jueves, 28 de julio de 2011

¿Los curanderos son médiums ?



Existen “sanadores”, cuya eficacia reside en aplicar energías vitales y curativas procedentes de su propio organismo, que a su vez hace acopio de ellas por medio de absorber estas energías de la naturaleza, del aire, la alimentación, etc, y también están los curanderos psíquicos o espirituales que cuando son auténticos, muestran esta facultad como variante de la Mediumnidad .El curandero transmite al enfermo los fluidos de energía vital curativa procedentes de sus propias energías fíisicas vitales y potenciados por otros fluidos de energía que le son transmitidos desde el plano espiritual.

Con frecuencia, los Espíritus que actúan a través de esta clase de mediumnidad, poseen profundos conocimientos de Medicina, por la simple razón de que durante su vida humana fueron médicos o profesionales sanitarios , y tras pasar al plano espiritual, conservaron sus conocimientos y acrecentaron su deseo de ayudar con ellos a los demás, como mejor forma de trabajar para su propia evolución.

Desgraciadamente hay muchos curanderos falsos, vividores y charlatanes ; son personas que por algún interés, sobre todo económico, cometen el fraude de hacerse pasar por lo que no son, simulando unas facultades que no poseen y confundiendo a las personas con sus idéas doctrinales absurdas, en donde se mezclan conceptos religiosos y esotéricos. Esas personas sin escrúpulos, abusan de la credulidad y de la ignorancia ajena, haciendo mucho daño moral al atentar contra la buena fe y el bolsillo de la gente que finalmente queda desengañada ante el fraude.

La mediumnidad en general, de la clase que sea, no es un arte ni un talento por lo que se pueda hacer de ella una profesión, pues no tendría sentido ni existiría sin el concurso de los espíritus. Toda mediumnidad auténtica es sobre todo portadora de un elevado mensaje espiritual y moral, como testimonio de que realmente continúa la Vida después de la muerte ; de que somos Espíritus individuales e inmortales sin depender para esto del cuerpo carnal que nos acompaña en este mundo, y de que la reencarnación del mismo es una realidad lógica y natural, como ya se verá cuando mas adelante hablemos de este tema.

Lo mas importante para el médium que es consciente de su responsabilidad como tal , es el testimonio de su virtud y el ejemplo individual que debe presentar ante los demás, mostrando una desinteresada actitud y transmitiendo a manos llenas mucho Amor a las gentes que lo busquen.

El médium curandero, mediante el fluido magnético propio junto a otros que le son transmitidos desde el Plano Espiritual, restablece el equilibrio necesario para que efectúe “el milagro”, entre el cuerpo, la mente y el Espíritu. Cuando lo consigue debe dar gracias a Dios y a los “hermanos espirituales” que lo han asistido y cuando tras su empeño , su oración y su invocación no lo consigue no debe culparse por ello pues debe tener en cuenta que hay muchas dolencias y enfermedades necesarias para el adelanto espiritual de quien las padece e incluso de las personas que conviven con quien las sufre y si no hay curación es porque no es el momento adecuado para que esta se produzca.. Dios no está a nuestro servicio para responder a cada momento a nuestros deseos, sino que somos nosotros debemos permanecer al servicio de Dios, aceptando siempre Su Voluntad manifiesta en sus leyes conductoras para nuestra evolución.

Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creiste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora”.
- Mateo,8:13

-Jose Luis Martín-

2 comentarios:

Frank Montañez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Frank Montañez dijo...

Excelente artículo y muy bien elaborado. Cuando comencé a leerlo inmediatamente me vi sumido en el contenido. Has sabido expresar las ideas de una manera muy coherente y lógica. Te felicito, espero seguir al tanto de lo que los buenos espíritus te están inspirando. Gracias y te exhorto a seguir publicando estos mensajes. Me gustaría hacer un enlace con mi blog para que mis lectores también se beneficien. Frank