miércoles, 23 de noviembre de 2016

CONEXIONES SOLIDARIAS

Por que No Recordamos  Nuestras Vidas Pasadas ?

Reencarnación

Para hablar de olvido del pasado, debems entender de qué pasado estamos hablando. El espiritismo tiene como una de sus premisas, la sobrevivencia del alma y su pasaje por el plano material. No vamos a entrar aquí en el mérito de esta cuestión.
Reencarnación y vida espiritual constituyen pr sí solas, un tema entero para dar una conferencia. Así, me pregunto como aceptar estos conceptos como verdaderos, para que podamos entender el tema de hoy.
Así, entonces, cada uno de nosotros ya estuvo aquí, en este mismo mundo, encarnads en la misma forma que hoy, solo que con un cuerpo material diferente, hijo de padres diferentes, en una época  y un lugar diferentes. Tuvo las mismas necesidades materiales, diversos anhelos, deseos, etc. Convivió con diversas personas, tomó muchas decisiones, cometió errores, acertó otras veces. Todo eso aconteció, diversas y diversas veces, y sumó la experiencia a cada uno de nosotros, sumó lecciones que son incorporadas y nunca perdidas.

¿Por qué olvidamos?

Surge entonces, naturalmente, a todos nosotros la cuestión: Si yo pasé poor todo eso, ¿por qué no me acuerdo de nada?
Dios, en su inmensa sabiduría, sabe muy bien lo que es mejor para nosotros, como criaturas espirituales que somos. Tenemos necesidades específicas, muchas de ellas ni siquiera conocemos o gustamos. Todo
padre sabe muy bien que tiene que imponer, ciertas veces, cosas a los hijos. A nadie gusta ver una criatura llorando, pero sabe que eso no es importante si el lloro viene del hecho de haberle puesto una vacuna. El pequeño mal causado a ella, es, con mucho,  compensado por los beneficios de la inmunización de las dolencias. Así también actúa Dios con nosotros. Sabe que muchas cosas nos son necesarias, por eso nos las impone.
El conocimient excesivoo puede ofuscar a las personas. Tal como a una criatura, no se habla de muerte, dolencia, etc., sin el debido cuidado y en la correcta medida, saber cosas de nuestro pasado puede ser muy doloroso, de ningún provecho para nuestra evolución.

Oportunidad de Remisión

Cada vida que pasamos encarnados es una oportunidad de redimir las faltas que cometemos. Somos colocados en las mismas situaciones, frente a frente con las mismas personas y lugares, para podernos corregir de los errores y aprender a no cometerlos más. Si nos
acordásemos de todas las existencias anteriores, tendríamos una ventaja injusta. Haríamos las cosas, no po lo que aprendemos, sino porque recordamos el error. No tendríamos el mérito de actitud que tomamos, sin el cual no evolucionamos efectivamente. Así, Dios nos da la oportunidad de tentarnos de nuevo, pero no nos quita el mérito de la buena acción.

¿ Está todo perdido ?

También surge la cuestión: ¿ No nos acordaremos más de nuestro pasado?
Debemos acordarnos que la vida principal es la del espíritu, que cada encarnación es apenas un proceso de aprendizaje, pero que siempre volvemos al plano mayor. Es así, que después de cada encarnación, cuando del otro lado de la vida, nos recordamos de otras existencias anteriores, como quien recuerda cada año pasado en la escuela. Claro que el recuerdo completo de todas las existencias solo ocurrirá cuando estemos bastante evolucionados, pues la persona no deja de ser en
nada lo que ella es, solo por haber alterado su estado, de modo que no todos están dispuestos para soportar, igual que los desencarnados, las revelaciones del pasado.
Así, el espíritu solo tiene recuerdo de algunos hechos más relevantes de sus existencias, hechos estos que él utiliza para definir como será su próxima existencia, escogiendo los problemas, situacines, personas que conocerá y demás datos, buscando siempre su aprendizaje y mejooramiento. No le importan las dificultades, incluso las prefiere, pues sabe que ellas lo llevarán adelante.

 ¿Y en esta Existencia ?

Nueva pregunta nos aparece entonces: ¿Toda nuestra experiencia, todo lo que pasamos, está perdido a cada nueva encarnación ?.

Si miramos el olvido del pasado, sin el debido cuidado, podemos pensar que sí.
Ya que él dice que nos olvidamos de todo, ¿ entonces todo lo que aprendemos quedó perdido, tenemos que aprender todo de nuevo?
La experiencia de la vida nos prueba lo contrario. ¿ Quien nunca oyó hablar de aquellas criaturas que son peqqueños genios, que sin que nadie le enseñase nada, o con un pequeñoo aprendizaje, son capaces de hacer cosas como si fuesen adultos?
¿ De donde vendría esta experiencia, sino de vidas pasadas?.
¿ Por qué dos hermanos, criados en la misma casa, expuestos a los mismos estímulos, educados de la misma forma, pueden ser tan diferentes entre sí?.
Acontece que el pasado está olvidado, sí, pero no perdido. Está grabadoo en nuestra mente en un lugar que no nos permite ir y recordar lo que hubo, pero permite usar aquello para nuestro bien. Es nuestro subconsciente. Así, la voz intuitiva de nuestra conciencia, es muchas veces el recuerdo adormecido y escondido de nuestro pasado que sale a la superficie para refrenar nuestros errores del presente.
Así, también ocurre con las personas con quienes convivimos.  ¿Todos nosotros no tenemos aquellos con quienes nos afinamos inmediatamente?. ¿No tenemos aquella persona que conocimos en el trabajo, vecina de la nueva casa, o hasta incluso del autobús, e inmediatamente nos gustamos?. ¿No tenemos aquellos que queremos estar siempre junto a ellos, aunque sin saber el por qué?. ¿ Y no sucede lo mismo a la inversa?; ¿Aquellos que inmediatamente no nos gustan?; ¿Que todo lo que hacen parece errado?.
Pues bien, estos son los amigos y enemigos del pasado que reencontramos. No nos acordamos de ellos, porque pueden ser muy diferentes de lo que eran. Pero guardamos dentro de nosotros el secreto conocimiento de su existencia, y de los motivos que tenemos para estar juntos de nuevo.
¿ Recordar el Pasado Ayuda ?
Otro aspecto interesante ocurre cuando pensamos lo que haríamos con el conocimiento del pasad, si nos recordásemos de todo? Todos deben conocer todos los aspectos de la vida. Así, todos pasan por etapas como ricos, pobres, saludables, enfermos, etc. No importa como vivimos, sino lo que hacemos de nuestras vidas. Pero aquí, entre nosotros, a quien no le gustaría saber que ya fue rey?
No sería bueno, cuando conversase con otra persona, mencionar, así por encima, que ya gobernamos todo un reino. Que tuvimos mil sirvientes a nuestra disposición, para atender todos nuestros deseos. ¿No sería bueno?.
Claro que sería, ¿pero eso sería útil?. Ahí está la gran cuestión. Dios respeta nuestra voluntad a través del libre arbitrio, pero quiere lo mejor para nosotros, imponiéndonos límites para evitar que nuestro orgullo y vanidad nos atrape. Respóndame usted, ¿cómo se sentiría sabiendo que ya fue reina un día, a la hora de lavar la ropa?. Recordando, en cuanto toma el ómnibus lleno de gente, que hubo una época en la que hombres fuertes le cargaban para cualquier lado a donde fuese?. ¿ Será que ese recuerdo ayuda o desbarata?.
Y no son solo las cosas buenas, no. Imagine entonces cómo se sentiría al hablar con alguien que usted supiese que la mató en otra vida?. ¿No se sentiría humillado?. ¿ No imaginaría si él no querría venganza?. ¿ No tendría su conciencia cobrándole todo el tiempo?
Orgullo y humillación. Estos serían los resultados de estos recuerdos. En nada ayudarían para nuestra evolución. Sólo estorbarían. Dios sabe lo que hace.

Estamos Siempre Juntos

Si encarnamos, como ya dijimos, es para aprender cosas nuevas y corregir los errores del pasado. Por eso estamos siempre rodeados por aquellos con quienes convivimos en otras vidas. ¿ Pero sería fácil perdonar a una persona que nos hizo un gran mal en el pasado, aunque hoy fuese alguien próximo, como un padre, un hermano,  incluso un hijo?.

Voz de la Conciencia

Dios nos dio lo que realmente necesitamos. Es la capacidad de saber lo que es cierto o equivocado. Nos quitó el recuerdo del pasado, que en nada nos ayuda. Es aquello que llamamos conciencia, es el recuerdo interior de lo que hicimos y de la que precisamos. Así, no importa saber quienes fuimos o que hicimos en otras vidas. Lo que importa es aprovechar el tiempo de encarnado, que es corto y raro, para corregir nuestras tendencias, nuestros defectos. Si, porque cambiar malos hábitos es cosa difícil y complicada. Noo es de un día para otro que dejamos de fumar, de comer demás, de hablar mal de prójimo, de ser prejuiciosos.
Nadie se vuelve santo de un día para otro. Es un trabajo árduo, difícil, lento, que comienza con la actitud, y que con la repetición de esa actitud se vuelve un hábito, y que con más repetición se vuelve un sentimiento, para ahí, incorporarse de modo definitivo.
¿ Podemos Recordar?

Finalmente, una última cuestión nos surge: ¿ Podemos recordar, de alguna forma, el pasado?. La respuesta es que sí. Antes debemos considerar que Dios solo quiere lo mejor para nosotros. En función de eso, Él sabe que, algunas veces, una pequeña revelación aquí, un flash del pasad allí, pueden auxiliar a alguien que esté perdiendo el rumbo, que no esté oyendo bien lo que su conciencia le dice. Todo siempre con un propósito definido, y no para solamente suplir curiosidades sin uso práctico.
Eso significaría que nunca podríamos saber de nada. Los tiempos actuales muestran que no es así. Como ya dije, Dios, en su infinito amor y bondad, respeta nuestra voluntad, hasta cuando queremos algo que nos pueda perjudicar. Él indica el camino, pero los pasos son siempre nuestros. Con el aumento del conocimiento de la ciencia, naturalmente el hombre va entrando en caminos antes imposibles. Hoy tenemos técnicas desarrolladas por médicos y psicoanalistas, conocidas como "Regresión a Vidas Pasadas", que permiten ir mucho más allá de lo que normalmente sería posible.
Las personas que están inmersas en estos procesos no siempre son tan esclarecidas en cuanto a las verdades y necesidades del individuo ante su vida espiritual, de modo que pueden proporcionar revelaciones no siempre útiles para las personas. ¿ Es bueno o es malo?. Solo Dios y la persona que pasa por eso, lo pueden decir. No podemos juzgarlos, pero si pensamos un poco, no lo que ya fue discutido, de la utilidad de saber detalles de otras vidas, vamos a concluir que este conocimiento debe tener límites, de lo contrario quedaremos ofuscados con la verdad.

Mira Tu Presente

Para aquellos que tuvieron la curiosidad de saber lo que fueron en el pasado, pero no querían enfrentar las consecuencias del exceso de información, los libros de la codificación nos dan una pista preciosa.
Preciosa porque está basada en informaciones que ya tenemos, por tanto sin miedo de saber lo que no es bueno.El Espíritu de Verdad  nos dice, literalmente: " Si quieres saber como fue tu pasado, mira tu presente, todo lo que pasas hoy es resultado de lo que hiciste ayer".¿Entonces, cómo es eso?. Basta recordar las Leyes de Dios, la Ley de Causa y Efecto y la ley de Justicia. La primera dice que todo lo que hacemos tiene un efecto, si hacemos cosas buenas, resultan en cosas buenas;  si hacemos cosas no tan buenas, resultan en cosas no tan buenas.
La segunda garantía de que todo lo que hacemos, de bueno o de malo, retornará para nosotros en su exacta medida. Ahora, miremos nuestra vida, ¿ qué nos acontece de malo?. Serán las cosas malas que hicimos. ¿Qué nos acontece de bueno?. Serán las cosas buenas que hicimos.¿ El que nos gusta hacer?. Serán las cosas que más hicimos en el `pasado.  ¿ Lo que no nos gusta hacer?. Serán las cosas en las que fracasamos en el pasado. ¿ Lo que nos acontece siempre y siempre?. Es la lección que no aprendimos y que estamos dispuestos para grabar. ¿ Lo que nunca nos acontece? Son las lecciones aprendidas, que no precisan ser repetidas más.

Conclusión

El pasado es bueno, porque nos trajo hasta aquí, en donde estamos hoy. De acierto en acierto, de error en error, fue lo que nos hizo lo que somos hoy. Y si debemos aprender a amarnos, a aceptarnos como somos, debemos entonces aceptar nuestro pasado. Pero lo mejor del pasado es donde él está, en el pasado, cerrado a nuestros ojos hasta el momento en que podremos afrontarlo. Así, mirar para él para evitar caer en nuestros errores es bueno, pero nuestro foco de atención debe ser siempre el futuro. Si Dios prefirió esconderlo de nosotros, Él, el Creador del Universo, el Padre Amoroso, el Principio Fundamental de todas las cosas, entonces es porque eso es lo mejor para nosotros. Debemos pues, aprender a aceptar Sus designios, entender lo que Él quiere de nosotros, y que hacer eso es lo mejor que podemos hacer.
Palestra “Olvido del Pasado”
– 16/Nov/1996 – Ednilsom Montanhole

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  ¿ CUAL ES LA SUERTE DE LOS NIÑOS QUE MUEREN EN TIERNA EDAD ?

El  Espiritismo responde 

Nadir indaga sobre cual es la suerte de las criaturas que mueren en edad temprana.

Separado del cuerpo físico, como resultado de la desencarnación, el Espíritu vuelve, en la mayoría de las veces, a reencarnar después de intervalos mas o menos largos, intervalos esos que pueden durar desde algunas horas hasta varios siglos, no existiendo, en ese sentido, límite determinado. Esos intervalos pueden   prolongarse, pero jamás serán perpétuos.
En cuanto que al Espíritu le aguarda una nueva encarnación, el desencarnado queda en estado de erraticidad, estado en el que espera nuevas oportunidades y aspira a un nuevo destino, pero, al contrario de la creencia común, no queda inerte, sin ninguna tarea a ejecutar. La enseñanza espírita sobre la vida del más allá del túmulo, muestra que en el espacio no hay lugar alguno destinado a la contemplación esteril, la beatitud ociosa. Todas las regiones del espacio están pobladas por Espíritus laboriosos. Él puede, por tanto, en la condición de Espíritu errante, progresar mucho y conquistar nuevos conocimientos, lo que dependerá naturalmente de su mayor o menor voluntad. Entre tanto, será en la condición de Espíritu encarnado cuando tendrá la oportunidad
 de poner en práctica las ideas que adquirió y realizar, efectivamente, el progreso que está buscando. En lo tocante a la situación de la criatura en la vida post-mortem, enseña el Espiritismo que, por regla general, tal como acontece con el Espíritu de una persona adulta, el Espíritu de la criatura muerta en una edad temprana vuelve al mundo espiritual y asume su condición precedente, salvo si tiene que reencarnar en un plazo de tiempo más corto, cuando podrá entonces conservar la forma infantil y permanecer en instituciones especialmente destinadas a cuidar de niños desencarnados. El Espíritu cuya existencia se interrumpió en el periodo de la infancia, recomenzará, de ese modo, una nueva existencia, que ocurrirá en la época que sea juzgada como más conveniente para su progreso. Si no tuviese la oportunidad de reencarnar, quedaría estancado, al margen del proceso evolutivo, hecho que no correspondería a la justicia de Dios. Con la posibilidad de una nueva encarnación, la oportunidad de progresar es real e igual para todos.

Rev. "O Inmortal" Abril 2006

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             CONEXIONES SOLIDARIAS

Christian McPhilamy, un niño de 8 años, de Melbourne, estado de Florida, EEUU, decidió dejar que su pelo creciera, a fin de hacer pelucas para niños con cáncer. McPhilamy tuvo la idea hace unos años, viendo un anuncio de cáncer pediátrico. En esa ocasión descubrió que los niños se quedaban calvos con la quimioterapia y que podría ayudarles donando sus propios cabellos. Para ello, dejó crecer su pelo. Su melena se hizo tan larga que empezó a sufrir acoso en la escuela, no obstante, soportó las críticas y el asedio moral. Fueron dos años de provocaciones de colegas y adultos que lo llamaban niña. Cuando los mechones ya estaban bastante largos, él se afeitó la cabeza y donó 30 centímetros de pelo a una institución que hace pelucas gratuitas para niños con cáncer. También sobre el mismo asunto, en Irán, el profesor Ali Mohammadian percibió que Mahan Rahimi, de 8 años de edad y alumno suyo, era portador de una enfermedad rara que provoca la pérdida de pelo. Rahimi se aisló tras haberse quedado calvo. Su alegría desapareció completamente y el profesor, preocupado con el rendimiento escolar del niño debido al bullying, decidió afeitarse la cabeza y quedar calvo como el niño a fin de dar un “basta ya” a las agresiones verbales y físicas que Mahan sufría en el colegio. Algunos días después, inspirados por el profesor, todos los compañeros de clase de Mahan decidieron afeitarse la cabeza también, generando una onda de solidaridad que sorprendió a todos. La valiente actitud del profesor fue ampliamente divulgada en los medios de comunicación de Irán y Ali Mohammadian se convirtió en un héroe nacional. Al visitar al enfermo en el lecho de un hospital, cuando extendemos las manos al preso en la cárcel,  al remitir una tarjeta de “feliz cumpleaños” a un amigo, al donar las provisiones de la cesta básica a una familia carente, cuando telefoneamos a alguien que no vemos desde hace mucho tiempo, cuando prestamos atención al prójimo, establecemos un vínculo solidario. Obviamente, la solidaridad es una palabra que asombra a los individualistas, porque provoca la movilización de recursos en favor del prójimo, sin embargo, les guste o no, es la ley de la asistencia mutua y de la dependencia recíproca, sin la cual todo progreso, en el planeta, es prácticamente imposible. La Ley que rige las relaciones sociales impulsa al hombre a la solidaridad y al amor, chispa sublime que todos, sin excepciones, tenemos en el corazón, dado que un hombre, por más abominable que sea, dedica a alguien, o a un animal o a un objeto cualquiera, vivo y ardiente afecto. Allan Kardec preguntó a los Espíritus:  “El hombre, al buscar a la sociedad, ¿obedece tan sólo a un sentimiento personal o hay en ese sentimiento un objetivo más general de la Providencia? Los Benefactores esclarecieron: El hombre debe progresar. Solo, no puede hacerlo, porque no posee todas las facultades. Necesita el contacto con los demás. En el aislamiento, se embrutece y se marchita”. [1] Ser solidario es sentir la necesidad íntima de dividir algo o alguna cosa con el prójimo. Solidarizarse es el anhelo de identificación con las dificultades de los demás, que lleva a las personas a auxiliarse mutua- mente. Es el compromiso por el cual nos percibimos en el comprometimiento de ayudarnos unos a los otros. Sin el debido culto a la solidaridad nuestros pasos, por más firmes que sean, solo encontrarían adelante intranquilidad y agitación, discordia y destrucción. Todo es interdependencia y sustentación reciproca en toda la  naturaleza, para que disfrutemos la experiencia de la existencia física rumbo a la noble elevación de la in- mortalidad vencedora. En Devon, Inglaterra,  la señora   Molly-Mole Povey, preocupada con su hijo Roman que se quejó de no tener amigos en la escuela, Actualidad Espiritista 9 decidió colgar un mensaje en Facebook, solicitando a las personas que deseasen un “feliz cumpleaños” a su hijo. El mensaje de Molly “se hizo viral”[2] y centenares de tarjetas llegaron a casa de la familia, incluso de lugares tan distantes como Nueva Zelanda, Dubai, Finlandia, Dinamarca, Egipto, Noruega, Alemania y Australia. En realidad, Molly-Mole esperaba sólo que algunas personas de la escuela enviasen una tarjeta “virtual” a su hijo, pero (el post) fue muy compartido   y personas del mundo entero  se ofrecieron para enviar tarjetas de “feliz navidad”. Esa es la prueba cabal de  que el ser humano tiende a la solidaridad. Aristóteles, el filósofo griego, afirmó que “el hombre es un animal social”, es decir, él no se basta a sí mismo, pues (re)nació para interactuar con sus semejantes. Emmanuel enseña que la Tierra debe ser considerada una escuela de solidaridad para el perfeccionamiento y la regeneración de todos nosotros. “En el dolor como en la alegría, en el trabajo feliz como en la experiencia escabrosa debemos considerar la reencarnación como un proceso de sublime aprendizaje fraterno, concedido por Dios a sus hijos, en el camino del progreso y de la redenci- ón.”[3] Sin embargo, diversas criaturas, de un modo general, aun tienen mucho de la tribu, encontrándose encarcelados en los instintos propiamente humanos, en la lucha de las posiciones y de las adquisiciones, dentro de un egoísmo casi feroz, como si guardasen consigo, indefinidamente, las herencias de la vida animal. “La fraternidad [solidaridad] conquista una nueva expresión en lo íntimo de la criatura, a fin de que el Espíritu pueda alzar el gran vuelo hacia los más gloriosos destinos.” [4] La fraternidad [solidaridad] puede traducirse “por cooperación sincera y legí- tima, en todos los trabajos de la vida, y, en toda cooperación verdadera, el personalismo no puede subsistir, resaltando que quien coopera cede siempre algo de sí mismo, dando el testimonio de abnegación, sin la cual la fraternidad no se manifestaría en el mundo, de modo alguno.” [5] Dentro de los auténticos manifiestos cristianos nace la solidaridad, que sólo puede ser ejercida por los que no viven sólo para sí. Atendamos a los impositivos de la solidaridad y comprendamos que la Ley Divina en ningún momento nos sugiere un aislamiento que, en realidad, es siempre egoísmo, aun cuando nos ausentemos de la batalla humana, bajo la argumentación de cultivar la virtud y garantizar la fe. Observemos que la propia familia consanguínea es un orden de auxilio mutuo. Nadie reencarna sin el desvelo de la cuna y la cuna es sucesivamente el desvelo de la madre, el sostén del padre a deshacerse en disposiciones de paz y luz. La solidaridad es una actitud que tiene una función preponderante en esta batalla trabada por el hombre contra sí mismo. Algunos infelizmente permanecen  bajo el yugo de la soledad, del estar en sí mismo, en el seno de un agrupamiento de siete mil millones de personas. Ser solidario es acudir incondicionalmente a los que carecen de ayuda. No podemos caer en la fosa profunda del egoísmo, o sea en la fosa que la experiencia ya demostró no ser tapada por bienes materiales. Un agu- jero que solo puede ser lle- nado por una vida honrada, cuyo designio básico es ser solidario, por el simple placer de serlo. 
-Jorge Hessen -

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MANIFESTACIONES VISUALES DE LOS ESPÍRITUS


De todas las manifestaciones espiritistas, las más interesantes son, sin contradicción, aquellas por las cuales los Espíritus pueden hacerse visibles. Se verá por la explicación de
este fenómeno que, como los otros, nada tiene de sobrenatural. A continuación ponemos las respuestas que con este objeto han dado los Espíritus.

1. ¿Los Espíritus pueden hacerse visibles?
Sí, sobre todo durante el sueño; sin embargo, ciertas personas los ven también durante la vigilia, pero es más raro.


Observación. – Mientras que el cuerpo descansa, el Espíritu se desprende de los lazos materiales; es más libre y puede más fácilmente ver a los otros Espíritus con los cuales entra en comunicación. El sueño no es más que el recuerdo de este estado; cuando uno no se acuerda de nada, se dice que no ha soñado, pero el alma no ha dejado de ver y gozar de su libertad. Nosotros nos ocupamos más especialmente aquí de las apariciones en estado de vigilia.

2. Los Espíritus que se manifiestan a la vista, ¿pertenecen más bien a una clase que otra?
No, pueden pertenecer a todas las clases, a las más elevadas como a las más inferiores.

3. ¿Es dado a todos los Espíritus el manifestarse visiblemente?
Todos lo pueden; pero para esto no tienen siempre el permiso ni la voluntad.

4. ¿Cuál es el fin de los Espíritus que se manifiestan visiblemente?
Esto depende de su naturaleza; el fin puede ser bueno o malo.

5. ¿Cómo puede darse este permiso cuando el fin es malo?
Entonces es para probar a aquellos a quienes se aparecen.
La intención del Espíritu puede ser mala, pero el resultado puede ser bueno.

6. ¿Cuál puede ser el fin de los Espíritus que tienen mala intención haciéndose ver?
Asustar y muchas veces vengarse.

– ¿Cuál es el de los Espíritus que vienen con buena intención?
Consolar a las personas que lamentan su ausencia, probar que existen y están cerca de vosotros, dar consejos y algunas veces reclamar asistencia para ellos mismos.

7. ¿Qué inconveniente habría en que la posibilidad de ver los Espíritus fuese permanente y general? ¿No sería esto un medio de quitar las dudas de los más incrédulos?
Estando el hombre constantemente rodeado de Espíritus,su visión incesante le alteraría, le mortificaría en sus acciones y le quitaría la iniciativa en la mayor parte de los casos, mientras que creyéndose solo obra más libremente. En cuando a los incrédulos, bastantes medios tienen de convencerse si quieren
aprovecharse y si no les ciega el orgullo. Sabéis muy bien que hay personas que han visto y que por esto no creen más, puesto que dicen que son ilusiones. No os inquietéis por estas gentes; Dios se encarga de ellas.

Observación. – Habría tanto inconveniente en verse constantemente en presencia de los Espíritus, como en ver el aire que nos rodea, o los millares de animales microscópicos que pululan alrededor de nosotros y sobre nosotros. De donde debemos deducir que lo que Dios hace está bien hecho y que sabe mejor que nosotros lo que nos conviene.

8. Si la visión de los Espíritus tiene inconvenientes, ¿por qué se permite en ciertos casos?
Con el fin de dar una prueba de que todo no muere con el cuerpo, y que el alma conserva su individualidad después de la muerte. Esta visión pasajera basta para dar esta prueba y atestiguar la presencia de Espíritus amigos a vuestro lado; pero no tiene los inconvenientes de la permanencia.

9. ¿En los mundos más avanzados que el nuestro la visión de los Espíritus es más frecuente?
Cuanto, más se acerca el hombre a la naturaleza espiritual,más fácil entra en relación con los Espíritus; lo grosero de vuestra envoltura es lo que hace más difícil y rara la percepción de los seres etéreos.

10. ¿Es racional asustarse por la aparición de un Espíritu?
El que reflexiona debe comprender que un Espíritu,cualquiera que sea, es menos peligroso que un viviente. Por lo demás, los Espíritus van por todas partes y no hay necesidad de verlos para saber que podéis tenerlos a vuestro lado. El Espíritu que quisiera dañar puede hacerlo sin dejarse ver y quizás más aún; no es peligroso porque sea Espíritu, sino más bien por la influencia que puede ejercer sobre el pensamiento desviando del bien e induciendo al mal.

Observación. – Las personas que tienen miedo en la soledad o en la oscuridad, raras veces se dan cuenta de la causa de su espanto; no podrían decir de qué tienen miedo, pero seguramente deberían temer más el encuentro de los hombres que el de los Espíritus, porque un malhechor es más peligroso vivo que después de su muerte. Una señora conocida nuestra tuvo una noche en su cuarto una aparición tan bien caracterizada, que creyó en la presencia de alguien, y su primer movimiento fue de espanto. Habiéndose asegurado que no había nadie, dijo para sí: “Parece que esto no es más que un Espíritu;
puedo, pues, dormir tranquila”.

EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS. ALLAN KARDEC

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 COMPRENDER Y PERDONAR 

Hijos, la comprensión es la virtud que os predispone naturalmente al perdón. Comprended para perdonar. No conservéis resentimientos en el corazón, sabiendo que aquel que os decepciona es un compañero vencido por sus propios conflictos. 

No exijáis a las otros, infalibilidades. 

Los amigos que siguen a vuestro lado, cuales os acontecen, son espíritus señalados por muchas limitaciones, aparentando exteriormente lo que aún no son. Compadeceos de los males ajenos, no sobrecargando los hombros de aquellos que avanzan, soportando mal el peso de la cruz. 

No condicionéis vuestra conducta en el bien a la conducta de quien quiera que sea; que vuestra fe no dependa de la demostración de fe de los que os inspiran en la jornada… 

Solamente en Jesús Cristo deberéis encorajaros en la lucha. 

Los hermanos de creencia espírita, principalmente los que se encuentran sirviendo en la mediumnidad y los que ocupan posiciones de liderazgo, son, al final, espíritus comprometidos con el pasado: ninguno de ellos se encuentra inmune al asedio de las tinieblas. 

No es raro, el personalismo y la vanidad apenas ocultan en las almas una estameña de llagas… 

Los que intentan brillar para el mundo están lejos de poseer luz propia. 

A rigor, muchos de nosotros no estamos aún siquiera preparados para una mayor proximidad con el Cristo — la posibilidad de semejante convivencia más estrecha nos llevaría al delirio. 

Quien, desde hace siglos, se habituó en las sombras, solo poco a poco se acostumbra a la claridad. 

El hombre sin mayor entendimiento del Evangelio transfiere su ambición concerniente a las cosas materiales para las cosas divinas. 
¿Los apóstoles no llegaron a disputar entre si la primacía de estar, en el Reino Celeste, al lado del Señor? 

Así, tomad vosotros mismos la iniciativa de la ejemplificación y del coraje de vivir, de forma irreprensible, la creencia que abrazasteis. 

Bezerra de Menezes.

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