LA TAREA DE LOS GUÍAS
ESPIRITUALES
Cuando hablamos de la influencia del Evangelio en las grandes cuestiones sociológicas de la actualidad, apuntamos a las criaturas el cuerpo de leyes, por las cuales deben guiar sus vidas en el planeta. El jefe de determinados servicios recibe regulaciones necesarias de sus superiores, que él deberá poner en práctica en la administración. Nuestras actividades son de colaborar con nuestros hermanos en el dominio del conocimiento de esos códigos de justicia y de amor, de cuya base vivirá la legislación del futuro. Los Espíritus no volverían a la Tierra solo para contar a sus compañeros sobre las beatitudes eternas en los planos divinos de la inmensidad. Todos los hombres conocen la fatalidad de la muerte y saben que es inevitable su futura mudanza a la vida espiritual. Todas las criaturas están así, predestinadas a conocer aquello que ya conocemos. Nuestra palabra es para que la Tierra vibre con nosotros en los ideales sublimes de la fraternidad y de la redención espiritual. Si hablamos de los mundos felices, es para que el planeta terreno sea igualmente venturoso. Si decimos del amor que llena la vida entera de la Creación infinita, es para que el hombre aprenda también a amar la vida y a sus semejantes. Si discurrimos acerca de las condiciones perfeccionadas de la existencia en planos redimidos del Universo, es para que la Tierra ponga en práctica esas mismas condiciones. Los códigos apicados, en otras esferas más adelantadas, basados en la solidaridad universal, deberán a su vez, merecer la atención y los estudios precisos.
El orbe terreno no está ajeno al concierto universal de todos los soles y de todas las esferas que pueblan lo ilimitado; parte integrante de la comunidad de los mundos, la Tierra conocerá las alegrías perfectas de la armonía de la vida. Y la vida es siempre amor, luz, creación, movimiento y poder.
Los desvíos y los excesos de los hombres es lo que hicieron de vuestro planeta la mansión triste de las sombras y de los contrastes.
Fluidos misteriosos ligan a Dios todas las bellezas de su creación perfecta e inimitable. Los hombres tendrán, por lo tanto, su cuota de felicidad inmortal, cuando estuvieren integrados en la armonía con su Creador. Loso soles más remotos y más distantes se unen a vuestro orbe de sombras a través de fluidos poderosos e intangibles. Hay una ley de Amor que reúne todas las esferas, en el seno del éter universal, como existe esa fuerza ignorada, de orden moral, manteniendo la cohesión de los miembros sociales, en las colectividades humanas. La Tierra es pues, componente de la sociedad de los mundos. Así como Marte, o Saturno y colectividades que en vuestro orbe tienen igualmente el deber de mejorarse, avanzando por el perfeccionamiento de sus leyes, hacia un estadio superior, en el cuadro universal.
Los hombres, por tanto, n deben permanecer distraídos ante nuestras descripciones. Lo esencial es poner manos a la obra, perfeccionando cada cual a su propio corazón primeramente, afinándolo con la lección de humildad y de amor del Evangelio, transformando enseguida sus hogares, sus ciudades y sus países, a fin de que todo en la Tierra respire la misma felicidad y la misma belleza de los orbes elevados, conforme nuestras narraciones del infinito.
-Chico Xavier/ Emmanuel-
( Aportado por Linda Rosa )
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¿Qué es la mediumnidad?
Es la facultad de carácter psíquico que casi todas las personas poseemos en mayor o menor medida, capacitando a quienes la tienen lo suficientemente desarrollada como para servir de intermediarios entre espíritus encarnados y desencarnados. Supone una capacidad como puede ser la de la memoria, la inteligencia, la razón, etc. El psiquismo con sede orgánica en la glándula Pinneal, que se encuentra en la base del cerebro, es la antena que capta las energías psíquicas de los Seres desencarnados que desean comunicar con el mundo de los que nos llamamos vivos. El médium por lo tanto, es un canal comunicador y receptivo de los Seres espirituales que antes fueron también personas normales y que buscan esta mediación para comunicar con las personas de este mundo. También se pueden manifestar por este medio las almas de personas que aún están en este mundo , durante los estados de sueño profundo o durante una “Proyección Astral”..
La mediumnidad se puede hacer presente en la vida de cualquier persona independientemente de su credulidad o incredulidad, así como de su nivel cultural o moral. No tiene nada que ver con la magia ni con el ocultismo. Por ella, ambos lados de la Vida se relacionan y se interpenetran.
Se la podría definir como la capacidad que poseemos todos los seres humanos, más agudizada en algunos a los que llamamos mediums,(mediadores), para relacionar el mundo espiritual con el corporal , y supone tener la sensibilidad psíquica suficiente como para poder contactar con Seres espirituales, generalmente ubicados en otros planos de la existencia que conocemos como el “Más Allá”, y esta capacidad lo mismo puede manifestarse indistintamente en niños que en ancianos; en hombres que en mujeres.
Este nombre lo aplicó el pedagogo francés Hipolitte Lión Denizart Rivail (Allan Kardec), el primer investigador científico que a mediados del siglo XIX estudió y analizó seriamente estos fenómenos hoy llamados paranormales, que en un principio tuvieron dos escuelas de interpretación explicativa de su realidad : Una fue la de Mesmer, por la que todo el fenómeno de movimientos de mesas se le atribuyó exclusivamente al magnetismo animal, y la otra fue la de Salpetriere y Charcot, médico neurólogo francés, que atribuía la manifestación mediúmnica a la emisión mental de los médiums alegando que eran personas histéricas, fundamentándose en que el histerismo era frecuente en las mujeres, sin tener en cuenta que no todas las histéricas eran médiums ni que también hay hombres médiums o que hay histéricos que no por eso son médiums.
La mediumnidad vista desde un enfoque espiritual, es una bendición de Dios que da al ser humano una absoluta certeza de que hay vida tras la muerte y viene a ser un instrumento precioso para ayudarnos en la evolución, porque mediante ella podemos ayudar a los demás, ya sean personas o espíritus desencarnados. Asimismo gracias a ella las personas podemos entrever nuestro futuro espiritual y tomar mayor conciencia de nuestra responsabilidad como espíritus inmortales que somos.
Se comprende mejor el papel de la mediumnidad, al meditar lo que decía San Pablo: “Si no hubiese resucitado Cristo para darnos la certeza de que existe una vida espiritual, de poco valdría el mensaje que trajo”. Y esta certeza que tenemos de la realidad de la existencia de los espíritus después de la muerte, nos la sigue dando precisamente la mediumnidad. Por tanto es una realidad que está latente en todos los Seres humanos en mayor o menor medida, y cuando se desarrolla y actúa como canal de enlace para la posible manifestación de seres del “Más Allá”, es cuando aparece la figura de los médiums, cuya facultad constituye una prueba de la supervivencia después de la muerte y de la realidad existencial del Ser espiritual.
Las mediumnidades presentan muchas clases de matices y variantes tanto en sus formas como en sus efectos. Por el desarrollo evolutivo cada vez mayor de la sensibilidad psíquica humana, mirando el futuro de la Humanidad se podría vaticinar que las distintas mediumnidades, por la evolución del psiquismo humano, serán mucho más comunes, frecuentes, desarrolladas y divulgadas de lo que lo son en la actualidad.
- Jose Luis Martín-
- “La mediumnidad es como una planta delicada que para florecer necesita atentas precauciones y cuidados asiduos” - Leon Denis-
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OLVIDO DEL PASADO.
PREGUNTA- No me explico cómo puede aprovecharse el hombre de la experiencia adquirida en las anteriores existencias si no conserva el recuerdo de las mismas; porque, desde el momento que no las recuerda, cada existencia viene a ser como la primera, lo cual equivale a empezar siempre. Supongamos que al despertarnos cada día perdiésemos la memoria de lo que habíamos hecho en el anterior. Es indudable que no estaríamos más adelantados a los sesenta que a los diez años, mientras que recordando nuestras faltas, nuestras fragilidades y los castigos recibidos, procuraríamos no volver a incurrir en ellas. Sirviéndome de la comparación hecha por usted del hombre en la Tierra con el alumno de un colegio, no comprendería que este último pudiese aprovechar las lecciones del quinto año, por ejemplo, si no recordase las aprendidas en el cuarto. Estas soluciones de continuidad en la vida del espíritu interrumpen todas las relaciones, haciendo de él un ser nuevo hasta cierto punto, de donde puede concluirse que nuestros pensamientos mueren en cada existencia, para renacer sin conciencia de lo que hemos sido. Esto es una especie de anonadamiento.
RESPUESTA DE A.K. - De cuestión en cuestión me conducirá usted a hacer un curso completo de Espiritismo. Todas las objeciones que usted hace son naturales en el que nada sabe en este asunto, y que encontraría, en un estudio profundo, una solución mucho más explícita que la que puedo dar en una explicación sumaria, que por si misma debe provocar incesantemente nuevas cuestiones.
Todo se encadena en el Espiritismo, y cuando se estudia el conjunto, se ve que los principios se desprenden los unos de los otros apoyándose mutuamente, y lo que parecía entonces una anomalía contraria a la justicia de Dios, parece completamente natural y viene en confirmación de esa sabiduría y de esa justicia.
Tal es el problema del olvido del pasado que se relaciona con cuestiones de igual
importancia, por lo cual no haré más que desbrozarle.
Si a cada nueva existencia se corre un velo sobre el pasado, nada pierde el espíritu de lo que ha adquirido en aquél; olvida únicamente la manera como lo ha adquirido. Sirviéndome
de la comparación del alumno, poco le importa recordar dónde, cómo y con qué profesores
cursó el cuarto año, si, al entrar en el quinto, sabe lo que se aprende en el cuarto. ¿Qué le
importa saber que fue castigado por su pereza o por su insubordinación, si tales castigos le
han hecho estudioso y dócil? De este modo, el hombre, al reencarnarse, trae instintivamente y como ideas innatas lo que ha adquirido en ciencia y en moralidad. Digo en moralidad,porque si durante una existencia se ha mejorado, si ha aprovechado las lecciones de la experiencia, cuando se reencarne será instintivamente mejor; su espíritu, robustecido en la escuela del sufrimiento y del trabajo, tendrá más solidez; lejos de tener que empezar, posee un abundante fondo, en el que se apoya para adquirir más y más.
La segunda parte de su objeción, respecto del anonadamiento del pensamiento, no es
menos infundada, porque semejante olvido sólo tiene lugar durante la vida corporal. Al
dejarla, el espíritu recobra el recuerdo del pasado: puede entonces juzgar del camino
recorrido y del que aún le falta recorrer; de modo que no hay solución de continuidad en la
vida espiritual, que es la normal del espíritu.
El olvido temporal es un beneficio de la providencia, ya que la experiencia se adquiere a
menudo por rudas pruebas y expiaciones terribles, cuyo recuerdo sería muy penoso,
viniendo a juntarse a las angustias de las tribulaciones de la vida presente. Si parecen
largos los sufrimientos de la vida, ¿qué no parecerían si se aumentase su duración con el
recuerdo de los sufrimientos del pasado? Usted, por ejemplo, caballero, es hoy un hombre
honrado, pero acaso lo debe a los rudos castigos sufridos por faltas que hoy repugnarían a
su conciencia; ¿le gustaría a usted recordar el haber sido ahorcado alguna vez? ¿No le
perseguiría constantemente la vergüenza, pensando que el mundo sabe el mal por usted
cometido? ¿Qué le importa a usted lo que haya podido hacer y lo que haya sufrido para
expiarlo, si es usted actualmente un hombre apreciable? A los ojos del mundo, es usted un
nuevo hombre. A los de Dios, un espíritu rehabilitado. Libre del recuerdo de un pasado
importuno, obra con más libertad; la vida actual es un nuevo punto de partida; las deudas
anteriores de usted están satisfechas, le corresponde ahora no contraer otras nuevas.
¡Cuántos hombres quisieran poder, durante su vida, correr un velo sobre sus primeros años!
¡Cuántos se han dicho al fin de su existencia!: "Si volviese a empezar, no haría lo que he
hecho." Pues bien, lo que no pueden deshacer en esta vida, lo desharán en otra; en una
nueva existencia, su espíritu traerá consigo, en estado de intuición, las buenas resoluciones
tomadas. Así se realiza gradualmente el progreso de la Humanidad.
Supongamos aún, lo que es muy ordinario, que entre sus relaciones, en su misma familia,se encuentre un individuo del cual esté usted quejoso, que quizá le ha arruinado o
deshonrado en otra existencia, y que viene arrepentido a encarnarse junto a usted, a
unírsele por lazos de familia para reparar los agravios por medio de su interés y afecto, ¿no
se encontrarían ustedes mutuamente en la posición más falsa, si ambos recordaran sus
enemistades? En lugar de apaciguarse éstas, se eternizarían los odios.
Deduzca usted de todo esto que el recuerdo del pasado perturbaría las relaciones sociales y sería una traba al progreso. ¿Quiere usted una prueba de actualidad? Si un hombre condenado a presidio tomase la firme resolución de ser honrado, ¿qué sucedería a su salida? Sería rechazado por la sociedad y esta repulsión casi siempre volvería a arrastrarle hacia el vicio. Si suponemos, por el contrario, que todo el mundo ignora sus antecedentes,sería bien recibido, y si él mismo pudiese olvidarlo, no seria menos honrado y podría caminar con la cabeza alta, en vez de bajarla a la vergüenza del recuerdo.
Esto concuerda perfectamente con la doctrina de los espíritus acerca de los mundos
superiores al nuestro. En ellos, donde sólo el bien reina, el recuerdo del pasado no es nada
penoso, y por eso sus habitantes recuerdan la existencia precedente como nosotros lo que
hemos hecho el día anterior. En cuanto a lo que ha podido hacerse en los mundos
inferiores, viene a ser como un sueño pasado.
QUE ES EL ESPIRITISMO. ALLAN KARDEC.
***********************LA VERDAD NOS HARÁ LIBRES.
José de Pizarra.
No puede ver el Reino de Dios sino aquel que renaciere de nuevo”; y añade insistiendo en lo mismo: “No te maravilles por que te dije: Os es necesario nacer otra vez”.
No creo que sea de mala fe, pero el motivo de la ceguera que induce a esa “fe irrazonable” que lleva al escepticismo, a la incredulidad y a un Cristianismo cómodo, la tienen estas palabras:
“Sino aquel que fuere renacido de agua y Espíritu Santo”, esto ha sido interpretado en el
sentido de la regeneración por el agua del bautismo, pero el texto primitivo dice simplemente: “Agua y del espíritu”, mientras que en ciertas traducciones se ha sustituido Espíritu por Espíritu Santo, lo que no esta conforme con el mismo pensamiento. Este punto principal sobresale en los primeros comentarios hechos sobre los Evangelios, lo que un día se hará constar sin equivoco posible.
(La traducción Osterwald, esta conforme el texto primitivo dice: “Si no renace del agua
y del Espíritu”. La de Sacy, dice: “De Santo Espíritu”. La de Lammenais dice: “Del Espíritu Santo”)
Para comprender el verdadero sentido de esas palabras, es menester referirse a la
significación de la palabra agua, que no se emplea en su acepción propia. Los conocimientos que los antiguos tenían sobre las ciencias físicas eran muy imperfectos;
creían que la Tierra había salido de las aguas, y por esto consideraban el agua como
elemento generador absoluto; así es que el Génesis se dice:
“El Espíritu de Dios era llevado sobre las aguas; flotaba sobre las aguas; que el
Firmamento fue hecho en medio de las aguas. -Que las aguas que están bajo el cielo se
junten en un solo punto y que el elemento árido aparezca.- Que las aguas “produzcan” los animales vivientes que nadan en las aguas, y los pájaros que vuelan sobre la tierra y bajo el firmamento.”
Según esta creencia, el agua venia a ser el símbolo de la naturaleza material, como el
espíritu era de la naturaleza, inteligente. Las palabras: “Si el hombre no renace del agua
y del espíritu, o en agua y en espíritu, significa pues: Si el hombre no vuelve a nacer con su cuerpo y su alma”.
En este sentido fueron comprendidas al principio.
Fijaos bien, que hasta nuestros días, continua esa expresión en boca de la mujer
embarazada: “He hecho agua, o, se me ha roto la fuente”, poco antes de dar a luz.
Siempre presente el agua.
Todas estas explicaciones están, además, justificadas con estas palabras: “Lo que es
nacido de carne, carne es; y lo que es nacido de Espíritu, Espíritu es.” Jesús hace
aquí una distinción positiva entre el espíritu y el cuerpo. “Lo que es nacido de carne, carne es” indica claramente que el cuerpo procede del cuerpo, y que el espíritu es independiente del cuerpo.
“El viento sopla donde quiere, y se oye su ruido, pero no se sabe de donde viene y a donde va; así es todo el que nace del espíritu.”
“El espíritu donde quiere, sopla y oye su voz; mas no sabes de donde viene, ni a donde
va”. “Puede entenderse del “Espíritu de Dios”, que da vida a quien quiere, o “Del alma del hombre”; en esta ultima acepción: “No sabes de donde viene ni a donde va”,
significa que no se conoce lo que ha sido, ni lo que será el espíritu. Si el espíritu o alma
fue creada al mismo tiempo que el cuerpo, se sabría de donde viene, puesto que se
conocería sus principios. En todo caso, este pasaje es la consagración del principio de la
preexistencia del alma, y por consiguiente de la pluralidad de existencias.
“Y desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos padece fuerza y
los que se la hacen lo arrebatan. -Por que todos los profetas y la ley hasta Juan profetizaron.- Y si queréis recibir, “El es aquel Elías que ha de venir”. El que tenga oidos para oír, que oiga.”
(San Mateo, capitulo 11 v 12 a 15)
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" La verdadera Caridad, tal como la entendía Jesús: " Benevolencia para con todos; Indulgencia para con las imperfecciones ajenas; Perdón de las Ofensas"
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EL PODER DE LA EDUCACIÓN
Redacción de Momento Espirita
Se cuenta que el legislador Licurgo fue invitado a proferir una charla a respecto de la educación. Aceptó la invitación más pidió, sin embargo, el plazo de seis meses para prepararse.
El hecho causó mucha extrañeza, pues todos sabían que el tenia capacidad y condiciones de hablar perfectamente en cualquier momento sobre el tema, por eso mismo, lo habían invitado.
Transcurrido seis meses, compareció el delante de la asamblea en expectativa.
Se puso en la tribuna y luego enseguida, entraron dos criados, cada cual portando dos jaulas. En cada una había un animal, siendo dos liebres y dos perros.
A una señal previamente establecida, uno de los criados abrió la puerta de una de las jaulas y la pequeña liebre, blanca, salió corriendo, espantada.
Luego enseguida, otro criado abrió la jaula en la que estaba el perro y este salió en desbandada carrera al alcance de la liebre. La alcanzo con destreza sacrificándola rápidamente.
La escena fue dantesca y chocó a todos. Una gran admiración tomo cuenta de la asamblea y los corazones parecían altar del pecho.
Nadie conseguía entender lo que Licurgo deseaba con tal agresión.
Aun mismo así, el nada dijo. Torno a repetir la señal convencido y la otra liebre fue liberada. A continuación, el otro perro.
El pueblo mal contenía la respiración. Algunos más sensibles, se llevaron las manos a los ojos para no ver repetir la muerte barbará del indefenso animalito que corría y saltaba por el palco.
En el primer instante, el perro invistió contra la liebre. Con todo, en vez de morderla le dio con la pata y ella cayó.
Luego se irguió y se puso a saltar.
Para sorpresa de todos, las dos quedaron para demostrar tranquila convivencia, saltando de un lado para otro del palco.
Entonces, solamente entonces, Licurgo Habló:
“Señores, acabáis de asistir a una demostración de lo que puede la educación. Ambas las liebres son hijas de la misma matriz, fueron alimentadas igualmente y recibieron los mismos cuidados. Así igualmente los perros.”
“La diferencia entre los primeros y los segundos es, simplemente, la educación.”
Y prosiguió vivamente su discurso comentando las excelencias del proceso educativo.
“La educación, basada en una concepción exacta de la vida, transformaría la faz del mundo.”
Eduquemos a nuestros hijos, esclarezcamos su inteligencia, más, antes que todo, hablemos a su corazón, enseñémosle a despojarse de sus imperfecciones. Acordémonos de que la sabiduría por excelencia consiste en tornarnos mejores.”
¿Usted sabía Que Licurgo fue un legislador griego que debe haber vivido en el siglo cuarto antes de Cristo?
¿Y que el verbo educar es originario del latín educare o educare y que quiere decir extraer de dentro?
Se percibe, por tanto, que:
La educación no se constituye como un mero establecimiento de informaciones, sino de trabajar las potencialidades interiores del ser, con el fin de que florezcan, a semejanza de la bella y perfumada flor.
Equipo de Redacción de Momento Espirita, con base en el libro “Después de la Muerte
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