Llevamos varios días observando el intercambio de mensajes con respecto a posibles modificaciones Doctrinarias, especialmente incididas en la Obra de Kardec. Comprendemos y respetamos la postura de todos cuantos se hayan manifestado al respecto, unos que la abogan otros que la rechazan trabajando ambos en la búsqueda de justificaciones ya sea provenientes de su propia razón y parecer particulares, ya sea provenientes de determinados escritos u otras fuentes exógenas a ellos mismos.
La Doctrina Espírita no es nuestra. Pertenece a los Espíritus y en última instancia a Jesús como intermediario de Dios. La Doctrina Espírita no la elaboramos nosotros, la dictan los Espíritus a través de la Mediúmnidad. La Doctrina Espírita es trabajo de Jesús, que confía en sus Trabajadores por Él elegidos en ambos planos de la vida. La Doctrina Espírita, no es como cualquier otra corriente establecida por una persona o grupo de personas que a medida que la Tierra gira en torno al Sol está condenada al olvido.
La Doctrina Espírita es de fuente Divina, porque nos explica las Leyes Divinas, cuyo máximo Legislador es Dios y cuyo principal Trabajador es Jesús. Las únicas leyes que pueden ser modificadas por el hombre, son las leyes humanas. Las Leyes Divinas son Inmutables.
Pretender modificar lo que Jesús nos legó en su día supone implícitamente creer que El Maestro se equivocó y no se adelantó a los acontecimientos venideros, especialmente en referencia al avance de la sociedad. Recordemos que cuando estuvo Encarnado en nuestro Planeta, nos prometió que volvería, nos prometió un Consolador con una previsión más de 1800 años. ¿Quién de nosotros tiene la capacidad de establecer una previsión a tan largo plazo?
Igualmente pretender modificar lo que Jesús nos legó, es admitir que somos superiores y más perfectos a Él, y que sabemos lo que nos conviene en cada momento. Los niños pequeños siempre piden lo que más les agrada, sin embargo se encuentran dirigidos por sus padres que tienen mayor conocimiento y experiencia. Continuamos siendo estos niños pequeños e inocentes.
Este tipo de intentos de modificación, de adaptación a intereses meramente particulares y no a intereses que se refieren a todos los Espíritus reencarnados y desencarnados de nuestro Planeta, recuerda a las tergiversaciones católicas llevadas a cabo en sus respectivos momentos a través de los por mí respetados Concilios -pero no compartidos-, y disfrazados bajo cualesquiera nombre.
Si algo hay que añadir, se añadirá, no corramos. Si algo hay que modificar, se modificará a medida que la Sociedad avance, así ya lo afirmó Kardec. Pero los encargados de esta labor no somos nosotros, es la Espiritualidad; esa Espiritualidad que no nos abandona y nos ofrece tanta y tanta información a través de sus Medianeros como Chico Xavier o Divaldo P. Franco por nombrar a algunos. A caso ¿Sabemos, comprendemos, asimilamos y aplicamos en nosotros mismos tanta y tanta información venida de los Cielos? En caso afirmativo ¿es por ello que ansiamos una modificación, porque no nos sirve lo que tenemos?
La letra la podemos modificar, es cierto, que tenga su éxito o sus seguidores es otro cantar. Pero la idea original y que desciende de lo Alto nunca será modificada porque es Divina. Siendo el Evangelio según el Espiritismo la correcta interpretación Moral del Verbo de Jesús, interpretación que a lo largo de tantos siglos se ha modificado según la dirección del viento, y según cómo se levanten por la mañana de sus camas cubiertas de terciopelo los "encargados de interpretarla", ahora se pretende nuevamente tergiversarlo por la inocencia de los niños descontentos por el regalo ofrecido de los Espíritus.
Los Espíritus a lo largo de más 150 años de Codificación Espírita, han ido ofreciendo sus vastos conocimientos, ampliándolos para mejor comprensión. Es tarea de ellos, no nuestra. Jesús confió con la persona elegida, Kardec, y las ideas transcritas en el viejo papel por la gala lengua no perecerán nunca. El avance Doctrinario es impulsado desde arriba, desde Los que realmente nos conocen, no es impulsado desde abajo, por nosotros, simples, ignorantes y desgraciados espíritus reencarnados que ni tan siquiera nos conocemos a nosotros mismos.
La finalidad Doctrinaria, es el Autoconocimiento y la Reforma íntima. Eludir, cambiar o tergiversar las Ideas de los Espíritus, sus Recomendaciones, implica que no queramos autoconocernos ni reformarnos, sino adaptarlo a nuestras "necesidades" actuales. Tantos esfuerzos en ansiar una modificación que se adecúe a nosotros que somos imperfectos, para crear igualmente una imperfecta modificación, es observar una ficticia paja en la Doctrina, sin darnos cuenta que la viga nos impide ver y comprender.
Que existan diversas opiniones sobre ello, implica a que todos somos diferentes. Podemos respetar opiniones, compartir unas y no admitir otras.
Es preciso conocer el verdadero sentido Doctrinario y sobretodo comprender su Origen y Evolución, que no depende de nosotros pues no nos encontramos en una situación de superioridad moral con respecto a la de Jesús, sino que dependerá de Él a través de sus Emisarios elegidos.
Con ello, y sabiendo cuáles han sido las posturas de varios miembros del Grupo con respecto a este tema, posturas que respetamos, creemos que deberíamos ya dar por zanjado este tema -pues no acabaríamos nunca-, y continuar con el trabajo del autoconocimiento y la reforma íntima, porque nuestra labor no es la de legislar y sí la de reformarnos...
Un saludo fraternal a todos,
- Xavier Llobet -
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SORTILEGIOS, PACTOS ASOMBROSOS, SUBYUGACIONES, ETC.
Hace pocos meses, en Sao Paulo, un joven de 19 años fue muerto por su propia madre, posiblemente como consecuencia de un ritual de "magia negra". Cuando la detuvieron, estaba en crisis narcótica ( ¿ " locura o posesión "?); hablaba sobre demonios y asuntos satánicos, y seis policías judiciales fueron necesarios para reducir a aquella señora, que pertenecía a comunidades religiosas no convencionales de internet, que adoptaban el sacrificio humano. Conforme a la investigación policial, ella había dicho que su hijo tenía que ser muerto por un bien mayor(...!?...) . El caso nos condujo al capítulo 9, versículo 16 del libro de Los Hechos de los Apóstoles, donde leemos lo siguiente: " y el hombre que estaba poseso del espíritu malo,saltó sobre ellos con tanta violencia, que tuvieron que huír de aquella casa, sin ropas y cubiertos de heridas".
Nawz Leghari, de 40 años, un paquistaní adepto del ritual de "magia negra", estranguló a sus cinco hijos por creer que el sacrificio le daría "poderes mágicos". Leghari mató de ese modo a sus dos hijas y tres hijos, con edades entre 3 y 13 años, en la madrugada del 9 de enero de 2015, en la localidad de Saeed Jan. El asesino estudiaba magia negra y resolvió hacer el sacrificio para aumentar sus “poderes”. Leghari realizó una "odisea espiritual" de 40 días, llamada "Chilla", prescrita por un líder religioso local, con el que estudiaba alquimia. El paquistaní intentó inicialmente envenenar a su familia durante la comida, pero su mujer lo impidió después de una violenta discusión. La esposa y el hijo más viejo, dedieron pasar la noche en la casa de unos parientes, dejando a los otros hijos con el padre, que los estranguló uno a uno.
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