jueves, 16 de enero de 2014

Aprendamos con "El Génesis" de Kardec



La vida terrenal no es nada. Ustedes no percibían lo que hay más allá de la tumba, nosotros les hacemos ver, más lejos, un horizonte espléndido. No sabían por qué sufrían en esta vida, ahora ven en el sufrimiento la justicia de Dios. Antes el bien no ocasionaba, según las creencias, beneficios futuros. De ahora en adelante será eso una meta y una necesidad. La fraternidad era antes sólo una hermosa teoría. Ahora ella se fundamenta sobre una ley de la Naturaleza. Gobernados por la creencia de que todo terminaba con la vida, el infinito es un vacío, el egoísmo reina como señor 
absoluto y la divisa que precede es: “Cada cual para sí.” “Con la seguridad de la vida futura los espacios se pueblan hasta el infinito, el vacío y la 
soledad desaparecen, la solidaridad une a todos los seres de más acá y de más allá de la tumba, nace el reino de la caridad y la divisa de él es: “Uno para todos y todos para uno.” Y como broche magnífico, si al morir daban a quienes querían un adiós eterno, hoy podrán despedirse con un: ¡Hasta luego!” 
Tales son, en resumen, los resultados de la nueva revelación. Ha llegado para llenar el vacío creado por la incredulidad, levantar los ánimos abatidos por la duda o la perspectiva de la nada y para darle a todas las cosas su razón de ser. ¿Constituye esto un resultado sin importancia, sólo porque los espíritus no vienen a resolvernos los problemas de la ciencia, dar conocimientos al ignorante y medios de enriquecerse sin esfuerzos al perezoso? No lo consideramos así, puesto que los frutos que el hombre recoge no le servirán solamente para la vida futura, sino también para ésta, por la transformación que las nuevas creencias operarán sobre su carácter, gustos, tendencias y, en consecuencia, sobre las costumbres y relaciones sociales. El reinado del orgullo, el egoísmo y la incredulidad llega a su término, se prepara el advenimientos de otro reino: del bien, el reino de Dios anunciado por Cristo.


EL GÉNESIS- ALLAN KARDEC
Luz progreso y paz.- Marco Antuan -

                                                   


**********************************


   SOCIALISMO Y ESPIRITISMO


  Este artículo pretende rescatar el ala izquierda del espiritismo, remontándola desde
Pestalozzi, Maestro de Kardec, por el propio fundador del espiritismo y de sus discípulos en Francia y en Brasil. A pesar de que el movimiento espirita brasileiro revela trazos conservadores, existe un espiritismo a la izquierda, cultivado en América Latina, incluyendo o Brasil e que desciende del espiritismo francés, entendido como propuesta social, aplicada en la educación.
Estos apuntamientos pretenden apenas indicar una vasta línea de investigación todavía poco trillada, que apunta a las relaciones históricas y teóricas entre socialismo y espiritismo. Ellas no fueron asunto pacífico ni para socialistas (sobre todo marxistas) ni para espiritas, pero se trata de demostrar que hubo aproximaciones, diálogos e influencias mutuas en este campo. Además, la dialéctica, que se propone como método de entender las contradicciones y llegar a la síntesis, no debería permitir el dogmatismo ideológico que impide la aproximación de lo que parece, a simple vista, paradójico.
Todo empieza con el Maestro de Allan Kardec (Rivail), Johann Heinrich Pestalozzi,
que, al contrario del análisis poco informado de algunos, que ignoran la complejidad de su obra y de su trayectoria, pasó de la creencia en el despotismo esclarecido a un pensamiento social, que no puede ser meramente considerado burgués, pues, este fue condecorado como miembro honorario de la Revolución Francesa y al mismo tiempo, fue crítico con ella. En su pensamiento, (ver Incontri:1996) , existen trazos de una dialéctica original – que es espiritualista, y se da en historia, pero sin el totalitarismo panteísta de Hegel o de Fichte.  Con este último, Pestalozzi mantuvo un fecundo diálogo.
Teniendo Pestalozzi una vasta y múltiple obra, la interpretación al respecto es bastante controvertida. Algunos lo ven como un pensador romántico, otros como un típico representante del iluminismo. Pero, existe una lectura más a la Izquierda , que identifica elementos bastante originales do su pensamiento. Por ejemplo, TOLLKÖTTER (s.d) establece comparaciones entre Marx y Pestalozzi, en relación al trabajo, à la sociedad y à la educación. [1] SCHLEUNER (1974), hace interesante estudio comparativo entre la experiencia de Pestalozzi en Stans y la experiencia socialista de Makarenko. [2]
Así también entre los autores espiritas, ya de inicio con el propio Kardec, discípulo y heredero de Pestalozzi, hay polémicas en diversas lecturas, dependiendo de la lente ideológica de los estudiosos. Humberti Mariotti habla de una “Izquierda kardeciana”
(HOLZMANN NETTO, 1970).
Pero es innegable que hubo confluencias e influencias entre socialismo y espiritismo.
En primer lugar, describamos resumidamente los hechos, para después analizar algunas ideas:
Kardec era un educador preocupado con las cuestiones sociales, que militaba por la educación popular. Ya a los 24 años de edad, escribió un brillante ensayo, " Propuesta para la mejoría de la Instrucción Pública" (ver RIVAIL, 2000) y durante décadas dio cursos gratuitos, en su propia casa, de química, matemática, astronomía, fisiología, gramática… en un intento de democratizar el conocimiento.
A lo que parece, mantuvo relaciones con los socialistas (después llamados de utópicos por Marx e Engels), pues en su fase espirita, los cita constantemente, entre ellos, Fourier, e Saint-Simon. (Robert Owen, a su vez, recibió influencia de Pestalozzi, pues lo visitó en Yverdon y más tarde se hizo adepto del espiritismo) . El pesquisidor francés François Gaudin descubrió recientemente documentos todavía inéditos, revelando la amistad de Kardec con el amigo Maurice Lachâtre, conocido socialista de tendencia anarquista y editor de las obras de Marx, en fascículos populares. Ambos tuvieran un proyecto económicamente fracasado de la fundación de un banco popular, posiblemente nos moldes de lo que querían los socialistas pre-marxistas y los anarquistas como Proudhon.
El sucesor de Kardec, que lideró el movimiento espirita francés hasta después de la primera Guerra Mundial, fue León Denis, un operario de Tours, autodidacta, amigo y compañero de Jean Jaurès, socialista espiritualista. Denis escribió la obra Socialismo e Espiritismo, uno clásico de la literatura social espirita. En esta obra, Denis relata su profundo envolvimiento con el movimiento trabajador francés, y los conflictos entre un socialismo materialista y un socialismo espiritualista, tras su participación de un ciclo de conferencias en Bélgica, con Volders y Oskar Beck. Volders organizo el Congreso Socialista Internacional en Bruselas, em1891. (Ver DENIS, 1987:38)[3]
En la América Latina , el pensamiento socialista espirita tuvo varios representantes. Entre ellos, el venezuelano Manuel Porteiro, que escribió Espiritismo Dialéctico; los
argentinos Cosme Mariño e Humberto Mariotti, autores respectivamente de Concepto Espiritista del Socialismo e Parapsicología y Materialismo Histórico, los brasileños Eusínio Lavigne y Souza Prado, de tendencias estalinistas, con la obra "Los espiritas y las Cuestiones Sociales, Jacob Holzmann Netto, que participó del movimiento Universitario espirita en la década de los 70 (después reprimido por la dictadura militar en Brasil), con el libreto Espiritismo y Marxismo y, el mayor exponente da intelectualidad espirita no Brasil, el periodista y filósofo J. Herculano Pires, autor de Espiritismo Dialéctico y El Reino.
                   La crítica social en El Libro de los Espíritus
   Al contrario da interpretación popular del espiritismo brasileiro, en las obras de Kardec, consideradas por los seguidores como fundamentales, no hay  aceptación de un fatalismo social, determinado por la idea de la reencarnación. Sobre todo en El Libro de los Espíritus, aparecen críticas a la estructura social injusta e indicaciones de que es preciso transformar la sociedad, junto la llamada constante à la transformación del hombre.      Dentro de la perspectiva evolucionista, la evolución social interactúa  dialécticamente con la evolución individual. Como explicaría después Herculano Pires: “Transformar el mundo por la transformación del hombre y transformar al hombre por la transformación del mundo. Es la dialéctica del Reino, que el cristiano debe de seguir.” (PIRES, 1967:136)
Entre las cuestiones levantadas por Kardec en la referida obra está la de la propiedad, que era, como se sabe, objeto de discusión de socialistas y anarquistas de todos los matices. La idea expuesta en El Libro de los Espíritus va en el sentido de la propiedad colectiva, con la crítica del acúmulo de capital, que se manifiesta en el plano moral, como egoísmo:
 “El derecho a la vida, ¿da al hombre el de reunir medios para vivir y descansar cuando no pueda ya trabajar?
«Sí, pero debe hacerlo en familia, como la abeja, por medio de un trabajo honrado, y no amontonar como un egoísta. »..” (KARDEC, iten 881, LE)
 En seguida, Kardec indaga a partir del punto de vista liberal que siempre defendió la idea de que la riqueza es una cuestión de mérito (y no de injusticia) pero la respuesta en mas de una ocasión es crítica.
 “¿La desigualdad de riquezas no tiene por origen la desigualdad de facultades, que da a unos más medios de adquirir que a otros?
«Sí, y no: ¿Qué me dices de la astucia y del robo?»”(KARDEC, iten 808, LE)
 En varias otras pasajes hay críticas a lo superfluo de unos y la miseria de otros, a la creación artificial de necesidades – en suma, lo que podríamos hoy llamar de consumismo excluyente:
 La felicidad terrestre es relativa a la posición de cada uno, y lo que basta a la dicha de uno constituye la desgracia del otro. ¿Existe, sin embargo, una medida común de felicidad para todos los hombres?
«Para la vida material es la posesión de lo necesario; para la vida moral, la buena conciencia y la fe en el porvenir». (KARDEC, item 922) “En una sociedad organizada según la ley del Cristo, nadie debe morir de hambre.”
 Esto apenas para introducir brevemente algunas cuestiones sociales tratadas por Kardec de manera nada alienada, ni conformista. 
                               Dialéctica y espiritismo
 Entretanto, lo que nos interesa más aquí es discutir la dialéctica del punto de vista filosófico, pues parece que hay una posición original a ser descrita, a partir de la obra de Kardec y de sus intérpretes à la izquierda.
Dice Piettre (y esta es una posición más o menos generalizada al respecto) que existen dos maneras de encarar la realidad: la del ser y la del “devenir”. Conforme explica:
 “Resumiéndose por alto la larga peregrinación del pensamiento humano, se puede decir que siempre existirán nada más que dos filosofías, dos maneras de representar el mundo: la filosofía del ser y la del porvenir (…)” (PIETTRE, 1969:27)
 La filosofía clásica, de herencia platónica, estaría ligada à la primera forma de percepción del mundo: el absoluto estático, la identidad permanente del ser.  La dialéctica, que viene de Heráclito, después revivida por Hegel, entiende la realidad como transformación permanente. El ser no “es”, pero “está siendo”. En el proceso de ser, hay un momento de negación, del no-ser. En esta visión, la concepción trinitaria de tesis-antítesis- síntesis, es la dinámica de ser a través de contradicciones y superaciones.
En Hegel, esta interpretación del mundo está insertada en un espiritualismo panteísta en el que el Ser es el principio absoluto, que se encarna en el proceso histórico. Marx, como se sabe, recibió una fuerte influencia de la concepción hegeliana de la dialéctica. Para Marx e Engels, la dialéctica que se manifiesta en el proceso histórico es sobretodo material, sin ninguna inmanencia o trascendencia espiritual. Son las fuerzas productivas que engendran la historia y el hombre es, al mismo tempo, por ella determinado, y sujeto, capaz de transformarla.
Tenemos así, tres posturas filosóficas aquí descritas: la espiritualista estática, con lo absoluto divino y la identidad espiritual del sujeto; la dialéctica espiritualista (o idealista), con la disolución de la identidad tanto de lo Absoluto (que está en proceso de volver), cuanto del sujeto individual (que se pierde en el todo); la dialéctica materialista, con la negación de lo absoluto y la identidad del sujeto sometida a las leyes de la historia, la identidad de clase, al determinismo biológico y social, e, a pesar de esto, capaz de hacer la historia.
Antes de continuar este análisis, es preciso definir bien los términos. ¿Lo que significa idealismo y materialismo? La definición de Bukharin puede ser aceptada por ambas  corrientes:
 “El materialismo considera la materia como causa primaria y fundamental; el idealismo, al contrario, considera en primer lugar el espíritu. Para los materialistas, el espíritu es un producto de la materia; para los idealistas, al contrario, es la materia que es producto del espíritu.” (BUKHARIN, s/d: 57)
 La visión dialéctica (tanto la idealista, como la materialista) son históricas, al paso que el espiritualismo clásico sitúa al ser por encima de la historia. Esto, a pesar del hecho ya muy discutido y estudiado de que la idea de historia nace con la tradición judaico-cristiana. [4]
La visión espirita se presenta como una síntesis de estas posiciones. Admite la identidad absoluta (y no sujeta al porvenir) de Dios, como causa de todas las cosas, pero admite el devenir permanente de los seres, de la historia, en un proceso dialéctico entre lo individual y lo colectivo. No acepta la finalidad de la historia como algo predeterminado (y en este punto se asemeja al anarquismo). Avisa Porteiro: “…no estamos ni con el individualismo, ni con el fatalismo histórico, sea este último de San Agustín o de Marx.” (PORTEIRO, 1960:141)
La cuestión de la libertad ahí se pone, como fundamental. No existe un fatalismo previsible de la historia, porque el hombre de hecho hace la historia y este hombre no es apenas determinado socialmente, porque es espíritu. Explica muy bien Mariotti:
 “El Hombre, para Kardec, es un espíritu encarnado, que reconocerá su pasado histórico, a medida que ilumine su visión e intuición espirituales. Es por esto que, con la Doctrina Social Espirita, podremos hablar de un hombre que reencontrá-la historia, esto es, de un hombre que construirá un mundo mejor para reencontrarse a si mismo, según hayan sido sus actos para construirlo y edificarlo.” (MARIOTTI, 1983:29)
 Evolucionismo individualizado, (como clasificamos en Incontri:2004) , historicidad con libertad colectiva e individual, dialéctica con visión de inmanencia y trascendencia – así podríamos definir esta dialéctica espirita, tratada por los autores espiritas de la izquierda.
Las cuestiones que oponen marxismo y espiritismo  radican en dos puntos (y en ningún otro): el materialismo versus espiritualismo y la aceptación del uso de la violencia como necesidad histórica contra la renuncia al uso de todo poder de fuerza (lo mismo en legítima defensa). En ambos  puntos, el espiritismo está más próximo a los socialistas pré-marxistas y a los anarquistas cristianos, de la línea de Tolstoi.
                              La vía de la educación
                Tanto los espiritas situados más a la deerecha, como los que en la década de 50 eran simpatizantes de Stalin, admiten que el modo de transformación social más eficaz es a través de la educación.
 “Queremos mostrar, ante la realidad histórica, que la eficiencia de la enseñanza individual deriva, sobretodo, de la liberación popular,  que resulta, a su vez, del poder político-económico en las manos del pueblo organizado. Con esto, la producción colectiva se destina al bien de todos, empezando por la enseñanza, cuando concomitantemente, desaparece la exploración del hombre por el hombre, con una serie inconmensurable de beneficios intelectuales y morales para la superestructura del espíritu.” (LAVIGNE & PRADO, 1955: 33)
 Sendo el espiritismo una doctrina eminentemente pedagógica, fundada por un educador, la militancia social a través de la educación ha sido una constante, desde Kardec. Cuenta Denis  al  respecto de su propia experiencia:
 “Después de la Guerra de 1870, comprendí que era preciso trabajar con ardor para la
educación del pueblo. Con este fin y con el auxilio de algunos ciudadanos que me secundaron, habíamos fundado, en nuestra región, la “Liga de la Enseñanza ”, de la cual me torné secretario general; fueran creadas bibliotecas populares y se iniciaron, en poco tiempo por todas  partes, series de conferencias.” (DENIS, 1987:36)
 En este sentido, asumiendo un optimismo esencialmente pedagógico (de que todos los seres humanos son posibles de educar, perfeccionables, capaces de transcender intereses personales, para devotarse al bien general, el espiritismo escapa de la condenación eterna de los malos – del cristianismo tradicional – como de la condenación à la muerte de las clases dominantes, que si oponen al progreso histórico. 
Educación universal, a través de los siglos, porque la historia se hace con seres que van y vuelven, se educan y aprenden, para la realización individual y colectiva de la felicidad.
En el Brasil, la militancia espirita por la educación pública y/u gratuita (en la mayoría de las veces gratuita, pero no siempre pública) empezó al comienzo del siglo XX, con el primer educador espirita brasileño, Eurípedes Barsanulfo, que mantuvo una escuela popular para 200 niños en la ciudad de Sacramento, Minas Gerais. Anália Franco, otra espirita, educadora y feminista  también demostró su militancia política y pedagógica, primero comprometiéndose en la educación de los negros (después de la Ley que libertaba de la esclavitud en Brasil a todos los recién nacidos) y después  dedicandose a fundar más de 100 escuelas y abrigos en el Estado de San Paulo, todas volcadas para atender crianzas huérfanas y predominantemente de madres solteras, profesionalizando también las propias madres.
En la década de 60 e 70, hubo la participación activa de los espiritas, liderados por el periodista y escritor José Herculano Pires, en favor de la Escuela Pública.
Así, el ala más intelectualizada y politizada del movimiento espirita brasileño tiene dada su contribución, hasta ahora bastante ignorada, en una militancia pedagógica transformadora, que se enraíza en la visión de un socialismo espiritualista. 
Bibliografia
BUKHARIN, N. Tratado de Materialismo histórico. Centro do Livro Brasileiro, s/d.
COLOMBO, Cleusa Beraldi. Ideas Sociais Espíritas. Sion Paulo, Comenius, 1998.
DENIS, Léon. Socialismo e Espiritismo. Mation, O Clarim, 1987.
HOLZMANN NETTO, Jacob. Espiritismo e Marxismo. Campinas, Ediciones Fagulha, 1970.
INCONTRI, Dora. Pedagogia Espírita, um projeto brasileiro e suas raízes. Bragança Paulista, Comenius, 2004.
INCONTRI, Dora. Pesztalozzi, Educacion e Ética. Sion Paulo, Scipione, 1996.
KARDEC, Allan. Le Livre des Esprits,  Paris, Dervy-Livres, 1972.
LAVIGNE, Eusínio & PRADO, Sousa do. Os espíritas e as questiones sociais. Niterói, Editora Renovacion Ltda, 1955.
MARIÑO, Cosme. Concepto espiritista del socialismo. Buenos Aires, Victor Hugo, 1960.
MARIOTTI, Humberto. Parapsicologia e Materialismo Histórico. Sion Paulo, Edicel, 1983.
PIRES, J. Herculano. O Reino. Sion Paulo, Edicel, 1967.
PORTEIRO, Manuel S. Espiritismo Dialéctico. Buenos Aires, Victor Hugo, 1960.
RIVAIL, Hippolyte Léon Denizard. Textos Pedagógicos. Sion Paulo, Comenius, 2000.
 [1] Dice Tollkötter,  en el inicio de su trabajo, ya estableciendo los
puntos de encuentro entre Marx y Pestalozzi: “…que ambos exigen la humanización del hombre y del mundo, e intentan realizarla segundo el principio de que el hombre hace las circunstancias y las circunstancias hacen el hombre y que por lo tanto el hombre y el mundo son hechos mutuamente determinantes.” (TOLLKÖTTER,  s/d: 12)
[2] Segundo Schleuner, no hay diferencia entre los métodos didácticos-pedagógicos empleados por Pestalozzi e Makarenko, ambos en las situaciones- limite de guerra y revolución. También se identifican ambos en su donación personal, en situaciones parecidas de vivieren entre los carentes, para recuperar su condición humana, social y política.
[3] Comenta Denis, ya en el final de su encarnación: “…siempre guardé contacto con las clases trabajadoras, compartí de sus cuidados, sus aspiraciones para el progreso. Me volví muy interesado en el movimiento cooperativo y, por mucho tiempo, recibí gratuitamente, a título de simpatía, los libros de un grupo de operarios cordoneros reunidos en un emprendimiento común.” (DENIS, 1997:36).
[4] Son bastante discutidas las resonancias mesiánicas en propio Marx. La idea de que la historia tiene una finalidad, sea la de la redención cristiana, de la realización del Espíritu absoluto, la del paraíso comunista o de la evolución permanente, nació en el bulbo judaico-cristiano.
Dora Incontri e Alessandro Cesar Bigheto (traducido por Cassio)

********************************************************************

Identidad de los 

espíritus

93. Puesto que se encuentran entre los espíritus todas las fases de la Humanidad, se hallan también la astucia y la mentira, y los hay que no tienen escrúpulo alguno en darse los nombres más respetables para inspirar mayor confianza. Es preciso, pues,desconfiar de una manera absoluta de la autenticidad de todas las firmas.

94. La identidad es una de las grandes dificultades del Espiritismo práctico, a menudo es imposible evidenciarla, sobre todo cuando se trata de los espíritus superiores, antiguos
con relación a nosotros. Entre los que se manifiestan, muchos no tienen nombre para nosotros, y para fijar nuestras ideas, pueden tomar el de un espíritu conocido perteneciente a la misma categoría; de modo que si un espíritu se comunica con el nombre de San Pedro, por ejemplo, nada prueba que sea precisamente el apóstol de este nombre, puede ser él o un espíritu del mismo orden, o uno enviado por él.
La cuestión de identidad es en este caso completamente secundaria, y sería pueril atribuirle importancia, lo que importa es la naturaleza de la enseñanza. ¿Es buena o mala, digna o indigna del personaje cuyo nombre lleva, la aceptaría éste o la rechazaría? He aquí toda la cuestión.
95. La identidad es más fácil de evidenciar cuando se trata de espíritus contemporáneos cuyo carácter y costumbres son conocidos; por las costumbres y las particularidades de la vida privada se revela la identidad del modo más seguro y a menudo de una manera incontestable. Cuando se evoca a un pariente o amigo lo que interesa es la personalidad, y es muy natural que se procure evidenciar la identidad; pero los medios que para esto emplean generalmente los que sólo imperfectamente conocen el Espiritismo, son insuficientes y pueden inducir a error.
96. El espíritu revela su identidad por una multitud de circunstancias que se encuentran en las comunicaciones, donde se reflejan sus hábitos, su carácter, su lenguaje, y hasta sus locuciones familiares. Se revela también por pormenores íntimos en los que entra espontáneamente con las personas a quienes aprecia: éstas son las mejores pruebas,pero es raro que conteste a las preguntas directas que le son dirigidas acerca de este particular, sobre todo si las hacen personas que le son indiferentes por curiosidad y para probarle. El espíritu prueba su identidad como quiere, o como puede, según la facultad de su intérprete, y a menudo las pruebas son abundantes; la falta está en querer que las dé a gusto del evocador. Entonces el espíritu se resiste a someterse a
tales exigencias.

 Tomado del libro ¿Qué es el Espiritismo?
Allan Kardec

No hay comentarios: