lunes, 1 de abril de 2013

La Reencarnación:Instrumento de la Justicia Divina (1º)



¿Qué significa reencarnar?
Reencarnar significa volver a habitar un cuerpo físico. Es a través de la reencarnación que el hombre consigue evolucionar y llegar a la perfección.
Una existencia sola es un tiempo muy corto, un plazo muy limitado, para que el hombre pueda conocer, y saber todo de todo. La ley de renacimientos explica y completa el principio de la inmortalidad. La evolución del ser indica un plan y un fin. Ese fin, que es la perfección, no puede realizarse en una sola existencia, por más larga que sea. Debemos ver en la pluralidad de las vidas del alma (reencarnación) la condición necesaria para su educación y su progreso.
Sin el principio de la preexistencia del alma y de la pluralidad de existencias, la mayor parte de las máximas del Evangelio son ininteligibles; por esto dieron lugar a interpretaciones tan contradictorias: ese principio es la clave que debe restituirles su verdadero sentido.
Todos los espíritus han sido creados simples e ignorantes, y se instruyen en las luchas y tribulaciones corporales. El que unos se inclinen desde el principio al bien, solo les proporciona llegar antes al fin, y penar menos, pues todas las penas de la vida son originadas por la imperfección del hombre, por su tendencia al mal. Mientras menos imperfecto es el espíritu, menos tormentos sufren, el que no es envidioso, celoso, egoísta, ambicioso, no sufrirá los tormentos que de estos defectos se originan.
El alma (espíritu) después de residir temporalmente en el Espacio, renace en la condición humana, trayendo consigo la herencia buena o mala, de su pasado; renace como niño, reaparece en la escena terrestre para representar el nuevo acto del drama de su vida, pagar las deudas que contrajo, conquistar nuevas capacidades que le han de facilitar la ascensión y acelerar la marcha hacia delante.
La Doctrina de la reencarnación, es la única que corresponde a la idea que formamos de la justicia de Dios para con los hombres que se Hallan en condición moral inferior, la única que puede explicar el futuro y firmar nuestras esperanzas, pues nos ofrece los medios de rescatar nuestros errores por nuevas pruebas. La razón nos lo indica y los Espíritus nos lo enseñan.
Mientras tanto, no todas las almas tienen la misma edad, ni todas subirán con el mismo paso sus periodos evolutivos. Unas recorren una carrera inmensa y se aproximan ya al apogeo de los progresos terrestres; otras mal comenzaron su ciclo de evolución en el seno de las humanidades. Estas son almas jóvenes, emanadas hace menos tiempo del foco Eterno. Llegadas a la humanidad, tomaron lugar entre los pueblos salvajes o entre las razas bárbaras que pueblan los continentes atrasados, las regiones desheredadas del Globo. Y, cuando al fin, penetren en las civilizaciones, fácilmente se dejan reconocer por la falta de desembarazo, de aptitudes, por su incapacidad para todas las cosas y principalmente, por sus pasiones violentas.
Así en el encadenamiento de nuestras estaciones terrestres, continúa y se completa la obra grandiosa de nuestra educación, el moroso edificar de nuestra individualidad, de nuestra personalidad moral.
Es por esa razón que el alma tiene que reencarnar sucesivamente en los medios más diversos, en todas las condiciones sociales; tiene que pasar alternadamente por las pruebas de la riqueza de la pobreza, aprendiendo a obedecer par después mandar. Precisa de las vidas oscuras, vidas de trabajo, de privaciones para acostumbrarse a renunciar las vanidades materiales, a despojarse de las cosas frívolas, a tener paciencia, a adquirir disciplina del Espíritu. Son necearías las existencias de estudio, las misiones de dedicación, de caridad, por vía de las cuales se ilustra la inteligencia y el corazón se enriquece con la adquisición de nuevas cualidades; después vendrán las vidas de sacrificio por la familia, por la patria, por la Humanidad. Son necesarios también la prueba cruel, crisol donde se funden el orgullo y el egoísmo, y las situaciones dolorosas, que son el rescate del pasado, la reparación de nuestras faltas.
Las encarnaciones y las reencarnaciones no ocurren solo en el planeta Tierra: las vivimos en diferentes mundos. Las que aquí pasamos no son las primeras, ni las últimas; son, no obstante, de las más materiales y de las más distantes de la perfección.
La encarnación carece de límites precisamente trazados, si tenemos en vista solo el envoltorio que constituye el cuerpo del Espíritu (periespíritu) dado que la materialidad de ese envoltorio disminuye en la proporción que el espíritu se purifica. En ciertos mundos más adelantados que la Tierra, el es ya menos compacto, menos pesado y menos grosero y, por consiguiente, menos sujeto a las vicisitudes. En grado más elevado, es diáfano y casi fluídico. Va desmaterializándose de grado en grado y acaba por confundirse con el Espíritu.
No fue la doctrina Espirita la que invento la teoría de la reencarnación. En la India, en Egipto, en Persia las ideas reencarnacionistas han prevalecido desde los principios de la civilización.
El papiro de Anana (1320 a. C) demuestra la idea entre los egipcios.
El hombre retorna a la vida muchas veces más no se acuerda de sus existencias anteriores, excepto algunas veces en sus sueños. Al final todas esas vidas le son reveladas.
Pitágoras, Sócrates, Buda, Apolunio de Tiara, Heredoto, Plotino, Porfirio, todos defendían ese principio. Muchas religiones se han basado en la creencia de las vidas sucesivas: El Brahmanismo, el Budismo, el Truismo etc.
No hay duda de que, bajo el nombre de resurrección, el principio de la reencarnación es un punto de una de las creencias de los judíos, punto que Jesús y los Profetas confirmaron de modo y forma. De donde se sigue que negar la reencarnación es negar la palabra de Cristo.
Ninguna religión ha negado el mundo de los muertos y todas se han esforzado en describirlo. Así mismo, en todas existe una creencia esencial en común, entre la vida material y la espiritual hay una continuidad del ser humano y la muerte representa tan sólo un cambio de estado.

La ciencia moderna confirma todo ello, aunque fue a mediados del siglo XX cuando Allan Kardec dio a conocer su obra, que reafirma los conceptos esenciales emitidos por los más destacados hombres de todos los pueblos desde los confines del tiempo, dando origen al Espiritismo.

Es sobre todo en los últimos 15 a 20 años, con la investigación de lo que sucede en la “muerte clínica” que la teoría de la supervivencia del espíritu y en consecuencia de la reencarnación, ha despertado un inmenso interés en el mundo occidental, ya que los investigadores de las experiencias de personas resucitadas después de estar clínicamente muertas, han acumulado datos fascinantes que ponen de acuerdo las conjeturas de los antiguos y la evidencia médica moderna.

Las evidencias científicas de la reencarnación son:

Los Genios Precoces
Son criaturas prodigio, que desde la más tierna edad muestran poseer conocimientos, de tal orden hacia los temas más diversos que seria imposible explicar sin la certeza de que vivieron antes.

Kardec, examinando la cuestión, pregunto a los benefactores, como entender este fenómeno. (P 219 del Libro de los Espíritus) y le dijeron: “aprendizaje del pasado, recordación anterior del alma”

Recordación espontánea de vidas pasadas
Se caracteriza por el hecho de personas, especialmente criaturas pasar a recordar espontáneamente vidas anteriores.

Regresión de la memoria a vidas anteriores
Innumerables casos han surgido de personas que pasan a relatar vivencias anteriores durante el fenómeno, hoy en día relativamente común, de regresión de la memoria.

A finales del siglo pasado, el pesquisidor francés Alberto Rochas, realizó experiencias con regresión de la memoria y consiguió llevar a uno de sus pacientes a una existencia precedente. A partir de hay otros cuentistas, en diverso partes del mundo, comenzaron a desenvolver esas técnicas, consiguiendo anotar millares de referencias concordantes con el principio de la polín génesis.

Recientemente, este proceso fue desenvuelto con fines terapéuticos, donde psiquiatras espiritualistas se sirven de técnicas apropiadas para, a través de la regresión de la memoria, desenvolver condiciones neuróticas de pacientes psiquiátricos. Esos procesos, aun en el campo experimental, no son aceptados por la Ciencia Oficial, recibió el nombre de (Terapia de vidas Pasadas)

La reencarnación se basa en los principios de la misericordia y de la justicia de Dios.
En la misericordia divina, porque, así como el buen padre deja siempre la puerta abierta a sus hijos imperfectos, facultándoles la rehabilitación, también Dios a través de vidas sucesivas – nos da la oportunidad para que podamos corregirnos, evolucionar y merecer el pleno gozo de una felicidad duradera.

Emmanuel llega a decir: “La reencarnación es casi el perdón de Dios”.
En la justicia, los errores cometidos y los males inflingidos al prójimo deben ser reparados durante nuevas existencias, a fin de que, experimentando los mismos sufrimientos, los hombres puedan rescatar sus debitos, pasando a conquistar el derecho a ser felices.

La unicidad de las existencias es injusta e ilógica, pues no atiende a las sabias leyes del progreso espiritual.
Es injusta porque gran parte de los errores humanos es el resultado de la ignorancia y, en una vida, no nos es posible el recate de nuestros errores, principalmente cuando el arrepentimiento nos sobreviene casi al final de la existencia. Es preciso se de la oportunidad al arrepentido para que el compruebe su sinceridad a través de las necesarias reparaciones.
Es ilógica, porque no puede explicar las grandes diferencias de actitudes de las criaturas desde su infancia; las ideas innatas, independientemente de la educación recibida, que existen en unos y no aparecen en otros; los instintos precoces, buenos o malos, no obstante a la naturaleza del medio donde nacieron.

Las reencarnaciones representan para las criaturas imperfectas valiosas oportunidades de rescate y progreso espiritual.
Solo la pluralidad de la existencia puede explicar la diversidad de los caracteres, la variedad de las aptitudes, la desproporción de las cualidades morales, en fin, todas las desigualdades que hieren nuestra vista.
Solamente el amor proporciona vida, alegría y equilibrio. Cada uno ha de ver aquello que le proporcione legítimo provecho. El que hace lo que puede, recibe el salario de la paz. Los espíritus están asociados en existencias comunes, participando en el mismo cáliz de dolores y en las mismas alegrías terrestres. En la generalidad reposan en un mismo lecho, no obstante cada uno vive en planos mentales diferentes. Es muy difícil que se hallen reunidos en los lazos domésticos, almas de la misma esfera.
Todas las almas que no pudieron liberarse de las influencias terrestres deben renacer de nuevo en este mundo para trabajar en su mejoramiento; es el caso de la inmensa mayoría. Como las otras fases de la vida de los seres, la reencarnación está sujeta a leyes inmutables. El grado de pureza del periespíritu y la afinidad molecular es la que determina la clasificación de los Espíritus en el espacio y fijan las condiciones de reencarnación. Los semejantes se atraen. Es en virtud de ese hecho, de esa ley de atracción y de esa armonía que los Espíritus de un mismo orden, de caracteres y tendencias análogas se aproximan y constituyen familias homogéneas.
Es muy fácil amar a los amigos, admirar a los buenos, defender a los familiares, comprender a los inteligentes, , entronizar afecciones, conservar a los que nos estiman, loar a los justos y ensalzar a los héroes conocidos; más si somos respetables con semejantes posiciones intimas, es preciso reconocer que ellas representan servicio realizado en nuestro proceso evolutivo. El Espíritu encarnado no ha alcanzado la redención final. Por eso la tempestad es la bienhechora; la dificultad la maestra; el adversario, es el instructor eficiente.

No debemos permitir la intromisión de fuerzas negativas y destructoras en el campo íntimo del alma. Siempre es posible transformar el mal en bien, cuando hay firme disposición de la criatura en el servicio de fidelidad aL Señor. Toda reconciliación es difícil cuando somos ignorantes en la práctica del amor, pero sin la reconciliación humana, jamás será posible nuestra integración gloriosa con la Divinidad.

Cuando la fidelidad sincera al Señor permanece viva en el corazón de los hombres, hay siempre lugar para el aumento de misericordia a la que se refería Jesús en su apostolado. Cada hombre, como cada Espíritu, es un mundo por si mismo y cada mente es como un cielo…

Del firmamento, descienden rayos de sol y lluvias benéficas para la organización planetaria, pero también, en el instante de la lucha de los elementos atmosféricos, desde ese mismo cielo proceden chispas destructoras. Así es la mente humana. En ella se originan las fuerzas equilibradas y restauradas para los trillones de células del organismo físico; pero cuando nos hallamos perturbados, emitimos rayos magnéticos de alto poder destructivo para las comunidades celulares que nos sirven.

Solamente el amor proporciona vida, alegría y equilibrio. No existen milagros para el culto del menor esfuerzo. Cuando nos enseñan la necesidad del amor, de su practica no se propone por obediencia a meros principios de esencia religiosa y si atendiendo a imperativos reales de la propia vida.

La procreación es uno de los servicios que pueden ser realizados por aquellos que aman, sin ser el objeto exclusivo de las uniones. El espíritu que odia o que se coloca en posición negativa ante la ley de Dios, no puede crear vida superior en parte alguna.

A medida que nos dirigimos hacia el camino del equilibrio, logramos material de experiencias provechosas, oportunidades de rectificación, fuerza, conocimiento. Alegría y poder. Armonizándonos con las leyes supremas, encontramos la iluminación y la revelación, mientras los Espíritus Superiores adquieren los valores de la Divinidad.

Unión de Cualidades” entre los astros se llama magnetismo planetario de atracción, entre las almas, se denomina amor, y entre los elementos quimicos, es conocida por afinidad.

Los procesos de reencarnación, tanto como de la muerte física, difieren hasta el infinito, no existiendo dos absolutamente iguales. Las facilidades y los obstáculos, están subordinados a numerosos factores, muchas veces relacionados con el estado conciencial de los propios interesados en el regreso a la tierra o en la liberación de los vehículos carnales. Hay compañeros de gran elevación, que al volver a la esfera terrestre no necesitan ayuda del plano espiritual. Otros al revés, por proceder de zonas inferiores, necesitan de mucha cooperación.

La reencarnación es el curso repetido de lecciones necesarias. La esfera terrestre, es una escuela divina. El amor, por medio de las actividades intercesoras, reconduce diariamente al banco escolar de la carne, a millones de aprendices. La vuelta de ciertas entidades de las zonas más bajas. Ocasiona laborioso esfuerzos de los trabajadores del plano espiritual.

El diamante perdido en el lodo por algún tiempo, no deja de ser diamante. De igual modo, la paternidad y la maternidad, en si mismas, son siempre divinas. En todos los lugares se desenvuelve el auxilio de la esfera superior, toda vez que se encuentre en juego la Voluntad de Dios.

El organismo de los engendrados, en expresión más densa, proviene del cuerpo de los padres, que le sustenta la vida y crea sus características con su propia sangre. La criatura terrena, hereda tendencias y no cualidades. Las primeras cercan al hombre que renace, desde los primeros días de la lucha, no solo en su cuerpo transitorio, sino también en el ambiente general en el que fue llamado a vivir, perfeccionándose; las segundas, resultan de la labor individual del alma encarnada, en la defensa, educación y perfeccionamiento de si misma en los círculos benditos de la experiencia. ...
 (CONTINÚA EN EL SIGUIENTE)..
- Merchita-
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" Amar no significa superproteger. Nadie nos ama más que Dios; sin embargo, Él no nos aparta de la lucha...


NOTA IMPORTANTE: Los lunes,miércoles y jueves a las 22,30 horas, pueden participar en el chat de la Federación Espírita Española.
Los viernes a las 23,00 horas se os invita a asistir a una conferencia en la misma sala.
  Los domingos a las 21,00 horas  tenemos  la clase de Estudio del Espiritismo por el "Grupo espírita Sin Fronteras".dirigido por Carlos Campetti-

    Y además recomiendo los Blogs: El espirita albaceteño.-  elespiritadealbacete.blogspot.com.es                                                
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