lunes, 9 de octubre de 2023

El por qué de la reencarnación y qué sentido tiene?

 INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1.-¿ Se puede reencarnar en un animal ?

2.- Enseñanza, divulgación, iluminación y creencia.

3.-  El por qué de la reencarnación y qué sentido tiene?

4.-Entre el negativismo y la superstición: El equilibrio espiritual del hombre

                                                ************************************


¿SE PUEDE REENCARNAR EN UN ANIMAL?
                           

Mezclados con los verdaderos conceptos sobre la Reencarnación que existen arraigados en muchas sociedades y civilizaciones, también existen supersticiones y desviaciones de la realidad, carentes de fundamentos filosóficos o morales, incoherentes e ilógicos.
Tal es el caso de la transmigración de las almas en el cuerpo de un animal o un vegetal, lo que es aceptado popularmente en ciertas corrientes del hinduismo y el budismo, conformando en estas civilizaciones un papel semejante al amenazador que tiene el infierno de fuegos eternos y tormentos horribles de los judeo-cristianos y de los musulmanes.
Asimismo este supersticioso concepto sirvió a los brahmanes de la India para reforzar sus sistemas de castas superiores e inferiores.
Los judíos también lo admitían tal como se desprende del relato del rey Nabucodonosor, que se recoge en el “Libro de Daniel”, así como en “la Cábala”.
Todas las religiones sostienen la idea de un premio o de un castigo para el alma después de su paso por este mundo, según haya sido su comportamiento en la vida, por lo que la idea del castigo y la amenaza que pone freno a la maldad humana, al no poder ser en forma de un infierno y tormento eterno, incompatibles con la idea de la reencarnación, es sustituido por la terrible amenaza de tener que sufrir una vida en el cuerpo de algún animal más o menos inmundo, o incluso de una planta, lo que en ambos casos supone una cruel expiación o castigo para sus faltas al nacer bajo tales circunstancias. Esto provoca un efecto de contención de la maldad y la barbarie, pues es una amenaza terrible en la que creen y a la que temen.
Si el sentido racional y moral que tiene la reencarnación es el de la evolución del Espíritu este solamente puede habitar los mundos físicos en una materia que le corresponde acorde con su nivel evolutivo, por lo que el espíritu cuando ha conquistado su etapa hominal, no puede habitar un cuerpo que corresponde a otra etapa inferior de su evolución. Si el espíritu es causa del cuerpo que habita, siendo este su efecto en el mundo físico, un espíritu humano jamás puede dar forma o generar un cuerpo que no se corresponde con la forma de su cuerpo astral ni con su nivel de evolución, por tanto sería totalmente absurdo si se aceptase esta superstición, ya que la evolución del espíritu y de las formas que habita es en un sentido ascendente de forma gradual, en cuanto a progreso y perfección espiritual y física del ser humano al que da vida.
Un alma animal es una forma de energía viva que tiene percepciones sensoriales y reside en una materia carnal de la especie animal en la que se integra, formando una “unidad grupal”, poseyendo unos instintos y una inteligencia primarias, pero cuando este alma por evolución dentro de cada alma grupal de unas especies a otras, alcanza finalmente la individualidad respecto al alma grupal de la que formaba parte, y alcanza la conciencia de su ser, es el punto en el que comienza su etapa hominal, en la que su despertar a la individualidad, supone esa “chispa Divina”,. Que la hace ser además de alma, Espíritu, hijo y parte de Dios, con los atributos necesarios para evolucionar primero como ser humano y después como ser angélico.
Cada espíritu habita el cuerpo físico que genera y le corresponde de acuerdo a su grado de animalidad según este se halle más o menos cercano o lejano de la etapa animal pasada, o bien de su etapa de angelitud futura.
Este concepto supersticioso que es conocido como Metempsicosis, equivale a considerar que el espíritu puede retrogradar en sentido contrario al de la evolución, lo cual resulta absurdo, pues sería como admitir que en el Universo pudiesen existir dos Fuerzas o Leyes naturales actuando en sentido contrario la una con respecto a la otra, anulándose mutuamente, lo que sería como si no existiese ninguna de las dos.
Existe otra idea supersticiosa más descabellada aún si cabe, que la Metempsicosis, La Metempsomatosis, que supone reencarnar nuevamente en el mismo cuerpo que se tuvo antes. Esta teoría es aún más descabellada porque este fenómeno supondría la unión de nuevo de los átomos que configuraron un determinado organismo humano (que en su momento se descompuso a consecuencia de la muerte), para albergar de nuevo al mismo espíritu.
Esta idea es semejante a la de la Resurrección de los cuerpos que sostienen ciertas religiones y que se abordará en otro capítulo.
- Juan Manuel Fernández Fuster-
                                                  ++++++++++++++++++++++++


             ENSEÑANZA, DIVULGACIÓN ,                             ILUMINACIÓN Y  CREENCIA
                                                             

218.- La propaganda doctrinaria para la multiplicación de los prosélitos es la necesidad inmediata del Espiritismo ? 
De modo alguno. La dirección del Espiritismo, en su fase de Evangelio redivivo, pertenece a Cristo y sus discípulos, antes de cualquier esfuerzo humano, precario y perecible. La necesidad inmediata de los campamentos espiritistas es la del conocimiento y aplicación legítima del Evangelio, de parte de todos los que militan en sus filas, deseosos de luz y de evolución. El trabajo de cada uno en la iluminación de sí mismo debe ser permanente y metódico. Los fenómenos despiertan al espíritu adormecido en la carne, pero no ofrecen las luces interiores, solamente conseguidas a costo de gran esfuerzo y trabajo individual. La palabra de los guías y mentores del Más Allá enseña, pero no puede constituir elementos definitivos de redención, cuya obra exige de cada uno sacrificios y renuncias santificantes, en el laborioso aprendizaje de la vida.

219.- En los trabajos espiritistas, ¿dónde podremos encontrar la fuente principal de enseñanza que nos oriente para la iluminación? ¿Podremos obtenerla con los mensajes de nuestros entes queridos, o sólo con el hecho de guardarnos el valor de la creencia en el corazón? 
Numerosos filósofos han compendiado las tesis y conclusiones del Espiritismo en su aspecto filosófico, científico y religioso; todavía, para la iluminación de lo íntimo, sólo tenéis en el mundo el Evangelio del Señor, que ningún derrotero doctrinario podrá traspasar. Además, el Espiritismo en sus valores cristianos no posee finalidad mayor que la de restaurar la verdad evangélica para los corazones desesperados e incrédulos del mundo. Teorías y fenómenos inexplicable siempre hubo en el mundo. Los escritores y los científicos doctrinarios podrán movilizar sus conocimientos en la construcción de nuevos enunciados para las filosofías terrestres, pero la obra definitiva del Espiritismo es la edificación de la conciencia profunda en el Evangelio de Jesús-Cristo. El plano invisible podrá traeros los mensajes más conmovedores y convincentes de vuestros bien amados; podréis guardar los más elevados principios de creencia en vuestro mundo de impresión moral. Todavía, ese es el esfuerzo, la realización del mecanismo doctrinario en acción, junto a vuestra personalidad. Sólo el trabajo de auto-evangelización, sin embargo, es firme e imperecedero. Sólo el esfuerzo individual en el Evangelio de Jesús puede iluminar, engrandecer y redimir al espíritu, porque, después de vuestra edificación con el ejemplo del Maestro, alcanzaréis aquella verdad que os hará libres. 

220.- ¿Hay alguna diferencia entre la creencia y la iluminación? 
Todos Los hombres de la Tierra, aún los propios materialistas, creen en alguna cosa. Todavía, son muy pocos los que se iluminan. El que cree, apenas admite; pero el que se ilumina vibra y siente. El primero depende de los elementos externos, en los cuales coloca el objeto de su creencia; el segundo es libre de las influencias exteriores, porque hay bastante luz en su propia intimidad, de modo que puede vencer con coraje las pruebas a que fue sometido en el mundo. Es por esa razón que los espiritistas sinceros deben comprender que no basta creer en el fenómeno o en la verdad de la comunicación con el Más Allá, para que sus sagrados deberes estén totalmente cumplidos, pues la obligación primordial es el esfuerzo, el amor al trabajo, la serenidad en las pruebas de la vida, el sacrificio de sí mismo, de modo de entender plenamente la ejemplificación de Jesús-Cristo, buscando su divina luz para la ejecución de todos los trabajos que les competen en el mundo. 

221.- ¿El análisis por la razón puede cooperar, de modo definitivo, en el trabajo de nuestra iluminación espiritual? 
Es cierto que el hombre no puede dispensar de la razón para vencer en la tarea confiada a su esfuerzo, en el círculo de la vida; con todo, se hace menester considerar que esa razón viene siendo comerciada, desde muchos siglos en el planeta, por los vicios de toda suerte. Tenemos plena confirmación de este aserto en el ultra-racionalismo europeo, cuya avanzada posición evolutiva, aún ahora, no ha vacilado entre la paz y la guerra, entre el derecho y la fuerza, entre el orden y la agresión. Más que en cualquier parte del orbe, la razón humana ahí se elevó a las más altas cumbres de realización y, todavía, desequilibrada por la ausencia del sentimiento, resucita el salvajismo y el crimen, a pesar del lujo de la civilización. Reconocemos, pues, que en la actualidad del orbe toda iluminación del hombre ha de nacer, antes de todo, del sentimiento. El sabio desesperado del mundo debe volverse hacia Dios como el niño humilde, para cuidar de los legítimos valores del corazón, porque sólo por la reeducación sentimental, en los bastidores del esfuerzo propio, se podrá esperar la deseada reforma de las criaturas. 

222.- ¿Qué significa el llamado “toque del alma”, al cual tantas veces se refieren los Espíritus amigos? 
Cuando la sinceridad y la buena voluntad se hermanan dentro de un corazón, se hace en el santuario íntimo la luz espiritual para la sublime comprensión de la verdad. Ese es el llamado “toque del alma”, imposible para cuantos perseveren en la lógica convencionalista del mundo, o en las expresiones negativa de las situaciones provisorias de la materia, en todos los sentidos. 

223.- ¿Hay un tiempo determinado en la vida del hombre terrestre para que él se pueda entregar, con más probabilidades de éxito, al trabajo de iluminación? 
La existencia en la Tierra es un aprendizaje excelente y constante. No hay edades para el servicio de iluminación espiritual. Los padres tienen el deber de orientar al niño, desde sus primeros pasos, en el capítulo de las nociones evangélicas, y la vejez tiene el derecho de alegar el cansancio orgánico en vista de esos estudios de su necesidad propia. Es cierto que las adquisiciones de un viejo, en materia de conocimientos nuevos, no pueden ser tan fáciles como las de un joven en función de su instrumentabilidad sana, físicamente hablando; los hombres más avanzados en años tienen, con todo, a su favor las experiencias de la vida, que facilitan la comprensión y ennoblecen el esfuerzo de la iluminación de sí mismos, considerando que, si la vejez es la noche, el alma tendrá en la mañana del futuro la alborada brillante de una nueva vida. 

224.- ¿Las almas desencarnadas continúan igualmente en el servicio de la iluminación de sí mismas? 
En los planos invisibles, el Espíritu prosigue en la misma tarea bendecida de adquisición de los propios valores, y la reencarnación en el mundo tiene como objetivo principal la consecución de ese esfuerzo. 

EL CONSOLADOR – Iluminación: Necesidad -. Por el Espíritu Emmanuel – Chico Xavier

                                    *************************************


El  por qué de  la Reencarnación y qué sentido tiene?



          La  Reencarnación es necesaria para adquirir las experiencias en la materia que  permitan al Espíritu  su evolución hacia una perfección espiritual cada vez más elevada .
         Esta ley nos da tantas oportunidades como precisemos, para enmendar los errores del pasado y así poder avanzar progresivamente, enriqueciéndonos y perfeccionándonos en virtud y sabiduría a lo largo de  muchas  vidas como Seres humanos.
     La Reencarnación es el modo dinámico como se desarrolla la evolución que impulsa el progreso del Ser espiritual en cada vida, y gracias a ella  se hace esto posible, o sea que el auténtico sentido de la Reencarnación es llevar a cabo la evolución de cada espíritu a través de múltiples vidas en la materia.
      En  su infinito Amor,  Dios no nos permite vivir tan solo una única existencia  en una sola  vida, para capacitarnos en Amor y sabiduría, por larga y buena que esta pudiese ser.  Si así lo hiciese dándonos una sola existencia en este mundo sin posteriores oportunidades de progreso, sería comparable  con la idea monstruosa y absurda del  padre que  condenase   a su hijo, a que siempre fuese pequeño y a que nunca  pudiese crecer ni  pudiese llegar a ser algún día un ser adulto.
         Básicamente la causa  de la Reencarnación es la misma para todos: la Evolución, que es el crecimiento del alma en cuanto a virtudes y sabiduría,  al tiempo que se superan o se eliminan los defectos morales residuos de etapas evolutivas anteriores. Pero a nivel individual se puede matizar más: unas  veces es para conquistar un aprendizaje  y desarrollo evolutivo y otras para afrontar  deudas contraídas en el pasado, lo que equilibrará la balanza de la Justicia Divina y de paso podrá seguir aprendiendo y perfeccionándose, en definitiva, evolucionando.
       Solo durante las existencias en mundos físicos se puede aprender  en profundidad lo necesario que ofrecen  las experiencias de la vida material, muy diferente a la espiritual, con el fin de que el Ser espiritual progrese en su propia  evolución , afrontando circunstancias y  vicisitudes humanas, equivocándonos muchas veces y rectificando otras tantas, y así  nos podemos ir librando poco a poco de modo casi imperceptible, de los defectos y lastres que pesan en el desarrollo de nuestra alma.
       La evolución que se logra a través de la  ley de la reencarnación, como ya vimos, es otra  ley   natural que se apoya en ella y que como tal, está  impresa en toda la Naturaleza y a todos nos afecta. Toda planta está destinada a crecer y todo fruto está destinado a  madurar.
       Para acercarnos a la Fuente Creadora, es necesaria la evolución de cada Ser espiritual individual que mora en nosotros, o  mejor dicho, que somos nosotros mismos , y esta evolución o progreso acorde con el de todas las formas físicas y psíquicas de la Naturaleza, solo se logra  mediante  un periplo inicial de pasos por las vidas en los mundos físicos.  Dios no nos ha creado perfectos, pero sí perfectibles, dejándonos el mérito de la perfección alcanzada mediante nuestro esfuerzo y voluntad ,aunque nos lo facilita al máximo mediante la ley de la Solidaridad entre todos los espíritus y la de la Caridad, que es imperativo en la marcha ascendente de la evolución  universal de todos los espíritus, y para facilitarnos el camino y dar fruto a nuestro esfuerzo, ha dispuesto la ayuda de otros seres espirituales, hermanos  nuestros más avanzados, que dese el plano espiritual nos inspiran y alientan  en este plano material, y así se nos ha dado el poder conquistar una  felicidad   valorada y auténtica, que es la  lograda mediante  nuestro trabajo  personal y nuestro  esfuerzo..
     ¿Cómo si no, podríamos llegar a  realizar lo que Jesús de Nazaret encomendó cuando dijo: “Ser perfectos como mi Padre Celestial  es Perfecto”? ; ¿Quién podría llegar  a alcanzar  la Perfección Absoluta del Padre Celestial  en una sola vida por larga que  esta  fuese?; además de que sería una injusticia permanente el tener que lograr esa perfección en medio de  tanta desigualdad de oportunidades en cuanto a las clases diferentes de vida humana en cuanto a su duración, su época, su cuna social, su estado de salud, etc. El motivo que fundamenta  la Reencarnación es, definitivamente, la necesidad  de progresar y de  aprender del espíritu, por medio de la experiencia humana, creciendo en valores y  desarrollando cualidades de Amor y Sabiduría , que son los atributos divinos  que nos aproximan  al Creador.
      Mediante  la reencarnación se otorga al Ser humano el uso del libre albedrío para decidir a cada paso su destino, tanto en este mundo como en  el del plano espiritual en donde  seguirá existiendo después de la muerte.
     Al reencarnar el Espíritu  errante deja a su familia de Espíritus  amigos en el plano espiritual en  donde se ubicaba antes de descender a la Tierra o a otros mundos físicos de similar nivel, a donde vienen para cumplir una misión que, como ya se ha dicho, puede ser de expiación por faltas cometidas en vidas pasadas o para superar nuevas  pruebas de la vida para seguir creciendo, al eliminar alguna tendencia negativa o algún defecto espiritual y así poder seguir avanzando en un proceso evolutivo indefinido.

-José Luis Martín-

                                   ***************************************
           


                                                       

           ENTRE EL NEGATIVISMO Y LA                  SUPERSTICIÓN: EL EQUILIBRIO
    ESPIRITUAL DEL HOMBRE


Fragilidad de las posiciones extremas del espíritu — Fijación de la mente en el torbellino del mundo material o de las convenciones religiosas                                                       —  La lucha espírita por el esclarecimiento espiritual del hombre.

La vida pierde su sentido, su significación, su razón de ser, cuando el hombre se aleja de la comprensión espiritual, buscando en el mundo material la única explicación de las cosas. El llamado hombre práctico de nuestros días, enteramente inmerso en los problemas inmediatos, funciona como una máquina. Está muy próximo a la concepción cartesiana de los animales: cuerpos en actividad mecánica, sin alma. Si en medio de ese funcionamiento inconsciente a que se entrega, alguna desgracia le ocurre, los horizontes se cerrarán a su alrededor. Ninguna perspectiva le restará. Es por eso que, en general, el hombre práctico, alcanzado por un golpe arrasador, recurre al suicidio.
Pero, si el materialismo de la vida práctica es peligroso, también lo es el materialismo teórico, intelectual, equivalente a una ceguera mental, que no permite al hombre divisar los contornos de la realidad. El materialista intelectual, que se apoya en una doctrina filosófica negativa, se siente fuerte para enfrentar el mundo mientras no le faltan las fuerzas físicas y los recursos materiales de la existencia. Una idea, como bien acentúa Annie Besant en su “Autobiografía”, lo sostiene en las duras luchas de la vida: la idea de la dignidad intrínseca del ser humano, que debe mantenerse digno por la propia dignidad, sin esperar cualquiera recompensa por eso.
Pero, delante del desastre, del fracaso temporal, de una mutilación moral o física, esa idea será fácilmente eclipsada por otra: la nada. Por otro lado, en el reverso de la medalla, la superstición del religiosismo común no es menos peligrosa que el materialismo. El hombre que cree sin indagar, sin comprender ni querer comprender, apegado a las creencias que le impusieron a través de la tradición, está sujeto a las mismas dolorosas sorpresas de aquel que no cree. La fe por la fe es tan insegura cuánto la dignidad por la dignidad, a que arriba aludimos. Tanto para una, como para otra, la mente humana exige una base racional. Fe ciega y dignidad ciega son frágiles como piezas de vidrio. Ambas pueden quebrarse con la mayor facilidad, ante los golpes de la vida. Porque en una cómo en otra el hombre está prendido a un punto de vista estrecho, sin la visión global del proceso de la vida, que le daría comprensión y coraje para enfrentar la lucha en cualquier circunstancia.
Ateísmo y superstición son los dos extremos peligrosos de la condición humana. Y tanto así, que ambos resbalan hacia las soluciones extremas, con la mayor facilidad, no solamente en el plano individual, sino también en el colectivo. Los crímenes del fanatismo religioso y del fanatismo materialista mancillan la historia humana. Porque tanto a la incredulidad absoluta como la superstición beata le faltan las luces del verdadero esclarecimiento espiritual, de la verdadera conexión del hombre con el sentido de la vida. El materialismo actúa como un imán, fijando la mente en el torbellino de la materia. La superstición fanática hace la misma cosa con los convencionalismos religiosos, en cuyo remolino de ceremonias y dogmas prende a la mente subyugada. De ahí las terribles contradicciones que señalan la historia de la religión, con los dramas crueles del fanatismo.
Fue por eso que Kardec inscribió, en “El Evangelio según el Espiritismo”, esta leyenda de luz: “Fe inquebrantable sólo es la que puede encarar frente a frente a la razón, en todas las épocas de la Humanidad”. Por eso es que el Espiritismo insiste en la necesidad del esclarecimiento permanente de la razón para los problemas de la fe. Combatiendo el materialismo, con las propias armas de este, a través de la observación y de la experimentación científica, el Espiritismo combate, por otro lado, el religionismo ciego, la aceptación fanática de los principios religiosos. No combate ninguna religión, pero combate el fanatismo religioso. Y en ese combate no usa jamás las armas de la impiedad, porque sus armas son el esclarecimiento a través de la investigación, del estudio y de la exposición de la verdad. Ayudar al hombre a equilibrarse en la posición justa del espiritualismo esclarecido, para que el mundo sea mejor y más bello, es la misión del Espiritismo en este periodo difícil de la evolución terrena.

J. HERCULANO PIRES

                                         ****************************************





No hay comentarios: