sábado, 28 de octubre de 2023

El Universo

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.-Médiums profetas

2.-Reuniones espíritas

3.- ¿ Qué hiciste en la vida?

4.- El Universo

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(Vianna de Carvalho)

MÉDIUMNS PROFETAS
En el área de lo paranormal humano, muchos sensitivos, por si mismos pueden detectar acontecimientos que se programan para el futuro. El propio psiquismo, irradiándose, capta fenómenos que las leyes soberanas establecen para el porvenir, como consecuencia natural de los comportamientos individuales y colectivos, sociales y técnicos de la humanidad. Siendo el tiempo un fenómeno de expresión transitoria, que varía de acuerdo con la dimensión del espacio en el cual se expande, en su relatividad se presenta en condiciones a las que colocamos denominaciones, las cuales se vuelven medios para poder identificarlo, cuando en realidad, sólo existe la franja de un eterno presente, que se transmuta en pasado y futuro por la necesidad de entender sus manipulaciones. De la misma forma, la mente que es la exteriorización del espíritu inmortal, a través de coberturas cerebrales se expresa en las múltiples reencarnaciones, por lo tanto, es natural que personas más sensibles, dotadas, consigan alcanzar las dimensiones del futuro como las del pasado.
Con respecto a la premonición o profetismo, son comunes los registros de los hechos más penosos y trágicos, consecuentemente aquellos que provocan pavor, desafiando el clima emocional de las criaturas en relación a los días venideros.
La captación profética ocurre de varias formas en el campo de la mediúmnidad. Gracias a la sensibilidad específica para la comunicación con otras mentes que ahora están desencarnadas, estos espíritus conociendo relativamente parte de los cuadros morales, sociales y humanos que sucederán a los contemporáneos, inspiran a través de símbolos, o informan a sus tutelados por medio de incorporaciones, dejando sus impresiones a respecto del mañana, sin embargo, éstas están sujetas a comprensibles alteraciones, adaptaciones y sincronizaciones, pues se debe tomar en cuenta el libre albedrío de cada uno, que es factor preponderante para la elección del camino a seguir, y del que como consecuencia resultarán los efectos.
El hombre está, a cada momento, alterando el propio futuro según con el procedimiento que elige en su día a día. Así mismo, las comunidades renuevan o agravan sus días venideros, debido a las actitudes asumidas frente a las imposiciones en que se ven colocadas. Produciendo reacciones equivalentes, las acciones organizan los cuadros del futuro según los impulsos que son impresos en las vidas que son parte de los objetivos esenciales. Tanto en uno como en el otro ejemplo, es decir, como consecuencia de la penetración en el tiempo por la mente o a través de la información espiritual, que también ocurre en la franja de lo paranormal anímico, la percepción de la tragedia tiene primacía.
Como el hombre moderno aún sufre los atavismos que lo vinculan a las franjas de la evolución más primarias, no produce todo cuanto podría con felicidad y plenitud sin la contribución del sufrimiento. Habiendo predominancia de los instintos agresivos, en vez de la razón edificante, sus actividades han sido belicosas y egoístas las cuales desarrollan reacciones infructuosas. Y como el planeta que habita se encuentra en transición, los fenómenos sísmicos inherentes a su constitución, vaticinan terremotos y erupciones, ajustes en las capas terrestres y transformaciones inevitables, que preceden a su estructura propia para servir de hábitat a otro tipo de civilización más dichosa, sin agresividad ni primitivismo. Por estas razones, el mismo Jesús, en el incomparable “Sermón profético” que los evangelistas registraron, y Juan en el Apocalipsis, hablaron de anuncios dolorosos y aterradores caso las criaturas no se deciden por un cambio radical de conducta para el amor y el bien, diciendo que poseen otros recursos propicios para las grandes transformaciones que van a suceder, sin embargo, en este último caso, sucederá sin el guante de armadura de las aflicciones, algunas de las cuales son producidas por la imprudencia y por la impulsividad humana…
El médium profeta debe cuidar de no transmitir noticias de calamidades y amarguras, filtrando el contenido de los registros psíquicos o mediúmnicos, evitando esparcir el terror, el desequilibrio, que está tan de moda en los actuales días. Invitados al ministerio de la edificación del “Reino de Dios”, los médiums deben estimular los trabajos liberadores y nobles, desde ahora deben contribuir a que se modifiquen los paisajes desordenados y oscuros que se dibujan para el futuro, colocando la claridad del Evangelio y de Cristo como la esperanza que será una realidad inevitable.
Vianna de Carvalho.
Médium Divaldo Pereira Franco
Extraído del libro «Médiums Y Mediúmnidades»

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REUNIONES ESPÍRITAS

"Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" ( San Mateo, 18:20).

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Prefacio.   Para estar reunidos en nombre de Jesús no basta hallarse juntos físicamente, sino que es preciso estarlo también en lo espiritual, por la comunión de intenciones y pensamientos dirigidos hacia el bien. Entonces sí se encuentra Jesús en medio de la reunión: Él, o los espíritus puros que lo representan. El Espiritismo nos permite comprender de qué manera pueden los espíritus hallarse entre nosotros. Están ahí con su cuerpo fluídico o espiritual, y con la apariencia que nos permitiría reconocerlos si se hicieran visibles. Cuanto más elevados se hallan en la jerarquía espírita, tanto mayor es su poder de irradiación. Así poseen el don de ubicuidad y pueden encontrarse en varios lugares simultáneamente. Basta, para ello, un rayo de su pensamiento.

Con las palabras citadas en el parágrafo anterior quiso Jesús mostrar el efecto de la unión y la fraternidad. No es la mayor o menor cantidad de personas la que le atrae, puesto que en lugar de dos o tres hubiera podido decir diez o veinte, sino el sentimiento de caridad mutua que a esas personas anima. Ahora bien, para esto es suficiente que haya dos. Pero si esas dos oran cada cual por su lado, aunque ambas se dirijan a Jesús, no habrá entre ellas comunión de pensamientos, sobre todo si no son movidas por un sentimiento de benevolencia recíproca. Y si se miran con malos ojos, con aborrecimiento, envidia o celos, entonces las corrientes fluidicas de sus pensamientos se rechazan en vez de unirse por un común impulso de simpatía, y en tal caso, no están reunidas en nombre de Jesús, el cual no es más que el pretexto de la reunión y no su verdadero motivo.....

Esto no implica, en modo alguno, que Él permanezca sordo a la voz de una sola persona. Si no dice que acudirá a cualquiera que le llame, es porque ante todo exige amor al prójimo, del cual podemos dar mayores pruebas cuando estamos en compañía de otros, que encontrándonos solos, y también a causa de que todo sentimiento de tipo personal lo aleja. De ello se sigue que sí, en medio de una nutrida asamblea, sólo dos o tres personas se unen de corazón mediante el sentimiento de una auténtica caridad, en tanto el resto de los asistentes se aíslan y se concentran en pensamientos egoístas o de carácter mundano, Jesús estará con aquéllas y no con estos otros.

Así pues, no es la simultaneidad de los presentes en las palabras, en los cánticos o en los actos litúrgicos lo que constituye una reunión en nombre de Jesús, sino la comunión de pensamientos acordes con el espíritu de caridad personificado en Él.

Tal debe ser el carácter de las reuniones espíritas serias, de aquellas en que se desea con sinceridad el concurso de los buenos espíritus.

El Evangelio según el Espiritismo.

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         ¿QUÉ HICISTE EN LA VIDA?
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      Mire los pájaros de nuestro país durante los meses de invierno, cuando el cielo está sombrío, cuando la tierra está cubierta con un blanco manto de nieve, agarrados unos a los otros, en el borde de un tejado, ellos se acarician mutuamente, en silencio. La necesidad los une. Con todo, en los bellos días, con el sol resplandeciente y la provisión abundante, ellos pían cuanto pueden, se persiguen, se baten, se machucan. Así es el hombre. Dócil y afectuoso para con sus semejantes en los días de tristeza, con la posesión de los bienes materiales muchas veces se torna olvidadizo e insensible.

Una condición modesta hace más bien al espíritu deseoso de progresar, de adquirir las virtudes necesarias para su progreso moral. Lejos del torbellino de los placeres fugaces, el juzgará mejor la vida, dará a la materia lo que es necesario para la conservación de sus órganos, sin embargo evitará caer en hábitos perniciosos, se torna presa de innumerables necesidades ficticias que son el flagelo de la humanidad. El será sobrio y laborioso, contentándose con poco, apegándose a los placeres de la inteligencia y a las alegrías del corazón.

Fortificado así contra los asaltos de la materia, el sabio, bajo la pura luz de la Razón, verá resplandecer su destino. Esclarecido en cuanto al objetivo de la vida y al porque de las cosas, quedará firme y resignado ante el dolor, que aprovechará para su depuración y su progreso.

Enfrentará la prueba con coraje, sabiendo que ella es saludable, que ella es el choque que rasga nuestras almas y que solo por este rasgón se derrama todo cuanto de hiel y amargura hay en nosotros.

Y si los hombres se ríen de él, si él es víctima de la intriga y de la injusticia, el aprenderá a soportar pacientemente sus males, alzando su mirada para vosotros; ¡oh! Nuestros hermanos más viejos, para Sócrates bebiendo la cicuta, para> Jesús crucificado y para Joanna en la hoguera. Habrá consolación en el pensamiento que los mayores, los más virtuosos y los más dignos sufrieron y murieron por la humanidad.

Después de una existencia bien completada, llegará la hora solemne y es con calma, sin disgusto que verá la muerte, la muerte que los hombres rodean con un siniestro aparato, la muerte, espantajo de los poderosos y de los sensuales y que, para el pensador austero, es la liberación, la hora de la transformación, la puerta que se abre para el imperio luminoso de los espíritus.

Ese pórtico de las regiones extraterrestres será penetrado con serenidad si la conciencia, separada de la sombra de la materia, se yergue como un juez, representante de Dios, preguntando: “¿Qué hiciste de la vida?” y el responde: “Luche, sufrí, ame! Enseñé el Bien, la Verdad y la Justicia; di a mis hermanos el ejemplo de lo correcto y de la dulzura; alivié los dolores de los que sufren y consolé a los que lloran. Ahora, que el Eterno me juzgue, pues estoy en sus manos!”

Hombre, mi hermano, ten fe en tu destino, porque el es grande. Confía en las amplias perspectivas porque el pone en tu pensamiento la energía necesaria para enfrentar los vientos y las tempestades del mundo. Camina, valiente luchador, sube la cuesta que conduce a esas cimas que se llaman Virtud, Deber y Sacrificio. No pares en el camino para coger las florecillas del campo, para brincar con los guijarros dorados. Para el frente, siempre hacia adelante.

Mira en los esplendidos cielos esos astros brillantes, esos soles incontables que cargan en su evolución prodigiosa, brillantes cortejos de planetas. Cuantos siglos acumulados fueron precisos para formarlos y cuantos siglos serán precisos para disolverlos.

Pues bien, llegará un día en que todos esos soles serán extinguidos, o esos mundos gigantescos desaparecerán para dar lugar a nuevos globos y a otras familias de astros emergiendo de las profundidades. Nada de lo que ves hoy existirá. El viento de los espacios habrá barrido para siempre el polvo de esos mundos, sin embargo tú vivirás siempre, prosiguiendo tu marcha eterna en el seno de una creación renovada incesantemente. ¿Qué será entonces, para tu alma depurada y engrandecida, las sombras y lo cuidados del presente? Accidentes fugaces de nuestro caminar que solo dejaran, en el fondo de nuestra memoria, recuerdos tristes y dulces.

Ante los horizontes infinitos de la inmortalidad, los males del pasado y las pruebas sufridas serán cual nube pasajera en medio de un cielo sereno.

Considera, por tanto, en su justo valor, las cosas de la Tierra. No las desdeñes porque, sin duda, ellas son necesarias para tu progreso, y tu misión es contribuir para su perfeccionamiento, mejorándote a ti mismo, más que tu alma no se agarre exclusivamente a ellas y que busques, ante todo, las enseñanzas en ellas contenidas.

Gracias a ellas comprenderás que el objetivo de la vida no es el gozo, ni la felicidad, sin embargo si es el desenvolvimiento por medio del trabajo, del estudio y del cumplimiento del deber, de esa alma, de esa personalidad que encontrarás en el más allá del túmulo, tal como la hayas hecho, tú mismo, en el curso de esa existencia terrestre.

Por Léon Denis
Tomado del libro "El Progreso"

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                                          EL UNIVERSO

Al Universo lo constituye un solo elemento, aunque triple en apariencia.. 

Espíritu, fuerza y materia, no parecen ser más que los modos, los tres estados de una sustancia inmutable en su principio, pero variable hasta lo infinito en sus manifestaciones. 

El Universo vive y respira animado por dos potentes corrientes: absorción y dispersión. Por esta expansión, por este soplo inmenso, Dios, el Ser de los seres, el Alma del Universo, crea. Por su amor atrae hacia Él. Las vibraciones de su pensamiento y de su voluntad, fuentes primeras de todas las fuerzas cósmicas que mueven al Universo y engendran la vida. 

La materia -digamos- no es más que un modo, una forma pasajera de la sustancia universal que escapa al análisis y desaparece bajo el objetivo del microscopio para disolverse en radiaciones sutiles que no tienen existencia propia. Las filosofías que la toman por base descansan sobre una apariencia, sobre una especie de ilusión 

La unidad del Universo, largamente negada o no comprendida, empieza a ser entrevista por la ciencia. Hace unos veinte años que William Crookes, en el curso de sus estudios sobre las materializaciones de Espíritus, descubrió el cuarto estado de la materia: el estado radiante. Este descubrimiento, por sus consecuencias, revolucionó todas las viejas y clásicas teorías. Estas establecían una distinción entre la materia y la fuerza; ahora sabemos que las dos llegan a confundirse. Bajo la acción del calor, la materia más grosera se transforma en fluidos y estos fluidos se reducen, a su vez, en un elemento más sutil que escapa a nuestros sentidos. Toda materia puede reducirse a fuerza, y toda fuerza se condensa en materia, recorriendo así un círculo incesante. 

     Las experiencias de Crookes han sido seguidas y confirmadas por una legión de investigadores. El más célebre, Roentgen, ha llamado rayos X a las radiaciones emanadas de las ampollas de cristal; estos rayos tienen la propiedad de traspasar la mayor parte de los cuerpos opacos, y permiten percibir y fotografiar lo invisible. 

     Poco después Becquerel demostraba las propiedades de ciertos metales de emitir radiaciones oscuras que penetran la materia más densa, como los rayos Roentgen, e impresionan las placas fotográficas a través de láminas metálicas. 

   El radio, descubierto por los esposos Curie, produce calor y luz de un modo continuo sin agotarse de manera sensible. Los cuerpos sometidos a su acción, se vuelven a su vez radiantes. Aunque la cantidad de energía radiada por este metal es considerable, la pérdida de sustancia material correspondiente es casi nula. Crookes ha calculado que un gramo de radio necesitaría unos cien años para desasociarse* 

    Es más. Los ingeniosos descubrimientos de G. Le Bon 10, han probado que las radiaciones son una propiedad general de todos los cuerpos. La materia puede desasociarse indefinidamente, pues no es más que energía concretada. 

   Con esto, la teoría del átomo indivisible, que desde hace dos mil años servía de base a la física y a la química, se derrumba y, con ella, las clásicas distinciones entre lo ponderable y lo imponderable. La soberanía de la materia -considerada absoluta y eterna- se desvanece. 

   Por tanto, es preciso reconocer: el Universo no es como aparecía a nuestros débiles sentidos; el mundo físico no constituye más que una ínfima parte del mismo. Detrás del círculo de nuestras percepciones hay una infinidad de fuerzas y de formas sutiles cuya existencia ha ignorado la ciencia hasta ahora. 

   El dominio del mundo invisible es mucho más vasto y más rico que el del mundo visible. 
La ciencia ha estado equivocada durante varios siglos en el análisis de los elementos que constituyen el Universo, y ahora debe destruir lo que tan penosamente ha edificado. El dogma científico de la unidad irreductible e indestructible del átomo, al derrumbarse, arrastra consigo a todas las teorías materialistas.- La existencia de los fluidos -afirmada por los espíritas desde hace cincuenta años y que les valió tantas burlas por parte de los sabios oficiales ha sido confirmada de una manera rigurosa por medio de la experimentación.  

LEÓN DENIS 


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