martes, 1 de enero de 2013

LA CURACIÓN DIVINA



     La cura divina -hoy llamada más propiamente cura paranormal- es una realidad innegable en todo el mundo. Incluso hasta los científicos de cabeza-dura reconocen su realidad y procuran explicarla por medio de los procesos psicosomáticos, de la influencia de energías psíquicas sobre el físico. Esa influencia pertenece, según el Espiritismo -y ahora según las investigaciones parapsicológicas y el descubrimiento del cuerpo bioplasmatico por los físicos y biólogos soviéticos- a la propia estructura psicofísica del hombre.

     La vida se manifiesta ante nuestros ojos y en estos días, como el resultado de la acción del espíritu sobre la materia, y eso en todas sus expresiones. No se trata de nada excepcional o sobrenatural, sino, por el contrario, de un hecho sencillamente natural.
     Por ser un hecho natural, el problema de la cura divina exige atención inmediata y urgente de parte de la ciencia, para que ella no sea realizada por manos inexpertas y generalmente mercenarias de los misioneros por cuenta propia. Si eso no fuera hecho, si los científicos no tomaran el asunto en serio y los médicos y sus asociaciones profesionales no pusiesen de lado sus preconceptos, enfrentando valiente y dignamente el problema, serán vanas todas las tentativas represivas por medios policiales y acciones judiciales. Un hecho debe ser encarado como hecho y no como superstición o leyenda. Tenemos que usar la cabeza y liberarnos de la estúpida pretensión de superioridad cultural en un área que no conocemos.
     La terapéutica espirita existe y vive en lucha incesante en dos frentes. Por un lado es atacada por asociaciones médicas y por el otro lo es por las iglesias. La estupidez y el interés profesional están presentes en estos dos frentes. Sin embargo, la terapéutica espírita no se apoya en supuestos ingenuos ni se vale de los procesos del curanderismo. Sus bases teóricas son científicas y sus métodos psicoterapéuticos -como demostró Jean Ehrenwald- superan a los de la psicoterapia científica de la actualidad. Lo que la perjudica ante los ojos de los especialistas no está en ella, sino en ellos: Es el preconcepto, la negación apriorística y, por tanto, anticientífica de la interferencia de influencias extrañas en el psiquismo humano. Ese tipo de influencias ya no puede ser negado por nadie, después de los avances científicos de nuestro tiempo. Solamente personas desactualizadas científicamente pueden todavía insistir en la negación de realidades demostradas objetivamente y aceptadas en los medios universitarios más conceptuados del mundo.
      Kardec se valió muchas veces de la contribución de los médicos para la verificación de casos ocurridos con la llamada mediúmnidad curativa, como se puede observar a través de sus relaciones con el doctor Demeure, relatadas minuciosamente en la Revista Espirita. La médium observada por el médico, en su clínica, era una joven que curaba por los procesos típicos del curanderismo más grosero, por medio de brebajes preparados con hierbas, pero bajo la orientación de Espíritus que la asistían. El propio Kardec fue médico y ejerció en Paris, como se puede ver en la reciente biografía de André Moreil. Se discute el problema de su graduación en medicina -que no se consiguió probar-, pero su contemporáneo Henri Sausse, que fue también su primer biógrafo, afirma que él defendió brillantemente su tesis doctoral. Lo que no se puede negar es que conocía profundamente las ciencias médicas, enseñándolas en Paris.
      La terapéutica espirita no pretende superar a la medicina, sino contribuir, solamente, para hacerla mas eficiente. El número de hospitales espiritas existentes en nuestro Brasil y su constante aumento, a pesar de las restricciones y de la mala voluntad que se encuentra en los poderes oficiales, es una prueba de ello. Los hospitales espíritas no son construidos por una iglesia poderosa ni conforme a un plan nacional o provincial. Son iniciativas de pequeños grupos o instituciones doctrinarias, generalmente carentes de recursos financieros, que actúan con absoluta autonomía. El móvil de esas iniciativas es el de extender a todos los recursos de la terapéutica espírita en forma solidaria con la medicina. Es emocionante observar ese empeño en tal sentido, cuando se sabe que los médicos no espiritas, llamados a trabajar en hospitales espíritas, crean dificultades a su funcionamiento y las autoridades oficiales prohíben los simples pases, y hasta las oraciones, en las dependencias hospitalarias. En el caso de los hospitales psiquiátricos, lo que sucede merecería un largo estudio. El oficialismo médico y gubernamental, aunque consciente de las deficiencias de la medicina para curar a la mayoría de los enfermos, se cierra en una rigidez irracional, negando a los espiritas el derecho de socorrer a los enfermos con sus recursos propios, que, a lo sumo, serían inocuos. Las alegaciones teóricas en contrario no resisten al gran volumen de hechos favorables a los espiritas y, particularmente, a las conquistas actuales de las ciencias en lo relacionado con la realidad espiritual.
      La finalidad del Espiritismo no es terapéutica, sino cultural. En su aspecto científico, en el campo específico de la ciencia espírita, lo que importa es el descubrimiento de las leyes naturales del espíritu, que no están al alcance de las investigaciones materiales ni de las indagaciones teológicas. Descubrir esas leyes por medio de la investigación espirita y los procesos de su relación con las leyes de los fenómenos materiales es un objetivo que hoy se impone como necesidad del mismo desenvolvimiento científico.
      El descubrimiento de la antimateria por los físicos mostró la existencia de otro mundo ligado al nuestro por un sistema evidente de interpenetración. El descubrimiento del cuerpo bioplasmatico demostró que ese mundo anti material puede ser habitado por seres humanos dotados de cuerpos diferentes de los nuestros. Las investigaciones parapsicológicas han constatado, particularmente por medio de los fenómenos theta -relacionados con la muerte y las manifestaciones espiritas-, la existencia de relaciones entre esas dos poblaciones. El Espiritismo anticipó un siglo el estudio sobre esos problemas que son de interés vital para toda la humanidad.
      La terapéutica Espírita resulta naturalmente de ese conocimiento anticipado, al cual solamente ahora las ciencias están encontrando acceso. Ella, por tanto, no deviene de supersticiones, hipótesis o prácticas tradicionales de cura rodeadas de misterio y sustentadas por la credulidad popular. Sus fundamentos son racionales y científicos. Es una prueba de ignorancia lamentable el que se confunda la terapéutica espírita con el curanderismo o con las prácticas religiosas que se apoyan solamente en los estímulos de la fe irracional. Ya vimos que la propia fe encuentra en el Espiritismo una explicación y definición muy distinta a las que les son dadas por la cultura materialista y la cultura religiosa. La fe no obra en los casos de cura como un poder actuante, sino como una base sobre la que se apoyan los poderes del Espíritu para proceder con eficacia. El conocimiento de los factores generadores de la dolencia y el descubrimiento de las leyes que permiten la aplicación de los procesos curativos eficientes son los elementos esenciales de la terapéutica espírita.  
       Justamente por eso es que ella debe complementar a los recursos médicos, como la experiencia secular lo viene demostrando.
      Veamos un caso típico de contribución espirita en un terreno concreto. Richet, fisiólogo y médico, premio Nobel de su especialidad, descubrió el ectoplasma de los procesos de materialización. Geley, también fisiólogo -y espírita- continuó las investigaciones de Richet. Ambos comprobaron, secundados por otros científicos eminentes, entre otros Crookes y Zollner, que el ectoplasma es una emanación del cuerpo del médium con forma de un plasma lechoso. Schrenck-Notzing, en Alemania, consiguió porciones de ectoplasma, recogidas en sesiones mediúmnicas experimentales, y las sometió a examen histológico en laboratorios de Berlín y Viena, comprobando su naturaleza orgánica. Varias Manifestaciones espíritas aludieron a la posibilidad de una aplicación terapéutica de ese elemento para la reconstitución de tejidos vivos afectados o destruidos por procesos cancerosos. Experiencias realizadas en la actualidad en sesiones de materialización dieron resultados alentadores. Lamentablemente ellas no fueron realizadas en instituciones científicas. Pero los médicos participantes de esas experiencias entienden que, si investigadores serios se avinieran a tratar el asunto responsablemente, se ha de abrir una nueva era en el tratamiento de las recuperaciones consideradas imposibles.
      Pietro Ubaldi, quien a pesar de ser médium no era espírita admite en sus obras que el ectoplasma puede ser un ensayo de una nueva forma de reproducción de la especie, un nuevo sistema biológico en desarrollo que podrá sustituir el medio animal de reproducción sexual. Todas las personas vinculadas a esas dos hipótesis están dotadas de cultura científica y ninguna de ellas apeló a explicaciones sobrenaturales del fenómeno.
      Las campañas clericales contra el Espiritismo, apoyadas muchas veces por las corporaciones científicas, alimentaron el preconcepto antiespírita en una sociedad cerrada cuya cultura, rígidamente estructurada, no admite incursiones extrañas, ni aun cuando ellas sean realizadas por exponentes de esa misma cultura. La lucha de Pasteur contra los cabeza dura de su tiempo es suficiente para mostrar las barreras que se levantan cuando una novedad aparece en el campo científico. Pero  hoy esas barreras fueron de tal manera derrumbadas, dentro de la misma fortaleza científica, que podemos albergar cierta esperanza. Parece no estar lejano el día en que el sueño de Kardec se convierta en una realidad: La conjugación armónica de las ciencias, el espíritu y de la materia.
      Estamos en el umbral de una revolución cultural decisiva. La terapéutica espirita ejerce una fascinación creciente sobré los científicos y los médicos progresistas, de mente abierta hacia todas las posibilidades nuevas. ¿Qué harán las religiones dogmáticas frente a las transformaciones radicales que ya conmueven sus viejas estructuras? ¿Continuarán aferradas a sus dogmas envejecidos o fluctuarán en el vacío de las reformas teológicas basadas en sofismas de un aparente brillo? ¿Cuál será la doctrina, que concepción del mundo ofrecerá esas condiciones generales de unificación del conocimiento y ampliará las dimensiones de la vida y del hombre, además del Espiritismo?
      El problema de la experiencia de Dios y el de la cura divina se confunden, tanto en su origen como en su desarrollo histórico, en su formulación como en su práctica. Sus raíces se entrelazan en el terreno de las herencias atávicas, pues ambas tienen la misma procedencia remota, además de derivar de las formulas mágicas y pasar por los mismos procesos de elaboración mística en las coordenadas del tiempo y del psiquismo en desenvolvimiento. Fundan su eficacia en la fe ingenua que brota del sentimiento religioso intuitivo -o instinto espiritual-, y requieren posturas corporales especificas y elementos materiales como vehículos de la gracia celeste. Las religiones formulistas se acomodan en ese proceso de la tradición milenaria, olvidando que el hombre ya superó el uso de instrumentos rudimentarios en sus relaciones con Dios.
      El complicado aparato de las religiones mágicas, que auxilió en el pasado al pensamiento humano a desprenderse de las entrañas de la tierra, actualmente impide a ese mismo pensamiento el alcanzar la autonomía que necesita para elevarse libremente a los planos superiores de la verdadera vida espiritual. Mientras los clérigos ilustrados retengan a sus adeptos en la maraña de las prácticas rituales, imposibilitándoles la verdadera comprensión de los principios evangélicos, los misioneros por cuenta propia capitalizarán hábilmente los resultados de esa retención indebida por medio del comercio de esa cura divina. Es una especie de confabulación inconsciente, de la que unos y otros no tienen una noción clara y, cuyos resultados, útiles en el plano especifico de la práctica, son, sin embargo, perjudiciales al proceso general de la evolución humana.
      Cautivar el psiquismo de las capas sociales ingenuas de la población, llevándolo al campo hipnótico de los mitos, por medio de excitantes emocionales, es lo mismo que incentivar el uso de psicotrópicos con el pretexto de auxiliar a los desesperanzados de la vida. Los clérigos actuales -una especie social en vías de extinción- encuentran en la misma Biblia la lección horrorosa de Moisés, que prefirió pasar por el filo de la espada a los israelitas apegados a la idolatría y a la magia egipcias con el fin de no comprometer el futuro espiritual de Israel. Hoy no necesitamos de esa violencia asesina, pues es suficiente con un poco de buena voluntad y raciocinio para que se comprenda que las raíces amargas del pasado pueden ser extirpadas con enseñanzas y ejemplos de renovación mental.
      El sentimiento religioso del hombre actúa mediante el impulso de trascendencia que las filosofías existenciales son unánimes en reconocer en el devenir humano, en el instinto evolutivo de la especie. El cumplimiento de la ley de adoración, testimoniado por las investigaciones antropológicas, lo confirma. No hay más tiempo, pues, para perder con formalismos ya superados.

     Extraído del libro “Agonía de la Religiones “de J. Herculano Pires por Merchita

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CORRIGE AL SABIO Y LO HARÁS MAS SABIO.
CORRIGE AL NECIO Y LO HARÁS TU ENEMIGO.
Proverbio  Chino


NOTA IMPORTANTE: Los lunes,miércoles y jueves a las 22,30 horas, pueden participar en el chat de la Federación Espírita Española, los viernes a las 23,00 horas asistir a una conferencia en la misma sala, y los domingos a las 21,00 horas a la clase del "Grupo espírita Sin Fronteras". Esta clase de los domingos queda aplazada hasta el próximo día 13 de enero en que recomenzarán de nuevo.
                   
            Y además recomiendo los Blogs: el espirita albaceteño.-  elespiritadealbacete.blogspot.com                                                                                  
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