miércoles, 4 de enero de 2017

POLTERGEIST Y CEFEIDAS



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Auto-conocimiento y reforma interior 

La imperfección moral es común a todos los espíritus en vías de evolución. El esfuerzo de crecimiento espiritual es individual e inherente a los seres que ya poseen una fe ardiente, sólida y razonada. 
En El Libro de los Espíritus, pregunta 919, San Agustín afirma que el conocimiento de sí mismo es la clave del progreso individual. Es un hecho que conociendo nuestra realidad interior, tomaremos conciencia de quienes realmente somos y nos liberaremos de los tentáculos del mal, que se obstinan en nosotros, porque aún le ofrecemos guarida. Su   incisiva influencia retro-alimenta a muchos de nuestros sufrimientos emocionales, que tanto afectan a nuestra salud física, mental y espiritual. 
El auto-conocimiento es la vía de acceso y la reforma interior es la planta generadora de fuerzas espirituales que nos facultan aumentar nuestra relación íntima con Dios, por la práctica incesante de la Ley de Amor, rumbo a la conquista de nuestra angelitud. Urge, pues, que tengamos el valor de desarraigar el mal de nuestro mundo interior, a través de ingentes esfuerzos de auto-conocimiento y trabajo íntimo, para que la reforma interior, sostenida por el recto pensar y por el recto actuar, nos conduzca a vivir el amor en forma más amplia y pacificada. 
La firme decisión de auto-conocerse es un momento muy importante de nuestro proceso evolutivo, pues representa nuestra adhesión consciente a la práctica del Bien incondicional, para la erradicación del mal que habita en nosotros. Indudablemente, ésta es la clave para la conquista de la armonía, del equilibrio, de la salud plena, de la paz, que es la sintonía de Dios en nosotros. 
La reforma interior es un proceso continuo de toma de conciencia de nuestra realidad espiritual. La intensidad de la perseverancia de nuestros esfuerzos y de nuestra capacidad de trabajo, en el Bien, va produciendo una serie infinita de transformaciones morales en la intimidad de nuestro ser, dando lugar a una conducta renovada, basada en las enseñanzas morales del Evangelio de Jesús, que fomenta el aprovechamiento evolutivo de nuestras lecciones de vida. Por ser un proceso interior, es un ejercicio de la voluntad firme y determinada para alcanzar la meta anhelada, que demanda mucha fe, valor, esfuerzo y, Auto-conocimiento y reforma interior sobretodo, trabajo interior, para transmutar vicios y defectos en virtudes. 
Para eso, es indispensable la ayuda, el amparo y la asistencia de alguien que, con la fuerza de su amor puro nos sostenga y guíe, como modelo de prestigio, cual lo es Jesús para a nuestra Humanidad, a fin de que podamos alcanzar el objetivo deseado. 
Sin contar con dicha solidaridad, nuestras jornadas de luchas redentoras serían agotadoras e insoportables…Y cuanto más confiemos, más recibiremos de lo Alto, el apoyo necesario para que podamos vencer, realmente, ya que vencedor es aquel que VENCE A SI MISMO. Es quien consigue auto-conquistarse y pacificarse para tornarse un verdadero HIJO DE DIOS. 

María de la Gracia Simões de Ender 
Médico clínica y vicepresidente de AME-Internacional 


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     Encarnación de los espíritus 



* El Espiritismo nos enseña la manera en que se opera la unión entre el espíritu y el cuerpo en la encarnación. 

Por su esencia espiritual, el espíritu es un ser indefinido y abstracto que no puede ejercer una acción directa sobre la materia. Necesitaba, pues, de un intermediario, y este intermediario es la envoltura fluídica que, en cierta forma, es parte integrante del espíritu y oficia de eslabón. Esta envoltura es semimaterial, porque debe a la materia su origen y a la espiritualidad su naturaleza etérea. Como toda materia, es extraída del fluido cósmico universal, sufriendo en esta circunstancia una modificación especial. Esta envoltura, llamada periespíritu, transforma al espíritu en un ser concreto, definible y comprensible para el pensamiento; lo faculta para actuar sobre la materia tangible, al igual que todos los fluidos imponderables, que son los motores más poderosos. 
El fluido periespiritual es el lazo que une al espíritu con la materia. Durante su unión con el cuerpo, oficia de vehículo del pensamiento, transmitiendo el movimiento a las diferentes partes del organismo que actúan bajo la influencia de la voluntad y haciendo repercutir en el espíritu las sensaciones producidas por los agentes exteriores. Los nervios sirven de hilos conductores, así como en el telégrafo el hilo metálico conduce al fluido eléctrico.

 
18. Cuando un espíritu debe encarnar en un cuerpo humano en vías de formación, un lazo fluídico, mera extensión de su periespíritu, lo une al germen hacia el cual se siente atraído por una fuerza irresistible, desde el momento mismo de la concepción. A medida que el germen se desarrolla, la unión se intensifica. Y es bajo la influencia del principio vital material del germen que el periespíritu, poseedor de ciertas propiedades de la materia, se une, molécula a molécula, al cuerpo en formación: podríamos decir que el espíritu, por intermedio del periespíritu, crea raíces en ese germen como una planta lo hace en la tierra. Cuando el germen está enteramente desarrollado la unión es completa, siendo ese el momento en que el espíritu resurge ante la vida exterior.
EL GENESIS - ALLAN KARDEC


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POLTERGEIST Y                CEFEIDAS

HERNANI GUIMARAES  ANDRADE 

Cuando, en 1971, tomamos contacto directo con un fenómeno de posterguéis, no podíamos imaginar las modificaciones por las cuales iría a pasar nuestro modo  de encarar ciertas realidades de este mundo. Hasta entonces, estábamos apenas informados acerca de un gran número de hechos dichos paranormales, registrados y narrados por personas aparentemente dignas de crédito. Habíamos oído y leído  sus relatos  y descripciones. Nos enteramos también, de las críticas hechas  a muchos de esos observadores. La mayoría de ellas visaba invalidar sus testimonios. Algunos se servían aun mismo de argumentos capciosos que atentaban a la reputación de los autores y no a la plausibilidad de sus relatos.
Nuestra anterior experiencia en este campo era más subjetiva que objetiva, más suficiente para permitir una conclusión personal.  Nos inclinamos  a creer en la existencia de los fenómenos paranormales. Llegamos hasta formular hipótesis de trabajo a respecto del mecanismo causal  de algunos de ellos. Más hay una profunda diferencia entre creer y el conocer. La creencia generalmente resulta de la información partida de una  fuente en la cual confiamos plenamente.  El creer presupone cierta dosis de fe en aquel que informa, o en la aceptación racional de las proposiciones presentadas bajo un aspecto que acreditamos ser rigurosamente lógico. El conocimiento surge del proceso gnoseológico en el cual está implícito el hecho. El conocimiento no depende de la fe. el puede, inclusive, contrariar nuestras creencias ingenuas o racionales. Es posible que, ante un hecho, vengamos a encontrar diferentes interpretaciones concernientes a su explicación, a su naturaleza y aun mismo a su realidad. Hay mucha gente que no acredita en aquello que ve. La precariedad del testimonio humano es un hecho conocido por todos. Más nos referimos a aquellos eventos probablemente de registros físicos o cuya evidencia nosotros somos llevados a admitir. Después del primer poltergeist que observamos proseguimos en intensa pesquisa de esos fenómenos. Participamos de un equipo que, actualmente, tiene más de 30 de esos casos catalogados  y apoyados en minuciosa investigación. Ese acervo de evidencias transformó nuestra creencia en convicción. Ahora conocemos los hechos, aunque no sepamos cómo explicarlos cabalmente.  Entretanto, esa particularidad no impide que saquemos algunas conclusiones de los hechos observados. Una de estas conclusiones dice a respecto de la naturaleza de nuestro espacio. Parece que nuestra realidad sensible hace parte  de una multiplicidad espacial con más de tres dimensiones, de la cual nuestro “espacio –tiempo” es una región particular. Si nuestra suposición corresponde a la realidad- aun que aproximadamente – estaremos ante fenómenos que hacen recordar el episodio de las estrellas pulsátiles llamadas Cefeidas. La primera estrella pulsátil fue observada en la constelación de Cefeu. Es la Delta de esta constelación. Más tarde otras semejantes fueron descubiertas  en el firmamento. Esas estrellas propiciaron a los astrónomos un excelente medio para medir las distancias de los cuerpos celestes. Debido a ellas, nuestro Universo puede ser mejor evaluado  en tamaño. Como consecuencia, quedamos sabiendo que el es inmensamente mayor de lo que se suponía hasta la segunda década de este Siglo. No solo eso, se descubrió que nuestro Universo es mucho más complejo de lo que un mero aglomerado de astros brillantes. Es el dinámico, está en expansión y probablemente, posee una forma que implica la cobertura del espacio cósmico!
Algunas veces, hechos aparentemente insignificantes son portadores de informaciones que pueden cambiar todo un sistema filosófico. Así ocurrió en el tiempo  de Galileo, cuando una simple observación de la caída de dos piedras de tamaño desigual bastó  para poner en jeque el sistema de los peripatéticos, que se basaba sobretodo en la autoridad de Aristoteles.
En los casos de poltergeist han sido observados fenómenos de aparente transposición de la materia a través de la materia. Parece que la explicación más plausible para este fenómeno  es la que Zöllner propuso: la existencia real de espacios con cuatro o más dimensiones. (Zöllner, 1908y 1966)  Esta es una hipótesis  que, si estuviera de acuerdo con la realidad, podría tener consecuencias imprevisibles relativamente a nuestro actual conocimiento de la naturaleza. Entonces, los casos de  transposición de la materia a través de la materia, observadas en algunos fenómenos paranormales, serán tan importantes como las estrellas pulsátiles  llamadas Cefeidas .en base de los fenómenos de transposición   y de la hipótesis de Zollner, podremos postular  la posibilidad de existir innumerables  espacios paralelos conteniendo mundos como el nuestro. ¡Como consecuencia  el Universo se torna infinitamente mayor de lo que ya nos parecía ser!

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                                 SER ESPÍRITA
Ser espírita no es ser nada religioso, es ser critiano. 
No es ostentar una creencia, es vivenciar una fe sincera.
No es tener una religión especial, es tener una grave responsabilidad.
No es superar al prójimo, es superarse a sí mismo.
No es construir templos de piedra, es transformar el corazón en un templo eterno"
-Allan Kardec-

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 NUEVOS PROYECTOS, NUEVOS DESAFÍOS

    A LOS TRABAJADORES DE LA ÚLTIMA HORA
                                  

¿Cómo pasar de un mundo mejorable a un mundo mejor? ¿cómo conseguir trasladar nuestro deseo interior de mejorar a un efecto exterior y materializarlo? 

A cada minuto nacen estímulos en nuestro corazón que se desvanecen con la misma rapidez que surgen. son como estrellas fugaces que nos hacen suspirar, pensando... si yo pudiera... pero la realidad es que podemos y debemos. no hemos de frenar esos impulsos sólo por el miedo, la pereza o por el qué dirán, afrontemos la realidad que nos toca vivir como espíritas y empecemos a transformar el mundo, no olvidemos el legado del que somos portadores y estemos convencidos que una pequeña idea puede dar grandes frutos, no desestimemos ninguna de las que, inesperadas, cruzan por nuestro pensamiento. estemos atentos a esos fugaces momentos de lucidez y descubriremos tesoros que trabajados de forma correcta pueden llegar a ser el motor de futuras transformaciones en la tierra

 Tenemos la llave de esas transformaciones: la espiritualidad. 
Mientras el mundo se debate en luchas políticas, económicas, sociales y militares, los pobres mueren de hambre, los ancianos yacen abandonados y multitudes de desheredados del progreso económico esperan una ayuda. no todos debemos mirar al tercer mundo suspirando por cambiar el planeta, podemos mirar a nuestro lado mientras caminamos por nuestra ciudad y descubrir muchos infortunios en medio de la abundancia, porque hoy en día en los países ricos hay muchos infortunados, que padecen de soledad, de falta de valores morales, que sufren de una falta de educación real mientras son alcanzados por la vorágine de los placeres, el ansia de gozar a la que nos impulsan la mayoría de medios, que no es sino el reflejo de la demanda popular, el moderno panem et circem. las mismas miserias morales que en la roma imperial, pero vestidas de seda y púrpura. 

Por suerte tenemos el espiritismo que nos amplía la visión y nos hace girar la mirada hacia nuestro hermano que cruzamos en la calle, naufragando en un mar de materialismo que lo aboca al suicidio, o aquel otro que nos observa desde la ventana esperando que alguien le acompañe a dar un paseo y desterrar sus fantasmas interiores. 

Hay mucha miseria oculta en nuestro mundo occidental y nos toca alzar la voz para que se oiga fuerte y claro: Yo voy a colaborar y construir un mundo mejor, empezando hoy y por mí mismo. saldré a la calle a encontrar esas personas silenciosas, humildes, que rehuyen las miradas, que recelan de los vecinos, porque les da vergüenza su pobreza en medio de tanta abundancia. 

Abramos las puertas a las nuevas ideas, que han de ser el inicio de nuevas obras. luchemos para que todo no quede en simple intenciones, no nos dejemos vencer por la pereza y el desánimo.

Editorial Revista Actualidad Espiritista nº1

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