sábado, 21 de enero de 2017

UN SABIO SIN CORAZÓN


                             
                                  

       INTERACCIÓN MENTE-CUERPO

El  estudio de la interacción mente cuerpo, está en pleno proceso de investigación por parte de algunos científicos. Es interesante destacar que los puntos de vista son coincidentes en admitir una influencia extrafísica en los procesos químicos cerebrales. Los hay que no aceptan ninguna hipótesis de trabajo que incluya el alma en los mecanismos del cuerpo físico. Otros se refieren a la influencia de la mente por medio de las emociones, los pensamientos y los sentimientos, en la reactividad de agentes químicos que recorren el cerebro y el resto del cuerpo. Lo que no llegan a explicar claramente es lo relacionad con las características de la mente, como tampoco hacen referencia a com hacen su acción sobre el sistema nervioso cerebral. Muchos creen todavía que a las emociones se deben los problemas orgánicos, otros parecen sustentar la idea de que las patologías físicas y mentales son consecuencia de las deficiencias de la máquina humana. Esa maraña de ideas contribuye, en definitiva, al conocimiento del producto final de todo el sistema mente-cuerpo.

Los materialistas intentarán conocer l mejor posible todos los mecanismos del cuerpo; los espiritualistas tratarán de explicar científicamente la conexión entre el espíritu y la materia. El resultado del trabajo de unos y otros, aportará en el futuro, el conocimiento de la totalidad de los fenómenos que se producen en el  ser humano.

La tomografía por emisión de positrones (PET) muestra imágenes del cerebro que se modifican con cada pensamiento (dolor, recuerdos, etc), y constituye un paso adelante en dirección al conocimiento de las causas extra-físicas. Debemos considerar además, que el cuerpo es suficientemente fluído para reflejar las impresiones de la mente, tal como afirma el Dr.Chopra, así como existe una infinidad de alteraciones mínimas de la química celular, de la temperatura del cuerpo, de la carga eléctrica, de la presión sanguínea y de otras reacciones que no llegan a ser percibidas por las personas. El Dr. John Eccles, fisiologista australiano, premio Nóbel, manifestó en una conferencia a parapsicólgos, lo siguiente: -" Si quieren observar un fenómeno real de telekinesia, consideren las proezas de la mente sobre la materia, realizadas a través del cerebro". Eso significa que a cada pensamiento la mente consigue mover átomos de hidrógeno, de carbono y de otros elementos químicos de las células cerebrales. La energía de los pensamientos actúa sobre la materia gris del cerebro, y es la causa de modificaciones químicas. Depende de la clase del pensamiento emitido obtener tal o cual sustancia química cerebral.
  Cuando el pensamiento es portador de emociones tales como el miedo, el cerebro acepta esos mensajes bajo la forma de órdenes expresas de la mente y las suprarrenales verterán un exceso de adrenalina en la corriente sanguínea. Ante la repetición crónica del resentimiento o la angustia, aumenta la calcificación de las arterias coronarias y se preparan futuras isquemias cooronarias. Una crisis colérica puede provocar la aparición de síntomas de hepatitis, en tanto que la ictericia es una consecuencia del desborde de la conducta.
    En esa misma línea de razonamiento se verifica que una actitud mental negativa, como la rabia, la envidia, la inseguridad, la autoestima baja, la culpa(una de las causas de la esquizofrenia, según el punto de vista espírita), el resentimiento guardado en el archivo de la mente, o algún sentimiento de maldad, inducirá órdenes mentales en el cerebro, al que este obedecerá preparando las debidas sustancias químicas. Es interesante mencionar que esa clase de emanación energética del alma o de la mente, producirá sustancias que atacarán los sistemas de defensa del organismo y nuestro sistema inmunológico reducirá su potencia. Existe, por lo tanto, en el cerebro, una verdadera cascada de sustancias químicas que fluyen por todas partes, transportadas por los llamados neurotransmisores y neuropéptidos, que se encuentran en el cerebro y en el sistema inmunológico, o sea, que estos son los transportadores de la inteligencia de la mente por todo el cuerpo. Según André Luiz (espíritu), el pensamiento se materializa en la sustancia tigroide de las neuronas.
   En contraposición a lo expuesto, el pensamiento cargado de emociones y sentimientos nobles, como la alegría, el cariño, la oración elevada, la actitud bondadosa, la confianza, la autoestima, la fe ferviente y toda clase de elementos saludables del alma, constituyen auténticos mensajes(órdenes), dirigidos al cerebro, que los recibe y codifica produciendo sustancias que contribuirán a fortalecer el sistema inmunológico del organismo. Surgen las endorfinas (morfina interna), analgésicos naturales y sustancias euforizantes que prducen una sensación de bienestar y alegría en las personas. Se aplicó un test a dos grupos de artistas. Uno de los grupos representaría a indivíduos malos, coléricos, etc, y el otro tomaría los roles de `personas buenas y calmas. Se midieron las condiciones del sistema inmunológico, antes y después de la representación de tales papeles. Al final se verificó la caída de las defensas del organismo en los artistas que representaron la maldad, en tanto que se constató el aumento de las defensas en los artistas que hicieron la representación de la bondad.
   Las investigaciones sobre la interacción mente-cuerpo se acumulan día a día. De l que ya se da por seguro resulta que la mente (lease espíritu), actúa poderosamente sobre el cuerpo orgánico, vía cerebro, en una comunicación de alta velocidad. Una célula nerviosa envía una señal desde la cabeza hasta el dedo del pie en un laps inferior a un quincuagésimo de segundo (360 km/h).
  Por lo tanto, se puede afirmar que pensar es producir reacciones químicas cerebrales, así como que las energías de las emociones y sentimientos contenidas en los pensamientos, determinan el tipo de sustancias producido, cuyos mensajes son transmitidos a las diferentes partes del cuerpo, ejecutando la gran sinfonía de las reacciones químicas de nuestro organismo físico. De tal modo esa serie de mandatos mentales llegan hasta las glándulas endocrinas e influyen en la producción,equilibrada o n, de sus hormonas.
   Todo lo que la ciencia médica ha ido descubriendo paulatinamente ya figuraba en las obras del espíritu André Luiz, recibidas por la psicografía de Chico Xavier. En ellas se encuentra un acervo extraordinario acerca de los mecanismos de la mente, en relación con el recipiente físico y sus consecuencias.
   Se suman a lo dicho las influencias espiritiuales negativas o positivas, que desde el exterior se proyectan sobre el campo espiritual de los encarnados y producen los efectos correspondientes en el cuerpo humano. Dependerán, por lo tanto del tipo de espíritu que encntrará en nuestra zona mental, los mandatos que llegarán al cerebro físico y a los demás órganos del cuerpo, para la ejecución de órdenes procedentes de emociones, pensamients, sentimients y sensaciones que fueron captados por el encarnado.
- Jason de Camargo-(Educación de los sentimientos).

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            Encuentro con la realidad 

El ego ilusionado busca sobrevivir; para ello se vale de innumerables mecanismos de fuga de la realidad, y se expresa usando variadas... máscaras, a fin de no ser identificado. En las relaciones interpersonales aparece disfrazado: es exigente en relación a los otros o excesivamente severo para consigo mismo, proyecta sus conflictos o introyecta sus aspiraciones no realizadas. 

Subconscientemente posee conceptos incorrectos sobre sí mismo y no está dispuesto a enfrentar con coraje la realidad, pasándola por alto cuando es negativa o exagerándola si es favorable. Como se aferra a la ilusión de los conflictos, cuida de presentarse en forma conciliadora -la actitud subconsciente de lo que le gustaría realmente ser y la apariencia conveniente -, expresándose como persona feliz, realizada. 

En razón del desgaste de los valores éticos en la sociedad, el miedo de mostrarse a otro genera reacciones y subterfugios en los cuales el ser procura compensaciones psicológicas que no le permiten sentirse pleno. Como sus cimientos son frágiles, pronto se derrumban las construcciones de bienestar que aparenta poseer, y cae en angustias reprimidas y en agresiones, por transferencia emocional, para su compensación íntima. 

Existe una expresiva gama de actitudes humanas que están lejos de ser legítimas y son el resultado de posturas opuestas a su realidad. Salvo algunas excepciones, que se dan en los idealistas no apasionados ni extremistas, la mayoría de los que vociferan contra lo que sea, enmascaran deseos subconscientes que reprimen por falta de valor moral para expresarlos con nobleza. El individuo puritano, que fiscaliza la mala conducta ajena, proyecta el estado interior que procura combatir en los otros, porque no está dispuesto a hacerlo en sí mismo. El crítico mordaz y persistente, de ojo clínico para los errores y miserias de los otros, es portador de inseguridad personal y alimenta un gran desprecio por si mismo, que trata de compensar con la agresión. 

Quien se identifica normalmente con los dolores y aflicciones, con la humildad exagerada y, por consiguiente, falta de autenticidad, exterioriza inconscientemente un estado paranoico sumado a un deseo inagotable de llamar la atención. Aquel que siempre realiza todos los sucesos y encuentra justificaciones para sus propios fracasos y errores, se teme a sí mismo, y carece de una estructura emocional apropiada para liberarse de los conflictos. 

Sin agresividad, sin sentimentalismo ni ansias de confesiones injustificables, muéstrate a tus hermanos, a tus amigos, a fin de que se sientan cómodos y se presenten como son. No pretendas ser el censor de las vidas, perturbando los juegos de las personas con la exposición de tus verdades. Si les quitas la base de sustentación, ¿tienes algo para ofrecerles en términos de comportamiento y seguridad? Vigílate, pues, y confía. Deja que te identifiquen por tus valores grandiosos y por tus deficiencias, facilitando así, a los que conviven contigo, la misma actitud de darse a conocer y de confianza. Solamente con las personas que conocemos podemos sentirnos realmente bien. 

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La realidad divina me despierta para que me conozca, y de ese modo me descubro y me identifico. 
Mi búsqueda ya no está revestida de ilusión, sino de la certeza del próximo encuentro con la realidad. 
Soy lo que soy, avanzando hacia un ser ideal. 
Me acepto y me perfecciono, nada exijo, amo a todos y a mi mismo, dejo que la Realidad me domine. 
Espíritu Joana de Ángelis
Médium Divaldo P. Franco

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         Código Penal de la Vida Futura 

19º. - Como el Espíritu conserva siempre su libre albedrío, mejora a veces de forma lenta y su obstinación en el mal es bastante tenaz. Puede persistir en esa situación durante años y siglos, pero llega siempre el momento en que su obstinación en desafiar la justicia de Dios se abate ante el sufrimiento,  y entonces, de mal grado por su fanfarronería, él reconoce el poder superior que lo domina. Desde el momento en que  manifiesta  las primeras luces del arrepentimiento, Dios le hace entrever la esperanza.

20º.- Sean cuales fueren la inferioridad y la perversidad de los Espíritus, Dios jamás los abandona (......). Si hizo mal, sufrirá sus consecuencias en cuanto a permanecer en el mal camino. Desde que dé un paso en dirección al bien, sentirá inmediatamente sus resultados.

-El Cielo y el Infierno- Cáp.7-
                                        

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La paz viene de dentro, no la busques fuera. 
― Buda Gautama 


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       UN SABIO SIN CORAZÓN. 



Durante algunos años ha estado vagando por las aldeas y campos del mediodía de Francia una cuadrilla de gitanos, viviendo de mostrar a las gentes un fenómeno muy raro. 
Metido en un cajón, y a través de un cristal, mostraban un muchacho salvaje, diciendo que 
carecía en absoluto de extremidades inferiores y que hablaba una lengua extraña y bárbara. 
Pero el muchacho no era ni monstruo ni salvaje, y la lengua que hablaba no era ni más ni 
menos que la que se usa en los campos de Galicia. 
El pobre muchacho, en efecto, no era ni más ni menos que una víctima de la explotación de los gitanos. 
Estos habían atado fuertemente las piernas del niño en una disposición violentísima y cruel, quedando ocultas por un doble fondo en el cajón, por lo que parecía carecer de ellas. 
¿Cómo este muchacho español había caído en poder de los gitanos? 
Muy sencillo. Viajando la nómada partida por los campos de Galicia, vieron al chiquillo, y 
embaucaron a sus padres, consiguiendo que éstos se lo cedieran bajo la promesa de devolución al cabo de un año, estipulando que los gitanos abonarían por ello, a la familia galega, trece duros al devolverles el muchacho. Contaba éste a la sazón seis años, y la partida errante se lo llevó consigo en sus correrías por Galicia, León, Burgos, Logroño y Navarra, hasta que penetraron en Francia. Al principio iba el muchacho tratado a cuerpo de rey (relativamente), pero haciendo jornadas terribles, por lo largas, y montado a horcajadas en un mulo de gran alzada, cuyo lomo apenas podía abarcar las tiernas piernecitas del niño. El resultado fue que al cabo de algún tiempo de este trajín, cuando por la noche apeaban al muchacho, tenía sus extremidades doloridas y no podía andar. De aquí, sin duda, el ocurrírseles a los gitanos inutilizar por completo las piernas del muchacho, atándolas, como queda dicho, y aprisionándolo en el cajón de doble fondo. 
Diez años duró el suplicio del galleguito, con incidentes muy variados y siempre tristísimos; 
pero como no sabía ni una palabra del francés, le era imposible hacer entender a nadie la explotación de que era víctima, y menos podía, por la disposición en que se hallaba, escapar de sus verdugos. 
Por fin, al cabo de diez años, llegó a hacerse entender algo en francés, y aprovechando una ocasión favorable pudo denunciar a las autoridades su explotación y su martirio. 
Recobró así su libertad, pero la inmovilidad y posición forzada de las piernas durante tan largo tiempo había producido en el muchacho una forma singular de paraplejía. Fue, pues, necesario conducirlo al hospital de Burdeos, donde fue asistido por los doctores Duverjié y Arnozan. 
Por mediación del cónsul español ha sido trasladado a España e ingresado al hospital general de Madrid, donde se halla bajo los cuidados del doctor don Jaime Vera, que confía en la lenta curación del muchacho, mediante un tratamiento eléctrico apropiado. 
* * * 
Con profundo sentimiento leí el anterior relato, pues me hice cargo que el protagonista de tan horrible historia era un Ser que indudablemente había pecado mucho, y nada más triste que ser malo, puesto que el que peca se degrada con el mal pensamiento que antecede a la realización de la mala obra, se envilece llevándola a cabo y atrae más tarde Espíritus perversos que gozan y se complacen en atormentarle. ¡Qué malo es ser malo!... 
Porque no sólo cae en el abismo el criminal, sino que con él caen otros muchos. 
Deseando proseguir mis estudios, leyendo en la humanidad, pregunté al guía de mis trabajos sobre el pasado de este infeliz que ha vivido sin vivir, tantos años, y obtuve la comunicación siguiente: 

“Por el fruto conoceréis el árbol, dijo Jesús. De igual manera por la existencia de cada Ser 
conoceréis una parte de su historia, al menos la más culminante, la que ha formado época en la vida de este o de aquel individuo. El hombre que hoy ha sido víctima de la codicia de unos mal aventurados explotadores de la humanidad, ha sido durante muchos siglos un sabio sin corazón; así como vuestros naturalistas y vuestros médicos más famosos ensayan en diversos animales el efecto de sus invenciones, inoculándoles el virus de varias dolencias que diezman a la humanidad, muriendo muchos de estos animales sometidos a ensayos científicos, sirviendo su muerte de útil enseñanza para evitar más tarde la tortura de hombres atacados de análoga enfermedad, de igual manera el hoy martirizado (al que llamaremos Ascaño), en sucesivas existencias hizo el estudio siguiente: 
“Ver si la inteligencia tendía mejor su vuelo disponiendo de un cuerpo sano y robusto o 
sufriendo la parálisis de sus miembros inferiores, condenando, así, a los hombres, a una quietud forzosa. Ascaño fue durante mucho tiempo poseedor de bienes de fortuna, tenía gran número de esclavos y en los hijos de sus siervos, en aquellos que presentaban una cabeza hermosa, bien equilibrada, fijaba su atención y comenzaba sus crueles estudios. A unos les amputaba las piernas, a otros se las oprimía entre moldes de hierro, a otros les producía llagas incurables, y a todos ellos les enseñaba a leer, a escribir, a pintar, a modelar barro, a cantar; a cada uno le dedicaba a lo que mostraba más inclinación y al mismo tiempo educaba de igual manera a otros niños sanos y robustos, y así notaba la diferencia que existía entre unos y otros. 
“Trataba a los infieles que sometía a sus extraviados estudios lo mimo o peor que vuestros 
médicos a sus animalejos; no gozaba viéndoles sufrir, eso no; pero le importaban muy poco sus gemidos de angustia, lo que él quería era observar si la inteligencia necesitaba del uso completo de todo su cuerpo para funcionar y elevarse o si le bastaba impresionarse ante la belleza de la Naturaleza con todas sus armonías. 
“Ascaño buscaba, sin él saberlo, la vida independiente del Espíritu. En aquel tiempo no se 
conocía todavía el aforismo de <cuerpo sano, mente sana>, ni hubiera servido tampoco para los estudios de Ascaño; él buscaba algo que presentía, que adivinaba, pero no encontraba en torno suyo; él buscaba inteligencias que funcionasen independientemente del cuerpo; por eso, a éste lo trituraba, lo reducía, tratando al mismo tiempo de aplicar el remedio al mal causado para ver el giro que tomaba la inteligencia si ésta batía sus alas hacia tierra, o si se elevaba como las águilas buscando las inmensidades del infinito. 
“Así como en vuestros días hay hombres que les sacan los ojos a determinados pájaros 
porque dicen que estando ciegos cantan mucho mejor, de igual manera Ascaño mutilaba a sus pobres esclavos para ver si careciendo de piernas corría más su pensamiento. 
“Ya dijo Aristóteles que los esclavos eran una propiedad animada. Ascaño lo creía así y 
martirizó a muchos niños, porque era un sabio sin corazón. 
“No gozó el mal causado, pero como al fin causó muchos dolores, justo es que en su mismo cuerpo sufra más de una vez los tormentos que hizo sufrir. Mas no creáis que porque él venga obligado a sufrir lo que hizo sufrir a otros, sean menos culpables sus verdugos, porque ya os he dicho muchas veces que el papel de verdugo no es necesario nunca representarlo; porque cada uno es verdugo de sí mismo, cuando su expiación debe cumplirse. 
“No tenéis más que mirar y veréis cuán cierto es lo que os digo. 
“Muchos hombres tienen lo suficiente para ser relativamente felices, pero si no merecen serlo no lo son; y les domina el vicio que más les puede perjudicar o están unidos a una familia que sin ser mala les mortifica, les contraría, les exaspera, y cuántos hay que dicen: - ¡Quién fuera hijo de la casa de expósitos! 
“Tener familia es una verdadera calamidad. Cada cual lleva en sí mismo todos los apuntes 
judiciales que se necesitan para pagar una causa, es el fiscal que acusa y el abogado que defiende, el juez que dicta la sentencia y el verdugo que la ejecuta; todo lo lleva el hombre consigo. “Dios en su justicia infinita no podía crear Seres para que éstos fueran odiosos y repulsivos; sus leyes son inmutables y eternas, y así como los niños juegan con sus juguetes, así los hombres juegan con sus leyes que duran y subsisten hasta que un soplo de eso que llamáis muerte os deshace. 
“¡Cuántos jueces (verdaderamente criminales) cuando más contentos y más satisfechos están de sus crueldades, lanzan un grito de angustia, se ven rodeados de sus víctimas y caen como heridos por el rayo, y todo su poder, toda su autoridad, va a esconderse en un sepulcro que será quizá de mármoles y jaspes, pero sepulcro al fin, depósito de gusanos que devoran aquel cuerpo que sólo se movió para producir exterminio! 
“Os lo repetiré cien y cien veces: no dejéis de compadecer a los verdugos y a las víctimas, los primeros porque se preparan para ser sacrificados mañana, y los segundos porque han sido los sembradores de la mala semilla, cuya cosecha están recogiendo y regada por sus lágrimas. Amad y compadeced, porque amor y compasión necesitan las víctimas y los verdugos. Adiós”. 

* * * 
¡Qué hermosa enseñanza! ¡Cuánto se puede aprender con estas instrucciones   verdaderamente racionalistas, despojadas de todo misticismo!... 
¡Cuán en armonía están con mi modo de pensar! Siempre he creído que Dios está a mucha más altura que nuestras miserias y nuestras torpezas. 
Cuando dicen: Dios castiga a sus hijos rebeldes y premia a los justos, me parece que profanan la grandeza de Dios; yo considero a Dios como Alma del Universo irradiando en los mundos, no convertido en maestro de escuela vigilando las acciones de sus discípulos. 
Yo adoro a Dios en la Naturaleza, pero no tiemblo ante su cólera, ni confío en su clemencia. Dios es justo, es inmutable, es eterno, es superior a todas las piedades y a todas las compasiones; no necesita ser clemente porque es justo, porque su ley de amor tiene que cumplirse y cuando se cumpla la ley de Dios, no tendrá ocaso el día de la felicidad universal.
UN SABIO SIN CORAZÓN. 

Amalia Domingo Soler, del libro
Hechos que prueban.

Durante algunos años ha...

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                                              NUESTRA CASA
La mente es la casa viva donde cada uno de nosotros reside, según nuestras
propias concepciones.
La imaginación es el arquitecto de nuestro verdadero domicilio.
Si juzgamos que el oro necesita erigirse en el único material adecuado a
nuestra construcción, prematuramente sufrimos el viento destructor o
congelante de la ambición y de la envidia, del remordimiento y del tedio,
que acostumbra envolver la fortuna, en su castillo de imprevisión.
Si suponemos que el poder humano debe ser el abrigo exclusivo de nuestro
espíritu, somos rápidamente enfrentados por la desilusión que
habitualmente señala la frente de las criaturas engañadas por los desvaríos
de la autoridad.
Si encontramos alegría en la crítica o en la liviandad, naturalmente nos demoramos en cárceles de perturbación y maledicencia.
Moramos, en espíritu, donde proyectamos el pensamiento.
Respiramos el bien o el mal, de acuerdo con nuestras preferencias en la
vida.
En la Tierra, muchas veces tenemos la máscara física envuelta en
distinciones y esplendores, conservándonos íntimamente en deplorables
cubículos de padecimientos y tinieblas.
Sólo el trabajo incesante en el bien puede ofrecernos la milagrosa química
del amor para la sublimación del hogar interno.
Por eso mismo, dice Jesús: - "mi padre trabaja hasta hoy y yo trabajo
también".
Idealicemos más luz para el camino.
Abracemos el servicio infatigable a los semejantes y nuestra experiencia,
con base en la Tierra, culminará, feliz y victoriosa, en los esplendores del
Cielo.
Emmanuel


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