jueves, 22 de octubre de 2015

¿ Espiritismo o "Espiritismos"?

Recuerdos de una Niña de Nueva Delhi de Haber Vivido antes en Mathura

Reconoció al "ex-marido" y a su hijo de la encarnación anterior — Completo reconocimiento de la casa en que vivía y de la ciudad — Sorpresa de un escritor sueco que investigó el caso — Una princesa egipcia en Londres.


SHANTI DEVI
El caso de Shanti Devi, que acaba de producir nueva agitación en Europa, en torno al problema de la reencarnación, repercutió en el Brasil, a través de la trascripción del relato de Peter Forbes en el periódico "People", de Londres, que no es un periódico espírita. Shanti Devi es una pequeña de Delhi, en la India, que a los cuatro años de edad comenzó a revelar recuerdos de su vida anterior, declarando haber vivido en Mathura, a muchas leguas de distancia de su ciudad natal. Lo curioso es que la niña decía haberse llamado Lugdi Devi, y haber pertenecido a la casta superior de los brahmanes, a la que ahora no pertenecía más, haber estado casada y haber tenido un hijo. Reveló pleno conocimiento de los hábitos y trajes especiales de los brahmanes, sin que, jamás hubiese visto un brahmán.

Las revelaciones de Shanti eran de tal manera precisas y seguras en sus detalles, involucrando nombres de lugares y personas, que sus padres resolvieron pedirle a dos amigos que fuesen a Mathura, con el fin de develar el misterio. Los amigos fueron y constataron la plena veracidad de las revelaciones. Encontraron al viudo y el hijo de Lugdi Devi, el templo al que la pequeña se refería, el sitio en que decía haberse bañado en el río Jumna, la tienda en que hacia sus compras y todo lo demás. Cuando Shanti tenía nueve años, su "ex-marido" y su hijo de la encarnación anterior, fueron a visitarla. Al verlos, la pequeña se desmayó. Después, al volver en si, se mostró muy alegre, abrazando a ambos con efusión e identificándose ante el marido en las conversaciones que mantuvieron.

El caso de Shanti Devi envuelve particularidades curiosas, inclusive la coincidencia de sobrenombres. Los Devi de Delhi no tienen parentesco con los de Mathura, pertenciendo el mismo a una casta inferior, pues los de Mathura son brahmanes. La pequeña fue llevada a Mathura, y no sólo reconoció todos los lugares en que viviera, si no también a las personas. Visitando la casa que habitara en la vida anterior, indicó varias particularidades de la residencia y recordó hábitos que su "ex-marido" confirmó, admirado, reconociendo que "Shanti poseía la misma alma que perteneciera a su fallecida mujer", según las palabras de Peter Forbes.

Durante muchos años el caso de Shanti Devi fue comentado en la India y en el exterior, hasta que el escritor sueco Sture Lonnestrand resolvió deslindarlo. Entendía que todo no era más que un gran fraude. Fue a Delhi y a Mathura, investigó todo lo que se refería al caso, conversó con numerosas personas, examinó los sitios indicados, verificó los relatos de los investigadores anteriores, y llegó a la siguiente conclusión:. "Es este el único caso de reencarnación completamente explicado y probado, jamás verificado". Después de eso, Lonnestrand se volvió un propagandista del caso, provocando una intensa agitación en Europa, en torno del asunto. Como William Crookes, César Lombroso, Crawford y tantos otros, que habían estudiado los fenómenos espíritas con el fin de probar su falsedad, Lonnestrand se sometió a la realidad y modificó su actitud.

Escribiendo al respecto de este caso en la revista inglesa "Two Worlds", el prof. Frederico H. Wood señaló la exageración de Lonnestrand, al haber este declarado que se trataba del único caso de reencarnación completamente explicado y probado. "Como todos los recién convertidos, — dice Wood, — Lonnestrand está excitado por su descubrimiento". Y realmente es así. Porque el caso de Shanti Devi, aunque importante, y sobretodo reciente, no es el único con esas características. Hay numerosos casos de reencarnación completamente probados, y el lector curioso podrá encontrar la cita de muchos de ellos en la obra "La Reencarnación y sus pruebas", de Carlos Imbassahy y Mário Cavalcanti de Mello. El mismo prof. Wood tuvo la oportunidad de investigar, en Londres, uno de los más importantes, publicando al respecto una obra en dos volúmenes, intitulada "El Milagro Egipcio". Se trataba de la reencarnación de una princesa egipcia, del tiempo de Amenotep II, en Inglaterra. Caso probado en minucias, de manera impresionante, y especialmente a través de elementos de alta cultura, como la reconstitución de danzas sagradas y de la lengua egipcia antigua.

Y hoy está, en las librerías, la traducción de ese curioso libro de Morey Bernstein, "El Caso de Bridey Murphy", que revive las famosas experiencias del coronel Albert De Rochas, director del Instituto Politécnico de Paris, sobre la regresión hipnótica de la memoria. Morey Bernstein consiguió descubrir, en la conciencia profunda de una señora de Colorado, Estados Unidos, la personalidad de una mujer que viviera en Irlanda, hace más de un siglo. Y las investigaciones al respecto comprobaron gran parte de las revelaciones hechas por la paciente, lo que provocó gran agitación en torno del caso. Bernstein concluyó en su libro, muy ponderadamente, reclamando atención de los estudiosos y de los científicos hacia ese problema. Señaló el carácter personal de su experiencia, pero recordó a las anteriores y solicitó la necesidad de trabajos más amplios al respecto. El problema de la reencarnación, como se ve, no es tan simple como lo pretenden los antagonistas del Espiritismo. Tanto a través de casos espontáneos, como de investigaciones hipnóticas o de experiencias parapsicológicas, la reencarnación viene afirmándose a través de los años, como una ley natural. Ya no bastan argumentos contra ese principio. Es necesario un poco más, cuando alguien pretenda combatirlo.

 Tomado del libro “El Hombre Nuevo” de José Herculano Pires.
Traducción del portugués: Oscar Cervantes Velásquez
Publicado anteriormente por el Centro de Estudios Espíritas Francisco de Asís

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             Entendimiento

Comprensión, el gran problema. Abre las puertas del espíritu a la luz del amor para que el amor te ayude a entender el lenguaje de la vida.

Te sensibilizas con el enfermo necesitado y promueves para él el socorro de emergencia; reflexione, sin embargo, en aquellos compañeros favorecidos por finanzas y prestigio que encuentran la muerte del cuerpo, bajo el peso de los compromisos asumidos, especialmente en colapsos cardíacos o en estafas profundas, sin oportunidad de recibir cualquier medicación.

Te enterneces con la historia triste de criaturas sufrientes y sabes descubrir para ellas las fuentes de la consolación y de la esperanza; considere, no obstante, las que agonizan lentamente en el propio hogar, despreciadas por los seres que más aman, ocultando las aflicciones que les desgastan la vida, de modo de no herirlos.

Sufres con los padres que perdieron la presencia de hijos queridos, en las cenizas de la muerte y consigues improvisar recursos, a fin de consolarles; medita, con todo, en aquellos otros que se vieron apartados de hijos igualmente amados que les cambiaron el afecto por las aventuras de la delincuencia.

Lamentas la penuria de los hermanos en aflictivas necesidades materiales y buscas apoyo que las alivie; entre tanto, piensas también en los compañeros cargados de problemas que ocultan sus propios dolores para no perturbar existencias ajenas.

Todos pasan en la Tierra, soportando el madero de las tribulaciones que se hacen indispensables para su perfeccionamiento espiritual.

Ama y auxilia sin distinción.

No desprecies a los que caminan en los andrajos de las grandes pruebas y no censures a los que siguen en el carro de la fortuna aparente. En cualquier parte, todos nosotros somos hijos de Dios.

Espíritu Meimei
Médium Francisco Cândido Xavier
Extraído del libro “Palabras del corazón”

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     ¡GRATITUD INMENSA!

En justo cumplimiento de la ley inmutable, perdí cuanto yo amaba; y al verme sin hogar, hallé luengas las horas; que son interminables aquellas que la angustia nos hace sollozar.
¡Vivir solo en el mundo!... ¡Vivir sin esos seres que fueron nuestro encanto por su entrañable amor! ¡Que en vernos venturosos cifraron sus placeres, que fueron nuestras penas, su angustia y su dolor!
La vida sin afectos es páramo infecundo; es lago de aguas muertas,se vive sin vivir; y como paria errante el hombre cruza el mundo: pensando que en la nada está su porvenir. Así viví algún tiempo, pues por mi adversa suerte yo fui cual hoja seca que arrastra el huracán, por eso en mi delirio soñaba con la muerte, diciendo: ¡Venturosos aquellos que se van!...
¡Morir! ¡Dejar un mundo donde se sufre tanto!... en donde la miseria nos da la esclavitud! En donde es irrisorio del hombre el adelanto, en donde triunfa el vicio y gime la virtud.
Entonces yo ignoraba la vida de ultratumba, entonces yo decía: Morir es perecer; es terminar la lucha de fratricida guerra: el porvenir no existe y sombra es el ayer.
Mas llegó un día solemne, la venda de mis ojos cayó rota en jirones; y ante mi propia cruz mi Espíritu y mi cuerpo se postro de hinojos, al ver del infinito la inextinguible luz.
Al ver que el Ser Supremo en sus eternas leyes, a todos los espíritus dio patrimonio igual; y dueños de sí mismos los siervos y los reyes, podían seguir la senda del bien universal.
Que nadie era llamado, ninguno era elegido, no había ni fatalismo ni predestinación; tan sólo una ley justa: ¡Progreso indefinido! Sin gloria y sin infierno, ni eterna perdición.
Tan sólo del trabajo la lucha inacabable, tan sólo de la ciencia su mágico poder; tan sólo el sacrificio cual fuerza imponderable, tan sólo amor inmenso cual fuente de placer. Y ante la certidumbre que cada cual tenía, lo que él se había creado, fue grande mi dolor; hallé a Dios sabio y justo y justa mi agonía; más ¡Ay!... que en mi camino no hallaba ni una flor.
Y es triste cuando el alma se siente acongojada, cuando se experimenta angustia y ansiedad, no hallar en dulces ojos magnética mirada, sino la indiferencia de frívola amistad.
No porque una sentencia sea justa y merecida, se amengua del que sufre la pena y el dolor; convicto el sentenciado, deslizase su vida llevando la cadena forjada por su error. Yo comprendí mi yerro y me sentí humillada diciendo tristemente
¡Señor!... ¡Señor! ¡Pequé! Mas ¡Ay! ¡Qué interminable encuentro mi jornada! ¡Señor! Me faltan fuerzas si no aumentas mi fe.
Yo creo que tú eres grande, que tu sabiduría iguala a tu grandeza, que en ti la vida está, que no tiene ocaso las horas de tu día, que tú eres el pasado, el hoy y el más allá.
Que tú eres de la vida la fuente inagotable, que das frondas al bosque y aromas a la flor, que tú eres de los mundos la fuerza imponderable, que tú le das a todo la savia del amor.
Más ¡Ay! Que tu grandeza me ofusca y me anonada, mi pequeñez me espanta y sólo sé gemir; no hay nadie que me aliente, no encuentro una mirada que en ella vea el reflejo del sol del porvenir.
Estoy sola en la Tierra; no hay nadie en torno mío y pienso que en mi tumba ninguno llorará; ¡Qué triste es para el alma desfallecer de frío! Mi Espíritu humillado ¡Qué arrepentido está!
Así me lamentaba, así mi triste acento sus quejas exhalaba: ¡Qué amargo es el dolor! Tenía la certidumbre, tenía el convencimiento que en mi árido camino no brotaría una flor.
Pero llegó un momento que un médium dominado por un ser de ultratumba, me dijo: Amalia ven: “Si zarzas espinosas te ofrece tu pasado, con flores el mañana coronará tu sien”.
“Y aún antes que abandones el mundo donde moras, ¡Tendrás breves momentos de dulce bienestar! Tan gratas y serenas deslizarán tus horas: que tú dirás; si sueño, no quiero despertar”.
“Tu voz lánguida y triste, cruzando los espacios en bosques y en montañas el eco repitió; y en muchos habitantes de chozas y palacios un vago sentimiento, tu acento despertó”.
“En zona muy lejana del punto donde gimes, contaba yo las horas, pensando sin cesar en esas enseñanzas grandiosas y sublimes que a esclavos y oprimidos venían a libertar”. “Tu acento dulce y triste, tu melodioso canto con emoción profunda atento le escuché; y dije así: A este apóstol del bien y el adelanto le sobra sentimiento, pero le falta fe”.
“Es náufrago perdido en insondables mares, es ciego que lamenta su horrible soledad; para que tengan vida sus lánguidos cantares, los rayos necesita del sol de la amistad”.
“A su calor bendito su, Espíritu humillado, recobrará gigante, potente inspiración, y lanzará al olvido la noche del pasado y alcanzará gozoso tu eterna redención”.
“La sombra necesita de un ser que la comprenda, la sombra de un afecto que la haga sonreír; el que le ofrece al mundo de su saber la ofrenda es justo que tranquilo deslice su existir”.
“Es justo que sereno olvide sus pesares, sus penas, sus angustias y ese incesante afán, de los que sólo viven pensando en sus azares, dudando si mañana abrigo encontrarán”.
“Yo quiero ser la sombra que a Amalia preste abrigo, el oasis donde sueñe y adquiera inspiración; yo quiero ser su hermano, su verdadero amigo, y darle con mi afecto mi noble protección”.
“Yo cruzaré los mares y dejaré en su frente un ósculo bendito, un ósculo de paz, sabré como ella piensa, veré como ella siente, como en un libro abierto yo estudiaré en su faz”.
“Y si ama del progreso la lucha bendecida, si es incansable apóstol,entonces le diré: no pienses en ti misma ni en tu azarosa vida: no estás sola en la Tierra, tu sombra yo seré”.
“No importa que me vuelva a mis paternos lares, no importa que en la Tierra no vuelva a ver tu faz para que de ti aleje las dudas, los pesares, y acabes tu existencia en santa y dulce paz”. “Te quiero porque sufres, y quiero que sonrías, ¡Apóstol del progreso! Trabaja sin temor; describe en tus cantares las horas de otros días, ¡Saluda alborozada la aurora del amor!” “¡Amor de los espíritus! ¡Amor sublime!... santo... amor que no se
extingue, que siempre vivirá! ¡Amor que impulsa al hombre al bien,y al adelanto! ¡Amor que le demuestra que existe el más allá!”
“¡Amor que llena el mundo porque de Dios emana! ¡Amor del infinito, que al hombre hace vivir! ¡Amor!... herencia eterna de la familia humana! ¡El ósculo del tiempo!... ¡El sol del porvenir!”
“¡Apóstol del progreso! A ti que el bien deseas desde lejanas playas,mi aliento te daré; yo quiero que engrandezcas Amalia tus ideas, te sobra sentimiento, pero te falta fe” 
“La fe del raciocinio, la fe del adelanto, la fe que analiza, la fe de la razón; la fe de aquel que dice: yo quiero y me levanto para dictar las leyes de eterna redención”.
“Yo quiero verte grande, yo quiero que en tu historia escribas una página de refulgente luz; yo quiero que tu templo sea el templo de la gloria, y adores del progreso la inmaculada cruz”.
“Esto pensaba Amalia, pero tú adversa suerte, obstáculo imprevisto opuso a mi pesar: en medio de mis sueños me sorprendió la muerte y entonces mi cerebro dejó de funcionar”.
“Mi cuerpo quedó inerte, mi Espíritu abatido quedó como dormido y todo lo olvidé; pero tras breve plazo me alcé fortalecido y entonces
¡Pobre Amalia, de ti me recordé”.
“Tú ya no puedes verme, tu diestra con la mía en amistoso lazo jamás podrás unir; mas esto nada importa, lo que por ti sentía mi Espíritu, la muerte no pudo destruir”.
“Te quiero de igual modo, tu vida solitaria me inspira como siempre inmensa compasión, y cuando triste elevas tu lánguida plegaria pidiendo a los espíritus te den inspiración”.
“Acudo presuroso, te envuelve mi fluido y tu cuerpo se reanima, se alegra tu faz; tu Espíritu gozoso agita conmovido cuando en tu frente dejo un ósculo de paz”. “Más viendo que tu espíritu se abate y desfallece, cuando se encuentra solo, y miras con horror la ancianidad del cuerpo, y que tu angustia crece al ver en tu
organismo las huellas de dolor”.
“Y exclamas con angustia: Señor, si mi existencia prolongas en la Tierra, ¡Acuérdate de mí! ¡Sin luz en mis pupilas... sumida en la indigencia... quizá en mi desventura me olvidaría de ti!...
“Y yo no quiero hundirme, yo quiero levantarme, no quiero que me abrume el peso de mi cruz; yo quiero engrandecerme, poder un día elevarme y ver el foco eterno de la divina luz”.
“No quiero un organismo vetusto y carcomido, ¡Señor misericordia!
¡Tened de mí piedad! Que progresar no puede mi Espíritu abatido y quiero que difunda la luz de la verdad”.
“Tus quejas pobre Amalia, los ecos repitieron, cruzaron las esferas,llegaron hasta mí, y tanto tus gemidos a mi alma conmovieron, que procuré afanoso que mi voz llegase a ti”.
“Para que te animaras, para que comprendieras que sólo es aparente tu amarga soledad; que tiene tu mañana sus horas placenteras, que no debe asustarte la triste ancianidad”.
“Si tiene tu pasado su lamentable historia, si fuiste libertino, si el vicio te venció, en cambio en tu presente luchaste con victoria, y apóstol del progreso el mundo te aclamó”.
“Y aquellos que difunden la luz del nuevo día, aquellos que trabajan con incansable afán, no sienten los horrores, que guarda la agonía: los que aman el progreso sonríen cuando se van”.
“Y tú le rindes culto, tú adoras a la ciencia, tu Espíritu va siempre del adelanto en pos; ten fe en tu mismo esfuerzo, y abriga la creencia que todos cuando quieren se elevan hasta Dios”.
“Yo velo por tu vida porque amas el progreso, por mí podrás un día dichosa sonreír, no esperes verter llanto por tétrico suceso: que aquel que en la luz vive, ¡Es luz su porvenir!”.
“Adiós mi pobre Amalia; adiós hermana mía, ¡Apóstol del progreso!... ¡Campeón de la verdad! Saluda alborozada la luz de nuevo día, y escribe en tu bandera. ¡Justicia y libertad! Cesó la voz del médium de modular sonidos, y yo meditabunda y absorta me quedé; mis sienes aumentaron sus débiles latidos y renació potente
mi adormecida fe.
De gratitud profunda me anima el sentimiento, mas no puedo expresarme, que nunca el corazón habló con elocuencia, y lo que yo ahora siento en el lenguaje humano no tiene explicación.
Tan sólo decir puedo, que sólo los que gimen comprenden lo que vale la voz de la amistad; aquellos que con llanto sus culpas las redimen, aquellos que murmuran ¡Señor!... ¡Señor!... ¡Piedad!...
Y yo que soy de aquellos que lavan con su llanto, las manchas indelebles sus faltas de ayer, yo que he sentido siempre ante el mañana espanto pensando que mis ojos la luz puedan perder...
¿Si habré escuchado ansiosa la voz de un ser amigo? Dudarlo es imposible, absorta la escuché, su noble sentimiento gozosa yo bendigo y en mi abatido Espíritu se levantó la fe.
La fe del raciocinio, la fe del adelanto, la fe del que analiza, la fe de la razón; la fe de aquel que dice: ¡Yo quiero y me levanto para dictar las leyes de eterna redención!
No viviré en tinieblas pues luz habrá en mi mente, y luz habrá en mis ojos ¡Bendita sea la luz! ¡Bendita la grandeza del Ser Omnipotente! ¡Bendita del progreso la inmaculada cruz!
Y tú, ser de ultratumba que me has prestado aliento que me has dicho: “No tiembles, avanza con valor, para adquirir virtudes te sobra sentimiento, más en tu desventura no crees en el amor”.
“¡Y amor es la ley eterna, amor une a los mundos, amor une a las razas, amor universal! ¡Sin él fueran los valles desiertos,infecundos, sin él la nada, el caos, silencio sepulcral!”
De ti que he recibido un bien inapreciable, recuerdo inextinguible por siempre guardaré; que escrita está en mi mente la fecha memorable del día que del abismo por ti me levanté. ¡Bendito seas Espíritu! Por ti tengo esperanza, la cumbre del progreso escalaré veloz; y creeré que hay un puerto de plácida bonanza si alguna vez escucho el eco de tu voz. 

Amalia Domingo Soler
Libro: La Luz que nos Guía
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¿ESPIRITISMO O "ESPIRITISMOS"?

"El Espiritismo es la ciencia que trata de la naturaleza, origen y destino de los Espíritus,así como de sus relaciones con el mundo corporal", refiere Allan Kardec en el libro "¿Qué es el Espiritismo?"

Siendo una ciencia filosófica de consecuencias morales, como ciencia de observación investiga los llamados hechos

espíritas, como filosofía explica esos mismos hechos, y como moral presenta un camino para la Humanidad, de modo
que esta se espiritualice más deprisa.

Siendo la Doctrina de los Espíritus (dictada por ellos), y estando asentada en valores universales, como en las leyes inmutables de la Vida, jamás podría la Doctrina de los Espíritus ser un juguete de los seres humanos, que la utilizasen para su bonito placer.

Allán Kardec estructuró muy bien las enseñanzas de los Espíritus, reuniendolas en su obra, que engloba los 12 volúmenes de la "Revista Espírita" y 8 libros ( incluyendo el libro de "Obras Póstumas" y "Viaje Espírita en 1862"), dejando bien definido el carácter universalista y universal de la Doctrina de los Espíritus.

León Denis, el filósofo del Espiritismo, refería en su tiempo, que el Espiritismo sería aquello que los Espíritas hiciesen de él. La obra de Kardec permanece segura, bien estructurada y todavía no bien entendida por la gran mayoría de nosotros, lo que es natural teniendo en cuenta que es algo muy reciente, apenas con 158 años de edad.
Los espíritas (adeptos a la idea espírita), entienden la Doctrina de los Espíritus de acuerdo con su capacidad de entendimiento, que varía en grado y en profundidad, lo que es perfectamente normal, saludable, desde que haya buen sentido, discernimiento, lucidez, equilibrio y un normal intercambio de ideas, dentro de la asertiva espírita de fraternidad, de caridad y de Amor entre todos.

Por el proceso de la reencarnación, muchos de nosotros, espíritas, somos ex-sacerdotes y ex-monjas,

 oriundos del catolicismo del pasado, dominante en Occidente, desde siempre. todavía presos de los

 atavismos del pasado, vamos llevando a los centros espíritas muchas cosas que nada tienen que ver

 con la esencia universal del Espiritismo, como el uso de toallas blancas para la mesa ( ¿nostalgias 

de los altares?), fotografías de Jesús y de personajes  espíritas (¿ nostalgias de los santos de las 

iglesias?), rezos en coro y cánticos iglesieros (¿reminiscencias del catolicismo?), o "Amén" al final

 de una oración, posturas iglesieras y castradoras por parte de dirigentes espíritas (¿ recuerdos del 

clero?). ( Todo esto criticado por Kardec, en "Viaje Espírita en 1862", cáp.XI y siguiente).

Paralelamente al nivel de divulgación espírita, en términos locales, regionales, nacionales e 

internacionales, vamos perdiendo la esencia del espiritismo, el estaatuto de libre pensador, para que

 comencemos a crear organizaciones,grupos, a veces sectarios, dentro de los movimientos espíritas, 

hechos por los hombres, que muchas veces van contra la esencia de la Doctrina de los Espíritus 

(que no es sectaria).

Es fundamental que las organizaciones de divulgación espírita, sean del nivel que fuesen, las 

Federaciones Espíritas en todos los países, no se tornen en una reedición de los Obispados de 

antaño, así como es importante que el Consejo Espírita Internacional (CEI), no sea entendido como 

un papado espírita.

Sin embargo, todas estas organizaciones son muy útiles y necesarias en el proceso de divulgación 

del espiritismo, manteniéndose una estructura horizontal, en red, sin necesidad de la tradicional 

estructura piramidal, papal.

                                                                   El espiritismo es una idea fabulosa.
                                                     Los espíritas son sus buenos y malos intérpretes,
                                                     que no pueden ser confundidos con la idea espírita.

El ser humano espírita, habituado s ser "orientado" por los padres de antaño, se siente perdido, sin saber lo que hacer o como hacer, ahora que utilizamos el estatuto de libre pensador. Entonces, en un movimiento de "retroceso" evolutivo temporal, el espírita se refugia en organizaciones que reeditan vicios y errores del pasado, creándo reglas rígidas, otras absurdas, supuestas jerarquías, haciendo con el Espiritismo lo mismo que los Hombres hicieron con el Cristianismo, descaracterizándolo y catolizándolo.

Los centros espíritas pequeños, como preconizaba Kardec, uno en ada barrio, con 20 o 30 personas, va dando origen a "iglesias" con 400, 800, 1000 o más personas, descaraterizando la esencia del centro espírita, que se apoya en el conocimmiento mútuo, en el amparo entre todos, en la   ayuda y el compañerismo (en "El Libro de los Médiums", cap. XXIX,"Reuniones y Sociedades").
Nostálgicos grupos divergentes dentro del catolicismo, en vidas pasadas, divergencias esas que dieron origen a las varias órdenes religiosas y a los varios grupos dentro del Catolicismo, los espíritas menos atentos se grupan en torno a sus "santos" espíritas, creando "grupos amigos" de este o de aquel espírita más prominente, en un claro desacierto con el rumbo de la Doctrina de los Espíritus, compilada por Allan Kardec. 
No existen espiritismos, ni existen corrientes espíritas.
"Espiritismo solo hay uno, el de Kardec y ninguno más", acostumbra a referir algún amigo, en tono de broma, pero hablando en serio.

El Espiritismo es una cosa y los espíritas pueden ser otra bien diferente....

En caso de duda, saquemos nuestros libros de Allan Karde , estudiémoslos, usemos de nuestro 

espíritu crítico, con Amor, fraternidad, y prosigamos viviendo, amando, sirviendo, en la certeza de 

que en el actual estado evolutivo, jamás conseguiremos agradar a griegos y a troyanos.
 José Lucas
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