jueves, 20 de enero de 2022

El problema de la violencia

   INQUIETUDES   ESPÍRITAS

1.- Memorias de un hombre mediocre

2.- El crimen trae el crimen

3.-El destino de los niños después de la muerte

   Pensamiento:  Entre los hermanos y en los Centros

4.- El problema de la violencia




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Cosme Mariño

Memorias de un hombre mediocre

 

Voy a ocuparme en este capítulo de mi conversión al espiritismo, mis experiencias personales y muchos detalles que, aparentemente sin importancia, han ido sin embargo fortaleciendo mis convicciones, victoriosas ya después de 40 años, de las vacilaciones e incertidumbres que naturalmente embargaron mi espíritu, al sufrir el choque rudo e inesperado de la luz deslumbradora, cuando vivía sumido en las tinieblas de la ignorancia y del error en que hoy viven la mayoría de los hombres que no aciertan a comprender esta hermosa verdad que los envuelve y los compenetra sin tener conciencia de ella, nada más porque la incredulidad e ignorancia sobre la naturaleza del alma inmortal, no halla eco en sus corazones, que sólo tienen fe en la vida presente y limitan sus aspiraciones a todo cuanto es banal y transitorio.

Desearía que mis estudios y experiencias sobre esta gran verdad del espiritismo y la evolución progresiva que he imprimido a mis ideas y sentimientos, pudiera servir de punto de partida a todos cuantos lean estas memorias, para que, como yo también, iniciaran una era personal, que llevara la paz a sus conciencias torturadas por la duda y les sirviera de palanca en la que se apoyaran para dar un poderoso vuelo hacia la espiritualidad que es la base de la ciencia, la filosofía y la religión del provenir.

Los estudios que hemos hecho los espiritualistas al abandonar el antiguo y gastado método de la fe ciega, para sustituirlo por la fe razonada y el método experimental, han tenido la virtud de desvanecer muchísimos errores en los que habíamos sinceramente creído y que en otro tiempo nos sirvieron de norte y guía de nuestra marcha incierta y formaron las costumbres y creencias que sustentábamos.

La adquisición más fundamental que hemos hecho, ha sido la convicción de que el objeto de la vida, tal como hasta ahora se lo ha considerado, es a todas luces falso; que las orientaciones, creencias y métodos empleados para cumplirlas debidamente, lo único que han logrado es mantener nuestra ignorancia y hacernos desgraciados, a tal punto que, ha habido un momento, momento que desgraciadamente se ha hecho carne en algunos hombres pensadores, en que se ha llegado a creer que este mundo está mal hecho; que sus instituciones, sus anhelos, sus creencias, constituyen un absurdo; supuesto que todo es mentira, injusticia y egoísmo.

Los pesimistas, siguiendo a Schopenhauer, abundan en todas partes; es notorio que este pesimismo desolador, mata todos los entusiasmos, todos los anhelos generosos y coloca a muchos un arma en sus manos para librarse de una existencia tan inexplicable como absurda e injusta, y a otros más tímidos, los desorienta e inutiliza para el cumplimiento de los más fáciles deberes.

Y todo esto proviene del desconocimiento casi absoluto de las muchedumbres, del verdadero objeto y fin que el Hacedor se propone al concedernos estas existencias terrenales.

Estudiando el espiritismo, creo haber encontrado la clave, resolviendo estos tres graves problemas: ¿Qué es lo que somos? ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos?....

Resueltos estos tres grandes problemas, con el criterio filosófico y científico del espiritismo, se pisa ya el terreno que tiene fatalmente que conducirnos a un rápido perfeccionamiento de nuestro sentido moral e intelectual, y desarrollados estos sentidos, quedan despejadas las incógnitas más aterradoras y mortificantes que limitan las percepciones espirituales del hombre; las dudas se sustituyen por una realidad que, si bien es relativa, basta para iniciar una segura orientación; el pasado, el presente y el porvenir forman los eslabones que unen nuestra actuación anterior con la presente y la que naturalmente vendrá dado el supuesto de que somos inmortales y las existencias terrestres representan etapas.

Misiones con sus correspondientes intermitencias y descanso y estudio para volver a seguir la marcha interrumpida, con mayores seguridades y mejores probabilidades de éxito, porque la experiencia que vamos adquiriendo en cada existencia interrumpida por la muerte, no se pierde jamás, y por lo tanto, cuando llegamos al ocaso de la vida, avasallados por los errores cometidos, por las debilidades del carácter que tanto nos han hecho sufrir, no  podemos exclamar como ahora algunos que dicen:  "¿ de qué nos sirve la experiencia adquirida si no podemos empezar de nuevo otra existencia?".

Este raciocinio es uno de los tantos errores corrientes, originados en el falso concepto que se tiene de nuestra actuación en el mundo, del verdadero objeto y fin de nuestras existencias terrenales.

No, la experiencia adquirida en una existencia, no se pierde jamás, porque esta existencia será repetida tantas veces cuantas sean necesarias para el progreso del ser, para adquirir la sabiduría, y por lo mismo, desterrar del espíritu la ignorancia y la mentira; los errores y debilidades morales cometidos en una existencia, no tienen una sanción irrevocable, porque las existencias terrestres sirven como depurativo de las almas, y si hoy cometieron faltas y crímenes provenientes de las propias imperfecciones, el arrepentimiento y el dolor que experimentan al traspasar el umbral que separa este plano de existencia, del más allá del sepulcro, los aleccionan para el porvenir, de manera que cuando vuelvan de nuevo a la vida material con sedimentos de progreso, ya sabrán esquivar los malos pasos, y no incurrirán en las anteriores faltas, porque el arrepentimiento y el dolor sufrido al reconocerse culpables en el mundo, los preservarán de caer de nuevo.

No recordarán ciertamente las causas y los detalles de esas faltas pero sí, una poderosa intuición, un profundo sentimiento de virtuosidad se opondrá a las tentaciones y a las solicitaciones del mal para no caer otra vez de nuevo.

Y así, pues, véase cuan grande, razonada y hermosa es esta doctrina del espiritismo, cuando viene a revelar al mundo material la razón justa de nuestra existencia terrestre, el origen y el fin de su destino inmortal, y a explicar todas las anomalías y aparentes injusticias que han conducido al hombre a negar que la creación es la obra ordenada, justa, sabia, de una inteligencia suprema y a exclamar con Schopenhauer y su escuela: el mundo y todo cuanto en él existe es absurdo y la vida no vale la pena de ser vivida.

Las consideraciones que acabo de exponer no nacieron de golpe en mi espíritu, al abrazar el espiritismo. A medida que me he ido compenetrando de su realidad y el estudio y la observación me han permitido ir descubriendo los velos de la esfinge que ocultan la sabiduría bajo su mutismo desalentador, estas consideraciones me han asaltado como la consecuencia natural de la luz espiritual, con cuya ayuda he llegado a comprender la grandeza de la creación, sus leyes justas y admirables y el destino de los seres nacidos del amor divino para la realización de ese mismo amor, única ruta que conduce a la felicidad y la perfección.

Pero pondré punto final a estas consideraciones generales para ocuparme de mi conversión al espiritismo.

 

 Cosme Mariño.- “Memorias de un hombre mediocre”

 

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EL CRIMEN TRAE EL CRIMEN

Carmen Ayala y Ayala. La niña de diez a doce años que asesina a su tullida hermanita Teresa.
Carmen Ayala y Ayala. La huérfana abandonada, con su hermana menor Teresa, asesina a ésta, tal vez creyendo aminorar sus sufrimientos. (Causa del Juzgado de Maricao, año 1.901)
Antecedentes
Carmen y su hermana menor Teresa, tullida, se encontraron huérfanas de madre y padre en una solitaria choza en los desiertos de Maricao, en los días nebulosos de 1.901, “días más nebulosos que los actuales”.
Carmen buscó amparo en la casa de un tío suyo, Pablo, hombre sin conciencia, de mal temperamento, quien maltrató a estos pobres seres, y Carmen se vio obligada a acudir a otros vecinos: a la casa de la señora de Denizar, quien las acogió, pero, a falta de recursos tuvo Carmen que abandonar la choza y dirigirse a otro hogar: a la casa de Alejo García, cuya caritativa esposa les dio acogida maternal.
Hechos
Declaración de Carmen Ayala y Ayala.
Dice que: “Después de la muerte de sus padres, fue recogida por sus caritativos vecinos Alejo García y su esposa, y en casa de éstos se dedicaba a los pequeños quehaceres de la casa, y la mayor parte del día a cuidar de la hermanita pequeña. Que ayer por la mañana salieron para el río los esposos García, quedando ella sola en la casa con su hermana, y la noble señora le encargó que se entretuviese en recoger unos granos de café del suelo y que atendiera a la niñita hasta que ellos regresaran al obscurecer. Habiéndose marchado aquellos, fue la dicente a los cafetales, y allí le asaltó la mala idea de asesinar a Teresa (idea que hacía tres días la impulsaba, resistiéndola), y tal fuerza tuvo la sugestión que ese día corrió hasta la casa donde aquélla estaba y al llegar, la declarante se echó a llorar arrepentida. Volvió al cafetal y la idea de matar a su hermanita volvió a perturbar su cerebro, hasta el extremo de impulsarla a cogerla y tirarla dentro del estanque de agua, cercano a la casa.
“Mientras tanto, corrió a hacer el hoyo para enterrarla, tan pronto se ahogara.
Hecha la excavación, vino a buscar el cadáver lo llevó y lo enterró en el hoyo hecho por ella. Valiéndose de una horqueta sacó el cuerpecito del estanque, provista de un machete del señor Ayala para hacer la fosa. Después de matar a su hermana, no estaba en sus sentidos, y se fue huyendo de aquellos lugares hasta llegar a la casa de Segunda, mujer de un tal Justino, donde la halló Alejo García, que fue a eso de la una de la tarde; la niña ya había confesado el crimen que había cometido, declarando que no tenía odio ni aborrecía a su hermana (que antes sentía amor tierno y solícito); no obstante tener que cuidarla y atenderla siempre día y noche y tener que llevarla al hombro, pues era tullida, y es cuanto podía decir”.
La Corte de esta ciudad, nos dice nuestro reportero al conocer el caso, ha hecho un trabajo que le honra en alto grado. Trató por cuantos medios hábiles pudo de colocar a la infeliz niñita en el Asilo de Beneficencia, ya que no hay en la isla establecimientos apropiados para estos casos. No pudo conseguirlo, y confió el pequeño ser a las hermanas del Asilo de Pobres de esta ciudad, donde falleció Carmen el día 2 de febrero último.
Nuestro reportero desea confiar el caso a los pensadores, en particular a los espiritistas, para que den una explicación al público hambriento de luz.
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Una escritora espiritista de Ponce (Puerto Rico) me envió el suelto que antecede a estas líneas, suplicándome encarecidamente si me era posible preguntar si la desgraciada Carmen Ayala fue víctima de una sugestión espiritual o fue ella la única autora de tan horrendo crimen, y yo siguiendo mi afán de servir de algo a la Humanidad, pregunté al Padre Germán la causa de tan desastrosos efectos, y he aquí su contestación:
“YA TE HE DICHO REPETIDAS VECES QUE CUANDO UN ESPIRITU NO QUIERE DEJARSE DOMINAR, RECHAZA TODA INFLUENCIA, porque si no tuviera libre albedrío para rechazarla, nacería ya con el estigma del siervo, con la marca infamante del esclavo, con la pasividad humillante del paria, y los espíritus no tienen por patrimonio ni la ciega mansedumbre, ni la estúpida obediencia.
TODOS SON LIBRES PARA EJERCITAR LOS DESEOS DE SU VOLUNTAD.
Lo que sucede es que muchos espíritus están conformes y satisfechos con seguir instrucciones de otro Espíritu, son perezosos para pensar. Si otro piensa por ellos y les dice “ya tienes el camino trazado”, siguen la ruta que le indican sin mirar a donde van, y aunque estos infelices obedecen a su sugestión, OBEDECEN PORQUE QUIEREN OBEDECER, PORQUE NO SE TOMAN EL TRABAJO DE PENSAR.
SON ESCLAVOS PORQUE ELLOS MISMOS FORJAN SUS CADENAS Y LEVANTAN LOS MUROS DE SU PRISION, no porque exista un poder superior para esclavizarles, porque si existiera, Dios sería injusto, y en Dios no cabe la injusticia, porque Él simboliza la igualdad”.
“La niña que mató a su hermana, cometió el crimen por su voluntad y no por la de otro ser invisible. Teresa y Carmen fueron rivales en otro tiempo, se odiaron con verdadera crueldad.
La niña tullida, cuando en otro tiempo disponía de un organismo fuerte y robusto, empleó sus fuerzas hercúleas en herir sin compasión, matando más de una vez a su terrible enemigo, que ha sido últimamente su matador. Pendenciero por oficio, traidor por rutina, tuvo muchos enemigos creados por su mal proceder, enemigos que lo han perseguido sin compasión, siendo uno de ellos el ser invisible que levantó el brazo de Carmen para matar a la niña tullida. Pero Carmen estuvo satisfecha de su obra, porque odiaba a su hermana, sin ella explicarse el por qué. Cuando vino sabía que su rival vendría a sufrir el tormento de no poder disponer de su cuerpo, y se dijo a sí misma lo siguiente: daré comienzo a mi regeneración cuidando materialmente a mi enemigo. La ocasión no puede ser más propicia. El ensayo me puede dar excelentes resultados, manos a la obra”.
“Pero una cosa es la teoría y otra la práctica, y como el odio es la planta que más arraiga en el corazón humano, y Carmen había sido víctima de su hermana muchas veces, el ensayo de amar a su encarnizado enemigo le ofrecía muchas dificultades, y éstas se aumentaban con los pérfidos consejos del ser invisible, que odiaba a las dos hermanas, siendo su oficio justificado, porque de las dos había recibido grandísimas ofensas, y aprovechaba la perplejidad de Carmen para vengarse de las dos, matando a una y convirtiendo en asesina a la otra.

Así es que Carmen no fue ella la sola autora del crimen, pero SI SU ESPÍRITU HUBIERA ESTADO MAS INCLINADO AL BIEN, HUBIERA RECHAZADO LOS CONSEJOS DEL SER INVISIBLE QUE LA EMPUJABA AL ABISMO, HUBIERA TRIUNFADO DE SUS MALAS INTENCIONES.

Su nueva caída le ha causado mucho daño, puesto que al volver al espacio ha visto que sus propios propósitos de enmienda han sido aplastados y pulverizados por su nuevo crimen, y está decidida a emprender distinto rumbo.
SE HA CONVENCIDO DE QUE EL CRIMEN TRAE EL CRIMEN, y la satisfacción que da la venganza se asemeja a un veneno de sabor dulce, pero que luego abrasa las entrañas. Destruir un cuerpo es poner en nuestro camino un bloque enorme de granito que obstruye el paso, y no sabe cómo levantarlo ni destruirlo.

¡Ay de los espíritus que al volver al espacio encuentran cadáveres en su camino!
Las mazmorras de nuestras prisiones son deliciosos jardines en comparación con la sombra que rodea a los asesinos”.
“EN CAMBIO, cuando se ha perdonado una ofensa, cuando uno se ha convertido en ángel tutelar del ser que más se ha odiado, ¡Qué placer se experimenta al ver borradas las huellas de sangre y fuego que otro día dejamos en nuestro camino!

¡Crear amores!
¡Despertar sentimientos!
¡Suavizar esperanzas!
¡ACORTAR INMENSAS DISTANCIAS!
¡Hacer el bien por el bien mismo!...
¡QUE TRABAJO tan productivo es éste para el Espíritu!
Por grande que sea su expiación, por larga que sea su cuenta, en medio de sus sufrimientos tendrá horas de reposo. Si tiene que sentir los horrores del hambre, encontrará pan en medio del más árido desierto. Si la sed ardiente tiene que atormentarle, de la roca más dura, brotará un hilillo de agua para él. En sus horas de mayor desconsuelo oirá una voz armoniosa que le dirá con ternura:
¡Ama y espera!...Adiós”.
* * *
Gracias, buen Espíritu, por ti amo y por ti espero. ¡Bendito seas! ¡Cuántos consuelos te debo! ¡Cuánta luz has difundido en torno mío! Yo era menos que un átomo y hoy tengo una gran familia. Yo no tenía lugar en la Tierra y por ti sé que tengo heredades en el espacio. Yo no poseía un céntimo y por ti tengo mi caja de ahorros en los que son más pobres que yo. ¡Bendito, bendito seas!

AMALIA DOMINGO SOLER- LA LUZ DE LA VERDAD- CAPÍTULO XXXVII -

Aportado por Fabián Álvarez.

Es Amalia , indudablemente un manantial de luz y progreso, cada palabra que expresa es pensada, meditada, y se ajusta a la Justicia Divina.. Un sol en un frío mundo,¡¡ Una vara moral que nos dice que hacer!! (Juan C.Mariani)

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EL DESTINO DE LOS NIÑOS DESPUÉS DE LA MUERTE



197 – ¿El Espíritu de un niño, muerto en edad temprana, está tan adelantado como el de un adulto?
– A veces mucho más, porque puede haber vivido más y tener mayor experiencia, sobre todo si progresó.

– ¿El Espíritu de un niño puede, pues, estar más adelantado que el de su padre?
– Esto es muy frecuente; ¿acaso no veis muchas veces eso en la Tierra?

198 – ¿Pertenece a una categoría superior el Espíritu de un niño que por haber muerto a tierna edad, no pudo hacer mal?
– Si no hizo mal, tampoco ha hecho bien y Dios no le libra de las pruebas que debe soportar. Si es puro no se debe a que sea un niño, sino a que progresó mucho.

199 – ¿Por qué se interrumpe con frecuencia la vida, en la infancia?
– La duración de la vida de un niño puede ser para el Espíritu que está encarnado en él, el complemento de una existencia interrumpida antes del tiempo marcado, y su muerte, la mayor parte de las veces, es una prueba o una expiación para los padres.

– ¿Qué le sucede al Espíritu de un niño que murió en edad temprana?
– Vuelve a empezar una nueva existencia.

Si el hombre tuviese una sola existencia y si después de esa existencia su suerte futura quedase decidida para la eternidad, ¿ cuál sería el mérito de gran parte de la especie humana que muere en edad tierna, para disfrutar, sin esfuerzos, de la felicidad eterna y con qué derecho quedaría eximida de las condiciones, tan duras a veces, impuestas a la otra mitad? Semejante orden de cosas no podría estar conforme con la justicia de Dios. Por la reencarnación, la igualdad es para todos; el futuro pertenece a todos sin excepción y sin favoritismo para nadie; los que llegan de último no pueden culpar por ello sino a sí mismos. El hombre debe tener el mérito de sus actos, como tiene la responsabilidad de ellos.

Por otra parte, no es racional, considerar a la infancia como un estado normal de inocencia. ¿No se ven niños dotados de los peores instintos en edad en la cual la educación no ha podido aún ejercer su influencia? ¿No les vemos que parecen haber traído desde la cuna la astucia, la falsedad, la perfidia y hasta los instintos de robo y asesinato, no obstante los buenos ejemplos dados por los que conviven con él? La ley civil les absuelve de sus acciones porque dicen que actúan sin discernimiento, y tienen razón, porque, en efecto, actúan más por instinto que por su propia voluntad. Pero, ¿de dónde pueden provenir esos
instintos tan diferentes en niños de la misma edad, educados en las mismas condiciones y sometidos a las mismas influencias? ¿De dónde procede esa perversidad precoz, sino de la inferioridad del Espíritu, puesto que la educación no contribuyó para ello? Los que son viciosos, lo son porque sus Espíritus han progresado menos, y sufren entonces las consecuencias, no de sus actos de niño, sino de los de sus existencias anteriores. Es así como la ley es la misma para todos y a todos alcanza la justicia de Dios.

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC.

Comentario añadido sobre este tema:

Un Niño de poco tiempo de vida puede morir y no por eso es un espíritu superior. Únicamente habrá cumplido su misión: como deuda kármica pendiente de saldar ( por ejemplo,  vivió el tiempo de vida que le faltó completar en una vida anterior porque fue un suicida); otras veces la misión no es por deuda kármica, sino por deuda kármica de sus padres, a los que ayuda prestándose en una encarnación tan breve, para que ellos vivan esa experiencia humanamente tan amarga, pero que espiritualmente les es necesaria.

En cualquier caso, el espíritu del niño regresa al plano en donde se encontraba antes de encarnar, o a otro inmediatamente superior si su sacrificio en esa corta vida, fue voluntario y merecedor de un mayor esclarecimiento que le permita elevarse a otro plano inmediatamente superior al que tenía, pero de golpe no pasa a ser un espíritu puro ni elevado. Tendrá que seguir el propio camino de su evolución y experimentar para ello tantas vidas humanas como aun le sean necesarias.

- Jose Luis Martín-

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      PENSAMIENTO DE MIGUEL VIVES
                                      

           ENTRE LOS HERMANOS Y EN LOS CENTROS

Todo espírita debe portarse con la mayor humildad posible, frente a sus hermanos. Porque la humildad es siempre un ejemplo de buenas maneras, jamás nos compromete, ni es causa de disturbios ni de riñas. Esa humildad, sin embargo, no debe ser nunca fingida, sino leal y siempre dispuesta a servir. El espírita debe siempre considerarse inferior a sus hermanos, disponiéndose a ser el servidor de todos.
MIGUEL VIVES

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          EL PROBLEMA DE LA VIOLENCIA                    


La violencia y la agresividad están generalizadas, hoy en día, por todas partes, en las más sencillas familias, en los grupos más serios y formales, en todas partes, surge el violento que  rompe  con las reglas del buen vivir.

Todos pensamos que son seres rebeldes  y que como fieras, hemos de apartar de la sociedad, nos gusta dar una buena imagen, ser precavidos, y vamos a la procura de un mundo mejor, pero para ello, todos tenemos que poner de nuestra parte.

El violento lo es porque hay algo que lo incomoda, que lo altera y que lo saca de quicio, y cabe al humilde procurar no violentarle, por el contrario adivinar y esmerarse en la forma de cómo tratarle para que lejos de alterarse, se calme y encuentre el lenitivo para que no sufra su espíritu, que la mayoría de las veces, es portador de enfermedades adquiridas en el pasado, donde sufrió el asedio de otros espíritus, y la forma de defenderse es la agresividad, es un escape para su alma que no puede soportar con normalidad lo que le rebela o le altera.

La gente está llena de frustraciones, miedos, rencores, envidias, celos… y todo ello les produce un carácter violento, a veces poco distinguible, a veces confundido entre una maraña de contenciones sociales o morales, que explotan cuando menos espera. 

Violencia y ceguera, la de la ignorancia, pero no la ignorancia del simple, del que es campechano y tiene poca ciencia, sino la ignorancia del que se cree valedor, inteligente, con razón. Esta ignorancia del orgulloso es terrible, carga de odio y violencia contra todo aquello que es diferente o que le discute o que no se doblega a su ego.

El hombre es violento en todas partes, en casa, en el trabajo, en el instituto, en los centros comerciales, en la calle, en los medios de transportes, en sus iglesias, en su creencias, en la política, todos sus actos están cargados  siempre en determinados momentos de violencia. Generalmente la violencia se muestra en arrebatos, violencia en ataques, y violencia enquistada, como una peste  contagiosa habitualmente.

La violencia puede ser combatida, todos podemos hacer a nuestro alrededor un mundo mejor, y es aprendiendo a amar a nuestros semejantes, sobre todo a aquellos que nos alteran, que nos sacan de quicio con su forma de actuar, si aprendemos a ser tolerantes con ellos, la violencia para con ellos desaparece.

Las semillas de la violencia se siembran y cultivan en la infancia, se desarrollan durante la adolescencia y empiezan a dar sus frutos malignos pronto en la edad adulta. La experiencia que más nos predispone a recurrir a la agresión despiadada es haber sido repetidamente objeto o testigo de crueldades durante los primeros quince años de la vida.

En nuestros días, la violencia es uno de los problemas  más preocupantes, aunque en realidad bien es verdad que, que la búsqueda de la convivencia pacífica es una característica natural que abunda en los seres humanos y que nos ayuda a sobrevivir, a evolucionar y a mejorar nuestra esperanza y calidad de vida. Ninguna sociedad puede perdurar sin que sus miembros estén continuamente ayudándose unos a otros.

Esta grave dolencia humana, en general, está disminuyendo. Nadie que se tome la molestia de examinar los índices de violencia en los últimos 70 años podrá evadir el hecho cuantificable de que en la actualidad está menos extendida que nunca. Este dato reconfortante se debe a que la posición de los niños en la sociedad ha mejorado radicalmente, la mujer en un gran número de naciones ha dejado de ser una propiedad del hombre, y las democracias han proliferado. Un aviso: es importante no confundir las noticias de sucesos aberrantes que plagan los medios de comunicación –conscientes de nuestra proverbial atracción por las historias de tragedias– con la vida cotidiana.

Procuremos en la parte que nos corresponde ser bondadosos, hagamos de nuestro mundo, un mundo mejor, ya con eso contribuiremos al bien general, pues estemos convencidos de que el mejor emprendimiento al que podemos contribuir es a la procura del bien común.

- Merchita-

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