INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- No dejes para mañana....( 2 de 2)
2.- Favor Divino
3.- Asimilación de corrientes mentales
4.- Espiritismo, Ciencia y Filosofía moral o religiosa
**********************************
NO DEJES PARA MAÑANA....
( 2 de 2 )
...//...
Confesé mi falta, y mi madre me recriminó tan duramente, que por primera vez me avergoncé de mí mismo.
Dejé de viajar por acompañar a mi madre y por manejar el caudal que había dejado mi padre, pero era tanta mi desidia y mi indolencia, dejando siempre para mañana los asuntos más urgentes, que mi fortuna comenzó a disminuir de tal modo, por lo que mi madre se alarmó seriamente. Para ver si despertaba mi actividad concertó mi matrimonio con una joven muy buena que se enamoró de mí locamente, y yo de ella, pero mi amor no fue bastante para desarraigar mi capital defecto: seguí siendo tan indolente como antes. Tuve que emprender un largo viaje porque el hermano de mi padre me llamó a su lado para entregarme todos sus ahorros, pues se sentía morir. Mi prometida durante mi ausencia entró en un convento, jurándome que sería de mí o de Dios.
Mi viaje debía durar un año, pero debido a mi pereza dejé para mañana diversos asuntos, y después de haber cumplido con mi antiguo preceptor, de cerrarle los ojos y dejarle en la tumba, dejé pasar la salida de un buque y perdí seis meses sin poderme embarcar por no haber buque que zarpara para mi país, y cuando me encontraba dispuesto con todos mis asuntos terminados caí ligeramente enfermo y no traté de combatir el mal, por lo que perdí nuevamente la ocasión de embarcarme.
Como siempre, me decía a mí mismo: escribiré mañana. Mi madre y mi prometida me lloraron por muerto, y cuando al fin llegué a mi hogar, sin haber avisado mi llegada, supe por los criados que mi madre estaba en la iglesia del convento donde había profesado aquel día mi prometida. Esta infeliz, al enterarse de mi vuelta, se arrojó a la calle desde lo más alto del campanario. No quiso vivir sin mí, y mi madre se impresionó de tal manera con mi llegada y con la muerte de la pobre monja, que en pocos días se fue al cementerio, y yo sin perder la razón del todo, me quedé de un modo que no era útil ni para mí mismo. Mis bienes, entregados a manos extrañas, desaparecieron por completo; llegué a mendigar mi sustento y muchos, mofándose de mí, me decían: -Vuelva mañana. Pasé hambre y sed, me encontré sin tener dónde guarecerme; y así viví muchos años en la mayor indigencia, escuchando las burlas de los chicuelos que me decían: -¿No comes hoy? Ya comerás mañana. Nadie corrió nunca para socorrerme. ¡No lo merecía! … Perdí mi nombre y mi apellido y me pusieron el mote de Juan Mañana.
Cuando los chiquillos callejeros me veían pasar y gritaban: -¿Dónde vas, Juan Mañana? Recobraba por un momento la lucidez de mis ideas y sufría mucho recordando mi juventud, en la que fui tan querido, tan respetado, tan atendido. ¡Y todo era obra mía! Tuve padres amorosísimos, tuve un preceptor que de muy buena fe quiso hacer de mí un hombre de provecho, tuve una mujer que me amó tanto que prefirió la muerte a vivir separada de mí, tuve bienes suficientes para disfrutar moderadamente de todos los goces de la existencia terrena. No tuve ningún defecto físico, y si bien en mi niñez no disfruté de robustez, en mi juventud adquirí el desarrollo necesario para ser lo que llamáis un buen mozo: alto, esbelto, vigoroso; era un ser simpático, reunía pues todas las condiciones para haber sido relativamente feliz, y fui en cambio profundamente desgraciado. ¡Y todo fue obra mía! …
Hasta para morir tuve pereza de ir al hospital, y me dije: ya irás mañana, y en el portal de una casa ruinosa donde nos reuníamos varios mendigos todas las noches, allí exhalé mi último suspiro, permaneciendo junto a mis restos hasta que vinieron los enterradores que, al llegar al cementerio, me tiraron brutalmente, diciéndose unos a otros: le enterramos mañana, así le daremos gusto, ya que el pobrete todo lo dejaba para hacerlo mañana. ¡Cuánto daño me hizo aquella burla tan cruel! … Gracias y, como a nadie le falta quién le ame, mis padres fueron los encargados de alejarme del cementerio; allí dejé mi cuerpo insepulto sobre el que caía copiosa lluvia, como si las nubes compasivas lloraran ante tanta desventura, y cuando me di cuenta de mi verdadero estado hice firme propósito de enmienda siendo mi trabajo actual correr tras los indolentes inspirándoles la mayor actividad, asociándome gustoso a todos aquellos que quieren trabajar en bien de la Humanidad. ¡He perdido tantos siglos!.. ¡He derrochado tantos bienes materiales e intelectuales! … ¡he sido dueño de tantos tesoros! … ¿y o para qué? Para ser en mi última existencia el hazmerreír de la plebe y llevar por mote ¡Juan Mañana! ¡Juan Mañana! ¡Que en otro siglo escribió su nombre con letras de oro en gran libro de la historia!
¡Cómo se desciende cuando se convierte uno en juguete de sus vicios!… Es verdad que nada he perdido de lo que he ganado, que mañana cuando vuelva a Tierra seré un trabajador incansable; que haré de la noche día, y me aprovecharé de mis conocimientos adquiridos para ser a la vez artista y filósofo, historiador y gran político; todas las manifestaciones del saber humano me parecerán pocas para emplearlas en mi existencia, y seré un modelo de actividad y de generosas iniciativas. ¡Cuánto me complace soñar en mi mañana! ¡Seré grande entre los grandes! ¡Sabio entre los sabios! ¡Bueno entre los buenos! Adiós.
Gran enseñanza encierra la comunicación que acabo de recibir, y si yo no fuera avara del tiempo, si yo no creyera que no se debe dejar para mañana lo que podemos hacer hoy la historia de este Espíritu, mejor dicho, uno de los capítulos de su historia, me hubiera servido para poner en práctica una de las virtudes de que nos habla la doctrina cristiana: contra pereza, diligencia. Si cada día tiene su propio afán, cada día debemos dejar terminado el trabajo que aquel afán reclama, dejando libres todas las horas del día siguiente, pues ya vendrán nuevos afanes a apoderarse de ellas. Hay un antiguo adagio que dice: «guardar de comer y que hacer», y es verdad, porque la acumulación del trabajo engendra el cansancio y el obrero cansado no hace obras buenas. Para trabajar con relativa perfección hay que tener fuerzas acumuladas, lucidez en las ideas y agilidad en los miembros, y esto solo se consigue metodizando el trabajo, dándole al afán de cada día todas las actividades de que podamos poner, para poder decir al llegar a la noche y entregarnos descanso: Señor, si el tiempo es oro, yo he sacado hoy de esa mina todos los filones que he podido para enriquecerme en talento y en virtudes.
Por Amalia Domingo Soler. Publicado en el libro «Hecho que Prueban»
( Tomado de la Sociedad Española de Divulgadores Espíritas )
*******************************************
FAVOR DIVINO
No te quejes de Dios porque dificultades te abrumen la vida.
Ciertamente Dios conoce todos los programas de acción que te estructuran la existencia.
El pariente difícil, la casa en pruebas, las tareas pesadas, la conquista de simpatía, la relación espinosa…
Todo eso podría Dios suprimir en un momento.
Entre tanto, sin los familiares incomprensivos, no conocerías el amor; fuera de los obstáculos domésticos, no adquirirías responsabilidad; huyendo de los encargos de sacrificio, no tendrías experiencia; lejos de la búsqueda de apoyo, no practicarías fraternidad y desertando de las luchas de equipo, acabarías desconociendo el valor de la cooperación.
Convéncete de que Dios puede sanar cualquier preocupación, pero nos deja a cada uno la bendición del trabajo, de modo a que logremos salir de la ingenuidad y de la inercia, para ser, un día, colaboradores conscientes de la Divina Sabiduría que sostiene a la Creación.
MEIMEI ( Espíritu)
*********************************
ASIMILACIÓN DE CORRIENTES MENTALES
En cualquier estudio mediúmnico no debemos olvidar que la individualidad espiritual, en el cuerpo físico, mora en la ciudadela atómica carnal que está formada por recursos tomados provisionalmente del ambiente del mundo. Sangre, encéfalo, huesos, nervios, piel y músculos son elementos materiales que se aglutinan entre si para la manifestación transitoria del alma en la Tierra, constituye una vestimenta temporal, según las condiciones y pruebas que tiene que pasar.
Cada recipiente recibe conforme a su capacidad. Los mundos actúan los unos sobre los otros por las irradiaciones que despiden, y las almas se influyen mutuamente por intermedio de los agentes mentales que producen. El campo de la mente ofrece un amplio panorama para el estudio de sus combinaciones… pensamientos de crueldad, rebeldía, tristeza, amor, comprensión, esperanza o alegría, tiene una naturaleza diferente con características y pesos propios, haciendo más densa al alma o utilizándola, además de poderse definir sus cualidades magnéticas… La onda mental poseerá determinados coeficientes de fuerza, tanto en la concentración silenciosa como en el verbo exteriorizado o en la palabra escrita…
Comprendemos con esto, que somos victimas o beneficiarios naturales de nuestras propias creaciones, según las corrientes mentales qué proyectamos, nos esclavizamos a compromisos contraídos por el equivoco de nuestras experiencias o liberamos con el bien hacia el progreso, según nuestras determinaciones y obras en armonía o desacuerdo con las leyes eternas…
Casi todos los hechos mediumnicos son ejercidos por el fenómeno de la perfecta asimilación de corrientes mentales. El organismo es como un aparato receptor donde se condensan los pensamientos y la voluntad con profusiones de rayos que alcanzan el campo interior del médium, primeramente por los poros, que son como miríadas de antenas sobre las cuales esa emisión adquiere el aspecto de impresiones débiles e indecisas. Esas impresiones se afirman en los centros del cuerpo espiritual, los que funcionan a modo de condensadores y alcanzan de inmediato los enlaces del sistema nervioso desempeñando el papel de preciosas bobinas de inducción, acumulándose allí en un instante y reconstituyéndose automáticamente en el cerebro, en donde poseemos centenares de centros motores semejantes a un milagroso teclado de electroimanes ligados los unos a los otros. En esos núcleos dinámicos se procesan las acciones y las reacciones mentales que determinan vibraciones creativas a través del pensamiento o de la palabra, considerándose el encéfalo como una poderosa estación emisora y receptora y a la boca como un valioso auto parlante. Tales estímulos se expresan también a través del mecanismo de las manos y de los pies, o por las sensaciones de lo sentidos y de los órganos que trabajan al igual que elevadores y conductores, transformadores y clasificadores bajo el comando directo de la mente.
El pensamiento que nos pertenece con exclusividad, fluye incesantemente de nuestro campo cerebral, al igual que las ondas magnéticas acalóricas que nos son peculiares y lo utilizamos normalmente accionando los recursos de que disponemos.
En los asuntos de este orden es imprescindible tener mucho cuidado para juzgar, porque si se basa el criterio sobre la medida de expresión terrena, se posee una vida mental parasitaria y restringida, ya que ocultamos la onda de pensamiento que nos es propia para reflejar y actuar con los preconceptos consagrados o con la pragmática de las costumbres preestablecidas, que son cristalizaciones mentales producidas en el tiempo. Basta que se ejerza la meditación, al estudio edificante y a la vocación de discernir, para comprender con nitidez cual es la calidad de nuestros pensamientos y poder identificar claramente a las corrientes espirituales que asimilamos.
La mediumnidad es un don inherente a todos los seres, al igual que la facultad de respirar, cada criatura asimila las fuerzas superiores o inferiores con las cuales se haya en sintonía. Por eso mismo el Divino Maestro nos recomendó la oración y la vigilancia para no caer en las sugestiones del mal, porque la tentación es la corriente de fuerzas vivas que irradiamos nosotros y que, llegando hasta los elementos afines, tejen entre si, alrededor de nuestra alma, una espesa red de fuerzas impulsivas que se tornan a veces irresistibles.
Estudiemos trabajando. El tiempo utilizado en el bien de nuestro prójimo es una bendición que atesoramos para siempre en nuestro propio provecho.
Extraído de el libro: “En los Dominios de la Mediumnidad” de Chico Xavier.
Realizado por Merchita
**************************
ESPIRITISMO, CIENCIA Y FILOSOFÍA MORAL O RELIGIOSA
El Espiritismo, siendo una doctrina abierta y progresiva, nos da las claves necesarias para llegar a ver un día reconciliadas a la Ciencia y a las religiones en su esencia fundamental, cual son las enseñanzas morales, que tienen por objetivo esencial desarrollar el espíritu de las sociedades humanas, siguiendo las enseñanzas y ejemplos del Maestro Jesús en el caso de las llamadas religiones cristianas. Y es que el Espiritismo, nada teme de los avances demostrados por la Ciencia, ni a los conceptos o dogmas sostenidos por las religiones, porque el Espiritismo, siempre está abierto a admitir lo que Ciencia y Filosofía puedan demostrar, y no teme a los postulados religiosos, cuando su fe racional le hace dispuesto a mantenerla afrontando cara a cara la razón, en todas las épocas de la humanidad, tal y como afirmó Kardec.
Con mi más profundo respeto hacia todas las personas religiosas, lo sean de la confesión que sean, he mencionado aquí a las religiones cristianas, porque las enseñanzas del Maestro Jesús de Nazaret - el Cristo de nuestro planeta-, contienen cuantos principios éticos y morales se puedan encontrar en todas las demás religiones llamadas “no cristianas”.
Estos principios e implantaciones morales cristianas son en tantísimos casos , sentimientos que han llegado a formar parte de nuestra personalidad y nuestra forma común de ver la vida, de pensar y de sentir, y por eso, constituyen, no una religión humana más, sino un sentimiento religioso natural, profundo e innato que forma parte de la personalidad humana en general, al aceptar en su corazón una fe religiosa y unos principios éticos y morales, que no se deben oponer a la razón ni a la Ciencia, porque los fundamentos de origen del Espiritismo se han obtenido con el carácter y el método de una verdadera Ciencia.
Me refiero a lo que se conoce como “Espiritismo Cristiano”, porque incluso un sector del Espiritismo llamado “laico”, defiende y asume la moral cristiana.
El Espiritismo defiende, como ya he explicado, los principios religiosos de otras religiones, porque en esencia todas contienen los principios morales cristianos. Sin embargo no copia o admite las ceremonias o rituales externos de ninguna de ellas.
Cuando el Espiritismo se extienda y se generalice más por la Tierra, lo que de hecho está ya sucediendo porque así está planificado desde el Mundo Espiritual, y este sea popularizado y aceptado como el sentir religioso natural y universal de todos los seres humanos, terminará por ser admitido y aceptado por la Ciencia , todavía de carácter materialista, pues ésta , con sus investigaciones y avances irá confirmando muchas de las cuestiones que se plasmaron- hace ya más de dos siglos-,en la Codificación Espírita, y así se podrá comprobar que Ciencia y Espiritualidad, son ambas vertientes de la Verdad Una y siendo ambas verdades, no se podrán contradecir, sino apoyarse mutuamente.
A las religiones cristianas, con la orientación espírita, les supondrá tener un extraordinario enriquecimiento doctrinario, pues habrán adoptado las verdades espíritas, soltando de paso el lastre de tantos siglos cargados de dogmas y liturgias irracionales, y de paso este puede ser el lazo que las vuelva a reunir como una sola religión universal..
Esa situación conllevará una profunda transformación moral y social del ser humano que por primera vez en su historia en este planeta, comenzará a sentirse como parte de un todo, como miembro de una gran familia humana que se agrupa entre los encarnados y los desencarnados. De este modo, de cara al futuro nada tendremos que temer en cuanto a nuestros conceptos religiosos, de las verdades que el avance de las Ciencias confirme, porque dar la espalda o rechazar estas verdades una vez comprobadas, supondría volver a caer en la sinrazón y en el dogmatismo irracional que ha sido causa de la barrera hasta hoy existente entre Ciencia y Religión, que no han sabido caminar juntas unidas en busca de la Verdad y del progreso espiritual y humano.
Esta pretensión de monopolizar la verdad por parte de la Ciencia como de las religiones, ha sido la barrera que ha mantenido y aún mantiene separado lo que debería haber estado unido y complementados, como dos aspectos fundamentales de la Verdad Una, confirmados dentro de una Filosofía racional y lógica.
Así con el desarrollo de la Ciencia y del Espiritismo, los conceptos científicos, avalados por la Filosofía racional y el aspecto Moral o religioso que se desprende de la citada filosofía, vendrán a ser los tres pilares sobre los que se apoyará la Religión Universal, pues la Verdad auténtica, jamás podrá desmentir a la Verdad auténtica, y esta, antes o después, siempre termina por triunfar sobre cualquier sombra del error, de la mentira o de la duda.
******************************
No hay comentarios:
Publicar un comentario