lunes, 13 de agosto de 2012

Ley de Vibración y de Afinidad




 Como todos sabemos, nuestra mente vibra continuamente en el cerebro, produciendo ondas de  energía psíquica que se propagan  de modo semejante a como lo hacen las ondas electromagnéticas; según nuestro estado anímico y emocional, lo hacen en diversas frecuencias, y siempre van a sintonizar con las vibraciones semejantes de otras mentes que se encuentran en ese mismo estado emocional.
                Esta  forma de actuación de la energía mental, está regida por unas leyes ; vamos a conocer algo más sobre ellas.

¿ Cómo actúa la ley  de Vibración y Afinidad?

        La energía, de la clase que sea, supone una vibración aunque sea considerada a nivel molecular, así como los cuerpos sólidos o  en otro estado de condensación, pues todo en el universo es energía, y por tanto desde los cuerpos sólidos hasta las energías mentales y otras más sutíles, están en un estado de vibración continuos .Como todo en la Naturaleza, este océano inmenso de vibraciones y energías que son vibración, está regulado por una ley natural llamada Ley de Vibración. Esta Ley  rige la manifestación  y el efecto de las energías irradiadas por todo cuanto existe en el Universo.
      Vemos como toda la materia está constituida por átomos que a su vez  contienen  partículas  de energía que permanecen en un movimiento giratorio  constante, alrededor de un núcleo, como los planetas lo hacen también al rededor de los astros : estas partículas de la energía  que circunvalan a los átomos,  son los protónes, electrones y neutrónes.   En su veloz movimiento vibratorio, dichas partículas provocan una vibración constante, imperceptible para nuestros sentidos, pero que  parte desde lo más íntimo de la materia: esto  constituye  todo un  microcosmos atómico.
        Por  esta ley cósmica,  a modo semejante a como lo hacen las ondas hertzianas, todo vibra en diversos grados o bandas de frecuencia, desde la energía del átomo material hasta la energía psíquica de la mente  y esta vibración  de ondas se expanden   buscando el objetivo al que se dirigen o  hacia el que son atraídas porque sintonizan por afinidad y le afectan positiva o negativamente,  regresando después  al punto de partida con sus mismos efectos de salida. El Espíritu humano vibra en la persona  y se manifiesta a través de  su  actividad cerebral- la mente humana-  y lo hace  creando bandas de frecuencia diferentes entre sí en amplitud y longitud de onda, según la clase de pensamientos y de sentimientos que generan y transmiten.   Todo pensamiento y sentimiento vibra a través de todas las células del organismo, a las que transmite  la misma tónica vibratoria y por eso les afecta para bien o para mal .  Es por ello que  esta clase de vibración  puede llegar a afectar  también al propio cuerpo físico tal y como se comprueba en el caso de las enfermedades psicosomáticas, úlceras de estómago, mareos, taquicardias, sudoraciones y hasta infartos de corazón a causa de emociones fuertes.
También pueden actuar como una energía psicocinética sobre otros elementos materiales  sobre los que actúan, llegando a ocasionar alteraciones físicas,  o también sobre otros seres a los que puede afectar en sentido positivo o negativo, según  que la  energía generada  y transmitida desde  la mente sea positiva o negativa , pero es de tener muy en cuenta que estas ondas  generadas por el pensamiento o por los sentimientos, como ya señalamos  antes, siempre regresan al punto de partida como un boomerang, después de alcanzar su objetivo. Es por ello que siempre se recoge aquello mismo que antes hemos sembrado.
Hablamos de energías positivas o negativas, ¿pero cual es la diferencia que las  convierte en un signo o en su contrario?. La gran diferencia está en la clase de sentimientos: cuando son de Amor y de buenos deseos e intenciones, son energías benéficas, pero cuando es el rencor , el odio o la envidia las que las acompañan, entonces resultan negativas por su carácter deletéreo, y dañando antes o después al Ser que las generó.
La Ley de Afinidad determina que una vibración  psíquica del carácter que sea, siempre atrae a otra u otras vibraciones semejantes o afines con las que sintoniza ; por esa razón también se la conoce como Ley de Sintonía.
Mediante estas dos leyes  que regulan la  atracción  o el rechazo por  igualdad o diferencia de sintonía vibratoria,   los humanos nos atraemos y agrupamos en diversos niveles evolutivos que marcan la sintonización y armonía dentro de los grupos, y así , la humanidad en general, va avanzando a través de los tiempos, de grado en grado , mas o menos lentamente, al tiempo que impiden  el mecanismo de una involución o de un estancamiento evolutivo indefinido..
 Estas dos leyes que conforman una realidad universal,  vienen a ser algo así como el engranaje que hace funcionar a  todas las demás leyes Universales.
- Jose Luis Martín-

“No cedas jamás a la tristeza ni a la depresión. La depresión es reprobable porque contagia a los demás y les dificulta más su vida, cosa que no tienes derecho a hacer. Por eso, si alguna vez te invade, desechala enseguida”
                                        -Krishnamurti-



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1 comentario:

José Manuel Fernández dijo...

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