jueves, 13 de noviembre de 2025

Sin brazos ni piernas.

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.-Extracto del conocimiento espírita

2.- El lenguaje utilizado en las comunicaciones mediúmnicas 

3.- Preguntas y respuestas de los Espíritus sobre intereses morales y espirituales

4.- Sin brazos ni piernas.

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   EXTRACTO DE CONOCIMIENTO ESPÍRITA


     La reencarnación del Espíritu humano, ya no es una creencia más o menos supersticiosa o religiosa. Hoy en día el conocimiento espiritual ya ha ido tomando cuerpo  en el psiquismo humano, tal vez debido a varios factores, como son: los medios de comunicación y divulgación, que han sembrado un conocimiento espiritual generalizado que ha ido desplazando a la fe religiosa, ciega, más o menos fanática  y bastante irracional; también lo es la mayor madurez psicológica y espiritual del ser humano actual, cansado de los conceptos religiosos dogmáticos y ya capaz de comprender y deducir las cosas por sí mismo, tendiendo a admitir, en sus más íntimas creencias, solamente aquello que en su razón puede comprender y asumir. Se dijo que fe sin obras es fe muerta, y fe no razonada es fe ciega e inexistente.


   El Espiritismo viene mostrando y divulgando sus conceptos básicos como pilares de la  Codificación espírita de Allán Kardec; tales son:

 

-La existencia de Dios, como fuerza e inteligencia Creadora Universal, Principio u origen de todo cuanto existente en el Universo infinito, material e inmaterial.


-La existencia del Alma o Espíritu en el ser humano y en cada ser viviente, así como su supervivencia tras la muerte del cuerpo;


 - La existencia de una serie de Leyes Cósmicas, naturales, que rigen en el Universo, tales como la Ley de Vibración, la de Afinidad, la de Causa y Efecto, etc, y sobre todas ellas, la principal: la Ley del Amor manifestada en la práctica o ausencia de la Caridad en todos los sentidos.


- La Ley de la Reencarnación de cada ser espiritual, tantas veces como le sea preciso con el objeto de llevar  a cabo, vida tras vida,  el progreso y perfeccionamiento mediante sus experiencias en la materia.


- La posible y real comunicación entre los seres encarnados (los que aún habitan en la materia de los mundos físicos), y los desencarnados ( los que ya la abandonaron tras el fenómeno de la muerte). El medio de llevar a cabo este proceso, es la través de la Mediumnidad, considerando al médium, no como alguien con unos super-poderes mágicos, sino como alguien dotado naturalmente de una sensibilidad psíquica elevada y  especial, que le capacita para dejar paso a la manifestación de unas inteligencias ajenas a él mismo, las cuales en la Codificación espírita se autodenominaron como Espíritus. Dichos Espíritus, no son sino las Almas de aquellos que vivieron en nuestro plano de existencia material y que tras su muerte, desaparecieron de nuestra vista, pero continúan viviendo en otro plano de existencia llamado Plano Espiritual, que no existe fuera de nuestro Universo material, sino que se superpone al nuestro  y suele interferir  sin cesar entre los seres humanos.


    He dicho algo sobre los planos  de existencia, pero, ¿Qué es un plano de existencia?.  Esto es una manera de expresar que no solamente existimos en la Tierra los seres que estamos unidos a  una materia carnal y nos creemos vivos, sino que también existen otros seres que ya no tienen dicha materia y los creemos muertos,  pero que siguen tan vivos, o aun más que nosotros mismos.


-     La existencia de Leyes Espirituales Universales, a las que los seres humanos, aun sin  conocerlas conscientemente, se encuentran todos sometidos  a ellas, tal como la ley de Vibración, la ley del Amor,  ley de  Causa y Efecto,( Karma), la ley de Afinidad, la ley de  Evolución, la Reencarnación en la materia ya mencionada, etc, y estas leyes,  conducen todas ellas, en su conjunto, al desarrollo y crecimiento del Espíritu como una Entidad real, existente e inmortal que anima a cada uno de nosotros.


    Dentro de estos Planos de Existencia, más conocidos como Planos Espirituales, los hay  en muchos y diferentes grados y niveles diferenciadores entre ellos, según la calidad y cualidad evolutiva de los seres que los habitan, pero que sin embargo, no dejan de ser solidarios entre ellos, pues precisamente por esa Ley de Evolución Universal que antes mencioné, todos estamos llamados a pasar por todos estos planos, en una ascensión progresiva de perfeccionamiento  ilimitada e indefinida. Todos nosotros somos  “alumnos” de la misma Universidad de la Vida dentro de un infinito proceso de aprendizaje, pero según los niveles de conciencia y sabiduría de cada uno, estamos en cursos, niveles  y aulas diferentes, o sea, en planos espirituales diferentes cuando somos espíritus desencarnados, o en planos físicos o mundos diferentes cuando estamos encarnados en  una materia.


-     Por estas leyes, se encuentra la lógica de la existencia de otros mundos habitados en el vasto e ilimitado Universo infinito, tal como modernamente evidenciamos por la existencia y presencia del llamado  “Fenómeno OVNI-Extraterrestres” que todavía mucha gente duda, pero que  no es nada nuevo o reciente, pues existen evidencias de su presencia en la Tierra desde la más remota antigüedad .


     Estas presencias simplemente nos confirman la existencia de otros mundos habitados en el Universo; y en este caso, lo son por seres más inteligentes y evolucionados que nosotros, lo cual es evidente al considerar la alta tecnología que poseen y que les permite llegar hasta nosotros bien desde otros planetas y galaxias, o incluso desde otros planos de existencia  inmaterial, y que a pesar de su elevado desarrollo científico y tecnológico que con su sola presencia demuestran, no han tratado de conquistarnos ni de someternos o destruirnos, como así hubiera hecho el ser humano terrícola actual.   

     

      Ellos nos vigilan y observan, pero no intervienen directamente en nuestro mundo, respetando nuestra libertad para evolucionar mediante  nuestro propio esfuerzo y mérito. Es por eso que su presencia más cercana y física entre nosotros, aún no se ha producido de modo general o multitudinario, pero es algo que naturalmente cuando haya un gran cambio positivo en el nivel moral del ser humano y cuando este, a nivel global haya recogido la cosecha de lo que hasta ahora voluntariamente se ha sembrado y se sigue sembrando, en buena lógica cabe pensar que llegará un día en que su presencia y colaboración en nuestro desarrollo evolutivo será un hecho que no representará ningún peligro para ellos ni para nosotros, y entonces será cuando la humanidad vivirá un más acelerado impulso evolutivo, con la ayuda de estos seres extraterrestres, hermanos nuestros del Universo.


    También es sabido y conocido, que vivimos en un mundo, todavía muy materializado y atrasado con respecto ellos, que tiende a negar y a ocultar la verdad de la realidad espiritual, tal como aun siguen ocultando la realidad OVNI, pero por tantas y tantas evidencias, cada vez menos, pueden  seguir ocultando lo que tantos hombres y mujeres de Ciencia, por todo el mundo, ya han acreditado y comprobado, con respecto a estas realidades antes mencionadas, entre las que se encuentran las evidencias reencarnatorias y las evidencias de la presencia OVNI-Extraterrestres que también acreditan la realidad de la reencarnación.


    De todos estos postulados y conceptos, sabemos que naturalmente, siempre surgen tantas y tantas preguntas; cuestiones para  las que el Espiritismo nos ofrece  unas respuestas lógicas, coherentes y subordinadas a las evidencias.

 

– José Luis Martin-

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     EL LENGUAJE  UTILIZADO EN LAS COMUNICACIONES  MEDIÚMNICAS


  Básicamente, son susceptibles de análisis dos aspectos:  el lenguaje utilizado y la calidad de los mensajes.


  " El lenguaje de los espíritus está siempre de acuerdo con su grado de elevación".-( Allan Kardec).

  Afianzados en la sabiduría de esta sentencia presentamos algunas observaciones que habrán de auxiliar al estudioso en el reconocimiento de la calidad de los espíritus, advirtiendo que empleamos las denominaciones de " Espíritus Superiores" y "Espíritus inferiores", por la comodidad de las expresiones, pero no como categorías absolutas o definitivas y siempre referidas al nivel moral e intelectual de los seres. Nivel que en el transcurso de las vidas sucesivas habrán de superar continuamente.


    . Los Espíritus superiores siempre utilizan un lenguaje lleno de bondad, cordialidad, sencillez y modestia. No predican odio ni venganza. No se vanaglorian ni hacen ostentación. Predican la humildad y el perdón.


   - Los Espíritus superiores solo hablan de lo que saben y se callan o confiesan su ignorancia sobre lo que no saben.


   - Los Espíritus inferiores hablan de todo.

   - Los mensajes de los Espíritus superiores son sintetizados, es decir, dicen mucho en pocas palabras.

   . Los Espíritus inferiores se pierden en redundancias o en incoherencias.

   - Los Espíritus superiores jamás dan órdenes, solo aconsejan y educan.

   - Los Espíritus inferiores son autoritarios y déspotas,

   - Los Espíritus Superiores siempre apelan a la razón.

   - Los Espíritus inferiores quieren que se les crea y se les siga ciegamente.

   - Los Espíritus Superiores no adulan, pero reconocen los méritos de todos,

   - Los Espíritus inferiores elogian desmedidamente, alertando el orgullo y la vanidad.

   - Los Espíritus Superiores son prudentes y reservados en los asuntos íntimos y personales.


   - El lenguaje de los Espíritus Superiores siempre coincide en el fondo, al margen de las distintas épocas, lugares y circunstancias, por su alto sentido moral e intelectual. Los Espíritus Superiores presentan siempre una versión similar de Dios, del Universo, de la vida espiritual, la superioridad moral, un cuando esas concepciones estén matizadas por la personalidad de cada uno.


   Igualmente ocurre con los Espíritus inferiores, pero en sentido inverso.

 

- Jon Aizpúrua- ( del libro "Tratado de Espiritismo" ) 


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PREGUNTAS Y RESPUESTAS DE LOS ESPÍRITUS SOBRE LOS INTERESES MORALES Y MATERIALES                            

- ¿Pueden pedirse consejos a Espíritus? 
Sí, ciertamente; los Espíritus buenos jamás, rehúsan ayudar a aquellos que les evocan con confianza, principalmente por lo que concierne al alma; pero rechazan a los hipócritas, 
aquellos que parece que quieren pedir la luz y se complacen en las tinieblas. 

18. ¿Los Espíritus pueden dar consejos sobre las cosas de intereses privados? 
Alguna vez, según el motivo. Esto depende de aquellos a quienes uno se dirige. Los consejos concernientes a la vida privada, se dan con más exactitud por los Espíritus familiares, porque se unen a una persona y se interesan por lo que le concierne; es el amigo, el confidente de vuestros pensamientos más secretos; pero a menudo les fatigáis con preguntas tan descabelladas, que os dejan. Sería también absurdo el pedir cosas íntimas a Espíritus que os son extraños, lo mismo que si para esto os dirigierais al primer individuo que encontraseis en la calle. 


     Vosotros no deberíais olvidar jamás que la puerilidad de las demandas es incompatible con la superioridad de los Espíritus. 


Es también preciso tomar en cuenta las cualidades del Espíritu familiar que puede ser bueno o malo, según sus simpatías por la persona con quien se comunica. El Espíritu familiar de un hombre malo es un mal Espíritu, cuyos consejos pueden serle perniciosos, 
pero que se aleja y cede el puesto a un Espíritu mejor, si el hombre se mejora a sí mismo. 

19. Los Espíritus familiares, ¿pueden favorecer los intereses familiares por las revelaciones? 
Pueden, y lo hacen algunas veces según las circunstancias, pero estad seguros que los Espíritus buenos nunca se prestan a servir a la ambición. Los malos hacen reflejar a vuestros ojos mil atractivos para estimularla y enseguida mixtificaros por la decepción. Sabed también, que si vuestra prueba es de sufrir tal o cual vicisitud, vuestros Espíritus protectores pueden ayudaros a suportarla con más resignación y endulzarla algunas veces; pero en interés de vuestro porvenir no les es permitido el libraros de ella, De la misma manera que un buen padre no concede a su hijo todo lo que desea. 

Observación. — Nuestros Espíritus protectores pueden en algunas circunstancias, indicarnos el mejor camino, sin que por esto nos conduzcan con la mano; de otro modo perderíamos toda iniciativa y no nos atreveríamos a dar un paso sin su socorro, y esto sería en perjuicio de nuestro perfeccionamiento. Para progresar, el hombre necesita a menudo adquirir la experiencia a sus expensas; por esto los Espíritus prudentes, aconsejándonos, nos entregan muchas veces a nuestras propias fuerzas, como lo hace un hábil preceptor con sus discípulos.    En las circunstancias ordinarias de la vida, nos aconsejan por la inspiración y de este modo nos dejan todo el mérito del bien, como nos dejan toda la responsabilidad de la mala acción. 


Sería abusar de la condescendencia de los Espíritus familiares y comprender mal su misión, el preguntarles a cada instante sobre las cosas más vulgares como lo hacen ciertos médiums. Algunos de estos por cualquier cosa toman el lápiz y piden consejo sobre las cosas más sencillas. Esta manía denota la pequeñez de las ideas, al mismo tiempo hay la presunción de creer que siempre se tiene un Espíritu a sus órdenes, no teniendo otra cosa que hacer que ocuparse de nosotros y de nuestros pequeños intereses. 


      Es además, aniquilar su propio juicio y reducirse a un papel pasivo, sin provecho para la vida presente y con seguridad perjudicial para el adelantamiento futuro. Si hay puerilidad en preguntar a los Espíritus por cosas fútiles, no la hay menos de parte de los Espíritus que se ocupan espontáneamente de lo que pueden llamar detalles caseros; pueden ser buenos, pero seguramente son muy terrestres. 


20. Si una persona deja al morir sus negocios en confusión, ¿puede pedirse a su Espíritu el que ayude a ponerlos en claro y se puede también preguntar sobre el haber real que ha dejado, en el caso que este haber no sea conocido, si es en interés de la justicia? 


¿Vosotros olvidáis que la muerte es salir de los cuidados de la Tierra? Creéis vosotros que el Espíritu que es feliz por su libertad venga voluntariamente a volver a tomar su cadena y a ocuparse de cosas que ya no le pertenecen, para satisfacer la ambición de sus herederos que pueden haberse alegrado de su muerte con la esperanza de que les será más provechosa? Habla de justicia; pero la justicia está en la decepción de su codicia; es el principio de los castigos que Dios reserva a su ambición por los bienes de la Tierra. Por otra parte, los enredos que algunas veces deja la muerte de una persona hacen parte de las pruebas de esta vida, y no está en el poder de ningún Espíritu el libraros, porque están en los decretos de Dios. 

Observación. — La contestación anterior contrariará sin duda aquellos que se figuran que los Espíritus no tienen otra cosa que hacer que el servirnos de auxiliares lúcidos para guiarnos, no hacia el cielo, sino sobre la Tierra. Otra consideración en apoyo de esta respuesta. Si un hombre ha dejado durante su vida sus negocios en desorden por incuria, no es verosímil que después de la muerte tenga por ello cuidado, porque debe ser feliz de haber quedado libre de las incomodidades que le causaban, y por poco que esté elevado les dará menos importancia como Espíritu que como hombre. 


        En cuanto a los bienes desconocidos que ha podido dejar, no tienen ningún motivo de interesarse por sus ávidos herederos que seguramente no se acordarían de él, si no esperasen sacar algún provecho, y si aun está imbuido de las pasiones humanas, puede tener un placer pernicioso por su  contrariedad. 


       Si por interés de la justicia y de personas por las que tiene afecto, un Espíritu juzga útil hacer revelaciones de esta clase, lo hace espontáneamente, y para esto no tiene necesidad de ser médium, ni valerse de otro que lo sea; conduce al conocimiento de las cosas por circunstancias   inesperadas, pero si esto no es por las preguntas que se le hacen, considerando que esta pregunta no puede cambiar la naturaleza de las pruebas que deben sufrir; sería más bien a propósito para agravarlas, porque casi siempre es  un indicio de avaricia, y prueba al Espíritu que se ocupan de él por interés. 
El libro de los médiums. Allan Kardec


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SIN BRAZOS NI PIERNAS


    En una de las oraciones que rezan los católicos romanos llaman a este mundo valle de lágrimas, y creo que es la mejor definición que se puede hacer de esta penitenciaría del Universo, porque en realidad, no hay un solo Ser que pueda vanagloriarse de decir: ¡soy feliz en toda la acepción de la palabra! La mayoría de los potentados suelen sufrir enfermedades incurables; hay millonarios en los Estados Unidos que sólo pueden alimentarse con copas de leche en muy corta cantidad; otros no pueden dormir porque se ahogan y tienen millones de renta que no les proporcionan el menor goce, con lo que descienden hasta los más pobres; si algunos son fuertes y robustos carecen de los más indispensable para sostener sus fuerzas vitales, viéndoselos decaer como lámpara que se apaga en el lleno de su juventud; por consiguiente, la felicidad es una nube de humo que se deshace al menor soplo de viento huracanado de la vida, como se deshace la niebla a los primeros rayos del sol; mas en medio de tantos dolores, los hay de distintos grados: los hay soportables y los hay irresistibles.

Hablando hace pocos días con una amiga ésta me decía lo siguiente:

-Hace algún tiempo que fui a un depósito de aguas y allí encontré una familia que nunca olvidaré. Era un matrimonio, los dos jóvenes, amables y simpáticos, sus semblantes irradiaban alegría; los dos se amaban con ese amor primero que se asemeja a un árbol florido que espera ser más tarde hermoso racimo de sazonados frutos; se unieron por amor, únicamente por amor. Él era un modestísimo empleado, ella una humilde costurera; se vieron y se amaron, se amaron y se unieron, y al unirse, al recibir la bendición, él pensó en la llegada de su primer hijo, y ella, contemplando a un niño Jesús, pidió a Dios tener un hijo tan hermoso como aquella figura angelical. Un año después, la enamorada pareja se sintió dominada por la más viva y amorosa ansiedad. A fuerza de economías habían comprado todo lo necesario para vestir a un recién nacido: camisitas de batista con preciosos encajes, vestiditos blancos con finos bordados, gorritas lindísimas, todo lo más bello, todo lo más delicado les parecía poco para el niño que debía llegar pidiendo besos con sus sonrisas. Al fin llegó el momento supremo. Áurea sintió los agudos dolores precursores del laborioso alumbramiento y dio a luz un niño; quiso verlo inmediatamente y su esposo y las personas que lo rodeaban, mustios y callados, parecían que no la comprendían, se miraban unos a otros y cuchicheaban, hasta que Áurea gritó alarmadísima:

– Pero qué, ¿no me oyen?, quiero abrazar a mi hijo… ¿está muerto quizás?…

– No, contestó el esposo, pero….

– ¿Pero qué? ¿Qué sucede?

– ¡Que el niño no tiene brazos… ni piernas!…

– Así estará más tiempo en mis brazos,-contestó Áurea, abrazando a su hijo con delirante afán. El niño era precioso, blanco como la nieve, con ojos azules, cabello rubio muy abundante, sus grandes ojos tenían una mirada muy expresiva; cuando yo conocí al niño tendría ocho o diez meses y estaba hermosísimo; su madre estaba loca con él y su padre lo mismo; pero este último, cuando su esposa no podía oírle, decía con profunda amargura: ¡tanto como yo deseaba un hijo… y ha venido sin brazos ni piernas!…

– ¡Qué injusto es Dios!…. Si mi hijo fuera rico, pero ¡sí yo soy tan pobre!

– Créeme Amalia, aquel niño vive en mi memoria, ¿qué habrá sido? ¿Qué papel habrá representado en la historia?

– Yo lo preguntaré, amiga mía, porque tu relato me ha impresionado muchísimo y, efectivamente, de noche y de día pienso en el niño que tanto deberá sufrir si llega a ser hombre, ¡no tener ni brazos ni piernas!… ¡Qué horror! Y probablemente será un ser de gran inteligencia, querrá volar con su pensamiento y no tiene más remedio que permanecer en la más dolorosa inacción. ¡Dios mío! ¡Dios mío!…, no es vana curiosidad la que me guía, pero deseo saber si es posible el porqué de tan terrible expiación.

* * *

“Por el fruto conoceréis el árbol, dijo Jesús, por consiguiente, a todo ser que veáis cargado de cadenas desde el momento de nacer, podéis deducir, sin la menor duda, que de todo lo que le falte hizo mal uso en sus encarnaciones anteriores. ¿ Que no tiene piernas? Señal que cuando las tuvo le sirvieron para hacer todo el daño que pudo; quizá fue un espía que corrió afanoso detrás de algunos infelices para acusarles de crímenes que no cometieron y con sus declaraciones hizo abortar transcendentales conspiraciones, que al ser descubiertas antes de tiempo produjeron innumerables víctimas. Tal vez corrió para precipitar en un abismo a seres indefensos que le estorbaban para realizar inicuos planes; al que le faltan las piernas tiene que haberlas empleado en atormentar a sus enemigos, tiene que haber sido el azote de cuantos le han rodeado; carecer de miembros tan necesarios pone de manifiesto una crueldad sin límites, un ensañamiento en hacer el mal imposible de describir, unos instintos tan perversos que atestiguan el placer de hacer el mal por el mal mismo. ¡Ay de aquél que nace sin piernas!…



“¿Que no tiene brazos? Quizá sus manos que tan útiles son a la especie humana, para hacer con ellas obra de titanes y labores delicadísimas, las empleó para firmar sentencias de muerte que llevaron al patíbulo innumerables víctimas, inocentes en su mayoría. Tal vez gozó apretando los tornillos de horrible potros de tormento, arrancando confesiones de infelices acusados, enloquecidos por el dolor; ¡quién sabe si escribió calumnias horribles que destruyeron la tranquilidad y el cariño de familias dichosas! ¡Se puede hacer tanto daño con las manos!…; con ellas se acerca la mecha a materias inflamables y se produce el devorador incendio; con ellas el fuerte estrangula al débil, con ellas se abofetea y se convierte en fiera al hombre más pacífico y más honrado, con ellas se destruye el trabajo de muchas generaciones. Son los auxiliares del hombre, quien con sus manos produce maravillas o aniquila cuanto existe. Cuando se viene a la Tierra sin manos, ¡cuánto daño se habrá hecho con ellas!

“No hay necesidad de particularizar la historia de éste ni de aquél; todos los que ingresan a la Tierra sin un cuerpo robusto y bien equilibrado, son penados condenados a cadena perpetua que vienen a cumplir su condena, porque no hay apelación ante la sentencia que uno mismo firma en el transcurso de su vida. No hay jueces implacables que nieguen el indulto a los arrepentidos criminales, no hay más juez que la conciencia del hombre; podrá éste embriagarse con fáciles triunfos de sus delitos; podrá no tener oídos para escuchar las maldiciones de sus víctimas; podrá cerrar los ojos para no ver los cuadros de desolación que él ha producido; podrá estacionarse millones de siglos, pero llega un día que, a pesar suyo, se despierta y entonces ve, oye, reconoce su pequeñez y él mismo se llama a juicio y pronuncia su sentencia, sentencia inapelable, sentencia que se cumple hora por hora, día por día, sin que exima del tormento ni un segundo, porque todo está sujeto a leyes fijas e inmutables.

“No lo dudéis; los criminales de ayer son los tullidos de hoy, los ciegos, los mudos, los idiotas, los que carecen de piernas, los que no tienen manos, los que padecen hambre y sed y son perseguidos por la justicia.

“Tenéis un refrán que dice: “No te fíes del lisiado por la mano de Dios”; la idea está muy mal expresada, pero en su fondo hay una gran verdad. Si bien se mira, veréis que la mayoría de esos desgraciados revelan en su semblante la degradación de su Espíritu; la diestra de Dios no ha impreso la ferocidad en su rostro; es el cúmulo de sus delitos, son sus malos y perversos instintos los que han endurecido las líneas de su faz, y para esos penados guardad toda vuestra compasión, guiadles por el mejor camino, haced por ellos cuanto haríais por vuestros hijos, porque son los más necesitados, los más afligidos, porque en medio de la mayor abundancia no hay para ellos agua en la fuente, trigo en los campos, frutos en los árboles, calor en el hogar de la familia; son los judíos errantes de la leyenda, andan siempre sin encontrar una piedra donde sentarse. ¡Qué malo es ser malo! Adiós”.

      *  *

¡Qué bien dice el Espíritu! ¡Si por el fruto se conoce el árbol, qué malo es ser malo!

Amalia Domingo Soler
Extraído del libro “Hechos que prueban”


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