EL ENGAÑO DE FAUSTINO
Caso Desiderio-Elisa de “Y La Vida Continúa"
Veamos la breve historia: Ernesto Fantini falleciera, víctima de un tumor renal maligno, dejando a la esposa Elisa y a la hija Vera. Después de la muerte, estuvo internada en una clínica de recuperación en el Mundo Espiritual, con varios desencarnados, inclusive Evelina Serpa, que falleciera, aún joven y, hecho curioso, víctima de la misma dolencia.
Ernesto, pues, tenía un peso en la consciencia: cuando joven, participara de una cacería con mas de dos amigos, y por celos de la mujer, disparó contra uno de ellos -Desiderio que
vino a fallecer. Aunque dos tiros fueron disparados de lados diferentes, Ernesto se responsabilizó por el crimen y el dolor de la consciencia era una espina constante a
desgarrarle en lo íntimo.
Después de un período de restablecimiento en la clínica del mundo espiritual, Evelina y Ernesto se dispusieron a servir juntos, asistiendo a los familiares que permanecían en la tierra.
Volviendo junto de los suyos que, de momento, estaban instalados en la casa de veraneo de Guarujá, Ernesto tuvo una enorme sorpresa. Elisa, la esposa, cabellos más grises, rostro mas arrugado, estaba acostada y a su lado, se estiraba un hombre desencarnado, el mismo sobre el cual él había disparado años atrás. Era Desiderio Santos, o Dedé, compañero de su juventud, asesinado en aquella cacería y que él suponía haber apartado para siempre de su propia casa.
Fantini, lloró, pensando en el enemigo que estaba allí, triunfante y dominador.
Después mas sereno, fue percibido por ambos. Elisa empezó a gritar, llamándolo asesino, expulsándolo de casa,revelando sus facultades psíquicas desordenadas, gastadas por el largo proceso de simbiosis junto a Dedé.
Ella hablaba con Ernesto, de cierto modo identificaba su presencia, sin que su hija Vera y su yerno Caio pudiesen entender la razón de los improperios, suponiéndola en avanzada dolencia senil.
Elisa confesó que empezó a gustar de Dedé, desde que Fantini acabó con él, descendiendo a detalles de la vida íntima de los dos, sobre los cuales pide la caridad, se guarde silencio, como escribió André Luiz (11).
Enseguida, fue Desiderio quien arremetió contra Ernesto y, a pesar de los ruegos de perdón, no cedió en nada su odio. Reveló que el verdadero asesino había sido Amancio, el otro cazador del día fatídico, que terminó por quedarse con su esposa e hija. A pesar de no haber sido Ernesto, el autor directo, no le perdonaba la idea y el plan del crimen,aprovechado por el verdadero homicida.
Y Desiderió habló de la simbiosis que estableciera con Elisa: Vencido como un perro ahuyentado y sin dueño, sin la compañera que se olvidara de mi, y sin la hija que
debería besar a mi verdugo y tenerlo como segundo padre, vagué por las calles sin rumbo, entre las pandillas de las tinieblas, hasta que me instalé definitivamente al
lado de Elisa, su mujer, cuya silenciosa ternura me llamaba insistentemente (....) Al poco tiempo, desde el punto de vista del espíritu me ajusté a ella, como el pié al
zapato, y empecé a amarla con ardor, porque era ella la única criatura en la Tierra que me guardaba en su memoria y en su corazón (...) Adoptando la violencia,
nada mas conseguía que tirarme intensivamente a los brazos de su mujer (....) Y en cuanto usted vivió en esta casa, después de creerme muerto, compartí su mesa y su
vida (....) Vivo aquí, moro aquí y su mujer me pertenece!...
He ahí la descripción de un proceso que se verifica en la Tierra, desde la mas remota antigüedad. Los cuerpos mueren, pero los espíritus permanecen en los hogares,conviviendo con los llamados “vivos” en grados íntimos y profundos, en cuanto insospechados por la inmensa mayoría de los hombres.
SIMBIOSIS Y NEUROSIS
Las simbiosis favorecen a los espíritus en la reciprocidad del hurto psíquico, pero también ocasionan molestias nerviosas complejas, como la histero-epilepsia y las psiconeurosis en general.
En la misma trilla del ajustamiento simbiótico,somos enfrentados en la Tierra, aquí y
allí con la presencia de psiconeuróticos de muy extensa clasificación, con diagnósticos extremadamente difíciles,entregados a los más oscuros cuadros mentales, sin llegar a la locura completa, enfatiza André Luiz (12)
En estos casos, las entidades espirituales viven, por mucho tiempo, engranadas psíquicamente con sus hospederos. Actúan sobre el centro coronario del encarnado, el chacra mas importante del periespíritu,imponiéndole la sustancia de los propios pensamientos, que la víctima utiliza normalmente, como si fuesen los suyos. (13)
C A S O A M E R I C O
En Los Dominios de la Mediumnidad (14) encontramos la descripción de un caso de psiconeurosis en virtud del proceso obsesivo.
Américo, es un joven de treinta y pocos años, procuró el centro espírita en busca de alivio. Desde la infancia sufría la influencia de espíritus inferiores que se unieran a él, en virtud
de su comportamiento inadecuado en vida anterior.
Cuando se encontraba en la sesión en la casa espirita, a donde fue a buscar ayuda, cayó en
estremecimientos convulsivos.
Aulus explicó que en esos momentos, él sufría con el acoso de los obsesores. Antes del regreso a la carne, convivió largamente con ellos, de modo que ahora, reencarnado, con la
simple aproximación de los verdugos, sentía su influencia nociva, entregándose a perturbaciones histéricas, que le impedían la alegría de vivir. Iva de médico en médico,
haciendo todo tipo de tratamientos, sin ningún resultado.
El asistente resaltó que, en el mundo espiritual, antes de la reencarnación, fue víctima de hipnotizadores crueles con los cuales estuvo en la mas estrecha sintonía, en razón de la delincuencia viciosa a que se dedicara en el mundo. Sufrió intensamente, volvió a la Tierra trayendo ciertas deficiencias en el organismo periespiritual. Es un histérico , según la justa acepción de la palabra.
Acogido por un heroico corazón materno y un padre que fue su comparsa, hoy también arrastrando pesadas pruebas, desde los siete años de la nueva experiencia terrena, cuando se reafirmó la reencarnación,Américo se sintió influenciado por la desarmonía traída del mundo espiritual y, desde entonces, viene luchando en el laborioso proceso de regeneración que se impuso.
Su sistema nervioso está en pésimas condiciones patológicas, por los deplorables pensamientos de que se nutre, lanzados a su espíritu por los antiguos compañeros del
vicio.
Aulus afirmó que el joven podría obtener gran mejora consagrándose a la disciplina, al estudio, a la meditación y a la oración, con esto se renovaría mentalmente, acelerando su
propia curación. Después de curado podría cooperar con los trabajos mediumnicos, de manera más provechosa.
Para la Espiritualidad, todo esfuerzo digno, por mínimo que sea, recibe invariablemente, de la vida, la mejor respuesta, aclaró (15)
Ya vimos el caso de Liborio dando sus impresiones a la compañera y ésta respondiendo con fobias inexplicables; tenemos también el caso de la joven señora que agravó su deuda con el aborto ( ver capítulo siguiente) y que presenta un cuadro histérico acentuado. Podríamos citar otros.
Tenemos que tener en consideración, en este análisis, la estructuración triple del cerebro.
André Luiz aborda este tema en la obra En el Mundo Mayor: (16) Descubrí, sorprendido, que toda la parte cerebral (....) se dividía en tres regiones distintas. En los lóbulos frontales, las zonas de asociación eran casi brillantes. Del cortex motor, hasta la extremidad de la médula espinal, la claridad disminuía, para volverse aún mas débil en los ganglios básicos.
Calderaro explicó que existen tres regiones distintas en el cerebro, como si él fuese un castillo de tres pisos: en el primero, está situada la residencia de nuestros impulsos automáticos, todo lo que ya conseguimos realizar en el tiempo, correspondiendo al subconsciente; en el segundo está localizado el domicilio de las conquistas actuales, en donde se situan las cualidades que estamos construyendo en el “hoy”, es el consciente; en el tercero, está la casa de las nociones superiores, que apunta a las cuestiones de índole superior que nos cumple atender, es el supraconsciente. El primer piso, o de los impulsos
automáticos , corresponde al cerebro inicial , que comprende la médula oblongada y nervios; el segundo piso tiene como sustentáculo anatómico el cortex motor y el tercer piso, los
lóbulos frontales, la parte mas noble del cerebro.
De este modo, nervios, zona motora y lóbulos frontales en el cerebro humano traducen, respectivamente, impulsividad, experiencia y nociones superiores del alma, constituyendo puntos de fijación de la mente encarnada.
Calderaro enseño aún que la criatura se puede estacionar en la región de los impulsos, en este caso, se pierde en un laberinto de causas y efectos,desperdiciando tiempo y energía, si permanece en el “hoy”, de modo absoluto, apenas repitiendo el esfuerzo
maquinal, sin consultar al pasado y sin organización de bases para el futuro, mecaniza la existencia; si el individuo se refugia exclusivamente en el piso superior, en la casa de las nociones superiores, corre el peligro de quedar en la contemplación sin las obras. Para que nuestra mente aproveche la existencia es indispensable saber equilibrar presente, pasado y futuro, esto es, saber valerse de las conquistas pasadas en la dirección de las actividades presentes, amparándose al mismo tiempo en la fuente de idealismo superior.
Y, como nos encontramos indisolublemente ligados a los que se afinen a nosotros, en obediencia a los infalibles designios universales, cuando nos desequilibramos, por el exceso de fijación mental, en uno de los mencionados sectores, entramos en contacto con las inteligencias encarnadas o desencarnadas en condiciones análogas a las nuestras. (17)
Y este es un punto importantísimo a ser considerado en el caso de las psiconeurosis y de todos los otros disturbios mentales, inclusive psicosis: las inteligencias desencarnadas y
encarnadas que puedan estar asociadas a esos procesos.
Lo que deseamos enfatizar es que este asunto, obsesiones y neurosis, merece una obra aparte , inclusive con la experiencia de médicos y psicólogos espíritas, con presentación de la casuística y el debate de ideas.
La Obsesión y sus Máscaras
( Aportación de Claribel Díaz )
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En la Tierra, lo que es agradable al espíritu es lo que menos le conviene para perfeccionar sus sentimientos. Lo más tétrico, lo que más le aflige, lo que con mayor intensidad le hiere y hace que en el alma surja señales de dolor, es lo que más le conviene para depuración de los Espíritus, tanto de los que aparecen como víctimas como a los que representan como salvadores de estas.
Cumple, pues, que no se mate el sentimiento de la caridad, que se pueda expresar por la filantropía y por la beneficencia, para que se avive ese sentimiento, porque solo cuando el domina en el ser este está cumpliendo su deber, y progresando. Las instituciones son necesarias y precisas para atender las necesidades del infortunio, pero no han de ser sectarias. Colocar en las instituciones el sello del sectarismo es despreciar la obra. En el ejercicio de la caridad, todos los humanos deberían confundirse. La caridad, es por tanto, su expresión en forma de filantropía y de beneficencia, no teniendo credo determinado. No pertenece a ninguna escuela en especial; es patrimonio de todas las escuelas, de todas las confesiones, de todos los seres y todos, en el ejercicio de la caridad, deberían andar con las manos unidas.
La caridad, cualquiera que sea la forma por la que se exprese, debe tener siempre por efecto estrechar los lazos del afecto humano, de la fraternidad entre las almas. Cuando todos los hombres se unan en las obras de beneficencia y practiquen la filantropía, sin llevar en cuenta creencias ni opiniones y se hallen unidos todos, no por el credo que profesan, más si por la obra que realicen, la Humanidad habrá dado un paso gigantesco en el camino de su evolución.
La caridad en el ser, comienza a triunfar cuando hasta el llega un leve reflejo de su luz. A medida que el ser humano la desenvuelve, ese triunfo mas sensible se torna.
Porque debemos comprender que la caridad, puro sentimiento del Bien, de quien ningún ser racional está huérfano, se desenvuelve gradualmente, como todos los otros dones o facultades anímicas.
Bien podemos, pues, afirmar, que ella triunfa siempre en los individuos y en las masas, por mas que los miopes de entendimiento no lo sepan comprender. En el problema de la caridad entra una infinidad e factores, algunos de significado opuesto al que implica el concepto de ese sentimiento, más no por eso son factores que dejan de desempeñar importante papel en el problema.
Caridad es, pues, bien; la idea de caridad está íntimamente ligada a la idea del Bien viniendo a ser ambas la misma cosa. Donde el bien se va imponiendo, se va adelantando la solución del problema; porque el problema resuelto es la caridad definitivamente triunfante, en gloriosa apoteosis.
Los más opuestos sentimientos contribuyen para que ella triunfe; los actos más contradictorios conducen a la misma finalidad; cualquier episodio, acontecimiento, o acto, en que intervengan las criaturas humanas, o sean por ellas tan solamente presenciados, facilitan la solución del problema, haciendo que triunfe la caridad.
Cuando dos almas luchan y en la lucha se chocan sentimientos contrarios, la caridad está al acecho, entra frecuentemente en escena, con la debida oportunidad, y se impone finalmente. En esas luchas, todo pensamiento noble que asome a la mente de los atacadores, toda idea generosa, toda tendencia a la piedad, a la compasión, al despertar del sentimiento fraternales, es la caridad que se desliza con sus amorosas alas, hasta tocar a las almas en lucha, y esa caricia suave y dulce se traduce en una idea de piedad, o de benevolencia, que aminora la aspereza o la crueldad del combate, hasta conseguir la deposición de las armas fraticidas, por parte de los luchadores, y cancelar la antigua rivalidad con un beso de paz, que se convertirá en amor. Esa metamorfosis saludable a las almas es obra de la caridad.
La caridad y el bien son la misma cosa, donde se piensa en el Bien, por débil que sea el pensamiento, está la caridad abriendo paso, saturando, en la medida de lo posible, amorosamente, el corazón y la mente de los que oyen.
La Caridad y el Bien se desenvuelven igualmente en las masas, como en los individuos. Primero en los individuos, después en las masas, porque las características de estas siempre proceden de su composición, esto es, de los individuos que las constituyen; por eso, todo cuanto acontece en la sociedad primero pasó por la mente de los individuos que la integran, cristalizándose en sus almas.
Todos los que quieran apresurar el triunfo del bien en la Tierra, que es el de caridad, debe procurar conseguir que ese sentimiento lo domine y esforzarse por concordar con el en todos sus actos.
No es con palabras como se obtiene que triunfe el Bien, más si con los actos correspondientes a las ideas del cuño divino. Si así, en general, se pensase, todos hablarían menos y obrarían más.
Cuando los postulados morales, aprendidos por los hombres, se repitan menos con los labios, y se cristalicen en la acción de todos, se estará próximo a la solución definitiva del problema de la caridad, de la apoteosis de esta excelsa virtud, por el definitivo triunfo en la Tierra lo cual marcará el momento feliz de iniciarse en ella el reinado de Jesucristo, profetizado desde los tiempos evangélicos.
Amigos os deseo un feliz sábado con mucho amor y cariño de Merchita
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Perder el dinero es a menudo un delito; adquirido por malas artes es aun peor y malgastarlo es lo peor de todo.
Ruskin
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REFLEXIÓN
Sé feliz.
En breve acaba una era y comienza otra.
Día a día, hay cosas que nacen para morir al anochecer. Comprobarás que la luz y la alegría suceden a la oscuridad y a la tristeza, y comprenderás que el Padre estuvo pendiente en todo momento de ti para darte aquello que justamente necesitabas.
Bien sabes que las cosas no son como uno quiere, porque solo el Padre sabe lo que nos conviene, pero también es cierto que los sueños y las ilusiones se cumplen cuando uno pone su esfuerzo y su empeño.
Ahora mismo te transmito el amor de nuestro Progenitor y te dice que disfrutes el momento, que seas feliz.
Que sonrías cuando pienses en lo que has construido, que sonrías cuando veas a tus hijos, que sonrías cuando imagines qué bien lo pasarás con tu familia y que sonrías a cada momento de tu vida porque la tristeza no debe tener cabida en nuestro corazón ni en nuestra alma.
Sé feliz y alegre para comprender todo aquello que se te fue dado, sé optimista para preparar el camino venidero. Las ramas y las zarzas fueron podándose con tus lágrimas y con tus esfuerzos, pero todavía queda mucha maleza que limpiar. adelante con tu fuerza y tu valor, y no olvides nunca que los castillos más grandes se construyeron en el interior de las personas.
Elisabeth Jimenez
Revista actualidad Espiritista
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viernes, 6 de marzo de 2015
Reflexionando sobre la Caridad
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