viernes, 4 de enero de 2013

Las religiones en la actualidad


Queridos lectores: Debido a una avería técnica, ayer no pude sacar ningún nuevo trabajo, pero hoy, aunque tarde, proseguimos con el que ofrece el título. Disculpar por la ausencia.


     A menudo seguimos discutiendo por la religión que profesamos, todos queremos   defender  el ideal por el cual  está inclinado nuestro corazón, y esto ha existido siempre.  Todas las formas de culto, todos los ritos, todos los sacramentos, todas las ceremonias religiosas, todos los cilicios fueron empleados a través de los milenios sombríos del fanatismo religioso para salvación de la humanidad.
De esto resulta que en la época actual hemos llegado a una etapa de descreencia generalizada, de materialismo y ateísmo oficializados, de hipocresía pragmática erigida en sustentáculo de las religiones fracasadas. Dios hablaba directamente con su siervo Moisés en el desierto: Háblale Cara a Cara, ordenando matanzas colectivas, genocidios tenebrosos, destrucción total de los pueblos que impedían el acceso de los hebreos a la tierra de los cananeos, que sería tomada a filo de espada. Dios continúa hablando en particular a sus siervos en nuestros días para sustentación de las iglesias, mientras el diablo no pierde el tiempo, fascinando a millones de almas perdidas, induciéndolas a las prácticas del terrorismo, a la matanza de seres y criaturas inocentes, a violaciones y ataques en todos los lugares de la Tierra.

     Todas las grandes religiones afirman la omnipresencia de Dios en el Universo. No obstante, todas consideran al mundo -creado por Dios- como profano, es decir, como una región en que las tinieblas dominan y el diablo realiza una incesante caza de las almas de Dios.

     Son muchos los casos de perturbaciones mentales, de obsesiones peligrosas, de lamentables desequilibrios psíquicos originados por exageradas pretensiones de ciertas personas en el campo de las prácticas religiosas. La historia de las religiones está marcada por terribles experiencias en tal sentido. Basta con recordar los casos de perturbaciones colectivas en conventos y monasterios en la Edad Media, donde los excesos del misticismo transformaron a criaturas piadosas en victimas de ellas mismas, siendo sometidas por ello a la condenación de la propia iglesia a la que pertenecían y a la que procuraban servir.

     Las prácticas místicas del pasado no sirven para la era de la razón en que nos encontramos, en la ante víspera de la era del Espíritu. Orar y meditar es, evidentemente, un ejercicio religioso respetable y necesario en todos los tiempos. La oración nos liga a los planos superiores del Espíritu y la meditación sobre cuestiones elevadas desarrolla nuestra capacidad de comprensión espiritual. Pero el dogma de la experiencia de Dios, a través de un pretencioso coloquio directo y personal con la Divinidad, es una proposición egoísta y vanidosa. Si Dios es lo absoluto y nosotros somos relativos, ¿la humildad no nos aconseja tener más cautela en lo concerniente a nuestras relaciones personales con la Divinidad?

      Los dogmas de fe, que forman la estructura conceptual de las iglesias, son las piedras que causan los tropiezos en su camino evolutivo. Partiendo del principio de que la revelación divina es la propia palabra de Dios dirigida a los hombres, las iglesias se anquilosaron en sus dogmas intocables, pues la exégesis humana no podría alterar las ordenaciones del propio Dios.

      En el Espiritismo, como en todas las doctrinas filosóficas, existen dogmas de razón, como el de la existencia de Dios, el de la reencarnación o el de la comunicabilidad de los Espíritus después de la muerte. Muchos adeptos extrañan la presencia de esa palabra en los textos de la Doctrina, que se afirma anti dogmática y abierta al libre examen de todos sus principios. Son personas todavía apegadas al sentido religioso de la palabra.

     El problema de la religión en el Espiritismo ha provocado innumerables discusiones y controversias, porque esta Doctrina no se presenta como religión, en el sentido común del término. Allan Kardec, discípulo de Pestalozzi, adoptó la posición de su maestro en lo relacionado con la clasificación de las religiones.

     Pestalozzi admitía la existencia de tres tipos de religión: La animal o primitiva, la social y la espiritual. Pero se negaba a calificar a esta última de religión, denominándola moralidad. Eso porque la religión superior, o espiritual -según él-, sólo era profesada individualmente por la persona que superaba el ser social y lograba el desarrollo en si del ser moral. Kardec se negó a expresar religión espírita, sosteniendo que el Espiritismo es una doctrina científica y filosófica de consecuencias religiosas y morales. Más dio a esas consecuencias una enorme importancia al considerar al Espiritismo como el desenvolvimiento del Cristianismo, destinado a restablecer la verdad de los principios cristianos, desvirtuados por el proceso natural del sincretismo religioso que originó a las iglesias cristianas.

      Esa posición espirita mantuvo a la Doctrina y al movimiento doctrinario excluidos del campo religioso. Para los espiritas, sin embargo, esa posición de la Doctrina no es marginal, sino superior, pues el Espiritismo representaría el cumplimiento de la profecía evangélica de la religión en espíritu y verdad, que se desenvolvería bajo la égida del mismo Cristo. No hay bautismo ni casamiento religioso en el Espiritismo, como tampoco indulgencias ni confesiones. Todos esos formalismos son considerados como de origen pagano o judío.

      El espiritismo quedó libre de las consecuencias de la crisis religiosa, que no lo alcanzaron, su posición frente a la crisis actual es de  vanguardista. Su contribución al raciocinio de los principios religiosos, a la reintegración de la religión en el plano cultural, particularmente a lo relacionado con los problemas científicos de la actualidad, es realmente sustancial. En el campo filosófico la posición espírita es también de vanguardia, pues desde el siglo pasado su filosofía se presenta como libre de los prejuicios del espíritu de sistema, conservándose abierta a todas las renovaciones provenientes de los descubrimientos científicos logrados. Libre de la dogmática religiosa como de la filosófica, apoyada enteramente sobre la investigación científica, la Doctrina Espírita está, de hecho, por encima de la crisis de la actualidad.  De hecho el espiritismo es profesado cada día más por los seres humanos; este ofrece una gran claridad para las almas que tienen ojos para ver y oídos para oír.

 Merchita.- Extraído del libro Agonía de la religiones de Herculano Pires
Adaptación de Jose Luis Martín
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"El mejor maestro es el que nos enseña a estudiarnos a nosotros mismos"
- Jose Manuel Fernandez-




NOTA IMPORTANTE: Los lunes,miércoles y jueves a las 22,30 horas, pueden participar en el chat de la Federación Espírita Española, los viernes a las 23,00 horas asistir a una conferencia en la misma sala, y los domingos a las 21,00 horas a la clase del "Grupo espírita Sin Fronteras". Esta clase de los domingos queda aplazada hasta el próximo día 13 de enero en que recomenzarán de nuevo.
                   
            Y además recomiendo los Blogs: el espirita albaceteño.-  elespiritadealbacete.blogspot.com                                                                                 
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