Coherencia Espírita
LIBRE ALBEDRÍO.
A cada momento el Espíritu está haciendo, modificando, renovando su destino. Los pensamientos y los actos son sus agentes importantes, responsables de las alteraciones que le concernirá vivir en el suceder de los días.
Y esto es porque a cada acción, le corresponde una reacción equivalente.
No obstante el destino feliz que a todos nos está reservado por las leyes divinas, el avanzar, estacionarse en el camino o retrasar el momento de disfrutar, de beneficiarse con la felicidad, depende del ser, de su decisión.
Destinado a la gloria espiritual ?determinismo irreversible-, el ser marcha por la senda que más le place, dado que adquirió el discernimiento ? libre albedrío.
No existe nadie que se encuentre predestinado al mal, a la desgracia. La ingenua concepción en torno de los que fueron creados para la desdicha, no posee la menor fundamentación.
La escala evolutiva, en su inabordable ascensión, se sostiene de las conquistas personales en las que el Espíritu se afirma en un peldaño de victoria, a fin de poder subir al próximo, y así sucesivamente. Cada paso le da más fuerza y experiencia para el cometido inmediato. Cada nueva empresa, es el resultado de la conquista anterior.
No retrocediendo nunca, por cuanto las conquistas son adquisiciones inalienables que se graban en lo íntimo, puede, entre tanto, estancarse por tiempo indefinido en cualquier situación a la que se ligue por procesos negativos y gravámenes de los que solamente se liberará cuando se resuelva superar el impedimento y resarcir los males que haya hecho.
Hay personas que se embrutecen de tal forma y de manera tan sorpresiva, tanto se comprometen con los errores, que parecen haber retrocedido en la escala evolutiva a la faja primitiva. Con todo, pese a la suma de desaciertos o al impulso hacia la locura que de ellas se posesiona sus experiencias nobles y sus conquistas, no se pierden, imponiéndoles, por el contrario y gracias a ello, una mayor suma de responsabilidad, una más severa necesidad redentora, que se exigirá, después, en el crisol del futuro depurador.
¿No vemos madres, padres, hijos duramente humillados, maltratados en su amor por aquellos afectos que les amargan todos los minutos y que los cubre de injurias en todos los instantes, sin descorazonarse en su dedicación, sin una palabra de queja o de censura, justificando, más bien, a los que los escarnecen y flagelan, excusándolos con argumentos, que no corresponden a la verdad? ¿No encontramos criaturas inmovilizadas en prolongadas parálisis o lamentado dolorosas cegueras, o siendo mudas con el semblante iluminado por dulce resignación, con lo cual bendicen al dolor? ¿No enfrentamos a encarcelados, sufriendo penas injustas, sin quejas ni pruritos de autopiedad, en elocuentes posiciones heroicas? ¿No admiramos a portadores de enfermedades irreversibles, dolorosas, abiertas en llagas purulentas, nauseabundas, durante años, sin irritación ni rebeldía?
¿Y qué decir de los que transitan en la miseria económica o social, portando buen humor y esperanza, pareciendo felices? ¿Cuántos otros soportan las dolorosas imposiciones de un trabajo exhaustivo y humillante, dando gracias por tener el honor de conseguir honradamente el magro pan de cada día? ¿No hay muchos que deambulan en medio de una soledad asfixiante, con el alma pronta a estallar de ternura, sedientos del cariño que no encuentran, transformando las horas de su propia angustia en sonrisas en los labios ajenos?
Ellos sienten o saben que se están irguiendo del abismo al que se precipitaron por egoísmo, por el descrédito de las soberanas leyes, en la ansiosa búsqueda de la ascensión. En la noble tentativa en que se encuentran, no les faltan manos espirituales generosas que los socorren, benévolas, en nombre del Padre. Cayeron, sí, pero no obstante, se esfuerzan por evolucionar, recuperando el tiempo mal aplicado en la saña de la locura.
Vienen a vivir voluntariamente, aquellos que espían problemas equivalentes, empero, bajo la lluvia de hiel e injurias que exteriorizan, o azotados por sorda rebeldía que los humilla, porque no pueden huir del yugo purificador al que están sometidos por las actitudes groseras y el desacato que tuvieron para con la vida. Evolucionan penosamente, en trances de difícil superación. Beben la copa llena de ácidos que escaldan el corazón y la mente como brasa viva, y que son los elementos que precisan para templar sus propios sentimientos.
Evolucionan, por medio del dolor, en aquello que no supieron o desdeñaron conseguir por amor.
El atentado al orden resulta de la desarmonía del equilibrio que rige en todo y en todas partes. Quien arbitrariamente lanza golpes contra el orden, sufre la natural consecuencia, y ese es el azote del dolor que despierta y corrige, educa y eleva hacia el aprendizaje elevado y los emprendimientos trascendentales.
No es necesario que alguien se transforme en instrumento de la justicia cuando es herido. La opción de hacerlo, le acarreará lamentables problemas que deberá soportar más tarde.
El mal perpetrado contra alguien, no se dirige solamente hacia la individualidad deseada, sino al organismo general en el que aquella se moviliza. El problema pasa, entonces, a pertenecer al grupo afectado. Por esa razón, a la víctima le cabe siempre la actitud del perdón, por cuanto, si responde al mal que sufrió con otro mal, se torna agresor, actuando así en la orbita de aquel que lo hirió. Aún así, si no perdona y su agresor se renovó en la práctica del bien, ya está reparando el mal antes realizado; no se le aplica el impedimento del progreso, porque el afectado original permanezca en la porfía del desagravio personal... El odio que se consagra a otro, no es dificultad para el acceso a escalas superiores de quien padece sus petardos.
Las acciones edificantes, los gestos de renunciamiento, de abnegación, sacrificio, y caridad se sobreponen a las labores tumultuosas, perjudiciales, viciosas.
El bien es más importante que el mal. La luz tiene más poder que la sombra.
Para alcanzar las conquistas del espíritu, en cada experiencia reencarnatoria, le son previstas, en razón de las adquisiciones logradas en uno como en otro campo del bien o del mal practicado, determinadas imposiciones punitivas por las que deberá pasar, a fin de eliminar los gravámenes desdichados que lo tornaron infeliz. Sin embargo, esto nunca sucede con carácter absoluto. El determinismo es flexible, salvo raras excepciones que siempre son examinadas, coordinadas y alteradas por los responsables en los procesos reencarnatorios de los que buscan la Tierra para un aprendizaje edificante y libertador.
En los planes de las experiencias humanas, debido a los cambios de comportamiento de los reencarnados, que se producen por su libre albedrío, son alterados con asidua frecuencia, sucesos y socorros, dolores y problemas programados, abreviándose o concediéndose moratoria al descanso de aquellos que se sitúan en uno o en otro campo de ésta o de aquella necesidad...
Jamás se debe olvidar que las leyes que rigen la vida son de amor, pero también son la base de justicia donde se asienta la misericordia de Nuestro Padre Creador.
Lo que parece un determinismo infeliz y que resulta de las llamadas desgracias terrenales: desastres, desencarnaciones inesperadas, enfermedades, abandonos, sufrimientos, pobreza, de manera alguna son infortunios reales, sino procesos metodológicos de disciplina moral para los condenados, los deudores inveterados, mediante los cuales son advertidos por las fuerzas superiores, a fin de que se inclinen hacia los deberes nobles y se reconcilien con sus conciencias y con el prójimo que pisotearon y subordinaron... Los infortunios, son los actos que los llevaron a tales correctivos y no los medicamentos providenciales para lograr la depuración de los descalabros cometidos, de las sandeces perpetradas...
Como auxiliares valiosos del libre albedrío, el hombre posee el discernimiento, la razón, la tendencia al bien, la irresistible atracción hacia la felicidad... contra él, está el pasado espiritual, el atavismo animal, la preferencia al error como resultante del hábito y del comodismo al que se aferra... A fin de que no se demore por tiempo indefinido en el error, las leyes sabias determinan las experiencias dolorosas que funcionan como técnicas de evaluación de las conquistas morales para su progreso, su evolución.
Ningún espíritu conseguirá marginarse indefinidamente, entregándose a sí mismo. Cuando su opción infeliz lo embrutece y la vileza lo maltrata, es alcanzado por los impositivos del progreso y, a través de penosas y santificantes expiaciones, desarrolla las superiores aptitudes innatas con que abre las alas de la santificación, alzando vuelo rumbo al progreso.
Redescubre y reencuentra el placer del bien del que se distanció y anhela por la emoción de recuperarse más fácilmente. De aquí surgen las conmovedoras probaciones que solicita en las cuales se agiganta, ganando la redención y enseñando valor a los debilitados en la lucha, a los combatidos en el esfuerzo rehabilitador, puesto que tal es la conciencia de que se hace portador, en el ansia de ser dichoso...
Gracias a los esfuerzos realizados y a los triunfos logrados luego de las sucesivas pruebas victoriosas, obtiene méritos para realizar tareas misioneras que lo traen nuevamente a la tierra, a la que dignifica y bendice con estoicismos conmovedores y abnegaciones insuperables.
Muchos de ellos no se permiten alegrías en cuanto no reconquistan a los que ofendieron, rehaciendo el camino a su lado, ofreciéndoles venturas sobre el dolor y alegría mas allá del lago de las lágrimas. Por lo tanto, se sumergen en un cuerpo somático en sublimes anonimatos, dotados de elevados valores que brillan en el lodo donde aquellos se movilizan, salvando a las antiguas víctimas aún intoxicadas por la rebeldía y por la venganza.
Solamente después de elevarlas a la planicie de la esperanza y de rescatar directamente con ellas los errores, no obstante ya se hayan lapidado y ennoblecido frente a la vida, es que parten hacia otros rumbos...
Por lo tanto, las pruebas espontáneamente aceptadas, representan conquistas, ajustes entre los Numens Tutelares y los espíritus que reencarnan, consustanciados en el libre albedrío de éstos.
Las expiaciones, son las terapéuticas quirúrgicas enérgicas, rigurosas, impuestas por el determinismo de las leyes por el bien de aquellos que se dejaron arrastrar en las mallas del egoísmo descontrolado, de las locuras indebidas, de la insensatez prolongada.
Se yuxtaponen, se coordinan, se comprometen en un bienaventurado programa que tiene como objetivo la felicidad y la paz de los hombres.
Por lo tanto los pensamientos, los actos, son los agentes responsables de los éxitos y desdichas que pesan sobre la conciencia de cada criatura.
Lo que haya sucedido de mal, no está irremediablemente hecho, ya que enseguida fulge la oportunidad de la recuperación.
Es verdad que el tiempo urge para ser aprovechado y que no vuelve en las mismas circunstancias, con semejantes requisitos, en iguales condiciones. Entretanto, el esfuerzo personal, aliado al interés por la edificación íntima, crea los factores propicios para que en otro espacio de tiempo, se modifiquen las estructuras negativas, se deshagan las construcciones perjudiciales, se minimicen las consecuencias de lo ya hecho, produciéndose los mecanismos favorables en pro de lo que se irá a hacer.
Siempre hay esperanza en el cielo del hombre que se decidió por la verdad.
La luz del bien brilla imperecedera en la cúpula de la vida.
Podéis hacer todo lo que yo hago y mucho más, si quisierais" afirmó Jesús.
A pesar del destino de glorias imprevisibles que está reservado para todos, la decisión de usufructuarlas hoy o más tarde dependerá de cada ser, sin olvidarnos que el " reino de los cielos es tomado por asalto ", perteneciendo a aquellos que se resuelven romper con la indecisión, con la incertidumbre y el comodismo, los cuales avanzan con intrépido amor, en una libre opción por alcanzar la culminación del determinismo de las leyes divinas.
Juana de Ángelis - Mensaje Psicografiado por Divaldo Pereira Franco
*****************************************
"NO SIEMPRE TENDRÁS LO QUE DESEAS, PERO EN CUANTO ESTÉS AYUDANDO A LOS OTROS, ENCONTRARÁS LOS RECURSOS QUE PRECISAS".
- CHICO XAVIER -
*********************************************
LOS IDIOMAS
Médium: Margarita Maynes de Martinez.:
Comunicación de un espíritu, que nos habla de los idiomas y su evolución y falta de entendimiento y nos hace reflexionar y meditar sobre el mismo, pero leamos lo que nos dice:
"Me recibisteis en amor y la ley me permite volver entre vosotros.
Ahora sabréis algo de mi última vida. Soy Iván Sokolov.
Nací en Cracovia el año de 1822, de padres rusos y fui el niño misterioso, pensativo, que buscaba algo y no lo encontraba, que no fue alegre porque no lo alegraban los de sus compañeros; era el niño raro, el niño triste, el niño solitario ¿Por qué? porque en mi mente bullían ideas extrañas y no propias de mí.
Era un buscador de impresiones, de orígenes; era un niño que quería saber algo más de lo que le permitían sus pocos años.
Así crecí, solitario, era el niño raro, malhumorado, misántropo porque me molestaba la compañía de los otros muchachos. Nunca fui alegre y seguía pensando, pensando…
Fui hijo de una familia que ya se había despojado del prejuicio religioso y me dejaba en libertad para escoger el camino que yo quisiera; pero cuantos caminos había frente a mí.
Me hice adolecente y estudie profundamente todas las ideologías, porque la filosofía era lo que más me interesaba. ¿A dónde iba a dar?
Mis padres se preocupaban por tener en mi algo que no podían comprender y cuando fui ya un hombre, que decepciones sufrí, que amarguras; no encontraba lo que buscaba; me pasaba horas enteras con mi cigarro viendo los giros que tomaba el humo y entonces seguía aquellos giros como si fueran pensamientos míos.
Os he hablado del pensamiento y ahora quiero extenderme un poco más, porque el pensamiento crea la idea, no crea la imagen porque la imagen nos viene por un recuerdo de la memoria material o por un recuerdo de la memoria espiritual.
¿Qué es la memoria? ¿Qué es el pensamiento? ¿Qué es la palabra y que es el verbo? Es el medio de comunicación de los hombres entre sí; el verbo fuerte, el verbo hermoso, el verbo florido que usan los hombres cultivados ¿pero es siempre necesario usar de la palabra para comunicarse entre sí?
Estos eran los pensamientos me hacían aparecer falto de razón, y fui internado en un Sanatorio, y allí pude entregarme de lleno a mis estudios filosóficos, pero no me bastaba lo que yo leía porque no encontraba lo que buscaba; la palabra, la idea, el pensamiento ¿y origen de todo esto donde estaba? ¿De dónde emanaba ese pensamiento? ¿Era eso, acaso, el halito del Creador mismo?... el pensamiento que forma las frases, el pensamiento que ayuda y se trasmite por medio de la palabra… la palabra de muchos idiomas, porque los idiomas se van formando con el desarrollo de los pueblos, según las características de cada raza, porque el clima, la bondad de la tierra, la belleza del paisaje, hacen que los hombres se comuniquen por medio de vocablos dulces, cariñosos, unidos, y fue así como surgió el latín, como surgió el italiano y como surgió también el español; pero los idiomas bávaros, los idiomas sajones son propios de los climas duros, son propios de esos lugares donde la vía es difícil y donde el hombre se enfrenta a grandes peligros y tiene que luchar y sacrificarse y precisa muchas vidas para lograr ganar una, y de ahí viene el vocable fuerte, el vocablo gutural de los otros idiomas. ¿Comprendéis ahora porque hay tal diversidad de idiomas en el mundo Tierra?
En los mundos superiores hay un solo idioma porque en esos mundos todo es placido, todo es dulce, todo es agradable y los hombres tienen que reflejar la bondad del ambiente en vocablos dulces, unidos, ligados, cadenciosos, llenos de melodía, que son, a veces, como canto de aves.
En los mundos atrasados son rugidos, son blasfemias, y todavía en el mundo Tierra los hombres las usan y se comunican así con palabras soeces, con palabras vulgares, con vocablos rudos como si fueran golpes de látigo.
Cuanto influye el progreso de un mudo para todas las manifestaciones del pensamiento del hombre, y vendrán a la Tierra los hombres cultivados, y vendrá a la Tierra un solo idioma, que será derivado del español que se habla ahora, pero purificado y más dulce que lo que es ahora el italiano, y más dulce de lo que fue el latín y todos se comunicaran con palabras dulces, unidas y no habrá gritos ni blasfemias ni interjecciones que hieren el oído y que hacen que se entremezcla el cuerpo porque el hombre siente el latigazo de las palabras duras. Que hermosa será entonces la vida en la Tierra, que plácidamente vivirán los hombres, como si fueran niños grandes; pero todavía está lejos ese día, muy lejos, porque los mismos hombres lo retardan, porque ya era tiempo de que existiera en la Tierra la Comuna de Amor y Ley.
Ya veréis los hermanos del espacio con que dulzura se comunican con vosotros, nunca usan frases duras ni hieren ni lastiman a nadie; nunca exigen, nunca insultan ¿Por qué? Porque tienen ya el progreso suficiente para hablar al hombre como al hermano amado y al hermano que se ama no se le habla duramente, se le habla con dulzura, con ternura, como la voz de la madre que arrulla a un niño, como la voz del niño que juega con otros amiguitos; pero todavía en la Tierra hay rudeza, todavía hay tanto dolor porque los mismos hombres lo forman, lo provocan, porque ¿Cómo puede ser de otra manera? Si cometen malas obras ¿Cómo pueden esperar cosas buenas? No, lo que se siembra es lo que se cosecha y todavía en la Tierra se siembran muchos males y por eso vienen más males que bienes.
No han querido comprender los hombres que tienen que pensar, que vienen a hacer uso de ese pensamiento que es el hálito del Padre Creador; pero ya no piensan por sí mismos, los hombres están mecanizándose, los hombres se están convirtiendo en robots porque la vida misma no deja tiempo para pensar pues todo se simplifica y por el modo de instruirse ahora, ya no tiene el hombre que luchar como luchamos nosotros en el siglo pasado en que, para conseguir un libro, teníamos que hacer gran sacrificio; ahora tienen todos los progresos que ha alcanzado… la mecánica, porque no es el pensamiento; tienen el progreso que ha alcanzado la materia y no el espíritu; todo se les da hecho, todo se les da fácilmente ¿Por qué?... y van atrofiando su propio pensamiento por la falta de estímulo, porque ya no se esfuerzan por comprender, ya no se esfuerzan por elevarse, ya no se esfuerzan por purificarse porque no tienen tiempo de pensar y van atrofiando ese órgano que es el cerebro, el cerebro humano, esa maravilla de la creación del Padre, el cerebro humano donde se forman las ideas, la parte más noble y la última que abandona el espíritu cuando deja su materia.
Hombres de la tierra: pensad, enseñaos a pensar; estudiad en todo lo que os rodea, porque todo es digno de estudio ya que todo es obra del Padre y tenéis los libros abiertos ante vosotros… y vosotros no los comprendéis.
Hombres de la Tierra: trabajad con vuestra mente, elevad vuestros pensamientos para que cuando dejéis estas materias que ahora ocupáis, vayáis muy alto, muy alto, a donde vuestro pensamiento ya había estado, a donde vuestro pensamiento puede conduciros y no es quedéis aquí, dentro del mismo ambiente de la Tierra, como se quedan ahora tantos hombres, porque no supieron pensar, porque no supieron desarrollar su propia personalidad, porque no supieron cuál era el origen de ese pensamiento que tienen atrofiado porque nunca lo emplearon suficientemente.
El pensamiento, la idea, la palabra, los grandes dones que se otorgan al hombre encarnado y que lo hacen diferente de las bestias irracionales. Pues bien, sed dignos de esa dádiva que os hace el Padre, de esa distinción entre todos los seres de la creación, ya que lleváis una chispa consubstancial de Él y sois sus hijos.
Esto os deja:
IVÁN SOKOLOV. "
LA VOZ DEL MÁS ALLÁ
Luis G. Garibay; Editor
Fuente de información “El Heraldo del Espiritismo"
Transcripción; José Luis Flores Meza.
********************************
LA PRUDENCIA DE LOS ESPÍRITUS DE LA CODIFICACIÓN ESPÍRITA
La prudencia de los espíritus que se han manifestado en la aparición del Espiritismo,revelada casi instantáneamente por toda la Tierra en la época más propicia, no es menos evidente que en el orden y la gradación lógica de las revelaciones complementarias sucesivas. No depende de nadie el restringir su voluntad con respecto a ello, porque no miden sus enseñanzas según la impaciencia de los hombres.
No nos basta decir: “Quisiéramos tener tal cosa” para que se nos dé.
Nos conviene aún menos decir a Dios: “Juzgamos que el momento preciso ha llegado, para que Vos nos deis tal cosa, nos juzgamos bastante adelantados para recibirla”, porque esto sería lo mismo que si dijéramos: “Nosotros sabemos mejor que Vos lo que conviene hacer.”
Los espíritus contestan a los impacientes lo siguiente: “En primer lugar, empezad por aprender bien, comprender bien y sobre todo practicar bien lo que sabéis, a fin de que Dios os considere dignos de que se os enseñe más.
Después, cuando llegue el momento, sabremos obrar y elegiremos nuestros elementos.”
El cielo y el infierno.
Allan kardec.
*****************
EL AMOR Y EL SEXO
Mercedes Cruz Reyes
El amor es la sustancia creadora y mantenedora del Universo, que está constituida por esencia divina.
Es un tesoro que, cuanto más se divide, más se multiplica y se enriquece a medida que se reparte.
El placer legítimo proviene del amor pleno, generador de la felicidad, en cuanto el común es devorador de energías y de formación angustiante.
Cuando el amor domina los paisajes del corazón, aun existiendo alguna dificultad de orden sexual, se hace posible superarla, mediante la transformación de los deseos y frustraciones en solidaridad, en arte, en la construcción del bien, que tienen como mira el progreso de las personas, así como de la comunidad, tornándose por lo tanto tales cuestiones irrelevantes.
El ser humano, aunque esté vinculado al sexo por el atavismo de la reproducción, está destinado al amor, que tiene más vigor que la simple comunicación genital.
Las magnificas edificaciones de grandeza de la humanidad tuvieron en el sexo su vinculo de estimulo y de fuerza. No obstante, se persigue el triunfo, la gloria efímera, el poder para disfrutar de los placeres que el sexo proporciona, cayendo en un equivoco lamentable y perturbador.
En su globalidad, el amor es un sentimiento vinculado al Yo superior en cuanto que la búsqueda del placer sexual es más pertinente al ego, responsable por todo tipo de posesiones.
El sentimiento de amor puede llevar a una comunión sexual. Sin que eso se torne una condición imprescindible. Sin embargo, el placer sexual puede ser conseguido por impulso meramente instintivo, sin un compromiso más significativo con otra persona que, normalmente se siente frustrada y usada.
Los profesionales del sexo, porque pierden el componente esencial de los estímulos, en razón del abuso que portan, caen en las explosiones eróticas, buscando recursos visuales que les estimulen la mente, a fin de que la función pueda responder de manera positiva.
El amor, como componente para la función sexual, es tierno y juicioso, comenzando por acariciar con la mirada que enternece y hace vibrar todo el cuerpo ante la expectativa de la comunión renovadora.
Esa libido tormentosa, vinculada por la mediática y expuesta en los comercios en la forma de artefactos, se convierte en una aberración que pasa a ser exigencia de la disipación, resbalando en los abismos de otros vicios que se le asocian.
Cuando el sexo se presenta exigente y tormentoso, el individuo recurre a las actitudes emocionales de la violencia, de la persecución, de la inmundicia.
Los grandes verdugos de la Humanidad, hasta donde se los puede entender, eran portadores de trastornos sexuales, que trataban de disimular, transfiriéndose hacia situaciones de relevancia política, social, guerrera, tornándose temerarios, porque sabían de la imposibilidad de ser amados.
El amor es el dulce arrobamiento que embriaga de paz a los seres y los promueve hacia las cumbres del auto realización, estimulando el sexo dignificado, reproductor y calmante.
El amor el arte y la belleza inspiró a Miguel Ángel a pintar la Capilla Sextina, entre otras obras magistrales, esculpir la Pietá y el Moisés; el amor a la ciencia condujo a Pasteur al descubrimiento de los microbios; el amor a la verdad llevó a Jesús a la cruz, trazando una ruta de seguridad para las criaturas humanas de todos los tiempos….
Sexo, en si mismo, sin los condimentos del amor es impulso violento y fugaz.
Cuando el sexo se impone sin amor, su pasaje es rápido, frustrante, insaciable…
Los días actuales son de libido desenfrenada, de pasión avasallante, de predominio de los deseos que desgobiernan las mentes y aturden los sentimientos bajo el comando de Eros.
No obstante, el amor está siendo convidado a sustituir la ilusión que el sexo automatista produce, calmando las ansiedades en cuanto eleva a los seres humanos a la planicie de las aspiraciones más libertadoras.
En una esfera más elevada, se convierte en sentimiento, gracias a la conquista de algún ideal, alguna aspiración, anhelos por alcanzar metas agradables y desafiantes, propensión a la realización ennoblecedora.
El deseo se impone como un fenómeno biológico, ético y estético, necesitando ser bien administrado en un caso como en el otro, a fin de tornarse motivación para el crecimiento psicológico y espiritual del ser humano.
Por tanto, es natural la búsqueda del placer, ese deseo interior de conseguir el gozo, el bienestar, que se expresa después de la conquista de la meta pautada.
El placer se presenta bajo variados aspectos: orgánico, emocional, intelectual, espiritual y es, ahora físico, material y en otros momentos de naturaleza abstracta, estético, efímero o duradero, pero que debe ser registrado muy fuerte en el psiquismo, para que la existencia humana exprese su significado.
Comúnmente, el placer depende de cómo es considerado. Aquello que es bueno, genéricamente da placer, abriendo espacios para el miedo a la perdida, a la falta o a las situaciones en que puede generar daños, contribuyendo a la caída del individuo en zonas sombrías de aflicción.
Por una herencia atávica, un gran numero de personas tiene miedo del placer, de la felicidad, por asociarlos al pecado, a la falta de mérito, que se convertirá en una deuda a rescatar, ofreciendo a la desgracia la oportunidad de venir o tal vez, como una tentación diabólica para retirar al alma del camino del bien.
Esto que sucedió durante siglos, en la actualidad, no es así, y vencida la conciencia de culpa, viene conduciendo a legiones de gozadores al desequilibrio, al abuso, a extremos de las aberraciones.
El deseo y el placer se transforman en palancas que impulsan al individuo a abismos que lo devoran.
No obstante, la esencia de la vida corporal, es la conquista de si mismo, la lucha bien dirigida para que se consiga la victoria del “Yo superior”, su armonía y no solamente el gozo breve, que se transfiere de un lado a otro, siempre más ansioso y perturbador.
El amor debe ser siempre el punto de partida de todas las aspiraciones y la etapa final de todos los anhelos humanos
El clímax del amor se encuentra en aquel sentimiento que Jesús ofreció a la Humanidad y prosigue donando, en Su condición de Amante no amado.
Extraído del libro “Amor Invencible Amor” de Divaldo Pereira Franco.
******************************
Aceptemos el dolor
Aceptemos realmente el dolor en la condición de apoyo celeste con que la Divina Providencia nos enriquece el camino. Toda la naturaleza para ayudar la experiencia humana, alimentándolo y amparándolo, padece constantes dilaceraciones. Para transformarse en sementera provechosa muere el grano olvidado, en soledad. Parra convertirse la espiga en harina, se humilla asfixiada en la mano que la tritura. Para darse como pan bendito en la mesa, se somete la harina a elevada tensión del horno. Para servir en el levantamiento de un edificio, sufre la piedra la presión del martillo. Para ofrecer belleza y brillo,obedece a los golpes del buril que le da forma. Para responder a las necesidades de confort, desciende el tronco a los insultos de la lámina. Para contribuir al progreso encuentra el metal las injurias del fuego. La responsabilidad en la oficina del carácter, es luz que engrandece a todo espíritu que atiende sus obligaciones. No lamentes las dificultades ni maldigas el sufrimiento que por ventura te provoquen. No temas el dolor en la escuela de la vida, y recoge en silencio las bendiciones de las que es emisaria. No te engañes con las apariencias. Cuando te veas en el usufructo de esa o aquella promoción, atento a las circunstancias del mundo, las imposiciones de los que te rodean o las convenciones en las que la existencia te condiciona, escoge la senda de la abnegación, en auxilio a los otros, porque el Señor nos enseñó en espíritu y verdad, que solamente el precio del esfuerzo máximo por la victoria del bien, con el olvido de todo egoísmo, y que escalaremos el monte de la paz con nuestra propia renovación.
( Gotas de paz ).
Aceptemos el dolor
Aceptemos realmente el dolor en la condición de apoyo celeste con que la Divina Providencia nos enriquece el camino. Toda la naturaleza para ayudar la experiencia humana, alimentándolo y amparándolo, padece constantes dilaceraciones. Para transformarse en sementera provechosa muere el grano olvidado, en soledad. Parra convertirse la espiga en harina, se humilla asfixiada en la mano que la tritura. Para darse como pan bendito en la mesa, se somete la harina a elevada tensión del horno. Para servir en el levantamiento de un edificio, sufre la piedra la presión del martillo. Para ofrecer belleza y brillo,obedece a los golpes del buril que le da forma. Para responder a las necesidades de confort, desciende el tronco a los insultos de la lámina. Para contribuir al progreso encuentra el metal las injurias del fuego. La responsabilidad en la oficina del carácter, es luz que engrandece a todo espíritu que atiende sus obligaciones. No lamentes las dificultades ni maldigas el sufrimiento que por ventura te provoquen. No temas el dolor en la escuela de la vida, y recoge en silencio las bendiciones de las que es emisaria. No te engañes con las apariencias. Cuando te veas en el usufructo de esa o aquella promoción, atento a las circunstancias del mundo, las imposiciones de los que te rodean o las convenciones en las que la existencia te condiciona, escoge la senda de la abnegación, en auxilio a los otros, porque el Señor nos enseñó en espíritu y verdad, que solamente el precio del esfuerzo máximo por la victoria del bien, con el olvido de todo egoísmo, y que escalaremos el monte de la paz con nuestra propia renovación.
( Gotas de paz ).
No hay comentarios:
Publicar un comentario