ESPIRITISMO Y AUTISMO
En
este texto el Dr. Ricardo di Bernardi nos muestra la relación existente entre Espiritismo y
autismo.
1
- La doctrina Espírita puede facultarnos para comprender que un
autista no lo es por casualidad biológica, ni sus padres y
familiares están conviviendo con él por una mera casualidad. Hay
una continuidad de vidas anteriores y sobre todo continuidad del
periodo intermitente (entre las encarnaciones) o erraticidad. Siendo
así conviene considerar que el autismo deriva de causas pasadas, en
especial del periodo de la llamada "erraticidad" cuando
unas posturas psíquicas fueron determinantes para esta situación
que será transitoria en el transcurso del tiempo.
2
- El autismo, según algunos autores encarnados y desencarnados, es
una expresión física, de una importante desarmonía espiritual en
la cual el espíritu rechaza insistentemente reencarnar, rechaza o no
quiere y no admite renacer. En función de esto, trae un aspecto de
estar ausente, no adaptado, a la realidad encarnatoria.
3
- La doctrina espírita puede también auxiliar en el tratamiento y
orientación a los familiares: además de las siempre recomendables
posturas universales y cristianas, de comprensión, cariño y
respeto, hay actitudes que pueden beneficiar a un espíritu encarnado
en esta situación.
3.1
- Conversar con el autista cuando él esté durmiendo, pues la
conversación es captada por el inconsciente (espíritu) este es
quien está enfermo. Durante el sueño el cerebro está dando espacio
para que comuniquemos directamente con el espíritu, en esta
conversación, hablar despacio, pausadamente y decir:
-
Estamos contentos porque tú estás aquí entre nosotros.
-
Tú tienes mucho que hacer aquí en la Tierra.
-
Tú vas a ser feliz en esta vida.
-
Nosotros te amamos mucho.
-
Tú eres inteligente, nosotros sabemos (repita) que tú eres
inteligente.
-
Tú eres amoroso, (repita) nosotros sentimos que tú eres amoroso.
Cuente
hechos bonitos, hable de las bellezas de la naturaleza, de la
amistad, del amor etc.
Después
o antes de la conversación ponga música suave.
3.2
- Mentalizar el chakra frontal (prueba entre los ojos) enviando en
pensamiento una energía luminosa azul clara y brillante, repitiendo
pensamientos claros, lúcidos, cortos, por ejemplo:
“Mañana
será sábado, sábado (repetir) es día de (citar)...,”
“Cuando
despiertes tú vas a pensar en un buen día, tú vas a decir buen
día, yo voy a decirte buen día para ti…”
Imagine
y repita: “Una
energía agradable, bella, azul, clara y brillante está entrando por
la cabeza, diga: ¡“la sensación es “buena”!
Repetir
las frases...mentalice y hable del color azul.
3.3
– Mentalizar el chakra cardíaco, imaginar una energía luminosa
rosa, envolviendo el corazón del autista, decir que es una energía
“buena”.
Hable:
“ahora
tú vas a sentir la energía de nuestro amor, siente el amor entrando
con esta energía rosa.”
"Sienta
la energía del cariño, fulano (diga el nombre de la persona)
piensa: me gusta... (cite) yo amo... yo soy capaz de amar, (hable
despacio) yo soy capaz de gustar a las personas."
“Mi
mirada va a decir que yo amo a las personas.”
Así
sucesivamente.
3.4
- Se puede y se debe colocar el nombre en los trabajos espirituales
de irradiación. No recomendaríamos irradiación colectiva, sino
individual, es decir específica para la persona o el caso.
3.5
– Administrar pases.
3.6
– Indicar agua fluídificada
3.7
- Oraciones
3.8
- Trabajos de desobsesión (considerar que el problema no sea
obsesión sino auto-obsesión, por lo tanto es dado este enfoque,
esta conducción)
3.9
– Orientar para mantener el acompañamiento médico
4
– Mucha paciencia.
El Dr. Ricardo Di Bernardi es médico pediatra y homeopata general. Presidente y fundador del Instituto de Cultura Espírita de Florianópolis y de la AME SC – Asociación Médico-Espírita de Santa Catarina, Brasil. Escritor y autor de los reconocidos libros "Gestación sublime Intercambio", "Reencarnación y Evolución de las Especies", “De los Faraones a la física Cuántica”, “Reencarnación en Jaque” y “Vuelo Libre – Un estudio sobre reencarnación”.
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Condiciones para activar
la eficacia del rezo o la oración pidiendo por algo o por
alguien?
El Plano espiritual Superior o Dios mismo, no favorece a
nadie por el solo hecho de que se les pida, pues de ese modo la
Justicia y el desarrollo de la Bondad Divina dependerían de que se
pidan o no favores mediante la oración.
Sin embargo la práctica de la oración funciona, en
cuanto a resultados obtenidos mediante la práctica de la misma
siempre que la petición sea justa y necesaria, y que los imperativos
kármicos del Ser por quien se ora no apunten en otra dirección.
Respecto a la oración que se hace para pedir algo,
existen tres factores fundamentales para alcanzar su eficacia :
Primero el Deseo
fuerte y sincero por lograrlo ; en segundo lugar la
Necesidad auténtica e intensa de lograr lo
que se pide o desea siempre que sea de justicia, y en tercer lugar
la Fe absoluta de
que se va a realizar, si es lo que más conviene al beneficio
espiritual. Cuando se ora hay que observar lo que se pide, cómo se
pide y para qué se pide. Lo que se pide debe ser una necesidad
legítima para el Espíritu inmortal por el que se pide. Deberá ser
algo que se considere absolutamente justo y necesario, y esta
petición deberá ir acompañada de una fe absoluta en lograr la
determinación divina, convencidos de que siempre será la que más
conviene en todo caso.
Creo que los citados factores, son la fórmula
magistral que ha hecho tantos milagros de curación espontánea o de
mejoras sorprendentes de enfermos que han orado o por los que se ha
orado.
Estas fuerzas que acompañan a la oración, cuando
actúan unidas a otras con el mismo objetivo, no suman sus fuerzas
individuales, sino que reunidas, tienen un efecto multiplicador. De
ahí la eficacia de la oración dirigida simultáneamente en grupo
y enfocada hacia un objetivo
concreto , al que
también son atraídas por la sintonía
vibratoria de esa misma oración, energías mentales de Seres desde
el plano espiritual que sintonizan con estas vibraciones
espirituales , actuando simultáneamente en el mismo sentido y
añadiendo sus efectos a los de la oración conjunta de “los
vivos”.
No obstante lo dicho, como la Justicia Divina preside
todos los designios Divinos, siempre actúa una Ley Espiritual
llamada entre otros nombres, “Ley de Consecuencias”, de Causa y
Efecto, de Acción y Reacción, o de Karma, que consiente o regula el
que se realice lo que se pide en las oraciones.
- Jose Luis Martín-
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“Todos
debemos orar, aunque nos consideremos malos y sin merecimientos. No
nos cansamos de afirmar que la misericordia está en la base de las
leyes de Dios.”
- Divaldo Pereira Franco – *******************
Nacido en 1832 cerca de San Petersburgo, Alexander Aksakov recibió la educación humanista de un joven de la gran nobleza rusa. Apasionado por la espiritualidad humana y el sentido de la vida, se hizo primero doctor en filosofía. Descubrió a Swedenborg cuya fe en la redención humana, unida a una firme creencia en la reencarnación, le apasionaban.
Contribuyó traduciéndolo y difundiendo esas ideas en su
país. Paralelamente, llegó a ser consejero del zar Alejandro
III a quien trató de interesar en Swedenborg así como en
las ideas espíritas. Se apasionó así, desde 1855, por todas las
manifestaciones espíritas y leyó, tradujo y trató de difundir
todo lo que pudo encontrar sobre ese tema. Su fortuna personal le permitió recorrer el mundo entero y mantener innumerables correspondencias con las sociedades eruditas y los movimientos espíritas. Seguía con pasión los trabajos de Crookes, Richet, Flammarion, Lombroso, etc., así como los coloquios y trabajos científicos sobre las manifestaciones espíritas.
Desgraciadamente, en su país jamás pudo levantar la censura total ejercida respecto al espiritismo, que estaba prohibido difundir en lengua rusa. Por fortuna, seguía siendo tolerada la difusión de artículos en lengua alemana. Se volvió entonces un poco más hacia la comunidad internacional.
Numerosas experiencias personales le marcaron para siempre. Su esposa resultó ser médium, y le permitió recibir manifestaciones que él juzgó probatorias. El médium Home se incorporó a su familia por matrimonio. Sus numerosos viajes le permitieron conocer a todos los médiums célebres del momento, tales como Eusapia Palladino, Florence Cook, Dunglas Home, la Sra. D’Espérance y tantos otros.
Quedó convencido de la realidad de muchos de esos fenómenos paranormales, y descartó que fueran solo trucos o alucinaciones. Para comprender mejor los fenómenos que observaba se hizo médico. Finalmente decidió dedicar su vida a la difusión y defensa de las ideas espíritas.
En 1874, creó desde Alemania los anales de Estudios Psíquicos (Psychisches Studien), dedicados principalmente a los fenómenos parapsicológicos. Igualmente intentó desafiar la censura en su propio país con la creación en 1891 de la revista Rebus, primera publicación rusa de estudios sobre el
psiquismo.
Espírita convencido, trató de convencer a la comunidad científica de la realidad de fenómenos que, según él, abrían inmensas perspectivas de estudio del espíritu humano.
Igualmente se atrevió a pensar que la desaparición de las fronteras entre la vida y la muerte aportaba maravillosas promesas a la sociedad humana. Luchó entonces con todas sus fuerzas para demostrar que se estaba en presencia de fenómenos reales, susceptibles de hacer retroceder al oscurantismo.
Contribuyó con varios encuentros científicos para tratar de explicar al mundo erudito de su época. Él estuvo en el origen de la creación de la “Comisión de Profesores” que se reunió en Italia, en Milán, en 1892, y que incluía, entre otros, a él mismo,
Alexander Aksakov, profesor para entonces de la Academia de Leipzig, director de revistas científicas y consejero del zar; Giovanni Schiaparelli, director del Observatorio Astronómico de Milán; Carl du Prel, doctor en filosofía en Munich; eminentes profesores de física italianos y alemanes, filósofos célebres, y finalmente Charles Richet, profesor de la facultad de medicina de París y director de la Revue Scientifique, y Cesare Lombroso, célebre criminalista italiano. Contrató
a un médium no profesional recomendado por Crookes, que produjo numerosas manifestaciones a plena luz, que entusiasmaron a la mayoría de los participantes. Espíritu hasta entonces escéptico, Cesare Lombroso admitió ante la comisión “su vergüenza y conmiseración hacia sus actitudes
anteriores (de duda muy crítica)”. Lombroso confirmó por carta su nueva convicción a uno de sus colegas. Redactado por Aksakov, que pensaba haber hecho triunfar la nueva ciencia, el informe causó gran ruido en todo el mundo científico.
Pero como es habitual, la reacción se organizó y varios ukases científicos trataron de ridiculizar los trabajos de la comisión,acusados de impostura por uno de sus miembros que se declaró convencido de trucos por parte del médium, a pesar de todas las precauciones tomadas en sesiones de trabajo,que obedecían a un riguroso protocolo de estudios.
Un joven erudito de la época, Edouard Von Hartmann, filósofo y sucesor de Schopenhauer, trató de lograr alguna cierta notoriedad con un folleto que criticaba violentamente al espiritismo. Hartmann propuso una teoría tranquilizadora para el espíritu racionalista dominante. En efecto, evoca las alucinaciones individuales o colectivas, opciones muy tentadoras para refutar al profesionalismo científico que por supuesto se remite a su buena fe, pero también a su candor.
Aksakov respondió con una obra en dos tomos que constituye una verdadera biblia de todos los trabajos dignos de fe y sobre todo de análisis científico de la época en materia de espiritismo: Animismo y Espiritismo.
Un enorme material científico, utilizando todas las formas de pruebas científicas fue utilizado por un Aksakov que analiza en primer lugar todos los fenómenos conocidos por él, que escapaban al sentido común. Se sirvió especialmente de numerosas fotos recogidas según un riguroso proceso
destinado a evitar todos los fraudes, como la doble exposición de placas fotográficas. ¿Cómo explicar entonces esos personajes, espectros, etc., algunos de los cuales jamás habían sido conocidos por los observadores?
Aksakov se refiere luego a una larga lista de fenómenos de materialización o desmaterialización de objetos bien visibles o tangibles, difíciles de reducir a alucinaciones.
Establece una clasificación muy científica en varios tipos de fenómenos mediúmnicos:
En primer lugar, trata de las capacidades propias del “alma humana” (anima en latín, de allí el término animismo utilizado por él), en lo que ella tiene de más profundo. Un médium puede leer primero en su propio subconsciente (término desconocido para la época). También puede comunicarse mentalmente con otros espíritus y leer en ellos (telepatía), para producir imágenes que provienen de él mismo o de los asistentes. Se interesa igualmente por las formidables capacidades para producir fenómenos inusuales, tales como bilocación, levitación, mensajes de vivos a vivos, etc.
Por lo tanto, concluye, si bien numerosos fenómenos paranormales son indiscutiblemente producidos por “el ánima”, propia del médium, sin que haya necesidad de ir a buscar en otra parte, el estudio objetivo y científico de todos estos fenómenos obliga a admitir entre ellos, algunos que suponen un agente, una fuerza causal externa al médium, que no hace más que transmitir. En ese caso, es forzoso admitir la presencia de espíritus externos vivos (regreso al animismo precedente) o muertos. Es posible, concluye, estudiar verdaderos fenómenos que son evidentemente espíritas. El libro analiza un gran número de apariciones, tales como la hija de Tolstoi (recibida por su esposa), o Katie King que él mismo conoció, tocó y analizó en Londres con o sin William Crookes.
Picado en su amor propio, Hartmann trató de contraatacar.
Pero ya no sería Aksakov quien lo iba a poner definitivamente K. O., sino Carl Du Prel, ex-miembro también de la comisión y amigo leal, a partir de los trabajos de Aksakov, que estaba enfermo e incapaz de escribir. Alexander Aksakov murió en 1905 sin haber lamentado jamás ni sus elecciones, ni la suma de fatigas, decepciones y desilusiones ocasionadas por sus convicciones. Dejó un conjunto de treinta obras, todas extremadamente documentadas que serían muy útiles a sus homólogos de la época.
Desgraciadamente no asistió a la entrada del espiritismo en el marco de los hechos científicos admitidos por todos y que ansiaba ardientemente con toda su alma.
JEAN-LOUIS PETIT
Le Journal Espírita nº 81
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