencias humildes, nos acostumbramos a la paciencia y a la reflexión, nos proporcionamos esa única calma de pensamientos que nos permite oír la voz de lo Alto,
la voz de la razón
por los arrebatos de nuestras pasiones, y por los impulsos de nuestro carácter. Lejos
de trabajar en nuestro mejoramiento no haríamos más que añadir nuevas faltas a
nuestras faltas pasadas, en tanto que, comprimidos por el sufrimiento en
existencias humildes, nos acostumbramos a la paciencia y a la reflexión, nos proporcionamos esa única calma de pensamientos que nos permite oír la voz de lo Alto,
la voz de la razón
En el
crisol del dolor es donde se forman las almas grandes. Habiendo dado un repaso
breve a lo que es el sufrimiento y la causa que lo provoca en nuestras vidas, vamos a
hacer un estudio a la ley de destrucción donde el desespero, el dolor y el sufrimiento dañan a muchas vidas al mismo tiempo, son desgracias que afectan de una forma generalizada a muchos hombres a la vez y donde los seres inocentes sucumben a un mismo tiempo,
siendo lamento para sus seres queridos o allegados que suelen murmurar! Como
Dios consiente que estas desgracias ocurran ¡
breve a lo que es el sufrimiento y la causa que lo provoca en nuestras vidas, vamos a
hacer un estudio a la ley de destrucción donde el desespero, el dolor y el sufrimiento dañan a muchas vidas al mismo tiempo, son desgracias que afectan de una forma generalizada a muchos hombres a la vez y donde los seres inocentes sucumben a un mismo tiempo,
siendo lamento para sus seres queridos o allegados que suelen murmurar! Como
Dios consiente que estas desgracias ocurran ¡
Jesús en
los instantes dolorosos aconsejó a sus discípulos, que se mantuvieran (los
que estuvieran en el bien conducidos) en las alturas espirituales, sin abandonar
la cooperación elevada que el Señor ejemplificó en la tierra; que hay consolidemos
su posición de colaborador fiel, invencible, en la paz y en la esperanza, convencido de
que, después del paso de los hombres de turbación portadores de destrozos y lagrimas,
son los hijos del trabajo los que siembran la alegría, de nuevo y reconstruyen el edificio de
la vida.
que estuvieran en el bien conducidos) en las alturas espirituales, sin abandonar
la cooperación elevada que el Señor ejemplificó en la tierra; que hay consolidemos
su posición de colaborador fiel, invencible, en la paz y en la esperanza, convencido de
que, después del paso de los hombres de turbación portadores de destrozos y lagrimas,
son los hijos del trabajo los que siembran la alegría, de nuevo y reconstruyen el edificio de
la vida.
Hoy en
día, como en otros tiempos siguen apareciendo desgracias y destrucciones
muy lamentables, el hombre duda de Dios y de su existencia la falta de conocimientos
les hace dudar y hablar así, los venenos mortíferos son inoculados por la política
inconsciente en las masas populares.
muy lamentables, el hombre duda de Dios y de su existencia la falta de conocimientos
les hace dudar y hablar así, los venenos mortíferos son inoculados por la política
inconsciente en las masas populares.
La bajada
a la tierra esta repleta de neblinas tremendas. Los lugares santos permanecen
llenos de tinieblas abominables. Algunos hombres caminan al siniestro clarear de incendios. Se abona el suelo con sangre y lagrimas para la sembradura del porvenir, todos
juzgamos con arreglo a lo que sabemos y los espiritas no podemos juzgar a la ligera
estos desastres sabemos que no suceden porque si, es la medicina para el ayer defectuoso
la que hoy nos ere el corazón, ella nos sana de las impurezas del pasado, donde sin
control ni medida nos hicimos un gran daño con nuestra mala conducta y malos hechos y hoy luchamos en nuestra propia batalla con el único fin de conseguir un progreso que nos proporcionara un día la libertad, libertad que hoy esta mermada por las sombras y no
puede elevarse porque está adherida al débito fructuoso y lucha incansablemente
por liberarse de ese ayer nefasto, haciendo un hoy sacrificado y difícil para alcanzar
un mañana mas libre y tranquilo.
llenos de tinieblas abominables. Algunos hombres caminan al siniestro clarear de incendios. Se abona el suelo con sangre y lagrimas para la sembradura del porvenir, todos
juzgamos con arreglo a lo que sabemos y los espiritas no podemos juzgar a la ligera
estos desastres sabemos que no suceden porque si, es la medicina para el ayer defectuoso
la que hoy nos ere el corazón, ella nos sana de las impurezas del pasado, donde sin
control ni medida nos hicimos un gran daño con nuestra mala conducta y malos hechos y hoy luchamos en nuestra propia batalla con el único fin de conseguir un progreso que nos proporcionara un día la libertad, libertad que hoy esta mermada por las sombras y no
puede elevarse porque está adherida al débito fructuoso y lucha incansablemente
por liberarse de ese ayer nefasto, haciendo un hoy sacrificado y difícil para alcanzar
un mañana mas libre y tranquilo.
Dios
castiga a la humanidad con calamidades destructoras para hacerla adelantar con
más rapidez. Lo que llamamos destrucción, no es más que una transformación, cuyo
objeto es renovar y mejorar al hombre, por eso es preciso que todo sea destruido para
que renazca y sea regenerado.
más rapidez. Lo que llamamos destrucción, no es más que una transformación, cuyo
objeto es renovar y mejorar al hombre, por eso es preciso que todo sea destruido para
que renazca y sea regenerado.
La
destrucción es necesaria para la regeneración moral de los espíritus, así
adquieren
en cada nueva existencia un nuevo grado de perfección. Es preciso ver el fin de las
cosas para apreciar los resultados, muchas calamidades a consecuencia del perjuicio
que ocasionan son necesarias a veces para hacer que se establezca más prontamente
un orden de cosas mejores y en algunos años. Lo que hubiese exigido muchos siglos.
en cada nueva existencia un nuevo grado de perfección. Es preciso ver el fin de las
cosas para apreciar los resultados, muchas calamidades a consecuencia del perjuicio
que ocasionan son necesarias a veces para hacer que se establezca más prontamente
un orden de cosas mejores y en algunos años. Lo que hubiese exigido muchos siglos.
Dios
emplea otros medios para el mejoramiento de la humanidad, como es el
conocimiento del bien y del mal pero el hombre no los aprovecha y por ello es
preciso castigarle en su orgullo y hacerle comprender su debilidad. Durante la vida,
el hombre lo refiere todo al cuerpo, pero después de la muerte piensa de distinto modo,
la vida del cuerpo es poca cosa.
conocimiento del bien y del mal pero el hombre no los aprovecha y por ello es
preciso castigarle en su orgullo y hacerle comprender su debilidad. Durante la vida,
el hombre lo refiere todo al cuerpo, pero después de la muerte piensa de distinto modo,
la vida del cuerpo es poca cosa.
Un siglo
de nuestro mundo es un relámpago en la eternidad, y los sufrimientos que
llamamos de algunos mese o días no son nada: son una enseñanza que nos aprovecha en
el porvenir. El Espíritu es el mundo real, preexistente y sobreviviente a todo. Los
espíritus son los hijos de Dios y objeto de toda su predilección, los cuerpos son
solo disfraces que sirven al Espíritu para aparecer en el mundo. En las grandes
calamidades que diezman a los hombres, resulta lo que en un ejercito que, durante la
guerra, ve sus vestidos gastados, rotos o perdidos. El general cuida más de sus
soldados que de sus vestidos.
llamamos de algunos mese o días no son nada: son una enseñanza que nos aprovecha en
el porvenir. El Espíritu es el mundo real, preexistente y sobreviviente a todo. Los
espíritus son los hijos de Dios y objeto de toda su predilección, los cuerpos son
solo disfraces que sirven al Espíritu para aparecer en el mundo. En las grandes
calamidades que diezman a los hombres, resulta lo que en un ejercito que, durante la
guerra, ve sus vestidos gastados, rotos o perdidos. El general cuida más de sus
soldados que de sus vestidos.
Si le
damos importancia a ese vestido es porque no vemos y miramos esa vida en
relación con el infinito.
relación con el infinito.
Si
pudiéramos elevarnos con el pensamiento,
esas calamidades no nos parecerían más
que huracanes pasajeros en el destino del mundo, pues a pesar de los males que
ocasionan cambian el estado de una comarca y el bien que de ello resulta, no es
apreciado con frecuencia más que por las generaciones futuras.
que huracanes pasajeros en el destino del mundo, pues a pesar de los males que
ocasionan cambian el estado de una comarca y el bien que de ello resulta, no es
apreciado con frecuencia más que por las generaciones futuras.
Las
calamidades son pruebas que proporcionan al hombre ocasión de ejercer su
inteligencia de probar su paciencia y resignación a la voluntad de Dios, y le pone
en condición de desplegar sus sentimientos de abnegación, de desinterés, y de amor
al prójimo, si no esta dominado por el egoísmo.
inteligencia de probar su paciencia y resignación a la voluntad de Dios, y le pone
en condición de desplegar sus sentimientos de abnegación, de desinterés, y de amor
al prójimo, si no esta dominado por el egoísmo.
Al hombre
le es dado evitar las calamidades por una parte pues muchas son consecuencia
de su imprevisión y a medida que adquieren conocimientos y experiencia, pueden evitarlas, es decir, si sabe buscar sus causas. Pero los males que afligen a la humanidad los
hay generales que pertenecen a los secretos de la Providencia y cuyos efectos afectan más o menos a todos los individuos. A estos el hombre no puede oponer más que resignación a
la voluntad de Dios; pero estos mismos males aún pueden ser agravados más por la
incuria humana.
de su imprevisión y a medida que adquieren conocimientos y experiencia, pueden evitarlas, es decir, si sabe buscar sus causas. Pero los males que afligen a la humanidad los
hay generales que pertenecen a los secretos de la Providencia y cuyos efectos afectan más o menos a todos los individuos. A estos el hombre no puede oponer más que resignación a
la voluntad de Dios; pero estos mismos males aún pueden ser agravados más por la
incuria humana.
El espiritismo
nos explica perfectamente la causa de los sufrimientos individuales,
como consecuencias inmediatas de las faltas cometidas en la existencia presente o
expiación del pasado. Pero dado que nadie ha de ser responsable más que de sus
propias faltas, nos son menos explicables las desgracias colectivas que abrazan a
las aglomeraciones de individuos como a veces a toda una familia, ciudad o nación,
raza, desgracias que comprenden así a los buenos como a los malos, a los inocentes como a los culpables.
como consecuencias inmediatas de las faltas cometidas en la existencia presente o
expiación del pasado. Pero dado que nadie ha de ser responsable más que de sus
propias faltas, nos son menos explicables las desgracias colectivas que abrazan a
las aglomeraciones de individuos como a veces a toda una familia, ciudad o nación,
raza, desgracias que comprenden así a los buenos como a los malos, a los inocentes como a los culpables.
Cada
hombre reúne tres caracteres; el de individuo o ser en sí mismo, el de miembro
de familia y el de ciudadano. Bajo cada una de estas fases puede ser, criminal o virtuoso,
es decir, puede ser virtuosa como padre de familia y criminal al mismo tiempo
como ciudadano y viceversa y de aquí las situaciones especiales en que se encuentra en
sus existencias sucesivas.
de familia y el de ciudadano. Bajo cada una de estas fases puede ser, criminal o virtuoso,
es decir, puede ser virtuosa como padre de familia y criminal al mismo tiempo
como ciudadano y viceversa y de aquí las situaciones especiales en que se encuentra en
sus existencias sucesivas.
Salvo
algunas excepciones puede admitirse como regla general que los que en una
existencia están unidos en una empresa común ha vivido ya juntos trabajando en el logro
de lo que hoy resultan y que volverán a encontrarse juntos en el porvenir hasta que hayan expiado su pasado, o cumplido la misión aceptada.
existencia están unidos en una empresa común ha vivido ya juntos trabajando en el logro
de lo que hoy resultan y que volverán a encontrarse juntos en el porvenir hasta que hayan expiado su pasado, o cumplido la misión aceptada.
Gracias
al espiritismo comprendemos la justicia de las pruebas que no derivan de los
actos de la vida presente, pues nos decimos que son el pago de deudas pasadas. En
las pruebas colectivas suele ser igual, el inocente de hoy puede ser el culpable del ayer y si
es castigado individual o colectivamente, es porque lo merece. Además, hay faltas
del individuo y del ciudadano como ya hemos dicho antes y las expiaciones del uno
no absuelven al otro pues toda deuda ha de ser pagada hasta él ultimo óbolo.
actos de la vida presente, pues nos decimos que son el pago de deudas pasadas. En
las pruebas colectivas suele ser igual, el inocente de hoy puede ser el culpable del ayer y si
es castigado individual o colectivamente, es porque lo merece. Además, hay faltas
del individuo y del ciudadano como ya hemos dicho antes y las expiaciones del uno
no absuelven al otro pues toda deuda ha de ser pagada hasta él ultimo óbolo.
Las
virtudes de la vida publica no son las mismas que las de la vida privada y el
que es
un excelente ciudadano, puede ser un mal padre, y aquel que es un buen padre de
familia probo y honrado en sus negocios puede ser un mal ciudadano, haber atizado el
fuego de la discordia oprimido al débil y manchado sus manos, con crímenes a la sociedad.
un excelente ciudadano, puede ser un mal padre, y aquel que es un buen padre de
familia probo y honrado en sus negocios puede ser un mal ciudadano, haber atizado el
fuego de la discordia oprimido al débil y manchado sus manos, con crímenes a la sociedad.
Estas
faltas colectivas son las que expían colectivamente los individuos que a ellos
han concurrido, las cuales vuelven a encontrarse para sufrir juntos la pena del Talión, o
tener ocasión de reparar el mal que han hecho probando su amor a la cosa, socorriendo y asistiendo a los que maltrataron en otro tiempo.
han concurrido, las cuales vuelven a encontrarse para sufrir juntos la pena del Talión, o
tener ocasión de reparar el mal que han hecho probando su amor a la cosa, socorriendo y asistiendo a los que maltrataron en otro tiempo.
A menudo
se renace en la misma familia para reparar culpas reciprocas. Se renace en
el mismo centro, en la misma nación, en la misma raza, ya por simpatía, para continuar
con los elementos que se han elaborado y proseguir trabajos empezados y que la
brevedad de la vida, o las circunstancias no permitieron concluir.
el mismo centro, en la misma nación, en la misma raza, ya por simpatía, para continuar
con los elementos que se han elaborado y proseguir trabajos empezados y que la
brevedad de la vida, o las circunstancias no permitieron concluir.
La
reencarnación en el mismo centro es la causa del carácter distintivo de los
pueblos y
de las razas pues mejorándose progresivamente, conservan, sin embargo, el matiz
primitivo, hasta que el progreso los transforma completamente.
de las razas pues mejorándose progresivamente, conservan, sin embargo, el matiz
primitivo, hasta que el progreso los transforma completamente.
Los
franceses de hoy son los de la Edad Media los de los tiempos druidicos, son los
exactores y las víctimas del feudalismo; los que esclavizaron a los pueblos y
han luchado por emanciparse, los cuales se haya en la Francia transformada,
donde unos expían en la humillación el orgullo de raza, los otros disfrutan del
producto de su trabajo.
Cuando se
piensa en los crímenes de aquellos tiempos en que no existía respeto a la vida
de los hombres y al honor de las familias, en que el fanatismo levantaba
hogueras en honor a la divinidad, cuando se piensa en todos los abusos del
poder, en todas las injusticias que se cometían con mengua de los más sagrados
derechos naturales.
No hay
duda de que hay familias, ciudades, naciones, y razas culpables; porque
dominadas por el orgullo, el egoísmo, la ambición y la codicia, van por el mal
camino y hacen colectivamente lo que aisladamente un individuo. Se ve que una
familia se enriquece a expensas de otra, que un pueblo subyuga a otro pueblo
llevando la desolación y la ruina y que una raza quiere anonadar a otra. He
aquí porque hay familias, pueblos, ciudades y razas sobre las que pesa la pena
del talión.
Para el
espiritismo, la solidaridad es un hecho que descansa en una ley universal de la
naturaleza, que enlaza a todos los seres del pasado, del presente y del
porvenir, a cuyas consecuencias nadie puede esquivarse. Cuando todos los
hombres conozcan el espiritismo comprenderán la verdadera solidaridad y en
consecuencia la fraternidad verdadera. Luchar contra la adversidad es un deber,
sufrir sin reaccionar ante los males de la vida seria una cobardía. Las
dificultades que han de vencer los hombres ejercitan y desarrollan su
inteligencia. Sin embargo, cuando los esfuerzos son superfluos, cuando se
interpone en el camino lo inevitable, llega para el hombre la hora de la
resignación.
Ningún
poder puede lograr apartar del hombre las consecuencias de su pasado. Solo un
loco puede tratar de luchar contra la naturaleza inmutable de las cosas, en
tanto que el Espíritu sensato encuentra en el padecimiento un medio de
reconfortarse y de fortificar sus cualidades viriles. El alma intrépida acepta
los males del destino pero, con el pensamiento, se eleva por encima de ellos y
hace de los mismos un pedestal para alcanzar la virtud.
Las
aflicciones más crueles y más profundas cuando son aceptadas con la sumisión
que supone el consentimiento de la razón
y del corazon indica generalmente él término de nuestros males, el pago de la
última fracción de nuestra deuda. El dolor reina siempre como soberano en el
mundo, y, sin embargo, la voluntad divina ha graduado sus efectos.
La Naturaleza se encamina hacia un orden de
cosas menos feroces, menos violentas. El sufrimiento se atenúa, los males
espantosos, la peste, la lepra y el hambre permanentes en otros tiempos, casi
han desaparecido. El hombre ha dominado a los elementos, ha aproximado las distancias y ha conquistado la tierra. La
esclavitud ya no existe. Todo evoluciona y progresa.
Que
grande es para el alma resignada el momento de su partida, después de una vida
dolorosa, mira a su pasado, vuelven a ver una especie de penumbra desprecios padecidos, lagrimas contenidas,
gemidos ahogados los sufrimientos soportados estoicamente. Y siente soltarse
con suavidad las trabas que la encadenaban a este mundo. Va a abandonar su
cuerpo de barro, va a dejar muy lejos de sí todas las servidumbres materiales
ha probado su abnegación, ha sacrificado, sus intereses a la verdad y al deber y
ha bebido hasta el fin el cáliz purificador.
Ante este
espectáculo; un jubilo celestial la penetra. Una ultima oración como un grito
de alegría brota de las profundidades de su ser y sube hacia su Padre, hacia su
Dueño. Los ecos del Espacio repiten ese grito de liberación al cual se juntan
los acentos de los Espíritus que se aglomeran en multitud para recibirle.
Para
elevarnos y progresar es para lo que nos reunimos y nos hemos esforzado en esta
casa celeste, donde procuramos fermentar esa simiente que un día plantamos y
que no debemos permitir que no de sus frutos y realice su camino para ello en
estos momentos pensamos en Jesús nuestro Maestro y guía y, de pie sobre la
tierra nuestro sostén, nuestra nodriza, nuestra madre, elevamos nuestra mirada
hacia el infinito nos sentimos envueltos en la inmensa comunión de la vida; los
efluvios del Alma universal nos penetra y hacen vibrar nuestros pensamientos y
nuestros corazones; fuerzas poderosas nos sostienen, avivan en nosotros la
existencia; por todas partes vemos radiar la bondad, el amor, la justicia; ¡oh
Dios mío ¡ ¡ oh Padre nuestro! Fuente de toda sabiduría y de todo amor;
Espíritu supremo cuyo nombre es luz; nosotros te ofrecemos nuestras alabanzas y
nuestras aspiraciones; que ellas suban hasta ti como el perfume de las flores,
como los embriagadores aromas de los bosques suben al cielo.
Ayúdanos
a avanzar en la vía sagrada del conocimiento hacia una más alta comprensión de
tus leyes a fin de queden nosotros se desarrollemos más simpatía, más amor para
la gran familia humana. Nosotros sabemos que por medio de nuestro
perfeccionamiento moral, que por medio de la realización, de la aplicación de
la caridad y de la bondad a nuestro alrededor y en provecho de todos nos
acercaremos a ti y mereceremos conocerte mejor, comunicarnos más íntimamente
contigo en la gran armonía de los seres y de las cosas.
Ayúdanos
a despojarnos de la vida material, a comprender, a sentir lo que es la vida
superior, la vida infinita. Disipa la oscuridad que nos envuelve, deposita en
nuestras almas una chispa del fuego Divino que reanima y abrasa a los Espíritus
de las esferas Celestes.
¡Que tu
dulce luz y con ella los sentimientos de concordia y de paz, se derrame sobre
todos los seres!
¡Vibremos
por la paz del mundo!
Oremos
con fervor, para que la armonía sea en nosotros, que los espíritus tenebrosos
no puedan retardar los trabajos por hacer en la casa que nos ha cobijado como
seguidores del Maestro, que este nuevo año nos haga recaudadores de vienes
celestes y nos permita desalojar de nuestro Espíritu imperfecciones que traban
nuestro peregrinar en esta existencia.
Hermanos
celestes, guía de este centro (hermano Felix) ayudadnos para que la obra sea
concluida, que nuestra imperfección no entorpezca los planes trazados, para esta
u casa, y los espíritus que en ella se alimentan como escuela, refugio,
enfermería y de los trabajos que nosotros desconocemos pero que sin verlos
somos conscientes que aquí se realizan y que nosotros no debemos entorpecer.
Padre de
amor, ilumina al hombre para que luche por conseguir la paz en el mundo, la esclavitud prodigada por toda
la tierra se extinguió, la paz puede
lograrse, eliminando las guerras, sensibiliza los corazones de los dirigentes
de los pueblos para que unificados un dia todos desdeñen las armas y los
intereses que las producen y hacen que tantos hermanos nuestros sufran pruebas tan dolorosas.
- Merche -
"la vida es muy corta: perdone rápido, bese lento y ame intensamente".
“La vida tal vez no sea la fiesta que esperábamos pero mientras estemos acá solo nos queda bailar”
“Amar es un aprendizaje. Convivir es una construcción”.
Y además recomiendo: el espirita albaceteño.- elespiritadealbacete.blogspot.com
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