jueves, 2 de abril de 2020

Biografía de Allan Kardec

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.-Biografía de Allan Kardec- Su Aniversario
2.-¿Existen las penas eternas?
3.- El compromiso del Espiritismo con la democracia.
4.- Cristianismo y Catolicismo
5.- Comunicado del Dr. Bezerra (espíritu)- La Pandemia




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   Allan Kardec – Biografía

Allan Kardec«El Espiritismo es a la vez una ciencia de observación y una doctrina filosófica. Como ciencia práctica, consiste en las relaciones que pueden establecerse con los espíritus, como doctrina filosófica comprende todas las consecuencias morales que se desprenden de semejantes relaciones.» ( «¿Qué es el Espiritismo?» Allan Kardec )
Allan Kardec fue codificador del Espiritismo. Organizador escrupuloso de un material que fundamentó la corriente espiritista del s.XIX, pero en modo alguno se trató de un escritor imaginativo y tampoco de estilo místico.
Primeramente debemos saber que Francia en el 3 de Octubre de 1.804 , día del nacimiento de Hippollite Leon Denizard Rivail (más tarde veremos cómo pasaría a llamarse Allan Kardec), ya había pasado por la época de la Enciclopedia y, esta línea de pensamiento, dejó en las bases de su sociedad, a grandes pedagogos muy rigurosos, formadores de la conciencia intelectual de Kardec.
Allan Kardec nació en un hogar donde la elevada cultura estaba ya profundamente asentada. Hizo sus primeros estudios en Lyon y los completó en Yverdum (Suiza), en el Instituto del celebre profesor Pestalozzi, conocido por ser uno de los más respetados centros de enseñanza de toda Europa, y por donde pasaron famosos intelectuales de aquella época. Nuestro hombre se reveló aquí como un discípulo brillante en Ciencias y Letras.
Se entrego a fondo a la lingüística y hablaba correctamente el alemán, el inglés, el español y el holandés. Vuelto a París funda allí un Instituto de Enseñanza semejante al de Yverdum. Y como educador publica numerosos libros, gracias a los cuales, a pesar de verse arruinado por problemas familiares, consigue sobrevivir económicamente. Daba también clases de química, física, astronomía y anatomía comparada.
Prosiguiendo su carrera pedagógica hubiera podido desarrollar su vida, pero en 1854, con 50 años, oye hablar por primera vez del fenómeno de las mesas giratorias (estaba de moda). Fue su viejo amigo Fortier (magnetizador) el que le dijo…»He aquí una cosa extraordinaria, no solamente se hace girar la mesa, magnetizándola, sino que se le hace hablar: se interroga y ella contesta.» Nuestro codificador contestó… «Yo creeré en ello cuando lo vea y se me haya probado que una mesa tiene cerebro para pensar, nervios para sentir, y que puede convertirse en sonámbula. Hasta entonces permitidme que no vea en ello mas que un cuento de niños .»
Al principio de 1855, encontró a Carlotti (otro viejo amigo) que vuelve a relatarle fenómenos, y a sugerir el hecho de que pudieran estar provocados por espíritus, esto despierta su irresistible curiosidad de estudioso e investigador. En Mayo de 1855, acompañado de Fortier, visita la casa de una conocida sensitiva , Madame Roger .
Allí mantiene una conversación con diversas personas que le redundaron en la idea antes sugerida por Carlotti. Esta reunión le causa honda huella y en allí mismo es ya convidado a asistir a una sesión de experiencias. Cuando sale dice…»fue allí, donde por primera vez puedo dar testimonio del fenómeno de las mesas giratorias, que saltaban y corrían, en condiciones tales que la duda no era posible. Allí vi también algunos ensayos imperfectos de escritura mediúmnica».
Todavía escéptico, pero impresionado, traba amistad con la familia Baudin , a cuyas reuniones es invitado. Nos cuenta…»Fue allí donde hice mis primeros estudios sobre Espiritismo, mas fundamentados sobre las observaciones que sobre las revelaciones. Apliqué a esta nueva ciencia, como lo había hecho siempre, el método experimental. Jamás senté una teoría preconcebida. Observaba con atención, comparaba, deducía y sacaba conclusiones; de los efectos me remontaba a las causas mediante la deducción y el encadenamiento lógico de los hechos y admitiendo la viabilidad de una explicación solamente cuando podía resolver ella todas las dificultades inherentes al tema… Este es el procedimiento que utilicé toda mi vida, a partir de los veinticinco o veintiséis años. De entrada comprendí la gravedad de la investigación que emprendía y entreví en estos fenómenos la clave del oscuro y controvertido problema del pasado y del porvenir de la humanidad, la solución y la respuesta a todas mis búsquedas. Se trataba de una revolución completa en las ideas y en las creencias; por tanto debía actuar con circunspección y no a la ligera; ser positivista y dejar los ideales de lado para evitar afirmaciones ilusorias.»
En 1855 recibe de Carlotti y de un grupo de estudiosos 50 cuadernos conteniendo relatos de experiencias y comunicaciones diversas, pidiéndole que analice y ordene el contenido. Una noche, en una de las sesiones en casa de Baudin, nuestro hombre (todavía Rivail) recibe una comunicación de su espíritu protector. Éste, nombrado Espíritu de la Verdad, le revela una anterior encarnación con los druidas en la Galia y cuyo nombre, en aquellos tiempos, fue Allan Kardec.
También le comunica su ayuda en la importante tarea para la que ha sido destinado. A partir de este momento Allan Kardec se lanza al trabajo, recibiendo instrucciones a través de diferentes médiums ( Japhet, Croset, Dufaux, Aline, hermanas Baudin, etc ) diversificando de este modo los intermediarios de su comunicación con los espíritus, para mejor contrastar la verdad.
El 18 de Abril de 1857 publica un libro que marcará el inicio del espiritismo » El Libro de los Espíritus». Este libro ya aparece firmado con el nombre Allan Kardec, apartando así la época de escritor y pedagogo prestigioso que firmaba con el de su nacimiento. En los pocos años que le quedaban ya por vivir (en esta reencarnación) escribió todos los libros que completan la codificación espirita y completo el primero.
En 1858 editó la Revue Spirite (Revista Espírita). En 1861 publica El Libro de los Médiums. Su texto comprueba el carácter científico de la Doctrina Espírita, y provoca un gran revuelo y el catolicismo se levanta contra Allan Kardec. Ese mismo año 300 libros espíritas son quemados en Barcelona por la inquisición española. Tiempo después, al respecto de este hecho, Kardec recibió, a través de un médium, el siguiente mensaje del obispo de Barcelona, autor del acto de fe que decretó la incineración de los libros, y que ya había desencarnado: «Esta escrito. Tu quemaste las ideas y las ideas te quemaron. Rogad por mí; rogad, porque es agradable a Dios la oración del perseguido para con su perseguidor. Habla el que fue obispo y ahora no es mas que penitente».
En 1864 publica El Evangelio según el Espiritismo. En 1865 publica El Cielo y el Infierno. En 1868 publica La Génesis. Allan Kardec desencarnó en 1869, contaba casi 65 años. La obra de Allan Kardec es de obligatorio conocimiento para descifrar el Espiritismo. Muchos libros espíritas se han publicado después, pero en los del codificador se resume el carácter original de esta transmisión espiritual, y la orientación para acercarnos nosotros a los mensajes. Además estos libros, por su extenso tratamiento del tema, contienen innumerables descubrimientos, muchos de ellos verificados después por la ciencia.
Debemos recordar que en el mismo año de la desencarnación de Kardec, la Sociedad Dialéctica de Londres nombró un comité para estudiar los fenómenos del Espiritismo, cuyo conocimiento se propagaba por toda Europa. Tras meses de investigaciones, sus 22 miembros concluyeron que los fenómenos eran auténticos. A ésta han seguido muchas otras investigaciones sobre los fenómenos y las tesis espíritas que igualmente han concluido aceptando la propuesta del Espiritismo.
( De la Revista de la FEE)




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       ¿EXISTEN LAS PENAS

                  ETERNAS?

La pregunta sobre la que vamos a reflexionar es la que da título a este artículo: ¿Existen las penas eternas? La existencia del bien, la existencia del mal, los premios y los castigos; el sufrimiento y la felicidad. ¿Qué será de nosotros una vez hayamos cruzado el umbral? ¿Seremos felices o desdichados? ¿La situación que pasemos a vivir será irreversible, sin posibilidad de variación? ¿Si soy infeliz, tendré la posibilidad de mejorar mi estado? Si, por el contrario, mi situación es dichosa, ¿podría deteriorarse, o por el contrario, podría mejorarse aún más?
Efectivamente, estos son algunos de los interrogantes que se ha planteado el ser humano desde la noche de los tiempos. Bien es cierto que el hombre, aunque con mucha lentitud, ha ido dando pasos en dirección al esclarecimiento de estas cuestiones. Los dogmas y los prejuicios, consecuencia del fanatismo y las pasiones humanas, han retardado sobremanera el avance en este campo tan fundamental como en otras áreas del progreso.
No obstante, si recordamos las palabras del inigualable rabí: “No hay nada oculto que no deba ser revelado, y nada secreto que no deba ser conocido” (Mateo 10:26), nos anuncia la llegada al mundo de una época en la que el ser humano poseerá la suficiente capacidad como para admitir sin demasiada dificultad ciertas verdades que han permanecido ocultas, o quizás al alcance de unos pocos. Lógicamente, este hecho no se podría entender como fortuito o aislado y que de repente golpeara o deslumbrara al hombre. La evolución no funciona de esa manera.
A lo largo de la historia han existido señales, vestigios de esas verdades que han permanecido veladas; personajes del mundo de la ciencia y de la mística que aportaron, con mayor o menor éxito, sus descubrimientos y experiencias. Hemos de situarnos irremediablemente en una época clave, el siglo XIX y sus manifestaciones mediúmnicas, a saber: mesas parlantes, fenómenos de tiptología, materializaciones ectoplasmáticas, etc. Se abría definitivamente la puerta de la otra dimensión. A partir de entonces el intercambio se intensificó, siendo vulgarizados por muchos; pero otros, más bien escasos en un primer momento, supieron comprender la gravedad del mensaje que contenían dichas manifestaciones y que significaban la instauración de una nueva era para la humanidad. Se empezaban a cumplir las palabras del Maestro. “No hay nada oculto que no deba ser revelado…”.
Es en esa misma etapa histórica cuando aparece el Espiritismo, una doctrina transmitida por los propios espíritus y codificada por un hombre extraordinario que supo entender la trascendencia del mensaje que traían a la Humanidad, el filósofo y profesor francés Hippolyte Léon Denizard Rivail, más conocido como Allan Kardec.
Precisamente, la visión tan clara que tiene la doctrina espirita sobre el Más Allá y las penas futuras se basa en numerosas observaciones que le otorgan autoridad, y también a la multitud de testimonios de almas desencarnadas que vienen a manifestar sus sensaciones y experiencias, en base a su situación personal y en función de cómo fue su última vida con cuerpo físico.
La primera idea fundamental que se desprende de los testimonios de los espíritus, y que se pueden encontrar en la segunda parte de la obra “El cielo y el infierno” del propio Allan Kardec, es que: “A cada quien según sus obras” (Romanos 2: 6).
Ítem 28.- “La situación del espíritu en el mundo espiritual es aquella que éste se preparó para sí durante su existencia corpórea”. “Quien mucho sufre en la Tierra es atribuible a que mucho debía expiar”.
Es decir, aquellos que han hecho el bien, que se han esforzado en su autoreforma y que han aceptado las pruebas sin murmurar, estas almas, al abandonar la materia solo pueden encontrar felicidad por el deber cumplido, también por haberse despojado de imperfecciones que son las causantes de desdicha e infelicidad.
Por el contrario, aquellos que se dejaron llevar por el mal durante su última existencia física, que no atendieron a los llamados de su conciencia, que desaprovecharon el tiempo, la oportunidad de automejorarse y de hacer el bien, esas almas, lógicamente, no pueden tener ningún tipo de compensación, puesto que lo que sembraron es lo que les corresponde recoger.
Ítem 6.- “El espíritu debe sufrir no sólo en razón del mal que obró, sino también del bien que pudo hacer y no lo hizo durante su estancia terrestre”.
Ahora bien, volviendo al principio y al interrogante que da título a este artículo, ¿existen las penas eternas? Podemos contestar con las siguientes reflexiones:
El sufrimiento es inherente a la imperfección. De tal modo que seres perversos e irremediablemente alejados del bien de un modo perpetuo significaría que las leyes divinas se sentirían incapaces de sensibilizar a ese espíritu y, ni el tiempo sin tiempo ni las continuas experiencias acumuladas sin fin, serían capaces de reconducirlo, lo cual señalaría un grave error de previsión; una chispa divina bloqueada e insensible a perpetuidad, algo que no se corresponde ni con la sabiduría ni con la misericordia divina.
También nos podríamos plantear el porqué de la existencia del mal; de no existir, se nos podría haber evitado muchos sufrimientos y equivocaciones. Sin embargo, hemos de tener en cuenta que sólo podemos hablar de verdadera responsabilidad espiritual cuando tenemos libertad para elegir y capacidad para hacer lo correcto. La responsabilidad varía en función del conocimiento que posee el ser y la experiencia acumulada. No obstante, si solo existieran automatismos comportamentales para el ser humano, no se le podría exigir verdadera responsabilidad. O dicho de otro modo, si solamente pudiera elegir un camino no existiría auténtica libertad, y sin libertad ni responsabilidad es imposible crecer y perfeccionarse, ni tampoco conocer el valor de la obra divina que nos envuelve y de la que todavía estamos muy lejos de comprender en toda su majestuosidad. Esta sea quizás la idea más importante que puede justificar la existencia del mal. Por tanto, no se equivocan aquellos que afirman que el mal es la ausencia de Dios.
Ahora bien, la pregunta que a continuación podríamos formularnos es: ¿si el mal no es perpetuo, de qué modo borra el espíritu sus faltas? La codificación nos lo aclara nítidamente:
Ítem 16.- “El arrepentimiento, la expiación y la reparación son las tres condiciones necesarias para borrar las huellas de una falta y de sus consecuencias”.
A través del arrepentimiento el alma analiza y comprende sensibilizada su error. Es sin duda el primer paso, de lo contrario es imposible corregir voluntariamente lo que no se ve o comprende.
En segundo lugar la expiación, que son los sufrimientos físicos o morales de las faltas cometidas, bien en el plano físico o espiritual, hasta que se borren por completo sus huellas.
En tercer lugar, la reparación: Ítem 17; nota al pie“La necesidad de la reparación es un principio de rigurosa justicia que podemos considerar como la auténtica ley de rehabilitación moral de los espíritus”. Consiste en hacer todo el bien posible a aquellos a quienes se les perjudicó, muchas veces reencarnando en una misma familia carnal; otras veces propiciándose relaciones sociales, familiares o sentimentales que nos demandan una conducta recta, unas obligaciones morales; de ese modo nos perfeccionamos, hacemos el bien y rescatamos las posibles deudas que tengamos pendientes con ellos. “Así es como el espíritu progresa aprovechando su pasado”.
En resumen: Ítem 33.- “Todo hombre puede liberarse de sus imperfecciones por obra de su voluntad”.
Por lo tanto, las penas eternas a la luz del espiritismo son una quimera que se desmiente con la lógica y el conocimiento práctico de las leyes espirituales que nos rigen. La obra de Dios es renovadora y creciente, tendente a la perfección. La eternidad de penas o de castigos sería una especie de enfermedad incurable, un corte de digestión letal contrario a la naturaleza del ser y a los mecanismos de transformación permanente de la propia vida.
 José Manuel Meseguer- Amor,Paz y Caridad

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                                     EL COMPROMISO DEL

 ESPIRITISMO CON LA DEMOCRACIA


“Es preciso que el poder limite al poder” (Montesquieu)

El Espiritismo no es una doctrina política. Sin embargo, es una doctrina filosófico-moral, nacida de la experimentación científica de los fenómenos de comunicación con los espíritus. En su vasta obra, Allan Kardec (1804-1869), no demostró preocupaciones para proponer teorías políticas referentes al ejercicio del poder, sus formas, divisiones y atribuciones, modos de elección de los gobernantes, etc. Ni por eso, dejó de abordar las grandes cuestiones éticas necesariamente intrínsecas al ejercicio del poder, tales como la  responsabilidad moral de eventuales detentores de autoridad en todas las instancias de la vida, y las virtudes que deberían adornar la personalidad de sus titulares. Con la figura metafórica de "aristocracia intelecto-moral", proyectó la sociedad del futuro, dirigida por hombres y mujeres con elevados dotes intelectuales, conocimientos y moralidad, indispensables para el orden y el progreso de los pueblos.

Innegablemente, sin embargo, el Espiritismo, por sus contenidos sociales claramente definidos, de modo muy particular en la tercera parte de " El Libro de los Espíritus", se adhiere a las propuestas iluministas que marcaron el siglo anterior a su sistematización doctrinaria. Valores como libertad, igualdad y fraternidad, bandera de la Revolución Francesa, fueron interpretados por Kardec como "leyes divinas o naturales" aplicables a todos los pueblos. Con base a esos mismos principios, pensadores iluministas, de entre los cuales sobresale el ilustrado compatriota del Profesor Rivail, Charles-Louis de Secondat, más conocido como Montesquieu (1689/1755), formularon las bases de la moderna democracia, abriendo camino al denominado contemporáneamente como Estado Democrático de Derecho.

Situado el concepto de Estado Democrático de Derecho, está la necesidad del poder estal conferido por las leyes y por la voluntad mayoritaria de los ciudadanos de una República. ser separado y ejercido por áreas específicas. dotadas de autonomía e independencia

La fórmula de Montesquieu que cpncibió el Estado regido `por los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, fue la que modernamente se consagró como ideal. Al afirmar que es necesario que el poder limite al poder, el Barón de Montesquieu concibió el sistema de frenos y  contrapesos, indispensable para el pleno ejercicio de la democracia

Y es en ese contexto en el que el mismo Espiritismo no siendo una teorìa política, está desde su nacimiento insertado en la democracia. siendo así parte integrante la propuesta espírita, de la que no se puede apartar. bajo pena de abrir un flanco de autoritarismo contrario a la libertad.

La injusticia, enemiga de la igualdad, es la primacía del orgullo y del egoísmo, los cuales impiden la construcción del espíritu de fraternidad.
    Es oportuno recordar esos conceptos históricos y doctrinarios en el momento en que en Brasil resurgen claros intentos de debilitar los poderes de la ´República, que ejercen justamente la acción de freno y contrapeso del Ejecutivo. No vale para justificar las tentativas, alegar la corrupción, o el corporativismo, u otros defectos, siempre encontrables en oportunistas e irresponsables miembros de aquellos poderes. Cuestiones éticas y morales también se combaten con las leyes y su correcta aplicación, objetivo solo alcanzable por el pleno, contínuo y permanentemente mejorado ejercicio de la democracia. Al Espiritismo le está reservada, fundamentalmente, la misión del perfeccionamiento moral del ser y de la sociedad, demostrando la realidad del espíritu, su inmortalidad, y la autonomía que le confiere la naturaleza, apuntando a la construcción de un mundo mejor y más feliz.

- Periódico virtual CEPA Opinión-

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             Cristianismo y Catolicismo 

                             
   El Cristianismo original predicado por los discípulos y seguidores del “Maestro”, debido a las diferentes interpretaciones que de sus enseñanzas  se hicieron en los diversos pueblos en los que estaba extendido, a lo largo de su historia se fue desgajando en varias ramas o sectas que se han ignorado  mutuamente hasta nuestros días, mirándose con recelo y viéndose como rivales y hasta enemigas, pretendiendo cada una estar en posesión de la  verdad llevando el auténtico mensaje cristiano, y mirando como rivales  a las otras confesiones cristianas como usurpadoras y falsas,. Esto  dio lugar a algunas de las grandes guerras de la historia,  ante los cismas que las provocaron..
     Una de las grandes sectas del Cristianismo fue la  llamada Iglesia  Romana o Católica, a cuya cabeza está el Papa como líder supremo, religioso y político, pues quedó circunscrito su dominio terrenal en un territorio declarado  república independiente de Roma, “El Estado del Vaticano”. El Papa es considerado por los católicos como  la “representación” de Jesucristo en la Tierra  y  el sucesor  de San Pedro, el discípulo de Jesús  quien, según  el dogma católico le atribuye, fue encargado por su Maestro para edificar y mantener su iglesia. Pero en realidad no fue su discípulo Pedro quien la creó, sino que este  heredó su dirección cuando el Maestro Jesús le encomendó que guiase a los demás discípulos y seguidores. Sin embargo quien realmente la creó fue Pablo de Tarso, el más ardiente seguidor de Jesús, al que no llegó a conocer  personalmente en vida de este.
     El Catolicismo con sus dogmas del “pecado original”, la “salvación por la gracia”, el  “infierno” la redención”,etc., desfiguró  las puras y genuinas doctrinas del Evangelio de Jesús, desvirtuando su esencia y ocultando y hasta persiguiendo otros dogmas y creencias en principio admitidos, tal como la creencia en  la reencarnación o renacimiento;  sin embargo hay que considerar la realidad en un contexto más amplio como lo es el que  el Catolicismo   resultó ser un elemento parásito del Cristianismo primitivo al que privó de su pureza y sencillez.
      El Catolicismo  parece ser que  desde sus comienzos a partir de la idea cristiana, tomó del  Budismo el modelo de su organización jerárquica, y de la religión politeísta de Roma, sus cultos, sus ceremonias, sus símbolos y rituales,  y a su vez, de la religión de la India la idea de la Trinidad, entre otras.
       La Iglesia católica por ganar y mantener poderes e influencias, siempre trató de aliarse con el poder político establecido, buscando consolidar su presencia e influencia en  aquellos pueblos en donde las demás religiones, incluidas otras Cristianas, fueron arrinconadas o desplazadas a otros lugares geográficos fuera del alcance de sus dominios. Durante el oscurantismo de la Edad Media, esta secta, que al principio era conocida como “Iglesia de Roma” dominó al mundo por el terror con la Inquisición. y con los conflictos bélicos que provocó, haciendo correr ríos de sangre, mientras que Jesucristo sin embargo había anunciado un reino de Amor y  de Caridad que nada tenía que ver con aquel cristianismo belicoso que no era más que un paganismo cruel y despiadado que actuaba en nombre de Jesús..
     Esta Iglesia se atribuyó el poder de perdonar los pecados mediante el sacramento de la confesión, y de conceder indulgencias para ser perdonados por Dios y reservar un lugar en el Cielo (como si es que el Cielo fuese un lugar). Eso es una usurpación de lo que solo Dios tiene el poder de dar, pues el hombre puede conceder su perdón, pero el perdón real y definitivo que libera al alma culpable, solo lo puede dar Dios cuando el pecador se dirige a El  arrepentido de su falta y con la Fe puesta en Su misericordia, habiendo rescatado (o compensado) la gravedad de sus faltas por el amor o por el dolor, sabiendo que finalmente, Dios siempre le  va a perdonar.
       De tanta parafernalia de dogmas, sacramentos y ritos, llegó a hacer siempre un negocio bastante rentable, pues además de los diezmos de los fieles, por la administración de sus ceremonias sacramentales, siempre cobró  vendiendo indulgencias y perdonando pecados según tarifa.
     A pesar de que en sus comienzos, las manifestaciones mediúmnicas  y su práctica entre los primeros cristianos eran  habituales, posteriormente la iglesia, escudándose en la prohibición de Moisés al pueblo hebreo, las prohibió a su vez, y desde entonces siempre les atribuyó el carácter de demoníacas, inútiles y peligrosas. Al respecto, cabe recordar que muchos de los grandes descubrimientos científicos de la historia han sido tratados del mismo modo por la Iglesia Católica. Sin embargo cuando alguna manifestación mediúmnica o fenoménica de carácter paranormal se ha producido dentro de las filas del catolicismo oficial,  tras mucho estudiarlas para ver si les conviene admitirlas o no les conviene, las ha calificado finalmente como“milagro”,o “hechos milagrosos  extraordinarios”, siempre atribuidos a algún santo, a Jesús, o a la Madre de Jesús, etc., apoyando en esto sus  dogmas particulares y las confirmaciones de una fe que mantienen e imponen. Cuando no ha sido así, ha recurrido a la figura del demonio o Satanás para descargar sobre él lo que a la religión le ha estorbado.
       Desde el máximo respeto que merecen los católicos de buena fe, no dejo de afirmar que la Iglesia  infalible en sus dogmas inspirados por el Espíritu Santo, según ella,  se equivocó  muchas  veces a lo largo de la Historia y  aunque la Ciencia desmintió muchas veces sus dogmas y afirmaciones, en vez de corregir con humildad los postulados doctrinarios sostenidos, se opuso  a los dictámenes de la Ciencia cuanto  pudo,  dando lugar a gentes escépticas y ateas que abandonaron la fe que tenían religiosa que tenían y terminaron admitiendo solamente  las demostraciones empíricas de la Ciencia.
      Actualmente la Iglesia Católica, sigue dando mal ejemplo al mundo debido  en muchas ocasiones al mal comportamiento moral de sus prelados y a la manifestación ostentosa de las muchas riquezas que posee, sobre todo en el mismo Vaticano, en donde el oro y el esplendor  siempre se mostraron abundantes, mientras que millones de seres humanos hambrientos siguen desatendidos en las necesidades más básicas por cualquier lugar de este miserable mundo. Por otra parte la Iglesia sigue cerrando los ojos ante la injusticia social y  ante muchos problemas humanos acuciantes que esperan de  ella algún consuelo o solución , sin embargo continúa acomodada en los dogmas doctrinales que antepone a la realidad social y a la caridad,  haciendo oídos sordos a tanta necesidad de justicia social para no enfrentarse a ciertos países poderosos y opresores, a los que en el mejor de los casos, a veces se atreve a amonestar  levemente, como dándoles una cariñosa   palmadita en el hombro para que no se molesten. Y si a todo esto, añadimos los  abundantes casos de pederastia cometidos por sus sacerdotes, que debieran dar un ejemplo cristiano, limpio y honesto y no lo han dado, desengañando así a tantos fieles que esperaban encontrar siempre en ellos el buen ejemplo acorde con la moral que predican....
      No obstante, es de justicia el reconocer también, que la obra de la Iglesia en muchos momentos de la historia y lugares del mundo, ha sido y es  positiva y útil, habiendo ayudado a tantas personas y poniendo dique a tanta barbarie, creando por todo el mundo instituciones de beneficiencia y caritativas.
      Por último deseo subrayar que uno de los principales problemas de las iglesias cristianas, es que le dan a Jesús como persona, la importancia que se debería de dar sobre todo a sus enseñanzas sagradas y fundamentales y la importancia que se le debiera dar a Dios por encima de todas sus criaturas, incluido Jesucristo.

-Jose Luis Martín 

          “ Ignoro quien soy, pero sé esto: que cuido y sano enfermos, que doy claridad y seguridad a los que dudan, que doy dinero a los desgraciados. Se han escrito sobre mí muchas mentiras porque nadie sabe la verdad...Pero es necesario que muera y entonces se sabrá lo que he hecho.”
                                      - Cagliostro -

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  COMUNICADO DEL DR. BEZERRA

 (espíritu)

   LA PANDEMIA.-

"JESÚS  DE  NAZARETH  NOS  PROTEGE"

Hijitos míos, en estos  momentos cruciales que estamos viviendo, Jamás tuvimos tanta necesidad de este Pastor querido, y jamás la humanidad expresó tanto Amor como en estos días. El Amor a la naturaleza, en sus más variadas expresiones. En este Amor a la naturaleza, a todo lo que en la naturaleza vibra y vive. A nuestros hermanos de la escala zoológica, los animales. A nuestros  enemigos, a nuestros amigos y hermanos, ¡nunca hubo tan bella y noble consciencia de las palabras de Jesús! Porque Él no nos dejó huérfanos, permitió que las estrellas luminosas, cayesen de los cielos sobre la Tierra, en la oscuridad de la noche, anunciándonos que ya se está produciendo el esperado cambio moral de nuestro maltratado planeta.
      Muy pronto a su debido tiempo, todo se consumará y volverá a brillar la  luz de la paz, del Amor y la fraternidad.  
   ¡En ningún tiempo, Jesús fue tan exaltado, y tan combatido
     
       Y ese hecho, merece de nosotros mismos una profunda reflexión. ¡No os turbéis y no temáis! "La muerte no es el fin, es la gran libertadora de la esclavitud carnal". 
      No os preocupéis en demasía con la presencia pandémica, del virus, cuyo momento, será más tarde entendido en sus razones, en sus orígenes y del porque nos llegó ahora provocando pánico y dolor. Vosotros que conocéis a Jesús, mantened el respeto a las leyes, buscando la precaución recomendada   por   las autoridades    sanitarias.  ¡Pero,  no ocultéis la mano socorrista, a los que padecen! No neguéis la palabra libertadora a los que se preparan para enfrentar la inmortalidad. No salgáis de donde fuisteis colocados, en una inútil y engañosa tentativa de impedir la contaminación. Buscad la pureza íntima y sobre todo, alimentaos de la Fe dinámica, valiente y amable. Amando a todos, evitando las tribulaciones y tentaciones que han de venir…..
   ¡Hoy, quizás, más que nunca! Jesús necesita de vuestras manos, hablar por vuestros labios, sintiendo el calor de vuestra compasión y la misericordia de vuestros sentimientos. El gran antídoto para todos los males es el Amor, es el Amor dinámico, es el Amor que dona y no se preocupa en recibir ni siquiera una sonrisa del beneficiario.
     No penséis que os encontráis solos. Los cielos envían sus embajadores para que el intercambio entre encarnados y desencarnados se haga con mucha más facilidad.
   ¡Tened cuidado! Para que vuestras olas mentales sincronicen con las mentes que administran las vidas. Evitad descender, bajar vuestro pensamiento  a las páginas de agonía, donde las fuerzas ultrajantes, que están produciendo los dolores por necesidad de la evolución del Planeta.
     Id, como Jesús dijo a sus discípulos en Galilea y predicad con el ejemplo, por la palabra iluminada y por el ejemplo de abnegación. Las fuerzas vivas del Universo están con nosotros, en un dulce intercambio. Id y amad en el nombre de nuestro amado maestro Jesús de Nazareth. Nosotros suplicamos al señor que nos bendiga y nos guarde en paz.
     Son votos de un servidor humilde y paternal.

                                                                     Bezerra de Meneses. Espíritu                    

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