¿Qué es de los desencarnados en muertes colectivas ?
En estos casos, muchos de los Seres así fallecidos, en el mismo momento o en las mismas circunstancias, no todos y no siempre se ven entre ellos, ni se reconocen inmediatamente, porque cada uno sale de su particular turbación en momentos diferentes, y cada uno vive su particular proceso de adaptación a su nuevo estado en el plano espiritual que le corresponde y al que se siente atraído por Ley de Afinidad según su particular momento evolutivo. Todo esto les lleva a ignorar la presencia de algunos de los otros espíritus, que al igual que ellos dejaron sus cuerpos en el mismo lugar, por las mismas causas y al mismo tiempo, pero sin embargo cada uno quedó tras la muerte, en diferente estado mental y emocional.
Se ven con asombro en su propio cuerpo espiritual, copia del cuerpo físico, como si fuese el mismo pero más liviano y diferente, por lo que al principio les lleva a creer que están todavía vivos en el mundo material, y en el caso de los Seres más apegados a la materia, estos a veces inclusive llegan a percibir las mismas sensaciones y necesidades físicas, como el hambre o el frío, o también el alcohol, tabaco o drogas para los que en este mundo necesitaban de estos productos adictivos.
Algunos abandonan el cuerpo físico de inmediato, pero otros, en su turbación inmediata tras los hechos que provocaron la muerte, asombrados se ven fuera de sus cuerpos, pero aun sienten una fuerza que les atrae a ellos y no saben cómo apartarse del lugar del suceso.
La muerte ha podido ser colectiva, pero la desencarnación no siempre es simultánea, pues depende de factores tales como el grado de apego de cada uno a su materia, Tampoco es simultáneo, el retorno y adaptación normal a la vida en el mundo espiritual, pues esto también depende de factores individuales tales como el proceso de desencarnación, el cómo fue, el conocimiento espiritual o la fe religiosa de cada uno, etc.
El retorno al plano espiritual depende de la elevación moral de cada uno. Los de un orden inferior se ven sumergidos como en medio de una noche oscura en donde se sienten aislados y confundidos. Los Seres que en la vida han seguido un correcto camino a nivel personal, moral y social, despiertan pronto y enseguida son asistidos y ayudados por otros Seres que allí les aguardan con ese fin.
Estos Seres que les asisten, instantes antes de suceder las desencarnaciones colectivas, bien porque son avisados desde planos espirituales superiores, o bien por propia intuición, acuden al escenario en donde se va a producir la tragedia, con el único fin de prestar ayuda y recibir y acompañar a los espíritus que desencarnen..
En un principio tras haber sucedido la muerte colectiva o simultánea, cuando son retirados del lugar y acompañados por sus respectivos Espíritus Guías, se vienen a reunir en lugares de elevado nivel de energías telúricas y biológicas, como es en algún paraje a la orilla del mar. El motivo es la captación de las fuerzas necesarias para una más rápida restauración de las energías de su periespíritu.
- Jose Luis Martín-
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"El orgullo pareciera que protege, pero aisla, cierra las puertas de lo que se cree malo, pero tampoco dejará que sea limpiado por lo bueno, el orgullo es un globo inflado que vas cuidando entre espinas de verdad.
El orgullo necesita justificaciones que la dignidad no se permite, es el pretexto del incompetente, pues quien opta por el orgullo pierde siempre aquello que ama y quien pierde lo que ama, a sabiendas, solo puede ser llamado inútil".
( Aportado por Viviana Clara Gianitelli)
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Sentimientos y Afectividad
La expresiva mayoría de la sociedad se encuentra desasistida, especialmente por la falta de amor.
Se cree que el amor no consiguió sobrevivir a la época de la ciencia de investigaciones frías y de la tecnología, tornándose en una vaga sensación de placer, que se experimenta en los encuentros momentáneos.
Esa conducta liviana proporciona una falsa existencia de gozo, en la cual la amistad enriquecedora, los diálogos llenos de experiencias y de cambios de bondad desaparecen, dando lugar a encuentros fortuitos solamente para la preservación del egoísmo. En consecuencia, el aislamiento de las criaturas se hace cada día más grande y las distancias se tornan más difíciles de ser vencidas. La desconfianza sustituyó al placer de la compañía, la insensibilidad domina los sentimientos, y cuando los desafíos, en forma de enfermedades, de conflictos, de problemas económicos surgen, y otro desaparece inmediatamente, dejando abandonado al ser con el que se relacionaba...
Se dice que lo mismo ocurre en las relaciones convencionales, en el marimonio, en la asociación en el mismo hogar, lo que no deja de ser verdad, pero en un número de veces mucho menor.
Las almas nacen gemelas en los sentimientos universales, en los ideales de engrandecimiento, en la gran familia, donde se destacan los Espíritus más evolucionados, capaces de los gestos nobles de la renuncia y de la abnegación en favor de aquellos a quienes se ama, y por extensión, a todas las criaturas...
Esa ocurrencia es común cuando el amor se manifiesta en una de las dos primeras expresiones a que nos referimos.
En el sentimiento profundo, aun habiendo variación de emociones, el amor se vuelve más significativo, capaz de resistir y superar las alteraciones que vayan a ocurrir.
Cuando se manifiestan las expresiones de amor, casi siempre aquellos que no tienen madurez para la vivencia expresiva del sentimiento ennoblecido, después piensan en adaptarse a aquel por quien se sienten atraídos, alterando la programación existencial.
El amor no necesita que ocurran cambios de compromisos, antes por el contrario, es una dinamo de fuerzas y dispensador de energías para que se lleven adelante las tareas abrazadas, impulsando el crecimiento interior y desarrollando la sabiduría
Es comprensible que ese sentimiento no atraiga alguna persona a otra, generando una dependencia de cualquier clase. Al cntrario, libera a los que se envuelven, dándoles un encantamiento especial que, en la esfera física se traduce como contínuas descargas de adrenalina, invadiendo la corriente sanguínea y proporcionando estímulos renovados.
Por otro lado, estimula la producción equilibrada de la dopamina, la denominada sustancia responsable por la alegría, entre otras finalidades especiales, facultando el júbilo, aun cuando sea sin la presencia física del ser amado.
Es común decirse que la distancia enfría el amor y lo apaga. Esa ocurrencia tiene lugar cuando es fruto del entusiasmo, de la pasión, y arde como una llamarada que repidamente consume...
Así, el amor a otro es también el resultado del autoamor, cuando el indivíduo se puede relacionar bien consigo mismo, sustentándose y poseyendo las valiosas energías de la salud que puede esparcir.
Normalmente, cuando se habla de amor y se confunde con sexo, el pensamiento sd reviste del interés de disfrutar, de utilizar al otro, de recibir beneficios. Y como el fenómeno es recíproco, la aparente unión mantiene a dos solitarios bajo el mismo sentimiento, distante de los beneficios que deben resultar cuando el afecto es verdadero.
Es indispensable, por tanto, en las tentativas de mejorarse los sentimientos y la afectividad, investirse en el automejoramiento, en el esfuerzo de tornarse mejor, de esa manera, pudiendo ser feliz con aquel a quien se elige para compañía.
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Es necesario que el amor eleve a quien se le entrega, y no se constituya una base para la seguridad personal, para el disfrute, por cuanto siempre se recibe conforme se da.
En el debilitamiento las emociones inferiores aparecen y trastornan la afectividad.
Aun se dice que la convivencia consigue destruirlo, produciendo la rutina o el desinterés, siendo ideal por lo tanto, que las relaciones de afectividad ocurran sin la contínua convivencia.
Como efecto, las personas que se dicen amar, residen en lugares diferentes, encontrándose sin mayores responsabilidades para los placeres de la comida, de las fiestas, del teatro y del cine, de los periodos de fiestas y sobre todo, para la unión sexual...
Como efecto, las personas que se dicen amar, residen en lugares diferentes, encontrándose sin mayores responsabilidades para los placeres de la comida, de las fiestas, del teatro y del cine, de los periodos de fiestas y sobre todo, para la unión sexual...
La experiencia vivida por Jean Paul Sartre y Mme. Beauvoir, en el siglo pasado, amándose y viviendo en residencias separadas, influenció toda una generación y resurge con característica especiales, enseñando los relacionamientos sin mayores compromisos, en los cuales los socios tienen su propia vida, su libertad inalterada,manteniendo fidelidad al elegido.
Esa conducta liviana proporciona una falsa existencia de gozo, en la cual la amistad enriquecedora, los diálogos llenos de experiencias y de cambios de bondad desaparecen, dando lugar a encuentros fortuitos solamente para la preservación del egoísmo. En consecuencia, el aislamiento de las criaturas se hace cada día más grande y las distancias se tornan más difíciles de ser vencidas. La desconfianza sustituyó al placer de la compañía, la insensibilidad domina los sentimientos, y cuando los desafíos, en forma de enfermedades, de conflictos, de problemas económicos surgen, y otro desaparece inmediatamente, dejando abandonado al ser con el que se relacionaba...
Se dice que lo mismo ocurre en las relaciones convencionales, en el marimonio, en la asociación en el mismo hogar, lo que no deja de ser verdad, pero en un número de veces mucho menor.
El placer sensual, como es comprensible, desaparece después de un periodo de experiencias, dando lugar a la busca erótica de nuevas sensacioones, especialmente para las personas sin una formación moral equilibrada.
Esto es porque en esas relaciones el amor verdadero es indispensable, no volviéndose esencial para la perfecta identificación de los sentimientos.
El amor es una emoción profunda, que merece consideraciones especiales, caracterizándose por valores significativos.
Esto es porque en esas relaciones el amor verdadero es indispensable, no volviéndose esencial para la perfecta identificación de los sentimientos.
El amor es una emoción profunda, que merece consideraciones especiales, caracterizándose por valores significativos.
Él inspira la amistad sin fisuras, el apoyo incondicional, el respeto contínuo, la dedicación integral, porque es factor de inmenso significado para la existencia humana. Incluso entre los animales, el instinto que se transforma en afectividad, en el proceso de la evolución, es responsable por la preservación de la prole y su preparación para los enfrentamientos de la sobrevivencia.
Personas inmaduras, soñadoras y fantasiosas, mantienen el sentimiento del amor dentro del patrón lúdico, viviendo en busca de su alma gemela, a fin de completarse, como si los indivíduos fuesen mitades aguardando a la otra parte.
Las almas nacen gemelas en los sentimientos universales, en los ideales de engrandecimiento, en la gran familia, donde se destacan los Espíritus más evolucionados, capaces de los gestos nobles de la renuncia y de la abnegación en favor de aquellos a quienes se ama, y por extensión, a todas las criaturas...
Deseando al alma gemela, intimamente, se anhela encontrar a alguien dispuesto a servir, estando siempre presente en las necesidades, sin pensar en la retribución ni en los cuidados que deben ser mantenidos, a su vez.
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Los sentimientos son conquistas valiosas, del curso evolutivo, que se van mejorando a través de las vivencias en las largas reencarnaciones.
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Los sentimientos son conquistas valiosas, del curso evolutivo, que se van mejorando a través de las vivencias en las largas reencarnaciones.
Viajando en el instinto, se mejora y se puede presentar de formas variadas: la atracción, que puede se física, social, económica, en la cual el aspecto externo del otro ejerce un papel preponderante; la mental, que se expresa como de naturaleza intelectual, en razón de la lucidez y de la vivacidad que son detectados en otros, y por fin, aquella de naturaleza espiritual, que transciende los intereses inmediatos, facultando el bienestar, la alegría de la convivencia, el sentimiento de compañerismo.
Las emociones, sin embargo, están siempre variando, lo que no es raro de acuerdo con las circunstancias, las reacciones fisiológicas, transformando el sentimiento de afecto en antipatía, después de cierto periodo de descubrimiento de la otra persona.
Esa ocurrencia es común cuando el amor se manifiesta en una de las dos primeras expresiones a que nos referimos.
En el sentimiento profundo, aun habiendo variación de emociones, el amor se vuelve más significativo, capaz de resistir y superar las alteraciones que vayan a ocurrir.
Cuando se manifiestan las expresiones de amor, casi siempre aquellos que no tienen madurez para la vivencia expresiva del sentimiento ennoblecido, después piensan en adaptarse a aquel por quien se sienten atraídos, alterando la programación existencial.
El amor no necesita que ocurran cambios de compromisos, antes por el contrario, es una dinamo de fuerzas y dispensador de energías para que se lleven adelante las tareas abrazadas, impulsando el crecimiento interior y desarrollando la sabiduría
Es comprensible que ese sentimiento no atraiga alguna persona a otra, generando una dependencia de cualquier clase. Al cntrario, libera a los que se envuelven, dándoles un encantamiento especial que, en la esfera física se traduce como contínuas descargas de adrenalina, invadiendo la corriente sanguínea y proporcionando estímulos renovados.
Por otro lado, estimula la producción equilibrada de la dopamina, la denominada sustancia responsable por la alegría, entre otras finalidades especiales, facultando el júbilo, aun cuando sea sin la presencia física del ser amado.
Es común decirse que la distancia enfría el amor y lo apaga. Esa ocurrencia tiene lugar cuando es fruto del entusiasmo, de la pasión, y arde como una llamarada que repidamente consume...
Así, el amor a otro es también el resultado del autoamor, cuando el indivíduo se puede relacionar bien consigo mismo, sustentándose y poseyendo las valiosas energías de la salud que puede esparcir.
Normalmente, cuando se habla de amor y se confunde con sexo, el pensamiento sd reviste del interés de disfrutar, de utilizar al otro, de recibir beneficios. Y como el fenómeno es recíproco, la aparente unión mantiene a dos solitarios bajo el mismo sentimiento, distante de los beneficios que deben resultar cuando el afecto es verdadero.
Es indispensable, por tanto, en las tentativas de mejorarse los sentimientos y la afectividad, investirse en el automejoramiento, en el esfuerzo de tornarse mejor, de esa manera, pudiendo ser feliz con aquel a quien se elige para compañía.
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Es necesario que el amor eleve a quien se le entrega, y no se constituya una base para la seguridad personal, para el disfrute, por cuanto siempre se recibe conforme se da.
Si alguno espera recibir y ser frágil, o fragilizarse tomando a otro por su protector, que también tiene necesidad de beneficiarse, y no encuentra ese concurso en la persona con quien se relaciona, consciente o inconscientemente, parte en busca de otro.
En el debilitamiento las emociones inferiores aparecen y trastornan la afectividad.
Ama,por tanto, dejando que tus sentimientos nobles gobiernen tu existencia y podrás disfrutar de los beneficios que definen esa conducta.
Joanna de Angelis.
Página psicografada por el médium Divaldo Pereira Franco, en la mañana del dia 21 de mayo de 2010, , en Zurich, Suíza.
Joanna de Angelis.
Página psicografada por el médium Divaldo Pereira Franco, en la mañana del dia 21 de mayo de 2010, , en Zurich, Suíza.
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Provocaciones
La Divina Energía todo lo penetra suavemente, y enriquece de vitalidad a todos los organismos que la reciben.
Cuando alguien se desvía emocionalmente hacia las áreas de la perturbación, de las discusiones inútiles, de los campeonatos del ego, deja de beneficiarse con su esencia y pasa a producir toxinas y venenos, que desarmonizan los delicados equipamientos orgánicos.
Cuando alguien se desvía emocionalmente hacia las áreas de la perturbación, de las discusiones inútiles, de los campeonatos del ego, deja de beneficiarse con su esencia y pasa a producir toxinas y venenos, que desarmonizan los delicados equipamientos orgánicos.
Nunca faltan motivos para que se produzcan reñidas disputas de resultados perturbadores.
La sabiduría de aquellos que se elevan por encima de las mezquindades de la vanidad y la presunción, no se detiene en los lodazales que producen intoxicación y muerte.
La sabiduría de aquellos que se elevan por encima de las mezquindades de la vanidad y la presunción, no se detiene en los lodazales que producen intoxicación y muerte.
Ceder espacios y tiempo de la emoción para justificarse, imponerse o responder críticas constituye un recurso dañino, que muy pronto se convierte en un trastorno interior.
La conciencia de la acción correcta no es compatible con la anarquía, con la persecución gratuita de la ociosidad. Se mantiene inalterable, en sintonía con las fuerzas que vitalizan el Bien, que proporciona salud y paz.
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Toda provocación es un morbo que genera contagio, y cuando se la acepta se transforma en desequilibrio.
El provocador está mal consigo mismo y sale de la celda oscura en la cual vive para perturbar, irradiar mal humor y proponer la anarquía. Ignóralo y prosigue tu marcha.
Si eres asediado por él, ten en cuenta las desventajas de la empresa y aplica tu tiempo en forma productiva.
Tienes un compromiso con tu propia conciencia, que te enseña el respeto al prójimo, a quien le debes amistad pero no obediencia ni sometimiento.
Debes realizar tu tarea conforme la abrazaste.
La opinión de los otros merece la consideración que le das.
De este modo, no te detengas en justificativos o discusiones inútiles, que sólo aumentarán las desarticulaciones del trabajo y establecerán alboroto, perturbación.
Quienes provocan polémicas actúan con insensatez. Están siempre contra todos aquellos que no los homenajean. Su ceguera está repleta de presunción. Sólo ellos, que se denominan a sí mismos sus guardianes, creen ser los poseedores de la verdad, de la sabiduría, y se olvidan de que están de paso en la Tierra, y que no permanecerán en el puesto de vigilancia que dicen resguardar.
La polémica que nace de la falta de respeto, de la amargura, de la pasión, solamente produce desarmonía y tinieblas, nunca esclarece.
Adoptaste el comportamiento de constructor de la esperanza, de iluminador de conciencias, de mensajero del amor.
Allan Kardec, atacado por adversarios gratuitos y amigos que no correspondían a su afecto, nunca se defendió, debatió o polemizó en el ámbito de la vulgaridad. Cuando respondió a las críticas, siempre lo hizo con lenguaje elevado, con argumentación sólida y clara, con respeto por el opositor. Mantuvo el nivel de la discusión en la órbita de las ideas, y no en el de la agresión a las personas.
Jesús, constantemente provocado, permaneció en un alto nivel cuando hizo algún comentario y aplicó la terapeútica de la compasión a favor de sus perseguidores.
El tiempo es siempre el mejor medicamento para todos los males. Nadie se exime de su marcha inexorable.
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A los polémicos que te acusan, respóndeles con el silencio y las acciones que habrán de desmetirlos.
Son ociosos que observan lo que consideran que son fallas ajenas, y no se dan cuenta de las propias.
Además, todos desencarnarán, y cada uno enfrentará a su conciencia, a la cual no es posible anestesiar en razón de que las "Leyes de Dios están inscritas en ella"
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Enseña, persevera en el ideal, pero no te consideres dueño de la verdad; sirve con amor, y no te detengas para recoger resultados u observar frutos.
Tu tarea es la de ampliar los horizontes del bien en la Tierra, en nombre del Amor no amado, hasta hoy incomprendido.
Despierte y Sea Feliz
Juana de Angelis (Espíritu) - Divaldo P. Franco (Médium)
Juana de Angelis (Espíritu) - Divaldo P. Franco (Médium)
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EXIGE LA MORAL ESPÍRITA UNA CONDUCTA ESPONTÁNEA
Hay una tendencia bastante fuerte, en el medio espírita, hacia un tipo de moral religiosa que se caracteriza por el artificialismo. Se comprende que gran número de personas, a consecuencia de las herencias del pasado y de los ejemplos del presente, no consigan adoptar otra forma de conducta. Pero no es justo que los espíritas más esclarecidos, de mente suficientemente abierta para las nuevas perspectivas que la doctrina abre sobre el mundo, continúen formalizándose en la vida social.
El Espiritismo, enseña Kardec: “es una cuestión de fondo y no de forma”. De nada vale la exageración en las buenas maneras, la voz suave y los extremos de pureza formal, - no comer carne, no fumar, no tomar bebidas alcohólicas, no frecuentar fiestas mundanas, no contar ni oír anécdotas picantes, - si el corazón no está limpio. La pureza que el Espiritismo nos enseña es interior. Debe, por eso mismo, regir nuestra conducta, en vez de esperar que una conducta artificial nos los purifique.
Cuando el Espiritismo enseña que los formalismos del culto exterior son inútiles, enseña también que toda exterioridad sin raíces en el corazón es igualmente inútil. Y es lo mismo que Jesús enseñaba, al rechazar los formalismos de la hipocresía farisaica. Véase el caso del ascetismo, de la fuga al mundo, a las responsabilidades pesadas de la vida en sociedad, que el Espiritismo condena como producto del egoísmo. Si la encarnación es nuestra posibilidad de relacionarnos con personas y medios sociales, a los que estamos ligados en virtud del pasado, es claro que debemos aprovechar esa oportunidad y no inutilizarla. Estamos, ahora, en el lugar correcto, como dice un reciente mensaje mediúmnico, y sería prejudicial huir de él.
El espírita no tiene motivo alguno para retornar a las prácticas de la moral farisaica. La doctrina le enseña la espontaneidad, la naturalidad, y la corrección de sus errores y de sus defectos en su relación con los semejantes. Es en la vida de relación que podemos evolucionar. Querer forzar la evolución con abstenciones y actitudes falsas, sería engañarnos a nosotros mismos y también a los otros, lo que es aún más grave. Nadie se vuelve santo por medio de fórmulas. No es lo que entra por la boca lo que contamina al hombre, como Jesús enseñó, sino lo que sale de la boca. Nuestra conducta debe reflejar lo que somos, y por eso debemos cuidar mucho más de nuestro corazón, que de nuestras apariencias.
J. Herculano Pires.
Libro: El hombre nuevo
Hay una tendencia bastante fuerte, en el medio espírita, hacia un tipo de moral religiosa que se caracteriza por el artificialismo. Se comprende que gran número de personas, a consecuencia de las herencias del pasado y de los ejemplos del presente, no consigan adoptar otra forma de conducta. Pero no es justo que los espíritas más esclarecidos, de mente suficientemente abierta para las nuevas perspectivas que la doctrina abre sobre el mundo, continúen formalizándose en la vida social.
El Espiritismo, enseña Kardec: “es una cuestión de fondo y no de forma”. De nada vale la exageración en las buenas maneras, la voz suave y los extremos de pureza formal, - no comer carne, no fumar, no tomar bebidas alcohólicas, no frecuentar fiestas mundanas, no contar ni oír anécdotas picantes, - si el corazón no está limpio. La pureza que el Espiritismo nos enseña es interior. Debe, por eso mismo, regir nuestra conducta, en vez de esperar que una conducta artificial nos los purifique.
Cuando el Espiritismo enseña que los formalismos del culto exterior son inútiles, enseña también que toda exterioridad sin raíces en el corazón es igualmente inútil. Y es lo mismo que Jesús enseñaba, al rechazar los formalismos de la hipocresía farisaica. Véase el caso del ascetismo, de la fuga al mundo, a las responsabilidades pesadas de la vida en sociedad, que el Espiritismo condena como producto del egoísmo. Si la encarnación es nuestra posibilidad de relacionarnos con personas y medios sociales, a los que estamos ligados en virtud del pasado, es claro que debemos aprovechar esa oportunidad y no inutilizarla. Estamos, ahora, en el lugar correcto, como dice un reciente mensaje mediúmnico, y sería prejudicial huir de él.
El espírita no tiene motivo alguno para retornar a las prácticas de la moral farisaica. La doctrina le enseña la espontaneidad, la naturalidad, y la corrección de sus errores y de sus defectos en su relación con los semejantes. Es en la vida de relación que podemos evolucionar. Querer forzar la evolución con abstenciones y actitudes falsas, sería engañarnos a nosotros mismos y también a los otros, lo que es aún más grave. Nadie se vuelve santo por medio de fórmulas. No es lo que entra por la boca lo que contamina al hombre, como Jesús enseñó, sino lo que sale de la boca. Nuestra conducta debe reflejar lo que somos, y por eso debemos cuidar mucho más de nuestro corazón, que de nuestras apariencias.
J. Herculano Pires.
Libro: El hombre nuevo
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HONREMOS SU MEMORIA.....
Rene Ramos Carratala
El mejor medio de honrar la memoria de nuestro ilustre maestro Allan Kardec, consiste en impregnarnos de su obra, en comulgar con su pensamiento, a fin de estar más unidos y ser más firmes y resueltos en la voluntad de trabajar por el triunfo y difusión de su obra en el mundo.
Jamás podrá el Espiritismo encontrar momento más favorable que este, para poner de manifiesto el poder de la verdad, consolación y Luz que en él radica.
El Espiritismo no es tan solo una Ciencia, es también una revelación, una obra de verdad y de Luz; se dirige a la vez a la inteligencia y al corazón. Tiene pisos sucesivos, como un gran edificio, sus cimientos se apoyan sobre una roca sólida de los hechos debidamente comprobados y verificados. Resuelve los enigmas de la vida, los problemas del mal y del dolor; proporciona a la existencia una razón de ser y un objetivo : La conquista de la Verdad, de la Sabiduría y de la Virtud.
La tarea esencial consiste en rehacer al hombre interiormente. Sin ella toda reforma social sería vana y precaria.
En el Espiritismo cada cual se ubica en el estado de adelanto de su Espíritu.
- Amalia Domingo Soler-
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