sábado, 2 de abril de 2011

La importancia de la Resignación




 EL EVANGELIO  SEGUN EL  ESPIRITISMO



CAPÍTULO V: BIENAVENTURADOS LOS AFLIGIDOS



Items 12 y 13: MOTIVOS DE RESIGNACION




   Según diccionarios, resignación significa  " sumisión a la voluntad de alguien o del destino"; o bien,
"La sumisión está aliada a la constancia y a la paciencia ante los infortunios, corage para soportar los rigores de los infortunios, constancia en una situación sin rebelarse ante ella, o sin que el paciente se lamente de ella"... " Sumisión paciente ante los sufrimientos de la vida".

Sumisión es " la disposición a obedecer para aceptar una situación de subordinación, docilidad, abediencia", o bien  " la disposición para aceptar un estado de dependencia".

   Como vemos, la resignación está implícita en la Bienaventuranzas de Jesús y más esclarecidas por el Espiritismo que no está en desacuerdo con las definiciones anteriores.

    Resignarse es someterse voluntariamente a las leyes de Dios, por reconocer que siendo Él el Absoluto en Perfección, es causa de todo cuanto existe y no comete errores o engaños, y Sus leyes sabias y amorosas son las que nos llevan a la felicidad.

  Todavía esas definiciones pueden ser interpretadas por la aceptación pasiva, o la sumisión racional, lógica y activa de quien se siente seguro y confiante en el Padre Creador.

  Asimismo la definición del diccionario Caldas Aulete, la frase " sin que  reaccione contra ella", puede ser interpretada como ,no reaccionar con revuelta, con desespero, sino con acciones para resolver la situación de infortunio, tratando de amenizarla y supoerarla.

   Si así no fuese,Dios no habría dado a sus hijos la inteligencia, la razón, que nos llevan a querer conocerlo todo, tranfrmando y creando del futuro de felicidad que.

   La resignación preconizada por el Espiritismo, es sumisión activa, fruto del entendimiento de los objetivos de la vida y de los seres. Someterse a los sufrimientos propios de la vida, comprendiéndolos como merecidos y necesarios para el desenvolvimiento del Espíritu inmortal y vivir de modo optimista, con la certeza de la justicia de las leyes naturales y del futuro feliz que espera.
   Es comprender la promesa de Jesús cuando nos dejó las bienaventuranzas a los que sufren, a los afligidos. Es llorar por el dolor, pero sonreir por la bendición de la oportunidad del resarcimiento de deudas del pasado, entregándose a la Voluntad del Padre.

   Es poner el pensamiento en la liberación que vendrá después, amenizando , solo con esa certeza, las amarguras del momento.

    " La resignación es coraje y virtud" (Cairbar Schuttel: Parábolas y Enseñanzas de Jesús, Clarim, décima edición, pag. 137).

  Son pues, varios  los motivos que pueden llevar al hombre a la resignación ante los sufrimientos y dificultades de la vida.
Resumiendo:
-   Confianza en Dios, en Su Sabiduría y Amor. Si nosotros, hombres, todavía tan imperfectos, queremos lo mejor para nuestros hijos, Él, la Perfección Absoluta, no puede querer menos. Si nosotros, por nuestra imperfección, no siempre sabemos que es lo mejor para nuestros hijos, Él sabe, por Su Omnisciencia y actúa por Su Omnipotencia. Aceptar y comprender- en cuanto es posible- que Dios  es " inteligencia suprema y causa primera de todas las cosas", parece ser el primer motivo para la resignación ante las dificultades naturales de vivir en la Tierra.

- Comprender y aceptar la inmortalidad del Espíritu, que nos lleva a considerar toodos los acontecimientos y situaciones de la vida como cosas pasajeras, importantes sí, pero nada catastróficas o milagrosas.

- Aceptar y comprender la ley de las vidas sucesivas, a través de las que vamos evolucionando desde Espíritus sencillos e ignorantes hasta Espñíritus angélicos, sabios y amorosos, precisando de las dificultades de la vida material para que esa evolución intelectual y moral se procese.

- Aceptar y comprender la ley de Acción y Reacción, a través de la cual vamos corrigiendo nuestros errores y omisiones, conociendo las causas de nuestros sufrimientos por los efectos que sentimos y recibimos, en el uso de nuestra inteligencia y raciocinio, aprendiendo así a evitar las causas que los provocan.

- Entender las promesas de Jesús en las Bienaventuranzas, promesas que solo pueden ser cumplidas en el decorrer de la vida eterna, en el proceso evolutivo del Espíritu inmortal.

- Aceptar la perfectabilidad del hombre que puede realizar su desenvolvimiento con mucha más facilidad y menos sufrimiento, si fuese sumiso ante las leyes de Dios, aprovechando las dificultades y dolores para conocerse y desenvolver toda la potencialidad divina que tiene en sí mismo.

- Comprender y aceptar que el hombre es un ser en tránsito en la Tierra, donde evoluciona, y que depende de cada uno el  sufrir mas o menos, en dependencia del entendimiento de las leyes divinas y en su aplicación, en su sentir, pensar y actuar.

   En la comprensión y aceptación de esos principios, confiando en las palabras de Jesús, "Bienaventurados los afligidos porque serán consolados", los inevitables infortunios de la vida podrán ser recibidos como oportunidades de pruebas que avalen el proceso evolutivo, de liberación de deudas, por tanto con alegría, con confianza, con la certeza de que son experiencias saludables, necesarias y útiles a nuestro progreso espiritual.

   ¡ De ahí la imprtancia de la resignación comprensiva y activa, siempre!




Leda de Almeida Rezende Ebner

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