viernes, 10 de enero de 2014
COMUNICADO MEDIUMNICO :Construyendo nuestro camino
COMUNICADO MEDIUMNICO
Construyendo nuestro camino
“ Mi nombre es Claudio. Desencarné en un accidente, debido al excesivo consumo de alcohol y drogas. Tenía en mis manos todos los recursos para vencer los moldes de la vida.
No voy a afirmar que fui alienado por malas compañías. Todos nos buscamos las personas con las cuales más nos identificamos.
Si, paré en el mal y fui vampirizado por entidades que me torturaron el cuerpo y posteriormente el espíritu; si caí en la más negra degradación; si entorpecí mis sentidos anulándome física y espiritualmente, solo es culpa mía.
Fui arrinconado con inteligencia, padres amorosos ,seguridad financiera. Nunca me faltó dinero, amigos, confianza. Esa excesiva confianza tal vez haya sido la mayor causante de mi decadencia.
Cuando empecé a dar los primeros pasos en el vicio y pedir dinero, más dinero, si mis padres me hubieran observado, me hubieran acompañado; si hubiese sido más vigilado y menos consentido, tal vez mi camino hubiese sido otro.
Profundicé en sufrimientos indescriptibles. Sufrí todas las torturas, conocí el infierno de cerca. Yo que nací para vencer, conocí los abismos de las torpezas humanas y espirituales.
Jóvenes, ser prudentes, valorar los tesoros de la vida, ampararos en lecturas edificantes, huyan de los amigos de la noche y de las horas vacías.
Cuando fui socorrido en una colonia-abrigo de desintoxicación, recordé mis días pasados, mi balón de futbol, mi bicicleta, mis libros, mis discos, mis platos preferidos, mi bombón favorito. Lloré de desesperación echando de menos el niño que fui.
¡Ah¡, si yo pudiese transformar con un golpe de magia el tiempo que viví, yo lo cambiaría todo. Pero, no tengo mas tiempo......Perdí mi oportunidad.
Me queda ahora el arrepentimiento, el dolor, los recuerdos.
Dios mío, ¡soy muy infeliz¡
Pero las quejas no transforman nuestro destino.
Ahora es el volver a empezar difícil. Casi nada conocí ni pude realizar. En la próxima vida, mucho menos haré. Renaceré en un lugar pobre con personas desconocidas y que necesitan la prueba de un hijo mongólico. Difícil camino, ya lo se....
Pero peor sería permanecer como estoy, anulado y sofocado de remordimientos.
Cuando vean un joven alegre pasar ,creyéndose un vencedor, oren por él. ¡Quien sabe si en medio de la multitud, inconscientemente, camina un vencido más¡.
(Médium: Shirlene Soares Campos- Uberlandia-MG)
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¿Por qué auto descubrirnos?
Perturbada por las preocupaciones a las que presta demasiada importancia la opinión de otros, la apariencia, la conquista de las cosas externas, la convivencia social y disputas insignificantes, la persona se descuida a sí misma y permanece ignorando su realidad profunda, sus potencialidades latentes. Como considera con óptica pesimista que sólo la suya es una existencia laboriosa y difícil, pierde los parámetros del equilibrio para un análisis correcto sobre los acontecimientos y resbala en el abismo de la autocompasión, de las depresiones, de la desdicha.
Su autoestima se desvanece y vaticina la ruina de la jornada. Es por eso que no se esfuerza por revertir el orden de los pasatiempos pesimistas que vitaliza durante largos períodos de ocio físico y mental. La vida se presenta con las mismas características para todos los seres vivos. Las ocasiones son más severas, las circunstancias surgen penosas, las enfermedades se manifiestan desgastantes, los problemas caracterizan períodos que deben ser enfrentados con naturalidad y valor, como si fueran impuestos que se deben rescatar por el honor de existir.
Con excepción de coyunturas expiatorias de la miseria socioeconómica, de las enfermedades congénitas y degenerativas, de los comportamientos físicos, mentales y morales consecuentes de las reencarnaciones marcadas por la locura, los acontecimientos aflictivos se convierten en experiencias iluminadoras para el crecimiento interior. Esas pruebas constituyen recursos que impulsan la evolución. Si no fuera así, la Tierra sería el paraíso anhelado, y la vida física se tornaría de naturaleza eterna. Su fragilidad e impermanencia, las transformaciones biológicas a las que está sujeta, dan testimonio de la limitación de su curso y de la finalidad educativa para el yo superior que la organiza.
Es necesario efectuar un examen profundo, serio, constante del Sí, de su constitución, de los objetivos que debe perseguir, de los medios a utilizar, de cómo encontrar los recursos para lograrlo. Ese análisis tiene como meta lograr la auto concienciación, mediante la cual se liman las aristas y el curso del río existencial se desliza hacia el mar de la paz. Para ello, es imprescindible el autoexamen de los comportamientos mentales, emocionales y físico-sociales. Todo comienza en la mente, y ahí están las matrices de las próximas acciones. El ejercicio de pensar bien, eliminando las ideas perniciosas con las que se está viciado, constituye el paso decisivo para el autodescubrimiento.
Interrogarse con más asiduidad respecto de quién se es y de cuáles son las posibilidades de las que se puede valer para el desarrollo interior, significa un medio adecuado para interpenetrarse.
Sistemáticamente, se debe estar atento contra los hábitos perjudiciales de la autocompasión, de la censura del comportamiento de los otros, del castigarse y desvalorizarse a sí mismo, de la envidia y de los otros componentes del grupo de las pasiones que corrompen e insensibilizan. Llenar los lugares que quedarán vacíos con la eliminación de esos sórdidos cómplices mentales, con la presencia del altruísmo, de la fraternidad, del amor a sí mismo. Reconocerse destinado al triunfo y avanzar en su búsqueda sin afectación o presunción, es la próxima etapa del programa de autodescubrimiento.
Reaccionar insistentemente contra los pensamientos que producen inquietud y establecer la confianza en el Poder del Creador, del cual procede, y en sí mismo, generará armonía y valor para los enfrentamientos, ante la convicción de que está destinado a la gloria estelar que logrará con el esfuerzo personal. Aquel que se conoce, sabe cuáles son los recursos que puede utilizar para cumplir con las tareas y funciones que le cabe ejecutar, y las acepta como parte del proceso existencial en el cual está insertado. Esa comprensión le da dignidad y lo enriquece de entusiasmo ante cada conquista, como perspectiva para la próxima victoria.
Si identifica fragilidad en este o en aquel ángulo del carácter y de la personalidad, dirige sus resistencias morales hacia ese rumbo y se fortalece. Si se equivoca, no se lamenta, porque aprendió cómo hacerlo en otra oportunidad. Como no acepta el desequilibrio, no se culpa a sí mismo ni a nadie, porque descubre el valor del aprendizaje que inicia. Si acierta, no se jacta, pues sabe que largo es el camino a recorrer. El autodescubrimiento facilita la humildad ante la vida sin una postura humillante, porque permite la irradiación del amor dentro del Sí, consciente de su realidad y de origen divino.
Juana de Angelis
Médium Divaldo Franco
Extraído del libro" Autodescubrimiento Desconocimiento de sí mismo"
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¿ Qué es el deber moral?
El deber moral es el conjunto de obligaciones del ser humano para consigo mismo, para con sus semejantes y para con todos los seres que pueblan el Universo entero .
Estos deberes y obligaciones morales no son idénticos para todos, pues varían en cada persona, según sea su nivel evolutivo y de conocimiento.
En el “ Evangelio según el Espiritismo”, se puede leer: “el hombre que cumple su deber ama a Dios mas que a las criaturas, y ama a las criaturas mas que a sí mismo. Es a la vez juez y esclavo de su propia causa”.
León Denis, dice al respecto: “El deber moral es la regla por la que el ser humano se debe conducir en las relaciones con sus semejantes y con el universo entero. Es alegre para unos y temible para otros, inflexible siempre se yergue ante nosotros”.
El deber moral que se adopta como meta y objetivo inmediato, cuando se cumple ennoblece el alma y la fortalece, transmitiendo al Ser una tranquilidad interior , una satisfacción y una sensación de plenitud y crecimiento que son imprescindibles para gozar de un estado de felicidad. Este deber siempre es correlativo con el derecho, y ambos son como las dos caras de la misma moneda: el uno no tendría razón de ser sin el otro.
El cumplimiento de los deberes siempre es una obligación que puede ser de varias clases, como por ejemplo :
El deber hacia nosotros mismos, respetándonos y gobernándonos con prudencia, esforzándonos en la conquista y práctica de lo útil, lo digno y lo bello.
El Deber profesional que exige a nuestra conciencia el llevar a cabo concienzudamente nuestras obligaciones laborales.
El Deber social, que nos incita a amar a los demás , trabajando y esforzándonos por cualquier semejante.
Tenemos también el deber moral de luchar contra la adversidad, no dejándonos dominar por la apatía, la pereza, o el desánimo. No deberíamos conformarnos nunca ante el sufrimiento sin intentar luchar ante lo malo de la vida. Todos tenemos la obligación moral de no ser cobardes ante los problemas que plantea la existencia.
El conjunto de los diferentes deberes morales , se manifiesta en la valentía del alma cuando enfrenta las dificultades de las pruebas y luchas de cada día. Este sentido del deber es ilimitado en la conciencia de cada persona y forma parte de nuestro deber moral e íntimo para con Dios.
El cumplimiento del deber supone la puesta en acción de grandes virtudes , sobre todo la de la Caridad que es la mayor virtud, así como es de importancia capital la obligación moral de los deberes bien cumplidos, entre los que se incluye la Caridad, el de la Humildad, el deseo de servicio y dedicación al prójimo, el del Perdón,etc.
- José Luis Martín-
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“A menudo, cuando se presenta una oportunidad de ayudar a alguien, el cuerpo físico dice: ”!qué molestia me causa esto ,dejemos que lo haga otro¡”. Pero el hombre replica a su cuerpo: ”Tu no me impedirás ejecutar una buena obra”.
-Krishnamurti-
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