viernes, 7 de enero de 2022

Qué somos después de la muerte

     INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Estudio de casos en el Atendimiento Fraterno

2.- Fenómenos espiritistas

3.- Qué somos después de la muerte

4.-  Espiritismo laico, ¿ Por qué ? (1ª)





                                               ************************************



 ESTUDIO DE CASOS EN EL ATENDIMIENTO FRATERNO



CASO 1 – DESAJUSTE PSICOLÓGICO AGRAVADO POR COMPONENTE
OBSESIVO.


- NARRATIVA:
Un padre busca el Atendimiento Fraterno para solicitar orientación espírita para un hijo.
Después de acogido, el apelante expone el problema, hablando espontáneamente:
“Estoy desesperado. Mi hijo, 2º año de Ingeniería Química, está a punto de perder el semestre por culpa de desajustes psicológicos intermitentes, de cierta gravedad. Después de mucha persuasión, conseguí encaminarlo al psicoterapeuta. Ya pasaron varios meses de tratamiento sin un resultado satisfactorio. Los síntomas continúan: melancolía, inhibición, depresión nerviosa, con momentos de agresividad. Después de esas crisis vuelve a ser normal y pasa a tener un comportamiento adecuado. Pero las crisis retornan dejando a la familia afligida. Somos de familia católica, y no tenemos preconcepto religioso. Estoy recurriendo al Espiritismo como una tabla de salvación”.


- ORIENTACIÓN:
- “Naturalmente que es para su hijo, en primer lugar, que usted está pidiendo ayuda, pues si no fuese por la situación que él está viviendo, usted estaría bien. Y ha hecho bien en buscar ayuda, luchar cuanto pueda por aquel a quien ama.
“Por lo expuesto, su hijo padece una problemática cuyas raíces se encuentran en la mente, agravada por un componente obsesivo – influencia de Espíritus enfermos – pormenor éste que no le debe haber pasado, mientras, para no inquietarlo, empeorando todavía más la situación.
“Debo decirle que lo ideal sería que él mismo viniese al Atendimiento Fraterno APRA que nosotros lo oyésemos, enterándonos de detalles e impresiones que, esclarecidos, podrán ayudarlo a liberarse de la constricción que lo oprime y a predisponerse para el tratamiento espiritual que necesita hacer. Porque, en todo y cualquier proceso de ayuda, no se puede prescindir de la buena voluntad de la persona carente, que debe caminar en ese sentido.
“Lo más importante, por el momento, es que usted se empeñe, como hizo antes para llevarlo al terapeuta, a fin de traerlo aquí. En ese sentido, podría incluso frecuentar algunas reuniones públicas en nuestra Casa, conocer mejor nuestro trabajo y, de esta forma, poder pasar para él, en los momentos de lucidez, sus impresiones. Le afianzo, aún, que su esfuerzo de persuasión tiene un límite, pues no habría beneficio alguno en traerlo bajo un estado de tensión intensa resultante de la resistencia en venir, lo que determinaría otras dificultades para poder ser ayudado.
“Me permito la libertad de sugerir que lo invista en el propio crecimiento, porque así podrá ayudar a su hijo. Y nadie mejor que un padre para ayudar a un hijo. Una providencia importante a ser tomada, sería intensificar la práctica de la oración en el hogar. Aunque yo sepa que, como católico, usted ora, hay una metodología que nosotros, los espíritas, la llamamos Evangelio en el Hogar, que es muy valiosa para pacificar el ambiente domestico facilitando el retorno del equilibrio. Lleve estas propuestas para reflexionarlas y, si se decide, más adelante, a implantar el Evangelio en su casa, nosotros tendremos el placer de enseñarlo como hacerlo.
“Deje el nombre de su hijo para las vibraciones espirituales a distancia par que lo incluyamos en nuestras oraciones. Conserve su paz.”


- COMENTARIO:
En el Atendimiento Fraterno, el atendedor funciona como un facilitador, redireccionando la mente de la persona con las informaciones preciosas del pensamiento espírita y de las enseñanzas evangélicas, para estimular el deseo, que debe prevalecer, de encontrar el camino de una construcción de ayuda mediante la iniciativa propia.
La orientación espírita es bien realista: nos e puede arrastrar u obligar a nadie a someterse a un proceso de consejo psicológico si el interesado no desea ser ayudado. Además, esa es la opinión de la psicoterapeuta Hanna Wolff, afirmando en su libro Jesús Psicoterapeuta, que nunca consiguió éxito haciendo terapias de análisis con pacientes inducidos por terceros a buscarla. Todas las orientaciones prodigadas fueron siempre infructíferas.
Tal vez, en el hecho de que el hijo del consultante haya ido a la terapia psicológica con gran resistencia, sea la causa del fracaso del tratamiento a que él fue sometido.
En ese particular, recurriendo al Psicólogo por Excelencia, Jesús-Cristo, conforme los registros evangélicos, siempre que Lo buscaban para la solución de problemas del cuerpo y del alma, El siempre averiguaba: “¿Quieres ser ayudado?” Eso significa que, el primer paso exige iniciativa, voluntad y fe, valores que no se pueden transferir a otro.
Fundamental, por lo tanto, que haya una decisión voluntaria, un mínimo de compromiso personal. Es preciso lo estrictamente necesario, un sentido íntimo, diciendo: “Yo quiero ser ayudado.”

“ESTUDIOS DE CASOS”, José Ferraz. Atendimiento Fraterno - Proyecto Manuel Philomeno de Miranda.

                                                     ******************************


            

                                       


             FENÓMENOS ESPIRITISTAS

1º Todos los fenómenos espiritistas tienen por principio la existencia del alma, su supervivencia al cuerpo, y sus manifestaciones;
2º Estos fenómenos, estando fundados sobre una ley de la Naturaleza, no tienen nada de maravilloso ni de sobrenatural en el sentido vulgar de estas palabras;
3º Muchos de los hechos son reputados sobrenaturales porque no se conoce su causa; señalándoles el Espiritismo una causa, les hace entrar en el dominio de los fenómenos naturales;
4º Entre los hechos calificados de sobrenaturales, hay muchos cuya imposibilidad demuestra el Espiritismo, y coloca entre las creencias supersticiosas;
5º Aunque el Espiritismo reconozca en muchas creencias populares, un fondo de verdad, no acepta de ningún modo la solidaridad de todas las historias fantásticas creadas por la imaginación;
6º Juzgar al Espiritismo por los hechos que no admite, es manifestar ignorancia, y quitar todo el valor a su opinión.
7º La explicación de los hechos admitidos por el Espiritismo, sus causas y sus consecuencias morales, constituyen toda una ciencia y toda una filosofía, que requieren un estudio serio, perseverante y profundo;
8º El Espiritismo no puede mirar como critico serio sino el que ha visto, estudiado y profundizado todo, con la paciencia y perseverancia de un observador concienzudo; la del que sabrá tanto sobre este objeto, como el adepto más ilustrado; la del que habrá por   consiguiente sacado sus conocimientos de otra parte que de los romances de la ciencia, a quien no se podría oponer "ningún" hecho de que no tuviera conocimiento, ningún argumento que no hubiese meditado; que refutaría, no por negaciones, sino por otros argumentos más perentorios; la del que podría, en fin, señalar una causa más lógica a los hechos averiguados. Este crítico está todavía por encontrarse..


EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS
ALLAN KARDEC

                                               ******************************




          QUÉ SOMOS DESPUÉS DE LA MUERTE 

La Tierra es un mundo de pruebas y expiaciones. Aquí, la maldad todavía predomina y, por esta razón, vivimos envueltos por mucha miseria moral. Esa maldad es parte de las pruebas que nos cabe soportar con paciencia y resignación.

De la misma forma que el Amor atraviesa la muerte, la maldad también lo hace y, así, surgen los enemigos desencarnados. Enemigos desencarnados son los espíritus que están en  otro plano de existencia  espiritual y pueden ser:

1. Espíritus que desean venganza, cobrando deudas, que fueron adquiridas  en esta o en vidas pasadas.

2. Espíritus con deseo de hacer el mal; como ellos sufren  quieren que los demás también sufran.

3. Espíritus que se aprovechan de otros espíritus que sufren y que son  incapaces de resistir a las influencias y los atormentan.

El enemigo desencarnado que desea venganza aprovecha que su enemigo está encarnado para atormentarlo más fácilmente, una vez que, desencarnado, el espíritu está más libre para no permitir que lo atormenten los enemigos desencarnados. Las venganzas y los odios son la causa de la mayoría de las obsesiones donde el obsesor y el obsesado son alcanzados por sus propias conductas, esto es, por no haberse perdonado mutuamente, por no ser indulgentes y ni caritativos.

Para que este cuadro de persecución no sea llevado para la espiritualidad y no se perpetúe en existencias futuras es importantísimo, mientras se está encarnado, olvidar el orgullo, desarrollar la humildad, reconciliarse con el enemigo, establecer la paz, perdonar y buscar el perdón.

En la medida que el hombre utiliza de su libre-albedrío con responsabilidad, esto es, trillando el camino del bien, estudiando obras serias, especialmente las espíritas, frecuentando lugares dignos, él va progresando al crecer  espiritualmente, y, al mismo tiempo, dando buenos ejemplos tanto para los encarnados como para los desencarnados. En ese momento puede conquistar o reconquistar amigos. De esa forma si él anteriormente perdió la oportunidad de reconciliarse con un enemigo que  a través de sus buenos ejemplos  puede responder a su perdón, así como poder atraerlo para el campo del bien o sino alejarlo de su día-a-día, en caso de que ese enemigo sienta repulsa por el bien.

Donde vivimos estamos cercados de espíritus encarnados y desencarnados que tienen afinidad con nuestro espíritu, esto es, son simpáticos o no con nuestras actitudes, pensamientos, acciones, etc.

Entonces, para que  nos libremos de cualquier acción nociva, debemos practicar la oración y la caridad siempre, en fin, amar usando siempre el perdón que es una luz que el ofendido enciende en el camino del ofensor en apoyo a nuestra propia liberación para la vida imperecedera. Por eso mismo perdonar en cualquier situación será, siempre, la victoria del bien y del  Amor. ¡Piense en eso y sea feliz!

João Cabral - Presidente da ADE-SERGIPE. Periodista de prensa y radiofónico. 

                                                            ***********************



                                                                        


         ¿ESPIRITISMO LAICO ?: ¿ POR QUÉ ?

(1ª parte)

A primera vista, incluso puede parecer innecesaria esta adjetivación: espiritismo laico. Al final, ¿no es el espiritismo solamente uno? ¿En la extensa bibliografía por él dejada, Allan Kardec, su fundador, no nos ha legado, con meridiana claridad, su posición sobre la naturaleza del espiritismo, conceptualizándolo adecuadamente? Veamos:  

En un libro publicado en 1859, en París, con el título de Qué es el Espiritismo, Kardec se encargó de formular una definición, y no lo hizo sin antes exponer esta breve consideración: “El espiritismo es, al mismo tiempo, una ciencia de observación y una doctrina filosófica. Como ciencia práctica, consiste en las relaciones que se pueden establecer con los Espíritus; como filosofía, comprende todas las consecuencias morales que derivan de estas relaciones”1 (p.44). 

Estaban delimitados, así, los dos campos donde el fundador del espiritismo deseaba ubicarlo: el de la ciencia y de la filosofía. En el campo de la ciencia, sugiriendo un enfoque metódico y serio de un fenómeno que siempre había estado presente en la cultura humana, pero que había sido, en todos los tiempos, relegado al campo del misterio, de lo sobrenatural, dando lugar a mitos, creencias, supersticiones: la llamada comunicación con los muertos. En el de la filosofía, porque a esta cabe el estudio teórico de la ética. Y, sin duda, la existencia de los espíritus y su relación con el mundo material, una vez probados, abren una perspectiva mucho más amplia acerca del hombre y del mundo, repercutiendo en el comportamiento humano, en la visión que el sujeto pasa a tener de la vida, de sí mismo y de los demás. De hecho, principios como el de la inmortalidad del espíritu, su comunicabilidad y su evolución, las bases teóricas de la propuesta espírita, examinados no como simples creencias, sino como realidades inherentes a la vida, inevitablemente producen consecuencias de carácter ético y moral. 

Kardec, tras haber situado el campo donde pretendía insertar el espiritismo, podría, entonces, sintéticamente, conceptuarlo, y así lo hizo, en Qué es el Espiritismo, en complementación al fragmento transcrito anteriormente: “El espiritismo es una ciencia que trata sobre la naturaleza, el origen y el destino de los espíritus y sus relaciones con el mundo material” 1 (p.44).

 A lo largo de toda su obra, Kardec siempre insistió en mantener el espiritismo exactamente en la órbita de la ciencia, es decir, del conocimiento. La palabra ciencia, del latín sciencia, tiene precisamente esta etimología: conocimiento (el verbo scire se traduce por saber). En el mismo opúsculo en el cual propuso esa definición de espiritismo, Allan Kardec, didácticamente, reprodujo un hipotético y largo diálogo con un sacerdote. Este insiste que los contenidos de la propuesta espírita eran, en esencia, los mismos que las religiones: existencia de Dios, la supervivencia del espíritu después de la muerte y su destino después de esto. El fundador del espiritismo está de acuerdo con él, pero argumenta que su propuesta era que cada una de estas cuestiones se dedujera de la experimentación científica y provocara reflexiones apoyadas por la razón, ya que estaban, todas ellas, “en la Naturaleza”. Enfrentándolas de esta manera, los estudiosos las desplazarían del terreno del sobrenatural y de las creencias, al del conocimiento racional. 

El espiritismo, señalaba Kardec, reposa “en principios independientes de las cuestiones dogmáticas”. Por esta razón, “su verdadero carácter es el de una ciencia y no de una religión” 1 (p.103). 

Kardec, de hecho, va más allá y llega a decir, en un discurso pronunciado en la Sociedad Parisiense de Estudios Espíritas2 (la primera sociedad espírita de la historia legalmente constituida y por él presidida) el 1 de noviembre de 1868, que el espiritismo no tiene “ninguno de los caracteres de una religión” y que, si se “adornara” con este título, “inevitablemente se habría equivocado”. Avanzando un poco más en esta reflexión, fácil será concluir que el espiritismo, tal como fue concebido por su fundador, se inserta en el área del laicismo. 

( Continúa y finaliza en la siguiente publicación)

( Obtenido de Zona Espírita)

                                                  *****************************



No hay comentarios: