domingo, 3 de julio de 2022

La incineración

    INQUIETUDES

1.- ¿ Que sentido tiene el dolor ?

2.- Adolfo Bezerra de Menezes

3.- La incineración

4- Médiums curanderos

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                ¿Qué sentido tiene el dolor ?

     Antes de profundizar debemos tener en cuenta que el dolor puede ser físico, psíquico y espiritual o moral,  siendo estos últimos mencionados el sufrimiento interior que puede experimentar el alma y la mente humana, mientras que  el dolor físico, es consecuencia de nuestra sensibilidad, porque es un aviso necesario de que algo anda mal en nuestro organismo, y un estimulante para la actividad del ser humano.
     El dolor nos obliga a reconcentrarnos en nosotros mismos y a reflexionar, ayudándonos a vencer nuestras pasiones, por lo que resulta un camino para el perfeccionamiento espiritual.
     El dolor que refleja el cuerpo físico puede tener un origen kármico en esta vida o en vidas anteriores, bien por haber llevado una vida desordenada y antinatural, por excesos de alimentación, vida sedentaria, abuso de alcohol o de drogas, abuso y mal uso de la actividad sexual y situaciones desarmónicas en general, causadas por uno mismo.
     Los males psíquicos, como las depresiones, las psicosis y las psicopatías, son en gran medida el resultado de tensiones emocionales, sentimientos y actitudes mentales negativas y desacertadas ante la vida, así como de intensos deseos de baja naturaleza. Otras veces, sin embargo, son causadas por un mal Espíritu.
     Los males espirituales son las  sensaciones de reproche y acusación íntima que el Ser experimenta  a través de su conciencia, en forma de angustia y mal estar interior y al que de inmediato se etiqueta como depresión y se intenta soslayar con medicamentos neurológicos que las más de las veces no hacen ningún efecto o si lo hacen es negativo y empeoran aún más la situación. Este mal estar o esa angustia interior, vienen como resultado de haber sido débil ante su propio egoísmo o por cualquier  otro sentimiento negativo como el rencor, etc. A veces estos pueden ser tan intensos que pueden generar también sufrimientos psíquicos como la desesperación o una auténtica depresión psíquica.
     La base del sufrimiento moral es el apego hacia las personas u objetos hacia los que se siente un afecto mezclado con un sentimiento de posesión  cuando se experimenta el miedo  a perder esos apegos.
     También existen sufrimientos provocados por desequilibrios internos del Ser humano, cuyo origen está en una disfunción entre  las demandas del Ser espiritual, y las de su parte material, dando origen a la enfermedad de la  Depresión. Esto sucede cuando  se provocan ansias psicológicas e infelicidad al  no atender el llamado interior del espíritu que a través de la conciencia pide una cosa, mientras que la persona se deja llevar  por las tendencias materiales que le  inclinan hacia algo bien distinto.  
      El sufrimiento ante el dolor  es obra de la mente, por eso lo trágico de la vida humana no es el dolor o el sufrimiento en sí mismos, sino el tiempo que perdemos mientras nos dedicamos a sufrir  o a quejarnos, sin hacer otra cosa,  porque nos implicamos en demasía como protagonistas en un problema,  abandonando mientras otras realizaciones que tenemos  comprometidas. El sufrimiento surge cuando nos enfrentamos al dolor, oponiéndonos a su  realidad, y cuanto más se sufre, mas incapacitado se está para afrontar la causa del sufrimiento.
     Ante el dolor y el sufrimiento irrevocables, solemos pasar por una serie de etapas que van desde la negación o el rechazo, seguido de la rebeldía contra Dios y contra la vida, hasta que finalmente intentamos una “negociación” y finalmente terminamos por  aceptar lo que es inevitable y debemos atravesar, al intuir que precisamente ahí está precisamente  el aprendizaje que esa dolorosa situación nos aporta.
     Como antes se expuso, el dolor y el sufrimiento humano, no son un castigo o una venganza divina, sino un reajuste de nuestra conducta y una depuración de nuestro cuerpo espiritual, enfermo y lastrado con las energías negativas originadas por actos contrarios a la Ley del Amor.         El dolor proporciona al Ser que lo padece la oportunidad de rescatar deudas del pasado, limpiando mediante el mismo su Cuerpo Espiritual (Periespíritu),  y de crecer en  su fortaleza interior ante las dificultades de la vida.
     El dolor supone siempre una señal de alarma porque indica una violación del orden establecido por las leyes que rigen  al Ser y a su cuerpo.  Es un aviso de que algo va mal o que falla, y si se desoye esta llamada de atención, se intensifica cada vez más y llega a ser muy pertinaz e intenso cuando la ley del Amor ha sido violada muy intensamente, extendiéndose ese efecto desagradable, incluso hasta vidas posteriores, con arreglo a la ley de Consecuencias.   Cuando violamos las leyes Divinas se produce un desajuste  que nos lleva por medio del dolor a reencontrarnos con nosotros mismos y a reflexionar, indicándonos que nos hemos equivocado con el fin de que rectifiquemos.
     Desde un normal punto de vista humano, el dolor  es algo negativo que todos rechazamos, pero desde el punto de vista de este conocimiento espiritual sabemos que  el dolor no es ni una maldición ni un castigo;  cuando se presenta se deben tener en cuenta sus aspectos positivos, tal como la función benéfica para el progreso espiritual; a veces sirve también para ayudarnos a vencer nuestras pasiones, por lo que resulta una herramienta útil para forjar nuestro perfeccionamiento  y nuestra enseñanza moral. Entre las funciones benéficas del dolor,  está la de tener un efecto ablandador del alma en personas soberbias, dominantes y orgullosas.  Por este motivo, ciertas circunstancias de la vida  que calificamos como desgracias, tal como enfermedades incurables o dolorosas, resultan espiritualmente benéficas. Ello no significa que no se deba luchar humanamente por erradicarlas o al menos aliviarlas, y precisamente en ese esfuerzo para prevenir y curar con paciencia  y entereza estas enfermedades, es en donde radica su acción benefactora para el Ser.
      Además, durante el transcurso de esas enfermedades dolorosas, el alma usa de su cuerpo físico y psíquico como válvula de escape y de drenaje del magnetismo mórbido que impregna su periespíritu y que le incapacita para poder elevarse hasta planos más sutiles .
     Por remarcar lo anterior, repito que el dolor y el sufrimiento causados por la enfermedad física o psíquica, suelen ser el resultado de un necesario proceso purificador y depurativo del alma, pero jamás es un castigo de Dios. Otras veces estas enfermedades, dolores y sufrimientos que se pasan en la vida humana,  los elige o acepta el Ser desde antes de nacer con el fin de afianzar o conquistar algún valor necesario para su evolución, tal como la resignación, la fe, la esperanza, la bondad, la paciencia, etc.                                                                                                                                  Cuando el dolor  y el sufrimiento aparezcan, por muy duro que resulte  afrontarlo, debemos aceptarlo considerando que es una oportunidad única y una enseñanza que se nos brinda para nuestro bien espiritual, porque  salvo en los casos de aceptación voluntaria de la enfermedad y del dolor para fortalecer el espíritu y evolucionar, las dolencias del cuerpo físico y psíquico  tienen una relación directa con el estado enfermizo del alma, y por eso el sufrimiento comienza a partir de un estado mental y anímico desequilibrado, pero significa que se produce un drenaje del Ser y un saneamiento de su  alma.

     Por lo expuesto, podemos estar seguros de que  solamente sufrimos o padecemos lo que necesitamos para depurar el alma e impulsar nuestra evolución, crear experiencias y aprender en el desarrollo de los sentimientos de bien.

- Jose Luis Martín-

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 “Las enfermedades, sobre todo las de larga duración, representan un aprendizaje en  el arte de vivir y en la educación del carácter”

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      Dr. Adolfo Bezerra de Menezes

                             




Es un personaje desencarnado bastante desconocido en nuestras sociedades, sin embargo dentro de la trascendencia espiritual merece una consideración especial por la labor humanitaria que desarrollo en vida terrenal y por la proyección espiritual que tiene y las actitudes benevolentes que se asisten en el mundo espiritual.
Es y fue un ejemplo de la entrega profesional como médico aquí y en el más allá.

Se conoce que desde el mundo espiritual asiste a los necesitados proporcionando el socorro y pronto auxilio para aliviar las aflicciones que la medicina que la medicina todavía no alcanza.

Por lo relevante su de imagen y figura he creído justo el que conozcamos algo de su vida, para que evocando su memoria y actualizando su llamado lo invitemos para asistirnos en en las necesidades con el permiso del Maestro Jesús.

Nació en Riacho do Sangue ( Brasil), el 29 de agosto de 1831. Desencarnó en Rio de Janeiro el 11 de abril de 1900.

Hablar de un Espíritu tan elevado como el querido Dr. Adolfo Bezerra de Menezes, llamado y conocido como el médico de los pobres, es sin duda una tarea muy difícil. Nos faltan palabras y carecemos del amor suficiente, pero a pesar de esto, la escritora e investigadora ETEL SCHULTE, quien nos relata y de quien tomamos sus notas, se compromete a introducirnos en su mundo, en la época  del final del Brasil imperial y poderoso, en los primordios de la tan ansiada Independencia, tiempo de duras luchas políticas y espirituales.

Bezerra, identificado también como el "Kardec brasileño", fue médico homeópata y cirujano, científico, político, escritor, periodista, empresario, brillante orador y responsable médium. Dedicó su vida al bien común, imitando al Cristo.

A Bezerra le cupo la difícil tarea de unificar el joven Movimiento Espírita que surgía en Brasil, entre egos y luchas, fenómenos mediúmnicos y críticas de la Iglesia. Tiempos duros y dolorosos pero llenos de esperanza y sueños, confianza y abnegación.

Un libro imperdible para comenzar a entender qué es el Espiritismo, representado por su más fiel discípulo y modelo de obrero del Evangelio. Un libro para comenzar a preguntarnos qué estamos haciendo con esta bendita oportunidad actual de nuestra encarnación y para motivarnos a buscar el único camino válido para el crecimiento espiritual que tenemos: la reforma íntima.

"Prodigue el espírita, en sus tareas habituales, el máximo de indulgencia para con los demás y ninguna hacia sí mismo porque antes de pensar en la iluminación de los otros deberá buscar su autoiluminación, dentro del cumplimiento de sus obligaciones".

Bezerra de Menezes, cuyo nombre completo es Adolfo Bezerra de Menezes Cavalcanti, nació en la Freguesia do Riacho Do Sangue en las primeras horas del 29 de Agosto de 1831. Venía de una tradicional familia de políticos del Sur. Sus padres fueron Antonio Bezerra de Menezes, teniente coronel de la Guardia Nacional, y Fabiana de Jesús Maria Bezerra, y educado dentro de los principios religiosos del catolicismo y con  la disciplina militar, tiendo el deber y honor como norma a seguir.

A los siete años  aprendió a leer, escribir y hacer cuentas y, a los 11 años, en virtud de la mudanza de su familia de Río Grande do Norte, se matriculó en " lección pública de latinidad" que funcionaba en Serra do Martins, conducida por Jesuitas. Después de dos años dedicados al estudio del Latín, ya estaba en condiciones de administrar esos conocimientos, llegando a sustituir al profesor. Más tarde, al regresar a su estado natal, frecuentó el Liceo de la capital, siendo considerado el mejor alumno. En 1851 fue residir en Río de Janeiro, recibiendo clases de Filosofía y Matemáticas, para cubrir sus estudios. Obtuvo su doctorado en 1856 por la Facultad de Medicina, donde siempre se clasificaba con la nota máxima. Hasta este tiempo todavía utilizaba su nombre completo, que abreviaría más tarde.

En 01 de junio de 1857, en sesión solemne, en la Academia Imperial de Medicina, fue reconocido como miembro titular; al año siguiente compitió por un puesto de profesor sustituto de la Sección de cirugía de la Facultad de de Medicina.

Se casó con María Cándida de Lacerda, en el período comprendido entre el 06 de noviembre de 1858 hasta el 24 de Marzo de 1863, cuando, afectada por una rápida enfermedad, su esposa falleció, dejando dos niños. Un año después, casado por la segunda vez con Cândida Augusta Lacerda, la hermana por parte de la madre de su primera esposa, y nacieron de esta unión cinco niños.

Político, gran defensor de la abolición de la esclavitud, líder del Partido Liberal, fue elegido Concejal y Diputado en varias legislaturas; fue presidente de la Cámara Municipal de la Corte y su nombre participó en una lista triple para Senador por Río de Janeiro. Sin embargo, entre todas las obras realizadas en pro de la Comunidad y funciones importantes que ejerció, destaca el trabajo desconocido en favor de los pobres, humildes y desamparados, recibiendo del pueblo el apelativo de" EL MÉDICO DE LOS POBRES ".

La lectura de "El Libro de los Espíritus" - recibido a través del las abnegadas manos de su intérprete Dr. Joaquim Carlos Travassos - y las curas logradas por intermedio del médium recetista João Gonçalves do Nascimento fueron actos cruciales para hacerlo un espírita convencido y consciente. Sin embargo, fue en el salón de la Guardia Vieja, en Río de Janeiro, en 16 de Agosto de 1886, cuando Bezerra de Menezes manifestó su adhesión al espiritismo, ante casi dos mil personas en la sociedad Carioca, habiendo sido aplaudido con gran entusiasmo por sus oyentes.

Al ser elegido Presidente de la Federación Espírita Brasileña, por más de una gestión, dirigió los trabajos para el estudio del Evangelio a la Luz del Espiritismo, en reuniones públicas, con la asistencia de numerosos hermanos, sedientos en oír la manifestación verbal inspirada del ilustre panelista, que introdujo en la Casa Espírita también el estudio sistematizado del "El Libro de los Espíritus". Como jefe de redacción de " El Reformador ", adoptó
 la misma orientación.

Una vez más para la literatura espírita, junto a otras actividades, de 1887 a 1894  publicó en el diario de mayor tiraje en Brasil, "O País", la serie de artículos " Espiritismo - Estudios Filosóficos ", más tarde recopilados y difundidos en tres volúmenes. En 1888 escribió " La Casa Asombrada ", romance de estilo simple, narrando casos vividos por él. Entre otras obras de su autoría, están: "" La locura bajo un Nuevo Prisma ", " La Doctrina Espírita como Filosofía Teogônica ", más tarde reeditado con el título " Una Carta de Bezerra de Menezes "; los romances publicados en la sección literaria del Reformador  : " Casamiento y Mortaja ",  "Pérola Negra ", " Lázaro - El Leproso ", " História de un Sueño " , "Evangelio del Futuro ", y la traducción del libro "Obras Póstumas", de Allan Kardec, publicado en 1892.

Bezerra de Menezes fue también cirujano-teniente del Cuerpo de la Salud del Ejército, miembro efectivo y honorario de la Sociedad Auxiliadora de la Industria Nacional, miembro del Consejo y socio benemérito de la Sociedad Propagadora de Bellas Artes, miembro del Liceo de Artes y Oficios, presidente de la Sociedad de Beneficencia Cearense, presidente de la Casa de Ismael, fundador del Centro Espírita en el Brasil, creada en 21 de abril de 1889, y director efectivo en el Centro de la Unión Espírita de Publicidad en el Brasil.

En diciembre de 1899 se fue afectado con una congestión cerebral, llegando a desencarnar a las 11:00 horas y 30 minutos al día 11 de abril de 1900. En su paso por la tierra sufrió privaciones y vivió modestamente, dejándonos una estela luminosa de bellos ejemplos como médico, como hermano de los que sufren y como seguidor humilde y verdadero de Jesús.

Sereno y resignado, fue en
 su desencarnación confortado por las vibraciones de amor y cariño de quienes recibieron su caridad - sus amigos asistidos -, testigos de su dedicación y renunciación.

Este gran personaje que hoy actúa desde el mundo espiritual, socorriendo en variadas curaciones, es la estrella que ilumina a médicos de espíritu caritativo, amoroso y bondadoso que  acuden a él, y en casos especiales recompensa el estudio doctrinario del espiritismo con respuestas palpables que cimentan la fe razonada de la Doctrina Espírita.

Hoy Adolfo Bezerra nos asiste desde el mundo espiritual, obrando curaciones amorosas como ejemplo de caridad hacia el prójimo. Honremos el nombre de este ejemplar soldado de Jesús.

(Trabajo aportado por Ángeles Calatayud Martinez)

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                                           LA INCINERACIÓN

                                                                           


Desde hace algún tiempo se emitió un documental en la BBC sobre lo fantástico de la biología humana. Se dice que cuando la persona muere, el cerebro tarda hasta 32 horas para “apagar” sus últimas neuronas. Ya las células de la piel aun se demoran vivas por 24 horas. ¿Será que es en eso en lo que se basa la costumbre espírita de esperar 72 horas antes de incinerar el cuerpo?

Emmanuel, en el libro “El consolador”, psicografiado por Chico Xavier, cuando le preguntaron si el Espíritu desencarnado puede sufrir con la incineración de los elementos cadavéricos, la respuesta fue la siguiente: “En la incineración, se hace menester ejercer la Caridad con los cadáveres, aplazando por mas horas el acto de la destrucción de las vísceras materiales, pues, de cierto modo, existen siempre muchos ecos de sensibilidad entre el Espíritu desencarnado y el cuerpo donde se extinguió el tonus vital, en las primeras horas siguientes al desenlace, en vista de los fluidos orgánicos que aun solicitan el alma para las sensaciones de la existencia material.

Chico Xavier, al ser preguntado en el programa Pinga Fogo en cuanto a la incineración de cuerpos que sería implantada en Brasil, respondió:

“Ya oímos a Emmanuel a ese respecto, y el dijo que la incineración es legítima para todos aquellos que la desean, desde que haya un período de espera, por lo menos de 72 horas para el suceso en cualquier horno crematorio, lo que se podrá confirmar con el depósito de los restos humanos en ambiente frio”.

Richard Simonetti, en su trabajo “¿Quien tiene miedo de la muerte?” registra que, “en los hornos crematorios de São Paulo, se espera el plazo legal de 24 horas, no obstante la ley permite que el cadáver permanezca en la cámara frigorífica el tiempo que la familia desee”, observando que los “Espiritas acostumbran a pedir tres días”, pero, “hay quien pide siete”

Se dice que, con el desencarne, los lazos que unen al cuerpo físico con el periespíritu se deshacen lentamente, al comenzar por las extremidades y terminando en los órganos principales, cerebro y corazón. Así, la desunión total solamente ocurre con el rompimiento definitivo del último cordón fluídico que aun une al cuerpo. Afirman aun, que aunque el Espíritu estuviera unido al cuerpo no sufriría dolores, porque el cadáver ya no transmite sensaciones al Espíritu, pero transmite impresiones extremadamente desagradables, más allá del trauma resultante de la desunión violenta.

Kardec, en la cuestión 164 de El Libro de los Espíritus, hace la siguiente indagación:

-“¿Todos los Espíritus experimentan, en un mismo grado por el mismo tiempo, la perturbación que se sigue a la separación del alma y del cuerpo?”

Y la respuesta de los amigos espirituales es la siguiente:

-“No, pues eso depende de su elevación. Aquel que ya está depurado se reconoce casi inmediatamente, porque se desprendió de la materia durante la Vida corpórea, en cuanto que el hombre carnal, cuya conciencia no es pura, conserva por mucho más tiempo la impresión de la materia.”

Sócrates (el filósofo) respondió con justicia a sus amigos que le peguntaron como quería ser enterrado:

“Enterrarme como queráis, si podéis…."

Ray Pinheiro Traducido por Jacob.

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                               MÉDIUMS CURANDEROS


. Hablaremos ahora ligeramente de esta variedad de médiums, porque este asunto exigiría explicaciones más extensas para nuestro cuadro; sabemos también que un médico, de nuestros amigos, se ha propuesto tratarlo en una obra especial respecto la medicina intuitiva. Diremos solamente que esta especie de mediumnidad consiste principalmente en el don que ciertas personas poseen de curar con el simple tacto, con la mirada y aun con un ademán, sin el socorro de ningún medicamento. Sin duda nos dirán que esto no es otra cosa que el magnetismo. Es evidente que el fluido magnético hace en esto un gran papel; pero cuando se examina este fenómeno con cuidado, se reconoce fácilmente que hay alguna otra cosa. La magnetización ordinaria es un verdadero tratamiento continuado, regular y metódico; pero hay una completa diferencia.
  Casi todos los magnetizadores son aptos para curar si saben conducirse convenientemente, mientras que en los médiums curanderos la facultad es espontánea y aun algunos la poseen sin haber oído jamás hablar de magnetismo. La intervención de un poder oculto, que
constituye la mediumnidad, viene a ser evidente en ciertas circunstancias; sobre todo cuando se considera que la mayor parte de las personas que podemos con razón calificar de médiums curanderos, acuden a la oración, que es una verdadera evocación.

- El Libro de los Médiums-

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