sábado, 23 de agosto de 2014

La Muerte, según relatos mediúmnicos


En el supremo momento de la muerte y en los que le suceden, el Ser no pierde la total conciencia de sí mismo.
En muchos casos, percibieron primeramente como un gran zumbido o calambre en lo más íntimo de su cerebro. Después notaron que se soltaban definitivamente los hilos que aún les sujetaban al cuerpo físico que abandonaban y aun con la consiguiente sorpresa, se sintieron llenos de paz y dicha.
Algunos relataron que el abandono del cuerpo se produjo a través de la cabeza, tal sensación la suelen experimentar muchas personas frías y calculadoras (por el chacra Coronario) ; es en este momento cuando suelen percibir un sonido fuerte y doloroso a modo de zumbido en lo más profundo del cerebro. Sin embargo la salida del cuerpo en los casos de personas muy emotivas, sienten que es desde el pecho ( chacra Cardiaco).
Cuando abandonaron el cuerpo, se sintieron deslizar a veces de forma lenta y otras de forma vertiginosa a través de un oscuro túnel en cuyo final vieron una gran Luz blanca, no deslumbrante, y en medio de ella divisaron familia y amigos que desencarnaron tiempo antes que él y que parecen esperarle. Un Ser luminoso sale a recibirle y siente la pregunta en sí mismo sobre si ha cumplido correctamente los objetivos de su vida; entonces es cuando ante sí mismo pasan vertiginosamente las secuencias de su vida física y comprende los posibles errores y la necesidad de repararlos. El Ser Luminoso que encuentran suele ser su Guía Espiritual, que les muestra amablemente vertiginosas imágenes sobre lo que ha sido su vida y las consecuencias de los actos buenos o malos que cometieron o dejaron de cometer. Por ejemplo, si la persona que se auto-juzga hizo daño a otra, llega a sentir su tristeza, dolor o pesar, o si la acción fue de Amor y de bien, percibe los sentimientos de amor y felicidad que causó en la otra persona.
Curiosamente ,en el siglo XV se debía de conocer algo de estos detalles , pues tenemos un cuadro de “El Bosco”, titulado “La subida al Empíreo”, donde se describe pictóricamente el detalle del túnel.
Las imágenes de su vida las ven retrospectivamente, esto es, comenzando por lo acontecido al final de la misma y como “viajando” hacia atrás en el tiempo, hasta el principio. De este modo el Ser Espiritual se convierte en juez de sí mismo al verse tal y como es en realidad , y sentir las consecuencias de los actos y omisiones que se protagonizaron en la vida humana.
Una de las funciones que tiene este auto-juicio final, es la de fijar el carácter espiritual que tendremos como nuevas personas en el futuro de nuestras existencias humanas.
La revisión de la vida posiblemente suceda durante el trasvase de recuerdos y emociones entre el cerebro físico que se abandona, y el del “cuerpo espiritual” con el que sigue existiendo el Ser tras la muerte; por este motivo no se pierden nada de las vivencias y experiencias de cada vida, debido a que quedan finalmente grabadas en el cerebro espiritual que las lleva inconscientemente consigo , así como la influencia en el carácter y temperamento que tendrán durante otras existencias humanas . Así vemos como con la muerte no se pierde nada de lo adquirido como humano en esa finalizada existencia, sino que el Ser puede continuar con absoluta normalidad su camino evolutivo.
Después de este autojuicio, los que abandonaron el cuerpo en estado de lucidez mental, entran mas tarde como en un estado de somnolencia que es como un sueño reparador de sus energías psíquicas, que necesitan para seguir desenvolviéndose en su nueva forma de vida. Este sueño o sopor es similar al del feto cuando está en el claustro materno, dentro de un necesario proceso de preparación, acopiando las energías necesarias para afrontar su nueva forma de existencia.
Cuando despiertan de este sueño, suelen estar aún algo confundidos, hasta que se reconocen y toman conciencia de sí mismos pero aun se creen que no están muertos, comprobando con sorpresa su cuerpo impalpable y luminoso con las mismas formas y semejanzas al dejado en este mundo.
Se sorprenden también al comprobar que pueden atravesar los cuerpos físicos sin la menor dificultad , así como que se pueden trasladar instantáneamente al lugar donde les lleva su pensamiento o deseo.
En muchos casos permanecen lúcidos tras la muerte y en las primeras horas que siguen al fallecimiento, se suelen preocupar por hacerse notar por su familia y amigos, por lo que durante algunos días después de su muerte, suelen visitarlos con frecuencia intentando infructuosamente casi siempre, contactar con ellos, pero finalmente siempre terminan pasando por el necesario sueño reparador.
Durante ese sueño pueden recibir influencias perturbadoras que le dificulten el normal despertar. Así, se pueden sentir atraídos como por un imán al plano físico; este es el caso de las emociones intensas de quienes les recuerdan con nostalgia y lloros, con apegos u odios, así como en el caso de los que se han ido con una inquietud fuerte o alguna cosa que dejaron pendiente en este mundo. Estos lloros y lamentos de los “vivos” que quedaron aquí, son factores muy perturbadores para ellos, en cuanto a que son vibraciones de un tono psíquico que les origina un estado de ansiedad, inquietud y desasosiego que les atrae hacia los ambientes terrenales, atrasando así su normal despertar y desenvolvimiento en el mundo espiritual.
A veces quedan como por un tiempo como flotando en el ambiente físico, pudiendo ver su propio cadáver como algo que ya no les pertenece ni les interesa. Otros están muy apegados a la vida en este mundo y a su cuerpo, y se abrazan a él como tratando de no perderlo, pasándolo mal hasta que finalmente se dan cuenta de que ya no les pertenece.
También es frecuente que asistan a su propio entierro y funeral, comprobando como nadie nota su presencia, y cuando finalmente se cansa de intentar llamar la atención de los que quedaron aquí, pero sin éxito, trata de alejarse a otro lugar desconocido para él con la ayuda de algún otro Ser espiritual que le pueda ayudar.
Durante el tiempo que permanecen apegados a lo físico, suelen sentirse tristes por el aislamiento de la gente en medio de un ambiente extraño donde nadie les reconoce, y cuando alguna vez son percibidos por alguna persona viva, a veces son objeto de insanas curiosidades, miedos y temores por parte de estos, que les llaman espectros, fantasmas, etc; y lo que es peor: intentan ayudarles o alejarles con rituales extraños y ceremonias ridículas, como si su paso por la muerte los hubiera transformado en “demonios malignos”.
Por lo dicho, tengamos bastante claro que por el bien de nuestros Seres queridos, no debemos lamentar exageradamente su pérdida; la postura mas adecuada es la de rechazar pensamientos deprimentes o nostálgicos, y dedicarles los mejores recuerdos ,pensamientos y deseos para su mejor y mas fácil adaptación a la nueva vida a la que acceden. Estos pensamientos de afecto ,gratitud y ayuda, actúan como magnetizadores y tranquilizadores para el Ser fallecido, facilitando así el que los lazos que todavía pueda retener su Periespíritu con la materia , se aflojen y se suelten mas facilmente.
- Jose Luis Martín-
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Morir es nacer como nacer es morir. Nada viene de la nada ni nada va a la nada”
- Kilogo -
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La distancia en el espacio y el tiempo

Queridos amigos, hola buenos días, la vida muchas veces nos separa, y en esa distancia, muchas veces sufrimos, porque no nos habituamos a carecer de los seres que amamos y que son para nosotros la alegría de vivir.
No podemos con los conocimientos que tenemos otorgados por la doctrina espirita, sobre el cielo y el infierno, sobre la muerte y nuestra partida al más allá, sobre la inmortalidad del espíritu, formarnos ideas equivocadas ni fantasiosas sobre aquellos que nos anteceden en la partida al otro lado de la vida 
Pongamos un ejemplo sencillo, si estamos en una ciudad con nuestra familia, y partimos uno de nosotros a otra ciudad distante, estaremos comunicados por los medios que se ofrecen, como es el teléfono, la radio, en fin todos los medios a nuestro alcance de comunicación, pero no podremos estar juntos, hasta que de nuevo volvamos al mismo sitio, y sabemos que por un montón de causas que se pueden dar, no podremos vernos, esto lo vemos muchas veces, pues el hombre propone y Dios dispone. Como podría ser el caso de que nosotros estemos esperando al familiar que vuelve de nuevo, y por circunstancias ajenas a nosotros hayamos tenido que partir sin remedio y cuando ella llegue nosotros no estemos, entre muchas otras cosas, que pueden darse para no coincidir en la ventura que deseamos y que se nos escapa de las manos por el destino y sino de las personas y las cosas de la vida del espíritu.
Pienso y según los conocimientos de la Doctrina Espirita que en el plano espiritual sucede lo mismo, nosotros quisiéramos ver enseguida a los seres que partieron antes que nosotros, como son nuestros padres y hermanos, hijos, en fin a aquellos que amamos, nosotros podemos mandarles el beneplácito de nuestras oraciones, nuestros buenos deseos para con ellos, y ellos gozan de todo ello, porque si se les es permitido, leen en nosotros como en un libro abierto, entonces todo les llega, hasta incluso nuestra indiferencia, cuando no nos acordamos de ellos, ellos si ven de nosotros, nosotros somos los que no vemos de ellos, pero eso no quiere decir que cuando volvamos, nos encontremos con ellos, los podamos abrazar y gozar de su compañía, puede suceder que ellos hayan retornado a la tierra, en una nueva re-encarnación, además de otras circunstancias como puede ser nuestro nivel evolutivo, pues desde la alturas se puede descender para abajo, pero no podemos desde abajo subir a las alturas, hasta lograr el estado requerido para ello. Entonces deducimos, que cada uno estamos donde hemos de estar, y que nos sucederá todas las cosas buenas que merezcamos y que son para nuestro bien, pero no podemos soñar con sueños fantasiosos que a veces distan mucho de la realidad .

Por ejemplo, si somos ciudadanos normales, con pocos conocimientos científicos, si hay una reunión de científicos, todos exponiendo ideas científicas sobre el cielo y las estrellas, sobre el Cosmo, y nos dejan entrar a escucharles, si no sabemos nada de los temas que están tratando, nos aburriremos, no podremos objetivar sobre lo que expongan porque no tenemos conocimientos, así sucede con todo, nadie nos impide concebir la realidad, pero el estudio nos prepara para hacerlo, y si queremos a los nuestros, hemos de pensar que cada uno tenemos nuestro camino, nuestro tiempo, y si, pasaremos un tiempo juntos, pero cada uno ha de seguir su camino, para efectuar ese progreso, y poder estar con todos, en amor y virtud. Si, con todos, acaso podemos dudarlo, tenemos el ejemplo de nuestro hermano Mayor, que bajo de las alturas para ayudarnos, y que aun ninguno de nosotros ha podido ir hasta donde El está, El espera por nosotros, y solo cuando hagamos realidad, Su evangelio de amor y Luz en nuestras vidas, podremos elevarnos hacia las alturas y comprender todo de todas las cosas. El puede estar arriba, y supo estar abajo, porque todo sabe de todas las cosas, es como el Catedrático, que está por encima del profesor, y que puede ejercer cátedra en cualquier clase, por haber estudiado todas las asignaturas.
Todos somos hermanos, y conforme concebimos esa idea nuestro amor se convierte en un amor menos egoísta, y más realista, concebimos que la familia es una oportunidad de amarnos y equilibrarnos con los seres que nos rodean y conviven en ella, pero que unos se van y otros llegan y eso nada ni nadie ha podido evitarlo, hasta Jesús tuvo sus días para estar entre nosotros, y como nuestros seres queridos que partieron está arriba, pero no todos los que partimos nos reuniremos con El, eso se dara un día, todo depende de nosotros.
Entonces amigos, a estas alturas, y con los conocimientos que la doctrina espirita nos ofrece sobre el más allá, hemos de familiarizarnos con la muerte, hemos de amar con menos fanatismo, y si con más sensatez a aquellos que nos rodean y conviven con nosotros por un tiempo, porque no siempre estamos los mismos, ni somos los mismos, y si hemos de aprender a convivir con todo en amor y virtud como nos enseño el Maestro. Siempre amando y respetando, porque cada uno volamos por alturas diferentes y no podemos ver por encima del tiempo y de la razón de las cosas. Jesús nos amo a todos, pero eligió entre todos a los que podían acompañarles, para poder ejercer su misión, y se fue para prepararnos un lugar en el Cielo, pero no se nos olvide que hemos de adquirir los medios para poder habitarlo. Nadie está exento de esa labor, por tanto todos hemos de crecer en amor y virtud, para poder estar con El.
Tambien se deben dar circunstancias que desconocemos para poder estar al lado de aquellos que amamos, mientras tanto, hemos de seguir trabajando en el lugar que ocupemos, y en las circunstancias que la vida nos ofrece, porque todo el bien que hagamos contribuirá en nuestro bienestar y en el desarrollo a nuestro alrededor para con la vida y con Dios que nos creó. 

- Merchita-
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                 Frutos del espiritismo 

El Espiritismo ha ejercido en los tiempos actuales, una influencia enorme en el estado de espíritu de nuestros contemporáneos. No solo ha abierto a la ciencia todo un dominio desconocido, la ha obligado a hacer constar la realidad de los hechos: sugestión, exteriorización, telepatía que, durante largo tiempo había negado o rechazado; además ha dirigido los pensamientos hacia el más allá; ha despertado en las conciencias nebulosas y adormecidas de nuestro tiempo, el sentimiento de la inmortalidad; ha hecho más viva, más real, más tangible, la creencia de la supervivencia de los desaparecidos. Allí donde no había más que esperanzas y creencias, ha traído certidumbre. 

Bajo la cáscara del fenómeno se ocultada una revelación. De la comunión de las almas ha nacido una doctrina. Y por ella, el problema del destino, problema eterno de la Humanidad, a revestido nuevo aspecto. El destino, feliz o desgraciado, es la consecuencia de nuestros actos. El alma ella misma crea su porvenir. 

Por su propio esfuerzo se desprende de las bajas materialidades, progresa y se eleva hacia la luz divina, uniéndose más estrechamente con las sociedades luminosas del espacio, y tomando parte, por una creciente colaboración, en la obra Universal. El Espiritismo satisface, al mismo tiempo, la razón y el sentimiento. Estas dos potencias han estado en lucha, y perpetuo conflicto. Lo que ha ocasionado sufrimiento y desorden a las sociedades humanas. La religión apelando al sentimiento y aportando la razón, caía a menudo en el fanatismo y en el extravió. La ciencia procediendo en sentido contrario, permanecía seca fría, impotente para regir las costumbres. 

El Espiritismo es una doctrina que ha venido a restablecer el equilibrio y la armonía entre estas dos fuerzas, a unirlas y a imprimirles un impulso común hacia el bien. El Espiritismo es la religión científica del porvenir. El hombre, libre de los dogmas que violentan y de las inhabilidades que oprimen, recobra su independencia y el uso de sus facultades. Examina juzga libremente y solo acepta lo que le parece bueno. El Espiritismo ensancha la acción de la fraternidad. Establece por medio de los hechos, que esta no es solo un puro concepto, sino que es la ley fundamental de la naturaleza, ley cuya acción se ejerce en todos los planos de la evolución humana, lo mismo bajo el punto de vista físico o espiritual, en lo visible que en lo invisible. Por su origen, por los fines que le están asignados, todas las almas son hermanas. 

Con el Espiritismo, corazón y entendimiento, todo tiene su parte. El círculo de las afecciones se extiende. Los humanos y los invisibles, en la realidad, caminan con frecuencia juntos, a través de las alegrías y de las lágrimas, de las felicidades y de los infortunios. El amor de los seres amados nos envuelve, nos consuela, nos reanima. Los terrores de la muerte han desaparecido en el hombre. El Espiritismo, practicado con prudencia y conocimiento además de ser un manantial de enseñanza, es también un medio de impulsión moral. Las advertencias, los consejos de los espíritus, sus descripciones de la vida del más allá, influyen en los pensamientos y en los actos del hombre. Van modificando su carácter y su modo de vivir. Las confesiones de los Espíritus, narrando sus angustias por haber empleado mal su vida terrenal; la del egoísta, que no encuentra en torno de si más que indiferencia y vació; la del envidioso, que está sumido en una especie de oscuridad producida por la acumulación de sus malos pensamientos, impresionan al hombre. Los pensamientos y los actos crean alrededor del alma culpable; una atmósfera fluidica que se condensa, se va reduciendo poco a poco y la encierra como en una cárcel. 

Las descripciones de las recompensas y de las penas, ejercen una influencia en el estado del espíritu y de los experimentadores, induciéndolos a considerar la vida y sus responsabilidades bajo un aspecto más serio y a someter más estrictamente sus actos a la regla austera del deber. La mayor parte de los hombres no tienen conciencia de sus defectos. Se ignoran a si mismos y acumulan faltas sobre faltas, sin darse siquiera cuenta. Bajo este punto de vista, las indicaciones de los guías son muy útiles para conducirse el hombre, para dominarse y frenar los fogosos arranques de su naturaleza. Por la práctica del espiritismo y las instrucciones de los Espíritus elevados el hombre puede adquirir la ciencia preciosa de la vida, el dominio de las emociones y de las sensaciones, la facultad de gobernarse y de imponerse a los sordos impulsos del propio ser. 

El nuevo Espiritualismo ha logrado ya la unión de adeptos de todos los rangos y de todos los países; algún día unirá a todas las religiones y a todas las sociedades humanas. Poco a poco, el círculo de la vida colectiva se ha ensanchado. Se han constituido agrupamientos y han surgido conflictos. Las guerras se han sucedido. A través de luchas perpetuas, luchas de razas, de religiones, de ideas, es como se prosigue la marcha dolorosa y se despierta la conciencia de la humanidad. A despecho de las pasiones y de los odios, las barreras se rebajan entre los pueblos; las relaciones se multiplican haciéndose más fáciles; se cambian ideas, las civilizaciones se compenetran y se fecundan. La noción de la humanidad se edifica, se habla, se sueña en la paz, en la lengua, en las religiones universales. 

El nuevo espiritualismo, apoyado en la ciencia, nos trae esta concepción, esta revelación en la cual se fusionan y reviven, bajo formas más sencillas y más elevadas, las grandes concepciones del pasado, las enseñanzas de los Mesías enviados por el cielo a la tierra. Y el será un nuevo elemento de vida y de regeneración para todas las religiones del globo. El Espiritismo facilitará la unidad religiosa y moral. La solidaridad que une a los vivos de la tierra con los del cielo, se extenderá poco a poco por toda la tierra y todos comulgaran en una misma creencia, en un mismo ideal realizado. El hombre aprenderá a desprenderse de las cosas materiales y a remontar más alto sus aspiraciones. Todo subirán, a través de la pruebas y de las lagrimas, desde las regiones oscuras hasta la luz divina. La senda de la misericordia y del perdón está siempre abierta para los culpables. La revelación de los espíritus disipa las tinieblas del odio, las incertidumbres y los errores que rodean al hombre ¡Ella hace brillar sobre el mundo el gran sol de la bondad, de la concordia, de la verdad! 

Trabajo realizado por Merchita 
Extraído del libro “En lo Invisible” León Denis

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