viernes, 10 de enero de 2025

Inhumación y Cremación

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.-El triunfo del Monoteísmo

2.- La otra cara

3.- Un Reinado de Amor

4.- Inhumación y Cremación

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             El triunfo del monoteísmo


                                     

Nuestra raíz religiosa proviene del judaísmo, cultura que desde sus inicios defendió la idea de un Dios único, contrastando en un mar de religiones politeístas, y es en la Biblia donde encontramos las primeras referencias escritas sobre una relación directa entre nuestra actitud durante la vida y lo que encontraremos después de la muerte, como premio o castigo divino a nuestro comportamiento.

Con el judaísmo aparece la figura del profeta, realizando llamamientos de fidelidad a Dios, mediante la observancia de sus leyes, y hacia la reforma moral de las personas, con el objetivo de espiritualizar al pueblo.

El más reciente de esos profetas, Jesucristo, hizo de la bondad, la compasión, el perdón de las ofensas y el amor hacia los demás, el camino para entrar en el reino de los cielos y se mostró a sus discípulos tras su muerte, dando fe de esa vida que nos espera y que es real.

Habló de esperanzas y consuelos en un mundo donde reinaba la crueldad y la avaricia, el abuso de poder y la explotación de los débiles. Habló para el pueblo humilde y sencillo y le pidió que perdonara, que olvidara rencores y que amara a su prójimo. Las bienaventuranzas del sermón de la montaña son balsámicas para los corazones doloridos de sus seguidores: el pueblo llano y desposeído.

¿Por qué pide Jesús esa actitud? Es algo totalmente contrario a los ímpetus vengativos dominantes en los pueblos de aquella época. Según su mensaje, es la condición indispensable para que de ese modo podamos entrar en el banquete del cielo, que representa la vida abundante del mundo espiritual, después de la muerte.

En sus mensajes el uso intencionado de parábolas ocultó al pueblo la comprensión completa de su predicación de vida eterna y evolución mediante la reencarnación.

Era habitual en las religiones antiguas la existencia de dos enseñanzas, una completa y profunda solo accesible para los adeptos mejor preparados, y otra más superficial,
para el pueblo sencillo y poco instruido. El cristianismo no fue diferente y Jesús enseñó solo a sus discípulos el fondo completo de su mensaje, ocultándolo al resto
mediante parábolas.

Los mil años de oscuridad de la Edad Media acabaron por enterrar el mensaje sublime de Jesús entre dogmas y fanatismos crueles.

- Jesús Valle-
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                               LA OTRA CARA

Considerándose el estado moral en que se encuentran incontables criaturas humanas por los caminos del planeta terrestre, aun vivenciando los instintos agresivos, es comprensible que los relacionamientos no siempre se realicen de manera pacífica. Predominando la naturaleza animal en detrimento de la espiritual, el orgullo se arma de mecanismos de defensa, resultantes de la prepotencia y de la argucia para reaccionar ante los conocimientos amenazadores o que sean interpretados como tales…

La acción proveniente del raciocinio y de la lógica cede lugar a los impulsos agresivos, y se establecen los conflictos cuando deberían prosperar el entendimiento y la comprensión. En razón de la fase más primitiva que racional, cualquier acontecimiento desagradable asume proporciones inadecuadas que no se justifican, porque los recursos morales de la bondad sucumben ante la cólera que se instala y lleva a la alucinación. De cierta manera, manteniéndose los comportamientos arbitrarios de existencias atrasadas que no fueron domados, fácilmente la ira rompe el envoltorio delicado de la gentileza y acontecen los lamentables atritos, que deben y pueden ser evitados.

La educación equivocada, que estimula al fuerte para gobernar, al destaque, contribuye para que la mansedumbre y la humildad sean dejados al margen, catalogadas como flaquezas del carácter y debilidad moral. El territorio en el cual cada individuo se desarrolla, después de la apropiación, es defendido con violencia, como si la posesión tuviese duración infinita, lo que constituye lamentable equivoco. Esa debilidad del sentimiento se manifiesta en la conducta convencional del ser humano que opta por ser temido, cuando la finalidad de su existencia es tornarse amado. Se multiplican, indefinidamente, las pugnas, que pasan de una para otra existencia hasta que las Soberanas Leyes impongan la sumisión y el reequilibrio a través de afligentes explicaciones.

La ley del progreso y, por consecuencia, a todos cabe el esfuerzo de liberación de las herencias enfermizas, de los hábitos primitivos, experimentando conquistas íntimas que se irán acumulando en la estructura emocional que se presentaran en forma de paz y de concordia. El conocimiento espirita, porque es iluminativo, es el más eficiente para la edificación moral, aunque fluye de la concienciación de que el avance es inevitable y la repetición de las actitudes infelices constituye estagnación y fracaso…
Las dificultades, por tanto, las diferencias de opinión, los insultos y agravamientos deben ser considerados experimentos como prueba del mejoramiento espiritual, al aprendizaje de nuevas conductas encontradas en El Evangelio de Jesús. Cuando eso no ocurre, se queda sujeto a la influencia maléfica de los Espíritus inferiores que se complacen en generar situaciones embarazosas responsables por esas conductas lamentables. Es indispensable vigilar los sentimientos del corazón, a fin de dominarse la ira, esta es chispa eléctrica responsable de incendios morales de resultados dañinos. Ha de considerarse, además, el hecho de una parada cardiaca, de una accidente vascular cerebral de consecuencias irreversibles, no programados, más que si suceden solamente por la falta de control emocional provocados por la rabia… Aprende a dominar los impulsos de ira, porque la existencia terrestre no es un viaje delicioso al país roseo de la alegría sin fin… Esfuérzate por comprender el otro lado, la forma como los otros encaran los mismos acontecimientos… Lucha por vencer la arrogancia, porque todos los espíritus que anhelan la paz, por la victoria de las pasiones tienen, como primer desafío, la superación de los sentimientos inferiores, aquellos que deben ser sustituidos por los de naturaleza dignificante.

Si alguien te aflige, es porque se encuentra necesitado de ayuda y no de combate, es su forma de llamar la atención para su soledad y angustia. Fuego con fuego aumenta el incendio devorador. Intenta colocar en el brasero el agua de la paz y se apagaran las llamas amenazadoras. No fue por otra razón, que Jesús propuso: No resistáis al hombre malo, más a cualquiera que os pegara en la cara derecha, ofrecerle también la otra, conforme anotó Mateo en el capítulo 5, versículo 39 de su Evangelio. Atacado, en el Pretérito, El ejemplifico la enseñanza verbal, no reaccionando a las agresiones, cuando los soldados, tejiendo una corona de espinas, la pusieron en su cabeza… manteniéndose en silencio… Ofrecer, la otra mejilla es más que exponer el lado contrario, con el fin de sufrir nueva envestida de la perversidad. Se trata de la cara moral, noble, que se encuentra oculta, aquella rica de sentimientos elevados que distingue una de otra criatura.
Nadie es lo que representa exteriormente, tanto existen contenidos crueles ocultos por la educación, por el disimulo y la hipocresía, como sentimientos relevantes y buenos. Al ser alcanzado por cualquier cosa desagradable que golpee tu emoción, hiriéndote la delicadeza de las reservas íntimas, en vez de reaccionar, desvela otra cara, la del amor, de la compasión, de la misericordia, actuando con serenidad. La otra cara es el ángel adormecido en el paisaje luminoso de tu mundo interior. Allí posees tesoros de amistad y de ternura que desconoces. Con esa, la brutal, la de la reacción, la defensiva, ya estas identificado, debiendo encontrarte cansado de vivenciarlas. Sumerge, de ese modo, en el rio de las aguas silenciosas de tu mundo interior y refréscate con su contribución. Luego después, deja que los tesoros del amor del Padre que se encuentran adormecidos, fluyan suavemente y se incorporen a los contenidos habituales, sustituyéndolos a lo largo del tiempo y predominando al fin. A la medida que esto acontezca, renacerás de los escombros como la Fenix de la mitología, que se renovaba y renacía de las cenizas que la consumían.

El bien es la meta que todos debemos alcanzar. No te permitas, por tanto, perturbar, por las emociones enfermizas y viciosas que te consumen, destruyendo tus más queridas realizaciones espirituales. Eres responsable por tus actos, cual sembrador que avanza, siembra a dentro, lanzando las semillas que germinarán con el tiempo, ciertamente muchos se perderán, otros, no en tanto, producirán el doble, lo que implica una cosecha superior al volumen esperado. Es necesario cuidar del tipo de las simientes que serán distribuidas por tus manos. Siembra bondad y cosecharás alegría de vivir, nunca devolviendo mal por mal. Una chispa, un rayo que se prenda a un depósito de combustible luego presentará la destrucción. Contrólalos en la corriente de tus reflexiones, generando la disciplina de la contención de su carga poderosa de energía, canalizándola para labores ennoblecida que te exoneraran a la lucha, a las conquistas ya logradas que te honorifican. La otra cara se encuentra cubierta por camadas de experiencias dolorosas. Retira esa basura mental y permite que se presente irisada de sol espiritual la otra cara, para que el amor real sea la marca de tu comportamiento en cualquier circunstancia u ocurrencia difícil.

Por el Espíritu Juana de Ángelis
Médium Divaldo P. Franco. En la reunión mediúmnica del Centro espirita Camino de Redención, la noche del 15 de abril del 2009

 

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                             UN REINADO DE AMOR                     

  Mi reinado no se impondrá con las armas ni con el exterminio; lo digo y añado aún más: Mi manto blanco de Maestro de Divina Sabiduría no se manchará con sangre de hermanos ni se mojará con llanto de ancianos desolados, de viudas desamparadas ni de huérfanos ambulantes por los caminos. 

¿ El Eterno dador de Vida me habría ungido acaso para levantarme un trono de oro a costa de innumerables vidas y de infinito dolor por mi mano?. 

¿ Creéis que Dios Omnipotente, que hizo surgir millares de mundos de Si mismo, necesita que mueran asesinados en los campos de batalla, multitud de sus criaturas, para levantar un Enviado Suyo como rey de una nación determinada?.

 Mi reinado es Eterno sobre este Mundo que el Padre Celestial me dio en heredad  desde los siglos de los siglos. ¡ Mas no queráis apresurar la hora ni torcer el camino que está marcado en el pensamiento de Dios. ¿ No me da Él cuando quiere poderes Supremos sobre als enfermedades, sobre los elementos y sobre la muerte?. ¿ Y osáis pensar que el Ungido de Dios se va a hacer solidario con el exterminio y la matanza, cuando siente tan cerca de Si la Voz Divina que lo dice: Ámame sobre todas las cosas y al prójimo como a tí mismo?. 

¡ Mi trono estará formado de corazones amantes, amigos míos, mi corona real será formada por diamantes por todos los que habrán triunfado de la mentira y de la ignorancia. Y vendrán a mi con sus manos puras y sus frentes coronadas de rosas !. 

 ¡ Mi túnica de lino y mi manto de púrpura serán tejidos por las manos que visten al desnudo y secan el llanto de los doloridos !. ¡ Oh, mis amigos de ahora y de siempre!. No queráis apresurar la hora de Aquel que me ha enviado entre vosotros  y que os pone a mi lado para secundar mi obra y no para impedirla.

Hilarión del Monte Nevo

. Arpas Eternas .

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INHUMACIÓN Y CREMACIÓN





¿El espíritu desencarnado sufre cuando su cuerpo es quemado? ¿Cuáles son los motivos que están haciendo cada vez más un número mayor de personas a optar por la cremación? ¿Qué aconseja el Espiritismo?

Cuando se estudia el comportamiento de la Humanidad a lo largo de los milenios, se observa la nítida preocupación del hombre con su futuro después de la muerte. Un individuo es declarado oficialmente muerto en el momento que cesan sus funciones vitales. Como cada grupo recibe la herencia social y religiosa de las tradiciones cultivadas por las generaciones anteriores, cabe a los miembros del grupo al que el individuo pertenece, cumplir los ritos tradicionales hasta la instalación definitiva del cuerpo en su morada.

INHUMACIÓN Y CREMACIÓN

La Inhumación es el ritual más practicado. Consiste en el entierro del cadáver en un nicho, generalmente en el cementerio de la comunidad. La cremación, es el acto de quemar el cadáver reduciéndolo a cenizas colocadas en una urna y enseguida sepultadas o esparcidas en un lugar previamente determinado. Sin embargo, conocida y practicada desde la más remota antigüedad por los pueblos primitivos de la Tierra no ha sido  muy utilizada, aunque modernamente lo va siendo cada día más.

   El fuego pasó a ser utilizado por el hombre en la Edad de Piedra Fragmentada y, por su pureza y actividad, era considerado por los Antiguos como el más noble de los elementos, aquel que más se aproximaba a la Divinidad. Con la eclosión de la religiosidad, el ser humano fue descubriendo que había algo entre el Cielo y la Tierra y el fuego pasó a ser utilizado en rituales religiosos.

   Predominaba la creencia que al quemar el cadáver, con él serían quemados todos sus defectos y al mismo tiempo el alma se liberaría definitivamente del cuerpo, llegando al cielo purificada y no volvería a la Tierra en forma de "apariciones" asustando a los vivos.

   La cremación tuvo como base la fuerza purificadora del fuego. En los últimos tiempos, en todo el continente europeo han sido encontradas vasijas del Periodo Neolítico (Edad de la Piedra Pulida), llenas de cenizas de los individuos. Esos indicios revelan que la cremación ya era practicada en los principios de la Civilización de la Tierra.

   Con el paso de los siglos la cremación se fue volviendo una práctica consagrada en el oriente (India, Japón, etc.), regiones de Grecia y la Antigua Roma donde vivían civilizaciones adelantadas que utilizaban el proceso gracias a los "status". Entre los pueblos ibéricos se hizo un rito generalizado, precedido de músicas, bailes y hasta banquetes. Con estas ceremonias se esperaba obtener actitudes benévolas de los dioses, buscando conducir las almas al Reino de los Muertos y allí cuando llegara sería recibida y cuidada con cariño.

LA INFLUENCIA DEL CRISTIANISMO

La evolución natural de la Humanidad y el ciclo iniciado con Jesús hace 2000 años modelando una nueva mentalidad, influenciaban sensiblemente en las costumbres culturales y religiosas de los pueblos. Con la expansión del cristianismo, en el intento de solidificar la fe, se fueron estableciendo dogmas, entre ellos, el de la Resurrección. Jesús, como descendiente de una de las doce tribus de Judá, fue sepultado conforme las tradiciones de la Ley Mosaica. La Iglesia proclamó como Dogma de fe que el Mesías resucitó en cuerpo y alma ( lo que sería antinatural e irracional.)

   Con excepción de los países orientales donde su práctica es normal, el rito de la cremación quedó olvidado hasta el año 1876, cuando en Washington, en los Estados Unidos, en el intento de verificar el proceso, fue establecido el primer horno crematorio de los días actuales, provocando polémicas y controversias, sobre todo de la Iglesia que se posicionó contra la destrucción voluntaria del cadáver.

   Sólo a partir de 1963, mediante la propagación del proceso en diversos países del planeta, el Vaticano a través del Papa Pablo VI presentó una apertura, pero no posicionándose claramente cuando se expresó que no prohibía la cremación, pero recomendaba a los cristianos, la piadosa y tradicional costumbre de la sepultura. La Iglesia tuvo sus razones para defender la Inhumación. Probar plenamente la cremación sería negar el dogma de la resurección de los muertos por ella establecido 

   En esa secuencia histórica se observa que en la cultura religiosa de todos los pueblos siempre flotó una nebulosa noción de espiritualidad y en ella la preocupación del hombre con su destino después de la muerte. Hasta que a mediados del siglo XIX, el francés Allan Kardec, codificador de la doctrina espírita, lanzó una nueva luz en los horizontes mentales del hombre cuando entreveía un mundo de inteligencias incorpóreas.

   Los espíritus son los seres inteligentes de la Creación que habitan ese mundo. Simples e ignorantes en su punto de partida, caminan para el progreso indefinido reencarnando sucesivamente. En la encarnación, la unión entre el periespíritu y el cuerpo es hecha a través de un cordón fluídico. Siendo la existencia terrena una fase temporal, después del cumplimiento de la misión moral, con la muerte del cuerpo físico, el espíritu vuelve a su lugar de origen conservando la individualidad.

LA DESUNIÓN NO ES SÚBITA

    En el fenómeno de la muerte, los lazos que unen el espíritu al cuerpo se deshacen lentamente. De una forma general todos sienten esa transición que se convierte en un periodo de perturbaciones variando de acuerdo con el estadio evolutivo de cada uno. Para algunos se presenta como un bálsamo de liberación, en cuanto que para otros son momentos de terribles convulsiones. El desligamiento  total sólo ocurre cuando el lazo fluídico se rompe definitivamente.

   Delante de la Nueva Revelación presentada por la doctrina de los espíritus y teniendo en consideración la perturbación que envuelve el periodo de transición, se preguntó: ¿incinerado el cuerpo cómo es la situación del espíritu? Consultado  el mundo espiritual se expresó así: "Es un proceso legítimo. Como espíritu y cuerpo físico estuvieron unidos mucho tiempo, permanecen hilos de sensibilidad que precisan ser respetados".

   Esas palabras revelan que aunque el cuerpo muerto no transmita ninguna sensación física al espíritu, sin embargo, la impresión de lo ocurrido es percibida por este, existiendo la posibilidad de que puedan surgir traumas psíquicos. Se recomienda a los adeptos de la doctrina espírita que desean optar por el proceso de la incineración. que prolonguen el acto en un tiempo de 72 horas mínimo, después de la desencarnación.

   Aunque la Inhumación continúe siendo el proceso más utilizado, la milenaria  cremación, por mucho tiempo olvidada, volvió a ser de nuevo practicada en los tiempos modernos. Este procedimiento se viene difundiendo ampliamente  en función de la falta de espacio en las grandes ciudades. Con el crecimiento de la población las áreas que antes eran destinadas para ser un cementerio se volvieron escasas.

CREMACIÓN: UNA CUESTIÓN DE ECONOMÍA

   Adeptos de todas las sectas están optando por la operación de la incineración. Sus partidarios se fundan en diversas consideraciones. Para algunos está ligada a factores sanitarios, porque algunos cementerios pueden estar causando serio daño al medio ambiente y a la calidad de la vida de la población, en cuanto que para muchos usuarios de la cremación el proceso disminuye los encargos básicos económicos, entre ellos, la manutención de la tumba.

   Según la Ley actual , la cremación sólo será efectuada después de pasar 24 horas, contadas a partir del fallecimiento y, que sean atendidas las exigencias prescritas. La prueba relativa a la manifestación del fallecido en ser incinerado debe estar expresada en una Declaración de documento público o particular.

   Las cenizas resultantes de la cremación del cuerpo serán recogidas en una urna individual y la familia les dará el destino que el fallecido determinó. Muchos países ya cuentan con Jardines Memorables y edificios llamados "Columbarios", con unas cajas para ser depositadas las urnas con las cenizas de los fallecidos pudiendo ser visitadas por los parientes.

Kardec, el codificador dijo: "El hombre no tiene miedo a la muerte sino a la transición".

   A la medida que hubiera madurez y comprensión para la extensión de la vida, el ser humano sabrá valorar cada momento de la vida terrena y dedicará al cuerpo el debido valor que él merece. A través del cuerpo, el espíritu se iluminará. Se rescata el pasado, se vive el presente y se prepara el futuro. En la desencarnación es restituida la libertad relativa al espíritu en cuanto que el cuerpo permanece en la Tierra además de otros bienes materiales.

   El espíritu preexiste y sobrevive al cuerpo. Tanto inhumación como cremación son formas de acomodar el cadáver. Expresan el libre albedrío de cada uno.  Ambos procesos destruyen el cuerpo. Para optar por la cremación es necesario tener un cierto desapego a los lazos materiales e incluso con la inhumación, en el caso que el espíritu no estuviese debidamente preparado moralmente, menos dolorosa será la separación.

Artículo de Maria Aparecida Romano
Extraído de la Revista Cristã de Espiritismo - Nº6 - Año 1

 

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