miércoles, 15 de enero de 2014

Comportamiento afectivo


COMPORTAMIENTO AFECTIVO


Toda palabra ofensiva es expresión de un sentimiento contrario a la ley de amor y de caridad, que debe arreglar las relaciones de los hombres y mantener entre ellos la concordia y la unión.
 De todos los vicios, el más temible es la soberbia, pues siembra tras de si todos los vicios.  El soberbio  es el que menos puede conocerse. La soberbia nos oculta toda la verdad. . El hombre sencillo y humilde de corazón, rico en cualidades morales, llegará más pronto a las verdades. El  Espiritismo  nos pone de manifiesto, bajo su verdadera luz,  la situación de los soberbios en la vida de ultratumba. Los humildes y débiles de este mundo se encuentran allí más elevados; los vanidosos y los poderosos, empequeñecidos y humillados. Los unos llevan consigo lo que constituye  la verdadera superioridad: las virtudes, las cualidades adquiridas  con el sufrimiento, en tanto que los otros han de abandonar en la hora de su muerte, títulos, fortuna y vano saber.   
El egoísmo nos lleva a observar, a criticar los defectos del prójimo, permaneciendo ciegos ante los nuestros. La verdadera superioridad moral no existe sin la caridad y sin la modestia. Si la soberbia es madre de una multitud de vicios, la caridad da nacimiento a muchas virtudes. La paciencia, la dulzura y la reserva en las conversaciones derivan de ella. El hombre caritativo le es fácil ser paciente y dulce y perdonar las ofensas  que le son hechas. La misericordia es compañera de la bondad. Un alma elevada no puede conocer el odio ni practicar la venganza. Comprende que los errores de los hombres no es nada más que el resultado de su ignorancia no concibe la hiel ni el resentimiento.
 Solo sabe perdonar, olvidar las equivocaciones  del prójimo, aniquilar todo germen de enemistad, borrar toda causa de discordia en el porvenir, tanto en la tierra como en la vida del espacio.
 El bien hecho a quien nos ofende desarma a nuestro enemigo. Su odio se cambia en asombro en admiración, despertando su conciencia adormecida. El único mal que se debe desenmascarar y combatir es el que recae sobre la sociedad. Cuando se presenta en forma de hipocresía, de la duplicidad, de la mentira, pues hay que desenmascararlo pues otras personas podrían sufrirlo; pero es hermoso guardar silencio de lo que atañe solo  a nuestros intereses a nuestro amor propio.
 Jesús nos anima en esta sublime lección  a olvidar toda represalia, toda venganza, contra aquellos que nos hieren, cuando nos visiten el ultraje o la injusticia , silenciemos  nuestra dignidad herida, pensemos en aquellos, que en el pasado oscuro, fueron ofendidos , ultrajados, expoliados  por nosotros mismos,  y soportemos la injuria  como una reparación. No perdamos nunca la finalidad de la existencia, que tales problemas nos podrían hacer olvidar. No abandonemos el camino recto y seguro, procuremos adquirir la bondad  que apacigua a los hombres, esa cualidad  nos crea una especie de autoridad sobre las almas, nos proporciona más medios de conmoverlas, la humildad la indulgencia, la simpatía y la bondad  apaciguan a los hombres.
 Jesús en sus palabras nos anima  a crear dentro de nosotros un afecto, que evite todo odio y todo espíritu de venganza; una disposición sincera para ayudar, cuando llegue la ocasión, a aquellos que nos afligen.
 Una especie de misantropía, de laxitud moral aleja, a veces, a los buenos Espíritus del resto de la humanidad. Hay que reaccionar sobre esa tendencia al aislamiento, considerando, todo cuanto existe de grande  y de hermoso en el ser humano, acordándonos de toda muestra de afecto, de todos los actos bienhechores  de que fuimos objeto. ¿Qué son los hombres separados de sus semejantes, de su familia y de la patria? Un ser inútil  y desdichado. Sus facultades se debilitan, sus fuerzas se aminoran, y la tristeza le invade. En soledad, no se progresa. Hay que vivir con los hombres y ver en ellos siempre compañeros necesarios para nuestro progreso,. Nuestro buen humor es salud en nuestras almas. Dejemos abrir nuestro corazón a impresiones sanas y fuertes. ¡Amemos para ser amados!
 Amar es sentirse vivir en todo y por todos. Es consagrarse hasta el sacrifico, hasta la muerte, a una causa, a un ser. Si queremos saber lo que es el amor, consideremos las grandes figuras de la Humanidad, y sobre todo a Cristo, para quien el amor era toda la moral y toda religión El nos dijo “Amad a vuestros enemigos, y hacer bien a aquellos que os persiguen”…
 Si  así lo hacemos poseeremos los verdaderos bienes, aquellos que nos elevaran por encima de cualquier circunstancia, pues cualquier palabra ofensiva constituye  la expresión de un sentimiento contrario a la ley de amor y caridad  que debe regir las relaciones de los hombres y mantener en ellos la concordia y la unión; es un daño que se inflige  a la benevolencia reciproca y a la fraternidad, y alienta el odio y la aversión:  
 En suma después de la caminar hacia Dios, la caridad para con nuestro prójimo es la primera ley de todo cristiano. Cuando la ley de amor y caridad este en toda la humanidad, ya no existirá el egoísmo; el débil y el pacifico no serán explotados ni aplastado la paz será el estado de la humanidad, pues los perversos habrán sido expulsados y la Tierra será entonces un mundo feliz.
 Y nos dicen los Espíritus  que al igual que el Sol que se eleva indiferentemente sobre todas las cosas y da calor a la Naturaleza entera, el amor divino vivifica a todas las almas, sus rayos  penetran a través  de las tinieblas de nuestro egoísmo e iluminará con sus resplandores a todos los corazones humanos, un día gracias al amor, floreceremos hasta quedar reunidos  en una comunión de amor,  en una fraternidad universal.

Trabajo realizado por Merchita, extraído del libro Después de la Muerte, (León Denis)  y del Sermón de la Montaña (Allan Kardec)

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 SOBRE LA ORACIÓN, SEGÚN EL ESPIRITISMO

La forma no es nada; el pensamiento lo es todo
Los espíritus han dicho siempre: "La forma no es nada; el pensamiento lo es todo". Rogad cada uno según vuestras convicciones y del modo que más os conmueva, pues un buen pensamiento vale más que numerosas palabras; sin ellas ninguna parte toma el corazón.

Los espíritus no prescriben ninguna fórmula absoluta de oraciones; cuando las dan es con el fin de fijar las ideas, y, sobre todo, para llamar la atención sobre ciertos principios de la doctrina espiritista. También lo han hecho para ayudar a las personas que se ven con dificultad para transmitir las ideas, porque las hay que no creerían haber rezado en realidad si sus pensamientos no hubiesen sido formulados.

El objeto de la oración es elevar nuestra alma a Dios; la diversidad de las fórmulas no debe establecer ninguna diferencia entre los que creen en El, y aun menos entre los adeptos del Espiritismo, porque Dios las acepta todas cuando son sinceras.
El Espiritismo reconoce como buenas las oraciones de todos los cultos, cuando se dicen con el corazón y no con la boca; no impone ni vitupera ninguna; Dios es demasiado grande, según el, para rechazar la voz que le implora o que canta sus alabanzas, porque lo hace de un modo antes que de otro. "El que anatematizase las oraciones que no están en este formulario, probaría que desconoce la grandeza de Dios". Creer que Dios escucha sólo una fórmula, es atribuirle la pequeñez y las pasiones de la humanidad.

La condición esencial de la oración, según San Pablo (cap. XXVII, número 16), es que sea inteligible, a fin de que pueda hablar a nuestro espíritu; para conseguirlo no basta que se diga en un lenguaje que lo comprenda el que ruega, pues. hay oraciones en lenguaje vulgar que no dicen mucho más al pensamiento que si estuviesen en lengua extraña, y por lo mismo no se dirigen al corazón; las raras ideas que encierran son, con frecuencia, sofocadas por la superabundancia de palabras y por el misticismo del lenguaje.

La principal cualidad de la oración es el ser clara, sencilla y concisa, sin frases inútiles, ni lujo de epítetos pomposos; cada palabra debe tener su objeto, despertar una idea, conmover una fibra, en una palabra, "debe hacer reflexionar"; con esta sola condición la oración puede alcanzar su objeto; no siendo así, "sólo es un murmullo". Ved con qué aire de distracción y con qué volubilidad se dicen la mayor parte de las veces; se ven mover los labios, pero en la expresión de la fisonomía y aun en el metal de la voz, se reconoce un acto maquinal, puramente exterior, indiferente para el alma.
- Juan Carlos Mariani-

Extraído del libro: "El Evangelio según el Espiritismo" - Allan Kardec

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Emmanuel, Psicografía con Chico Xavier

Donde encuentres la discordia, considera que el Señor te invitó a sembrar la paz. 
Si el odio aparece donde estés, acuerdate de que el Cielo te llamó para el cultivo del amor.
Criatura humana, entre criaturas humanas, no hables, por lo tanto, de paz y amor como si ya residieses en el plano de los ángeles.
Para cumplir la tarea que te cabe, es necesario que consigas entrar en el corazón de los semejantes.
Y sí asciendes desde la luz de la humildad al óleo de la paciencia, Dios te mostrará el camino.

Libro de Respuestas, Emmanuel, psicografia de Francisco Candido Xavier, CEU)
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