Muchas son las mujeres que se llenan de tristeza, cuando se enteran que no podrán ser madres. Las causas de esa esterilidad son muy variadas, lo que sí es verdad, es que hace muchos estragos en la pareja.La maternidad se subalterniza a factores que no pueden ser defraudados.
El hombre inescrupuloso, el padre irresponsable que fecunda y abandona, no escapará a la conciencia ni huirá de la Divina Vigilancia. Nadie defrauda los dones de la vida sin verse obligado a una penosa rehabilitación.
El justificativo de que la mujer abandonada deba cargar a solas el peso del hijo, no es lo correcto. El dilapidador de su esperanza, de su paz, no conseguirá huir de la Justicia de Dios. Tampoco ella podrá huir, si cae en el crimen.
Muchas de las madres que abortan, caen en la cárcel de los remordimientos y amarguras al despertar de la conciencia. La maternidad frustrada suele provocar mucho dolor.
La vida es patrimonio del Señor que la dirige. Los pronósticos humanos, siempre susceptibles de fallas, no logran retratar con fidelidad las directrices del futuro.
“Los cuadros expiatorios cambian frecuentemente, alterando la planificación de los destinos.
El rio de la vida fluye incesantemente. Los afectos, las simpatías, así como las antipatías y las animosidades proceden del pasado espiritual de los seres. La Psicología se enriquece a la luz de la reencarnación, solucionando innumerables de sus incontables enigmas. Hay encuentros de seres en la Tierra que, indudablemente, son reencuentros, buenos o malos, felices o funestos…
La reencarnación es el nuevo Edipo descifrando las esfinges de la existencia planetaria. Todos los misterios se diluyen y se caracterizan las legítimas fases del mecanismo de la vida.
Todos estamos destinados a la sublime Luz. La vida es el más precioso tesoro que se conoce. No siendo el hombre su autor, no le compete interrumpirla a su gusto.
La mayoría de los Espíritus que van a reencarnar, al ser expulsados del cuerpo fetal, se adhieren a las madres ingratas, produciéndoles varios disturbios, algunos de ellos conducen a desencarnaciones dolorosas, esperándolas después del desenlace.
Son penosas e innecesarias las tragedias que se transfieren más allá de la tumba por la desidia y negligencia a las que se entregan las extraviadas mujeres, que abortan.
Los ojos del mundo no soportarían contemplar las escenas que se desarrolla después de la muerte física , entre aquellos que se tornan cómplices con el crimen y son esperados por la victima que les suplicaron la bendición del cuerpo para evolucionar, amar, liberarse del sufrimiento y que les ha sido negada la oportunidad, siendo destruidos violentamente. Enloquecidos por el odio que los domina, se transforman en verdugos implacables en lazados en el horror en el que permanecen, hasta que la excelsa misericordia de Dios los trae nuevamente al abismo humano portando anomalías chocantes que les exigen interdependencias.
La vida, en las vueltas que da, siempre lleva al hombre a antiguos lugares por donde paso sin tino, a fin de que rehaga el camino.
Las criaturas no elaboran la vida; actúan como co-creadores en la Obra de Nuestro Padre. Asumir el compromiso de interceptar, interrumpir, destruir lo que no se puede hacer o rectificar, es grave y pesado delito. Nadie se puede erigir en árbitro de la existencia, diciendo quien debe o no vivir, proseguir o iniciar el compromiso carnal. Carece de las condiciones mínimas exigibles para efectuar un análisis profundo, ante la acción abortiva o la decisión eutanasia. Empeñar todos los recursos hasta el final a fin de preservar, asistir, conceder medios para la vida, es un deber impostergable de todos, y mucho más de aquellos que se comprometen a través del sacerdocio médico a ejecutar el arte de curar.
La criatura humana se arroja espontáneamente a los abismos del crimen y salen de ellos sometidos a otros delitos más perturbadores. En la alucinación de la voluptuosidad que produce el placer, no se detiene ante la acción tenebrosa. Consumada la satisfacción desastrosa y consciente del desenlace no deseado, todos hacen para ocultar los resultados mediante un engaño peor, aprisionándose en el más desdichado cautiverio moral.
“Vivir es un premio divino que ninguna persona puede desconsiderar impunemente. Aun cuando las circunstancias se presenten adversas y la criatura sufra continuos reveses, la vida es una bendición. Razones poderosas así determinan que ocurra. Si la piedad pretende colaborar, que haga uso de los recursos que mantienen la existencia, no de aquellos que la interrumpan.
La actitud acertada surge de la confianza inalterable en Dios, que todo lo provee, haciendo lo que nos cabe realizar, de la mejor manera posible. Aunque no debemos olvidar que la enfermedad y el dolor son también terapias de salvación.
Una enfermedad física grave salva al hombre de una gran desdicha moral. Un drama del sentimiento que hiere y parece impropio, cuando es bien recibido, altera el pronóstico de un desastre físico que arrebataría la vida física.
En la pauta de las Leyes Divinas que se aplican en todo momento, hay recursos superiores.
El Cristianismo, frente a la realidad, es la doctrina del hombre en coloquio permanente con Jesús; de la criatura con el Creador en constante comunión; de un ser con otro en fraternal solidaridad de auxilio amoroso.
La liberación total de los tóxicos absorbidos es lenta, la libertad, en cualquier circunstancia, impone un pesado tributo para la propia auto liberación. Pidamos al Padre fuerzas para que nos podamos desembarazar de los compromisos, permaneciendo a Su disposición, dóciles y humildes.
Los que hemos oído y recibido la Revelación, poseemos una significativa responsabilidad de la que no podemos evadirnos.
La vida es una inversión sagrada de la Divinidad. Evolucionar, es su objetivo sin límite
EXTRAIDO por Mercedes Cruz (Merchita) , DEL LIBRO: “Del Abismo a las Estrellas” de Divaldo Pereira Franco
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El Libro de los Espíritus
ALLAN KARDEC.
Un Espíritu que en la Tierra tenía una especialidad –un pintor o un arquitecto, por ejemplo-, ¿se interesa de preferencia por los trabajos que han sido su predilección durante su vida?
- Todo se confunde dentro de un objetivo general. Si es bueno, se interesa en ellos tanto como se lo permite la ocupación de ayudar a las almas en ascender hacia Dios. Por otra parte, olvidáis que un Espíritu que practicó un arte en la existencia que le conocéis, puede haberse consagrado a otro en una vida anterior, porque es preciso que lo sepa todo para ser perfecto. Así pues, según su grado de adelanto puede que no tenga ninguna especialidad. Así lo entendía yo al afirmar que todo se confunde dentro de un objetivo general. Notad incluso esto: lo que es sublime para vosotros, en vuestro atrasado mundo, son sólo niñerías en mundos más evolucionados. ¿Cómo queréis que los Espíritus que habitan esos mundos, donde existen artes desconocidas para vosotros, admiren lo que para ellos no es sino una tarea escolar? Lo dije ya: examinan lo que es prueba de progreso.
Luz y paz
ALLAN KARDEC.
Un Espíritu que en la Tierra tenía una especialidad –un pintor o un arquitecto, por ejemplo-, ¿se interesa de preferencia por los trabajos que han sido su predilección durante su vida?
- Todo se confunde dentro de un objetivo general. Si es bueno, se interesa en ellos tanto como se lo permite la ocupación de ayudar a las almas en ascender hacia Dios. Por otra parte, olvidáis que un Espíritu que practicó un arte en la existencia que le conocéis, puede haberse consagrado a otro en una vida anterior, porque es preciso que lo sepa todo para ser perfecto. Así pues, según su grado de adelanto puede que no tenga ninguna especialidad. Así lo entendía yo al afirmar que todo se confunde dentro de un objetivo general. Notad incluso esto: lo que es sublime para vosotros, en vuestro atrasado mundo, son sólo niñerías en mundos más evolucionados. ¿Cómo queréis que los Espíritus que habitan esos mundos, donde existen artes desconocidas para vosotros, admiren lo que para ellos no es sino una tarea escolar? Lo dije ya: examinan lo que es prueba de progreso.
Luz y paz
Marco Antonio Gonzalez Sanchez ************* MEDIUMNIDAD Y ESPIRITISMO
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